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Revista Chakiñan de Ciencias Sociales y Humanidades

versión On-line ISSN 2550-6722

Revista Chakiñan  no.13 Riobamba ene./abr. 2021

https://doi.org/10.37135/chk.002.13.02 

Artículo de investigación

TIPOLOGÍA DEL GREMIO PERIODÍSTICO DE BAJA CALIFORNIA: UN ACERCAMIENTO DESDE LAS PERCEPCIONES DE SUS MIEMBROS

JOURNALISTIC GUILD TYPOLOGY OF BAJA CALIFORNIA: APPROACH FROM MEMBERS PERCEPTIONS

Diana Denisse Merchant1 
http://orcid.org/0000-0001-6795-4659

1Universidad Autónoma de Baja California, Tijuana, Baja California, México, diana.merchant@uabc.edu.mx


RESUMEN

El presente artículo tiene por objetivo identificar una tipología del gremio periodístico de Baja California, a fin de plantearla como una mediación subjetiva en el desarrollo de la práctica profesional de los periodistas. Se realizaron 37 entrevistas en profundidad a periodistas del estado de Baja California. Además, se aplicó una técnica de asociación libre mediante el análisis pile sorting. Se encontraron tres tipos de periodistas: periodista crítico, periodista enlace gobierno-sociedad y periodista indiferente. Se concluye que la tipología propuesta tiene calidad de dinámica, lo que significa que hay una simultaneidad de tipos entre los que se mueven los periodistas del gremio, situación que genera prácticas espontáneas que varían de acuerdo con ideas y sentimientos que se generan en circunstancias específicas.

PALABRAS CLAVE: Periodistas; periodismo; actitudes; creencias

ABSTRACT

The objective of this article is to generate a typology of the journalistic guild in Baja California, Mexico in order to present as a subjective mediation in the development of journalists´ professional practice. Thirty-seven in-depth interviews were implemented to journalists from the state of Baja California and a free association technique was applied using the pile sorting analysis. Three types of journalists were found: the critical journalist, the government-society liaison journalist, and the indifferent journalist. This article concludes that the proposed typology is dynamic, which means, there is a simultaneity of types of journalists, that journalists adopt within the guild. This situation generates spontaneous journalistic practices that change according to ideas and feelings that appear in specific circumstances.

KEYWORDS: Journalism; journalists; attitudes; beliefs

INTRODUCCIÓN

¿Quiénes son los periodistas que nos mantienen informados? Es la pregunta que surge después de ver, leer o escuchar las noticias. Más allá de conocer sus nombres, seguir sus trayectorias en televisión, radio o medios sociales, y conocer que en México asesinan y agreden a los periodistas debido a su profesión, hay poca información regional sobre los roles profesionales de los periodistas desde sus propias percepciones.

Si bien, hay una larga tradición estadounidense en el estudio de los roles, actitudes y modelos profesionales, con estudios clásicos como los de Cohen (1963), Gieber (1968), Johnstone, Slawski & Bowman (1976), Weaver & Wilhoit (1991), en México solo se cuenta con los hallazgos de la encuesta internacional Worlds of Journalism que han trabajado investigadoras como Márquez-Ramírez y Hughes (2017); y aún con este importante avance no se han generado suficientes datos por regiones.

En Baja California, desde el nacimiento del primer periódico a finales del siglo XIX hasta la actualidad han existido perfiles de periodistas que han presentado cambios específicos de acuerdo con los contextos en los que desarrollan la práctica. En la actualidad, se observa un gremio periodístico diverso en el que conviven varias generaciones de periodistas con diferentes maneras de percibirse a sí mismos, de entender y realizar la práctica periodística; así como una infinidad de estrategias para enfrentarse al contexto de precariedad, negociación de poder y agresiones invisibles que caracterizan al mundo periodístico estatal.

Con base en la teoría de los fenómenos representativos, conocida comúnmente como teoría de las representaciones sociales, este artículo de investigación se centra en entender cuáles son las ideas, juicios y valores que tienen los periodistas de sí mismos y a través de qué prácticas profesionales y no profesionales se representan dichos elementos. Al final del texto se plantea una tipología del gremio periodístico de Baja California a fin de explicar la articulación entre las representaciones de sí mismos de los periodistas y las prácticas cotidianas que realizan para el ejercicio de la profesión.

TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES

El periodista de Baja California es un actor social dinámico que ha construido a través del tiempo diversas maneras de verse a sí mismo y ver a los otros miembros del gremio. Estas creencias sobre sí mismo le son útiles para entenderse, sentirse parte de un campo periodístico y generar una práctica periodística. Mediante estas ideas de sí mismo construye su realidad gremial y su lugar en el mundo como profesional.

Sin embargo, el planteamiento de este artículo no ignora que existen estructuras sociales, económicas y culturales organizadas en las que los periodistas están insertos, mismas que han creado convenciones de la práctica periodística, de lo que debe ser dicha práctica y los periodistas.

Con el objetivo de entender quiénes son los periodistas de Baja California y cómo equilibran las dimensiones subjetiva y objetiva estructural en el desarrollo de la práctica periodística, se recurre a la teoría de las representaciones sociales. Esta perspectiva teórica permite realizar articulaciones entre ambas dimensiones, pues argumenta que los actores sociales actúan con base en ideas abstractas que se generan a partir de la experiencia vivida.

La teoría de las representaciones sociales (TRS) fue desarrollada a partir del concepto de representación social. Desde esta propuesta inicia una corriente de estudios sociales que combinan lo social con elementos de los procesos cognitivos, lo simbólico, individual. La TRS permite entender cómo los actores sociales comprenden el mundo en el que viven, cómo construyen su realidad, pero, sobre todo, cómo se articula lo social e individual al momento de actuar. En ese sentido, hay en esta teoría un interés por analizar el surgimiento de la acción relacionada con las ideas y valores que los sujetos elaboran de los objetos, situaciones, personas o de sí mismos.

La TRS ha fundado tres perspectivas: 1) La escuela procesual o antropológica, 2) La escuela de Aix-en Provence enfocada en la organización estructural de las representaciones y 3) La escuela de Ginebra enfocada en las condiciones de producción y circulación de las representaciones sociales (Urbina y Ovalles 2018). Es interés de este texto considerar elementos de las tres corrientes con el objetivo de complementar una mirada teórico-metodológica para analizar las ideas que los periodistas tienen de sí mismos, de su gremio y los elementos de las representaciones que contribuyen a generar prácticas profesionales específicas.

El concepto de representaciones sociales surge del de representaciones colectivas, propuesto por Durkheim en 1898 (2006). Este último planteaba que las representaciones colectivas eran poderes coercitivos en los sujetos, diferenciando a los hábitos individuales de los hechos sociales. Las representaciones colectivas, como ideas creadas en colectividad, obligaban a los sujetos a actuar de cierta manera.

Con la definición de las representaciones colectivas como punto de partida, Moscovici (1979) introduce la noción de representaciones sociales, entendida como un tipo de conocimiento que le permite al individuo comunicarse y comportarse ante el mundo; como un “corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas (…) que hacen inteligible la realidad física y social” (Moscovici 1979:107). Es decir, el planteamiento de Moscovici sugiere que las representaciones sociales son conocimiento de sentido común que se recolecta socialmente por los actores sociales y se interioriza a través de los procesos cognitivos.

Para Jodelet (2018) el concepto de representaciones sociales cuenta actualmente con diversos consensos entre la comunidad científica de las ciencias sociales:

Las representaciones conciernen el saber de sentido común, puesto en obra de la experiencia cotidiana; se trata de programas de percepción, construcciones con estatus de teoría naif, que sirven de guía de acción y de grilla de lectura de la realidad; se trata de sistemas de significaciones que permiten interpretar el curso de los acontecimientos y las relaciones sociales; expresan la relación que los individuos y los grupos mantienen con su modo de vida y con los otros actores sociales; son forjadas en la interacción y en el contacto con los discursos que circulan en el espacio público; están inscritas en el lenguaje y en las prácticas y funcionan como un lenguaje, en razón de su función simbólica y de los marcos que proveen para codificar y categorizar lo que puebla el universo de vida

. (Jodelet 2018:5)

Para Abric las representaciones sociales son organizaciones significantes que se generan al estar en contacto con “

factores más generales que rebasan la situación misma: contexto social ideológico, lugar del individuo en la organización social, historia del individuo y del grupo

” (Abric 2001:13).

En esta línea, Giménez (1997) ubica a las representaciones sociales como parte de la cultura interiorizada y como representación flexible, simultáneamente estática, de una identidad que es perdurable a través del tiempo. Con este argumento, el autor plantea que las representaciones sociales son parte de las identidades. Les otorga la cualidad de adaptación al entorno, de reestructurarse “sin dejar de ser las mismas” (Giménez 1997:9) y establece un acercamiento a los círculos que intervienen en la conformación de las representaciones: pertenencia social, atributos personales y narrativa biográfica.

ORGANIZACIÓN ESTRUCTURAL Y MATERIALIZACIÓN DE LAS REPRESENTACIONES

En cuanto a su organización estructural, las representaciones sociales guardan el componente significativo en su núcleo central. Esta teoría, sostenida por el grupo dirigido por la escuela francesa, plantea que a partir del núcleo duro se estructuran los elementos llamados periféricos. Estos actúan como apoyo en la creación del significado, pero también para almacenar en sí pequeños cambios de sentido, según las circunstancias.

Los elementos periféricos permiten que las representaciones se muevan lentamente, que sean flexibles y estáticas; permiten que el actor social actúe libremente a pesar de las estructuraciones sistemáticas. Por otra parte, el núcleo central es la parte dura que guarda ideas, juicios y valoraciones establecidas; y permite estabilidad de la práctica social de los actores, de acuerdo con circunstancias específicas.

Por ejemplo, el tener que ser un periodista comprometido con la información, está establecido socialmente a partir de convenciones y podría ser parte del núcleo duro de una representación, es decir, la parte que difícilmente se mueve y que se escoge ser de entre otras, al presentarse circunstancias específicas. De la misma manera, alrededor de ese mismo núcleo duro de compromiso se estructuran los elementos periféricos que influyen en dichas circunstancias. Un conjunto de ideas organizadas, por ejemplo, que no alcanza el tiempo, que hace mucho calor, o pensar que el compromiso abre puertas, entre otras, pueden volverse ideas fuertes con el paso del tiempo, dependiendo de las interacciones que tenga el periodista con otros periodistas, sus fuentes o sus jefes de información.

Desde una perspectiva cualitativa Rodríguez (2007) plantea que los contenidos de las representaciones sociales se organizan en hegemónicos, emancipados o polémicos:

Los contenidos hegemónicos son colectivamente compartidos (probablemente a nivel macro social), legítimos y menos susceptibles a discusión social (…), los contenidos emancipados (o también podrían llamarse normativos o grupales) se refieren a creencias y valores que sostienen grupos sociales específicos, compartidas en la escala del grupo social en un momento dado (…) y los contenidos polémicos son aquellos que son discutidos abiertamente dentro de un grupo social

. (Rodríguez 2007:178)

Al realizar una relación entre las propuestas de la escuela francesa y la escuela mexicana de las representaciones sociales, a la que pertenece Rodríguez, se puede establecer que el concepto de núcleo duro es equiparable a los contenidos hegemónicos y emancipados, mientras que el concepto de elementos periféricos es equiparable al de contenido polémico.

AUTORREPRESENTACIONES COMO GUÍAS DE LA ACCIÓN

Este artículo propone el concepto de autorrepresentación a fin de entender teóricamente las percepciones que los actores sociales tienen de sí mismos y la manera en cómo estas ideas se develan ante los otros, es decir, cómo se representan a sí mismos.

Las autorrepresentaciones se insertan en el concepto de representaciones sociales de la escuela antropológica de la TRS. Son imágenes, ideas, asociaciones cargadas de significados que los periodistas tienen de sí mismos. Son herramientas mentales (Jodelet 2018) que dan significado a la realidad mediante el discurso y la práctica. Las autorrepresentaciones se construyen a partir de las dimensiones revisadas anteriormente en Giménez (1997), es decir, a partir de las interacciones que el actor social tiene con otros actores sociales.

En esta investigación se parte de que las autorrepresentaciones son guías para la acción (Abric 2001) porque de acuerdo con ideas y percepciones que se tengan de una realidad se tendrán las herramientas para actuar de una manera u otra. Entenderlas como guías evita constreñir una determinada acción a una autorrepresentación, tal como si se estuviera hablando de causa- efecto. Lo social es impredecible, por ello es poco posible que una práctica sea totalmente un producto de las autorrepresentaciones, aunque existirán algunos casos en que sí suceda.

Entender que existen matices en estos procesos permite olvidar la posición causa- efecto, asimismo recordar que las autorrepresentaciones sociales son sistemas de conocimiento jerarquizado, y que esta organización interna interfiere en lo que suceda con la acción que desarrollan los actores sociales.

METODOLOGÍA

En este artículo de investigación se propone una metodología complementaria de recolección de datos. Para tal propósito se aplicaron dos técnicas: la entrevista en profundidad y la asociación libre. La primera técnica es utilizada mayormente por el enfoque procesual-antropológico (Jodelet 2018; Rodríguez 2007) y la segunda técnica es utilizada por la escuela francesa (Abric 2001). Ambas técnicas se aplicaron con el objetivo de recolectar datos acerca de los procesos de configuración y organización estructural de las autorrepresentaciones de los periodistas.

Previo a la elección de los sujetos, el investigador realizó una inmersión en el campo periodístico de Baja California, es decir, se realizaron acercamientos y observaciones directas a los periodistas durante sus rutinas laborales diarias en redacciones y visitas a conferencias de prensa en Mexicali, Tijuana y Ensenada; tres ciudades que concentran la mayor cantidad de periodistas. Estas visitas de observación generaron confianza entre algunos de los periodistas y el investigador. A pesar de la riqueza de las observaciones no se buscó realizar un registro etnográfico.

Posteriormente se realizó un muestreo de diseño secuencial, de tipo bola de nieve. Con base en este se entrevistaron a 37 de un total de 438 periodistas de los cinco municipios de Baja California, según la base de datos de la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Baja California (N. Rivera, comunicación personal, 3 de julio, 2020).

Lo anterior significa que se identificaron los casos de interés a partir de la recomendación de los periodistas del gremio. El muestreo secuencial se combinó con un muestreo teórico, pues la selección de los periodistas también atendió al planteamiento de Giménez (1997) de que las autorrepresentaciones, es decir, las representaciones de una identidad se encuentran en tres círculos: 1) la narrativa biográfica, 2) los atributos personales, y 3) la pertenencia social, tal y como se aprecia en la Figura 1.

Las categorías que se consideraron en estos círculos fueron:

  • Edad: dentro del rango de 22 a 60 años.

  • Género: femenino o masculino.

  • Fuentes: política, gubernamental, salud y educación.

  • Experiencia profesional: dentro del rango de dos a más de 20 años de experiencia.

  • Formación académica: sin formación académica, formación académica en otras áreas, formación académica en Periodismo o Ciencias de la Comunicación.

  • Estado civil: solteros y casados.

  • Trayectoria en medios de comunicación: haber participado en dos o más medios de distinto tipo a lo largo de la trayectoria profesional.

  • Valores del periodista ideal: capacidad de reconocimiento del profesional ideal.

  • Relación con sus colegas e ideas de sí mismo: capacidad de reconocimiento de sus prácticas profesionales e ideas de sí mismo y de los colegas.

Fuente: Elaboración propia con base en el planteamiento de representaciones de la identidad de Giménez (1997)

Figura 1: Categorías de análisis 

Aunque este trabajo no intenta introducirse en el descubrimiento de las identidades profesionales de los periodistas, este acercamiento es útil porque proporciona las categorías donde se puede explorar directamente y conseguir datos significativos, mediante entrevistas semiestructuradas.

Por otra parte, se utilizó la técnica de asociación libre con el objetivo de triangular los datos recolectados en las entrevistas y darles soporte. La técnica de asociación libre consistió en hablar sobre ser periodista e ideas sobre sí mismo, con el objetivo de que el periodista entrevistado asociara todas las ideas, juicios y valores que pudiera pensar en el momento de la entrevista. Se les proporcionó a los periodistas cartoncillos en blanco y plumones para que escribieran la lluvia de ideas, que luego fueron organizadas en grupos de similitud, mediante un pile sorting.

Lo que se buscó con esta última técnica fue que el entrevistado explicara por qué organizó de esa manera los datos, encontrando así qué es lo que le parece más importante y menos importante, es decir, los contenidos en sus autorrepresentaciones. Con ambas técnicas se definieron los contenidos duros o núcleos duros, los contenidos emancipados y los contenidos periféricos o contenidos polémicos.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El concepto de periodismo se puede entender desde dos perspectivas teóricas. Las teorías normativas (Siebert, Peterson & Schramm 1956; McQuail 1994), que indican cómo debe comportarse la prensa y los periodistas; y las investigaciones sobre prensa-poder (Sigal 1978; Hallin & Mancini 2004; Casero 2008) que analizan cómo se comporta la prensa en relación al poder. Ambas en el marco de una sociedad democrática.

Las teorías normativas sugieren que la prensa debería comportarse, ser o actuar de cierta manera en los espacios públicos. También pueden ser entendidas como lineamientos a seguir de acuerdo con valores sociales por alcanzar (Martínez 2006). En este sentido, el periodismo que se desarrolla en una sociedad democrática debería velar por la libertad de expresión, información y responsabilidad social; y con su desarrollo, convertirse en un actor activo para el mejoramiento del entorno.

El actor activo, como ideal del periodismo en una sociedad democrática, se torna complejo en la realidad contemporánea. A pesar de que la prensa debería velar por sus ideales profesionales, ciertos actores y estructuras le imposibilitan llevar a cabo un proceso normativo.

Para explicar las causas diversas por las que el periodismo no puede cumplir el ideal esperado se han establecido los análisis sobre prensa-poder. Estos describen modelos de relación en los que el periodismo desempeña diversas prácticas profesionales. Por ejemplo, los de Casero (2008) son cinco: 1) Relación de adversarios, donde el periodismo es un cuarto poder, 2) Relación colateral, en la que el periodismo es un portavoz de puntos de vista similares al poder, 3) Relación de competidores, en la que la que el periodismo se comporta como actor político (Borrat 1989), 4) Relación de intercambio, en la que el periodismo depende del poder y 5) Relación de negociación constante, en la que el periodismo es independiente del poder.

La relación con el poder es una de las variables que influyen en las prácticas periodísticas profesionales. Los ideales por alcanzar versus las condiciones en las que se desarrolla el periodismo generan una disputa entre las concepciones que los periodistas entrevistados tienen de sí mismos y de sus colegas.

En estos términos, uno de los primeros hallazgos de esta investigación fue la distinción entre ser periodista y ser reportero. En el gremio periodístico de Baja California los periodistas se auto-nombran reporteros, aunque existen los que hacen una distinción entre las prácticas profesionales de los periodistas y los reporteros.

De acuerdo con los reporteros entrevistados que distinguen entre ambos tipos de profesionales, el periodista realiza prácticas de reflexión e investigación, simultáneo a reportar y redactar las noticias. El periodista indaga, evalúa los hechos noticiables y es consciente de los problemas sociales actuales; distingue temas para trabajar y los defiende ante sus editores y jefes de información.

Por otro lado, el reportero fue descrito por los entrevistados como aquel profesional que recolecta la información y la escribe a prisa, sin aplicar demasiada reflexión, investigar sobre el contexto o las implicaciones profundas de las problemáticas sociales.

En suma, los periodistas entrevistados encuentran diferencias entre las prácticas que realizan sus colegas de gremio y las clasifican en dos tipos: 1) Buenas prácticas o prácticas para alcanzar la calidad periodística, y 2) Malas prácticas o prácticas que denotan al periodismo realizado en Baja California. Los periodistas baja-californianos entrevistados para esta investigación también clasificaron los tipos de periodistas que existen en el gremio en relación con las prácticas que observan en otros periodistas.

Dicha clasificación distingue tres tipos: el periodista crítico, periodista enlace con la sociedad (semejante a la definición de reportero que describieron los periodistas entrevistados) y periodista indiferente. Este trío de tipos se relaciona claramente con las tipologías clásicas provenientes de la literatura estadounidense sobre roles y actitudes en el periodismo y modelos profesionales (Cohen 1963; Gieber 1968; Johnstone, Slawski & Bowman 1976; Weaver & Wilhoit 1991) (Merchant 2017:129), con otros trabajos latinoamericanos (Mellado 2014; Mellado, Márquez, Mick, Oller Alonso & Olivera 2017; Moreira & Oller Alonso 2018) y, sobre todo, los análisis de la encuesta Worlds of Journalism que ha incluido desde el 2006 a periodistas mexicanos. De esta encuesta mundial surge la investigación de Márquez-Ramírez y Hughes (2017) sobre los perfiles demográficos, laborales y profesionales de los periodistas en México; resultados relevantes en el área.

Los hallazgos de Cohen (1963) indican dos tipos de periodistas: el periodista participante, que desarrolla un papel activo-vigilante de los sistemas económicos, políticos y sociales; y el periodista observador neutral, que apuesta por la fidelidad de la información, escribiendo los hechos tal cual son observados, haciendo reminiscencia a una suerte de positivismo periodístico.

La tipología de Cohen es una base importante para clasificaciones posteriores que surgieron en la literatura. Gieber (1968) planteó una tipología conformada por cuatro tipos de periodistas: a) el projective (descriptivo) (el intelectual y el natural), b) el introjective (introyectado o incorporado) (el creativo y el poderoso), c) el encubierto (el perplejo y el cínico) y d) el pasivo (el fracasado y el súper ético) (Humanes 2003).

Johnstone, Slawski & Bowman (1976) fueron más allá de las tipologías y midieron actitudes y roles de acuerdo con ocho categorías relacionadas con las prácticas más comunes de la profesión. Según estos autores, estas prácticas son: investigar declaraciones, interpretar problemas complejos, ofrecer información al público lo más rápido posible, verificar noticias, y ofrecer entretenimiento y relajación al público.

Posterior a este estudio, otras investigaciones analizaron variables como educación, experiencia, edad, organización en la que trabaja el periodista, residencia e integración profesional. Weaver y Wilhoit (1991) encontraron tres tipos de periodistas: a) adversario, oposición a los poderes políticos y económicos; b) difusor, que ofrece información de manera rápida y elimina lo no verificable; d) el movilizador-populista y el intérprete.

En esta década, el estudio de Márquez-Ramírez y Hughes (2017) analizó cuantitativamente 25 prácticas periodísticas. Encontraron cuatro roles de profesionales en México: Agente crítico de cambio, Vigilante, Consumo populista y Propagandista (Márquez-Ramírez y Hughes 2017:118). Las autoras concluyen que estas variables conforman una cultura periodística híbrida.

La tipología del gremio periodístico de Baja California que se presenta a continuación tiene similitudes con las anteriores presentadas.

PERIODISTA CRÍTICO

El periodista crítico de Baja California se caracteriza por demostrar un bajo nivel de miedo ante las represalias que puedan emitir los grupos de poder. Al mismo tiempo, genera una resistencia ante la información oficial, ya sea que provenga de gobierno, empresarios o políticos. Se les reconoce por expresar una actitud retadora frente a las relaciones prensa-poder.

Por ejemplo, R. Castellanos la mayor parte del tiempo no se sentía un periodista muy crítico, pero se asumía como tal. Comentó: “No me quedaba callado, nunca me ha dado miedo preguntar. Yo creo que eso es algo muy importante porque a mí sí me imponían los gobiernos;” (R. Castellanos, comunicación personal, 23 de enero, 2019).

De igual manera, M. Valdés contó: “Nosotros debemos enfrentarnos a toda esa demagogia, a todo ese rollo, a todas esas mentiras que a veces dicen, porque nosotros estamos viendo lo que está pasando” (M. Valdés, comunicación personal, 15 enero, 2019).

“La mayoría del tiempo, el periodista crítico se siente motivado por su trabajo para alcanzar prestigio profesional, alcance en la sociedad y un alto impacto político” (Merchant 2017:133). Reflexionar sobre los problemas de su entorno y vigilar las prácticas políticas de los gobiernos y otros grupos con poder en la sociedad es una práctica constante. Como ejemplo se encuentra el periodista C. López (comunicación personal, 7 de marzo, 2019), periodista que contó que algunos gobiernos, inclusive sus compañeros, lo “tachan de rojillo”.

Este término es utilizado por el gremio periodístico de Baja California para nombrar a periodistas que cuestionan a los funcionarios públicos y que tienen prácticas de resistencia a los discursos oficiales.

El periodista crítico se mantiene alejado de la venta de noticias (chayote) y otras las prácticas interpretadas como corrupción. Se mantiene astuto y pensativo; y preferentemente, elabora reportajes de investigación.

Un periodista crítico busca la libertad de expresión. Verifica su información y se apega a una versión noticiosa que refleje diversas opiniones acerca de un hecho. Para el periodista crítico lo anterior es el significado de la objetividad de la noticia; y está el medio para mejorar la sociedad.

Tienen un nivel bajo de conformismo. En ese sentido, M. Valdés cuenta algunas de las razones por las cuales se genera: “cuando se hacen entrevistas, que en ocasiones nos queda, así como una duda, pero no sé si por flojera, nos conformamos con lo que nos dicen, no abundamos más” (M. Valdés, comunicación personal, 15 de enero, 2019).

Los periodistas críticos desarrollan temas relacionados con los gobiernos, con la salud y la educación. A pesar de la censura que surge constantemente en el oficio, el periodista crítico diseña estrategias para publicar información que le ha sido censurada por el periódico para el que trabaja.

De la misma manera que identifica la censura y trata de evadirla, el periodista crítico reconoce la interferencia de los acuerdos clientelistas y publicitarios, que sus periódicos tienen con los grupos de poder, en la publicación de ciertas noticias. Ante esto, diseña blogs, publica información en otros seminarios y periódicos, y señala de manera pública a quienes intentaron censurar las noticias. Todas las anteriores pueden ser nombradas: estrategias para resistir la censura.

La actitud de asumirse como un periodista crítico está fuertemente arraigada en los periodistas con mayor nivel educativo, menor experiencia y más jóvenes de edad; aunque hay periodistas críticos con larga experiencia en el periodismo de Baja California y con la edad de un adulto maduro (30 a 60 años)

. (Merchant 2017:133)

Al realizar el análisis de los rasgos de los periodistas entrevistados, los que más abundan son los rasgos del periodista enlace gobierno-sociedad y el del periodista indiferente.

PERIODISTA ENLACE GOBIERNO-SOCIEDAD

El periodista enlace gobierno-sociedad, o como algunos periodistas lo han referido, el reportero, asume que su labor es la de ser un conducto o mediador para mantener conectados a la sociedad y a las fuentes oficiales, como el gobierno. Para esta tarea su práctica profesional debe ser la de brindar información de la manera más fiel posible. Esto implica repetir lo que sus fuentes le comunican y verificar datos con fuentes oficiales.

Este tipo de periodista asume cierta responsabilidad de lo que publica. Para ejemplificar lo anterior, se encuentra L. Ramos, un periodista que reconoce que a veces publica información de mala calidad. Cuenta:

“No debemosconformarnos con presentar la información así del boletín, sino buscar también; y si no podemos hacer nada más para refrescarla pues ya, de perdida, que no se vea tan peor, buscarle un lado lo más decente posible”

(L. Ramos, comunicación personal, 10 de febrero, 2019).

El periodista enlace busca la libertad de expresión dentro de los límites en los que se desarrolla su trabajo (políticas de la empresa en la que trabaja, censura de sus fuentes o tolerancia de la sociedad).

Tiene un nivel medio de conformismo pues, a diferencia del periodista crítico, desarrolla pocas estrategias para publicar información que le ha sido censurada por el periódico para el que trabaja (Merchant 2017). En ese sentido, L. Ramos también explica lo que ideó al enfrentar una situación de censura de un reportaje:

Yo he tratado de hacer trabajos, como por ejemplo cuando aprobaron el aborto en el DF. Yo estaba haciendo como un serial para pasar todos los días una cápsula sobre ese tema, pero enfocada a la realidad de Baja California (…) hice un chorro de entrevistadera pero al momento de editarlo nadie quiso porque era mucho

. (L. Ramos, comunicación personal, 10 de febrero, 2019)

Asimismo, R. Castellanos cuenta que en ocasiones no hay manera de escapar de las prácticas establecidas en el gremio: “Nada más estás ahí estático en lo que está pasando, en la ‘reacción’ y nada más como el seguimiento de, no estás generando” (R. Castellanos, comunicación personal, 23 de enero, 2019).

El periodista enlace rechaza los actos de corrupción de otros periodistas. Sin embargo, no concibe diferentes formas de relacionarse con sus fuentes, fuera de la negociación, la cortesía, relaciones de amistad y clientelismo (Merchant 2017).

En el tipo de periodista enlace gobierno-sociedad predomina un nivel educativo alto, con experiencia en el sector que oscila en torno a los primeros 10 años de trabajo, con hombres y mujeres solteros y casados.

PERIODISTA INDIFERENTE

El periodista indiferente es el extremo contrario al periodista crítico, es conformista. Se caracteriza por darle poco valor a los problemas sociales, pues se deja llevar por el escándalo más novedoso. Prefiere elaborar noticias de declaración (Márquez 2012; Munive 2016) que reportajes. Sus principales herramientas para conseguir datos son los comunicados de prensa que envían las oficinas de comunicación social a diferencia de otros periodistas que utilizan las herramientas de transparencia o fuentes no oficiales.

Es un periodista que acepta dádivas a cambio de publicar u omitir noticias. En palabras de los periodistas entrevistados, el periodista indiferente: 

Tiene la capacidad para darse cuenta de una noticia, redactarla y el problema es que no lo hace. Tiene esa capacidad de decir ‘oye, esto está mal’ y darse cuenta, pero a lo mejor no lo escriben porque ya tienen otros intereses como quedar bien para ganarse su cheque. (F. Hernández, comunicación personal, 7 de enero, 2019)

Para el periodista indiferente, la responsabilidad profesional, la libertad de expresión y la objetividad son valores democráticos del periodismo que ignora o prefiere ignorar para no profundizar ni comprometerse demasiado con la profesión (Merchant 2017).

El tipo de periodista indiferente generalmente cuenta con una experiencia que rebasa los 25 años de trabajo. Tiene un nivel educativo bajo, aunque también existen dentro de este tipo periodistas con estudios universitarios.

De los periodistas de larga trayectoria, se describe que, 

Desafortunadamente hay un momento en el periodismo en el que les vale madre, o por conservar su chamba no se esfuerzan más, o por los mismos ritmos, no se esfuerzan más. Quieren seis notas, ahí están sus pinches seis notas, pero nada más

. (I. Higuera, comunicación personal, 13 enero, 2019)

En Baja California la mayoría de los periódicos cuentan con periodistas de tipo enlace gobierno-sociedad que, como se comentó durante la descripción de este perfil, construyen noticias que reproducen, sin cuestionar los discursos oficiales.

En otros casos, en su mayoría los periódicos están conformados por periodistas enlace y periodistas indiferentes, situación que entorpece la crítica que debe construirse desde los periódicos y no brinda la información suficiente a los ciudadanos para la toma de decisiones sociales. Estos periódicos tienen, evidentemente, una propensión más alta a las relaciones clientelistas con los actores de los grupos de poder, por lo tanto, tienen una baja credibilidad y una mala posición social entre los ciudadanos.

REPERTORIO DINÁMICO DE AUTORREPRESENTACIONES

La tipología presentada es una referencia para entender cuál es el espectro de los tipos de roles, actitudes y autorepresentaciones profesionales que encarnan los periodistas, pues en el ámbito individual cada actor social puede representar, de manera simultánea, dos o más tipos de periodistas.

Dicha simultaneidad de roles está relacionada la estructura y contenido de las autorrepresentaciones, que como se explicó en el apartado teórico son polémicas, hegemónicas o emancipadas. Además, se debe a circunstancias sociales específicas a las que se enfrentan los periodistas cada día durante el ejercicio periodístico, y obviamente a lo largo del ciclo de su carrera periodística. Los elementos polémicos y emancipados, que responden a ser los más flexibles de las autorrepresentaciones, aparecen circunstancialmente para generar una práctica nueva en el periodista.

De acuerdo con el análisis estructural de las autorrepresentaciones de los periodistas críticos, en la Figura 2 y Figura 3 se muestra que el contenido hegemónico se relaciona principalmente con la idea de ser crítico y con la de ser un factor de cambio para el entorno social.

Sin embargo, hay días o momentos en que el periodista crítico se comporta como conformista debido a diversos factores que parecen irrelevantes como el clima, el miedo o la fuente. Estos contenidos polémicos convierten momentáneamente a los periodistas en conformistas; prácticas que caracterizan al periodista enlace, pero no por ello deja de ser un periodista crítico.

Algunas situaciones estructurales que pueden generar que un periodista crítico se comporte de manera distinta de vez en cuando son la precariedad y la violencia sutil a la que se enfrentan por parte de las empresas noticiosas o grupos fácticos. Por ejemplo, un periodista al que su jefe inmediato le ha manipulado o censurado información evita manifestarse públicamente para mantener un perfil bajo.

Esto le permitirá generar alguna estrategia discreta para publicar la información que le han censurado, y/o para enfrentar el miedo, tal como lo han hecho periodistas de otras regiones (López y López 2017; De León, Bravo y Duarte 2018). A primera vista, el periodista parecerá conformista, pero si se hace el análisis profundo de sus prácticas se entenderá que se activaron los contenidos polémicos de su autorrepresentación debido a una presión estructural que escapa del control del actor social.

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos

Figura 2 Autorrepresentación de periodista crítico versión 1 

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos

Figura 3 Autorrepresentación de periodista crítico versión 2 

De acuerdo con el análisis estructural de las autorrepresentaciones de los periodistas enlace gobierno-sociedad se observó que circunstancialmente también las condiciones estructurales los condicionan para no ser críticos todo el tiempo. Los contenidos hegemónicos corresponden a ser un periodista crítico, pero como estas ideas no se construyen a voluntad sino a partir de una estructura (empresarial, económica o familiar), predominan en las autorrepresentaciones contenidos emancipados de ser un enlace gobierno-sociedad.

En este tipo existen percepciones emancipadas como la de ser reportero, deseando ser crítico porque es lo que la profesión exige; pero los periodistas que trabajan para las empresas periodísticas no logran ser críticos, pues deben entregar una cuota de noticias e información con base en declaraciones de políticos, por ejemplo.

Se encontró que los periodistas enlace, también experimentan sentimientos de decepción sobre su profesión, pero que bajo circunstancias específicas desafían al sistema estructural que los delimita. Generan prácticas como las que aparecen en la Figura 4 y Figura 5, tales como proponer temas de interés social o enfrentarse a sus jefes directos y fuentes en defensa de una noticia. A pesar de este desafío momentáneo y los sentimientos de culpa, por creer que no se esfuerzan lo suficiente, surge en los periodistas una agencia escondida (Giddens 2003).

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos

Figura 4 Autorrepresentación del periodista enlace gobierno-sociedad versión 1 

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos

Figura 5 Autorrepresentación del periodista enlace gobierno-sociedad versión 2 

Finalmente, estos periodistas continúan con su práctica de enlace, pues temen ser despedidos de sus empresas periodísticas.

El análisis de la estructura de las autorrepresentaciones de los periodistas indiferentes indica que hay contenidos hegemónicos de ser reportero (ver Figura 6), lo que genera una relación más estrecha con el periodista enlace, pero con contenidos polémicos fuertes como el ser visto por los demás colegas como chayotero (periodista que intercambia notas por dinero), periodista de poca reflexión, o bien, tener pensamientos propios como cansancio por la larga trayectoria o desencanto por la profesión por ganar poco dinero.

Fuente: Elaboración propia a partir del análisis de datos

Figura 6 Autorrepresentación de periodista indiferente 

Buena parte de los contenidos hegemónicos de las autorrepresentaciones del periodista indiferente se construyen a partir de enfrentamientos que los periodistas experimentan con las estructuras, a lo largo de su trayectoria laboral. Por ejemplo, trabajar para medios que les pagan poco o que no les brindan las herramientas adecuadas para el trabajo, genera sentimientos de hartazgo y desvalorización de la práctica que concluyen en autorrepresentaciones no ideales.

Lo anterior significa que los elementos polémicos que se presentan constantemente en el repertorio de ideas de los periodistas se convierten en elementos hegemónicos para un sector del gremio de periodistas de Baja California.

En síntesis, hay más unión de los rasgos del periodista enlace y el periodista crítico, y más del periodista enlace y periodista indiferente; donde es ideal el periodista crítico y no ideal el periodista indiferente, al menos a nivel de discurso de los actores entrevistados.

CONCLUSIONES

Se concluye que las autorrepresentaciones viven en repertorios. Un periodista no tiene solo una idea de sí mismo, sino muchas que se organizan sistemáticamente. Por ello, ante una situación derivada de las condiciones estructurales en las que está inserto, en ocasiones ejerce una práctica de acuerdo con conveniencias. Del repertorio de autorrepresentaciones se activan aquellas que generan menor conflicto con lo establecido en el gremio o sus grupos, o a nivel económico o político -esto depende del tipo de periodista-.

Las autorrepresentaciones se articulan a una rutina de prácticas profesionales que se repiten diaria, semanal o mensualmente durante toda la vida laboral y adquieren un sentido inamovible para algunos periodistas. Los contenidos hegemónicos de las autorrepresentaciones constituyen estas reglas rutinarias, repetitivas en los periodistas.

Por otra parte, los contenidos emancipados y polémicos desempeñan un papel distintivo al momento de no seguir las reglas bajo circunstancias específicas, lo que les permite a los periodistas la oportunidad de generar prácticas profesionales no esperadas. Lo anterior indica que la práctica periodística se articula a la constitución de las autorrepresentaciones, a los contenidos hegemónicos, emancipados y polémicos.

Las percepciones que tienen los periodistas de sí mismos se articulan con la práctica profesional, de tal forma que asumirse como un determinado tipo de periodista, enlace, crítico o indiferente, concluye en la realización de ciertas prácticas que son congruentes con tal idea que se tiene. Viceversa, cuando el periodista realiza ciertas prácticas profesionales, es capaz de construirse y reflexionar en torno a ello, para expresar como se ve a sí mismo.

Es pertinente que los análisis de percepciones, ideas o valores que los periodistas tienen de sí mismos y sus colegas contemplen los elementos estructurales de conformación, así como su contenido. Lo anterior tiene como objetivo generar matrices de relaciones y considerar que las tipologías son móviles de acuerdo con circunstancias y contextos específicos

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Recibido: 17 de Mayo de 2020; Aprobado: 14 de Septiembre de 2020

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