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Revista Chakiñan de Ciencias Sociales y Humanidades

versão On-line ISSN 2550-6722

Revista Chakiñan  no.7 Riobamba Jan./Abr. 2019

 

Artículo de Investigación

DESARROLLO CULTURAL CANARIO-VENEZOLANO DESDE LA EXPRESIÓN HUMANA, RELIGIOSA, DEPORTIVA, GASTRONÓMICA Y AGRÍCOLA

CANARY-VENEZUELAN CULTURAL DEVELOPMENT FROM HUMAN, RELIGIOUS, SPORTS, GASTRONOMIC AND AGRICULTURAL EXPRESSION

1Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), email: felix_pastran@hotmail.com


RESUMEN

El artículo de investigación tiene como objetivo: reconstruir bajo una perspectiva teórico - metodológica de la historia social el desarrollo cultural canario-venezolano desde la expresión humana, religiosa, deportiva, gastronómica y agrícola, desde la interdisciplinariedad e interculturalidad, ya que la colonia canaria ha sido una de las más relevantes y representativas, por su similitud de costumbres y cultura; llegando hasta la conformación de familias de varias generaciones entre canarios y venezolanos. La investigación corresponde a un estudio descriptivo y se aplica método histórico y las técnicas provenientes de la ciencia histórica, a través del uso de fuentes primarias y secundarias. En cuanto a los resultados se describe el proceso emigratorio canario de hombres, mujeres y grupos familiares, así como la llegada, participación e incidencia en la sociedad, con valores, principios y aportes que se demostraron en el trabajo, la agricultura, los deportes, la gastronomía y la religiosidad. Se concluye que la relación entre los canarios y venezolanos a lo largo de la historia ha sido efectiva, fructífera y oportuna, generando beneficios desde lo económico hasta lo cultural, por ser una colonia que se ligó con el venezolano común e incidió en el desarrollo nacional.

PALABRAS CLAVE: canarios; cultura; desarrollo; Venezuela

ABSTRACT

The objective of the research article is to reconstruct, under a theoretical - methodological perspective of social history, the Canarian - Venezuelan cultural development from the human, religious, sports, gastronomic and agricultural expression, from interdisciplinarity and interculturality, since the Canarian colony has been one of the most relevant and representative for its similarity of customs and culture; arriving until the conformation of families of several generations between canaries and Venezuelans. The research corresponds to a descriptive study and applies historical method and techniques from historical science, through the use of primary and secondary sources. Regarding the results, the Canarian emigration process of men, women and family groups is described, as well as the arrival, participation and incidence in society, with values, principles and contributions that were demonstrated in work, agriculture, sports, gastronomy and religiosity. It is concluded that the relationship between canaries and Venezuelans throughout history has been effective, fruitful and timely, generating benefits from the economic to the cultural, for being a colony that was linked to the common Venezuelan and influenced the national development.

KEYWORDS: canaries; culture; developing; Venezuela

INTRODUCCIÓN

El proceso de diásporas de los pueblos es tan antiguo como la existencia del hombre, y en el caso concreto de Venezuela no escapa en ser una nación que a lo largo de su historia ha sido receptora de inmigrantes provenientes de distintas latitudes del planeta tierra, uno de ellos es el proceso migratorio de los españoles, específicamente los provenientes de las Islas Canarias, que fueron trasladándose desde el siglo XV, en las expediciones de conquista y colonización en América, desarrollándose en tal sentido un movimiento migratorio de comerciantes y de agricultores.

A partir del siglo XV el proceso migratorio toma un carácter masivo y familiar, principalmente hacia Cuba y Puerto Rico; las cuales fueron las primeras receptoras de contingentes en masa de familias enteras provenientes de canarias, esto fue creciendo o aumentando hasta el siglo XIX y posteriormente se inicia una dispersión o traslado hacia las naciones al sur del continente, practicando la actividad agrícola con rubros como la caña de azúcar y el tabaco, ya que implementaban una considerable fuerza de trabajo y sus conocimientos.

Ahora bien, los movimientos inmigratorios internacionales de tiempos modernos en Venezuela se inician en las primeras décadas del siglo XX, debido a una serie de acontecimientos nacionales como la transición democrática en la década de los treinta y las consecuencias de la crisis económica del Crack del 29, en Norteamérica, la cual generó efectos negativos en el mundo. Posteriormente se desarrolla el inicio de la segunda guerra mundial en el año de 1939, ejecutándose acciones bélicas entre la Alemania Nazi y el grupo de aliados debido a la invasión de Polonia, esto generó un gran número pérdidas humanas en el continente europeo, repercutiendo de tal manera que el escenario internacional está inundado de una crisis socio-económica en manos de regímenes políticos totalitarios a lo largo del viejo continente.

Por su parte Venezuela jugó un papel importante como productor y exportador de petróleo a la nación estadounidense (Carrera 1977), mientras en Asia, año 1941 el imperio japonés con interés en expandir sus territorios en la región ataca a Estados Unidos y algunas posesiones europeas en el Océano Pacífico, lo que culmino con el combate y el uso de armas nucleares en las localidades de Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos de América.

Esta situación global se agudiza en España con motivo del inicio de la guerra civil, en ese contexto Gallego relata los sucesos presentes en ese país al momento de tomar el poder Franco y describir la realidad política, para ello describe lo siguiente:

El día 17 de julio de 1936; se constituyó de inmediato la Junta de Defensa, formada sólo por militares; quienes en septiembre designaron a Franco Jefe del gobierno del Estado; al mismo tiempo que el propio Franco comenzaba a dar en sus discursos y declaraciones plazos cada vez más largos para el término de su obra, empleando además el adjetivo <<totalitarismo>> para definir la nueva situación y diciéndose monárquico. Franco se había convertido, sin más, en un dictador. (1988: 113).

Por lo tanto, existiendo el inicio de un periodo revolucionario de Franco, con características dictatoriales dentro de la nación española, allí se van a producir una serie de hechos que según los relatos del mismo autor, trataba de una “situación caótica, realmente insostenible para una gran parte de los españoles, ricos y pobres” (Díaz 1990: 114), por lo que la mayoría de los españoles sufrían.

Con respecto a ello Díaz para describir la situación española recita lo siguiente: “la implantación del terror, la represión, la persecución implacable de los contrarios y una discriminación odiosa, que divide a los españoles en “blancos y rojos”, en privilegiados y desgraciados; en vencedores y vencidos” (1990: 37), además, el mismo autor señala que:

Los que no pertenecían directamente al Régimen eran perseguidos, descalificados, mediatizados, y en muchos casos privados de empleo o de categoría, vetados en el ejercicio de su profesión o dados de baja en la nómina de los Ministerios, Cuerpos, Centros de Enseñanza, Colegios, Asociación Profesional, periódicos y hasta en empresas privadas

. (Díaz 1990: 38)

A esta realidad nacional no escapan los ciudadanos residentes de las Islas atlánticas de Canarias, los cuales tenían que sumarle la difícil realidad socioeconómica que estaban soportando, por ello la pertinencia de los comentarios de Díaz al mencionar lo siguiente:

el primer motivo de estos azarosos viajes fue la miseria que afligía a la población del archipiélago. Los hombres emigraban aun renunciando a su libertad personal, al comprometerse a pagar el boleto con jornadas de trabajo de sol a sol durante un periodo, generalmente de cuatro años, que a veces se prorrogaba hasta por el doble con otras deudas acumuladas mientras cancelaban las primeras

. (Díaz 1990: 14)

Esto alude claramente el sufrimiento y la miseria vivida en su patria y a su vez el interés de querer emigrar hacia nuevos lugares con la ilusión de mejorar su calidad de vida en horizontes más benignos. Siendo así la realidad excluyente y temerosa en Islas Canarias, ella cumple un papel durante el periodo en estudio de la investigación de expulsora de ciudadanos debido a las causas antes descritas, lo que induce a la emigración como única vía para alcanzar la libertad y poder lograr una mejor calidad de vida en rutas que dirigían hacia América, Venezuela y el estado Lara.

De allí, que la presente investigación asuma como problema, la actuación cultural a partir de la presencia de los inmigrantes canarios debido al auge, flujos migratorios y la participación cultural de mismos en el área en estudio, por lo que es imperante seguir contextualizando este proceso histórico dentro de estructuras económicas, sociales políticas y culturales para comprender la movilización de hombres y capitales hacia este nuevo espacio geográfico, el cual se encontraba con poca población y escasa mano de obra o trabajadora para laborar en el campo, por lo que fue asertivo el ingreso de los canarios.

En ese orden de ideas, Miliani en el 2010 realiza un estudio, sobre la política de inmigración y colonización agrícola, durante el gobierno de Eleazar López Contreras, 1936-1941, debido al despoblamiento del campo a causa de la explotación petrolera busco cumplir políticas a través de las colonias agrícolas, desde una visión de la historia cultural y como un resultado del proceso inmigratorio positivo para el desarrollo socioeconómico del país, es decir, los inmigrantes han dejado una huella cultural en la nación.

De igual manera Ramírez durante el año 2011 desarrolla una investigación, donde estudia la conservación del patrimonio cultural de bienes muebles de pinturas y esculturas como fenómeno de identidad nacional, en ella se desea reconocer el conocimiento, la preservación y la valoración como forma de identificar a los ciudadanos con la cultura. Asimismo, hace énfasis en las teorías relacionadas con el pensamiento latinoamericano culturalista, la identidad cultural y la ciudadanía.

Por su parte, Lara en el 2012 publica un estudio de aculturación, identidad étnica, valores y relaciones familiares en adolescentes inmigrantes y no inmigrantes, siendo la inmigración un fenómeno que determina las sociedades, desde lo humano hasta la psicológico, donde se centra en aspectos relacionados con la construcción de la identidad, desde lo autóctono, y la trasmisión de elementos culturales de generación a generación, tomando en cuenta la cultura antes y después del proceso de emigración, llegando a resultados importantes, como el valor interno que toman los inmigrantes a las nuevas tierras, el compromiso con la nueva cultura acogida, la integración y la asimilación son relevantes en la construcción sociocultural, señalando los resultados que la influencia de la sociedad de acogida es más aceptada en los aspectos externos mientras que la identificación de la cultura de origen se mantiene en los internos.

Asimismo, Ruiz durante el 2013 presentó su Trabajo de Grado Doctoral en la Universidad Complutense de Madrid titulado: “Identidad y Procesos de Subjetivación de los Inmigrantes Latinoamericanos de la Geografía Andina en la Comunidad de Madrid a través de un análisis sociológico de los tiempos sociales a partir de narraciones de vida”, resultando que la identidad y los procesos de subjetivación no se entienden si no se tienen presentes los distintos procesos de socialización por los que los individuos pasan hacia una construcción de su pasado mediante la racionalización y la reflexión a posteriori de lo que les ha ocurrido, al presente con sus estilos de vida, y a la prefiguración de una manera de ser el futuro en la construcción de sus identidades y los procesos de subjetivación, en los que el tiempo y el espacio juegan un papel preponderante. Los emigrantes tienen una historia personal y social que los acompaña en su trayecto migratorio.

En cuanto a la motivación de la investigación se reseña el interés en difundir los beneficios de concebir un producto de investigación, para conocer la esencia de la región larense, con una funcionalidad en la memoria colectiva, el interés en actualizar y reforzar la identidad latinoamericana, relacionándola de manera equitativa con la influencia cultural procedente de otras naciones e identidades culturales propias de cada región.

Al fin y al cabo, se evidencia hasta la fecha, que el proceso cultural construido mediante un esquema productivo derivado de la inserción canaria, se hace importante frente a estudios de mayor escala que carecen del análisis de realidades tan precisas y de interés social, económico y cultural. Ahora bien, visto desde la perspectiva cultural es aceptada la concepción cultural, ya que impacta en la identidad y la cultura regional, por construir una nueva forma de vivir y convivir entre ambos grupos que se ubican en el estado Lara, como resultado del proceso histórico que atañe a las experiencias vividas.

En ese sentido, se plantea el objetivo principal, que consiste en Reconstruir bajo una perspectiva teórico - metodológica de la historia social el desarrollo cultural canario-venezolano desde la expresión humana, religiosa, deportiva, gastronómica y agrícola, desde interdisciplinariedad e interculturalidad, ya que la colonia canaria ha sido una de las más relevantes dentro del territorio nacional, por representación, participación y similitud de costumbres y cultura, que van desde el idioma hasta la conformación de familias enteras entre canarios y venezolanos. Vale la pena destacar que el tema cultural se analiza desde la perspectiva económica, social, religiosa, deportiva, humana, gastronómica y agrícola, por ser las principales áreas sociales que los integrantes de esta colonia española han participado en América, y en específico Venezuela.

Por último, es de importancia resaltar que dentro de las limitaciones se presentó un gran número de personas inmigrantes, las cuales debido a la extensión del espacio en estudio fue difícil acceder a ellos por lo que se tomaron algunas personas como referencia. Asimismo, otra de las limitaciones fue conocer desde los entes gubernamentales nacionales los datos estadísticos, por ello se recurrió a las instituciones españolas.

METODOLOGÍA

La presenta investigación está enmarcada en los fundamentos correspondientes a Historia Social proveniente de la Escuela Francesa de Annales, debido a que sus ideas clásicas de las corrientes sociohistóricas aportan una nueva concepción del método y del conocimiento científico, en busca de una historia con aportes notorios a la cultura, en un inicio, está sustentada en sus fundadores Marc Bloch y Lucién Febvre, en la que el Estado, la economía y la demografía se unen, o se entrelazan directo con la identidad de los pueblos, dentro del periodo Braudeliano o segunda generación, pues se adapta con mayor facilidad al trabajo de investigación porque se sostiene de la interdisciplinariedad, al advertir que la economía por sí sola no podía dar explicación de los hechos sin las estructuras de los grupos sociales, donde el sujeto histórico es el protagonista del proceso como tal, sumándose de esta manera las generaciones pasadas con las presentes.

Conviene añadir, que se trabaja la historia evitando la intervención particular dentro de los sucesos descritos en los documentos, y se organiza de manera cronológica en el tiempo para la fácil comprensión del lector. Es útil acotar, que se toman documentos oficiales y se realizan análisis de la historia relato hacia una historia problema, donde se estudia el presente, es decir, los hechos históricos son analizados desde una perspectiva de problemas históricos, haciendo una aproximación de la realidad sociocultural en la dialéctica tiempo-espacio, bajo un método histórico, que son un conjunto de operaciones intelectuales de ordenación y análisis de fuentes con el propósito de comprender objetos históricos propuestos.

Los pasos técnicos para poder desarrollar el método histórico son: definir el área en estudio, la escala temporal con sus limitaciones específicas, construir un banco de fuentes que permitan desarrollar el trabajo, que facilite: conocer el tiempo y el espacio seleccionado, contextualizar la realidad histórica, conocer los aspectos demográficos, identificar las actividades económicas, reconocer las estructuras sociales e institucionales y comprender los flujos de intercambio entre lo anterior descrito.

De este modo se procede primero en la aplicación de la heurística, la cual se encarga de la búsqueda de fuentes por medio de la localización, clasificación e inventario; seguido, se aplica la técnica hermenéutica, que consiste en la crítica del documento, para así poder interpretar los textos o fuentes de manera interna y externa; todo esto con un orden cronológico, geográfico y etnográfico, para lograr la síntesis histórica a desarrollar.

Entre las técnicas de trabajo se encuentran: la de archivo, esta consiste en identificar, organizar y describir archivos de interés para desarrollar el tema en estudio. Además, se emplean técnicas de información bibliográfica y documental, las cuales consisten en recabar bibliografías especializadas de tipo primaria y secundaria, así como las bases de datos bibliográficos, fotográficos, iconográficos y las fuentes referenciales de reconocida procedencia científica de internet, a las que se le aplica la técnica de la disertación, ello implica la revisión crítica de estas.

En cuanto a las fuentes primarias utilizadas se presentan: el testimonio oral, por ser de sumo valor científico y más para la ciencia histórica, ya que lo relatado en las experiencias personales en este tipo de investigaciones socio-culturales ofrecen otra perspectiva de lo vivido y en algunos casos nunca ha sido registrado, por eso Sitton, Mehaffy y Davis señalan que: “son las memorias y recuerdos de la gente viva sobre su pasado” (2015 :12) por lo que proporcionan innumerables momentos recordados que serán registrados para que perduren en el tiempo, acá se desea conocer aspectos de importancia en la vida de una persona, desde su trabajo, por ejemplo, o un tema particular; la condición de emigrante, la pertenencia a una organización determinada, el protagonismo de un hecho, etc.

Por ese motivo, al momento de realizar las entrevistas se utilizaron recursos como grabadoras digitales en formatos de archivos mp3, y durante el proceso previo a la grabación hubo una planeación preliminar, que abarca una selección de temas concernientes a la investigación y se elaboró un instrumento para aplicárselo a los entrevistados. Luego, se tomaron registros fotográficos en formato jpg y algunas notas de campo de interés, luego, se hizo una transcripción de las ideas resaltantes para el tema en estudio y así fortalecer la investigación desde el punto de vista informativo y científico (Sitton, Mehaffy & Davis 2015).

Contextualizando el artículo se especifica que el estudio abarca la extensión total del territorio venezolano y se concentra a partir de la segunda mitad del siglo XX, ya que fue el periodo donde se estableció la última oleada migratoria canaria con más de 150.000 inmigrantes pero que en la actualidad ese valor aumenta al incluir los descendientes a más de dos 2.000.000 de venezolanos con ascendencia canaria (Instituto Nacional de Estadística 2016). Se tomó como muestra espacial el estado Lara, por ser una entidad federal icónica a nivel regional y nacional, ya que en estas tierras larenses muchos inmigrantes canarios, los cuales se identifican como los sujetos o protagonistas de la investigación, los cuales se residenciaron dentro de las comunidades de Carora, El Tocuyo, Sanare y Quíbor, localidades que sirvieron de refugio esperanzador y oportunidades para el crecimiento humano, social y cultural.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En las últimas décadas los organismos internacionales se han enfocado en el análisis de la cooperación de la cultura y su relación con el desarrollo, motivo por el cual, en 1970 se efectuó la Conferencia Intergubernamental sobre los Aspectos Institucionales, Administrativos y Financieros de las Políticas Culturales, celebrada en Venecia y organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), donde se planteó la noción de desarrollo cultural, así como la dimensión cultural del desarrollo, con la intención en debatir la relación de la cultura, las políticas nacionales y la implicación del modelo de desarrollo global; es por estas razones que se toma la información de esta organización, por ser la institución encargada del estudio cultural a nivel internacional, y ser la responsable de analizar los parámetros y el desarrollo a escala mundial, por consiguiente, define el desarrollo cuando:

existe un equilibrio en la integración de factores culturales desde la dimensión histórica, social y cultural de cada sociedad, que sea concebido con características participativas que contribuyan a hacer realidad los sueños y aspiraciones individuales y en colectivo, mejorando de esta manera la calidad de vida, es decir, un desarrollo cultural que genere una prosperidad económica y social

. (UNESCO 1996 :85)

Es decir, el desarrollo se alcanza cuando existe equilibrio y prosperidad, por lo que es necesaria la integración de factores históricos, económicos, sociales y culturales dentro de la sociedad, para así poder alcanzar niveles de relevancia en materia de calidad de vida, desde lo colectivo e individual; de este modo, los gobiernos deben asumir el compromiso dentro de sus políticas públicas de integrar el tema cultural en las estrategias de desarrollo hacía lo más interno de la sociedad, y no hacia lo económico como variable independiente, observando una prosperidad integral de cooperación e intercambio para el crecimiento económico desde el punto de vista cultural (González 2004).

Todo ello se publicó en la Carta Cultural Iberoamericana adoptada por la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Montevideo en el 2006, donde se asientan las bases para la estructuración del espacio cultural iberoamericano; y se destaca el valor estratégico que tiene la cultura dentro del aparato económico, porque contribuye al desarrollo humano, desde lo económico y social (Organización de Estados Iberoamericanos 2016).

En tal sentido, el desarrollo humano está centrado en el progreso de la vida y el bienestar social, siendo cónsono a las capacidades del hombre en poder ser y hacer de manera plena, dado que es comprendido como una manifestación de cultura, que engloba valores, visión del mundo, ideas y creencias que se fusionan entre si y responden a sus necesidades e intereses de acuerdo a la dinámica espacial. En virtud de esto, se plantea que: en los últimos tiempos la cultura ha comenzado a redefinir de manera paulatina su papel frente a la economía y al desarrollo (Organización de Estados Iberoamericanos 2016), por lo que el tema cultural cada vez se está flexibilizando y adecuando a la realidad contextual y se redefine frente al tema económico y el desarrollo que puede surgir como resultado en la sociedad.

De esta manera se dirigen reformas en Latinoamérica, hacia la mejora de calidad de vida de los pobladores, ya que para poder alcanzar el codiciado desarrollo, se debe practicar lo estipulado por Fornet-Betancourt cuando afirma que es indispensable la

“práctica de la convivencia y del enriquecimiento mutuo como eje para generar tanto a nivel teórico como práctico, procesos de transformación cultural en las culturas en diálogo”

(2001: 160), es decir, la convivencia y el diálogo equilibrado entre los actores sociales deben ir en el camino del enriquecimiento mutuo e integral, y si lo adaptamos al caso migratorio, resulta indispensable que los inmigrantes y nativos se encuentren en pleno dialogo equilibrado y armonioso para propiciar un desarrollo cultural en la región.

Así pues, es de interés científico estudiar el tema migratorio ya que desde su planificación incumbe una serie de aspectos sociales y culturales, los cuales nutren de manera directa a la población, siendo un caso en específico lo sucedido durante el siglo XX en el territorio venezolano, cuando inmigrantes provenientes de islas canarias decidieron residenciarse en estas tierras, como resultado coherente de relación bidireccional de más de cinco siglos; siendo asertiva la situación debido a la necesidad de repoblar la nación venezolana debido a los pocos índices demográficos en comparación a las dimensiones del territorio nacional, en consecuencia, era necesario inyectar capital humano al campo venezolano para contrarrestar la baja densidad demográfica y a su vez, el éxodo campesino desarrollado por el interés en participar en actividades urbanas y petroleras. Así pues, el Estado venezolano implementó políticas gubernamentales que facilitaron el ingreso de personas interesadas en vivir en el campo y que se desempeñaran es actividades concernientes a la agricultura y ganadería con el propósito de desarrollar el aparato productivo nacional (Antequera 1980).

Es indispensable mencionar que desde el inicio, el proceso emigratorio canario estuvo mermado por momentos difíciles, ya que familias enteras sufrieron una fractura debido a la separación de seres queridos, como el padre, madre o hijos. A este referente González plantea lo siguiente:

Emigrar implica la separación de la familia, pues, en su mayoría viajaron hombres solos, algunas veces parejas, y muy pocas parejas con sus hijos; a su vez, dejaron a los padres, hermanos, amigos y a una visión del mundo propio a su entorno. De manera tal que se produce un proceso de desestructuración familiar y de separación con lo conocido

. (González 2004: 286)

Así pues, la desintegración familiar por causa de la migración generó un proceso de separación con los seres queridos y con el espacio geográfico de vivencia, donde resaltaban en números los hombres, por ser la cabeza y sostén familiar, y por soportar condiciones difíciles; esto con la intención de enviar a corto plazo ayuda económica desde Venezuela hacia las canarias, lugar donde aún estaban residenciados la mayor parte de sus familiares y amigos, y de esta manera solventar lo elemental, que generalmente correspondía a la compra de alimentos, ya que durante muchos años las reducciones de dietas marcaron la pauta en las necesidades y los pocos recursos que tenían (Babiano & Fernández 2002).

Ahora bien, para el momento histórico, las características socio económicas de las Islas Canarias eran de tipo rural, por lo que las personas que emigraban era en su gran mayoría campesinos, o personas que se dedicaban al arte de cultivar la tierra, así como lo señala Hernández cuando afirma que los inmigrantes:

procedían de estructuras familiares típicamente campesinas unidas por lazos de mutua colaboración y complementariedad. La familia servía de apoyo emocional y permitía la financiación del pasaje. Ofertaba cartas de llamada y de patrocinio desde el exterior que la estimulaban y que ayudaban al recién llegado en sus primeros pasos. Era una auténtica cadena en que los asentados auxiliaban a sus parientes y a su vez recibían apoyo y cohesión desde el Archipiélago, donde residían sus padres y sus mujeres

. (2007 :213)

Según la anterior citación, el mayor número de inmigrantes se dedicaban a actividades agrícolas, y es de realzar el sentido y el valor de familiaridad entre ellos, por lo que servían de apoyo para emigrar y de manera paralela aprovechaban las ofertas de empleos que provenían desde la nación venezolana y que servían de patrocinio, en algunas ocasiones para el traslado y hasta la residencia en este nuevo territorio, construyendo de manera inmediata una red de comunicación entre los residentes en Venezuela y los familiares y parientes que aún se encontraban en las islas canarias.

Este proceso generó una red migratoria canaria, ya que al establecerse un canario en Venezuela, comenzaba a planificar la salida desde las islas de familiares y/o amigos según sea el caso, y así solventar la ansiedad y desesperación al no sentir cerca a sus seres queridos (Perazzo 1982).

De hecho, este proceso es soportado por el interés en residenciarse en estas tierras que prometen un futuro para ellos, con condiciones de calidad de vida; por ello, el traslado de sus familiares, amigos y paisanos era inminente, así como lo asevera Hernández al mencionar que: “era lógico que los recién llegados, tras abrirse paso en el mundo venezolano, muy pronto proveerían de ayuda financiera y estímulo moral a los familiares que habían permanecido en Canarias” ( Hernández 2007 :213), por lo que la mayoría al inicio viajó en solitario, puesto que no había la capacidad económica para financiar el resto de los pasajes, siendo la migración individual la más factible para el momento.

Sin embargo, pronto se conformaría una red familiar que funcionó de manera activa e influyente para emigrar desde Canarias, y de esta manera, se reconoce como una estrategia de grupos familiares al viajar un hombre y luego apoyar el traslado de parientes, conocidos, amigos y familiares, garantizando el respaldo de seguridad social ante la decisión de emigrar (Alzola 1991), situación que propició la llegada masiva de no solo personas, sino de una serie de costumbres, símbolos y cultura hacia estas tierras americanas, y en especial venezolanas (Gallego 1988).

Ahora bien, en la generalidad de estos estudios migratorios se centran en el género masculino, pero el femenino es de igual importancia, por lo que se resalta el tránsito migratorio de mujeres y al respecto González expresa lo siguiente:

Sabemos, con certeza, que existió emigración femenina desde los inicios de la diáspora. Algunas mujeres acompañaban a sus maridos e hijos; otras, casadas, marchaban cuando sus maridos habían conseguido un dinero y les pedía que se reunieran con él. La mayoría de las mujeres de emigrantes quedaron en las islas, pero hubo casos en los que el marido se lleva a la esposa y los hijos. También las viudas acudían al reclamo de sus familiares y, de la misma manera, partieron solteras que buscaban un mejor acomodo y bienestar en tierras americanas que no les ofrecía su tierra

. (2004 : 133)

En las afirmaciones anteriores se refleja la participación de la mujer, muchas de ellas permanecieron en canarias, y vieron partir a sus esposos e hijos, también hubo otro grupo que emigró desde las islas hacia América, unas con estado civil solteras, otras casadas con o sin hijos y hasta las viudas buscaban mejorar su fortuna, ya que las condiciones de carencia eran apoteósicas.

Pero lo más resaltante dentro de la participación femenina es que llegadas a Venezuela se dedicaban a labores de hogar, otras del campo y/otras pocas aprovechaban algún arte aprendido en su tierra natal, para obtener ingresos económicos, sin embargo, lo más resaltante desde el punto de vista ontológico fue la responsabilidad que tuvieron en el hogar, al construir y formar a sus hijos bajo principios y valores éticos y morales propios de ciudadanos ejemplares, así como también se encargó de sostener las costumbres, los valores religiosos y en sí, la cultura canaria desde el núcleo del hogar.

Como aspecto para resaltar dentro de la investigación, fue la acción de la mujer desde el aspecto cultural, donde se incluyen las tradiciones sostenidas en el núcleo familiar, donde están inmersos los valores, principios y tradiciones canarias dentro de espacios rurales venezolanos, trasmitiendo de esta manera la información de generación en generación, en áreas sociales, humanas, civiles y culturales a la sociedad venezolana.

Siendo clara la inserción y participación de hombres y mujeres procedentes de canarias, es continuo el aumento de inmigrantes y en consecuencia de la interacción social, por lo que comenzaron a reunirse entre ellos, dentro de espacios comunes y decidieron establecer esa unión de recuerdos y fraternidad a través de la construcción de nuevos ambientes para el disfrute, reunión, sostenibilidad y divulgación de la cultura, concretándose con la fundación de clubes sociales, como lo asevera Velásquez cuando menciona:

se van a materializar con la conformación de asociaciones, hermandades, clubes e incluso se podían incluir también dentro de estos espacios, restaurantes, tascas, así como espacios públicos, plazas, parques a donde los inmigrantes acuden para reencontrarse con sus “paisanos”, para oírse, mirarse y revivir un “pedazo de cultura” de su lugar natal

. (2004:289)

Así pues, ante la necesidad de organizarse por parte de esta colonia de inmigrantes, comienzan a fundar clubes sociales para compartir experiencias, costumbres y la cultura canaria, con la intención de mantenerla viva en tierras venezolanas, a través de actividades culturales isleñas, con el propósito de sostener la identidad y el sentimiento de su tierra natal, desde una realidad intercultural con el resto de la comunidad venezolana.

En correspondencia a lo anterior, durante el siglo XX se registró la primera asociación isleña en Venezuela, con sede en Caracas y se dominó Club Social Gomera en Caracas durante el año 1927 a cargo del comerciante Angulo Marcos Febles. Seguidamente, en 1942 se funda el Centro Canario, a cargo de Joaquín González Estarriol. Es de relevancia acotar que a medida que iban llegando más inmigrantes, iban aumentando en números las organizaciones, como sucedió en Cagua durante el año 1951 y en Punto Fijo en 1953.

Iniciada la década de los sesenta surge en Maracay la Asociación Canaria de Venezuela, la Unión Canaria, y la de Palo Negro; mientras que en 1970 se crea en El Paraíso el Hogar Canario-Venezolano de Caracas, a las que se incorporan otras en San Juan de los Morros, Cagua, Macuto, Club Archipiélago de Caracas, Coro, Valle de Pascua y San Carlos (Hernández 2008).

En el caso de la región larense, la creciente presencia numérica de inmigrantes canarios en Barquisimeto y en vista de la conformación de clubes en otras entidades, un grupo de canarios larenses tuvieron la intención de organizarse con la finalidad de sostener relaciones socioculturales en un espacio donde recordaran su tierra natal; así como familiarizarse en áreas recreativas con los suyos y las familias de los otros.

En ese sentido, fundan en el año 1975 el Club Canario Barquisimeto, y para conocer con detalle el proceso fundacioncita se tomara el relato del canario Dorte, el cual describió al momento de ser entrevistado lo siguiente:

Fui Fundador del Club Canario en Barquisimeto, él se fundó un 19 de abril a las 12 de la noche de año 1975, recuerdo que la sede inicial fue mi casa, ubicada en la calle 17 con 13, con el propósito de disfrutar y compartir actividades en el campo deportivo, social, religioso, artístico, musical, plástico y cultural por parte de los canarios residentes en Barquisimeto y también algunos de otros estados que deseaban reencontrar la posibilidad de recrear de nuevo valores culturales del pasado

. (comunicación personal, 30 de diciembre de 2017)

En definitiva, este espacio de encuentro permitió fortalecer sus vínculos, por lo que asistían a diario luego de cesada la jornada laboral, entreteniéndose en actividades como juegos, cantos, o asistían a sólo charlar recuerdos con el colectivo. Todo ello, se complementa con distintas actividades, como lo fueron: ferias, bazares, romerías, torneos deportivos de futbol, softball, beisbol, natación; así como algunos contertulios y las celebraciones religiosas, decembrinas y hasta comerciales, como la que se realiza en el Club Canario de Quíbor, denominada la Feria de la Cebolla, feria de reconocimiento regional y nacional, que reúne a todos los interesados con la intención de compartir experiencias y mejorar la calidad y producción de este rubro.

Otro aspecto de interés en la investigación y propio de la cultura canaria es lo respectivo a su devoción religiosa, la cual a lo largo de la historia se ha sostenido en Latinoamérica y como es lógico en la plenitud del territorio nacional venezolano, ya que desde la llegada de los españoles se fue promoviendo una formación religiosa durante el periodo de conquista y colonización, la cual ayudó a la expansión de las ideas cristianas, católicas, la evangelización y como tal, la fe.

Así pues, como consecuencia de la cultura canaria se incorpora dentro de la cultura venezolana la devoción mariana, bajo la advocación de la Virgen de Altagracia, un culto que según la iglesia católica es la representación o imagen de la Virgen María. Cabe recordar, que su efigie fue traída al continente americano en 1514 desde Extremadura - España, por los hermanos Antonio y Alonzo Trejo, quienes la llevaron a la Isla la Española, hoy la República Dominicana y en Venezuela se registra su llegada alrededor de los años 1.600, en manos de colonos españoles procedentes de Santo Domingo, que se establecieron en las costas nororientales del Lago de Maracaibo (Hernández 2008).

En el caso de la región larense, la imagen de la Virgen de la Altagracia fue llevada al pueblo de Quíbor, por ello es pertinente citar las palabras de Nectario, quien describe su instalación durante el siglo XVII, cuando se inaugura el primer altar registrado y para el momento se encontraba la construcción de la Capilla conocida como La Ermita:

Gracián de Alvarado colocó en un altar la imagen de la Virgen de Altagracia en una pequeña capilla de su propiedad aproximadamente en 1605, luego de su muerte su hijo mantuvo el culto, este personaje posteriormente fue encomendero de la localidad y ordena se construya una iglesia en el centro de la comunidad y se adoctrine en nombre de la Virgen. En años posteriores se le hacen reparaciones a la Capilla La Ermita y de esta manera se le adiciona este nuevo templo a la Virgen

. (Nectario 1978: 87)

De esta forma es descrita la instalación de la Virgen de Altagracia en Quíbor, en manos de la familia Alvarado, tradición efectuada en un principio por el padre y luego por su hijo, lo que permitió sostener el culto por la Virgen de Altagracia hasta la actualidad, y a la cual es conocida como la Patrona de Quíbor, a la que se le rinde homenaje mediante actividades religiosas durante el mes de enero de cada año; y según Barreto el culto a Nuestra Señora de Altagracia se hace sentir en todo el pueblo de Quíbor, ya que en esta localidad se realiza una procesión, por ello, a continuación se detallan algunos aspectos:

Las tradicionales festividades de enero, que se celebran en honor a Nuestra Señora de Altagracia, conocida tradicionalmente, en la apreciación popular como La Caminata, representa el más sentido exponente de la feligresía. Durante esos días se dan cita en el pueblo todos los quiboreños, aun los diseminados por el ancho territorio nacional. Los campos se quedan solos, al decir de la gente, para avivar, dentro del más encendido fervor cristiano, el amor por su milagrosa patroncita, hecho eclosión de fe en las reconditeces del corazón campesino

(Barreto 1992: 110).

Así pues, se nota el apego y la devoción mariana de los pobladores de Quíbor durante el primer mes del año, donde se involucran familias enteras, siendo de esta manera una expresión de feligresía, que en su mayoría es copada por canarios pero que poco a poco se le suman descendientes y hasta venezolanos, por ser La Caminata una expresión cultural de tipo religiosa que identifica la tradición de los quiboreños, a tal punto de que los pobladores hacen una pausa en sus actividades cotidianas para concentrarse alrededor de virgen con fervor a su patrona (Camacho 2015).

De igual manera se le rinde culto a la Virgen de la Candelaria, patrona de las Islas Canarias, y recordada por la leyenda popular que afirma su aparición en una gruta de Tenerife ante un aborigen de la etnia guanche; así pues, esta costumbre canaria en lo religioso se acentúa cada año en la fecha del 2 de febrero, con la celebración dentro del pueblo quiboreño (Herrera 1999: 156).

Y para certificar esta realidad, se toman las expresiones registradas en la entrevista realizada al isleño Izquierdo, cuando refiere que la Virgen de la Candelaria señala que es “

la patrona de todos los canarios, por ello la tenemos siempre aquí en la capilla del pueblo

” (Comunicación personal, 11 de diciembre de 2017), por lo tanto, la religión y la devoción es otra expresión cultural canaria en Venezuela, y que a lo largo de los siglos se ha insertado en la cultura de la localidad, y que cada vez adquiere mayor importancia al verlas patronas insulares dentro de las iglesias venezolanas, en el cual la fe y el tributo religioso es resulta cotidiano, lo que evidencia el proceso intercultural religioso, por ser esta devoción compartida entre ambos grupos sociales.

Para culminar el tema religioso canario instalado en nuestro país, es necesario mencionar que en cada una de las islas que pertenecen a Canarias, veneran a la Virgen María con su respectiva advocación, y en específico, cada isla posee su virgen como: la Virgen de los Reyes en la isla de El Hierro, la Virgen de Guadalupe en La Gomera, la Virgen del Pino en Gran Canaria, la Virgen de la Peña en Fuerteventura, la Virgen de los Dolores en Lanzarote y Nuestra Señora de las Nieves perteneciente a la isla de La Palma, a esta última se hace referencia por la peregrinación de sus devotos en Quíbor, y su traslado o recorrido por los pobladores, con los trajes y bailes típicos de canarias durante toda la procesión.

Cabe destacar que esta actividad es desarrollada con la participación de inmigrantes canarios palmeros y los propios venezolanos. Ahora bien, para mejor comprensión del lector, a continuación, se muestran algunas imágenes en la Figura 1, que concierne a la procesión de la Virgen de las Nieves en Quíbor, y donde se refleja la presencia de canarios, venezolanos y descendientes.

Fuente: Fotografía tomada por el autor (2017)

Figura 1: Procesión de la Virgen de las Nieves en la ciudad de Quíbor, Venezuela. 

Ahora bien, siguiendo la interpretacion de la interacción cultural canario venezolana, se evidencia que el deporte ha sido también otro elemento de intercambio, pues su práctica ha sido constante y relevante entre canarios y venezolanos; tal es el caso de la disciplina del fútbol, deporte de gran aceptación en la sociedad venezolana y larense, la cual permitió involucrar a números importantes de personas para la conformación de equipos. En un principio eran equipos de solo canarios, pero al transcurrir del tiempo eso fue flexibilizándose debido a la fraternidad con los venezolanos, llegando a consolidarse equipos de venezolanos y canarios.

Como por ejemplo, lo sucedido en la fundación del Club de Fútbol Deportivo Quíbor durante el mes de mayo de 1963 por la colonia canaria y algunos nativos de la ciudad, lo que permitió compartir de manera deportiva y cultural entre los inmigrantes, hijos de inmigrantes y venezolanos, con un solo fin, el divertirse y consolidarla fraternidad. Así pues, para registrar y comprender tal situación, a continuación se visualiza en la Figura 2, el equipo de fútbol conformado por individuos canarios y venezolanos en Quíbor.

Fuente: (Cassany (1963)

Figura 2: Equipo de Fútbol “Deportivo Quíbor”, conformado por canarios y venezolanos. 

Cabe destacar, que aparte del fútbol, se practicaban otros deportes de origen canario como: lucha canaria, el ciclismo, el arrastre de ganado, el juego de billar o billarda y la bola canaria, que luego se adoptaría como el juego de bolas criollas, así como la carrera de caballos y la pelea de gallos; deportes que hasta la actualidad son de relevancia nacional y se practican a lo largo del territorio por gran parte de la sociedad.

Continuando lo cultural, existe otro aspecto sobresaliente en la interculturalidad canaria-venezolana, y tiene que ver con la alimentación, la cual se ha construido durante siglos y llegó a modificar los patrones de producción y consumo, como consecuencia de la realidad contextual, por tales motivos, es de reconocer que el proceso alimenticio es un acto social y cultural, como lo certifica González en la siguiente cita textual:

En ningún caso debemos olvidar que la alimentación es un acto social total, que el ser humano es el único animal que cocina y que cuando come, no solo está consumiendo alimentos sino también símbolos, creencias, supersticiones, visiones del mundo, representaciones sociales, estatus o elementos de prestigio social y económico, maneras de comer, modos de comportarse en la mesa, horarios, etc

. (González 2004: 242)

A raíz de la anterior cita, es de comprender que lo gastronómico y como tal, la alimentación, no solo concierne a seleccionar el alimento, cocinarlo y luego consumirlo, sino que es un resultado sociocultural, visto desde un conjunto de símbolos, creencias, supersticiones que fusionaron sabores, olores, gustos, técnicas, utensilios y prácticas de ambas latitudes; las cuales se evidencian en las características de la mesa venezolana y canaria.

En ese sentido, el autor considera relevante describir a continuación la mesa y algunos de los alimentos básicos del canario y posteriormente analizar la influencia y presencia dentro de la mesa servida en el territorio venezolano como resultado del sincretismo cultural de tipo gastronómico, con características de libertad, flexibilidad, democracia y complementariedad, donde se observa cada individuo de manera semejante al otro y con una ineludible universalidad del pensamiento y de sus prácticas cotidianas (Zea 1976).

Para dar inicio a la base alimenticia canaria se puede describir el consumo del potaje, el cual es un caldo con diferentes verduras, acompañado de carne, pescado, berros o jaramagos, y puede ser acompañado por salmorejos de conejo, cordero, cabrito y cerdo; así como el salpicón de carne y pescado, asadas o sancochadas con mojo verde, pejines asados con mojo colorado, los tollos, las zanahorias, apio, el tomate, pimentón rojo, acelga, espinaca, lechuga, berenjena, pepino, auyama (conocida por los isleños como calabaza), cebollas y las papas arrugadas.

Entre las frutas se suelen consumir: el melón, higo, granada, almendro, melocotón y duraznos; mientras que la sazón la otorgan el ají dulce, la cebolla, el ajo, el orégano, cilantro, perejil, la menta y cebollín. Asimismo, se nombra la cuajada de leche, el queso y sus variedades elaborados de manera tradicional por los canarios, ejemplos de algunos: el Majorero, el Palmero o la Flor de Guía y desde la isla La Palma, con sus tradicionales cabras canarias de origen prehispánico, se reconocen los quesos de Tenerife, así como también existen de mezcla con leche (Caja Insular de ahorros 2012; Lovera 1998)

Otro aspecto que identifica al canario, es la presencia de la papa en su comida diaria, como consecuencia de la interrelación cultural de rubros que se produjo entre ambos grupos sociales desde siglos pasados, ya que siendo este tubérculo de origen americano resulta ser un rubro indispensable para la dieta el canario, por ello se toma el comentario proveniente de (La Despensa de Tenerife 2016), ya que verificar desde el lado canario, la importancia de la papa dentro de su gastronomía y hábitos alimenticios, las cuales son una exquisitez de la gastronomía tradicional isleña, apreciadas por su calidad y su sabor único, lo que resulta claro de la efectividad de la relación canaria y Latinoamericana en materia culinaria, al adoptar en su dieta a tal importante rubro americano, como elemento fundamental de su alimentación, la cual es preparada con abundante sal y se acostumbra a acompañar en casi todas las comida.

Para complementar la dieta canaria, el Gofio prevalece como el alimento esencial, y el origen de consumo proviene desde la época de los guanches (Caja Insular de ahorros 2012), asimismo, se recuerda ya que fue muy común para la población en tiempos difíciles; este alimento es elaborado con harina de trigo, cebada, centeno o maíz y se puede comer seco o mezclado con azúcar, pero se amasa con agua y leche, complementando platos como: puchero, potaje, los escaldones (Gofio con caldo de pescado) y las raleas (Gofio con caldo de vino), o como fue expresada en la mayoría de las entrevistas, fue acompañado en momentos de crisis con leche o con agua, sin embargo, en Venezuela no es tan común, pero dentro de la mesa del canario residenciado en Venezuela si es más constante la presencia de este alimento. En lo repostero, destacan: bienmesabe, dulces de leche, arroz con leche, flan, pudín, gelatina, turrones, tortas y galletas, alfajores y bizcochos.

Por su parte, los venezolanos fundamentan su dieta a base del maíz, por lo que a lo largo de su historia han preparado alimentos como: la chicha, el masato, la cachapa, los bollos, la mazamorra, la arepa, el majarete y la hallaca (Rivas 2014). También son parte de sus hábitos culinarios el conocido sancocho, mondongo, chanfaina, carne frita, asado, revoltillo, caraotas, arepa, casabe, tajadas, arroz, chocolate, buñuelos, dulces en almíbar y el majarete.

Al momento de endulzar de manera natural utilizaban la miel, y condimentaban con el ají y la sal. Todo esto era preparado sobre parrillas de madera, planchas de barro cocido, enterrados y envueltos en hojas de plátano o en vasijas de barro sobrepuestas en piedras y luego las encendían para hervir líquidos, y en la actualidad en budares, sartenes, fogones y planchas (Lovera 1998).

Si bien es cierto que el patrón de consumo en Venezuela está constituido por el maíz en forma de arepa, también se identifican en la mesa del venezolano la carne de res, el azúcar en forma de papelón, y el cacao como alimentos básicos; mientras que la yuca en forma de casabe, el plátano, los frijoles; como las caraotas, el arroz y el café como alimentos complementarios. Así mismo, se posee gran apego al consumo de leche, queso y mantequilla, plátanos, ocumo, ñame, apio y frutas como: lechosa, cambur, patilla, guayaba y guanábanas, y otras que fueron traídas desde España como: uvas, melones, granadas, manzanas, peras, duraznos, higos.

Por lo que se puede evidenciar la similitud en cuanto a los alimentos de tipo salado y dulce, los cuales se han interrelacionado y hoy en día se han posicionado en la mesa diaria, donde prevalecen las sopas, las carnes, la papa, la leche, el queso, embutidos, la cebolla, el pimentón, el repollo, el azúcar blanca, morena o en forma de papelón, la zanahoria y algunos dulces, en tal sentido, se presentan estas expresiones y símbolos culturales en la gastronomía canario-venezolana, mostrando la esencia de ambos pueblos, lo que forja identidad de la gastronomía nacional, y enriqueciendo la base y sabores (Cartay 1996)

Todo lo anterior, se acostumbra a complementar en Venezuela, dependiendo del plato por supuesto, con aceite oliva, aceitunas, aguardiente de uva o mejor conocido como vino, alcaparras, almendras, anchoas, anís, arenques, atún, avellanas, bacalao, canela, cerveza, cidra, ciruelas pasas, clavos de especie, chorizos, salchichas, morcillas, longaniza, garbanzos, ginebra, harina de trigo, jamón, nueces, queso, pimienta, salmón y las famosas sardinas; también se consume la lechuga, el repollo, los guisantes, la cebolla y el ajo.

En consecuencia a todo lo anterior expresado, se reconoce que la cultura venezolana ha sido construida en complementación con la presencia canaria a lo largo del territorio nacional, ya que no solo es el alimento consumido, sino lo cosechado, es decir, los patrones de producción y consumo corresponden a los alimentos servidos en la mesa en Venezuela, y esto se evidencia a lo largo del extenso territorio, donde prevalecen cosechas de maíz, trigo, tabaco, caña de azúcar, café, zanahoria, papa, cebolla, tomate, pimentón, ajo, repollo, por solo mencionar los más importantes, pero son un sinfín de rubros que llegaron a estas tierras para quedarse a través de la cultura agrícola canaria, repercutiendo de manera directa en la agricultura y la ganadería, donde predomina la cría del ganado vacuno, porcino y caprino (Bañez y Peraza 1986).

Resulta indispensable señalar la realidad de la praxis agrícola nacional y los aportes en materia agrícola y cultural canaria, ya que fueron ellos los encargados de producir desde hace siglos en las tierras venezolanas, dedicándose al cultivo y la ganadería, por ser estas actividades típicas en su nación de origen, y más que una labor o un trabajo, es su identidad y su vida gira alrededor de las actividades del campo, por lo que en estas tierras retoman las practicas campesinas con la intención de producir a través de conocimientos, técnicas y herramientas habituales implementadas en Canarias.

En sí, de lo anterior se puede sustraer aportes canarios en el ámbito de la agricultura, en primer lugar lo concerniente a la siembra, cosecha, conocimientos, técnicas e instrumentos pero lo más importante es la trasmisión de conocimientos entre los actores sociales, y que ha perdurado en el tiempo; de esta manera se estableció la cultura agrícola en la localidad, forjada entre canarios como maestros y especialistas y venezolanos como ayudantes, jornaleros que querían aprender el arte de sembrar, y que en periodos siguientes podrían tener sus tierras y dedicarse a la actividad como tal.

Resulta de interés para la investigación reconocer el aporte del isleño a la masificación de la producción agrícola, ya que a partir de sus aportes técnicos aumentó la producción y en consecuencia el consumo de alimentos en la región, en manos de canarios, descendientes de canarios y venezolanos.

Esta situación forjo los cimientos para elaborar junto con el aprovechamiento de la renta petrolera una estructura económica, social y cultural, con la inyección de capital, mediante la inversión y reinversión con el propósito de aumentar la producción agrícola nacional (Rodríguez 2000) y en consecuencia, se activa de manera paralela la inauguración de tiendas, comercios de ropa y calzado, farmacias, gasolineras, entre otras, en el centro de la ciudad, lo que ubica esta localidad como una de las principales en materia agrícola, económica y productiva a nivel regional y nacional, con reconocimiento internacional, por ser productivas en rubros como; la cebolla y el pimentón, y en tierras un poco más elevadas, la papa y el café, rubros de interés nacional e internacional, y repoblando los campos con pobladores dedicados al trabajo campesino, por lo que se contrarresta de manera directa el éxodo campesino que ha estado marcado durante el siglo y hasta la actualidad (Zabala 1964).

CONCLUSIONES

El proceso migratorio canario en Latinoamérica y en especial en Venezuela ha sido desde hace más de cinco siglos, por ello, es inminente considerar que la interacción de ambos grupos sociales ha sido constante y sostenida, por ello, a lo largo del artículo se pudo evidenciar los distintos motivos que tuvieron los emigrantes para salir de la tierra que los vio nacer, tierra que al mismo tiempo no pudo garantizar las condiciones para tener una calidad de vida para el momento histórico, es por ello que hombres, mujeres, niños y familias enteras decidieron dirigirse a América y en especial a Venezuela, nación que abrió sus puertas con el espíritu de hermandad y fraternidad, y con disposición moral, jurídica y política para facilitar el traslado, llegada y trabajo para cada inmigrante, en su mayoría canarios.

Todo ello hace reflexionar que los grupos migratorios residenciados en nuevos destinos, y en especial este caso ha tenido términos positivos para ambas partes, la primera desde los canarios, por ubicarse en tierras que le permitieron conseguir fortuna a partir del trabajo y la constancia y segundo, porque el país receptor supo aprovechar la asistencia canaria y sus virtudes en materia agrícola, las cuales a corto plazo aportaron productividad dentro del sector primario y en la económica en general.

Es de resaltar que en esta relación canario-venezolano han prevalecido valores de expresión familiar, donde resalta lo fraternal, moral, humano, religioso, deportivo, gastronómico y agrícola, por estar ellas presentes en lo intrínseco y ser ya costumbres e identidad propia que se transforma en cultura viva, constituyendo un ejemplo concreto de las consecuencias positivas directas de la migración, visto desde el desarrollo cultural alcanzado desde el crecimiento económico, acompañado de una formación humana, afectiva, moral, laboriosa y espiritual, que llegó y nutre a todos los seres, no solo a los inmigrantes, sino a los venezolanos de manera sostenible.

Todo lo anterior se materializó con la acertada iniciativa de fundar espacios para la diversión y el compartir entre paisanos, ya que ello permitió sostener la cultura en estas nuevas tierras, y que a corto plazo tuvo la incorporación de venezolanos, lo que facilitó el eficaz proceso intercultural entre ambos grupos, a partir de actividades de disfrute, como el deporte, las fiestas y celebraciones. De igual manera, la religiosidad tuvo su papel dentro de la sociedad, y es practicada a lo largo del territorio, teniendo una función de fe, esperanza y hábitos entre los actores sociales, llegando a tener la participación de no solo los canarios, sino los mismos venezolanos como feligreses y organizadores.

Asimismo, se observa el desarrollo culinario, y es a partir de la presencia canaria que se modifican los patrones de producción y luego de consumo, ya que los canarios comenzaron a traer las semillas de los rubros que ellos acostumbraban a sembrar y consumir en las islas, y lo mismo lo acostumbraron a realizar en Venezuela, es por ello que pronto pasan a servirse en la mesa venezolana, siendo estos rubros producidos y consumidos por canarios y venezolanos, es decir, los cultivos, las cosechas y posteriormente los rubros son servidos en las mesas en Venezuela, lo que quiere decir que los patrones de producción y consumo fueron modificados debido a la producción agrícola canaria, lo que conlleva a una diversidad en alimentos y nuevos sabores, como consecuencia de las habilidades agrícolas, hasta el punto de enseñar a los nativos y que desconocían las técnicas de cultivo, cosecha y recolección, dando un aporte directo de tipo cultural agrícola a la nación venezolana, solventando las necesidades del mercado local, regional y nacional.

De igual manera, se reconoce al canario como un ser responsable, honesto, con gran espíritu de trabajo, dedicación, que junto a la mujer canaria formaron hogares sólidos en valores éticos y morales, que se trasmitieron de generación en generación a sus descendientes y hacia los mismo venezolanos, y que hoy en día se observan como una colonia que ha dado aportes tangibles y sostenibles a la nación venezolana, y ha incidido de manera directa en el desarrollo cultural visto desde la armonía y equilibrio en el dialogo sociocultural

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Recibido: 25 de Mayo de 2018; Aprobado: 18 de Marzo de 2019

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