Introducción
El emprendimiento juega un papel vital en la sociedad contemporánea, siendo la capacidad de concebir y ejecutar nuevos proyectos con éxito un motor fundamental de desarrollo. Este proceso implica una sinergia entre diversas habilidades administrativas y logísticas en los estudiantes (Castillo et al. 2021). La Comisión Europea destaca la importancia de cultivar competencias transversales, como el pensamiento crítico, la comunicación, la innovación y la competencia digital, no solo para fomentar el espíritu emprendedor, sino también para asegurar un desarrollo sostenible. Estas habilidades no solo facilitan la integración efectiva en el mercado laboral, sino que también permiten capitalizar las oportunidades de inversión (Portuguez y Gómez 2021).
La medición del emprendimiento se realiza comúnmente a través del Índice Global de Emprendimiento, el cual proporciona una visión general de la actividad emprendedora en la mayoría de los países. Este indicador es relevante debido a la fuerte correlación (0,83) entre el Índice Global de Creatividad (IGC) y el emprendimiento. Sin embargo, es preocupante que, a pesar de la correlación mencionada, Perú ocupe el puesto 69 en el IGC, lo que sugiere una correlación no significativa entre la creatividad y el emprendimiento en el país (Lazarte 2021).
Por otro lado, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Perú se destaca como el cuarto país con mayor intención emprendedora entre estudiantes universitarios en Latinoamérica, y ocupa el octavo lugar a nivel mundial. Sin embargo, este entusiasmo inicial se ve frenado por las dificultades que muchos de estos jóvenes enfrentan al intentar establecer sus propios negocios después de graduarse, debido a una preparación insuficiente. Es decir, a pesar de su disposición para emprender, no todos adquieren los conocimientos necesarios para hacerlo con éxito. No obstante, aquellos que optan por estudiar carreras relacionadas con la administración poseen una ventaja competitiva. Esta disparidad resalta la necesidad de que los países en desarrollo comprendan los factores que impulsan la actividad emprendedora, con el fin de diseñar programas académicos que fomenten el emprendimiento y generen un impacto significativo en la sociedad (Alcaraz 2015).
Considerando que “todo emprendimiento involucra aspectos de tipo gerencial orientado hacia la generación de un negocio” (Castillo et al. 2021, 842), las universidades peruanas han incorporado en la malla curricular de la carrera de Administración cursos como Marketing, Finanzas, Planeamiento Estratégico, Investigación de Mercados, Proyectos de Inversión y Liderazgo. Estos cursos proporcionan a los estudiantes los conocimientos necesarios para emprender al concluir sus estudios.
Es importante destacar que, a nivel latinoamericano, aproximadamente el 79 % de los microempresarios carece de educación universitaria. Esta tendencia puede atribuirse a que las universidades no fomentan el espíritu emprendedor, sino que están centradas en formar individuos para desempeñarse como empleados.
El concepto del perfil emprendedor desempeña un papel clave al evaluar a los estudiantes, especialmente aquellos de la carrera de Administración. La intervención oportuna en este sentido busca proporcionar una orientación adecuada para fomentar el emprendimiento exitoso. Sin embargo, para llevar a cabo este propósito, es esencial contar con un instrumento pragmático que identifique las áreas de debilidad en aquellos estudiantes que aspiran a establecer una empresa. Esta herramienta permitiría reforzar sus conocimientos, habilidades y talentos mediante capacitaciones específicas, asegurando así el éxito de cada emprendimiento.
Este tema cobra relevancia al considerar que el surgimiento de negocios exitosos contribuye significativamente al desarrollo económico de la sociedad. El diagnóstico del perfil emprendedor de los estudiantes es un enfoque que no solo asegura que la población estudiantil que entrará en la actividad económica genere emprendimientos independientes relacionados con su área profesional, sino que también respalda el crecimiento económico global de la sociedad (Castillo et al. 2021).
Este trabajo se justifica en vista de la realidad económica peruana, la cual muestra una marcada dependencia en la microempresa ligada al comercio informal. Esta situación refleja una inestabilidad microeconómica y una sociedad que enfrenta dificultades para prosperar en el ámbito empresarial. En este contexto, la universidad desempeña un papel crucial en la formación profesional. Es imperativo fortalecer el perfil emprendedor de los estudiantes de Administración. Por lo tanto, la creación de un instrumento para medir el perfil emprendedor de los estudiantes se presenta como una iniciativa fundamental para realizar un diagnóstico preciso de sus necesidades y así contribuir de manera efectiva al desarrollo de una cultura emprendedora sólida en la sociedad peruana. Considerando lo expuesto anteriormente, el objetivo de la investigación es proponer un instrumento de evaluación práctica del perfil emprendedor en estudiantes de Administración de Empresas (AE), asegurando tanto su validez como su confiabilidad.
Marco teórico
Las personas dotadas de condiciones o capacidades emprendedoras se vuelven notorias al observar la proliferación e integración de numerosos negocios en el sistema económico. En este contexto, Cubico et al. (2010, 425) sostienen que “la elección de convertirse en emprendedor es una decisión significativa que impacta la innovación, la competencia y la generación de empleo a nivel social e industrial”. En la última década, se ha intensificado el interés de los investigadores por identificar las características personales del emprendedor. Los estudios revelan que ciertas diferencias individuales, como rasgos, habilidades, actitudes, cogniciones, valores, motivaciones y metas, distinguen a los empresarios de aquellos que no poseen un perfil emprendedor. La aptitud emprendedora se refiere al potencial de una persona para la creación y desarrollo de empresas y autoempleo (Cubico et al. 2010; Silva et al. 2017). Por lo tanto, “fomentar actitudes positivas hacia el emprendimiento a través de la educación se presenta como una estrategia clave” (Alcaraz 2015, 3), ya que “el emprendimiento puede entenderse como la ejecución de un proyecto o propósito donde la persona, es decir, el emprendedor, está completamente preparada para asumir riesgos y llevar a cabo dicho proyecto” (Romero, Romero y Barboza 2022, 68).
En el ámbito de la formación emprendedora, se enfatiza la necesidad de que los estudiantes identifiquen oportunidades, promocionen nuevos productos, gestionen equipos y propongan soluciones basadas en los conocimientos científicos y tecnológicos adquiridos durante sus estudios. Por ende, cualquier programa de capacitación debe orientarse a ayudar a los estudiantes a emprender nuevos negocios y cultivar habilidades para pensar de manera crítica, perspicaz, ética y creativa (Portuguez y Gómez 2021).
En relación con los antecedentes que respaldan el desarrollo de este estudio, se destaca la investigación de Castillo et al. (2021) . Con una muestra de 354 estudiantes universitarios de una institución pública en Trujillo, Perú, con edades comprendidas entre 19 y 23 años. El constructo desarrollado por los autores abarca factores como motivación de logro, autonomía, innovación, locus de control interno, autoeficacia, optimismo, tolerancia al estrés y toma de riesgos.
En otra línea de investigación, Cubico et al. (2010) emplearon un instrumento conocido como la prueba de aptitud empresarial (TAI), diseñado por Favretto, Sartori y Pasini (2003) en la década de 1990 para evaluar el potencial emprendedor en relación con ocho factores distintivos. Este instrumento ofrece una valiosa capacidad para diferenciar entre individuos con inclinaciones emprendedoras y aquellos sin ellas. Las dimensiones que integran el constructo de este instrumento son: orientación a metas, autonomía, necesidad de logro, necesidad de autoempoderamiento, liderazgo, innovación, flexibilidad y adaptabilidad.
Se aplicó la TAI a 94 emprendedores, compuestos por 47 parejas (padre e hijo), con una edad promedio de 58 años para los adultos y 29 años para los jóvenes. La participación masculina fue predominante (75%). Los resultados revelaron que la aptitud emprendedora se manifestó de manera equitativa en ambas generaciones dentro de las empresas familiares. Además, los investigadores extendieron la aplicación de la TAI a una muestra de 202 individuos de la Cámara de Nuevo Servicio Empresarial de Comercio en Verona. Se encontraron características como liderazgo y la necesidad de logro entre ellos. Una conclusión destacada señala que los aspirantes a empresarios enfrentan menos obstáculos en el proceso de creación de empresas y en su relación con el entorno circundante.
Por su lado, Portuguez y Gómez (2021) llevaron a cabo una investigación con el propósito de identificar el perfil emprendedor entre estudiantes universitarios que participaron en un curso en línea sobre emprendimiento. La indagación se centró en analizar sus experiencias, intereses, actitudes y habilidades, comparando los resultados entre aquellos que completaron exitosamente el curso y quienes no lo hicieron. Los autores emplearon la Prueba de Identificación de Habilidades Empresariales (ESIT), una adaptación del Engineering Entrepreneurship Survey. Este instrumento, compuesto por 16 ítems, fue aplicado a 20 estudiantes voluntarios de diversas carreras de pregrado en una universidad del norte de México, de los cuales solo 12 completaron el curso en línea. Las dimensiones evaluadas por los participantes abarcaron aspectos como creatividad, toma de riesgos, innovación, autoconfianza, comunicación, liderazgo, control interno, persistencia, gestión de redes, autoeficacia, espíritu empresarial, orientación al cambio, resiliencia, búsqueda de oportunidades, iniciativa y toma de decisiones.
Entre las conclusiones de Portuguez y Gómez (2021) se destaca que la percepción de conocer las habilidades emprendedoras de los estudiantes representa una valiosa oportunidad para mejorar el ecosistema emprendedor de la universidad. Esto se justifica en la premisa de que los recursos invertidos en programas de este tipo deben generar empresas desarrolladas dentro de la propia institución académica. Además, se señala que los programas de capacitación en emprendimiento contribuyen a incrementar el interés en la educación empresarial.
Silva et al. (2017) llevaron a cabo un estudio con el propósito de examinar la validez factorial confirmatoria, los parámetros de estructura dimensional y la validez de criterio de la Escala de Potencial Emprendedor diseñada por Freire dos Santos (2008) . Los resultados indicaron que la escala converge de manera confiable para predecir el comportamiento emprendedor. Según los autores, el instrumento es eficaz para discriminar de manera efectiva a individuos con potencial emprendedor.
Alcaraz (2015) propuso diagnosticar el potencial emprendedor en estudiantes universitarios mediante la creación y validación de un instrumento fundamentado en siete factores, de los cuales seis se vinculan a competencias clave para el emprendimiento (tolerancia al riesgo, capacidad de recuperación y aprendizaje a partir del fracaso, identificación de oportunidades, presentación de soluciones innovadoras, obtención de recursos e implementación de soluciones innovadoras). Estos factores están asociados a un total de 15 atributos, complementados por un factor adicional que refleja la intención emprendedora.
Romero, Romero y Barboza (2022) emprendieron una investigación con el propósito de esclarecer la relación existente entre el perfil emprendedor y la visión emprendedora en estudiantes universitarios. La evaluación del perfil emprendedor se realizó a través de un instrumento que abarcaba diversas dimensiones, tales como creatividad, autonomía, confianza en uno mismo, tenacidad, sentido de responsabilidad, capacidad para asumir riesgos, liderazgo, espíritu en equipo y solidaridad. En cuanto a la visión emprendedora, se consideraron tres dimensiones específicas: predicción, previsión y presentir. Los resultados revelaron una conexión significativa entre las variables.
El trabajo de Reyes y Molinero (2022) les permitió describir los atributos, valores y características de los emprendedores universitarios de CEU- TEC-UNITEC en Tegucigalpa. Para ello encuestaron a 379 estudiantes, con quienes identificaron tres características predominantes del emprendedor según los participantes: responsable, apasionado y perseverante, y autónomo.
Dimensiones del perfil emprendedor
El concepto de emprendedor alude a un “individuo o grupo de individuos dotado de pensamiento sistémico, con la capacidad de identificar oportunidades y aprovecharlas a través de la formulación de un plan ejecutado de manera creativa, innovadora, responsable e incluso asumiendo riesgos que pueden afectar su propio prestigio” (Olivero et al. 2017, 53). Como se desprende de esta definición, el emprendedor debe poseer una serie de características y competencias personales, las cuales pueden variar en algunos casos según la realidad de cada país. El emprendedor requiere un perfil específico, el cual puede adaptarse a la realidad de cada país, influenciado, entre otros factores, por la cultura, el sistema educativo, los planes gubernamentales y empresariales, entre otros aspectos.
Para delinear las dimensiones que caracterizan el perfil emprendedor del estudiante en la carrera de AE, se consideraron las sugerencias de los autores revisados durante el análisis de la literatura. En la tabla 1 se detallan las dimensiones identificadas para el constructo en estudio.
Tabla 1 Dimensiones teóricas del perfil emprendedor en estudiantes universitarios
Autores | Teorías que fundamentan la dimensión seleccionada | Dimensión seleccionada |
---|---|---|
Castillo et al. (2021) ; Portuguez y Gómez (2021) ; Alcaraz (2015) | Teoría de Schumpeter (1934) ; teoría de Mark Casson (1982) ; teoría del cambio social de Harper (1994). | Innovación |
Portuguez y Gómez (2021) ; Alcaraz (2015) | Teoría del equilibrio de mercado de Hayek (1948) ; teoría de la necesidad del logro de McClelland (1961) ; teoría del emprendimiento basada en los recursos de Alvarez y Busenitz (2001) . | Espíritu empresarial |
Portuguez y Gómez (2021) ; Alcaraz (2015) | Teoría del beneficio de Knight (1921) ; teoría de la Eficiencia-X de Leibenstein (1966) ; teoría de ajuste de Kirzner (1973) ; teoría basada en la oportunidad de Drucker (1985) ; teoría del comportamiento planeado de Ajzen (1991) ; teoría del capital social o de la red social de Clausen (2006) . | Búsqueda de oportunidades |
Romero, Romero y Barboza (2022) ; Portuguez y Gómez (2021) ; Cubico et al. (2010) | Teoría de Hoselitz (1963) ; teoría de la oferta emprendedora de Thomas Cochran (1971) ; teoría del emprendimiento del capital humano de Becker (1975) ; teoría de los rasgos de personalidad de Coon (2004) . | Liderazgo |
Elaboración propia.
La selección de las dimensiones en la tabla 1 se fundamenta en diversas teorías que exploran el rol y las características del emprendedor a lo largo del tiempo. Knight (1921) expuso la noción de que el emprendedor asume riesgos y enfrenta la incertidumbre, mientras que Schumpeter (1934) destacó su capacidad para resolver problemas. Hayek (1948) abogó por un espíritu empresarial que incluye planificación, toma de decisiones y programación. McClelland (1961) sugirió que los emprendedores poseen una necesidad inherente de éxito, mientras que Hoselitz (1963) subrayó la importancia del liderazgo y las habilidades gerenciales. Leibenstein (1966) argumentó que la ineficiencia empresarial genera oportunidades para los emprendedores, y Cochran (1971) relacionó el carácter emprendedor con factores culturales y de crianza. Kirzner (1973) afirmó que los emprendedores identifican y aprovechan las oportunidades de ganancia para equilibrar el mercado. Becker (1975) postuló que el conocimiento adquirido a través de la educación y la experiencia es vital para los emprendedores, mientras que Casson (1982) enfatizó la importancia de la imaginación. Drucker (1985) sugirió que los emprendedores explotan oportunidades creadas por ellos mismos, Ajzen (1991) señaló que la conducta emprendedora se encuentra supeditada por las intenciones o motivaciones, y Hamilton y Harper (1994) destacaron la creatividad como un motor de transformación social y crecimiento económico. Alvarez y Busenitz (2001) argumentaron que el acceso a recursos predice el emprendimiento basado en oportunidades, mientras que Coon (2004) relacionó el emprendimiento con rasgos de liderazgo y Clausen (2006) postuló que la integración en redes sociales amplias proporciona oportunidades significativas (Terán y Guerrero 2020).
Con base en las dimensiones seleccionadas, se procedió a desarrollar los reactivos correspondientes a estas dimensiones. Este proceso implicó la operacionalización de la variable, como se detalla en la tabla 2, que presenta el constructo del perfil emprendedor del estudiante universitario, el cual se compone de cuatro dimensiones: innovación (con cinco reactivos), espíritu empresarial (con siete reactivos), búsqueda de oportunidades (con cuatro reactivos) y liderazgo (con cuatro reactivos), que da un total de 20 reactivos o ítems en el instrumento. Se utilizó una escala tipo Likert de cinco puntos para recoger las respuestas, considerando que la variable es de tipo ordinal. Cada respuesta se ha valorado en una escala del 1 (nunca) al 5 (siempre) para permitir una evaluación precisa, posibilitando el procesamiento de los datos de forma cuantitativa.
Metodología
Este estudio adoptó un enfoque mixto, con un diseño exploratorio secuencial (DEXPLOS), de naturaleza no experimental y transeccional. El diseño DEXPLOS, según la definición de Hernández, Fernández y Baptista (2014) y Hernández y Mendoza (2018), comprende una etapa inicial de recolección y análisis de datos cualitativos, seguida por otra en la que se recopilan y analizan datos cuantitativos.
Tabla 2 Operacionalización de la variable perfil emprendedor del estudiante universitario
Variable | Definición conceptual | Dimensión | Definición operacional | Ítem | Escala de medición |
---|---|---|---|---|---|
Perfil emprendedor del estudiante universitario | “Conjunto de rasgos deseados que caracterizan a un emprendedor, están integrados por conocimientos, actitudes, aptitudes y valores, que lo habilitan para convertir sus ideas en resultados” (Bóveda, Oviedo y Yakusik 2015, 24). | Innovación | Son actitudes y/o acciones que buscan generar valor para el emprendimiento, a partir del conocimiento empresarial. | 1. Me agradan las novedades. | Ordinal, con cinco opciones de respuesta tipo Likert (Nunca, Casi nunca, A veces, Casi siempre, Siempre) |
2. Me encanta experimentar e innovar para dinamizar mi emprendimiento. | |||||
3. Soy un agente del cambio. | |||||
4. Me adapto rápidamente a los cambios. | |||||
5. Siempre busco nuevas ideas para mi emprendimiento. | |||||
Espíritu empresarial | Implica aquella fuerza interna que motiva o encamina a las personas a pensar y actuar como empresarios. | 6. Es fácil alcanzar las metas de mi emprendimiento. | |||
7. Me resulta sencillo generar ideas de inversión. | |||||
8. Planeo las actividades para el buen funcionamiento de mi emprendimiento. | |||||
9. Me capacito para administrar eficazmente mi emprendimiento. | |||||
10. Defino acertadamente los objetivos de mi emprendimiento. | |||||
11. Comprendo rápidamente las funciones empresariales. | |||||
12. El fin principal de mi emprendimiento es satisfacer a los clientes. | |||||
Búsqueda de oportunidades | Son actitudes y/o acciones proactivas que predisponen a las personas hacia el emprendimiento. | 13. Soy una persona muy curiosa. | |||
14. Siempre estoy un paso adelante para hallar oportunidades. | |||||
15. Tengo una amplia red de contactos sociales. | |||||
16. Siempre observo el panorama para no perder de vista mis objetivos. | |||||
Liderazgo | Implica talentos que definen el carácter de líder en el emprendedor. | 17. Rápidamente encuentro solución a los problemas. | |||
18. Reconozco mis errores y los enmiendo. | |||||
19. Busco el apoyo de las personas para lograr los objetivos. | |||||
20. Acepto sugerencias que me ayudan a mejorar mi emprendimiento. |
Elaboración propia.
Para la conceptualización de la propuesta de instrumento destinado a medir los niveles del perfil emprendedor en estudiantes de la carrera profesional de AE, se llevaron a cabo cuatro fases: identificación, evaluación y selección de publicaciones pertinentes, se determinaron las dimensiones del constructo a partir de una revisión exhaustiva de los antecedentes relacionados; elaboración de reactivos del instrumento para cada dimensión identificada, manteniendo coherencia con las dimensiones y evitando posibles sesgos; validación de contenido, realizada a través de la opinión de expertos en emprendimiento; y, recolección de los datos que permitió verificar la validez del constructo mediante el análisis factorial exploratorio. Además, se determinó el coeficiente de confiabilidad alfa de Cronbach, según la metodología propuesta por Rossi y Rossi (2022). Para ello, se optó por implementar el instrumento diseñado en la plataforma Google Forms para agilizar el proceso de análisis. Posteriormente, para el tratamiento de los datos y facilitar su posterior carga en el programa SPSS, se empleó la herramienta Microsoft Excel.
La población estudiada comprendió a los estudiantes de las carreras de AE (1200 estudiantes) y Contabilidad (1100 estudiantes, para fines comparativos) en una universidad privada en Perú. La única restricción para acceder a la muestra fue que los estudiantes participantes estuvieran inscritos entre el quinto y décimo ciclo académico, lo que limitó la población objetivo a 750 estudiantes de AE y 700 estudiantes de Contabilidad.
Para calcular el tamaño de la muestra se utilizó la siguiente fórmula: n = [(Z)2 (p) (q) (N)]/[(E2) (N-1) + (Z2) (p) (q)] (1)
Donde:
n = Tamaño de la muestra
N = Tamaño de la población
Z = Unidades de desviación estándar a un nivel de confianza de 95 % = 1,96
p = Proporción de aceptación, se asume = 0,5 q = Proporción de rechazo = 1 - p = 0,5
E = Error máximo permitido es 0,05
Para hallar el tamaño de la muestra ajustada (najustado) se aplicó la siguien te formula:
najustado = (n)/[1 + (n/N)] (2)
Se determinó que el tamaño de la muestra para la evaluación del instrumento sería de 190 estudiantes de AE y 185 estudiantes de Contabilidad, seleccionados por conveniencia durante las sesiones de clases mediante invitaciones para su participación. La tabla 3 exhibe la caracterización de los integrantes de las muestras seleccionadas.
Tabla 3 Caracterización de los integrantes de la muestra seleccionada por sexo
Carrera profesional | Ciclo V | Ciclo VI | Ciclo VII | Ciclo VIII | Ciclo IX | Ciclo X | Total | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
M | F | M | F | M | F | M | F | M | F | M | F | ||
Administración de Empresas | 10 | 26 | 4 | 11 | 6 | 9 | 25 | 30 | 17 | 17 | 21 | 14 | 190 |
Contabilidad | 9 | 5 | 9 | 19 | 16 | 17 | 25 | 38 | 6 | 6 | 15 | 20 | 185 |
Elaboración propia.
Es relevante mencionar que hay una ligera predominancia del sexo femenino, que representa el 56 % en AE y el 57 % en Contabilidad. Además, el 83% de los estudiantes de AE y el 89 % de los estudiantes de Contabilidad tienen edades comprendidas entre 18 y 23 años.
Presentación, análisis y discusión de resultados
Con el propósito de garantizar la coherencia y consistencia de los resultados en alineación con el objetivo general de este estudio, se llevó a cabo un análisis factorial exploratorio para evaluar el instrumento utilizado en la medición de la variable de interés. Los resultados de la prueba de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) y la prueba de Bartlett, aplicadas al instrumento que mide el perfil emprendedor del estudiante de AE, se detallan en la tabla 4. En este contexto, la medida de adecuación de muestreo de Kaiser-Meyer-Olkin superó el umbral de 0,90 (KMO = 0,972), validando así el número de componentes principales o factores que constituirían la variable compleja (Cerny y Kaiser 1977). En cuanto a la prueba de esfericidad de Bartlett, el valor hallado (p-valor < 0,001 es < 0,05) apunta a la existencia de correlaciones estadísticamente significativas entre los reactivos de cada instrumento, evidenciando asociaciones notables entre los ítems. Además, se deduce que la matriz de covarianza no se asemeja a la matriz de identidad en cada instancia (Rossi y Rossi 2022).
Tabla 4 Prueba de KMO y Bartlett
Medida Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestreo | 0,972 | |
Prueba de esfericidad de Bartlett | Aprox. chi-cuadrado | 4862,534 |
gl | 190 | |
Sig. | <,001 |
Elaboración propia.
Para evaluar y confirmar el número de factores que delinean las dimensiones del constructo perfil emprendedor del estudiante de AE, se elaboró la varianza total explicada, cuyos resultados se detallan en la tabla 5. Al analizar dicha tabla, se evidencia que el número óptimo de factores es uno, indicando así que, en el contexto específico de esta investigación, la variable subyacente es unidimensional. Este hallazgo sugiere que un solo factor es suficiente para capturar el 74,936 % de la variabilidad presente en el perfil emprendedor del estudiante de AE, subrayándose así la robustez y la relevancia de dicha dimensión en el marco conceptual del presente estudio.
Tabla 5 Varianza total explicada obtenida para el instrumento
Componente | Autovalores iniciales | Sumas de cargas al cuadrado de la extracción | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Total | % de varianza | % acumulado | Total | % de varianza | % acumulado | |
1 | 14,987 | 74,936 | 74,936 | 14,987 | 74,936 | 74,936 |
2 | 0,937 | 4,684 | 79,621 | |||
3 | 0,614 | 3,069 | 82,690 | |||
4 | 0,429 | 2,144 | 84,834 | |||
5 | 0,369 | 1,843 | 86,678 | |||
6 | 0,330 | 1,652 | 88,330 | |||
7 | 0,285 | 1,427 | 89,756 | |||
8 | 0,252 | 1,258 | 91,014 | |||
9 | 0,222 | 1,110 | 92,124 | |||
10 | 0,212 | 1,059 | 93,183 | |||
11 | 0,200 | 1,000 | 94,183 | |||
12 | 0,184 | 0,922 | 95,105 | |||
13 | 0,171 | 0,853 | 95,957 | |||
14 | 0,150 | 0,751 | 96,708 | |||
15 | 0,138 | 0,690 | 97,398 | |||
16 | 0,125 | 0,623 | 98,021 | |||
17 | 0,110 | 0,549 | 98,570 | |||
18 | 0,107 | 0,535 | 99,105 | |||
19 | 0,093 | 0,467 | 99,572 | |||
20 | 0,086 | 0,428 | 100,000 |
Método de extracción: análisis de componentes principales.
Elaboración propia.
Para asegurar que la validez de los reactivos o ítems del instrumento sea pertinente, se llevó a cabo un exhaustivo análisis de carga factorial por ítem (CFI), cuyos resultados son minuciosamente desglosados en la tabla 6. La información presentada en esta tabla no solo confirma que los reactivos del instrumento superan significativamente el umbral de 0,60 (0,773 ≤ CFI ≤ 0,905), según lo establecido por Fernández (2015) , sino que subraya la trascendental pertinencia y ajuste de estos elementos en la precisa medición de la variable fundamental de este estudio. Este análisis minucioso refuerza la robustez y fiabilidad del instrumento propuesto, destacando su papel crucial en la obtención de datos confiables y pertinentes para el avance de la investigación.
Tabla 6 Matriz de componente del instrumento que mide la variable perfil emprendedor
Matriz de componentea | |
---|---|
Componente 1 | |
Ítem 1 | 0,861 |
Ítem 2 | 0,873 |
Ítem 3 | 0,868 |
Ítem 4 | 0,890 |
Ítem 5 | 0,883 |
Ítem 6 | 0,773 |
Ítem 7 | 0,798 |
Ítem 8 | 0,878 |
Ítem 9 | 0,869 |
Ítem 10 | 0,869 |
Ítem 11 | 0,905 |
Ítem 12 | 0,904 |
Ítem 13 | 0,892 |
Ítem 14 | 0,886 |
Ítem 15 | 0,746 |
Ítem 16 | 0,886 |
Ítem 17 | 0,884 |
Ítem 18 | 0,872 |
Ítem 19 | 0,869 |
Ítem 20 | 0,888 |
Método de extracción: análisis de componentes principales.
a. 1 componentes extraídos.
Elaboración propia.
Las tablas 5 y 6 revelan que la variable perfil emprendedor del estudiante de AE presenta un constructo unidimensional al contener únicamente un componente o factor. En consecuencia, la solución no es susceptible de rotación, reflejando así la naturaleza unidimensional del constructo, que se puede interpretar como un constructo muy sólido constituido por 20 reactivos con una alta carga factorial. Cuando todos los ítems de un instrumento obtienen una alta carga factorial, significa que todos ellos están muy relacionados con el constructo que se está midiendo. En otras palabras, cada ítem del instrumento contribuye significativamente a medir la misma característica o concepto subyacente. Esto es positivo desde el punto de vista de la validez del instrumento, ya que indica que todas las proposiciones incluidas están efectivamente capturando el fenómeno que se quiere evaluar. Por lo tanto, proporciona una evidencia sólida de que el instrumento es coherente y confiable para medir el constructo en cuestión.
Además, se llevó a cabo una evaluación de la confiabilidad del instrumento mediante el coeficiente alfa de Cronbach. En este estudio, el valor obtenido fue de α = 0,982, lo que indica una confiabilidad notable del instrumento; posteriormente, se procedió a medir el nivel del perfil emprendedor en los estudiantes de AE y Contabilidad. Los resultados de esta medición se presentan en la tabla 7.
Tabla 7 Niveles de medición del perfil emprendedor para los estudiantes
Baremos de medición | Niveles de valoración | Estudiantes | |||
---|---|---|---|---|---|
Administración de Empresas | Contabilidad | ||||
Frecuencia absoluta | Frecuencia relativa | Frecuencia absoluta | Frecuencia relativa | ||
20-35 | Pésimo | 16 | 8 % | 2 | 1 % |
36-51 | Malo | 1 | 1 % | 4 | 2 % |
52-67 | Regular | 3 | 2 % | 12 | 6 % |
68-83 | Bueno | 81 | 43 % | 131 | 71 % |
84-100 | Muy bueno | 89 | 47 % | 36 | 19 % |
Total | 190 | 100 % | 185 | 100 % |
Elaboración propia.
La tabla 7 revela que el 90 % del total de los estudiantes consideran que poseen un perfil emprendedor que oscila entre bueno y muy bueno. No obtante, es notable que un 47 % de los estudiantes de AE perciben su nivel como muy bueno, en contraste con solo un 19 % de los estudiantes de Contabilidad. Esta disparidad puede atribuirse a la orientación de la formación: mientras que los estudiantes de AE se centran en la gestión empresarial, los de Contabilidad se especializan en una función específica dentro de una empresa.
Otro punto significativo es que un 8 % de los estudiantes de AE consideran que su nivel de perfil emprendedor es pésimo y 3 % de estos considera que su nivel es malo o regular. Esto sugiere que algunos estudiantes sienten que la universidad no está proporcionando una formación adecuada para el emprendimiento. Este hallazgo subraya la necesidad de identificar las deficiencias en la formación de la carrera de AE y abordarlas adecuadamente.
Para comprobar las hipótesis de trabajo se utilizó el estadístico Z, que es una medida utilizada en estadística inferencial para determinar si hay una diferencia significativa entre las medias de dos poblaciones. Este estadístico se calcula cuando se tienen dos muestras independientes y se desea comparar la media de una variable entre ambos grupos. La fórmula empleada se muestra a continuación:
Z = (mAd - mC)/[(s 2Ad/nAd) + (s2C/nC)]1/2(3)
Donde:
mAd y mC son las medias de las dos muestras. s2Ad y s2C son las varianzas muestrales.
nAd y nC son los tamaños de las muestras. Las hipótesis planteadas fueron:
Hipótesis de investigación (Hi): Existen diferencias significativas entre las medias de los niveles del perfil emprendedor de los estudiantes de AE y Contabilidad.
Hipótesis de investigación nula (H0): No existen diferencias significativas entre las medias de los niveles del perfil emprendedor de los estudiantes de AE y Contabilidad.
Con los datos recolectados se elaboró la tabla 8.
Si los resultados indican que no hay diferencias significativas entre el nivel del perfil emprendedor en las carreras de AE y Contabilidad, esto plantea una alerta importante. Sugiere que la universidad podría no estar logrando que los estudiantes de AE adquieran las habilidades y competencias necesarias para emprender, ya sea al graduarse o incluso antes. Por ende, es crucial revisar la estructura curricular para asegurarse de que se esté enfocando en el desarrollo de competencias específicas relacionadas con el emprendimiento.
En la tabla 9 se detalla el instrumento alojado en la matriz encargado de operacionalizar la variable destinada a evaluar el perfil emprendedor de los estudiantes matriculados en la carrera de AE. En contraste con la información proporcionada en la tabla 2, la versión corregida se adapta de manera más precisa a la realidad de los estudiantes de la carrera de AE. En el contexto específico de esta universidad en estudio, la validación del instrumento como unidimensional fortalece su idoneidad para reflejar la realidad del objeto de estudio. Aplicar este instrumento en otras universidades permite verificar si también es unidimensional o si se necesitan múltiples factores para definir el constructo. Sin embargo, el propósito fundamental del instrumento sigue siendo el mismo: identificar las debilidades en el perfil emprendedor universitario.
Tabla 8 Tabla de decisión para comprobar las hipótesis
Carreras profesionales del estudio | Valores requeridos para el cálculo de Z | Datos para tomar la decisión | Decisión | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Tamaño de la muestra (n) | Media de la muestra (m) | Varianza muestral (s2) | Valor Z | Ztabulado | Nivel de significancia (p-valor) | ||
Administración de Empresas | 190 | 79,00 | 375,56 | 0,06 | 1,65 | 0,05 | Ztabulado > Z, luego, se acepta la hipótesis nula (H0) |
Contabilidad | 185 | 78,90 | 136,63 |
Elaboración propia.
En el análisis realizado para la universidad del estudio se identificó que la mejora debe centrarse en integrar en la malla curricular aspectos enfocados en la innovación, el seguimiento de tendencias empresariales emergentes, la generación de ideas de inversión y el funcionamiento práctico de startups. Es crucial priorizar habilidades como la búsqueda proactiva de oportunidades, el establecimiento de redes de contactos sólidas y el desarrollo de capacidades de liderazgo. Estos aspectos, identificados a través del análisis de las respuestas de los encuestados que obtuvieron las puntuaciones más bajas, son fundamentales para preparar a los estudiantes para los desafíos del mundo empresarial actual.
Conclusiones
Fomentar el espíritu emprendedor en las sociedades contemporáneas implica más que simplemente incluir contenidos en los planes de estudio universitarios. Es fundamental identificar y cultivar habilidades y competencias emprendedoras que se ajusten a las necesidades específicas de cada contexto. Posteriormente, es esencial adaptar la estructura curricular para que se alinee de manera efectiva con estas habilidades y competencias, asegurando así resultados óptimos en el desarrollo de emprendedores capacitados y versátiles.
Los resultados presentados revelan la solidez, validez y confiabilidad de la propuesta de instrumento diseñado, demostrando su idoneidad para su aplicación en la universidad objeto de estudio. No obstante, su aplicabilidad se extiende a cualquier institución peruana interesada en evaluar el perfil emprendedor de los estudiantes de la carrera de Administración de Empresas, proporcionando una herramienta efectiva para identificar fortalezas y debilidades del perfil emprendedor.
Tabla 9 Operacionalización de la variable perfil emprendedor del estudiante
Variable | Definición conceptual | Definición operacional | Ítem | Escala de medición |
---|---|---|---|---|
Se trata de actitudes y acciones destinadas a crear valor para el emprendimiento a través del conocimiento empresarial. La intrínseca fuerza motivadora que impulsa a las personas a pensar y comportarse como empresarios es fundamental en este contexto. | 1. Me agradan las novedades. | |||
2. Me encanta experimentar e innovar para dinamizar mi emprendimiento. | ||||
3. Soy un agente del cambio. | ||||
4. Me adapto rápidamente a los cambios. | ||||
5. Siempre busco nuevas ideas para mi emprendimiento. | ||||
Perfil del emprendedor del estudiante de Administración de Empresas | “Conjunto de rasgos deseados que caracterizan a un emprendedor, están integrados por conocimientos, actitudes, aptitudes y valores, que lo habilitan para convertir sus ideas en resultados” (Bóveda, Oviedo y Yakusik 2015, 24). | 6. Es fácil alcanzar las metas de mi emprendimiento. | Ordinal, con cinco opciones de respuesta tipo Likert. | |
7. Me resulta sencillo generar ideas de inversión. | ||||
8. Planeo las actividades para el buen funcionamiento de mi emprendimiento. | ||||
9. Me capacito para administrar eficazmente mi emprendimiento. | ||||
10. Defino acertadamente los objetivos de mi emprendimiento. | ||||
11. Comprendo rápidamente las funciones empresariales. | ||||
12. El fin principal de mi emprendimiento es satisfacer a los clientes. | ||||
13. Soy una persona muy curiosa. | ||||
14. Siempre estoy un paso adelante para hallar oportunidades. | ||||
15. Tengo una amplia red de contactos sociales. | ||||
16. Siempre observo el panorama para no perder de vista mis objetivos. | ||||
17. Rápidamente encuentro solución a los problemas. | ||||
18. Reconozco mis errores y los enmiendo. | ||||
19. Busco el apoyo de las personas para lograr los objetivos. | ||||
20. Acepto sugerencias que me ayudan a mejorar mi emprendimiento. |
Elaboración propia.
Resulta imperativo comprender que la diversidad de influencias culturales, condiciones de mercado, niveles educativos y tecnología, entre otros aspectos, caracteriza la realidad específica de cada país y puede impactar significativamente en el perfil emprendedor de los estudiantes universitarios. Por lo tanto, se destaca la importancia de validar y someter a pruebas de confiabilidad el instrumento propuesto antes de su implementación en diferentes contextos, garantizando así su adecuación y eficacia en distintos entornos.
A pesar de que varios estudios han identificado dimensiones que sirven como referencia para definir indicadores o formular reactivos, es fundamental que el instrumento sea práctico en su implementación. La singularidad del constructo descubierta en esta investigación no descarta la relevancia de las dimensiones previamente identificadas, las cuales se detallan en la tabla 2. En cualquier caso, esta característica unidimensional resalta la coherencia de los reactivos utilizados para predecir el perfil emprendedor del estudiante de la carrera de Administración.
Finalmente, se sugiere llevar a cabo mediciones continuas en la misma institución durante un período de tres a cinco años, con el objetivo de realizar un análisis comparativo que valide la pertinencia del instrumento y la identificación de las necesidades del perfil emprendedor universitario. Además, se sugiere pilotar el instrumento en otras instituciones, involucrando a la universidad del presente estudio en este proceso.