INTRODUCCIÓN
Según la Clasificación Internacional de las Enfermedades 11 (CIE-11), la obesidad se define como una enfermedad crónica compleja caracterizada por un exceso de adiposidad que afecta la salud humana. Su origen se considera multifactorial, pudiendo ser producida a causa de estilos de vida inadecuados, factores genéticos y psicosociales. En niños y adolescentes puede establecerse a partir del índice de masa corporal (IMC): por encima de 3 para menores de 5 años y más de 2 a partir de esa edad.(1)
Las tasas de prevalencia e incidencia indican que la obesidad en la etapa pediátrica resulta un problema de salud pública a nivel global, además de estar relacionada con varias enfermedades crónicas.(2) Para 2016, se calculó que el número de esos pacientes se incrementó en 10 veces comparado con la cifra de 1975, reportándose una cifra de 124 millones de afectados en ese grupo etario.(3)
Entre las enfermedades crónicas no transmisibles relacionadas con esta patología en niños y adolescentes se mencionan: hipertensión arterial, hipercolesterolemia, intolerancia a la glucosa o resistencia a la insulina, trastornos articulares y enfermedad hepática.(4) También se ha asociado con trastornos psicológicos como ansiedad, depresión, problemas de autoestima y dificultades para socializar.(5) La obesidad afecta el crecimiento saludable durante el desarrollo y reduce la calidad de vida en general.(6)
Según el Atlas Global de Obesidad de 2022, 71 millones de niños con edades entre 5 y 9 años se diagnosticaron obesos (11% de la población infantil) en 2020, además de un 7% de prevalencia en edades entre 10 y 19 años. Para 2030, se proyecta una prevalencia global del 15%.(7) En países como Argentina, Corea del Sur, México y España se informan incrementos significativos de la prevalencia de la obesidad en la adolescencia vinculada con algunas enfermedades crónicas.(8,9,10,11)
En Ecuador, los datos del Observatorio Global de Obesidad en 2018 indican que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes era de 20,6% y 14,8% respectivamente.(12) Esa situación provocó una transición epidemiológica y nutricional que se expresa en el incremento de este problema de salud en la población general.(13)
Teniendo en cuenta el impacto de esa situación de malnutrición, se realizó una investigación con el objetivo de determinar la correlación entre el índice triglicéridos glucosa con el estado nutricional en adolescentes atendidos en consulta externa del Hospital General Riobamba IESS, durante el 2021.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo de corte transversal que incluyó a la totalidad de la población: 140 adolescentes atendidos en consulta externa de Nutrición y Endocrinología del Hospital General Riobamba - IESS en 2021, cuyas edades estuvieron comprendidas entre 12 y 18 años con historias clínicas que contenían los datos antropométricos, bioquímicos y clínicos de interés, los que se recolectaron a través de una ficha diseñada con ese fin y luego se organizaron en una hoja del paquete estadístico SPSS versión 25.0, facilitando su posterior procesamiento.
La normalidad en la distribución de los datos fue establecida mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov, lo que permitió un análisis de los datos mediante estadísticas inferenciales paramétricas: Pearson (r) para establecer la correlación, t de Student en la comparación de las categorías del estado nutricional y odds ratio como medidas de efecto expresada a través de la curva de COR.
El estudio contó con la autorización del Centro de Investigación y Docencia del Hospital General Riobamba – IESS, la información obtenida de las historias clínicas se procesó garantizando su confidencialidad y los resultados se emplearon exclusivamente con fines investigativos en concordancia con lo establecido en la Declaración de Helsinki.(14)
RESULTADOS
La edad promedio de los adolescentes incluidos en el estudio fue de 14,5 ± 1,9 años (tabla 1), con un predominio del sexo femenino, que estuvo representado por el 59,3% de la población.
Con respecto a la distribución de los adolescentes según estado nutricional (media de 26,2), se observó un predominio del peso normal (39,3%), seguido por la obesidad grado I y II con una frecuencia del 34% y el 20% respectivamente. Las medias de los indicadores de laboratorio clínico mostraron la existencia de valores por encima de los considerados dentro de los parámetros normales (tabla 1).
Al comparar las variables analíticas de laboratorio entre los pacientes adolescentes según presencia de obesidad, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en ninguna de estas; aunque las medias con mayores discrepancias fueron las referentes a los triglicéridos, con p=0,06.
Gráfico 1. Comparación de medias del índice triglicéridos glucosa según índice de masa corporal
La comparación de las medias de los índices de triglicéridos glucosa en los grupos establecidos a partir del estado nutricional, posibilitó apreciar la presencia de una diferencia con respecto al grupo de obesos de grado III, en los que se observó la cifra de 5,3 (gráfico 1).
Las curvas de COR reflejaron la presencia de potencia predictiva del 53-55% inherente al índice triglicéridos glucosa con respecto al desarrollo de sobrepeso u obesidad (gráfico 2), pudiendo establecer un punto de corte en 4,8 para la ocurrencia de sobrepeso u obesidad, con una sensibilidad y especificidad de entre 81-86% y 26-28% respectivamente.
El índice de triglicéridos glucosa se correlacionó significativamente con el índice de masa corporal de manera directa y con intensidad leve (r=0,208; p<0,05); lo que se puede apreciar en la dispersión de los valores al graficarlos (gráfico 3).
DISCUSIÓN
A diferencia de lo observado en la presente investigación, autores chinos estudiaron una población adolescente cuya edad promedio fue de 10,5 años en 2916 participantes, predominando el sexo masculino;(15) sin embargo, en otro estudio ecuatoriano acerca del mismo fenómeno fue de 15,8 años y el género masculino representó el 55%.(16) También en Perú se reportaron resultados similares a esos últimos.(17)
La frecuencia observada de casos de alteraciones en el estado nutricional en cuanto a sobrepeso y obesidad en adolescentes resultó superior a la informada por Latacunga Salazar (Ecuador) y Salcedo Távara (Perú).(16,17) De manera similar, Vale et al.(18) hallaron un 10% de incidencia en una cohorte de 16556 adolescentes brasileños.
Galfo et al.(19) identificaron un 23% de presencia de obesidad en una muestra de 369 adolescentes italianos, concluyendo que dichos hallazgos tenían relación con hábitos nutricionales inadecuados y escasa práctica de ejercicio físico. Al respecto, Salcedo Távara et al.(17) determinó un predominio del normopeso entre 83 participantes y García Vilela(20) (también en Perú) comunicó un 19% con sobrepeso.
Latacunga Salazar(16) estableció que en su población de estudio no existieron diferencias estadísticamente significativas en los valores de glucemia al agrupar atendiendo al índice de masa corporal; aunque, los pacientes con sobrepeso tuvieron valores de triglicéridos superiores a los observados en los de peso normal.
Los autores concuerdan con que una política de salud pública orientada a la prevención de esta patología y la promoción de estilos de vida favorables para el individuo y la colectividad es la manera más efectiva de mitigar este problema de salud.
La principal limitación de esta investigación está relacionada con el tamaño y homogeneidad contextual de la muestra, por lo que se recomienda diversificar más estas características para futuros estudios relacionados con este objeto investigado.
CONCLUSIONES
En el entorno estudiado, el género femenino predominó entre los adolescentes, además de aquellos con sobrepeso y obesidad.
Los participantes con obesidad tuvieron valores más altos de glucemia, triglicéridos y colesterol total que los otros grupos, pero sin que esta fuera estadísticamente significativa.
El índice triglicéridos glucosa tuvo una correlación débil, positiva y significativa con el estado nutricional en los pacientes incluidos en el estudio.
Conflicto de intereses: los autores declaran que no existen.
Declaración de contribución
Jeicob Stalin Paredes Moreno y María Solangge Pazmiño Ordoñez trabajaron en el proceso investigativo de manera integral y en la redacción del artículo.
Héctor Fabián Ortega Castillo asesoró la investigación y corrigió la redacción del manuscrito.