INTRODUCCIÓN
La adolescencia constituye el período donde el individuo adquiere capacidad reproductiva, durante el cual ocurre el tránsito de la niñez a la adultez y en la que se consolida la independencia socioeconómica. Esta etapa se delimita entre los 10 y 19 años, comprendiendo tres subetapas: temprana de los 10 a 13 años, media de 14 a 16 años y tardía de 17 a 19 años.(1)
El embarazo en la adolescencia representa una problemática de salud a nivel mundial. En estos casos, la mortalidad materna resulta de 2 a 5 veces más alta en comparación con gestantes con edades entre 20 y 29 años.(2) Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cada año dan a luz 15 millones de mujeres entre los 15 y 19 años, con una incidencia de alrededor del 95% en países en vías de desarrollo.(3)
Por otro lado, diferentes organismos internacionales señalan que el 15% de los embarazos anuales ocurre en menores de 20 años, con una tasa mundial estimada en 46 nacimientos por cada 1.000 madres de entre 15 y 19 años. La mayor concentración de esos casos ocurre en América Latina, donde se producen 66,5 nacimientos por 1 000 madres adolescentes.(3,4)
En el contexto ecuatoriano, en 2014, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) reportó una tasa de 49,3 por cada 100 nacidos vivos fueron de madres adolescentes de hasta 19 años, entre las que, las menores de 15 años representaron el 3%.(4) El Departamento de Estadística del Hospital Provincial general Docente de Riobamba informa que cada año atienden aproximadamente 670 partos de adolescentes entre 10 y 19 años.(5)
La vulnerabilidad de los adolescentes se acentúa durante la maternidad debido a las posibles complicaciones biopsicosociales para el binomio madre-hijo, con mayor riesgo de morbimortalidad por causas obstétricas. Este fenómeno puede acarrear varias consecuencias, tales como: fracaso del proyecto de vida, transmisión a un ciclo de pobreza y mayor susceptibilidad a la violencia contra la mujer. Ante esta situación, los ambientes: familiar, escolar o laboral y social generan una combinación de factores de riesgo y/o protectores en la dinámica del proceso salud enfermedad.(2,6, 7)
Entre los factores psicológicos que afectan la maternidad en la adolescencia se encuentran: autoestima disminuida, inseguridad, temor al rechazo, bajas aspiraciones en la vida, déficit de control de emociones, mala relación con los padres y carencia de creencias religiosas. Al respecto, la familia puede crear un ambiente favorable, contribuyendo a que: (8)
· Aprenda a cuidarse.
· Confíe en sí misma.
· Tome decisiones razonables.
· Juzgue las posibles influencias ajenas.
· Adquiera valores y normas de conducta.
· Se adapte a la cultura y sociedad desde su nuevo rol.
Las actitudes y expectativas de la adolescente grávida influyen en la calidad de la futura relación madre-hijo. Frecuentemente, estas poseen insuficientes conocimientos acerca de los cuidados infantiles, requiriendo de mayor apoyo de las personas en su entorno familiar.(9)
A partir de sus experiencias personales, la futura mamá adolescente genera perspectivas acerca de las posibles implicaciones en su situación económica, social y emocional, potenciando el desarrollo de un sentimiento de desapego.(10) Sin embargo, los seres humanos desarrollan un sistema conductual innato de búsqueda de seguridad y protección con figuras con las que establecen vínculos fuertes y duraderos, que se manifiestan a través de afectos durante toda la vida, el ejemplo más claro resulta la relación madre e hijo.(11)
La falta de planificación familiar y la conducta sexual poco responsable constituyen causas importantes del embarazo en la adolescencia. Los profesionales de enfermería deben realizar una intervención integral en este fenómeno para prevenir gestaciones precoces y promover salud.(12)
Así, se realizó una investigación con el propósito de describir el embarazo en la adolescencia en un hospital de segundo nivel de atención de la ciudad de Riobamba, en el primer semestre del año 2019.
MATERIALES Y MÉTODOS
Las autoras desarrollaron un estudio observacional, descriptivo y de corte transversal, con un enfoque cuantitativo, cuya población estuvo integrada por 62 madres adolescentes, en puerperio inmediato, ingresadas en el Servicio de Ginecología y Obstetricia en el contexto de un hospital del segundo nivel de atención de la ciudad de Riobamba, durante el primer semestre del año 2019.
Los datos fueron obtenidos mediante la aplicación de dos instrumentos:
· Guía estructurada de entrevista, dirigida las características sociodemográficas y clínicas de las adolescentes participantes.
· Escala de Estigmatización de la Adolescente Embarazada (EEAE) propuesta por Mori et al.,(13) quienes la validaron mediante una prueba de alfa de Cronbach (0,78). Este instrumento permitió valorar el autoconcepto y desempeño de las participantes desde su propia perspectiva.
Los investigadores organizaron los datos empleando el programa Microsoft Excel y luego fueron procesados mediante pruebas estadísticas descriptivas de análisis de frecuencias (absolutas y de proporción utilizando porcentajes). La presentación se hizo resumiéndolos en tablas.
Los representantes legales de las participantes firmaron el consentimiento informado con participación libre y voluntaria. El estudio no incluyó procedimientos invasivos que puedan significar un riesgo para las participantes. Los aspectos éticos relacionados con la investigación en seres humanos fueron respetados: salvaguardia de la dignidad e integridad personal, así como los principios de autonomía, beneficencia, justicia y no maleficencia. El proyecto de investigación contó con un aval emitido por el Comité de Ética de Investigación en Seres Humanos del Hospital Carlos Andrade Marín CEISH-HCAM del Sistema Nacional de Salud del Ecuador, mediante acta No. 10, expediente N°074.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La descripción del embarazo en la adolescencia precisó la identificación de las regularidades en las características sociodemográficas y clínicas de la población en el entorno estudiado.
Las participantes en la etapa de la adolescencia tardía predominaron en el estudio (77,4%), así como las autoidentificadas como mestizas, las que profesaban religión católica, el estado civil de unión libre o solteras y las de profesión de ama de casa (51,6%). También, aquellas con ingreso económico es menor a $ 492,75 y, aunque el 71% no planificó su embarazo, la mayoría declaró que su hijo se tornó deseado (tabla 1).
En un estudio realizado en México, la mayoría de las madres adolescentes se encontraban atravesando la adolescencia tardía y vivían en un estado civil de unión libre; sin embargo, el 50.2% de las involucradas eran estudiantes.(14,15)
En otra publicación, se reportó que el 68% de las adolescentes desertó de la escuela y el 50% convivían con sus padres. La mayoría percibía la maternidad de manera satisfactoria, contaron con apoyo familiar, tenían vínculo de pareja y baja percepción de riesgo para su salud física y psicológica.(16)
La mayoría de las adolescentes no declararon el uso de métodos anticonceptivos, ni antecedentes patológicos familiares (67,74%) ni personales (45,16%) de interés; aunque, entre estos últimos, también destacaron las infecciones de vías urinarias (45,16%), la que constituyó la principal afección que existió durante el embarazo (48,39%). En relación con los controles prenatales, se evidenció que el 60% tuvo más de 5, de los cuales el 92% cumple con las indicaciones y el 95% acude a las consultas de seguimiento. El 95% de la población no presentó complicaciones del recién nacido (tabla 2).
Vides(17) señala que la presencia de deficiencias y/o otras patologías durante el embarazo, aumentan la probabilidad de que ocurran circunstancias adversas en la grávida adolescente.
De manera coincidente con el presente estudio, en un contexto peruano se evidenció que el 65% de las gestantes participantes se hizo más de 6 controles prenatales.(18) Otros investigadores ecuatorianos hallaron que las patologías del tracto urinario resultan frecuentes en algún momento del embarazo.(19)
Sin embargo, no existe similitud con los resultados obtenidos por Alfaro et al.,(20) en relación con el uso de los métodos anticonceptivos por los adolescentes de su población de estudio, se identificó que el 91,3% manifestó que los utilizaba.
Barrera et al.(21) observaron una relación entre el parto de mujeres menores de 20 años y el riesgo de muerte durante primer año de vida del niño.
Leyenda: A-autoconcepto, D-desempeño
Según los datos recopilados mediante la EEAE, el autoconcepto de las adolescentes puérperas participantes no se afectó gravemente en ninguna de estas (tabla 3), existiendo una afección predominante entre moderada y leve (36%) o ninguna (35,48%).
Con respecto al desempeño, los resultados indicaron que 10 de las involucradas lo tuvieron afectado sustancial o gravemente (tabla 3); aunque, en la mayoría no se estableció afectación.
El desempeño y autoconcepto de las de una madre adolescente requiere una adaptación efectiva a su nuevo rol, precisando del apoyo familiar.(22) Berlaga et al.(23) afirman que las vivencias positivas en los individuos conducen a la satisfacción personal, lo que implica que estas jóvenes puérperas requieren visualizar lo grandioso y único de la maternidad, para que se genere ese estado psicológico en ellas.
El cuidado estructurado que brida el profesional de enfermería influye de manera importante en la percepción de sí misma y seguridad en su desempeño que tiene la madre adolescente, contribuyendo a la disminución de miedos e inseguridades durante la transición a sus nuevas responsabilidades en el núcleo familiar.(24)
CONCLUSIONES
· Entre las participantes predominaron las edades pertenecientes a la etapa de la adolescencia tardía, así como las autoidentificadas como mestizas, las que profesaban religión católica, el estado civil de unión libre o solteras y las de profesión de ama de casa. También, aquellas que no planificaron su embarazo y las que consideraron como deseado a su hijo.
· La mayoría de las adolescentes declararon no usar métodos anticonceptivos, además de no tener antecedentes patológicos familiares ni personales de interés; aunque, entre estos últimos destacaron las infecciones de vías urinarias, que también constituyeron la principal enfermedad durante el embarazo.
· Con respecto a los controles prenatales, preponderaron las embarazadas que se hicieron más de 5, las que cumplieron con las indicaciones y acudieron a las consultas de seguimiento, así como, la ausencia de complicaciones en los recién nacidos.
· La EEAE posibilitó establecer que el autoconcepto de las adolescentes puérperas participantes no se afectó gravemente en ninguna de estas, existiendo un predominio de afección entre moderada y leve, además de la categoría ninguna.
· En relación con el desempeño, existieron involucradas con afectación sustancial o gravemente; pero, predominaron aquellas en las que no se afectó.
Conflicto de intereses: no existen conflictos de intereses.
Declaración de contribuciones: la contribución de las autoras en el desarrollo de la investigación cuenta con la participación total en cada una de sus fases y durante la elaboración del artículo.