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Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales (ReHuSo)

On-line version ISSN 2550-6587

ReHuSo vol.4 n.2 Portoviejo May./Aug. 2019  Epub Aug 30, 2019

https://doi.org/10.33936/rehuso.v4i2.2298 

Articles

La gestión de las competencias informacionales en la formación del conocimiento: fundamentos para un proceso de aprendizaje competente

Managing information skills in knowledge formation: the basis for a competent learning process

Freddy Eduardo Anchundia Delgado1 
http://orcid.org/0000-0001-8777-2094

Robertson Xavier Calle García2 

1Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Manabí, Ecuador, fanchundia8734@pucem.edu.ec

2Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Manabí, Ecuador, robertson.calle@utm.edu.ec


Resumen

Las competencias informacionales consisten en poner en práctica, de forma combinada o integrada, en un contexto y con un contenido determinado, todos los recursos disponibles para solucionar con éxito problemas y aprender a aprender, a partir de la interacción efectiva con la información. Estos recursos pueden ser habilidades, conocimientos y actitudes, sin delimitación de tipo, formato y soporte. Las competencias a las que nos referimos en el presente estudio son necesarias en cualquier ámbito e incluyen otras competencias como las tecnológicas, las bibliotecarias, las bibliográficas y el pensamiento crítico. La identificación y normalización de competencias informacionales se ha llevado a cabo a través de diferentes modelos y normas. En este trabajo nos centramos en la aplicación y evaluación de varias de estas habilidades en la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi, Ecuador. Para lograr este propósito se ha tomado en consideración que la formación de competencias en la perspectiva informacional consiste en el proceso de enseñanza-aprendizaje que facilita la adquisición de tales competencias al nivel requerido. Las maneras de adquirir las competencias se enmarcan en el sistema formal, fuera del currículo o dentro del currículo como asignatura propia o parte de una asignatura. De tal manera que se deja en evidencia en este documento que la gestión de estas habilidades está comprendida principalmente por la gestión del conocimiento.

Palabras-clave:

Abstract

Information skills consist of putting into practice, in a combined or integrated way, in a given context and content, all the resources available to successfully solve problems and learn how to learn, from the effective interaction with information. These resources can be skills, knowledge and attitudes, without delimitation of type, format and support. The competencies to which we refer in this study are necessary in any field and include other competences such as technology, librarians, bibliographies and critical thinking. The identification and standardisation of information skills has been carried out through different models and standards. In this work we focus on the application and evaluation of several of these skills in the “Veintitrés” de Octubre Educational Unit of the city of Montecristi, Ecuador. In order to achieve this aim, it has been taken into account that the formation of competences in the informational perspective consists of the teaching-learning process that facilitates the acquisition of such competences at the required level. The ways of acquiring competencies are framed in the formal system, outside the curriculum or within the curriculum as a subject or part of a subject. In such a way that it is made clear in this document that the management of these skills is mainly comprised by knowledge management.

Key words:

Introducción

El tema de las competencias informacionales resulta en la sociedad contemporánea imprescindible para lograr en los estudiantes habilidades y actitudes pertinentes a lo que necesita la sociedad. Este tipo de competencias y su gestión es un reto para generar la formación del conocimiento. El proceso de aprendizaje competente tiene uno de sus pilares en estas gestiones. De tal forma que es preciso saber llegar al conocimiento existente, poder evaluarlo, procesarlo y expresar generalizaciones a través de la construcción de discursos, que puedan ser socializados en las diversas formas. Esta capacidad expresiva puede formarse en el transcurso de toda una vida, de modo tal que se prepare a los estudiantes como sujetos competentes para el uso y manejo de la información.

En la actual sociedad de la información es importante saber acceder, analizar, evaluar y utilizar la información adecuadamente. Para ello son necesarias las competencias relacionadas con la búsqueda, la evaluación, el tratamiento y la comunicación de la información. Por esta razón, las competencias informacionales están siendo objeto de atención no solo en el ámbito de las ciencias sociales. Para la gestión de las competencias informacionales es preciso, a su vez, que todos los docentes dominen qué se entiende por las competencias relacionadas con la información y las cuestiones que forman parte de ella. En muchos casos no todos comprenden a cabalidad la necesidad de la gestión de estas habilidades ni están sensibilizados con la incorporación en sus clases de contenidos sobre estas competencias, así como tampoco concientizan en la necesidad de la cooperación que debe existir entre los profesores y bibliotecarios.

Para gestionar las competencias informacionales en una institución educativa, los docentes deben determinar si en el currículo de se incluyen las competencias informacionales, de qué manera, en qué tipo de asignatura, cómo se forman; para ello deben analizar los planes de estudio, hacer entrevistas, dialogar con docentes y estudiantes. Por ello se hace necesario incluir en sus planes de formación el recibir cursos relacionados con pedagogía, didáctica y desarrollo de contenidos. En este contexto, cobra radical importancia abordar en este estudio la gestión de las competencias informacionales en la formación del conocimiento y abordar los fundamentos para un proceso de aprendizaje competente.

Metodología

El enfoque metodológico de este estudio es eminentemente cuantitativo y descriptivo porque analiza diferentes formas en que se gestionan las competencias informacionales en la formación del conocimiento. La metodología aplicada ha permitido recopilar datos para su posterior análisis e interpretación de acuerdo con los significados para los sujetos en estudio de manera descriptiva, promoviendo nuevos conocimientos, sin perseguir ninguna aplicación o uso particular del proceso. En este caso, se procedió a realizar la investigación sin alterar ningún tipo de proceso. Para ello se ha realizado una encuesta dirigida a 212 estudiantes que cursan el tercer año de bachillerato en la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi, Ecuador.

En este contexto, se ha considerado a esta investigación como descriptiva, porque consiste en la caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el fin de establecer su estructura o comportamiento. Los resultados de este tipo de investigación se ubican en un nivel intermedio en cuanto a la profundidad de los conocimientos se refiere. El abordaje descriptivo permitió describir la situación en la que se gestionan las competencias informacionales. Con las encuestas receptadas a los estudiantes se realizó el análisis respectivo, su tabulación fue minuciosa para garantizar su fiabilidad, los resultados se representaron mediante tablas dependiendo la formulación de cada pregunta con su interpretación respectiva. Adicional a lo anterior, durante el proceso de la investigación se recopiló información bibliográfica concerniente al tema de estudio con la finalidad de ampliar el apartado de la discusión de este trabajo, adaptando la información en base al trabajo investigativo.

Resultados

La sociedad contemporánea impone que los estudiantes sean competentes en la búsqueda, obtención y aplicación de datos e información disponible. En este sentido, la presente investigación pretende determina el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que son necesarias para resolver problemas en el ámbito informacional en situaciones diversas. Se asume, por ello, que la gestión de competencias está comprendida por la gestión del conocimiento. No se logra una verdadera eficiencia en la gestión por competencias si no se encuentra en correspondencia con los aspectos relacionados con la gestión del conocimiento; forman un binomio cuya separación puede conducir al fracaso de la competitividad. Por otro lado y unido a estas cuestiones, difícilmente se llega a una buena gestión del conocimiento si no se asegura la competencia informacional. Es por esta razón que el presente estudio empírico, aplicado a 212 alumnos que cursan el tercer año de bachillerato en la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi, tiene como propósito determinar este tipo de competencias y su aplicación en el contexto académico.

La primera pregunta formulada a los estudiantes estuvo relacionada con las prácticas que tienen al momento de obtener la información. ¿Qué tipo de procedimientos suele emplear usted para buscar la información que necesita?

Tabla 1 Sobre la búsqueda de información 

Fuente: elaboración propia

Esta primera interrogante ha sido fundamental para establecer las bases de las competencias informacionales. En cuanto a las prácticas más empleadas para la búsqueda de información, la gran mayoría de consultados, el 56%, equivalente a 120 alumnos, ha indicado que lo que hace es buscar la información en cualquier página de Google, sin valorarla previamente. Otro grupo significativo ha señalado la búsqueda de la información utilizando las posibilidades que ofrecen las tecnologías de información y comunicación. Esto demuestra que hábitos más elementales en este proceso, como la aplicación de técnicas para la búsqueda bibliográfica sobre temas diversos tiene poca acogida en la encuesta realizada. Si bien este trabajo empírico ha sido aplicado a estudiantes que cursan el bachillerato, es evidente que en la actualidad el investigador ya sea en sus fases iniciales debe saber explorar en las distintas fuentes de información disponibles con el propósito de convertirse en agente de formación a lo largo de la vida para generar resultados en la sociedad. Para ello se requiere una formación continua y una guía especializada permanente.

La segunda pregunta de la encuesta fue la siguiente: ¿Qué tipo de fuentes de información o recursos utiliza usted para la búsqueda de datos que requiere? Los resultados se exponen a continuación:

Tabla 2 Sobre las fuentes de información y recursos empleados 

Fuente: elaboración propia

Las fuentes y recursos de información siempre son un factor decisivo al momento de referirse a las competencias informacionales. Esta pregunta, en concomitancia con la anterior, se deja en evidencia que el 39% de encuestados, es decir 84 estudiantes, manifiesta que como fuente de información emplea recursos que ofrecen la página web que suele visitar. La segunda opción más señalada es el uso de fuentes escritas, mientras que la tercera es el empleo de fuentes audiovisuales. Lo anterior implica que los investigadores deberían diversificar sus fuentes de información para así lograr una correspondencia necesaria entre los recursos que busca con sus requerimientos reales de información. Este aspecto va de la mano con la posibilidad de obtener datos de primera mano, representarlos y difundirlos mejor.

La tercera pregunta formulada a los 212 alumnos que cursan el tercer año de bachillerato en la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi fue la siguiente: ¿Cuál es el trato que le da a la información que encuentra sobre un tema específico?

Tabla 3 Sobre la interacción y el trato de la información 

Fuente: elaboración propia

Los criterios valorados en esta pregunta se encuentran vinculados el trato que los encuestados le suelen otorgar a la información. Los resultados están divididos, como puede evidenciase. Sin embargo, se puede destacar que en su mayoría los alumnos tienen el hábito de interpretar y procesar la información a través de la redacción de ideas principales y secundarias; de igual manera, los estudiantes procuran evaluar la información obtenida antes de emplearla. El desarrollo de competencias en información requiere de la voluntad y compromiso de los principales actores en las instituciones educativas, en este caso de los alumnos, quienes deben participar de forma comprometida para que puedan insertarse y ser exitosos en la sociedad del conocimiento.

La cuarta pregunta de la encuesta fue la siguiente: ¿Cuál es el uso que usted hace de la información que obtiene en las distintas fuentes que ha consultado?

Tabla 4 Acerca del uso de la información 

Fuente: elaboración propia

La cuarta pregunta ha explorado en el uso que se hace de la información. Los resultado han demostrado que la gran mayoría de consultados, el 56%, es decir 120 alumnos, busca la información para realizar una exposición y comunicar de forma oral los resultados y análisis obtenidos a sus padres, compañeros, amigos o docentes. Muy pocos elaboran fichas bibliográficas y apenas un 5%, equivalente a 10 estuantes, elabora un informe de investigación con el propósito de publicarlo. Esto demuestra la ardua tarea que tienen los docentes de la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi para formar a estudiantes competentes en el ámbito informacional.

La última pregunta realizada a los estudiantes fue la siguiente: ¿De qué forma usted difunde la información obtenida? Los resultados se muestran a continuación:

Tabla 5 Sobre la difusión de la información 

Fuente: elaboración propia

La última pregunta de la encuesta se vincula con la difusión de la información por parte de los estudiantes consultados. Una mayoría de alumnos, el 30%, es decir 65 encuestados, señala que relaciona el conocimiento con otros aspectos de la vida cotidiana, mientras que un 26%, es decir 55 alumnos, plantean nuevas interrogantes con el conocimiento adquirido. Muy pocos se dan el trabajo de redactar las conclusiones finales, en función de la información recogida en el proceso de búsqueda.

La investigación evidencia que las competencias informacionales son un tema importante para los estudiantes, pero que requieren ampliar sus bases conceptuales, actitudes y prácticas de búsqueda y empleo de la información para obtener mejores resultados. El estudio empírico también demuestra que los alumnos requieren comunicar mejor la información procesada y sistematizada, de acuerdo con sus necesidades de aprendizaje, usando conscientemente el aparato crítico y siguiendo normas fundamentales para el tratamiento y difusión de los datos obtenidos.

Discusión

Las bases de las competencias informacionales

El propósito de este estudio es analizar la gestión de las competencias informacionales en la formación del conocimiento. La perspectiva de este trabajo se ha centrado en el ámbito de la educación secundaria, para ser más precisos en el contexto del bachillerato de la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi. Por ello, este apartado empieza indicando que los fundamentos para un proceso de aprendizaje competente son posibles en este nivel. De hecho, la educación en el bachillerato es un momento importante para poder desarrollar las competencias informacionales. Para poder trabajarlas tenemos que tener en cuenta diferentes recursos como pueden ser la biblioteca, los recursos digitales y tecnológicos, la metodología docente y aspectos vinculados con la formación investigativa de los estudiantes.

Según Rubio García (2015), la competencia informacional implica diferentes procesos y considera que los tres elementos básicos son los siguientes: la capacidad de búsqueda de información, la capacidad de tratar la información, y la habilidad de comunicarla. Debido a que los datos, y la información se presentan hoy en día en diferentes formatos, y en diferentes fuentes, es básico que la persona sepa manejarse de forma competente en la variedad de formatos, en base a la información que quiere obtener, y a lo que quiera transmitir.

En esta línea, Sánchez (2015) considera que en la actualidad los estudiantes requieren saber acceder, analizar, evaluar y utilizar la información adecuadamente; para ello son necesarias las competencias relacionadas con la búsqueda, la evaluación, el tratamiento y la comunicación de la información. Y agrega que la actualización continua para el desarrollo correcto en el estudio, la profesión, en lo cultural y lo social, hace imprescindibles estas competencias.

La educación basada en competencias parte de un enfoque sistemático basado en habilidades; a partir de funciones y tareas precisas. La competencia informacional se revela de esta forma como una estrategia novedosa y apasionante para iniciar nuevos procesos de aprendizaje, pero también de enseñanza innovadora. La alfabetización informacional es clave ya en esta sociedad de la información para una formación para la vida. Para Ortoll (2003), las competencias informacionales incluyen además de aprender a utilizar la información con independencia de la localización de la fuente, el relacionarse de forma efectiva con el mundo de la información y compartir conocimiento en un contexto determinado. Por ello considera a las competencias informacionales necesarias para la alfabetización en información; asimismo la alfabetización informacional como el proceso formativo de las competencias informacionales.

La competencia es la habilidad para hacer algo, lo cual es el resultado de la capacidad de poner en práctica conocimientos, habilidades y aptitudes que posibilitan al individuo tras el enfrentarse a determinado entorno la resolución de problemas. El poder identificar en la información aspectos como lo son la relevancia, fiabilidad, integridad y coherencia resulta clave porque refleja la paulatina adquisición de criterios necesarios para la recuperación de información para luego esta ser difundida mediante la utilización de algún medio de comunicación (Munévar, 2018, p. 28).

Desde la perspectiva de Foronda, Martínez y Urbina (2018), el desarrollo de la competencia informacional supone el reconocimiento de que esta constituye un concepto complejo con múltiples dimensiones y que incluye, además de los procesos formativos, la construcción de una identidad digital que se hace necesaria para la ciudadanía actual y que permitirá afrontar el reto del acceso universal a la cultura contemporánea y al conocimiento.

En cambio, Rosales (2018) sostiene que competencias informacionales son un factor clave para incrementar la eficacia del proceso enseñanza-aprendizaje y cree oportuno que el sistema educativo en su conjunto debe asumir la responsabilidad de implementar programas de formación de competencias informacionales. Por tal motivo las instituciones educativas deben asumir su responsabilidad y no ignorar la formación de estas competencias. Por ello, las instituciones educativas deben tener un programa para el desarrollo de habilidades informativas necesarias para la vida profesional de los alumnos.

Debido al interés del desarrollo de competencias informacionales en las instituciones educativas, surge la necesidad de establecer normas que permitan la coordinación de criterios y métodos para llevar un orden en la formación de este tipo de habilidades. Un estudio de Bundy (2003) señala que son seis este tipo de normas y se detallan a continuación.

La primera norma dice que el individuo debe de tener la capacidad de reconocer cuándo y que tipo de información necesita. La persona sabe reconocer cuándo es que necesita la información y sabe utilizar distintas fuentes de información para tomar sus decisiones.

La segunda norma menciona que la persona tiene la capacidad de encontrar la información que requiere. Y es capaz de utilizar distintos métodos y herramientas para alcanzar la información requerida.

La tercera norma expresa que las personas tienen la habilidad y la capacidad de evaluar la información y sus fuentes. Las personas saben evaluar la información aplicando distintos criterios para verificar la fiabilidad y la validez de la información.

La cuarta norma sostiene que las personas tienen la capacidad de gestionar y administrar la información encontrada y evaluada. Así como organizar y registrar la información y sus fuentes.

La quinta norma indica que las personas tienen la capacidad de aplicar la información que se encontró y evaluó, y crear nueva información. Así mismo, tienen la capacidad para generar nuevas ideas y comunicar el conocimiento de manera eficaz utilizando los distintos medios y formatos de comunicación.

La sexta norma señala que las personas tienen la capacidad de utilizar la información reconociendo las distintas cuestiones legales, éticas y culturales que con lleva el uso de la misma. Las personas con estas competencias saben hacer buen uso de la información, respetando aspectos culturales y reconociendo las cuestiones de libertad de expresión, así como los derechos de autor.

En el caso de las competencias informacionales, las normas que existen ayudan a contribuir el desarrollo operativo en la búsqueda y el uso de la información, y describen la naturaleza y el alcance de este tipo de competencias con indicadores de rendimiento. Según Marín, Rivera y Celly (2014), la falta de competencias informacionales puede provocar que los alumnos, abrumados por la cantidad de información se pierdan en internet cuando realicen la búsqueda de información, y terminan recogiendo lo primero que encuentran. Ya que al desconocer las formas en las que se puede evaluar la información encontrarán algo que resulte interesante y no harán el proceso de evaluar las fuentes de información y reconocer si es información valida.

Desde la concepción de teóricos como Hernández Rabanal, Vall, y Boter (2018), las competencias informacionales son comunes a todas las disciplinas, a todos los contextos de aprendizaje y a todos los niveles de educación, pues permiten a los estudiantes comprender mejor los contenidos, ampliar sus búsquedas, ser más autónomos/as, tener un espíritu más crítico y ejercer un mayor control sobre su propio aprendizaje. Estos autores también definen los procedimientos básicos que se emplean para que un investigador busque la información que requiere. Este trabajo se ha válido de este criterio para la elaboración de la primera pregunta de la encuesta realizada a los estudiantes de la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi. Las competencias a los que se refieren estos autores son las siguientes: localizar la información bibliográfica acerca del proceso o fenómeno específico, aplicar técnicas para obtener información y realizo búsquedas bibliográficas sobre diversos temas, buscar información utilizando las posibilidades que ofrecen las tecnologías de información y comunicación y acudir a la biblioteca para consultar la información existente, con las pautas dadas por los docentes.

Sobre el trato y el uso de la información, Zelada (2018) sugiere que se apliquen las siguientes competencias:

Analizar críticamente la información y los datos obtenidos

Sintetizar la información conseguida

Analizar los materiales bibliográficos consultados antes de emplearlos

Interpretar y procesar la información a través de la redacción de ideas principales y secundarias

Elaborar organizadores gráficos que estructuren mejor las ideas conseguidas en la consulta del material bibliográfico

Evaluar la información obtenida antes de emplearla.

Utilizar las tecnologías de información y comunicación en el procesamiento de resultados.

Para Munévar (2018), las competencias informacionales se relacionan con la adquisición de ciertas destrezas que permiten al individuo alcanzar cierta autonomía a la hora de interactuar con los medios físicos y tecnológicos en donde la información es producida, haciendo que actividades como la búsqueda de información y la evaluación de las fuentes de información se efectúen de forma eficiente obteniendo con ello un mayor provecho de la información.

Para teóricos como Carvajal, Colunga y Montejo (2013), las competencias informacionales deben abordarse desde el propio proceso de formación y no bordeando al mismo, ya que la inserción en las disciplinas docentes de aspectos cognitivos, procedimentales y actitudinales propios de las ciencias de la información, permiten formar un estudiante capaz de enfrentarse al mundo laboral con visión autotransformadora, lo que repercutirá en la asunción estratégica de los problemas que se le presenten. Se hace preciso que su aplicación sea participativa y, en muchos casos, experiencial, de forma que impacte tanto desde el plano cognitivo, como emocional y conductual. El estudiante debe poder tomar

parte activa en el proceso de aprendizaje, de manera que pueda hacer sus propios descubrimientos, valoraciones, experimentar y tomar conciencia de sus competencias.

Según Negre, Marín y Pérez (2018), saber gestionar la información es fundamental para la inclusión en la sociedad del conocimiento. Sostienen, además, que en este siglo XXI, resulta imprescindible asegurarse de que los estudiantes adquieren y desarrollan aptitudes para el uso de la información. Se requiere que se interrelacione la mejora de la competencia informacional en lo referente al acceso y uso de la información con aspectos tecnológicos y documentales referidos, fundamentalmente, al aprendizaje de la gestión de la información desde una perspectiva tecnológica y colaborativa, porque, entre otras cosas, la información se considera una exigencia para la socialización del conocimiento.

Conclusiones

Con los datos recopilados en la investigación y la interpretación de los mismos, sustentados en el apartado de discusión, se demostró que aún faltan por desarrollar las habilidades y competencias informacionales en los alumnos encuestado de la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés” de Octubre de la ciudad de Montecristi.

Además con este artículo se ha evidenciado que la competencia informacional se dirige a la resolución de problemas mediante la gestión de la información. Los estudiantes al iniciar sus investigaciones presentan unas características comunes referentes a las escasas habilidades para gestionar la información. Por ello, las instituciones educativas deben ofrecer una formación en la que se forme como sujetos competentes para afrontar los complejos desafíos de la cultura, del conocimiento, de la ciencia, de la economía y de las relaciones sociales de este siglo XXI. En este sentido, la formación en disciplinas como la alfabetización informacional es clave en este tipo de procesos. Por lo anterior, se puede concluir que competencia informacional es un requisito de resistencia y adaptación al cambio continuo e inevitable que presenta la sociedad contemporánea.

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Citación/como citar este artículo: Anchundia, F., y Calle, R. (2019). La gestión de las competencias informacionales en la formación del conocimiento: fundamentos para un proceso de aprendizaje competente. Rehuso 4(2), 93-104. Recuperado de: https://doi.org/10.33936/rehuso.v4i2.2298

Recibido: 12 de Junio de 2019; Aprobado: 14 de Agosto de 2019; Revisado: 30 de Agosto de 2019

Contribución de la autora: Autora Freddy Eduardo Anchundia Delgado Robertson Calle García Contribución Concepción y diseño, redacción del artículo y revisión del documento. Revisión, edición e interpretación

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