Sr. Editor: Hemos leído con atención el interesante editorial del Dr. Del Brutto, recientemente publicado en la Revista Ecuatoriana de Neurología.(1) Estamos de acuerdo con muchos de sus comentarios en relación a las dificultades que presenta el publicar desde la región, en especial en revistas debidamente bien indizadas, disponibles en las bases de datos Web of Science, Scopus, Medline, entre otras. Sin embargo, en adición a ello, quisiéramos analizar los cambios en la producción científica que se han dado recientemente y que pueden ser consecuencia de diferentes variables a analizar.
En las últimas dos décadas, ha habido considerables cambios en la producción científica en América Latina para muchos países (Figura 1). De 1998 a 2017, se aumentó de 31.546 a 151.912 artículos por año, respectivamente, acumulando un total de 1.714.449 de documentos indizados en la base de datos Scopus. De dicho total, 47,5% fue aportado por Brasil, seguido por México con 16,0%, Argentina con 10,6% y Chile con 7,4%, que han sido y se han mantenido a lo largo de estos 20 años, como los cuatro países más productivos de la región (Figura 1A). En 1998, Ecuador era el 10° país de la región en producción (con solo 148 artículos), pero el mismo ha ido aumentando no solo en forma absoluta, sino también relativa, en comparación con otros países vecinos, alcanzando el 6° lugar en 2017 (con 3.172 artículos). De forma similar Perú estaba al inicio del período mencionado en el 9° puesto (198) y subió al 7° (2597). También destaca Colombia, en 7° lugar en principio (635) y actualmente en 5° (10.915). Lo lamentable, ocurre para países como Uruguay (antes 8° posición con 336 y ahora 10° en 1.486), Cuba (6° con 1.110 y luego 8° con 1.785) y particularmente Venezuela el cual ha visto su mayor desaceleración en producción, siendo el 5° país en 1998 con 1.145, llegando a generar en 2009 un total de 2.400 artículos, para luego caer a 1530 en 2017 y ocupar el puesto 9° en la región (Figura 1B).
Ciertamente, los investigadores latinoamericanos enfrentamos muchos retos,(2) que sin duda afectan la producción científica. Existe una gran carencia de revistas científicas, particularmente las especializadas, como es el caso específico de la neurología, donde el número de ellas es limitado en cantidad. Los retos que estas enfrentan,(3) precisamente incluyen también el prejuicio y disposición negativa de los países más desarrollados. Mientras a los investigadores latinos les interesa mucho publicar en revistas cuyas casas editoriales están en Norte América y Europa, es raro observar investigadores de dichas regiones intentando publicar en revistas de América Latina, África y Asia.
Como se aprecia (Figura 1), la producción en la región va mejorando. Pero es lamentable ver países, como Venezuela, donde la ciencia va en franco retroceso,(4) con una producción científica cada año menor.(5) Más aún, la citabilidad de nuestros artículos, es marcadamente menor que la de los países del llamado “primer mundo”. Por ejemplo, para el período 1996-2017, los trabajos de Estados Unidos de América fueron citados en promedio 24,25 veces/artículo publicado. En Brasil, para los mismos años, fueron solo citados 10,44 veces/artículo. El H index de Brasil es de 489, en tanto el de EUA de 2077. Si vemos los trabajos publicados en neurología en Scopus de EUA, estos fueron citados en promedio 29,17 veces/articulo, en tanto en Brasil 12,06 veces/artículo (Ecuador 11,43 veces/artículo).
De acuerdo con lo planteado por Del Brutto,(1) es imperativo perseverar, actuar correctamente, pero también considerar otras estrategias que promuevan colectivamente una mayor producción, que además sea de calidad, desde el pregrado,(6) y con mejores revistas disponibles en la región.3 Estos aspectos, en el caso de la medicina, deberían incorporarse en la enseñanza de la metodología de investigación como parte de la educación médica desde el pregrado.(7)(8)