Introducción
En la actualidad, la enseñanza de la comprensión lectora está influenciada por la evolución tecnológica en la era digital (Gutiérrez, 2009). Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han cambiado la forma de leer y escribir (Rodríguez Chavira & Cortés, 2020), mientras que los dispositivos electrónicos y los recursos educativos en línea han transformado la interacción con la información escrita (Rebolledo et al., 2020). Esta transformación implica cambios en el sistema educativo para adaptarse a nuevas circunstancias y tecnologías (Calderón, 2019; Feito, 2020; Rodríguez Jiménez, 2021). Las herramientas digitales desempeñan un papel fundamental en la redefinición de los procesos educativos (Bernate & Vargas, 2020).
A pesar de los desafíos inherentes al cambio, existen oportunidades para rediseñar las estrategias pedagógicas y aprovechar las tecnologías educativas como herramientas catalizadoras para mejorar la comprensión lectora (Zanotti & Grasso, 2020; Mateus, 2023). Estas oportunidades incluyen la personalización del aprendizaje, el acceso a diversos recursos educativos, la promoción de la lectura activa, la retroalimentación inmediata, el uso de multimedia y el hecho de facilitar la colaboración entre estudiantes.
La comprensión lectora se define como la habilidad integral de entender, interpretar y procesar la información contenida en un texto escrito. Implica extraer significado, identificar ideas principales, inferir conceptos implícitos, relacionar la información y reflexionar críticamente sobre el contenido textual. Esta habilidad no se limita a la decodificación pasiva de palabras, sino que involucra una construcción activa de significado por parte del lector.
Desde una perspectiva interdisciplinaria, en la educación actual, la integración de herramientas digitales con la pedagogía tradicional es esencial para mejorar la comprensión lectora en entornos digitales. La prevalencia de dispositivos electrónicos y recursos en línea ha transformado la forma de acceder a, procesar y comparar información. Es necesario armonizar las prácticas tradicionales con las tecnologías educativas, buscando un equilibrio entre métodos pedagógicos y tecnológicos.
La participación en actividades educativas dentro y fuera del entorno educativo es crucial para la comprensión lectora (Jiménez Taracido et al., 2016; Rebolledo et al., 2020). En Latinoamérica, los resultados de las pruebas de lectura son bajos, lo que afecta la capacidad de los estudiantes para aprovechar oportunidades de aprendizaje (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico [OCDE], 2014). Además, la práctica de lectura es insuficiente en todos los niveles educativos, lo que se refleja en dificultades para interpretar, analizar y reflexionar sobre textos, especialmente en la lectura autónoma (Ripalda et al., 2020).
La importancia de la comprensión lectora radica en su influencia sobre el éxito o fracaso al abordar tareas que impliquen actividades relacionadas con la lectura (Mazzitelli et al., 2013). Por ello, surge la necesidad crítica de entender cómo las estrategias pedagógicas y las tecnologías educativas se entrelazan para influir en el desarrollo de la comprensión lectora en la era digital.
A medida que los educadores buscan adaptarse a este nuevo paradigma, surge la interrogante fundamental de cómo optimizar las estrategias didácticas (Vidal & Manríquez, 2016; Narváez & Fárez, 2022) y las herramientas tecnológicas para fomentar una comprensión lectora profunda y efectiva en un contexto caracterizado por la diversidad y la fluidez informativa (Córdoba & Ospina, 2019).
Resulta vital comprender cómo las estrategias pedagógicas han integrado efectivamente las tecnologías educativas (Narváez & Fárez, 2022), armonizando prácticas tradicionales con las oportunidades y los desafíos digitales en la enseñanza de la comprensión lectora. Este análisis documenta la evolución de estas estrategias y cómo las tecnologías han transformado la enseñanza y el aprendizaje.
La investigación se basa en estudios como el de Gómez et al. (2023), que exploran la integración de tecnologías digitales en la pedagogía contemporánea. Asimismo, Czerwonogora (2023) ofrece una perspectiva sobre las teorías del aprendizaje en el entorno digital, que enriquece la comprensión de la interacción entre la pedagogía tradicional y las innovaciones tecnológicas, especialmente en la comprensión lectora.
La importancia de esta investigación radica en informar sobre las prácticas actuales en la enseñanza de la comprensión lectora en un entorno digitalizado, así como en analizar estrategias innovadoras y tecnologías educativas. Este estudio contribuirá a la comprensión crítica de cómo estas intervenciones impactan en el desarrollo de habilidades de lectura, y ofrecerá perspectivas valiosas para educadores, diseñadores de programas educativos y formuladores de políticas.
Finalmente, nuestro objetivo fue realizar un análisis crítico de las estrategias innovadoras y las tecnologías educativas para mejorar la comprensión lectora en el entorno educativo actual, mediante una revisión sistemática. En este proceso, se buscan destacar las mejores prácticas y los desafíos en la integración de la enseñanza de la comprensión lectora con tecnologías emergentes, para contribuir al campo de la educación en el siglo XXI (Hernández Rangel & Martínez, 2019).
Metodología y materiales
En este estudio se realizó una revisión sistemática de la investigación publicada en los últimos diez años sobre la enseñanza de la comprensión lectora en la era digital. El objetivo principal fue analizar críticamente las estrategias pedagógicas y las tecnologías educativas para una mejora de la comprensión lectora.
Se siguieron las pautas de la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses) para llevar a cabo una revisión sistemática de la evolución en las prácticas pedagógicas y el impacto de las tecnologías emergentes en el desarrollo de habilidades de lectura (Sánchez Serrano et al., 2022). Esta metodología asegura la selección objetiva de artículos, la extracción sistemática de datos relevantes y la presentación estructurada de los resultados.
La revisión se basó en preguntas de investigación específicas, diseñadas para abordar la integración de tecnologías educativas y estrategias pedagógicas en la enseñanza de la comprensión lectora en la era digital. Estas preguntas se formularon para obtener una visión completa y detallada del estado actual de la investigación en este campo.
Las preguntas de investigación surgen de la necesidad de comprender el impacto de la era digital en la comprensión lectora y en las prácticas de lectura, y están respaldadas por el crecimiento exponencial de la tecnología en la educación y la sociedad en general (Pérez et al., 2018). Las interrogantes son las siguientes: ¿cómo ha evolucionado la comprensión lectora con la transición a la era digital y qué cambios específicos se han observado en las prácticas de lectura?, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta la comprensión lectora en el entorno digital, y de qué manera la tecnología ha afectado positiva o negativamente la capacidad de los lectores para interpretar información en línea?
Las preguntas se apoyan en estudios previos sobre la evolución de la comprensión lectora en la era digital (Cordón & Jarvio, 2015; Arteaga et al., 2023), así como en la literatura sobre el impacto de la tecnología en la lectura y el procesamiento de la información (Ascencio et al., 2023). Esta base teórica se fundamenta en teorías pedagógicas como el constructivismo, el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje basado en problemas, la teoría del aprendizaje y la teoría del aprendizaje móvil.
Además, se consideran investigaciones sobre desafíos específicos de la lectura en el entorno digital, como la sobreabundancia de información, las distracciones y las dificultades técnicas. Estos desafíos pueden afectar la experiencia de lectura en línea y requieren estrategias para mejorar la comprensión lectora en la era digital. Esta combinación ofrece un respaldo teórico sólido para abordar las preguntas de investigación.
Las preguntas guiaron el análisis sistemático de la literatura científica para extraer conclusiones sobre las prácticas actuales en la enseñanza de la comprensión lectora en la era digital. Se limitó la búsqueda a diez años (2014-2023) y se incluyeron artículos de cualquier ubicación geográfica para ampliar la perspectiva.
Se realizó una exploración exhaustiva para analizar cómo la evolución de las estrategias pedagógicas ha integrado las tecnologías educativas en la enseñanza de la comprensión lectora. Se emplearon bases de datos clave, como Scientific Electronic Library Online (SciELO), Scopus y Dialnet, para garantizar la exhaustividad y diversidad de la revisión. Por ejemplo, los 1 197 259 encontrados en Scopus se redujeron a 64 con los filtros aplicados; en Scielo, de 28 648 artículos quedaron 31; en Dialnet, 5040 artículos se redujeron a 35 tras la selección.
Para optimizar la búsqueda, se utilizaron términos estratégicos, como “comprensión lectora”, “era digital”, “tecnología de la información” y “educación”, entre otros. El uso de operadores booleanos como AND y OR permitió refinar la búsqueda inicial y garantizar la inclusión de estudios relevantes. Ejemplos de comandos utilizados incluyeron expresiones como “[(reading comprehension AND information technology AND education)]”, lo que proporcionó un marco específico para seleccionar artículos relacionados con la temática de interés.
Luego de recopilar el conjunto inicial de publicaciones, se evaluaron los criterios de inclusión y exclusión detallados a continuación para seleccionar los artículos finales de esta revisión sistemática.
Tabla 1 Criterios de inclusión y exclusión de artículos
| Criterio | Descripción | Inclusión/exclusión |
| Alineación con el tema de estudio | Centrados en la integración de tecnologías educativas en la enseñanza de la comprensión lectora en la era digital. | Inclusión |
| Período de publicación | Publicaciones de los últimos diez años (2014-2023). | |
| Rigor científico | Estudios revisados por pares en revistas científicas reconocidas, para asegurar la calidad y fiabilidad de los datos. | |
| Enfoque empírico o teórico | Estudios empíricos o teóricos, que contribuyan al entendimiento de la integración de tecnologías en la comprensión lectora. | |
| Disponibilidad de texto completo | Acceso al texto completo, para garantizar una revisión exhaustiva de la metodología y los resultados. | |
| Claridad en los objetivos de investigación | Objetivos de investigación claramente definidos y alineados con la temática de estudio. | |
| Contexto geográfico y cultural | Estudios de cualquier contexto geográfico y cultural que fomenten la diversidad en las prácticas educativas y tecnológicas. | |
| Relevancia temática | No centrados en la integración de tecnologías educativas en la comprensión lectora. | Exclusión |
| Datos insuficientes | Información insuficiente sobre metodología, resultados o rigor científico. | |
| Idioma | Idiomas no accesibles para el equipo investigador. Los seleccionados fueron inglés, español y portugués. | |
Elaboración: Autores (2024).
Resultados
Los resultados de la revisión muestran diversos enfoques para adaptar estrategias pedagógicas tradicionales con tecnologías educativas en la enseñanza de la comprensión lectora. A continuación se detalla cómo los autores abordan las preguntas del estudio.
Tabla 2 Características principales de los artículos analizados para responder las preguntas
| Autor(es) | Año | País | Nivel educativo | Aporte |
| Vega et al. | 2014 | México | Primaria | Enfrentamiento de dificultades en comprensión de textos expositivos, a pesar de su importancia en el aprendizaje. |
| Al Musawi et al. | 2016 | Omán | Primaria | Destaca la eficacia del aprendizaje electrónico en la evolución de la comprensión lectora en la era digital. |
| Bernal y Zaldívar | 2017 | México | Diversos niveles | Experimentación exitosa del uso de las TIC mediante un software para mejorar la comprensión autónoma y habilidades creativas. |
| Mangen et al. | 2013 | Noruega | Primaria | Diferencias en la puntuación de la comprensión lectora entre soporte impreso y soporte digital. |
| Barrera et al. | 2020 | Ecuador | Inicial | Estrategias tecnológicas para fomentar la lectura, el interés, la motivación y la concentración en los estudiantes. |
| Cadme et al. | 2020 | Ecuador | Bachillerato | Comprensión de cómo las estrategias pedagógicas tradicionales se adaptaron a las tecnologías educativas para mejorar la comprensión lectora. |
| Poveda y Cifuentes | 2020 | Colombia | Educación superior | Incidencia de las TIC respaldada por un sustento teórico. |
| Ortega et al. | 2021 | Chile | Educación superior | Adaptación de estrategias pedagógicas tradicionales con aprendizaje basado en problemas (ABP) para mejorar la comprensión lectora y el rendimiento académico. |
| Hernández et al. | 2018 | Mundial | Diversos niveles | Las TIC son recursos determinantes en el campo educativo e indispensables en la práctica académica. |
| Molinero y Chávez | 2019 | México | Educación superior | Herramientas esenciales para mejorar el rendimiento académico con información relevante para estrategias pedagógicas. |
| Sánchez Castro y Pascual | 2022 | España | Primaria | Integración de tecnologías educativas para mejorar la comprensión lectora. |
| Gudiño et al. | 2022 | México | Diversos niveles | Adaptación de estrategias pedagógicas tradicionales con tecnologías educativas para fomentar la lectura y comprensión antes de las clases. |
| Pérez et al. | 2018 | Mundial | Diversos niveles | Las TIC impulsan la innovación y la alfabetización digital en la educación. |
Elaboración: Autores (2024).
Empecemos por la primera pregunta: ¿cómo ha evolucionado la comprensión lectora con la transición a la era digital y qué cambios específicos se han observado en las prácticas de lectura?
La evolución de la comprensión lectora hacia la era digital ha cambiado radicalmente la interacción con el texto y la comprensión de la información (Parodi et al., 2020). Los libros impresos, esenciales en la enseñanza desde el siglo XIX (Kovac & Kepic Mohar, 2022), han evolucionado con el avance tecnológico, desde los primeros sistemas de texto electrónico hasta la llegada de los dispositivos móviles (Cantú et al., 2017) y las plataformas en línea (Pérez et al. 2018), lo que ha transformado las prácticas de lectura (Godoy, 2023).
En los albores de la digitalización, en los años 70 y 80, los sistemas de texto electrónico iniciaron la transformación de la lectura (Kovac & Kepic Mohar, 2022), sentando las bases para los formatos digitales y la digitalización (Magadán & Rivas, 2019). En los años 90, internet cambió el acceso a la información. Algunos libros incluían CD con material adicional (Kovac & Kepic Mohar, 2022). La llegada de la World Wide Web, los navegadores web y los motores de búsqueda (Jiménez Carreira & Álvarez, 2018) ampliaron la disponibilidad de recursos digitales (Rodríguez Medina, 2020), desde noticias hasta blogs y foros de discusión (Martínez Abreu & Curbeira, 2014).
En el año 2000, internet se popularizó; además, surgieron redes sociales y libros electrónicos (Molina et al., 2015; Paz & Hernández, 2019). La lectura digital emergió como alternativa a la impresa, con bibliotecas digitales clave (Montoya et al., 2019; López, 2022). En la década del 2010, los teléfonos inteligentes y las tablets facilitaron el acceso al contenido digital (Riverón et al., 2023), al hacer común la lectura móvil (Figueroa, 2016).
La lectura digital, impulsada por la pandemia del COVID-19 desde 2020, promueve tecnologías de inteligencia artificial que transforman la interacción con el texto (Silarayan et al., 2022). Plataformas como Perusall facilitan el intercambio y debate de contenido en diversos formatos, y son esenciales para el aprendizaje activo (Gudiño et al., 2022). La práctica pedagógica ha evolucionado con las nuevas tecnologías —como ejemplo, está la enseñanza del idioma a través de textos digitales (Contreras et al., 2022)—, facilitando el acceso a la información y el procesamiento de los datos (Montoya et al., 2019).
La educación a distancia y el e-learning han sido transformados por las tecnologías digitales, que eliminaron la necesidad de compartir un espacio físico (Arbeláez, 2014). La integración de la tecnología ha facilitado la interacción y comunicación en entornos digitales, al ofrecer alternativas valiosas para estudiantes con diversos estilos de aprendizaje (Gros, 2018; Karakoç, 2021).
En la educación a distancia, los libros electrónicos mejoran el aprendizaje con retroalimentación instantánea y promueven el autocontrol (Asrowi et al., 2019); son preferidos por su accesibilidad y utilidad educativa (Alhammad & Ku, 2019; Oyaid & Alshay, 2019), como los diccionarios interactivos que favorecen el vocabulario (Korat et al., 2019). Con elementos visuales, de audio y multimedia, anticipan la sustitución de los libros impresos (Bal & Tezer 2017; Oyaid & Alshay, 2019; Strouse et al., 2022), al tiempo que enriquecen la comprensión y los esquemas mentales con presentaciones estimulantes de audio y video (Güneş & Susar, 2014). Las aplicaciones de libros ilustrados exploran recursos semióticos, y amplían el conocimiento previo y los diálogos (Schwebs, 2014).
La lectura en la era digital ha evolucionado con un mayor consumo en línea y exposición a diversos formatos —por ejemplo, noticias y redes sociales como Facebook (Delgado et al., 2018; Salazar & Ñáñez, 2021)—, lo que fomenta la participación activa y la colaboración en proyectos de lectura colectiva en comunidades en línea (Burín, 2016; Zermeño et al., 2020). Otras plataformas ofrecen personalización y recomendaciones que influyen en las elecciones de lectura, mientras que las aplicaciones interactivas en libros electrónicos enriquecen la experiencia y desarrollan habilidades de comprensión (Shamir & Korat, 2015; Pabrua et al., 2018; Korat et al., 2019; Peña et al., 2021).
Los entornos virtuales de aprendizaje y los libros electrónicos son recursos digitales que promueven competencias digitales y cognitivas esenciales (Lee, 2017; Novoa et al., 2021). Sin embargo, aunque facilitan la adquisición de conocimientos, el mejoramiento de la comprensión lectora en el entorno digital requiere habilidades digitales sólidas (Wu, 2014; Burin et al., 2016; Fajardo et al., 2016; Salmerón & Delgado, 2019).
En entornos académicos, el aumento del uso de recursos digitales ha transformado la forma en que se accede a, se leen y se citan fuentes (Ololube et al., 2016; Blackburn, 2017; Cohen, 2017; Lee & Lee, 2018). La introducción de sistemas digitales de gestión del aprendizaje como Edmodo, Google Classroom y Moodle han ampliado la implementación tanto de plataformas educativas —el British Council, Quizizz, etc.— como de medios no educativos, inicialmente destinados al entretenimiento —YouTube, Instagram, Twitter…— (Raja et al., 2021).
La capacidad de navegación en entornos digitales se asocia positivamente con el desempeño en pruebas de lectura, lo que destaca la importancia de desarrollar habilidades digitales sólidas (Wu, 2014; Fajardo et al., 2016). Además, las estrategias metacognitivas en entornos digitales han demostrado mejorar significativamente la comprensión lectora (Novoa et al., 2021), sobre todo al combinarse con el uso de aplicaciones digitales como WhatsApp, Google Classroom y Google Meet (Castro & Cáceres, 2022).
Finalmente, el uso de software especializado, como los organizadores gráficos interactivos, ha mostrado resultados prometedores en la mejora del nivel de comprensión lectora entre estudiantes de ingeniería, al proporcionar estrategias gráficas y tecnológicas para organizar textos de manera efectiva (Valeska, 2014). También existen otros softwares educativos de escritorio que ayudan en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura en el idioma español (Meléndez et al., 2019).
Demos ahora respuesta a la segunda pregunta: ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta la comprensión lectora en el entorno digital, y de qué manera la tecnología ha afectado positiva o negativamente la capacidad de los lectores para interpretar información en línea?
La comprensión lectora en la era digital enfrenta desafíos como la atención dividida y la sobrecarga de información, que pueden afectar negativamente la capacidad de los lectores para entender y retener lo que leen.
El avance tecnológico del siglo XXI plantea retos tanto tecnológicos como educativos; por ejemplo, la adaptación a los nuevos formatos electrónicos de lectura (Borgonovi, 2016; Parodi et al., 2020). Además, la literatura digital juega un papel crucial en la vida cotidiana, especialmente para los niños, aunque persisten ambigüedades en la investigación sobre las habilidades narrativas tempranas (Müller-Brauers et al., 2020).
Por otro lado, en los adultos, la alfabetización puede mejorar mediante tecnologías computacionales como AutoTutor, que enseña estrategias de comprensión a partir de diálogos conversacionales (Graesser et al., 2021). Similarmente, los círculos literarios en línea contribuyen al desarrollo autónomo de la comprensión lectora del inglés (Flores, 2023). Estas iniciativas combinan tecnología e interacción humana para el aprendizaje efectivo.
Sin embargo, persisten desafíos en la lectura en línea, como más distracciones y mayor fragmentación y superficialidad, si se la compara con la lectura en papel (Cordón & Jarvio, 2015; Huang, 2018; Chartier, 2018; Vargas, 2019; Fontaine et al., 2020; Stynze & Velásquez, 2021). En la última década, se ha observado un aumento significativo en el número de textos digitales y de herramientas de aprendizaje en línea (Ben & Eshet, 2020). Por ello, se destaca la importancia de la alfabetización digital y el desarrollo de habilidades de lectura profundas y reflexivas, con especial atención a la sobrecarga de información, que puede dificultar la identificación de fuentes confiables y la evaluación de la veracidad (Castro & Cáceres, 2022).
A pesar de ampliar el acceso y ofrecer herramientas para la interpretación en línea, la tecnología plantea desafíos que requieren abordarse para mejorar la comprensión lectora en el entorno digital. Esto incluye desarrollar habilidades digitales, promover prácticas de lectura más profundas y reflexivas, y fomentar un uso más consciente y crítico de la tecnología en el proceso de comprensión en línea.
En la educación superior, los textos escritos son cruciales para acceder al conocimiento disciplinar. Hoy en día, la lectura digital es común, pero puede ser distractora y exigir habilidades cognitivas para una comprensión efectiva. Establecer metas según instrucciones relevantes mejora la comprensión en contextos digitales (Ramírez et al., 2022).
Las actividades de aprendizaje constructivas y personalizadas pueden respaldar la construcción de conocimientos (McCarthy & Yan, 2023). Los investigadores han estado utilizando inteligencia artificial (IA) para hacer que este tipo de actividades sean más efectivas y accesibles. Las direcciones y consideraciones emergentes también resultan de la introducción de la IA generativa. La colaboración entre investigadores, desarrolladores, educadores y formuladores de políticas es crucial para seguir el ritmo del rápido avance tecnológico (McCarthy & Yan, 2023).
La transición de la lectura en papel a la digital afecta el aprendizaje cognitivo, especialmente la comprensión lectora, y ha sido tema de numerosos estudios en las dos últimas décadas. Los resultados eran inicialmente inconsistentes, con algunos estudios que favorecían la lectura en pantalla, otros que no encontraban diferencias, y otros que respaldaban la lectura en papel (Aydemir et al., 2013; Porion et al., 2016; Hermena et al., 2017; Halamish & Elbaz, 2020).
Los desafíos y beneficios del uso de entornos digitales en la educación y evaluación han generado preocupaciones sobre la persistente preferencia por la lectura en papel (Duncan et al., 2015; Mizrachi, 2015; Annisette & Lafreniere, 2017; Baron et al., 2017; Ben & Eshet, 2020). Lauterman y Ackerman (2014), por ejemplo, observaron que los métodos para superar la inferioridad de la pantalla son efectivos únicamente para aquellos que prefieren la lectura digital.
Algunos investigadores destacan la utilidad de los libros electrónicos, pero advierten sobre la distracción de la trama principal con sus características interactivas (Martino & Fragoso, 2015). Además, la comprensión narrativa y de palabras se maximiza al activar el conocimiento previo y centrarse en la lectura (Hoel et al., 2020). Análisis recientes identifican tres factores clave: el tiempo, dimensión en la que sobresale la lectura en papel en ciertos contextos; el género del texto, con ventajas del papel en textos informativos, pero no en narrativos; y el año de publicación, con un aumento en la ventaja de la lectura en papel a lo largo del tiempo (Delgado et al., 2018). Todo esto tiene implicancias en la teoría y en la educación.
Discusión
La comprensión lectora, entendida como la capacidad de interpretar, analizar y comprender textos, emerge como un componente fundamental en el proceso de aprendizaje (García García et al., 2018), que es un proceso complejo (Kintsch, 2013). En el contexto educativo peruano, esta habilidad adquiere una importancia crítica, por los desafíos que se dan a conocer en diversas evaluaciones a nivel nacional e internacional (Francia et al., 2022).
Las evaluaciones educativas, tanto locales como globales, revelan una brecha significativa en los niveles de comprensión lectora de los estudiantes. En la educación superior, preocupa la falta de progreso en esta habilidad a lo largo de los semestres académicos (Arista & Paca, 2015). Esto resalta la necesidad de mejorar la calidad educativa y abordar obstáculos como la falta de recursos educativos y la diversidad lingüística, o incluso la necesidad de adaptar las estrategias pedagógicas para abordar las distintas formas de aprendizaje de los estudiantes (Martín & González, 2022).
La comprensión lectora no solo se configura como un objetivo en sí mismo, sino también como un indicador clave de la calidad del sistema educativo, vital para el desarrollo académico y las capacidades críticas en una sociedad cada vez más globalizada y digitalizada. Por lo tanto, su atención es esencial para garantizar un desarrollo educativo integral y equitativo, considerando el avance tecnológico.
La integración de tecnologías educativas genera cambios en las estrategias pedagógicas, al enfocarse en la personalización de la enseñanza (Molinero & Chávez, 2019) y adaptarse mediante sistemas digitales según las habilidades y los estilos de aprendizaje de cada estudiante (García Sánchez et al., 2017). La personalización, resaltada por Sánchez Castro y Pascual (2022), se fortalece con plataformas digitales que ofrecen recomendaciones en tiempo real y mejoran la comprensión lectora de forma individualizada. La propuesta de Thorne et al. (2013) sobre herramientas virtuales de aprendizaje personalizado redefine la experiencia de lectura en entornos digitales interactivos.
Las TIC emergen como recursos determinantes en el ámbito educativo (Hernández et al., 2018). Burin et al. (2016) señalan que, aunque los “nativos digitales” tienen acceso a tecnologías, la idea simplista de que aprenden más solo por su implementación no se sostiene. La innovación en la educación durante la pandemia por COVID-19 generó nuevas prácticas pedagógicas, entre las que resaltan estrategias en entornos virtuales mediante las TIC (Moreno et al., 2021).
Gudiño et al. (2022) promueven la adaptación pedagógica a través de plataformas virtuales basadas en el constructivismo social y el aprendizaje colaborativo, que impulsan la participación activa de los estudiantes. Cadme et al. (2020) subrayan el papel esencial de las aulas virtuales y el software educativo para el desarrollo de habilidades de comprensión lectora.
Metodologías activas como el aprendizaje basado en problemas y el aula invertida son resaltadas por Ortega et al. (2021), mientras que Polo et al. (2022) enfatizan la importancia de considerar estilos de aprendizaje para mejorar las habilidades.
Los entornos virtuales se consolidan como motores relevantes del aprendizaje, aunque Hinojosa et al. (2021) señalan la necesidad de una planificación coherente para su efectividad. González de la Torre y Jiménez (2021), por su parte, destacan la importancia de retomar saberes básicos en niveles educativos para facilitar la adquisición de conocimiento.
Novoa et al. (2021) evidencian que las estrategias metacognitivas en entornos digitales mejoran significativamente la comprensión lectora y promueven la autonomía estudiantil. Su investigación subraya la importancia de la adaptación de estrategias pedagógicas convencionales para integrar tecnologías educativas, buscando una sinergia efectiva entre prácticas tradicionales e innovaciones digitales.
Martínez et al. (2019) emplean entornos digitales para mejorar la comprensión lectora, y acentúan la relevancia de la memoria de trabajo. Estrategias metacognitivas impulsadas por herramientas digitales son exploradas por Cabero et al. (2018) para mejorar la comprensión lectora de alumnos con dificultades.
La comparación entre textos digitales e impresos revela resultados positivos, especialmente en estudiantes de primaria, en los que se resaltan la motivación y la actitud hacia la lectura (Long & Szabo, 2016; Gilleece & Eivers, 2018; Danaei et al., 2020).
El formato hipertextual y los escritos multimodales fomentan la exploración de recursos semióticos y la activación de conocimientos previos, lo que mejora la comprensión lectora (Calle & Gómez, 2020). Similar beneficio presenta el aprendizaje colaborativo impulsado por las TIC (Peña et al., 2021). Varios estudios apuntan en la misma dirección: Hong et al. (2020) encuentran que un foro del conocimiento en línea promueve habilidades avanzadas de comprensión lectora; González Estrada et al. (2019) evidencian mejoras en la comprensión lectora inferencial con una herramienta web 2.0.; Arancibia y Bustamante (2019) demuestran que la integración didáctica de la pizarra digital en actividades interactivas mejora las habilidades lectoras; y Sanabria (2017) resalta que los ambientes virtuales de aprendizaje colaborativos son útiles para abordar problemas de metacomprensión lectora.
Wainwright et al. (2020) no encontraron diferencias significativas en la comparación narrativa entre el uso de libros electrónicos y de papel en estudiantes con espectro autista, lo que sugiere habilidades similares a las de los estudiantes neurotípicos. Zikl et al. (2015) no hallaron mejoras notables en las velocidades de lectura o tasas de error al usar la fuente Open Dyslexic, diseñada para alumnos con dislexia. Blom et al. (2019), por su parte, revelaron que los hipertextos no mejoran sustancialmente la comprensión de los estudiantes con problemas de audición y trastorno de desarrollo del lenguaje, aunque una descripción gráfica puede compensar la baja comprensión del hipertexto.
Finalmente, la adaptación de estrategias pedagógicas a partir de tecnologías educativas emerge como un proceso dinámico y multifacético. La sinergia entre métodos tradicionales y digitales se perfila como clave para una enseñanza más efectiva y personalizada, que ofrezca perspectivas valiosas para educadores y diseñadores de programas educativos.
Conclusiones
De los resultados obtenidos se pueden extraer las siguientes conclusiones. La transición a la era digital ha transformado la forma de interactuar con el texto y comprender la información. Desde los primeros sistemas de texto electrónico hasta las plataformas en línea y los dispositivos móviles, la lectura digital se ha convertido en una parte esencial de la vida moderna, especialmente impulsada por la pandemia del COVID-19. La introducción de tecnologías digitales ha cambiado la enseñanza y el aprendizaje, a partir de la adopción generalizada de internet y dispositivos móviles, y la popularización de plataformas de contenido en línea, redes sociales y libros electrónicos, que brindan acceso instantáneo a una gran información y recursos educativos.
A pesar de los beneficios de la tecnología, la comprensión lectora en entornos digitales enfrenta desafíos significativos, como la atención dividida, la sobrecarga de información y la comparación con la lectura en papel. La falta de habilidades digitales sólidas y la necesidad de desarrollar prácticas de lectura más profundas y reflexivas son áreas que requieren atención. Sin embargo, la integración efectiva de tecnologías educativas puede mejorar la comprensión lectora y promover un aprendizaje más personalizado y activo. Las plataformas digitales que ofrecen recomendaciones en tiempo real, las metodologías activas y los entornos virtuales de aprendizaje colaborativo son herramientas clave para abordar los desafíos actuales en la educación.
Finalmente, es fundamental adoptar un enfoque holístico que combine métodos tradicionales y digitales para mejorar la comprensión lectora. Esto implica una planificación coherente, la adaptación de estrategias pedagógicas y la promoción de la participación activa de los estudiantes en entornos virtuales.













