INTRODUCCIÓN
La esteatosis hepática no alcohólica (EHNA) constituye la hepatopatía crónica con mayor prevalencia a nivel mundial.(1,2) El incremento de la incidencia de esa entidad debido a los altos índices de obesidad, sedentarismo y patrones dietéticos no saludables la han convertido en un problema para la salud pública mundial.(3) Sus cifras varían en dependencia de diversos factores sociodemográficos y clínicos. La prevalencia se estima que oscila entre el 17 y el 51% entre la población general,(4) siendo significativamente mayor en la población americana.(5) Generalmente, su presentación clínica resulta asintomática, por lo que existe un subregistro de la patología y la posibilidad de un mayor número de casos.
Algunos investigadores vincularon la EHNA con los elementos del denominado síndrome metabólico y con diabetes mellitus.(6,7,8) También se ha establecido su capacidad de progresión hacia formas más agresivas como la cirrosis e insuficiencia hepática.(5) Esta se ha detectado en pacientes con otras enfermedades endocrinas, tales como: síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo, hipogonadismo masculino, deficiencia de hormona del crecimiento y el exceso de glucocorticoides.(8)
Así, los pacientes con EHNA presentan una o varias comorbilidades asociadas, volviéndose tributarios frecuentes de los servicios de salud. El objetivo del presente estudio fue determinar los factores asociados a EHNA en pacientes atendidos en el Centro de salud tipo B Chambo, Ecuador, durante 2020.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se realizó un estudio no experimental, correlacional, transversal y un enfoque cuantitativo. La población estuvo constituida por 53 pacientes atendidos en el Centro de salud tipo B Chambo, los que tenían una edad mayor de 20 años, diagnóstico presuntivo de EHNA, sin antecedentes de hepatitis B o C y sin tratamiento medicamentoso en base a: amiodarona, corticoides, estrógenos sintéticos, metotrexato, tetraciclina, antirretrovirales y tamoxifeno.
Las variables incluidas relacionadas con la esteatosis hepática no alcohólica fueron: características generales de los participantes, características clínicas, comorbilidades y nivel de actividad física.
La recopilación de los datos se hizo mediante una ficha de revisión de documentos (historias clínicas de los pacientes); los que luego fueron organizados en una base de datos empleando el programa Microsoft Excel, la que fue exportada al programa SPSS en su versión 22 para facilitar el análisis estadístico.
El procesamiento estadístico se realizó a partir del análisis de la normalidad de distribución de los datos empleando la prueba de Kolmogorov-Smirnov. En el nivel descriptivo se utilizó el cálculo de medias, medianas y desviaciones estándar, además de utilizar frecuencias absolutas y porcentajes.
La estadística inferencial se utilizó para establecer la asociación entre la EHNA y las comorbilidades y con el nivel de actividad física (prueba exacta de Fisher); además de utilizar la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney para comparar los grupos establecidos a partir de los valores de transaminasa atendiendo a la práctica de actividad física. El nivel de confianza se estableció en 95%, con un margen de error del 5%, estableciendo la significación estadística para valores de p<0,05.
Durante el proceso investigativo, los autores se apegaron a los lineamientos éticos correspondientes. Además, contaron con el permiso de la máxima autoridad de la institución de salud involucrada, se garantizó el anonimato de los pacientes cuyas historias clínicas fueron incluidas, mediante el respeto de la confidencialidad de los datos personales en ese documento para uso de servicio. La información obtenida no se utilizó con fines maleficentes.
RESULTADOS
El procesamiento de los datos relativos a las variables incluidas en el estudio posibilitó el alcance del objetivo propuesto. La descripción de la población permitió establecer un predominio de género masculino (58,5%), así como de los pacientes con edades comprendidas entre 50 y 59 años (49,0%), con una media de 54,43 ± 8,10 años. El 45,30% de los participantes se mantenían trabajando y el 37,7% tenía una escolaridad de primaria completa (tabla 1).
La mediana del peso en los pacientes fue 72,50 Kg, una media de la talla de 1,60±0,06 metros y la media del índice de masa corporal (IMC) de 27,87±3,30 Kg/m.; lo que resultó congruente con el predominio de participantes con sobrepeso (50,90%) (tabla 2).
DS: Desviación estándar. IQR: Rango intercuartil. IMC:índice de masa corporal. AST: Aspartato aminotransferasa. ALT: Alanina aminotransferasa.
Los valores de los exámenes de laboratorio permitieron observar una mayoría de aquellos con cifras normales de triglicéridos (54,7%), pero fueron más elevadas en las pruebas de colesterol total (52,8%), AST (62,3%) y ALT (67,9%) (tabla 2).
Entre los pacientes con diagnóstico presuntivo de EHNA, el 60,38% padecían de hipertensión arterial, el 52,83% de diabetes mellitus, el 62,26% de sobrepeso u obesidad y el 49,06% de dislipidemia. La prueba exacta de Fisher permitió establecer la existencia de una asociación entre la presencia de EHNA y esas comorbilidades (tabla 3).
El 71,70% de la población de estudio manifestó tener un bajo nivel de actividad física; encontrando una relación significativa entre esa variable y la presencia de EHNA (p=0,018) (tabla 4).
AST: Aspartato aminotransferasa. ALT: Alanina aminotransferasa. .Significación según prueba U de Mann-Whitney.
La comparación entre los grupos creados a partir de los valores de transaminasas, atendiendo a la práctica frecuente de actividad física, empleando la prueba U de Mann-Whitney, permitió establecer diferencias significativas entre estos: p=0,026 para cifras de AST y p=0,013 en las de ALT, siendo mayores las concentraciones en aquellos que tenían una actividad sedentaria (tabla 5).
DISCUSIÓN
Con respecto a la EHNA, Vernon et al. plantean que su desarrollo depende de varios factores, entre los que señala: edad, sexo, etnia y la comorbilidad con algunas enfermedades crónicas no transmisibles.(9)
En concordancia con lo observado relativo al género en la población del presente estudio, investigadores norteamericanos encontraron una razón de cinco hombres por cada dos mujeres entre pacientes diagnosticados de EHNA en Pennsylvania.(10)De igual manera, en Cuenca, España, se reportó una mayor incidencia de varones con un 82,7%.(5)
Sin embargo, en cuanto a los valores de la media de la edad (54,43±8,10 años en esta investigación), se halló una diversidad en los resultados informados por varios autores. Damor et al.(11) mencionan 39,8 ± 10,5 años; Sahuquillo et al.,(5) 61,84±9,5 años; Bósquez Salazar,(12) 63,0 ± 11,1 años y Wang et al.,(13) 69.34 ± 6.87 años. El patrón de los datos sugiere un incremento de manifestación de la patología en la medida que aumenta la edad.
La EHNA se asoció significativamente con otras patologías concomitantes: diabetes mellitus (p=0,025), sobrepeso u obesidad (p=0,004) y dislipidemias (p=0,022); lo que concuerda con Fraum et al.,(14) quienes reportaron valores p<0,001 en la relación con esas variables y con el síndrome metabólico.
Briseño Bass et al.(15) informan que en pacientes estudiados en Guadalajara, México, también existió una correlación entre la EHNA y los resultados de laboratorio relativos a colesterol y triglicéridos, además de con el IMC (p≤0,01).
En otra investigación con una población 105 pacientes de Cartagena, Colombia, se menciona que la hipertensión arterial (38%), la obesidad (28%) y la diabetes mellitus (20%) fueron las principales comorbilidades de la EHNA.(16) A su vez, Ahmaed(17) describe prevalencias aumentadas de EHNA en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (70%) y/o con obesidad (90%).
Coincidentemente, Briseño et al.(17) muestran datos que permiten establecer una correlación significativa (p<0,001), positiva y moderada entre la EHNA diagnosticada por ecografía con los valores de ALT y AST.
Los pacientes sedentarios o con escasa actividad física resultaron más vulnerables a padecer EHNA. En otra investigación con una población de 1399 hombres que participaban en un Protocolo de Chequeo Preventivo de Salud en el Hospital Israelita Albert Einstein, en Sao Paulo, Brasil, se observó que los sujetos que mostraban una mayor ejercitación física tenían una tendencia a no desarrollar EHNA.(18)
Tsunoda et al.(19) señalan que la adecuada actividad física constituye una medida preventiva de la EHNA o su progresión a formas más graves. En una investigación realizada en Michoacán, México, los autores concluyeron que los sedentarios tenían mayor riesgo de desarrollar EHNA o cuadros más complicados de esa enfermedad.(20) En Quito, Ecuador, se observó un resultado similar.(21)
Los niveles de enzimas hepáticas se relacionaron de manera inversa con el nivel de actividad física.(18,22) Al respecto, Trill et al.(23) determinaron que los sujetos con bajo nivel de ejercicio cardiovascular tienen una probabilidad 1,5 veces mayor de tener ALT>30 U/L en relación con aquellos que lo hacían de manera moderada o intensa.
CONCLUSIONES
La EHNA tuvo más incidencia en individuos del sexo masculino y en aquellos con edades mayores de 50 años. Esta patología se relacionó significativamente con el padecimiento de hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemias, sobrepeso y obesidad. Las personas sedentarias o con niveles bajos de actividad física tuvieron mayor predisposición a tener valores elevados de ALT y AST.
Conflicto de intereses: los autores declaran que no existen.
Declaración de contribución
JE Coello-Viñán, ME Sánches De la Torre y BE Coello-Viñán participaron en la concepción y diseño del estudio. Todos los autores participaron en el análisis e interpretación de resultados, revisión crítica del contenido, redacción y aprobación de la versión final del manuscrito.