Introducción

Las conductas disruptivas en el aula de clases se encuentran relacionadas con la disciplina y la convivencia escolar, esta conducta se define como un comportamiento inadecuado que realiza un estudiante con el objetivo de interrumpir al docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje, por este motivo el presente trabajo refleja la importancia que tiene identificar las conductas disruptivas para ejercer una estrategia de intervención en relación al desempeño docente en la escolaridad (^{Jiménez, 2017}).

Los docentes deben saber percibir las inadecuadas conductas de nuestros niños para plantear acciones de prevención, que aseguren la estabilidad y la convivencia de los infantes considerando que como docentes se aporta en la enseñanza aprendizaje en los niños, siendo asertivos y pasivos en el ámbito escolar.

En la mayoría de países en la etapa infantil uno de los fenómenos que aparentemente deberían ser normales es la necesidad de desafiar a la autoridad (^{Morocho, 2018}), por lo que en un principio se considera como un acto normal, debido a que la edad puede traer consecuencias de conducta y de comportamiento antisocial, a esto se lo conoce como conductas disruptivas.

En un estudio realizado en España sobre las conductas disruptivas se define que son todos los comportamientos que implican, algún tipo de conflicto dentro del aula de clases. Entre sus causas se identifican que los alumnos pueden tener problemas en sus hogares y por lo tanto esto se ve reflejado en su comportamiento por todos los apremios internos que este niño pueda tener (^{Figueroa et al., 2020}).

De acuerdo con ^{Jiménez (2017}) en México los trastornos disruptivos se refieren principalmente al fracaso del control del comportamiento, si bien por lo general todos los niños en alguna etapa de su vida presentan problemas que no son persistentes y que no causan una mayor preocupación especial. Sin embargo, existen otros casos donde las conductas inapropiadas son extremas y generan incomodidad, desesperación a sus padres por estos cambios conductuales.

En la actualidad los niños y jóvenes van teniendo un acceso mucho más rápido a medios que influyen claramente en su comportamiento, desplegando acciones perturbadoras o agresivas que rompen la armonía del grupo de clase, obstaculizando el proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula debido al desafió de autoridad, aislamiento social, conductas negativas a esto se asocia los problemas en el núcleo familiar como maltrato o violencia infantil.

^{Morocho (2018}) en un estudio realizado acerca de las conductas disruptivas en los niños detalla las conductas disruptivas que están presentes con mayor frecuencia donde menciona que: “los problemas conductuales constituyen un desajuste en el desarrollo infantil, debido a que imposibilitan el desarrollo social y psicológico de manera saludable (p. 1)”. En otras palabras, el autor plantea que las conductas disruptivas establecen el desorden entre los infantes con conductas inapropiadas en las aulas de clases, sin embargo, detectando las causas que generan la problemática para ayudar a mejorar el comportamiento y actitud del niño.

^{Narváez y Obando (2020}) mencionan que desde el marco de interpretación de la vida escolar de los estudiantes que presentaban predisposición ambiental a la deprivación sociocultural, se develaron marcos interaccionales que dan cuenta de la práctica de comportamientos disruptivos; los cuales para la presentación de resultados se clasifican en aquellos que afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje, divididos a su vez, en los relacionados con el rendimiento y desempeño académico, es decir, todas aquellas conductas asociadas al no aprovechamiento didáctico, el incumplimiento de objetivos escolares.

^{Carrera (2017}) concluyó que: “las conductas disruptivas son un fenómeno que se extiende por la mayoría de los centros educativos, desencadenando la interrupción del proceso educativo, alterándola recepción de conocimientos y la relación entre los involucrados (p. 14)”. Por tanto, es un problema dificulta el proceso de enseñanza y las relaciones interpersonales. En efecto se determina que las conductas disruptivas dificultan el orden y la tranquilidad en el ámbito escolar y altera el bienestar de los estudiantes, si bien es cierto que un clima estudiantil adecuado permite el desarrollo de las habilidades y mejora la enseñanza y aprendizaje y lo más importante genera una armonía educativa.

Las conductas disruptivas son parte inevitable del proceso de crecimiento y desarrollo de cualquier grupo social y del ser humano, por tanto, ser capaz de tratar los conflictos disruptivos de forma educativa para los niños/as es aprender a dejar que resuelvan de forma constructiva los conflictos que muchas veces no pueden resolverse con sólo contenerse o atenuarse a desencadenar tipos de conductas disruptivas.

Dentro de los tipos de conductas disruptiva ^{Jiménez (2017}) declara:

Conducta disruptiva es aquel comportamiento del alumno que interfiere, molesta, interrumpe e impide que el docente lleve a cabo su labor educativa. Por tanto, es necesario buscar estrategias con determinadas técnicas. que ayuden a mejorar los comportamientos, utilizando varios recursos que faciliten el comportamiento de los infantes (^{Gómez y Cuña, 2017})

Para ^{Paro y Samanez, (2019}) define que el trastorno negativo desafiante (TND) es la aparición en el niño de un patrón de comportamientos negativista, desafiantes, desobedientes y hostiles hacia figuras de autoridad. Así mismo un niño con TND puede discutir constantemente con los adultos y perder el control de sus emociones muy fácilmente, negarse a seguir las reglas, molestar continuamente a los demás y comportarse de manera enfadada, resentida y vengativa.

La conducta disruptiva es una de las principales problemáticas que se evidencian en el entorno escolar, su trascendencia pasa a ser uno de los temas que mayor preocupación genera en los padres, considerando que, a través de ésta los niños muestran las características conductuales que han adquirido dentro de la socialización familiar (^{Villavicencio et al., 2020}).

^{Colichón (2020}) menciona que la escuela debe proponer estrategias de mejora y situaciones de adaptación, frente a las conductas no adecuadas como son: los tratos de agresividad física, de agravio y agresión verbal; y en cuanto al trato social se recomienda la realización de talleres de intervención a fin de controlar las situaciones de ira, y así canalizar la energía de los niños a través de situaciones adecuadas de convivencia positiva.

Pero en el entorno escolar de los niños con conductas disruptivas tienden a encontrar relaciones afectivas y buscan seguridad que les permita conseguir una autonomía para adquirir de forma natural y según su ritmo los aprendizajes. Las buenas relaciones afectivas ayudan a fortalecer la autoestima de los estudiantes y a mejorar el proceso de aprendizaje ya que adquieren autonomía y seguridad al momento de realizar sus actividades (^{Franco, 2018}).

Es evidente que el principal responsable de lo que suceda en el aula de clases es el docente, siendo la figura principal en el sistema educativo con la función de apoyar el proceso de enseñanza y aprendizaje. ^{Carranco y Moreno (2019}) al respecto afirman que las actitudes del docente, sus emociones, perspectivas, y expectativas se integran al proceso de enseñanza brindando un carácter particular a la experiencia áulica, donde el estudiante no recibirá tan sólo los contenidos, ya que el proceso comunicacional integra factores que van más allá del desarrollo de los saberes y se comprende la presencia de valores y actitudes que acompañan a los mismos

^{Alonso et al. (2020}) manifiestan que las actitudes docentes, no sólo implican el uso de técnicas, estrategias y metodologías, que él o la docente hace suyas y las lleva al aula; hace referencia a una extensa comprensión sobre un cuerpo de valores, creencias y formas de hacer las cosas, las consideran como una práctica social, compleja, incierta, imprevisible, dinámica, contextualizada y condicionada por factores de tipo político, económico y cultural, así como por factores como la formación previa, la experiencia, las expectativas y la motivación.

Un docente de calidad es el que facilita las oportunidades para aprender a todos sus alumnos y de esta forma contribuye mediante la formación académica a construir una sociedad productiva para nuestro país, los docentes deben establecer características de desempeño básico para desarrollar un proceso de calidad de enseñanza aprendizaje, así mismo se mencionan los siguientes estándares específicos de desempeño profesional docente:

En este sentido cabe destacar que entre los principales desafíos que se enfrentan los docentes en la actualidad se encuentran el cambio constante de una sociedad que evoluciona a pasos gigantescos y con ello crecientes necesidades emocionales en los niños de hoy. Es evidente que no es lo mismo educar a niños de hace 30 años, puesto que la tecnología, los medios de comunicación, entro otros elementos, no interferían con el proceso de enseñanza aprendizaje, cosa que en la actualidad son los agentes principales del deterioro cognitivo en muchos niños en todos los niveles educativos. La dependencia actual a estos elementos obliga a que los docentes estén preparados para afrontar situaciones de aprendizaje y comportamientos que quizás nunca habían esperado (^{Carrera, 2017}).

^{Tobón et al. (2018}) al determinar cuáles son las fortalezas y áreas de oportunidad que presentan los docentes respecto a la planeación y puesta en acción de una planeación didáctica en los estudiantes, considerando su contexto (el aula y la comunidad), buscando promover el análisis en torno a su práctica docente, respecto a los alcances y limitaciones.

Ser docentes, implica asumir con responsabilidad los retos de la educación frente al comportamiento conductual de los estudiantes, con su habilidad y destreza que la profesión exige, debiendo mantener prudencia y paciencia para abordar y modificar las necesidades de los estudiantes debiendo ser práctica en el interior del salón de clase con el objetivo de controlar las conductas disruptivas presentes (^{Alonso et al., 2020}).

Debido a que los niños con conductas disruptivas en el aula de clase, requieren de una atención que amerita descubrir las posibles causas que ocasionen este tipo de conducta, de las cuales podemos mencionar la marginalidad, hiperactividad, prepotencia, sobre protección por parte de los padres y representantes, violencia física y verbal, negativismo, falta de atención en el aula, des motivación, baja autoestima, poca integración con el grupo entre otras.

^{Chávez et al. (2017}), describe tres tipos de estrategias aplicadas en las conductas disruptiva tales como:

La educación pasa por dos desafíos en este tiempo de pandemia. Uno es la accesibilidad a internet y el uso de herramientas tecnológicas, y por el otro, el acompañamiento por la escuela que las familias puedan tener en este papel activo para lograr la continuidad en la formación de los estudiantes.

^{Armando et al. (2021}) concluyó que las circunstancia ha obligado a los docentes como a los estudiantes a acoplarse a una educación 100% virtualizada permitiendo reflejar el desempeño y formación docente en competencias digitales con estrategias de aprendizaje y enseñanza de estos, además de una redefinición de sus roles que implica la adaptación de clases no presenciales y automatizadas por la era digital que en si afecta de manera negativa mejorar las conductas disruptivas de los estudiantes donde el docente debe aplicar estrategias de orientación que forme posturas responsables para el desarrollo de una sociedad más justa sin miedo al cambio logrando así comprender y mejorar las condiciones actuales de la educación.

El docente es un profesional que está consciente de su vocación para el ejercicio de la docencia, congruente en su sentir, pensar y actuar; con altos niveles de conciencia y responsabilidad, tanto de sí mismo y sí misma como de la realidad física y social donde se encuentra (^{Lugo et al., 2019}, p. 20).

La capacitación requiere de sensibilizar a los docentes, los cuales, como individuos pertenecientes a una sociedad, tienen sus propios paradigmas con los que se deben de trabajar antes de poder hablar de educación con perspectiva de género. Esta sensibilización abarca muchos temas correlacionados de los cuales se deben de tener conocimientos como serían: los derechos humanos, la libertad de expresión, los tipos de violencia y discriminación que todavía se viven en el entorno, la tolerancia, el respeto, el lenguaje incluyente (^{Cinta, 2018}).

^{Bermúdez (2015}) al hablar de la capacitación que es un proceso educacional de carácter estratégico aplicado de manera organizada y sistémica, mediante el cual el personal adquiere o desarrolla conocimientos y habilidades específicas relativas al trabajo, y modifica sus actitudes frente a aspectos de la organización, el puesto o el ambiente laboral.

^{Colichón (2020}) sugiere a las autoridades educativas, la capacitación y actualización permanente de los docentes sobre el uso de técnicas y estrategias de intervención sobre el manejo de gestión de conflictos, de comunicación social y así lograr motivar emocionalmente al estudiante, ya que tomando en consideración los resultados del estudio, el desarrollo de la inteligencia emocional es una labor necesaria y es el contexto escolar el lugar idóneo para promover estas habilidades que favorecerán de manera positiva el bienestar personal y social del niños.

Troncoso et al. (2017) en su teoría los docentes al capacitarse más en sus disciplinas, realicen con mayor frecuencia una enseñanza centrada en el profesor, podría explicarse porque un mayor nivel de dominio y especialización disciplinar puede traducirse en una mayor tendencia a recurrir a instancias que permitan transmitir el conocimiento adquirido, considerando que la docencia tradicional puede ser ampliamente eficiente y no necesariamente negativa, si es bien usada.

Las aulas de clase es parte cotidiana de la convivencia escolar. Los niños y los docentes establecen relaciones interpersonales que pueden en algún momento convertirse en conflictivas, por lo tanto, parece ser claro que la capacitación docente es de importancia para gestionar los problemas que se puedan dar durante clases, y en mayor razón, si se trata de conflictos y agresiones entre estudiantes.

Metodología

La investigación se realizó en una metodología descriptiva con un enfoque mixto debido a la integración sistemática de los enfoque cuantitativo y cualitativo con el objetivo de tener una visión más completa del objeto de estudio, se describió la problemática observada, basándose en el análisis e interpretación de los datos de manera cuantitativos y cualitativos.

La población estuvo representada por todos los miembros del escenario investigativo, de la Unidad Educativa Fiscal Cultura Machalilla del cantón Puerto López, que corresponde a un total 701 estudiantes, con 32 docentes. En el desarrollo de la investigación se tomó una muestra no probabilística por conveniencia y se trabajó con una muestra de 60 niños y 12 docentes del subnivel inicial II, con aquellos que pertenecen al área del nivel Inicial.

Como instrumento de recolección de datos se aplicó una guía observación para describir los resultados de forma más directa, donde se midieron los factores que originan las conductas disruptivas. Según ^{Solís (2019}), este instrumento se basa en una lista de indicadores que pueden redactarse como afirmación o preguntas, y permiten orientar el trabajo de observación dentro del aula señalando los aspectos relevantes al observar. La observación fue aplicada a la conducta de los estudiantes subnivel inicial II.

En la guía de observación se analizaron tres dimensiones de la conducta de los estudiantes: dimensión A, tipos de conductas disruptivas; dimensión B, consecuencias de las conductas disruptivas; y dimensión C: situaciones disruptivas con el docente. La guía de observación fue aplicada de manera directa a los niños de la unidad educativa para encaminar una estructura de análisis de los datos recogidos de la observación

Adicionalmente, fue realizada una encuesta para recolectar información básica directamente de los docentes en el tema de las conductas disruptivas de los niños, de tal forma que permitiera entender los comportamientos y la situación se encontraban las partes involucradas. Estuvo compuesta por cuatro preguntas que se midieron en escalas Likert desde siempre/nunca; o totalmente de acuerdo/totalmente en desacuerdo, dependiendo de la pregunta. Los datos recopilados fueron llevados a una hoja de cálculo de Microsoft Excel para su posterior análisis estadístico.

Resultados y discusión

Con relación a los resultados de la observación, la tabla 1 muestra los datos obtenidos de los ítems pertenecientes a la primera dimensión:

Tabla1 . DimensiónA: Tipos de conductas disruptivas 

Se evidencia que de los tipos de conductas disruptivas más frecuentes un (28%) se distrae con facilidad, seguido de un 25% hace rabietas y coléricos sin sentido y son desobedientes, mientras que un 8 % es caprichoso y egocéntrico finalmente con un 5% de los niños no actúan en clases.

En la tabla 2 se exponen las consecuencias identificadas para esas conductas disruptivas:

Tabla 2 Dimensión B: Consecuencias de las conductas disruptivas 

Según los resultados obtenidos sobre las consecuencias de las conductas disruptivas el 23% de los niños poseen falta de adaptación a las normas sociales, mientras que el 17 % de los niños desarrolla mala conducta dentro del aula, así mismo con un 17% desarrolla mala conducta dentro de entorno educativo, además el 12% se cambia de un lugar sin que sea necesario, como el 10% habla cuando no se debe hacerlo, en cambio el 8% pelea con sus compañeros, por último el 5% agrede físicamente y verbalmente a sus compañeros afectando el ambiente de la clase.

Finalmente, en la tabla 3 se describen las situaciones disruptivas observadas que se relacionan con el docente:

Tabla 3 Dimensión C: Situaciones disruptivas con el docente 

Se puedo observar que según los datos establecidos el 67% le ha faltado el respeto al docente en las clases, mientras que el 22% desacata las instrucciones del profesor interrumpiendo las clases, con un 11% el niño interrumpe las explicaciones del docente. Estas situaciones pueden considerarse del tipo grave, y demuestran la necesidad de desarrollar estrategias dentro del aula para evitarlas.

Con relación a la encuesta aplicada, se muestra en la tabla 4 los resultados obtenidos de la primera pregunta:

Tabla 4 Considera usted que las conductas disruptivas dificultan cumplir las normas de convivencia establecidas en la clase 

Se destaca en un 60% que los docentes consideran que casi siempre las conductas disruptivas dificultan cumplir las normas de convivencia establecidas en la clases, mientras el 20% manifiesta que siempre, además un 10% que a veces y 10% determinante que nunca, lo que refleja que al final la mayoría de los docentes de educación subnivel II consideran que las conductas disruptivas dificultan cumplir las normas de convivencia establecidas en la clase lo que manifiesta un ámbito educativo con problemas vigentes.

Por su parte en la tabla 5 se reflejan los datos recopilados con relación a la segunda pregunta del cuestionario:

Tabla 5 Cree que al disminuir la presencia de conducta disruptivas mejoraría el desempeño profesional docente 

Las respuestas son relativas por una parte la gran mayoría manifestó que al disminuir las conductas disruptivas mejoraría el desempeño docente 70%, mientras que el 10% señalaron siempre, y el 10% indicaron que a veces, el otro 10% declararon que nunca. No obstante, es necesario mejorar los comportamientos de los infantes, para mejorar la práctica docente dentro del aula de clases.

Sobre las conductas disruptivas que mayormente afectan la capacidad laboral del docente, se muestran en la tabla 6 los resultados:

Tabla 6 ¿Cree usted que las conductas disruptivas afectan la capacidad laboral del docente? 

Lo que indica, que el 60% de los encuestados están totalmente de acuerdo que las conductas disruptivas afectan la capacidad laboral del docente, mientras el 10% está en de acuerdo, además el 10% ni está de acuerdo, ni en desacuerdo, mientras que un 10% está desacuerdo y un 10% en total en desacuerdo, lo que muestra que la pertinencia de esta investigación, es crear un entorno educativo estable que contribuya a la formación profesional y pedagógica, con interactividad con sus alumnos dando calidad de vida al impartir conocimiento que son reflejos preciados en la educación académica.

Gómez y Cuña (2017) refiere que las conductas disruptivas en el aula no es algo que exista ahora, sino que ha existido siempre; es por lo tanto normal que los maestros hayan usado diferentes procedimientos para cambiar estas conductas, ya que como vinimos diciendo, producen la ruptura del proceso de enseñanza-aprendizaje.

También se les interrogó a los docentes acerca de la frecuencia de la utilización de estrategias para la motivación del niño en el aula, la figura 7 representa los resultados obtenidos en relación a esa pregunta:

Tabla 7 ¿Considera usted importante utilizar estrategias para la motivación del niño? 

Se pudo verificar analizar que el 70% de los docentes encuestados mencionan que siempre es importante considerar utilizar estrategias para la motivación del niño, mientras el 10% manifestó que casi siempre, además el 10% piensa que a veces y el 10% terminante menciona que nunca, por lo que es evidente que para mantener una formación continua se puede innovar, crear y visualizar los alcances que se puedan generar un impactante entorno educativo. Barroso (2020) manifiesta que deben incorporarse otro tipo de estrategias de control y de motivación. De tal manera que, si mejoran las expectativas de valor y las creencias de autoeficacia de los estudiantes, aumentarán notablemente los niveles de motivación hacia el aprendizaje, la persistencia y la regulación del esfuerzo, así como el modo de procesar la información usando eficazmente distintas estrategias de aprendizaje

Las conductas disruptivas en el ambiente educativo actual permiten identificar niveles de comportamientos de niños en base al grado de cumplimiento de normas y reglas de aula, resultado que asegura la adaptación de cambios en base a sus beneficios educativos reconociendo cambios que perciban la integración de la armonía y la paz manifestados en sus actos de contrariedad que provocan la alteración del comportamiento adecuado en los niños por lo que lograr el control de estos impulsos de conducta. Un estudio por Gómez y Cuña (2017) que refiere que las conductas disruptivas afectan gravemente al proceso de enseñanza-aprendizaje no permitiendo al docente desarrollar la clase y provocando así un clima negativo en el aula donde se debe de analizar la situación personal y familiar del alumno para poder ayudarle interviniendo a tiempo.

De acuerdo con la investigación realizada es posible señalar que los resultados de la indagación fundamentan la necesidad de mejorar las conductas disruptivas en los niños de subnivel inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Cultura Machalilla del cantón Puerto López, evidenciado en un alto porcentaje de alteraciones conductuales; para atenuar estos comportamientos se debe profundizar en la conducta disruptiva, y así reconocer la factibilidad de la propuesta.

Diseño de Programa de capacitación a docentes para actuación ante conductas disruptivas en niños de educación inicial

La propuesta plantea el diseño de un programa para capacitar a los docentes en educación inicial en el abordaje de acciones para mitigar las conductas disruptivas en el aula, y de este modo contribuir a que los infantes mejoren las relaciones interpersonales con sus pares en el ambiente escolar, lo que también tendrá un impacto positivo en el desempeño escolar. Se busca orientar a los docentes para que empleen normas conductuales en la cotidianidad del aula, fomentando el respeto y valores emocionales para mejorar la conducta desde edades tempranas.

La propuesta posee tiene objetivo general elaborar un programa de capacitación a través de talleres a los docentes del Centro de Educación Inicial en temáticas referentes a las conductas disruptivas para fortalecer la formación docente de manera integral. Asimismo, tiene como objetivos específicos:

1. Diseñar talleres dirigidos a docente del nivel inicial sobre la importancia que tiene mejorar las conductas disruptivas en los infantes.

2. Impartir los talleres de programa de capacitación a los docentes para prevenir las conductas disruptivas en los niños.

3. Evaluar los resultados del taller

En la figura 1 se representan las etapas que componen la propuesta diseñada:

Figura 1 Estructura de la etapa y acciones de la propuesta: 

La capacitación a docentes para la actuación ante conductas disruptivas en niños de educación inicial es esencial para promover un ambiente de aprendizaje seguro y efectivo. El programa propuesto incluye la identificación temprana de los problemas de comportamiento, el desarrollo de un plan de acción para su abordaje, y la implementación de estrategias de intervención positiva. También sería importante considerar el trabajo en colaboración con los padres y otros profesionales de la educación; y que los docentes tengan habilidades de comunicación efectiva y manejo de situaciones difíciles para poder actuar adecuadamente ante cualquier conducta disruptivas.

Conclusiones

Las conductas disruptivas afectan gravemente al proceso de enseñanza-aprendizaje que conllevan a un alto porcentaje a los niños a presentar dificultades en su desarrollo óptimo y en el aprendizaje provocando así un clima negativo en el aula donde se debe de analizar la situación personal y familiar del alumno para poder ayudarle interviniendo a tiempo. Es importante reconocer que este tipo de comportamientos se acentúa cada vez más en el aula, por lo que es necesario identificarlas para tener conocimiento sobre cómo abordarlas o tratarlas dentro del aula de clase.

A través de la observación se identificaron con frecuencia conductas destructivas en los niños de subnivel inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Cultura Machalilla del cantón Puerto López, considerándose un problema grave que afecta el centro educativo. Asimismo, a través de la encuesta fue posible determinar que las actitudes disruptivas afectan al docente provocando un clima negativo en el aula, se puede denotar que con los malos comportamientos toman un nivel más alto de dificultas en el aprendizaje obstaculizando la actividad del desempeño docente y estos comportamientos si no son atendidas a tiempo causan gran estrés en los docentes y en algunos alumnos generando caos dentro del salón de clases, lo que no es propicio para tener ambientes de aprendizaje adecuado.

El programa capacitación permitirá mejorar los comportamientos para que el docente tenga un ambiente armónico dentro del aula y que los niños se sientan parte de ella, teniendo la propuesta diseñada aceptación por parte de los expertos ya que las conductas disruptivas se intervienen desde la primera infancia.