Activismo y cultura digital
El surgimiento del activismo en internetcomienza a finales de la década de los noventa del siglo pasado.Diferentes coyunturas políticas, sociales y culturales dieron vida a una de las grandes paradojas de la red:se trata deuna herramienta propia del capitalismo donde surgen organizaciones en contra del sistema económico-político capitalista, en un fenómeno que podemos identificar como de apropiación tecnológica.
A nivel global, el surgimiento del internet 2.0 (plataforma de redes sociales digitales) dio origen a dos formas de organización y movilización social: a) las redes de activismo digital, más allá de las fronteras. Los movimientos sociales comenzaron a comunicarse y estar en contacto entre sí, en lo que se llamó, el gran movimiento altermundista (globalifóbico); b) surge el movimiento Indymedia (a partir de Seattle en 1999), una organización enfocada en crear redes de comunicaciones que fueran capaces de cuestionar los discursos establecidos desde las élites de poder, es ahí donde nace todo el movimiento de medios libres, independientes, alternativos.
En Latinoamérica hubo un gran impacto mediático con el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en México.A la lucha zapatista se le ubica como el primer gran movimiento globalizado mediáticamente (Martínez, 2007).
En 2011,con las redes sociales, la Primavera Árabe1se conocería como una delas primeras protestas del siglo XXI organizada en red.Posteriormente vendrían otros movimientos cuyo eje mediático estaba en internet; pues permitía que los activistas estuvieran conectados con sus pares en otras latitudes del mundo eintercambiaraninformación, técnicas y estrategia de lucha.De esta manera se empieza a conformar una cultura digital en rebeldía y resistencia, “un activismo comunicativo gestionado en redes” (Rovira, 2017, p. 9).
Es con la apropiación y politización de las Tecnologías de la información y la comunicaciónTICs, que los movimientos sociales empiezan a compartir saberes, formas de trabajo y herramientas para utilizar el internet a su favor y en apoyo a sus causas.
Solidaridad, cooperación, autonomía, autogestión, horizontalidad y autoorganización, son algunas de las características de las organizaciones sociales conectadas en red a través de internet. Al mismo tiempo se ejercen en red, prácticas y valores culturales como lo comunitario, lo identitario y lo subjetivo.
Se gestan así “las multitudes conectadas” que Rovira (2017) describe como un tejido multirracial, étnico, religioso, pero que al mismo tiempo permite conectarse con el “otro” y compartir, asíse genera una especie de laboratorio creativo para los movimientos sociales.
“Las multitudes conectadas no duran, pero lo que constelan permanece, deja huella en la experiencia y en la imaginación” (Rovira, 2017, p. 15) y esas huella que quedan son, precisamente, las que construyen una cultura digital en resistencia y rebeldía.
Cultura digital en los movimientos sociales
Son precisamente estas “multitudes conectadas” las que proponen un mundo “otro”, unoque se contrapone en lo discursivo, pero también en lo político, lo social, lo ideológico y lo cultural al impuesto por el capitalismo. Es justamente ese hacer contrahegemónico en internet el que constela una cultura digital en resistencia.
La cultura digital o también llamada cibercultura es todo aquello que reconfigura las relaciones y las prácticas, crea lenguajes, gesta símbolos propios para el universo digital y crea nuevos discursos y formas de organización, “… este cambio tecnosocial está ligado a las transformaciones de la sensibilidad, la ritualidad, las relaciones sociales, las narrativas culturales y las instituciones políticas, que están produciendo una novedosa relación” (Rueda, 2008, p. 9) a través de internet.
Internet es un mundo, una civilizaciónen donde se crean comunidades virtuales y con ello todo un despliegue cultural, simbólico, político y social, lo cual producela cibercultura. Al igual que en la realidad, en la virtualidad la cultura digital se reconfigura para dar espacio a comunidades disidentes, lenguajes opositores a los modelos dominantes (capitalismo), construcciones en rebeldía, prácticas culturales en resistencia, lenguajes a contracorriente, “otra” comunicación que no responde a los paradigmas comerciales, ni de consumo. Se crean nuevas sensibilidades y saberes que son compartidos en red; las fronteras físicas se desdibujan porcompleto para dar paso a las experiencias y los conocimientos que fluyen por este nuevo mundo en un territorio virtual(Rueda, 2008).
En este sentido, los nuevos movimientos sociales2han creado una cibercultura alterna, en resistencia y de la protesta, en ella, no solo hay una producción de lo político como discurso o consigna, sino que también producen cambios en lo social, lo cultural y lo simbólico. Por ejemplo en la creación de renovadas herramientas de comunicación y expresión, un ejemplo de ello es el video político(Berger, 2015) hecho exprofeso para su circulación en redes sociales.“El conflicto no solo se produce en laesfera de lo político y social, sino tambiénen la producción cultural, en laproducción de imágenes y la circulaciónde signos (…)”(Lago, 2008, p. 110).
El planteamiento de la cibercultura de la resistencia dentro de los movimientos sociales crea una estética(Escobar y Aguilar, 2019) donde las prácticas culturales, el arte, el diseño y la comunicación reconstruyen estructuras de expresión, proponen lenguajes y fomentan la circulación de saberes.Es en este contexto donde surge el artivismo como forma política del arte dentro de los movimientos sociales.
Artivismo en la cultura digital
El neologismo que une conceptualmente el arte y el activismo en los movimientos sociales es el artivismo. También llamado arte comprometido, arte político (sino es que todo el arte es una forma de política), arte combativo; esta forma de expresión ligada directamente con las movimientos sociales es arte como estrategia de organización y de lucha.
El artivismo surge en la década de los sesenta como un cuestionamiento hacia el propio mundo del arte, la obra es vista como un objeto político que reivindica la protesta como lenguaje, se mezcla, además, en el contexto de los movimientos sociales contra lasdiversas guerrasque acontecían en esos años (Vietnam principalmente). Algunos teóricos como Manuel Delgado (2013) marcan el auge del artivismo con el surgimiento del movimiento altermundista y en contra de la globalización en la década de los 90 del siglo pasado. También vinculado a los movimientos feministas, de la diversidad sexual, medioambientales, entre otros. En Latinoamérica el artivismo sucede dentro de los movimientos de educación popular, los obreros y la llegada del partido comunista a los países de la región, más recientemente el movimiento zapatista en México es un parteaguas en este tipo de movimiento artístico.
El hapenning, el performance, la intervención, son solo algunos ejemplos de lenguajes artísticos que comienzan a ver el arte como una posibilidad para hacer una crítica a la sociedad (de manera individual), pero también como una plataforma de soporte (de manera colectiva) para los movimientos sociales.
El artivismo tiene ciertas características. Es, en primera instancia, diverso, heterogéneo, autónomo y colectivo. Su organización “reposa en redeshorizontales; se promueven accionesautónomas, descentralizadasy creativas que sumenadhesión y apoyo activo a la protesta” (Lago, 2008, p. 105).Podemos decir que está fuertemente vinculado al espacio público y suele ser de carácter efímero. Mucho del potencial del artivismo está en su hacer, es decir, en el tiempo en que se produce la obra, suele ser también el tiempo de la protesta, al juntar temporalmente estos dos momentos tenemos lo que se conoce como acción directa que muchas veces raya en lo prohibido, incluso en lo ilícito. Las pintas callejeras, las intervenciones artísticas, toma simbólica de edificios y, por supuesto, el performance, son algunos ejemplos.
En el artivismo el autor queda difuminado, por lo general este tipo de arte se hace de dos formas: de manera anónima o de forma colectiva, de manera que la figura de “el artista” se desdibuja para dar paso a la del artista comprometido, este (estos) pueden provenir de una academia de arte, de una formación autodidacta, pero también son comunicadores, diseñadores, incluso publicistas que se apropian de un lenguaje que antes solo estaba reservadopara los “profesionales” del arte(Salazar y Olivos, 2012).
De ahí que veamos piezas artísticas tan singulares y creativas como los videos políticos satíricos (que reúnen cine, teatro, artes pláticas, como diceBerger, 2015) los documentales animados, el comic-periodismo (Escobar, 2014) entre otros. Se da así el “empleo de estrategias de guerrilla simbólica; el papel asignado al humor, al absurdo y a la ironía; la renuncia a toda centralidad, a las definiciones y a los encapsulamientos” (Salazar y Olivos, 2012, p. 23).
En resumen el artivismo es política y narración, tiende a ser efímero, existe una visión de juego, fiesta y rito (Echeverría, 2011) que cobra vida en el espacio público y activa su capacidad transgresora. El artivismo no solo opera en el plano representativo del arte (Rancière, 2013), sino que devela otros planos como el simbólico, el sensible, el subjetivo, el social y el estético, entendido este último no como sinónimo de lo bello, sino por la capacidad que tiene el arte para transformar, para liberar (Dussel, 2018).
Ahora bien, elartivismo forma parte de la cibercultura de dos formas: como expresión de las luchas y como estrategia de comunicación de los movimientos. Los artivistas en internet trabajan de manera colectiva, se organizan en redes de cooperación virtual y en algunas ocasiones trabajan desde el anonimato. Las iniciativas surgen de forma autónoma y muchas veces no están directamente relacionados con los movimientos sociales, sin embargo, sí responden a las exigencias, a las luchas. Se trata de una forma de sumar voces de la protesta a través de su quehacer cotidiano. Las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter son el nuevo espacio público, es ahí donde se distribuyen las imágenes, los videos, los escritos. La trasgresión está en la persistencia, en el número de veces que se comparte un contenido, que se distribuye en la red, que se viraliza; ese artivismo reconfigura los movimientos sociales, pues forma parte de una cibercultura de la protesta que se organiza más allá de los colectivos y forma una red compleja de significados simbólicos y culturales.En ese estar permanente está el material político del artivismo en internet.
Metodología
En este artículo presentamos un breve análisis de dos movimientos que surgen y se difunden en internet. Se trata de los movimientos #IlustradoresConAyotzinapa y#No estamos todas. La justificación para abordar estos ejemplos está dada por el impacto social, político y cultural de estos dos movimientos sociales: el movimiento por la presentación con vida de 43 estudiantes normalistas desaparecidos en el estado de Guerrero, en septiembre de 2014; y el movimiento por la erradicación de violencia contra la mujer y los feminicidios en México. Dos movimientos que, además, han alcanzado gran impacto global, sobre todo por el despliegue informativo de internet.
Para el análisis visual se tomaron en cuenta los siguientes elementos: forma(técnicas de ilustración) y fondo (qué simbolizan y cómo se representan). Este estudio se complementa con las voces de las personas que han participado en estos proyectos.
El análisis, rostros para no olvidar
En el siguiente apartado describimos la función, formas de operación, protagonistas e impacto en la conformación de la cultura digital de los movimientos sociales a partir del artivismo en red de dos movimientos: #IlustradoresConAyotzinapay#No estamos todas.
En cuanto a la forma habría que decir que las ilustraciones de ambos movimientos tienen técnicas y formatos diversos: acuarelas, lápiz, dibujos por computadora hechos en flash, óleos, fotografía intervenida, esténcil, entre otras.
Por otro lado, las formas de organización son variables pero coinciden en los dos movimientos: #IlustradoresConAyotzinapa surge en noviembre de 2014 (2 meses después de la desaparición forzada de los estudiantes la noche del 26 de septiembre de ese año) bajo la convocatoria de algunos artistas ilustradores que comenzaron a sumar personas que quisieran aportar una imagen al proyecto con la intención de visibilizar los rostros de los jóvenes desaparecidos.Muchos de los ilustradores e ilustradoras que comenzaron a sumarse al proyecto tenían historias personales que los conectaban con los jóvenes estudiantes normalistas, así lo afirma Uriel Pérez (comunicación personal, septiembre de 2019):
“Decidí participar por la indignación que me causó este acontecimiento, además de que fue un caso que sentimos cercano.Desde el 2013 imparto clases en la FAD3Taxco, todo esto sucedió en Iguala, bastante cerca a mi centro de trabajo. Hay un antes y un después de Ayotzinapa para Taxco, prácticamente había toque de queda no oficial, los militares vinieron y tomaron la ciudad al igual que los [policías] federales. La tensión era mucha en aquel momento. Cuando Valeria Gallo convoca a los ilustradores a participar no lo dudé ni un momento, así que seleccioné al azar uno de los 43, su nombre es Abel García Hernández, y aún quiero saber qué pasó con él y dónde está”.
Aunque las ilustraciones circulan mayoritariamente en redes sociales, existen plataformas en donde se gestaron: en el caso de #IlustradoresConAyotzinapa surge en dos plataformas: página de internet con dominio .orgy tumblr.com, espacio virtual creado como una red social de blogs.
En el caso de #No estamos todas se crea con el dominio .org, pero su desarrollo más activo está en las redes sociales: Facebook e Instagram,en las cuales se publican las ilustraciones y se distribuyen. En este caso un grupo de mujeres artistas ilustradoras anónimas comienza a convocar a otras mujeres para que publiquen en sus redes sociales ilustraciones de mujeres víctimas de violencia. A partir de noviembre de 2017#No estamos todas comienza a recabar imágenes de México y de todo el mundo. Junto a la ilustración viene el nombre y edad de la víctima,así como fecha y lugar del homicidio o desaparición. Estos datos provienen de diversas fuentes: un listado de mujeres asesinadas recabado por la activista Frida Guerrera, y el mapa de los feminicidios en México realizado por otra activista: María Salguero (2016).
“Creemos que este tipo de representaciones visuales son importantes y son fuertes, y es una manera diferente para hablar de estos crímenes, de estas violencias contra nuestros cuerpos. Nosotras creemos que tenemos que ocupar todos los espacios que podamos para hablar de estos temas. Hay gente protestando en las calles, hay gente haciendo música, hay gente cambiando las leyes en el Congreso. Nosotras ilustramos, esta es nuestra aportación, que es igual de importante que los otros tipos de propuestas”(SSWE, 2019).
En el caso del movimiento #No estamos todasmuchas de las ilustraciones contienen, además del rostro de la mujer desaparecida/asesinada, elementos como flores, estrellas, plantas y árboles, animales (mariposas, aves, peces, gatos). Otro elemento digno deresaltar es la coincidencia de las ilustradoras (en su mayoría mujeres) en mostrar el cabello de las víctimas: grande, suelto, volado, de colores. El cabello parece ser un elemento simbólico no solo de lo femenino, sino de la fuerza y la libertad de esas mujeres. Los ojos cerrados y la sonrisa tibia, como si estuvieran en un sueño, son otra constante en estas ilustraciones de mujeres víctimas de violencia.Otras se representan con los ojos abiertos, envueltas en una mirada que parece pedir justicia.
En ambos ejemploslos ilustradores y las ilustradoras ponen su nombre. En el caso de #Ilustradores por Ayotzinapa, el poner el autor es fundamental porque es quien pide saber el paradero de los estudiantes desaparecidos.
La mayoría de las ilustraciones de los jóvenes de Ayotzinapa están basadas en una serie de fotografías oficiales de los estudiantes normalistas que comenzaron a circular pocos días después de su desaparición. Por lo que, en la mayoría de las imágenes, los jóvenes están representados con rostros serios, rodeados de frases como: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!, ¡Nos faltan 43!, ¡Ayotzinapa somos todos! y el nombre del estudiante desaparecido. En este caso la mayoría de las ilustraciones son de carácter figurativo, retratos; muy pocos ilustradores hacen caricaturas, distorsiones o variaciones de la fotografía original; sin embargo, sí existen elementos que distinguen las ilustraciones desde el particular estilo del artista.Por elcontrario, enel movimiento #No estamos todas las artistas no tienen una imagen precedente sobre la cual basarse para hacer la ilustración, el material del cual se alimentan para representar a esas mujeres asesinadas es principalmente la historia de las víctimas, por lo que tienden a crear obras totalmente libres, creativas y evocativas de lo que piensan que fue esa mujer en vida.
Ambos movimientos recurren a la imagen del rostro principalmente como una evocación de la ausencia, al mismo tiempo es un recordatorio, un acto de memoria, no olvidamos porque esas imágenes nos dicen todos los días que esas personas faltan. La imagen como acto de creación y resistencia (Deleuze,1987).
“Como ilustradores, pensamos entonces que podíamos contribuir a la permanencia de la memoria como una vía para reconocernos como entes más sociales y menos individuales, y con ello combatir de manera modesta al olvido. Una pequeña forma de resistencia…El resultado es un mosaico de rostros que de alguna forma ha contribuido a la memoria, un banco de retratos, cuya intención pondera el gesto humano como lo verdaderamente artístico, un reclamo continuo” (#IlustradoresConAyotzinapa, 2014).
Ambos movimientos han tenido un fuerte impacto en las redes sociales, cuyasimágenes se han distribuidoa través de internet. Muchas de las ilustraciones, sobre todo en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa, han sido utilizadas por el movimiento de padres y madres de los 43 desaparecidos. Pero, sobre todo, se consolida como una forma de sumar voces al movimiento de exigencia de la aparición con vida de los normalistas y de justicia para ellos y sus familias.
#No estamos todas ha logrado visibilizar en México y a nivel internacional la terrible situación del feminicidio y la violencia contra la mujer en el país, la falta de acciones gubernamentales para detener la situación y como una forma de consuelo visual para los familiares de estas mujeres, la certeza de saber que no serán olvidadas.
Conclusiones
En el presente trabajo indagamos en el papel que cumple el artivismo digital dentro de la cultura digital de los movimientos sociales. Como ejemplo recurrimos a #IlustradoresConAyotzinapa y #No estamos todas. Sobre la basedel análisis de estos movimientos podemos decir que el artivismodigital reúne expresiones artísticas en este caso visuales que se insertan en la cultura digital de los movimientos sociales. Algunas características del artivismo en la red son: el trabajo colectivo y en redes, su carácter didáctico y de denuncia, la creación organizada y en otras ocasiones espontánea y efímera. Retoman elementos culturales e identitarios del país y el contexto social de las víctimas.
Las imágenes del artivismoen la cultura digital dotan de identidad visual a los movimientos, crean una estética de la protesta que funciona como estrategia cultural y simbólica de las demandas sociales. Y, además, son utilizadas por las luchas como estrategias de comunicación y acción.