Introducción
Durante la época de pandemia motivada por Covid-19, la incertidumbre y desinformación dominan en buena parte de la sociedad contemporánea. Esto se encuentra motivado porque los usuarios en muchas ocasiones no acuden a las fuentes de información correctas. Las tecnologías digitales ponen a disposición de las personas grandes cantidades de información, las mismas que en mucho de los casos, dificultan la toma de decisiones.
En el caso de las bibliotecas, su servicio en un primer momento se vio afectado durante el confinamiento debido a que esta medida tomó por sorpresa a todos los ciudadanos. Luego, se implementaron servicios digitales que facilitaron el acceso a la información. Sin embargo, otros centros de proporción de datos tuvieron que pasar por diversos procesos para reactivar sus servicios.
En lo concerniente a la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos del cantón Portoviejo, provincia de Manabí, la digitalización de la información fue posible gracias a la implementación de Koha, un software libre (Koha) dio la respuesta acertada a las necesidades funcionales y de servicios. Con ello se obtuvo la automatización de los procesos en los centros de información bibliográficos. En general, Koha responde a las necesidades de las bibliotecas para la administración de sus fondos bibliográficos, y, de esta manera, garantizar la prestación de servicios de calidad a sus usuarios
A partir del mes de junio de 2020, los servicios de la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos, que depende del Municipio de Portoviejo, se reactivaron en el ámbito de la presencialidad guardando en todo momento las medidas de bioseguridad. Y desde este momento los usuarios han acudido a esta institución en busca de información relacionada con la salud, con las consecuencias de la pandemia, en formas de prevención y todo tipo de detalles concernientes a la Covid-19.
En este contexto, el presente trabajo de investigación analiza el aporte de esta biblioteca en temas de salud e infodemia frente a la Covid-19. Para ello se ha tomado como referencia a usuarios asiduos que buscan este tipo de información. En este sentido, la infodemia es un término definido como “la epidemia de información asociada con miedo, especulación y rumores, amplificada y transmitida rápidamente por las modernas tecnologías de la información y que afecta negativamente a la sociedad” (Arrollo, Cabrejo y Cruzado, 2020, p. 1). Es precisamente, el aporte que brinda la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos frente a este problema el que se analiza en esta investigación.
Metodología (Materiales y métodos)
Es una investigación con estudio descriptivo y exploratorio con enfoque cuali-cuantitativo. Además, se emplearon los métodos de análisis de investigación bibliográfico y documental. La muestra estuvo conformada por 40 usuarios de la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos que a partir de junio de 2020 han buscado información sobre temas relacionados con la salud, la pandemia y Covid-19.
Resultados
Los resultados indican que existen usuarios asiduos a la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos del cantón Portoviejo que han consultado información relacionada sobre temas de salud y la pandemia provocada por el Coronavirus. Esto es consecuencia de la ola desinformativa; sobre todo por la utilización de las redes sociales para difundir desinformación masiva a determinados grupos de población. En este apartado se desglosan los resultados de las encuestas realizadas a los usuarios de la biblioteca en cuestión.
Sobre la búsqueda de información
Tabla 1 ¿Usted ha buscado información en la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos del cantón Portoviejo aún en tiempos de pandemia?

Fuente: elaboración propia
Los usuarios consultados coincidieron en que acuden a la biblioteca pese a que existe pandemia. En un 25% manifestaron que siempre asisten a este lugar; un 63% señaló que a menudo lo hace; finalmente, 12% de consultados dijo que acude ocasionalmente.
Para estudiosos como Varcárcel (2020), el hecho de ir a la biblioteca se puede considerar un gesto que se lo realiza con el propósito de combatir la infodemia; es decir, la propagación de la desinformación sobre el virus que hace difícil que la gente encuentre recursos fiables para obtener noticias claras por los medios de comunicación tradicionales, ya que la gente se encuentra con un montón de material relacionado con el coronavirus en las redes sociales. Por lo tanto, obtener información a través de internet y de las redes sociales sin comprobar si es correcta o no, afecta negativamente a la psicología, a la vida cotidiana y al comportamiento de las personas. Este es uno de los puntos a favor de los visitantes asiduos a la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos de Portoviejo.
Sobre los textos y documentos
Tabla 2 ¿Qué tipos de información busca usted en sus visitas a la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos?

Fuente: elaboración propia
La información que se busca en la biblioteca es variada y responde a los intereses coyunturales de los usuarios. Sobre este aspecto, un 10% de los encuestados señaló que busca información general y noticiosa, un 25% manifestó que necesita encontrar información sobre un tema académico. Mientras que el 65% restante aseguro que busca información relacionada sobre temas de salud y prevención. Es de considerar que esta biblioteca ofrece textos y documentos con información actualizada como la que consta en medios de comunicación. Además, brinda recomendaciones de lectura sobre contenidos digitales y otros productos culturales para la infancia y la juventud. De allí su importancia y la aceptación que tiene en la comunidad.
Sobre los textos y documentos
Tabla 3 ¿Por qué razón usted acude a la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos del cantón Portoviejo en tiempos de pandemia?

Fuente: elaboración propia
Son variados los motivos por los cuales los usuarios acuden a este lugar, objeto de la presente investigación. Un 75% de encuestados aseguró que acude a la biblioteca porque ofrece información confiable. Mientras que un 10% señaló que no conoce un lugar similar al cual pueda asistir en esta época, pues otras bibliotecas están cerradas; un porcentaje similar sostuvo que va a esta biblioteca porque es un lugar que guarda todas las medidas de bioseguridad en tiempos de pandemia. Finalmente, apenas un 5% señaló que acude a este centro porque es un lugar agradable. Los motivos de los usuarios confluyen en el hecho de buscar información de primera mano en una época en que la desinformación reina en sitios como las redes sociales.
Acerca la percepción del aporte informativo
Tabla 4 ¿Cuál es su percepción sobre el aporte informativo que ha tenido en la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos en temas relacionados con la salud e infodemia frente al Covid-19?

Fuente: elaboración propia
En parámetros generales, la percepción que tienen los usuarios sobre el aporte informativo es positiva. Un 63% de consultados señaló que el aporte informativo de la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos es muy satisfactorio; un 25% manifestó que es satisfactorio, mientras que apenas un 12% de encuestados aseguró que es poco satisfactorio. Esto da a entender que en en este momento en que aún se vive una pandemia, esta biblioteca cada día siguen empezando nuevos canales y nuevas propuestas de actuación, con muestras de flexibilidad y dinamismo, y en busca de nuevos formatos y maneras de actuar y satisfacer de mejor manera las necesidades informativas de sus usuarios.
Discusión
Cuando el Gobierno del Ecuador decreta el confinamiento por la pandemia muchos lugares tuvieron que dejar de atender a sus usuarios. Esto pasó también con instituciones educativas y lugares como las bibliotecas. Con su cierre, la comunicación con las comunidades ha pasado a ser exclusivamente digital, especialmente a través de las redes sociales. El análisis de las entradas en las páginas de Facebook de las bibliotecas revela que hubo un momento inicial de semiparalización en el que estos canales fueron usados principalmente para informar del cierre de las actividades, difundir información oficial sobre la pandemia e indicar a los usuarios dónde buscar información sobre la Covid-19 en fuentes oficiales. Con el paso del tiempo, las bibliotecas pasaron a realizar parte de su programación en línea y a desarrollar nuevas maneras de actuar.
El caso de la Biblioteca Pública Pedro Elio Cevallos del cantón Portoviejo también presta estos servicios digitales, pero meses después del confinamiento, ya en junio, volvió a abrir sus puertas y a prestar sus servicios de forma tradicional, guardando las medidas de bioseguridad con sus usuarios. Este rol fue apreciado por un grupo de usuarios que fueron objeto de una encuesta destacada en el apartado anterior.
Ahora bien, ¿por qué es importante el aporte de la Biblioteca en temas de salud e infodemia frente al Covid-19? Hay varias razones y teorías al respecto. Por ejemplo,
Oyarzún (2020) señala que la pandemia obliga a pensar y a repensar el rol del bibliotecario y de la biblioteca, que, más allá del espacio de la biblioteca, más allá del contenido de los libros, debe estar enfocado más que nunca en la comunidad a la cual sirve y “debe redoblar sus esfuerzos para pensar cómo brindar sus servicios de lectura, de información, de apoyo al desarrollo económico, emocional, social y cultural de su comunidad” (p. 9).
Desde la perspectiva de Hernández (2020), la infodemia le ha hecho un terrible daño a las comunidades por cuanto al difundir noticias falsas se persigue promover el pánico, confusión y conductas incorrectas de los ciudadanos con el fin de favorecer determinados intereses. Las desinformaciones que circulan en muchos casos son las mismas en distintos países y poder contar con el aporte bibliotecario ayuda a desmentir más rápidamente las falsedades y evitar su propagación.
En este sentido, Alonso y Frederico (2020) aseguran que es oportuno que se debe prestar atención a herramientas disponibles, que se constituyen como alternativas a los contenidos de entretenimiento en video tan difundidos y que son más accesibles desde las bibliotecas en las que el acceso a internet y computadoras no es tan limitado. Las bibliotecas, públicas como las analizadas en este estudio, se perfilan como aliadas naturales de la transformación hacia lo digital, acelerada por la pandemia, del consumo cultural y de enseñanza.
De acuerdo con lo anterior, Gaitán (2020) señala que se mantiene la visita de los usuarios a las bibliotecas, ya sea de forma tradicional o virtual, porque la necesidad de información en tiempo real nunca ha sido tan apreciada como hoy en día. El minuto a minuto cuenta y convierte a los sucesos en materia prima fundamental para la comunicación en situación de crisis y desastres. La dinámica de la información a través de los medios de comunicación, desde que las noticias de la existencia de un terrible virus comenzaron a diseminarse por el mundo, fue mutando día a día hasta encontrarse en el núcleo mismo del mal informativo. La grave tragedia mundial ocasionada por el Covid-19 y la infodemia son dos males fundamentales que atacaron a las personas, las vulneraron y produjeron su muerte, en muchos casos. Y es que la infodemia está obstaculizando las medidas de contención del brote, provocando pánico y confusión de forma innecesaria y generando división en un momento en el que necesitamos ser solidarios y colaborar para salvar vidas y para poner fin a esta crisis sanitaria.
Sobre la infodemia, García (2020) destaca el rol que cumplen las bibliotecas y también hace un llamado a que los ciudadanos eviten una sobreexposición excesiva a la información. En una situación de crisis como la del Covid-19 es aconsejable informarse siguiendo algunos preceptos:
a) haciendo un uso racional y limitado de las redes sociales y, especialmente, de las aplicaciones de mensajería instantánea;
b) accediendo a un conjunto de medios de comunicación de confianza, públicos o privados, pero con variedad ideológica y contraste informativo. Por ello resulta fundamental acercarse a las bibliotecas para obtener información de primera mano y confiable.
Otros autores como Meseguer (2018) señalan que cuando existe una situación de desconocimiento y escasez de información veraz se provoca como consecuencia una dinámica vacía de contenido y por momentos adictiva. En toda esta vorágine informativa, es posible observar la utilización continua y profusa de algunos términos polisémicos. Todos ellos utilizados por los autores de la información, bien pueden propiciar un malestar generalizado en las personas. De allí la importancia de radicar la infodemia.
Para Sánchez y Magallón (2020), la mediatización extrema generada por el confinamiento reforzó la idea de que el miedo y la desinformación están estrechamente vinculados. Cuanto menos se puede ver y comprobar la realidad físicamente, más dudas aparecen sobre el contenido cierto de los acontecimientos. Mientras que para Allcott y Gentzkow (2017) aseguran que frente a la infodemia, la difusión de rumores y noticias contenidos falsos, las bibliotecas deben formar alianzas estratégicas para compartir la información que se produce y, al unir esfuerzos, brindar mejor información a los usuarios.
Este aspecto también es abordado en un estudio realizado por Lazo (2020), quien precisa que la infodemia no son sólo noticias falsas, sino también la manipulación de la información para esconder una realidad. Las noticias falsas son, por ende, la desinformación de una sociedad en una era de rápida difusión de la información. Por ello, y según Hernández (2020), se debe citar información validada de expertos, médicos, infectólogos, epidemiólogos e informar sobre la base de verificaciones respaldadas por este sector para orientar comportamientos preventivos que sugieran verdaderos especialistas en el área de la salud pública. Si un experto no fue suficiente, se deben buscar dos, tres. Si toca esperar hasta tener información confiable, se le debe brindar prioridad a la solidez de la información y menos a la inmediatez.
Pulido, Hernández y Lozano (2021) señalan que toda desinformación implica intencionalidad. Y en este sentido apuntan a que la crisis del coronavirus también ha servido para alimentar agendas políticas. Unas sociedades desinformadas, asustadas, que se sienten vulnerables, pueden aumentar la presión y el descontento sobre sus gobiernos. Ocurrió desde el primer momento en la zona cero del virus, cuando la maquinaria de propaganda gubernamental china tuvo que hacer frente a las críticas contra los medios oficiales que recorrían internet sorteando la censura con palabras clave y videos protesta.
En este contexto, Portero (2020) señala que, desde el inicio del año 2020, los efectos de la pandemia provocados por la COVID-19 se han extendido al ámbito sanitario, político, económico, y social. La sociedad mundial se ha visto más conectada que nunca a las redes sociales, creando el escenario perfecto para que aquellos con el propósito de influir llevasen a cabo campañas de desinformación y la difusión de bulos. Asimismo, la actuación de actores internacionales, estatales y no estatales, en la difusión de teorías conspirativas sobre el origen del virus o sobre remedios para paliar la enfermedad, no queda al margen de este tablero desinformativo sanitario con implicaciones sociopolíticas.
A criterio de Olmos (2020), la información no puede ser entendida como un hecho puramente objetivo ya que los sesgos personales, el prisma desde el que se procesa la información y el tono utilizado para trasmitir el mensaje impide su objetividad. Sin embargo, existen herramientas que permiten reducir el sesgo personal para lograr informar sin la intencionalidad de influir. Las informaciones falsas son un elemento desestabilizador de las democracias y en periodos de crisis su incidencia es mayor en la ciudadanía. Por ello es fundamental que a partir de las bibliotecas se fomente una cultura de gestión de la información entre la comunidad universitaria y propicie un entorno favorable para el aprendizaje y la generación de nuevos conocimientos.
Sobre este aspecto, López y Nuño (2020) sostienen que hay que ser conscientes de que esta epidemia global de desinformación, que está propagándose rápidamente por las plataformas de redes sociales y otros canales, plantea un serio problema de salud pública. El grado de desinformación ha ido aumentando conforme el coronavirus se extendía a nivel mun-dial, a pesar de los esfuerzos de Google y redes sociales como Facebook y Twitter para limitar su difusión. La información que llevemos al público debe ser fidedigna, contrastada, en lo posible, con fuentes calificadas. Por ello, el rol que cumplen las bibliotecas en los actuales momentos contra la infodemia se vuelve imprescindible.
Conclusiones
Con la pandemia se debe entender de que es tiempo de ética y de enfatizar el principio de la veracidad en las prácticas. La información sobre la pandemia debe tener data precisa, y el tratamiento debe ser sincero, no guiado por los intereses ni deseos propios, ni por el gusto o ambiciones de grupos de ningún bando ni por los anhelos de la audiencia. La información veraz debe estar orientada al estricto apego a los hechos. La veracidad requiere precisión y honestidad.
En los actuales momentos el ser humano se enfrenta a diversos escenarios: hay información con sustento científico y hay opiniones que sesgan por la falta de rigor científico, incluso hay quienes hablan de la existencia de un terrorismo científico. Lo más peligroso de tener información a medias, o de combinar verdades con mentiras, es usarla con mala voluntad para engañar o para producir incertidumbre.
Es por esta razón que las bibliotecas en época de pandemia cumplen una función en extremo valiosa porque cumplen con su misión de facilitar a la comunidad universitaria recursos y servicios informativos de calidad, con eficiencia, oportunidad y confiabilidad tecnológica.