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Revista Chakiñan de Ciencias Sociales y Humanidades

versión On-line ISSN 2550-6722

Revista Chakiñan  no.13 Riobamba ene./abr. 2021

https://doi.org/10.37135/chk.002.13.09 

Artículo de Reflexión

ESTUDIO CRÍTICO SOBRE LAS INVESTIGACIONES REFERENTES A LOS MORISCOS Y SU LEGADO: DE LA ESCUELA FUNDADORA A LA CORRIENTE NACIONALISTA

CRITICAL STUDY ON THE INVESTIGATIONS REGARDING THE MORISCOS AND THEIR LEGACY: FROM THE FOUNDING SCHOOL TO THE NATIONALIST CURRENT

1Universidad Hassan II de Casablanca, Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Departamento de Hispánicas, Casablanca, Marruecos, zmarchoud@gmail.com


RESUMEN

El presente trabajo gira en torno a los moriscos y su legado en la historiografía española. El objetivo consiste en presentar, de modo cronológico, las tendencias intelectuales españolas que marcaron los estudios moriscos y sus debidas críticas. El artículo trata la escuela fundadora y el enorme papel que desempeñó en el hallazgo y divulgación del manuscrito; así como la era nacionalista donde el estudio de la moriscología alcanza una madurez intelectual considerable. Asimismo, se señalan sus aciertos y errores mediante una crítica terminológica firme. Para ello, se recurre a un método sistemáticamente analítico. En primer lugar, se recopilan los principales estudios hechos en España que tratan los moriscos y su producción literaria, para proceder desde luego a su crítica. Así, se pretende demostrar que, si bien la escuela española contribuyó enormemente en el desarrollo de la moriscología como disciplina, hace falta un giro crucial en el estudio de los moriscos para insuflar más rigor científico al tema.

PALABRAS CLAVE: Moriscos; manuscrito; edición; nacionalismo; transcripción

ABSTRACT

The present study deals with the Moriscos studies and their legacy in Spanish historiography. The objective aims to present in a chronological basis, the Spanish intellectual tendencies that marked the Moriscos studies and their criticism. The article deals with the founding school and the enormous role it played in the discovery and dissemination of the manuscript; as well as the nationalist era where the study of Moriscology reaches considerable intellectual maturity. Likewise, their successes and errors are pointed out through a firm terminological criticism. To do this, a systematically analytical method is applied. First of all, the main studies carried out in Spain about the Moriscos and their literary production are compiled, to proceed with their criticism. Thus, it is intended to demonstrate that, although the Spanish school contributed enormously to the development of Moriscology as a discipline, a crucial turn is needed in the study of the Moriscos to infuse more scientific rigor to this issue.

KEYWORDS: Moriscos; manuscripts; publishing; nationalism; transcription

INTRODUCCIÓN

La historiografía española concede un amplio espacio a los moriscos y su legado. Este interés surgió a raíz de los hallazgos de manuscritos aljamiado-moriscos a partir del siglo XVIII. Desde entonces, apareció una nueva rama de estudios. Su objetivo principal era la edición, divulgación y el estudio de los nuevos códices moriscos. Descubrir lo que llevan en sus talleres se ha convertido en un afán científico para varios investigadores. Sin embargo, la tarea no era tan fácil. La letra con que escribían los moriscos su legado era compleja y complicada. Su dificultad consistía en el sistema híbrido con que escribían. Pues, utilizan el sistema alfabético árabe para producir textos romances.

Antes de explicar el término morisco, habrá que tratar el concepto mudéjar. El término se usa para hacer referencia a aquel musulmán que vivió bajo dominación cristiana tras la reconquista de los Reyes Cristianos a la Península Ibérica a partir del siglo XIII. Los mudéjares conservaron su religión musulmana, sus costumbres, su lengua y sus instituciones. Asimismo, pagaron diezmos a la Iglesia e impuestos al Rey.

En 1502, fueron obligados a convertirse al cristianismo. Como resultado, se les cambiaron de nombre y de estatuto jurídico. Ya no son mudéjares, sino moriscos. A pesar de ello, continuaron con sus costumbres de religión musulmana clandestinamente. Muchos moriscos fueron condenados por las autoridades cristianas de la Inquisición por seguir practicando la fe musulmana, considerada en aquel entonces como una forma de herejía.

La literatura aljamiada recoge los textos escritos por los moriscos. Contenía varias suras coránicas abreviadas, tratados jurídico-religiosos, polémicas religiosas con judíos y cristianos, leyendas y cuentos medievales, tratados medicinales, etc. Esta literatura ha sido de gran interés para muchos moriscólogos españoles que hicieron un esfuerzo considerable para dar a conocer sus contenidos.

METODOLOGÍA

En este artículo de reflexión se pretende recopilar los principales pronunciamientos de moriscólogos españoles que se han interesado por el tema de los moriscos y su legado. Así, se procura dar a conocer sus investigaciones, para proceder, desde luego, a su crítica. De hecho, se abordan tanto los estudios que se han referido a los moriscos, como al manuscrito aljamiado, al ser este el legado con que los moriscos estamparon su huella para siempre en la historia de la humanidad.

Para ello, este análisis se ha centrado en dos etapas esenciales que marcaron la escuela española en relación con los manuscritos aljamiado-moriscos: la etapa de descubrimiento y divulgación y la etapa del nacionalismo español. Se investiga la interacción de cada una de estas dos etapas con los textos aljamiado-moriscos.

La etapa de descubrimiento y divulgación se refiere a aquellas primeras investigaciones que han sido llevadas por parte de los primeros moriscólogos españoles en el siglo XIX. Mientras tanto, la etapa nacionalista hace referencia al siglo XX. Es decir, al periodo de la proliferación del nacionalismo español. Este, abordó los estudios aljamiado-moriscos desde una perspectiva muy diferente a la etapa anterior.

En este artículo no se pretende la mera recitación de todos los trabajos que se han referido de una forma u otra a la literatura aljamiado-morisca. El objetivo consiste en revelar las principales metodologías y perspectivas ideológicas con que la escuela española abordó el tema de los moriscos.

Este interés parte de una convicción colectiva que consiste en la necesidad de estudiar las metodologías utilizadas con el fin de superarlas. Así, se innova la investigación en materia del legado aljamiado-morisco, y no se sigue investigando con los mismos paradigmas de la escuela fundadora y la corriente nacionalista.

Eso es, tener la capacidad de acercarse a los moriscos y su legado aljamiado desde una visión otra. Para ello, se recurre al análisis crítico que permite enmarcar la investigación científica de los moriscólogos objeto de estudio dentro de su marco de referencia, y así dar a conocer sus metodologías de investigación y las ideologías con que operan.

En principio, se someten tres aspectos principales al análisis crítico. En primer lugar, se destaca la transcripción. Para ello, se plantea la siguiente pregunta: ¿el sistema de transcripción utilizado por los investigadores de la escuela del descubrimiento y divulgación para reproducir la letra aljamiado-morisca responde a los criterios de las ediciones científicas?

Para responder a esta pregunta resulta necesario confrontar estas transcripciones con los criterios y objetivos de la edición científica, a saber, el primer criterio es la fidelidad al texto original. Dicho esto, se recurre a las copias digitalizadas de textos manuscritos originales para verificar hasta qué punto la escuela de descubrimiento y divulgación consiguió reproducir fielmente los manuscritos aljamiado-moriscos que ellos mismos transcribieron.

En segundo lugar, se hace hincapié en la terminología. Esto es un análisis terminológico que aborda los conceptos utilizados por los moriscólogos de las dos etapas objeto de estudio. Los términos serán analizados desde perspectivas diferentes.

Así, se busca una respuesta a la siguiente pregunta: ¿los conceptos utilizados por parte de la historiografía española en estas dos etapas representan la realidad histórica tal como es? De hecho, parece oportuno recurrir a varios investigadores contemporáneos que han reflexionado, mediante prácticas terminológicas firmes, sobre los conceptos históricos y sus cargas pragmáticas. Así, se comparan y se sacan resultados.

En tercer lugar, se analiza el proceso de la ideologización de la cuestión morisca. Es decir, qué escribieron sobre los moriscos. Esto es un elemento extra-lingüístico que se pretende abordar. Así, se demuestra cómo influyó el nacionalismo español en el brote de una corriente de moriscólogos que trató el problema morisco desde ángulos relacionados con la asimilación o la expulsión de los moriscos de la identidad española.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

PRIMERA ETAPA: LA ESCUELA FUNDADORA

Tras el devenir colectivo morisco, se ha producido una literatura conmovedora, aún poco estudiada en esta etapa. Con el descubrimiento y divulgación de varios manuscritos aljamiado-moriscos, los investigadores se empeñaron en explorar cada detalle de estos. Manuela Manzanares de Cirre, arabista española del siglo XIX, mantiene que el auténtico descubridor de la literatura aljamiado-morisca fue José Antonio Conde (1765-1820), pese a que nunca se le imputó la gloria de este hallazgo, pues, no publicó nada sobre el tema (Manzanares de Cirre 1972:76).

En el siglo XIX los primeros manuscritos comienzan a ser descifrados gracias a la enorme labor científica de los investigadores españoles Pascual de Gayangos y Eduardo Saavedra. El arabista Juan Carlos Villaverde Amieva, de la Universidad de Oviedo, mantiene que:

Fue Eduardo Saavedra el primero en ofrecer un inventario de la producción textual aljamiada con motivo de su ingreso en la Real Academia Española a finales del año 1878. Publicados aquel mismo año los discursos, enriquecía el nuevo académico su disertación con un «Índice general de la literatura aljamiada» en el que daba cuenta de los manuscritos entonces conocidos, así como de su localización en algunas bibliotecas públicas y en ciertas colecciones privadas que atesoraban la literatura de los moriscos, por entonces bastante desconocida. El repertorio constaba de 135 entradas y daba cuenta de los manuscritos de los que entonces tuvo noticia

. (Villaverde 2015:91)

Además de descifrar manuscritos aljamiado-moriscos, era el primero en elaborar una base de datos sobre la producción aljamiado-morisca. Por su parte, Gayangos publica en Inglaterra Language and literatura of the moriscos en 1839. De igual modo, dispone de una interesantísima biblioteca de manuscritos aljamiado-moriscos.

A partir de los maestros de la escuela española aljamiadista, y empezando por el arabista español y el miembro de la Real Academia de Historia Francisco Guillén Robles, el interés hacia esta literatura ha ido en aumento, especialmente en las últimas décadas. De hecho, la Colección de Escritores Castellanos publicaba, entre 1885 y 1886 en tres tomos, Las leyendas Moriscas de Francisco Guillén Robles sacadas de manuscritos de la biblioteca de Gayangos y la Biblioteca Nacional. La finalidad de su obra ha sido puramente divulgativa. El sistema seguido para la reproducción de textos aljamiados es un tanto libre, aunque de ningún modo es arbitrario. Su objetivo principal ha sido ofrecer un sistema de cómoda lectura.

En detrimento de la copia exacta del texto, se ha optado por la claridad del sentido. Eso se debe en gran parte a su formación académica, siendo historiador antes que lingüista. Así, su obra no va destinada a especialistas, sino al público en general. En parte, Francisco Guillén Robles distorsiona el texto, aunque a menudo, al introducir algún cambio (siempre realizado para una mejor comprensión por parte del público) reproduce en nota a pie de página el texto original para los lectores especialistas. El propio Francisco Guillén Robles cita al erudito árabe Aben Jaldun (1332-1406) para explicar las razones de su interés por los moriscos y su legado:

El sabio debe conocer los principios fundamentales del arte de gobernar, el verdadero carácter de los acontecimientos, las diferencias que ofrecen las naciones, países y tiempos, en lo referente a costumbres, usos, conducta, opiniones, sentimientos religiosos, y todas las demás circunstancias que influyen en la sociedad

. (Aben Jaldun 1863 citado por Guillén 1885:7)

Su objetivo principal mediante esta publicación consistió en ofrecer a la comunidad científica documentos históricos factibles para un estudio detallado sobre las sociedades pasadas y las estructuras que rigen sus acontecimientos y acciones. Sin embargo, sus fines no salen de la política trazada por parte del orientalismo del siglo XIX que pretende estudiar las sociedades orientales con el fin de ofrecer a las autoridades coloniales un panorama completo de hábitos y costumbres de pueblos orientales, facilitando sus tareas colonialistas. Así dice:

Y cuenta que estos trabajos no tienen solamente interés científico, sino práctico; si en tiempos, más o menos remotos, España consigue obtener, bien pacíficamente, bien de otra manera, la influencia a que aspiran muchos corazones patriotas en Marruecos, dos clases de datos entre otros muchos ha de tener muy presentes: ante todo las conquistas y establecimientos modernos de los franceses en Berberia, después la historia de nuestros moriscos. Mientras mejor conocida sea esta, más eficaces serán sus enseñanzas en las contingencias futuras de nuestra política africana

. (Guillén 1885:11)

Los fundamentos colonialistas no eran la única razón de Guillén en la disciplina de estudios aljamiados. Aunque era historiador, nunca dejó escapar los motivos no puramente lingüísticos; sino más bien esgrimió argumentos de cariz nacionalista y colonial. “

Pero a pesar de esto en ellas encontrará el hablista motivos para serias reflexiones sobre la formación de nuestro castellano entre los populares, giros llenos de viveza, voces muy expresivas, dignas de ser conservadas o usadas

”(Guillén 1885:12).

También advierte al lector lo que como considera una “bastante oscuridad en el lenguaje; torpeza ruda en el empleo de algunas partes de la oración, especialmente en el de los verbos auxiliares y pronombres; hipérboles exageradísimas, a veces monstruosas” (Guillén 1885:12).

En cuanto al sistema de la transcripción, Guillén pretende conservar la ortografía peculiar de los escritos en caracteres castellanos, añadiéndoles solo los signos ortográficos y prosódicos usados en el español del siglo XIX. En lo que atañe a los escritos en letra árabe, ha separado las palabras que van unidas, y además sostiene: “

las he escrito conforme a nuestra moderna ortografía, distribuyendo el texto en párrafos, usando nuestros signos ortográficos y colocando los acentos donde deberían ir, a veces he puesto apóstrofos donde la redacción del texto los exigía

”(Guillén 1885:13).

Por su parte, el exdecano de la Universidad de Zaragoza, Pablo Gil, tuvo el mérito de publicar la Colección de Textos Aljamiados en 1888. En el prólogo, se explican las razones por las cuales se interesa por la edición de los textos aljamiado-moriscos: “

No hace muchos meses entretenía sus ocios un desocupado arrojando con desprecio en aristocrática chimenea, códices y fragmentos de libros arábigos, cuya procedencia no hemos querido averiguar

”(Gil, Ribera y Sánchez de Gil 1888:VII). El temor a la pérdida de libros arábigos por el maltrato que sufren les ha movido a hacer de prisa esta publicación.

En cuanto al método de edición, Pablo Gil optó por el procedimiento litográfico. Es decir, reproducir mediante dibujos la misma grafía aljamiada. Su propósito era: “

dar muestras variadas de los tipos de letra más usuales en los manuscritos

”( Gil, Ribera y Sánchez de Gil 1888:VIII). Mediante el sistema litográfico, Gil ha conseguido una copia más clara que la original, lo que permite a otros investigadores acercarse de forma más flexible al texto aljamiado-morisco.

Además de la edición litográfica de varios textos aljamiados, Gil incluye también una descripción detallada del lenguaje aljamiado-morisco y sus rasgos peculiares a nivel fonético y sintáctico. De igual modo, introduce una muestra del alfabeto aljamiado-morisco y su correspondiente en letra latina.

La labor de los primeros moriscólogos españoles ha sido complementada por la segunda generación de investigadores que han dedicado una atención especial a los manuscritos aljamiado-moriscos a principios del siglo XX. A destacar, el filólogo, arabista y moriscólogo español, catedrático de lengua arábiga en la universidad de Zaragoza, Julián Ribera y el sacerdote español Pedro Longás.

Este autor tuvo el mérito de escribir la primera obra global sobre la práctica del islam de los moriscos a partir de sus propios textos, obra titulada Vida Religiosa de los Moriscos. Para recopilar sus datos no recurrió a documentos inquisitoriales tal como solían hacer los primeros investigadores de la escuela fundadora. Su método era sustraer la práctica del islam de los moriscos mediante manuscritos aljamiado-moriscos. Esta práctica supuso un giro crucial en esta rama de estudios.

SEGUNDA ETAPA: LA ESCUELA NACIONALISTA

La escuela nacionalista se caracterizó por la polémica entre sus dos bandos, los expulsionistas y los asimilacionistas. Los primeros eran partidarios de la expulsión de los moriscos de la identidad española, mientras tanto el segundo bando consideraba que su expulsión era un error en la política estatal que contribuyó a la decadencia del Estado español.

Esta escuela surgió a raíz del crecimiento del nacionalismo español, que, sin duda, tuvo un impacto directo en los estudios sobre los moriscos. Su punto de partida se remonta al ex-primer ministro Antonio Cánovas del Castillo. Este, indicó la necesidad de estudiar (dentro del positivismo) la comunidad morisca como traidora a la verdadera esencia de España:

No imaginéis, Señores, que llevado de compasión indiscreta intente cargar la mano a nuestros antepasados, disculpando a los expulsos moros. Ni el amor a sus alcázares, alcazabas y castillos roqueros, ni el de los sabrosos versos y prosas de la literatura aljamiada, pueden conducirme a error tamaño. Sin necesidad de acudir a los historiadores de la expulsión, que acaso fueran tachados de parciales, tópanse a cada paso testimonios de que si eran los moriscos malos cristianos, todavía eran peores súbditos y españoles

. (Cánovas del Castillo 1889:74)

A raíz de la escuela nacionalista, surgieron varios tratados que han justificado de una forma u otra el dilema de la expulsión morisca. Desde Boronat Barrachina o Pedro Longás hasta mediados del siglo XX, la metodología española ha superado la mera divulgación de la literatura morisca con miras a un estudio detallado de la expulsión como fruto del nacionalismo español que empezó a ganar terreno tras la fundación de los cimientos del Estado moderno.

Para evidenciar más el auge nacionalista español en relación con los estudios aljamiado-moriscos, Menéndez Pelayo señala: “

Locura es pensar que batallas por la existencia, luchas encarnizadas y seculares de razas, terminen de otro modo que con expulsiones o exterminios. La raza inferior sucumbe siempre y acaba por triunfar el principio de nacionalidad más fuerte y vigoroso

” (Menéndez 1992:340).

No todos los nacionalistas eran partidarios de la expulsión. Pues, muchos investigadores españoles hacen remontar la decadencia del Estado español al hecho de la expulsión de una minoría trabajadora, productiva y de gran peso social dentro de la sociedad ibérica. Estos, fueron los argumentos expresados por el arabista Eduardo Saavedra, impulsor de los estudios sobre los textos mudéjares en su Discurso del 29 de diciembre de 1878 ante la Real Academia de la Historia.

La polémica nacionalista en torno a los moriscos y la identidad española duró hasta los años setenta. La última y resonada disputa habría sido la que enfrentó a Claudio Sánchez-Albornoz y Américo Castro.

En cuanto a los moriscos, Sánchez-Albornoz afirma que estos no pudieron influir mucho en lo hispánico. Así decía García Cárcel explicando los propósitos de Sánchez-Albornoz en su obra España, un Enigma Histórico:

Los mozárabes, glosados por Simonet ya en 1897, constituyen un grupo sociocultural uniforme, definido negativamente, es decir, en oposición a la sociedad musulmana. La consideración del mozarabismo como la condensación de la España eterna, de esa España guadianesca que se dejaría ver intermitentemente desde Sagunto y Numancia, pasando por don Pelayo, el Cid e Isabel la Católica, en lucha contra los anticuerpos: judíos y moros. Esta deformación tiene su canto de cisne en la obra de Olagüe (1969), que llega a negar que los árabes invadieran España, considerando la civilización hispano-musulmana el fruto de una evolución interna

. (García 1977:75)

Mientras tanto, Américo Castro, basándose fundamentalmente en fuentes literarias, llegaba a la conclusión de que la pluralidad era la singularidad de la Edad Media española, y en concreto las vivencias de los cristianos como casta frente a otras castas (moros y judíos):

Los moros no se fueron enteramente de España en 1492; permanecieron los moriscos, oficialmente súbditos del rey y cristianos, en realidad que conservaban su religión y sus costumbres, y cuya influencia, según hemos de ver, no es desdeñable, literaria y religiosamente. Tan moros eran, que el piadoso Felipe III decidió expulsarlos de sus reinos en 1609. ¿se fueron por eso eternamente? Parece que no, porque hay quienes afirman que aún se perciben sus vestigios en la huerta de Murcia, en Valencia y en Aragón. De suerte que la presencia de moros y moriscos en España abarca, en realidad, más de nueve siglos

. (Castro 1983:50)

Castro estaba consciente del papel que desempeñaron los moriscos en la construcción del Estado español. Su convicción parte del multiculturalismo que caracterizó a España como tierra de convivencia de varias culturas y civilizaciones durante la Edad Media. Los moriscos nunca han sido un elemento invasor. Independientemente de la religión que profesaban, forman parte de la identidad española.

CRÍTICA DE LAS PRINCIPALES CONTRIBUCIONES DESDE LA ESCUELA FUNDADORA AL NACIONALISMO ESPAÑOL

LA ESCUELA FUNDADORA: DIVULGANDO EL MANUSCRITO

La enorme labor llevada a cabo por los investigadores españoles de los siglos XIX y XX constituyó la base fundamental para la inauguración de los estudios sobre los moriscos y la literatura aljamiada. La escuela fundadora desempeñó un papel de suma importancia en la divulgación del manuscrito aljamiado-morisco. Su primera labor ha sido la descodificación, sin la cual nunca hubiera sido posible su lectura. Y la adaptación, un proceso mediante el cual el manuscrito aljamiado-morisco ha sido publicado con miras a facilitar su lectura tanto para investigadores como para lectores en general.

Aunque la escuela fundadora ha conseguido catalogar, editar y divulgar el manuscrito aljamiado-morisco, no ha logrado un estudio detallado del mismo. Hasta el momento, no podemos hablar de una tendencia intelectual clara aparte de la tarea de divulgación.

De hecho, el trabajo de Longás (1915), citado en el capítulo anterior, pese a que supuso un giro crucial en los estudios moriscos al tratar los aspectos de la práctica religiosa morisca, tampoco dejó de ser divulgativo. Pues, su enfoque era concentrarse en los rituales moriscos mediante sus propios textos. Así, cayó en la trampa de transmitir lo que los moriscos quisieron que fueran sus ritos religiosos, y no la práctica religiosa morisca tal como es. La mayoría de los textos aljamiado-moriscos son traducciones literales de fuentes anteriores, lo que deja entender, a ciencia cierta, que estos escritos no reflejan la vida morisca, sino la forma en que el islam debería ser tratado.

Por otro lado, esta etapa se ha caracterizado por el surgimiento de varios escritos que tratan los rituales moriscos mediante los textos inquisitoriales. Pues, la inquisición busca condenar más que transmitir la verdad. El resultado de estos era transmitir una imagen caricaturizada y falsificada del islam de los moriscos, que, sin embargo, no refleja de ningún modo la práctica religiosa de los moriscos.

En lo que atañe a Leyendas Moriscas de Francisco Guillén Robles, cabe destacar que el autor considera como aljamiado tanto a textos escritos en letra castellana como a aquellos tratados con letra árabe. Peor aún, su sistema de transcripción no diferencia de forma clara entre arabismos moriscos y aljamiado romance. Pues, los arabismos deberían tener un sistema de transcripción diferente de los romances aljamiados.

Como ya hemos señalado, es importante a la hora de transcribir el texto, diferenciar entre la transcripción de las lenguas romances aljamiado-árabes y la transcripción de los textos o palabras que en el texto aparecen citados directamente en lengua árabe. Utilizar un sistema idéntico para ambas lenguas no es correcto, ya que cada una de estas tiene sus propias peculiaridades ortográficas, aunque se dicten con el mismo alfabeto.

A modo de ejemplo, sería como transcribir las citas de un texto en alemán en un texto francés con el mismo sistema de transcripción utilizado para el francés. Pues, pese a que la letra es idéntica entre estas lenguas (en este caso el latín) ambas lenguas tienen ortografías distintas, por lo cual, el sistema de transcripción debe ser también distinto. El resultado de este sistema de transcripción era una versión modernizada que no escapa de las críticas de los investigadores. Xavier Casassas Canals mantiene al respecto:

Se ha criticado repetidamente, y se sigue criticando, las versiones modernizadas de los textos romances aljamiado-árabes que se llevaron a cabo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX por parte de autores como Gayangos o Guillén. Si se les aplica el criterio de las ediciones científicas, estas versiones quedan evidentemente muy mal paradas, pero creemos que no es del todo apropiado aplicarles estos criterios, pues en ningún momento el fin que se proponen Guillén o Gayangos es el de realizar ediciones científicas, sino el de dar versiones del contenido que sean fáciles de leer y puedan llegar a un público lo más amplio posible

. (Casassas 2011:186)

En todo caso, y en lo referente al sistema de transcripción de Guillén, no adoptado por los investigadores actuales, queríamos señalar la brillante defensa de Harvey, quien propone un nuevo método simplificado que guarda en cierta medida la fórmula utilizada por Guillén.

De igual modo, delatamos la innata incapacidad de Guillén Robles de liberarse de la piel cristiana en su trato del manuscrito aljamiado-morisco. Pues, en primer lugar, su clasificación de los cuentos no responde a ningún criterio científico. Su único afán era empezar con la historia de Jesús “

por la veneración que merece nuestro Redentor

” (Guillén 1885:12).

En segundo lugar, tras verificar textos paralelos a las leyendas que el arabista ha transcrito nos hemos dado cuenta del gran daño que ha causado a las narraciones proféticas aljamiado-moriscas. Pues, ha suprimido las frecuentes deprecaciones islámicas que siguen a los nombres de Dios, del profeta Muhammed, y otros personajes musulmanes. De igual modo, ha sustituido las fórmulas islámicas de los nombres de los profetas y otros personajes por fórmulas cristianas.

A modo de ejemplo, ha sustituido Iça por Jesús, Mariam por María, Xibril por Gabriel, Achaytan por Satanás. Estos nombres cuyo original árabe fue guardado por los moriscos para respetar la palabra del Corán han sido distorsionados sin advertencia ninguna por parte de Guillén (1885). Por lo cual, sería difícil considerar su obra Leyendas Moriscas como referencia para estudiar los cuentos moriscos.

En cuanto a la obra de Gil y sus dos discípulos Ribera y Sánchez de Gil, cabe detenerse en tres aspectos de suma relevancia. En primer lugar, a pesar del sistema litográfico utilizado por el autor para editar manuscritos aljamiado-moriscos, teniendo así el mérito de conservar la letra de los moriscos, pues, tal sistema no responde a criterios científicos, sino más bien a necesidades puramente materiales, o sea, la falta de recursos: “

Nos hubiera sido imposible hacerlo impreso por no tener las imprentas de la localidad tipos arábigos

” (Gil, Ribera y Sánchez de Gil 1888:IX).

Sin embargo, esto no era el único obstáculo al que tuvo que enfrentarse el autor. Hubiera sido relevante incluir un glosario de voces arábigas; lo cual, por el carácter divulgativo del libro, le fue imposible al autor, ya que, “

hubiera resultado voluminoso y algo más caro, obstáculo este no pequeño para su divulgación

” (Gil, Ribera & Sánchez de Gil 1888:IX).

En segundo lugar, la ordenación sistemática de los textos tampoco responde a criterios científicos, su único afán era alimentar los caprichos de los lectores, empezando así por los textos que resultan más exóticos.

En tercer lugar, el autor ha dejado claro su falta de neutralidad, una característica muy divulgada ante sus contemporáneos: “

Los capítulos que siguen (…) han sido tomados de un manuscrito de Astrología Judiciaria, Adivinación por suerte, etc., en que se escriben multitud de ridículas supersticiones

” (Gil, Ribera y Sánchez de Gil 1888:IX). Las descripciones poco neutras de Gil no han sido acompañadas de criterios científicos ni argumentos contundentes que apoyen su tesis.

En resumidas cuentas, podemos decir que esta etapa se caracteriza por la divulgación de un gran número de manuscritos. Estos despertaron el interés de la siguiente generación de investigadores. Una generación más sofisticada y armada con los mecanismos de la investigación científica cuyo fin ha sido alumbrar otros aspectos de la vida de los moriscos.

LA ESCUELA NACIONALISTA: FUNDANDO EL COLONIALISMO

La escuela nacionalista española trató los estudios moriscos desde ángulos relacionados con la esencia, identidad y personalidad españolas. Esta escuela se dividió en dos partes: los conservadores y los liberales. Los primeros eran favorables a la expulsión de los moriscos. Y los segundos, partidarios de la asimilación de los moriscos como parte inseparable de la historia de España.

Pese a la enorme diferencia entre las dos tendencias del nacionalismo español y los criterios adoptados en sus estudios moriscos, tanto los liberales como los conservadores comparten el hecho de llevar a cabo un proceso de extranjerización del Otro. Al respecto, el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, José María Perceval, mantiene:

Para subir este escalón en la exclusión del ‘otro’, se ha realizado un proceso de extrañamiento/extranjerización del habitante ‘natural’ de los antiguos territorios de al-Ándalus que es considerado un ocupante ilegítimo en un territorio que no es el suyo. Esta noción va unida a la imposición del término ideológico de ‘Reconquista’ que ha continuado hasta la actualidad en los textos de la historiografía a pesar de su carácter anticientífico. El término ‘reconquista’ debe ser eliminado de cualquier texto académico ya que su utilización implica este reconocimiento de la extranjerización de los habitantes ‘naturales’ de al-Ándalus y la concesión a sus conquistadores del estatuto de propietarios legítimos del territorio sobre el que migran de forma violenta

. (Perceval 2012:10)

Con estas palabras, Perceval se opone al término Reconquista, ampliamente usado por los autores nacionalistas del siglo XIX. Estas son sus razones: este término pretende en primer lugar crear una barrera invisible entre el Yo (español) y el Otro (el morisco). Se trata de un proceso de extranjerización inoportuno en el trato de los moriscos, siendo estos, en verdad, los habitantes autóctonos de las tierras del Ándalus. Para explicar la inadecuación del término, Perceval argumenta:

En el contexto de los historiadores nacionalistas españoles del siglo XIX, el pasado árabo/musulmán se construye como un paréntesis en la construcción nacional (de ahí la imposición definitiva del término ideológico ‘reconquista’), un lapsus en el proceso que lleva del origen greco-romano-visigodo a la modernidad

.

A pesar de que los romanos y los visigodos son tan conquistadores de la península ibérica como las fuerzas de Tariq, sólo estas tropas serán consideradas extranjeras a la supuesta y eterna identidad nacional. Al-Ándalus se presenta como una alteración, una aberración, que apartó a España de su normal historia dentro del mundo occidental (solucionada mediante la reconquista)

. (Perceval 2012:11)

Según el autor, el uso del término Reconquista supuso una barrera enorme que separó España de una parte importante de su historia nacional. La Reconquista, a decir verdad, no deja de ser una mera guerra civil entre los dos bandos de conflicto. Asimismo, el autor plantea problemáticas de identidad que siguen siendo sin respuestas no solo por parte de la escuela nacionalista, sino también, por parte de las corrientes intelectuales postnacionalistas.

Pese a que los romanos y visigodos han sido también, y según esta lógica nacionalista, fuerzas colonizadoras ¿Por qué la historiografía española, la nacionalista en particular, los han admitido en el seno de la identidad española, mientras tanto, consideraba a las fuerzas de Tarik Ibn Ziyad como extrañas e intrusas? Es esta una pregunta para reflexionar.

Este punto ha sido debidamente criticado por la profesora El Heziti. Pretende que el manuscrito aljamiado-morisco surgió como primera y precursora réplica decolonial musulmana en la proto-modernidad (S. XV-XVI); esto es, en los momentos constitutivo-fundadores de la colonialidad.

La terminología usada por parte de la moriscología española agrava aún más la crisis morisca. En primer lugar, El Heziti señala que el campo de los moriscos y su legado necesita una revisión terminológica firme. Esto es, dejar de referirse a los moriscos como minoría extraña a la identidad española.

En segundo lugar, reclama una metodología otra, una perspectiva que no pretende la mera utilización del manuscrito aljamiado-morisco como objeto de laboratorio para sustraer rasgos lingüísticos de la evolución del castellano. Para El Heziti, el manuscrito aljamiado-morisco representa una oportunidad para reconciliarse con el pasado y admitir los errores cometidos contra los moriscos y su legado con miras a abrir un diálogo de civilizaciones más justo. Solo así, dejamos atrás las perspectivas coloniales que tanto han perjudicado la investigación científica en temas de los moriscos y su legado (El Heziti 2009:178).

Resumiendo, podemos decir que la escuela nacionalista contribuyó al enriquecimiento de los estudios moriscos. Su tema central era la expulsión de los moriscos no solo en términos físicos, aludiendo aquí al drama de la liquidación étnica de 1609, sino también desde ángulos morales, relacionados con la expulsión o la inclusión de los moriscos en la identidad nacional española.

Esta etapa se caracteriza por el comienzo de la ideologización de la cuestión morisca, mediante metodologías que superan el mero hecho de la divulgación, y que rozan la investigación científica metodológica. Durante esta etapa, se inventó el término Reconquista, que, pese a su morfología demasiado conflictiva, ganó terreno, no solo en la historiografía española, sino se extendió a los tratados árabes consciente o inconscientemente.

El fin de la etapa nacionalista no supuso el cierre total de los instintos nacionalistas. Pues, hasta hoy en día, sería difícil encontrar un tratado que habla de la historia del Ándalus sin la utilización de los términos de extranjerización como frutos de la herencia incómoda de la etapa nacionalista.

CONCLUSIONES

Después de haber citado, del siglo XIX hasta la etapa nacionalista, y desde un punto de vista crítico, el avance de la historiografía española en materia de los moriscos en general, y el aljamiado en particular, como dos disciplinas inseparables, no parece oportuno cerrar este artículo sin mencionar la gran necesidad de redirigir los estudios aljamiados hacia una perspectiva Otra, tal como ha sido elaborado por el pensamiento crítico decolonial latinoamericano.

El tema del Ándalus en general, y los moriscos en particular, tratado como disciplina y estudiado desde enfoques con terminología renovada y no sin cierta perspectiva filosófica decolonial, promete un futuro mejor en el que sería posible reconsiderar y redefinir esta parcela histórica independientemente de la herencia impuesta por parte de los primeros moriscólogos españoles; que no hicieron más que excluir física y moralmente el morisco de su ambiente natural Al-Ándalus y de su religión madre, el islam.

La historiografía sobre los moriscos debe pasar a una etapa de madurez y crecimiento, en particular, en lo que atañe a la metodología con el uso de un nuevo enfoque interdisciplinar y transversal.

Así, se resumen las principales conclusiones en los siguientes puntos: La escuela fundadora desempeñó un papel de suma importancia en la divulgación del manuscrito aljamiado-morisco. Gracias a sus avatares, llegamos a conocer este legado y sus principales temas. Sin embargo, esta labor de divulgación no ha sido acompañada con la exactitud requerida en las tareas de transcripción y edición de los manuscritos de los siglos XV y XVI. En esta etapa no podemos hablar de una tendencia intelectual clara a parte de la tarea de divulgación.

Uno de los principales fallos de esta escuela consiste en pretender conocer la práctica de los rituales del islam de los moriscos a partir de los documentos inquisitoriales. La inquisición busca condenar más que decir la verdad. El resultado de estos era transmitir una imagen caricaturizada y falsificada del islam de los moriscos.

Varios de los investigadores de la etapa fundadora han sido curas, muy influenciados por el cristianismo. De hecho, insuflaron una gran dosis de cristiandad en detrimento de un método científico.

Esta anomalía ha sido corregida con el brote de la escuela nacionalista. Pues, sentaron las bases de una tendencia intelectual que busca tratar los moriscos y su legado desde un punto de vista metódico. Sin embargo, hubo discordias y se dividieron en dos bandos. El primero se constituía de los conservadores, eran favorables a la expulsión de los moriscos.

Los liberales formaban el segundo clan. Estos eran partidarios de la asimilación de los moriscos como parte inseparable de la historia de España. Su tema central era la expulsión de los moriscos no solo en términos físicos, aludiendo aquí al drama de la liquidación étnica de 1609, sino también desde ángulos morales relacionados con la expulsión o la inclusión de los moriscos en la identidad nacional española.

Esta etapa se caracteriza por el comienzo de la ideologización de la cuestión morisca, mediante metodologías que superan el mero hecho de la divulgación y que rozan la investigación científica metodológica. Esto abrirá paso a nuevas escuelas más sofisticadas a nivel de investigación científica, a saber, la escuela moderna y la escuela contemporánea, y que de hecho son objeto de investigación en otro artículo de investigación pendiente de publicación

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Recibido: 22 de Marzo de 2020; Aprobado: 05 de Julio de 2020

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