SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.4 número1El uso del ajedrez como estrategia pedagógica desde la educación intercultural en la Universidad Experimental de Caracas (Unexca- Sede Altagracia) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Científica UISRAEL

versión On-line ISSN 2631-2786

RCUISRAEL vol.4 no.1 Quito ene./abr. 2017  Epub 09-Abr-2017

https://doi.org/10.35290/rcui.v4n1.2017.46 

Articles

La gestión del hábitat en Santa Clara: una mirada desde desigualdades socio-espaciales

The management of the habitat in Santa Clara: a look from socio-spatial inequalities

Ainara Anoceto Barrera1 

Dayana Mesa Martínez2 

1Universidad Central Marta Abreu de Las Villas. Santa Clara, Cuba, ainara.anoceto.barrera@gmail.com

2Universidad Central Marta Abreu de Las Villas. Santa Clara, Cuba. dmm861128@gmail.com


Resumen

La precariedad en el fondo habitacional es una de las problemáticas emergentes en el contexto municipal cubano, el elevado nivel de hacinamiento, los asentamientos periféricos han crecido por la migración ilegal, generalmente, del campo a la ciudad; “migración ilegal” ya que las personas no cambian oficialmente su residencia al lugar de destino. La matriz demográfica cubana ha ido cambiando, proceso que ha desatado un envejecimiento poblacional de manera progresiva. Es importante, a partir de esta realidad, que la conformación de los proyectos urbanos - territoriales se desarrollen con una mirada disciplinar; por lo cual la intervención de la sociología y otras ciencias sociales en la gestión urbana es decisiva para generar procesos de equidad social, partiendo de la diversidad de opciones y posibilidades de los ciudadanos, aprovechando las oportunidades que brinda el contexto actual y la participación activa de la población.

El artículo sintetiza los resultados de la investigación exploratoria realizada en la ciudad de Santa Clara en el 2014, con el objetivo de caracterizar las desigualdades socio-espaciales como resultado de la gestión del hábitat, utilizando como muestra tres asentamientos que identifican la periferia, la zona intermedia y el centro de la ciudad: Los Sirios, el Centro y Vigía-Escambray forman parte de los estudios realizados en la línea de investigación Desarrollo Urbano y Hábitat del Departamento de Sociología de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Se realizó mediante la convergencia metodológica de varios métodos y técnicas como análisis de documentos, observación, encuesta a la población, entrevistas a especialistas y expertos, entrevistas a informantes claves.

Palabras clave: desigualdades; desigualdades socioespaciales; gestión del hábitat urbano.

Abstract

Precariousness in the housing fund is one of the emerging problems in the Cuban municipal context, high level of overcrowding, peripheral settlements have grown due to illegal migration, generally, from the countryside to the city. The Cuban demographic structure has been changing, a process that has unleashed an aging population in a progressive manner. It is important, from this reality, that the conformation of the urban - territorial projects develop with a disciplined approach; the intervention of sociology and other Social Sciences in urban management are decisive to generate processes of social equity based on the diversity of options and possibilities of citizens, taking the opportunities offered by the current context and active participation of the population.

The article synthesizes the results of the exploratory research carried out in the city of Santa Clara in 2014, with the objective of characterizing socio-spatial inequalities as a result of habitat manage- ment, using as sample three settlements, which identify the periphery, the intermediate zone and the city center: Los Sirios, Centro and Vigía-Escambray. It is part of the studies carried out in the Urban Development and Habitat Research of the Department of Sociology of the Central University “Marta Abreu” of Las Villas. It was carried out through the methodological convergence of several methods and techniques such as document analysis, non-participant observation, population survey, interviews with specialists and experts, interviews with stakeholders.

Keywords: inequalities; socio-spatial inequalities; urban habitat management.

Desigualdades socio-espaciales y gestión del hábitat: análisis conceptual

El estudio del hábitat no solo se refiere a factores espaciales, también se asocia a factores sociales, económicos, culturales y políticos en detrimento por la prominencia urbanística y arquitectónica. La gestión del hábitat es entendida como el proceso mediante el cual los ciudadanos participan en las acciones y proyectos para el mejoramiento de su entorno, que involucra recursos propios y externos (Figueroa, 2013).

Bajo este parámetro toda política urbana debe estar dirigida a cerrar la brecha social, y por lo tanto debe considerar la relación de la ciudad con el territorio que la rodea como un componente prioritario. Se requieren políticas dinámicas de desarrollo rural, local y regional que consoliden el ordenamiento territorial e impulsen una mayor uniformidad en la distribución de la población y los recursos a través del territorio nacional. Por lo que exige, una mayor presencia del estado, en los mecanismos de descentralización y de fortalecimiento institucional a través de los municipios, así como de instrumentos de participación de la población en la toma de decisiones.

Los estudios sobre esta temática en Cuba, plantean que la gestión del hábitat se ha caracterizado por la sectorialidad, la centralización de los espacios, el verticalismo en la toma de decisiones, el asistencialismo basado en enfoques tecnicistas y normativos, provocando la reproducción de la segregación y la polarización espacial de los diferentes grupos sociales (Mesa y Machado, 2013).

La actual configuración de las políticas de hábitat, se caracteriza por la homogenización y la universalidad en las soluciones a estas problemáticas sin tener en cuenta la diversidad morfológica, cultural y las particularidades de los territorios. Esta situación permite reproducir desigualdades sustanciales entre los grupos poblacionales comprendidos en el espacio urbano, en cuanto a la formación de nuevos segmentos sociales y agentes de desarrollo, la inserción en un mercado de trabajo, el acceso al bienestar material, estrategias de vida y componentes de la subjetividad. (Mesa y Machado, 2013).

La actualización del modelo económico o proceso de reforma en Cuba propone el tránsito hacia un nuevo modelo de gestión del hábitat que incluya elementos esenciales como la municipalidad, la descentralización y las nuevas formas no estatales, y que se caracterice por ser integral, sistémico, focalizado, descentralizado, inclusivo, diverso y basado en la viabilidad económica, social y ambiental del municipio (Mesa y Machado, 2013). La nueva agenda de la gestión del hábitat debe favorecer las políticas innovadoras, participativas y de autogestión, con la consecuente asistencia técnica, legal y financiera.

Santa Clara presenta serios problemas en cuanto al mal estado de la infraestructura vial: obstáculos, carencias de aceras, calles sin asfalto, sin arbolado, además adolecen de una iluminación adecuada. Posee tres centros y zonas de servicios: Centro Histórico (se concentra la generalidad de servicios de la ciudad); Centro Sandino (servicios comerciales, recreativos y deportivos) y Centro Hospitalario (servicios especializados de salud). Los espacios públicos, específicamente los parques y áreas de estar son deficitarios y se concentran principalmente en la zona central de la ciudad (Cruz, 2009).

La desigualdad social, en palabras de Mayra Espina (2010), designa a la vez la calidad de las relaciones sociales y el resultado final de los procesos de distribución que ocurren en una sociedad (bienes, riqueza, oportunidades, poder, participación, prestigio, aceptación y consideración social). La autora argumenta una apropiación diferencial (incluyendo la expropiación) de ventajas y desventajas de acceso al bienestar material y espiritual y una operación cultural de interiorización o anormalización de determinados grupos sociales por otros, lo que implica un manejo jerarquizado de las diversidades desde espacios de poder.

Las desigualdades sociales, no solo están determinadas por factores económicos (ingresos y consumo material), sino también por factores sociales, culturales y políticos, asociados a procesos de exclusión y segregación social, dados por la propia reproducción social, las limitaciones para el acceso al bienestar, a los servicios, las condiciones de vida, el estatus, la información, el conocimiento y las oportunidades, teniendo en cuenta además los factores y actores que intervienen en la selectividad territorial y en la im-plementación de políticas de desarrollo.

La dimensión espacial permite conocer la dificultad en el acceso a aquellas dotaciones que la comunidad entiende como imprescindibles para el funcionamiento de la estructura social, generalmente constituida por elementos particularmente fijos y estables dentro de la trama urbana, que, en función de su singularidad formal o simbólica, contribuye de forma decisiva a la cualificación del espacio residencial. En este sentido, la distribución en cuanto al número y la distancia a los equipamientos de salud, educación, recreación, esparcimiento, información y comunicación en la ciudad, otorgan individualidad y un carácter distintivo a las diferentes conformaciones barriales cumpliendo un papel fundamental no sólo en el desarrollo de actividades económicas, sino también en fortalecer la cohesión y bienestar social (Linares, 2007, p.155).

La desigualdad socio-espacial se manifiesta a partir del acceso de grupos privilegiados a sectores dota- dos de infraestructura y equipamiento urbano de calidad, así como a residencias con singulares características arquitectónicas, donde sus habitantes disfrutan de las ventajas tecnológicas del consumo global; mientras que, en contraparte, existen grupos que viven en asentamientos con fuertes carencias urbanas y en espacio donde la arquitectura es solo una ironía. En el mismo sentido, la segregación socio espacial trae consigo, la marginación de grupos sociales y la fragmentación del espacio.

Las investigaciones llevadas a cabo en relación con las desigualdades socio-espaciales en Cuba, develan que entre los factores más poderosos del espacio como regulador inequitativo de oportunidades se encuentran la expansión de formas de propiedad no tradicionales, la extensión de los mecanismos de mercado y el fortalecimiento de la propiedad cooperativa e individual en la agricultura no cañera y en la gestión individual y familiar, todo lo cual contribuyó a fomentar un amplio mercado formal e informal. Se ha producido un patrón de selección territorial que genera vulnerabilidades y exclusiones espaciales que se expresan, entre otros rasgos, en una mayor proporción de pobres en determinadas regiones, poniéndose de manifiesto la expresión territorial desigual de los nuevos procesos, que tiende a concentrar los impactos negativos sobre la zona oriental del país, profundizando las desventajas históricamente acumuladas en esta región.

La desigualdad socio-espacial es expresión de la reproducción a nivel del territorio de la distribución inequitativa de los recursos que la sociedad produce. Este tipo de desigualdad se manifiesta con la existencia de grupos sociales antagónicos, con el contraste en la vivienda según el asentamiento en que se habite, sumado a la marginación urbana y la fragmentación territorial. Según Castells (2007, p.207) “la estratificación y la segregación urbanas no son la proyección directa del espacio del sistema de estratificación social, sino un efecto de la distribución del producto entre los sujetos y del producto-vivienda en el espacio, así como de la correspondencia entre estos dos sistemas de distribución”.

La segregación socio espacial en general, está asociada a un conjunto de causas complementarias que estimulan la manera en que las diferentes clases sociales se apropian del territorio y estructuran el espacio interurbano. Cada vez se hace más difícil desde ámbitos centrales de gobierno dar respuestas universales y de calidad a las demandas de una población menos indiferente, más consciente de sus necesidades específicas. Esto provoca que el foco de tensión se traslade hacia niveles más próximos al ciudadano, asumiendo así las funciones y servicios descentralizados una nueva dimensión como distribuidores de bienestar comunitario, pasando de una concepción en la que el bienestar era entendido como una seguridad en el mantenimiento de los derechos sociales para toda la población (universalismo-redistribución), a ser entendido como una nueva forma de ver las relaciones sociales de manera integradora y solidaria (especificidad- participación) (Subirats, 2010, p.2).

Los proyectos para el mejoramiento del hábitat deben ser abordados con formas avanzadas de gestión porque requieren de la concertación de múltiples componentes sociales, legales y técnicos que deben ser enfocados en toda su complejidad, mediante un trabajo necesariamente plurinstitucional y multidisciplinario (Rey, 2012). Los cambios en la gestión deben configurar un nuevo tipo de urbanismo descentralizado y participativo, capaz de articular el planeamiento comunitario con el planeamiento urbano y con la gestión de los gobiernos locales.

Selección muestral

La investigación consta de dos tipos de selección muestral: intencional y al azar. En la primera selección se ubican las entrevistas a especialistas en el tema, que trabajen en instituciones claves o que sean investigadores además los barrios seleccionados para investigar.

Los tres barrios seleccionados para la investigación presentan diferentes características que provocan una serie de desigualdades como resultado de la planificación y gestión del hábitat, el barrio que se encuentra en la periferia, según especialistas de la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF), presenta características diferentes en cuanto a la existencia de infraestructura, espacios públicos, servicios urbanos y el estado constructivo de la vivienda. Los barrios escogidos fueron: Centro, Vigía-Escambray y Los Sirios. La segunda selección agrupa a la población encuestada de los lugares de estudio. Se escogieron un total de 120 encuestados, 40 individuos por cada barrio.

La gestión del hábitat y las desigualdades socio-espaciales en santa clara

Santa Clara fue fundada el 15 de julio de 1.689. Está ubicada en el centro de la provincia y el país, posee una extensión territorial de 668.82 km2 y su población es de 240.543 (la más poblada de la provincia). Santa Clara, capital provincial y municipal de la provincia Villa Clara y el Municipio del mismo nombre, con 324 años de fundada, cuenta con un área total de 43,27 km2, 84.876 viviendas, constituyendo, además, una de las principales ciudades del país (Anuario, 2012). La base económica tiene su pilar en la industria y los servicios.

En Santa Clara, la actualización del Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano, en cuanto a la situación habitacional, centra su acción principal en la rehabilitación y reconstrucción de las viviendas ya existentes, jerarquizándose desde el centro de la ciudad hasta la circunvalante. Se debe tener en cuenta que la política de vivienda en Cuba se ha visto desarticulada con la política del hábitat, es decir, urbanizaciones, por lo cual Santa Clara es un ejemplo de existencia de asentamientos donde se han proyectado viviendas y edificios multifamiliares de forma sectorial donde las urbanizaciones son inacabadas o inexistentes, debido a acciones fragmentadas y a no concebir la articulación entre financia- miento estatal y privado (a través de subsidios, créditos o presupuestos participativos) donde se integre una visión del hábitat en todas sus dimensiones. Las áreas urbanas con degradación son Las Minas, La Gomera, Sub planta, Los Sirios, Antón Díaz, Caracatey, Sakenaf y Lizardo Proenza.

Otras de las problemáticas vinculadas con las acciones desarticuladas del hábitat y la inmigración desde zonas rurales resulta en la proliferación de asentamientos informales donde la población ha construido viviendas en condiciones de inhabitabilidad utilizando recursos propios, generalmente en zonas desti- nadas para desarrollo industrial las condiciones urbanísticas se encuentran en estado de degradación en trazado vial, servicios, equipamientos, infraestructura técnica. La erradicación de los focos y asentamientos precarios en su mayoría ilegales, es un aspecto importante en el que se debe trabajar, realizando acciones de consolidación y/o reordenamiento de edificaciones en aquellos que lo permitan y eliminando los que por una razón u otra no procedan. Será necesario, además, velar por el cumplimiento de los decretos y regulaciones urbanísticas que garanticen que no haya un incremento de esta problemática.

A través de las entrevistas realizadas a los especialistas, delegados de circunscripción y las encuestas aplicadas a la población es evidente que en la ciudad de Santa Clara no se está llevando a cabo un proyecto de gestión habitacional con una visión integral e integrada de la problemática. A través de la entrevista realizada a investigadores de esta temática coinciden en que la gestión del hábitat es concebida solamente como la gestión de la vivienda, situación que también se evidencia en el Plan General de Ordenamiento Territorial y Urbano. La sectorialidad es uno de los elementos que marcan estas políticas, al ubicar a determinados sectores poblacionales, como médicos y militares en asentamientos específicos, reproduciéndose desigualdades y fragmentaciones socioespaciales.

El Programa de Rehabilitación de Cuarterías, reproduce los riesgos de hacinamiento al mantener en la vivienda reconstruida la extensión inicial, sin tener en cuenta las particularidades de las familias que habitan en ella. Los planes urbanos no se pueden reducir a una elaboración y por consiguiente a una aprobación, deben contemplar instrumentos para llevar a cabo propuestas y medidas dirigidas al mejoramiento del hábitat, mediante una adecuada concertación entre las instituciones involucradas y la participación de la población.

Los medios para la distribución socio espacial de recursos como infraestructura, empleo, vivienda, movilidad, alimento, salud, educación, canasta básica, servicios, espacio público, conocimiento, información, subsidios y créditos, se realizan basados en normativas nacionales y provinciales sin tener en cuenta estudios de particularidades en relación con las vulnerabilidades sociales y económicas de la población y las familias; lo cual incide en una desigualdad en el acceso al hábitat. Estos procesos se evidencian en las comunidades en desventajas y con más vulnerabilidad, por lo cual es evidente la necesidad de propuestas que contribuyan a la descentralización de estos recursos y a una distribución que tenga en cuenta acciones afirmativas en la atención a grupos particulares que están en desventajas sociales.

Los especialistas entrevistados de la Dirección Municipal de Planificación Física, reconocen que, con- juntamente con la Dirección Municipal de Vivienda y el gobierno municipal, son los principales actores de la gestión del hábitat. Los planes generales se conforman y se fomentan desde las direcciones municipales previendo los espacios en los que se puede crecer en cuanto a zonas residenciales, pero quienes entregan, gestionan y autorizan es la Dirección Municipal de Vivienda. Estas instituciones en sus funciones, al realizarlas de forma separadas, cometen un error esencial que entorpece el trabajo integrado, articulado, por lo que la gestión se realiza de forma fragmentada.

Los mecanismos de gestión y autogestión del hábitat presentan varios obstáculos, aunque se han aprobado una serie de medidas a través de los lineamientos como: la venta liberada de materiales para la construcción, el otorgamiento de créditos bancarios, las ventas de viviendas, entre otros. El Estado va quedando rezagado en cuanto a estrategias mediante las cuales la población pueda acceder a una vivienda habitable, segura en cuanto a tenencia y estado constructivo, que se encuentre articulada con una urbanización completa, que garantice las condiciones de infraestructura, equipamientos y servicios; partiendo de una concepción participativa en la gestión y producción del hábitat, donde los beneficiarios formen parte de todo el proceso aprovechando sus potencialidades económicas, cognoscitivas y culturales.

El hábitat requiere una gestión gubernamental y social de calidad enfocada, por la complejidad y mul- tidimensionalidad del tema, de manera estratégica y en perfecta armonía con las demás áreas del desarrollo humano local, con la salvedad de que las condiciones habitacionales son las que sustentan todas las demás esferas de la vida de un territorio. Las intervenciones deben basarse en una visión integral y sistémica de la problemática de vivienda y hábitat; en el reconocimiento y la movilización de los recursos y de las capacidades de las personas, que se constituyen en sujetos activos en los procesos de gestión y producción del hábitat; en la promoción de la equidad territorial y en la construcción de espacios de inclusión e integración social, con pertinencia territorial y cultural.

En los asentamientos estudiados los cuales representa a los asentamientos céntricos, periféricos e inter- medios, y por ende la realidad urbana de la ciudad; el acceso y control de los recursos oportunidades y beneficios es diferente, incluso aunque algunos de estos constituyan o deban constituir de carácter igualitarios para todos los ciudadanos.

Aunque el total de la población encuestada de los tres asentamientos asintieron acceder a la vivienda, las condiciones de esta no se presentan de igual forma en estos lugares. En Los Sirios, aunque esta realidad no representa a todas las viviendas, las características y tipología se relacionan con casas construidas por las propias personas, con carácter informal, con materiales como el zinc, la madera el cartón, bagazo, entre otros, a raíz de la migración ilegal hacia esta zona periférica.

Mediante las encuestas aplicadas en Los Sirios el total de viviendas en las que predomina como materia- les constructivos la mampostería en las paredes y la placa o losa en el techo representan un total de 31 y 24 casas respectivamente, con los siguientes porcentajes: 77% y 60%. Más del 50% de la población no tiene propiedad de la vivienda, debido a su carácter informal, lo que dificulta el acceso a subsidios, que constituye uno de los mecanismos utilizados por el Estado para garantizar que la población en condiciones de vulnerabilidad acceda a una vivienda adecuada. Esta situación explicita las condiciones de inseguridad y precariedad habitacional de la población que habita en esta zona.

El estado constructivo de las viviendas en la zona centro no es el más adecuado, estas presentan un deterioro notable, un total de 13 viviendas muestran techos de tejas, lo cual representa un 33%. Por otro lado, las viviendas ubicadas en Vigía-Escambray, son en su mayoría, edificios multifamiliares, los que presentan un estado constructivo bueno, aunque existen casos de viviendas afectadas por filtraciones y deterioro en general. En ambos asentamientos, la totalidad de los encuestados poseen propiedad de la vivienda, lo que garantiza la seguridad habitacional y la posibilidad de acceder a subsidios.

Otro indicador que se comporta de manera diferente se refiere al acceso a la canasta básica. En Los Sirios, en relación con los demás asentamientos, la población ilegal de esta comunidad no tiene acceso a estos recursos, debido a su condición, por lo cual los egresos de estas familias aumentan al destinar sus ingresos a la compra de estos productos a precios más altos, ya sea en el mercado informal o formal. Si este indicador, se relaciona con las ocupaciones de las personas que habitan en esta zona, que en muchos casos presentan salarios bajos, lo cual los ubica en una posición de desventaja para adquirir los recursos a precios altos. No obstante, existen un 14% de obreros de la construcción por cuenta propia y carretoneros, que además de ser ocupaciones con bajo reconocimiento social, devienen en un alto ingreso, debido a las características de la pirámide estructural en nuestro país. Hay que destacar que existe el más alto índice de amas de casa 38% en relación con los demás asentamientos, lo cual no constituye un trabajo remunerado, lo que permite constatar que es una parte de la población dependiente del ingreso familiar que se encuentra en una situación de vulnerabilidad económica para acceder a los recursos. En los casos de la zona Centro y Vigía- Escambray el 100% de los encuestados acceden con total cobertura a la canasta básica, lo que ubica a esta población en una situación de ventaja considerable en comparación con la población de la periferia de la ciudad.

Los servicios educacionales en Los Sirios son deficitarios, solo se encuentra una escuela primaria, por lo cual los estudiantes deben moverse hacia el interior de la ciudad para acceder a otros niveles de enseñanza. Además, hay que destacar la inexistencia de círculos infantiles, lo que se convierte en un obstáculo para el desenvolvimiento de las mujeres trabajadoras, que son generalmente las encargadas de las labores de reproducción de la vida familiar, así como dificulta la dinámica de la familia en general. La irregularidad en el transporte público y alternativo en esta zona, aumenta las condiciones de vulnerabilidad de la población, pues se dificulta el acceso a otras zonas donde se encuentran estos servicios. En los asentamientos Centro y Vigía-Escambray, los estudiantes no presentan situaciones desventajosas para acceder a los niveles de enseñanza primarios y a círculos infantiles. Aunque estos servicios no se encuentren dentro de los límites de las circunscripciones estudiadas, las distancias para acceder no son considerables, lo que permite su acceso peatonal y estas zonas se encuentran dentro de la cobertura del transporte público y alternativo que posibilita la movilidad como vía de acceso.

Los servicios de salud en todos sus niveles se encuentran ubicados más próximos a la Vigía- Escambray, ya que esta comunidad colinda con la zona hospitalaria de la ciudad. En el caso del Centro y de Los Sirios su ubicación los aleja de esta zona, pero mediante la movilidad existente en el centro es accesible para las personas que allí conviven trasladarse a la zona hospitalaria, por el contrario, en Los Sirios es más difícil acceder a los niveles superiores de salud (policlínicos y hospitales), ya que el servicio de transporte presenta un estado crítico elevado por la no existencia de transporte público con adecuados horarios y frecuencias.

Al analizar el acceso a las oportunidades productivas en cada asentamiento mediante la encuesta apli- cada a la población se arrojaron resultados afines. Las oportunidades productivas con las cuales se trabajaron fueron: empleo, arriendo, pequeñas y medianas empresas, cooperativas, cuenta propia, pequeños negocios e ingresos. En las zonas Centro y Vigía-Escambray las personas encuestadas, afirma- ron acceder al empleo, al ingreso, al emprendimiento y a los pequeños negocios. En el Centro un total de ocho personas acceden al empleo y en Vigía-Escambray un total de 19 personas, lo cual representó un 20% y un 48% respectivamente, el acceso al ingreso lo constituyen 38 personas en el centro y 34 en Vigía-Escambray, con un 95% y 85% respectivamente, al cuentapropismo acceden 5 personas en el centro y 3 en Vigía-Escambray, lo cual representó un 13% y 8% respectivamente y el acceso a los pequeños negocios lo constituyeron 3 personas en el centro y 2 en Vigía-Escambray con un total de 7% y 5% respectivamente.

En Los Sirios ocurrió similar, únicamente que la oportunidad productiva cuenta propia fue sustituida por cooperativas. Un total de 14 personas acceden al empleo, lo cual representó un 35%, el acceso al ingreso lo constituyen 23 personas con un 64%, al cooperativismo acceden dos personas, lo cual representó un 5% y el acceso a los pequeños negocios lo constituyeron 9 con un total de 23%. En Los Sirios los indicadores infraestructura, canasta básica y vivienda presentaron desiguales frecuencias de acceso que en los dos restantes asentamientos. Mediante la triangulación de los métodos y técnicas aplicados se pudo constatar que en este asentamiento el servicio de acueducto es ineficiente y no cubre a la población en su totalidad, las redes viales internas no están asfaltadas y no existen aceras, el incremento de viviendas ilegales es notable por lo que no todas las personas pueden acceder a la canasta básica. En el caso de Vigía-Escambray y el Centro los recursos son más accesibles por su ubicación y por su existencia al ser asentamientos consolidados de la ciudad.

El acceso y control a las oportunidades productivas, los recursos y beneficios le otorgan a cada asentamiento características propias en cuanto al desarrollo económico de la comunidad y al bienestar social de las personas (Linares, 2007, p.155). Para analizar el acceso a los beneficios, se analizaron los siguientes: subsidio, estímulo, crédito, propiedad de la vivienda, compra de artículos a menor precio, viaje, carro, conocimiento.

El beneficio al que todas las personas afirmaron acceder con igual frecuencia fue al conocimiento, los demás cambian en dependencia de la ocupación, del empleo, de las oportunidades productivas y de los recursos a los que accede la población. La población al referirse a la autogestión exhibió un comporta- miento similar en cada asentamiento. En el Centro un total de 26 personas, representando un 65% manifestaron no participar en acciones de autogestión del hábitat, en Vigía este porciento disminuyó a 58% con un total de 23 personas y en Los Sirios ocurrió exactamente lo mismo que en el primer caso. En general se puede declarar que las personas no se identifican como autogestores de los procesos relacionados con el hábitat, lo que indica que la gestión permanece en manos de gobernantes. La participación ciudadana es insuficiente en la toma de decisiones relacionadas con el hábitat urbano.

El total de personas encuestadas coincidieron en que hábitat es vida, más de la mitad de la población de cada asentamiento consideró que hábitat también lo constituye la biología. En el Centro (58%) y Los Sirios (65%) más de la mitad de la población afirmaron que el concepto se relacionaba con animales y en Vigía-Escambray con zona urbana. Más de la mitad de la población del Centro (58%) relacionó el hábitat con vivienda. La categoría menos escogida fue la institución. La población en general no siente identificación del hábitat con instituciones, aún este concepto es muy destinado a la biología. Estos resultados evidencian la falta de conocimiento respecto al hábitat, lo que está provocado por la inexistencia de procesos de participación mediante la información, la consulta, las asambleas de delegados, los medios de comunicación; además de la proliferación de una visión reducida del hábitat a escala institucional, que tiene en cuenta la vivienda desarticulada del espacio físico y social.

No obstante, existe una variación considerable en lo referido por la población de los tres asentamientos, que evidencia que en la periferia existe un desconocimiento mayor, que en las otras dos zonas de estudio; lo que se relaciona con la presencia de mayor índice de población con menor nivel de escolaridad. Es importante aclarar, que el conocimiento se convierte en una herramienta que implica oportunidades, poder y accesos; es un condicionante, en la actualidad, para la creación de oportunidades productivas generadas por la iniciativa y capacidad de innovación de la población. La falta de conocimiento, por tanto, es un atenuante para reproducir desigualdades, pues incide en la forma de acceder a las oportunidades productivas que se están ofreciendo en la actualidad a partir de la política de lineamientos, como las cooperativas de construcción de viviendas y de servicios.

La gestión del hábitat ha estado marcada por la fragmentación de los procesos logrando así que se amplíen y reproduzcan desigualdades sustanciales entre las zonas consolidadas y la periferia. Los asentamientos consolidados tienen mayor acceso a los servicios, opciones, recursos, beneficios; reproduciendo desigualdades segregación y fragmentación socio - espacial. Las desigualdades entre la zona periférica y la zona centro de la ciudad, son visibles como resultado de la exclusión en los proyectos urbanos de las zonas con menor grado de desarrollo y oportunidades económicas, en el primer caso la población vive en condiciones precarias y formalmente fuera de los beneficios que ofrecen las coberturas uni- versales de algunos servicios públicos esenciales y de los espacios de participación local-comunitaria establecidos, cuya distribución corre a cuenta de las estructuras de gobierno, sectoriales territoriales y de la residencia legal.

Para analizar esta situación es preciso remitirse a los problemas señalados por los delegados y la población. En el Centro los problemas más comunes fueron los salideros de agua, las tupiciones, criadero de animales sin condiciones sanitarias, deficiencia del alumbrado público en la calle Mujica, existencia de algunas cuarterías en estado de derrumbe y con presencia de hacinamientos, entre las calles San Cristóbal y Candelaria, el deterioro de las cubiertas de las viviendas es bastante notable. En Vigía-Escambray las principales problemáticas se refieren a las filtraciones en los edificios multifamiliares, por la falta de impermeabilización de la cubierta, demanda que ha sido elevada a varios niveles, además no existe utilización de espacios para el esparcimiento y la recreación de la población. La recogida de desechos, no se realiza diariamente, en ocasiones la demora consiste en más de dos días, lo que puede ser un atenuante para la generalización de enfermedades infecciosas e interviene de forma negativa en la imagen urbana.

En Los Sirios los problemas alcanzan grados superiores no existen panaderías, combinados de servicios personales ni técnicos, como es el caso de peluquerías, tintorerías y talleres de reparación de equipos electrodomésticos. No existen tiendas, puntos de ventas en divisas. Inexistencia de transporte público, lo que reproduce la segregación al obstaculizar la conectividad de esta zona con las zonas donde se ubican los servicios, espacios públicos y empleos. La población no puede disfrutar de plazas, parques ni espacios deportivos, en el marco de su asentamiento. Solamente se encuentra asfaltada la calle Ro- ble en sus dos primeras cuadras y Estrada Palma. Comunales no brinda un servicio estable, por lo cual la recogida de desechos no se realiza diariamente. Existen más problemas, desde el punto de vista medioambiental, a los cuales la población se refirió, en el caso del Centro y Los Sirios los porcientos son mayores que en Vigía- Escambray, dentro de los cuales se encontraron la ausencia de espacios ver- des; estancamiento del agua; inadecuado servicio de acueducto; concentración de desechos en cualquier lugar del asentamiento.

Los delegados coinciden que no se están realizando actividades para que la población conozca, res- pete y cumpla las regulaciones urbanas, además no existen espacios de debate donde participe la población y representantes de las instituciones. Tal situación es reconocida también por Dirección Municipal de Planificación Física quienes añadieron que en el año 2005 se realizó una Consulta Urbana en la cual participaron varias instituciones, posterior a esta fecha, aproximadamente en el 2009 se efectuaron otras consultas en el Consejo Popular Hospital y Condado Sur intencionadas por las propias necesidades de las personas. Actualmente no se han realizado Consultas Urbanas, el Plan General de Ordenamiento ha sido aprobado mediante reuniones, en el menor de los casos, con presidentes de Consejos Populares, pero en la mayoría de los casos no se incluyen a los delegados y por supuesto, es la población quien queda excluida en estos procesos.

Según los delegados entrevistados, el modelo de gestión de la Dirección Municipal de Vivienda y Di- rección Municipal de Planificación Física no responde a las necesidades y demandas de la población, no demuestran un carácter participativo. El delegado de la circunscripción # 2 del Centro, afirma que el único proyecto del cual ha tenido conocimiento fue “Entre dos Ríos” dirigido por la Dirección Municipal de Planificación Física y Agenda 21 Local- Global Environment Outlook, en coordinación con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que tenía como objetivo la participación y reconocimiento de la población en cuanto a la importancia del saneamiento de los ríos. Los dos restantes delegados no han participado en ningún proyecto. La población encuestada de cada circunscripción afirma no reconocer ningún proyecto destinado al desarrollo del hábitat, solamente en la circunscripción #2 el 5%, que representa un total de dos personas, afirman haber participado en proyectos de gestión del hábitat mediante la asistencia a reuniones.

Los delegados entrevistados plantearon que no tienen la autonomía y los recursos necesarios para ges- tionar las soluciones de los problemas del asentamiento, debido a la centralización de las decisiones y el verticalismo. No obstante, se evidencia en los resultados de las encuestas, que la población del Centro, ha tenido mayores oportunidades de participar, en condiciones de asistentes, en proyectos instituciona- les relacionados con el hábitat, debido que se priorizan en los planes y estrategias la zona centro de la ciudad por su valor patrimonial y de servicios, además de la visión concéntrica que se inserta en estos planes. Esta situación indica la ausencia de procesos participativos, donde se articulen los niveles infor- mativos, consultivos y de concertación en la toma de decisiones sobre el hábitat, dado por el carácter normativo, tecnocrático y centralizado de la gestión.

Conclusiones

Para generar procesos de desarrollo es necesario la creación de alternativas y escenarios de concertación múltiples entre la población y los actores locales, que se ajusten a la diversidad del espacio donde se actúa y permitan elegir de acuerdo con las necesidades, aspiraciones, posibilidades, de los diferentes sujetos, con un nivel de autonomía para la gestión y autogestión de soluciones. La inexistencia de opciones distintas para satisfacer intereses y necesidades heterogéneas, provoca exclusión y reproduce desigualdades sociales. El acceso y control a los recursos urbanos se reduce a la capacidad de consumo individual y familiar, lo que permite la legitimación de procesos de segregación socio-espacial.

Las políticas de gestión del hábitat deben tener en cuenta las acciones diferenciadas que cubran o cierren las brechas de desigualdades tanto en sus procesos como en los resultados. El objetivo es llevar a un punto de partida común, teniendo en cuenta las necesidades reales de la población. El estudio demuestra la reproducción de desigualdades socio-espaciales entre el centro consolidado y la periferia, que se reflejan en procesos de exclusión, segregación y fragmentación. La centralización de los servicios, espacios públicos, movilidad urbana y proyectos de desarrollo urbano en la ciudad de Santa Clara, ha provocado que los asentamientos periféricos se desarrollen en la espontaneidad, al margen de las políticas de gestión del hábitat y de las oportunidades, beneficios y recursos que se ofrecen.

Bibliografía

Anuario Estadístico (2012): Municipio de Santa Clara. [ Links ]

Castells, M. (2007). La cuestión urbana. La Habana, Cuba. Editorial Félix Varela. [ Links ]

Cruz, M. (2009). Planeando la ciudad para todas las edades. Santa Clara como caso de estudio. Revista de Ordenamiento Territorial y Urbanismo. Número 14. 2001, pp. 14-21. [ Links ]

Espina, M. (2010). Desarrollo, desigualdad y políticas sociales. Acercamiento desde una perspectiva compleja. Centro Félix Varela, La Habana, Cuba. Publicaciones Acuario. [ Links ]

Figueroa, C. (17 de octubre de 2013). Desarrollo de los asentamientos urbanos en Villa Clara. Conferencia en el Salón de Reuniones del Departamento de Sociología. [ Links ]

Linares, S. y Lan, D. (2007). Análisis multidimensional de la segregación socio espacial en Tandil (Argentina) aplicando SIG. Revista Investigaciones Geográficas. Instituto Universitario de Geografía. Número 44, Universidad de Alicante, pp. 149-166. [ Links ]

Mesa, D. y Machado, D. (2013): La equidad social como eje transversal en las políticas de movilidad urbana ponencia presentada en el III Encuentro de Movilidad Urbana Sostenible (III EIMUS). Pontificia Universidad Católica de Perú, Asociación Iberoamericana de Movilidad Urbana Sostenible (ASIMUS). Lima, Perú, disponible en http://www.asimus.esLinks ]

PGOU. (2013). Plan General de Ordenamiento Urbano. Santa Clara . DMPF. Santa Clara, Cuba. Departamento de Urbanismo. [ Links ]

Rey, G. (2012). Los retos del hábitat social en Cuba. La Habana, Cuba. [ Links ]

Subirats, J. (2010). El nuevo papel de los gobiernos locales desde la proximidad y la implicación ciudadana. Universitat Autònoma de Barcelona, España. Institut de Governi i Polítiques Públiques. [ Links ]

Recibido: 07 de Noviembre de 2016; Aprobado: 16 de Diciembre de 2016

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons