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Revista San Gregorio

On-line version ISSN 2528-7907Print version ISSN 1390-7247

Revista San Gregorio vol.1 n.24 Portoviejo Jul./Sep. 2018

 

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LA HOMOSEXUALIDAD VISTA DESDE LAS VIEJAS TEORÍAS DE CULTURA: EVOLUCIONISMO, PARTICULARISMO HISTÓRICO Y FUNCIONALISMO.

HOMOSEXUALITY SEEN FROM THE OLD THEORIES OF CULTURE:EVOLUTIONISM, HISTORICAL PARTICULARISM AND FUNCTIONALISM.

Odalys Beceiro Gigato* 

* Universidad San Gregorio de Portoviejo. Ecuador odalyscleo@gmail.com


RESUMEN

Siempre que se aborda el tema de la homosexualidad aparecen categorías como: sexualidad, orientación sexual, identidad sexual, identidad de género, minorías, comunidades GLBTI, discriminación, homofobia, leyes, políticas y derechos sexuales, entre otras, algunas de las cuales serán abordadas en este estudio, aunque no es la intención del mismo volver a precisarlos, sino analizar y relacionar la sexualidad y con ella la homosexualidad, con las diferentes teorías acerca de la cultura; específicamente, de los viejos significados de cultura, vista desde los principales referentes teóricos que han definido en su época el término de cultura.

PALABRAS CLAVE: Teorías de cultura; sexualidad; homosexualidad

ABSTRACT

Whenever the issue of homosexuality is addressed, there are categories such as: sexuality, sexual orientation, sexual identity, gender identity, minorities, GLBTI communities, discrimination, homophobia, laws, policies and sexual rights, among others, some of which will be addressed in this study, although it is not the intention of the same one to return to precise them, but to analyze and to relate the sexuality and with her the homosexuality, with the different theories about the culture; specifically, of the old meanings of culture, seen from the main theoretical referents that have defined the term culture in their time.

KEYWORDS: Theories of culture, sexuality; homosexuality

INTRODUCCIÓN

Las primeras definiciones de cultura surgieron de los antropólogos en pleno siglo XIX, basados en estudios realizados a comunidades con formas de vida organizadas y estructuradas de manera muy diferente a éstos hombres provenientes de mundos más “civilizados”, con un pensamiento y manera de ver, entender y creer las relaciones humanas según sus costumbres y creencias, a la manera del mundo occidental y sus ideologías. Por lo que es entendible que los demás entes de estas sociedades apoyaran o se sintieran convencidos e identificados con tales creencias.

Pero aún hoy; casi dos siglos después, con los avances de las ciencias en todos los campos, considerables estudios, investigaciones, descubrimientos científicos, nuevas y reformuladas teorías, exista un número no despreciable de individuos con arraigo en las viejas teorías de cultura, sobre todo en lo relacionado con las prácticas sexuales humanas.

es por ello que este estudio pretende realizar un análisis de las primeras definiciones de cultura relacionadas con la sexualidad y más aún con la homosexualidad, vista desde nuestros tiempos, buscando demostrar como a pesar de los mencionados avances de las ciencias en todos los campos, considerables estudios, investigaciones, descubrimientos científicos, pero también luchas, debates, talleres, congresos, programas educativos, cambios en las legislaciones y constituciones sobre derechos humanos y homosexualidad aún persisten en las mentalidades, políticas y discursos de los que tienen el poder institucional estas viejas teorías sobre cultura.

MÉTODO

Para el presente estudio el método empleado fue el de revisión bibliográfica, realizando una revisión y análisis crítico sobre las teorías y conceptos de cultura de las fuentes consultadas, fundamentada en la experticia del autor en el objeto de estudio y tema de la investigación.

Para ello se seleccionaron fuentes bibliográficas en idioma español e inglés publicadas por autores que han abordado el tema objeto de estudio, lográndose identificar los principales referentes teóricos de las definiciones de cultura, así como de 30 artículos publicados entre 2000 y 2017, los que después de un primer análisis se seleccionaron 10 para desarrollar una selección más exhaustiva, de la cual emergieron los contenidos principales, sustentados por la experiencia del autor.

DISCUSIÓN Y RESULTADOS

La Teoría evolucionista es a partir de mediados del siglo XIX que comienzan a surgir las definiciones científicas de “cultura”1, y la primera de ellas fue el evolucionismo, del pensamiento de los antropólogos Taylor y Morgan, entendiendo la cultura asociada a la evolución del hombre que actúa en un entorno social a partir de sus conocimientos, creencias, costumbres y capacidades, Taylor (1871), refiriéndose a una forma particular de vida en sociedad, en donde el desarrollo de los hombres pasa por tres momentos, comenzando en el salvajismo2, de forma unilineal y progresiva llega a la barbarie3 y de ahí continúa hacia el último y más alto estadio: la civilización4. (citado en Avenburg y Morano, s.f.)

Sus razonamientos lo basaban en que el hombre responde a leyes naturales por ser un ente propio de la naturaleza, reconociendo su condición animal, siendo su capacidad de generar cultura el elemento que lo distingue del resto de las especies animales. Por ende, y según estos autores, la “cultura” es un producto natural porque parte de la naturaleza del hombre y cambia o evoluciona cuando cambian y evolucionan los hombres, y en lo que, dependiendo del grado de desarrollo alcanzado por los grupos humanos, se les ubica en el estadio evolutivo correspondiente, es por ello que al método empleado por los evolucionistas se les llamó método comparativo, ya que clasificaban, comparaban y organizaban los fenómenos culturales según el orden evolutivo. Pero ¿qué sucedía cuando encontraban una cultura que mantenía elementos de una cultura anterior?, entendían que ello era debido a costumbres mantenidas por la fuerza del hábito, a las que denominaron supervivencias5. (Avenburg y Morano, s.f.)

Si vamos a la historia y los orígenes (conocidos) de la sexualidad, (que datan de hace más de cinco mil años, pero escasos), nos encontramos que durante la prehistoria, se mencionan que existieron dos etapas: la monogamia natural, en la cual la vida sexual del hombre era regulada por los períodos de acoplamiento, como mismo sucedía en los animales, que prevalece con el advenimiento de la agricultura y la ganadería, y una segunda monogamia que tenía como finalidad asegurar el patrimonio familiar (vera-Gamboa,1998). era una simple satisfacción del impulso reproductivo, pudiera ser, debido a la vida totalmente insegura de los primeros hombres, dada por resolver sus necesidades básicas de alimentación y supervivencia. ya con el descubrimiento de la agricultura, las tribus pudieron establecerse por períodos mucho más prolongados en territorios fijos, con lo que hombres y mujeres pudieron conocer el placer de reproducirse. (Sorli, 2002)

Para esta etapa la historia no precisa la existencia de una práctica homosexual de los hombres, (al menos encontrado en este estudio), pero haciendo referencia a la definición de cultura de los evolucionistas, de que el hombre posee una condición animal que responde a leyes naturales, atravesando por tres estadios: salvajismo, barbarie y civilización, podríamos pensar que estas conductas homosexuales (para estos teóricos) calzaría en la categoría de salvajismo, y se entiende así porque ellos tenían sus miradas condicionadas por las leyes y costumbres occidentales y “civilizadas”. aún hoy muchas personas al referirse al tema de los homosexuales lo relacionan como algo salvaje, primitivo, animal e incivilizado, término que es definido en el diccionario de la Lengua española (rae) bajo los mismos significados; dicho de una planta que ha crecido sin ser cultivada, de un animal no domesticado, de un terreno montañoso, áspero y no cultivado, primitivo o no civilizado, falto de educación o ajeno a las normas sociales, cruel o inhumano, dicho de una actitud o de una situación que no está controlada o dominada. desde el uso que hacen las personas de este término y la forma de entender la cultura de estos teóricos, no cabe la menor duda que así lo catalogarían.

obsérvese también cómo el término “salvaje”, se ha relacionado con el sexo o la sexualidad cuando se ha querido expresar determinadas ideas. véase en textos de Foucault, aunque lo hace reseñando la hipocresía de la clase burguesa del régimen victoriano:

(…). únicamente allí el sexo salvaje tendría derecho a formas de lo real, pero fuertemente insularizadas, y a tipos de discursos clandestinos, circunscritos, cifrados. en todos los demás lugares el puritanismo moderno habría impuesto su triple decreto de prohibición, inexistencia y mutismo. (Foucault, 1998, p.9).

TEORÍA DEL PARTICULARISMO HISTÓRICO

La otra teoría que sigue al evolucionismo, aparece a finales del XIX y se llamó particularismo histórico, con el alemán Boas como principal referente y fuerte crítico de la teoría del evolucionismo por su modelo unilineal, el método comparativo que utilizaban y la idea de una sola cultura, por considerar que existían varias culturas y con su propio desarrollo histórico. compartía el criterio, sin embargo, de que se daban elementos que eran comunes a todos los hombres en su desarrollo histórico - como el descubrimiento del fuego- pero que variaban de una sociedad a otra, afirmando que el origen y desarrollo de las formas culturales no eran idénticos, sino como producto de desarrollos diferentes, en donde las formas que existían para interrelacionarse - guerras, viajes, intercambios comerciales, etc. - influían también en el intercambio de rasgos entre unas y otras culturas o simplemente habían surgido de forma independiente.

Postular el valor de cada cultura, no establecer comparación entre ellas, abordarla en relación consigo misma, rechazar la idea de que existen culturas superiores a otras o más avanzadas que otras, son algunos de los más importantes entre los muchos aportes desarrollados por Boas. (avenburg y Morano, s.f).

Para argumentar el planteamiento de Boas en este sentido podemos analizar cómo se dio la sexualidad (y el homosexualismo) históricamente. en la cultura egipcia, con carácter ritual, el incesto estaba permitido, en Grecia dentro de un contexto educativo se toleraba la homosexualidad entre adultos y adolescentes, se conoce el caso de las orgías romanas, griegos y latinos daban importancia al desarrollo pleno de la sexualidad, y educaban a sus niños en el conocimiento de las funciones sexuales, procurando exaltar el erotismo, permitiendo, asimismo, conductas que otras culturas condenarían y perseguirían, como por ejemplo, la noción de hombría que se manejaba en la época grecolatina no excluía las conductas homosexuales, las que no constituían gran menoscabo para la virilidad. en la religión judía se reprimía la sexualidad, particularmente la de las mujeres que eran considerabas simples objetos sexuales, cuya función era procrear, perpetuar, y servir a los hijos. el cristianismo por su parte al pasar a ser religión oficial del imperio romano se convirtió en una fuerza política y represiva, designando la sexualidad como algo impuro. (Sorli, 2009).

En la edad Media, la Iglesia consolida su poder, apareciendo los famosos cinturones de castidad, haciéndose evidente muchos problemas sexuales, por lo cual la Iglesia (como acto de reafirmación) refrenda el matrimonio monógamo y declara al instinto sexual como demoníaco, dando origen así a la Santa Inquisición (Vera-Gamboa, 1998); institución cuya lucha contra los herejes se extendió durante más de seis siglos para combatir a todo aquel que se alejase de la fe y cometiera actos considerados amorales (entre ellos homosexuales, brujas y blasfemos).

Cuando se lee la obra de Foucault (1998), Historia de la Sexualidad I: La voluntad del saber, se aprecia su crítica a la visión tradicional de la sexualidad. Él dice es un impulso natural para liberarse de las limitaciones sociales, argumenta además que los deseos no son entidades biológicas preexistentes, sino que se constituyen en el curso de prácticas sociales históricamente determinadas. (Rubin, s.f.).

Es a partir de las ideas (de Boas) que aparece el relativismo cultural, que manifiesta que es propio de una cultura, sus prácticas, sus creencias, sus pautas, y por ello deben ser respetadas, así se trate de un acto de genocidio. (avenburg y Morano, s.f.). Prácticas que aún hoy persisten en nuestras sociedades, no muy alejado de estos pensamientos o criterios, donde el poder hegemónico (político, social, económico y cultural), prevalece en las leyes y políticas, instituciones, prácticas sociales, creencias, cometiendo todo tipo de actos inhumanos y genocidas, ya sea a través de sus discursos y/o prácticas homofóbicas, siendo estos sujetos objeto de intensas persecuciones, vigilancia y acoso sistemático, encarcelamientos, condenamientos (judicial y social), torturas, maltratos verbales y violencia física (llegando en algunos casos a ocasionarles hasta la muerte), de prohibiciones de todo tipo de derechos (civiles, legislativos, judiciales, etc.).

Todas estas definiciones de cultura propiciaron las viejas y nuevas formas de hegemonía y poder político, de entender y ver la sexualidad y la homosexualidad, en la que las minorías6sexuales y/o comunidades GLBTI se han visto gravemente perjudicadas, siendo víctimas de los que tienen el control hegemónico y las utilizan precisamente para poder ejercerlo. al respecto de este análisis Rubin (s.f.), expone:

Una teoría radical del sexo debe identificar, describir, explicar y denunciar la injusticia erótica y la opresión sexual. Necesita, por tanto, instrumentos conceptuales que puedan mostrarnos el objeto a estudiar. debe construir descripciones ricas sobre la sexualidad, tal y como ésta existe en la sociedad y en la historia, y requiere un lenguaje crítico convincente que transmita la crueldad de la persecución sexual.

Ciertos rasgos persistentes del pensamiento sexual inhiben el desarrollo de una teoría de este tipo. Tales supuestos están tan profundamente enraizados en la cultura occidental que raramente son cuestionados. Por tanto, tienden a reaparecer en diferentes contextos políticos, adoptando nuevas expresiones retóricas, pero reproduciendo los mismos axiomas fundamentales. (p. 13)

LA TEORÍA FUNCIONALISTA DE CULTURA

En las primeras décadas del siglo XX; a finales de la segunda guerra mundial, de la escuela funcionalista de Gran Bretaña emergen dos corrientes, una centrada en la cultura, la de Malinowski y una centrada en la estructura social7. Los autores referentes de ambas corrientes mostraban desacuerdo con la teoría evolucionista, pero de igual forma con el particularismo histórico, por la forma de entender la cultura como ya se ha explicado anteriormente, declarando que no podíamos conocer el origen, los elementos y desarrollo histórico de esas culturas y por tanto quedaban en meras conjeturas, pero lo que si se podía era conocer la función que desempeñan ahora las diferentes prácticas en la vida social. (avenburg y Morano, s.f.)

Para conservar y controlar sus colonias los ingleses ven la necesidad de conocer y comprender el funcionamiento de los sistemas sociales y es aquí donde entran los estudios de antropología social en Londres de Malinowski, realizados desde la London School of Economics, proponiendo un nuevo método: el trabajo de campo antropológico y la observación participante como modo central de conocer un grupo social (este es uno de sus aportes). Él consideraba (otro de sus aportes) que la interrelación que se producía entre las instituciones provocaba que si en una se originaba cambios en la otra también. consideraba además que todos los hombres tienen necesidades biológicas o básicas que deben ser satisfechas, para lo cual es preciso determinadas prácticas y la generación de un nuevo medio (secundario): “la cultura”, y necesidades derivadas que parten de la acción de reproducir, mantener y gobernar las formas de organización en la sociedad. (Avenburg y Morano, s.f.)

algunas de las críticas al funcionalismo son: la tendencia de algunos teóricos de esta corriente de pensar que todo funciona en plena armonía, sin conflictos, sin desajustes, considerar a cada grupo aislado (encerrado en sí mismo), y lo peor que este modo de explicación fue usado para brindar información a la corona inglesa que le sirviera para tomar determinadas estrategias de dominación y poder. (Avenburg y Morano, s.f.). Si se observa lo que sucede en las relaciones e interrelaciones de los diferentes grupos sexuales se puede dar cuenta que la crítica es acertada. Se trae a colación a amich (2007) quien al respecto de la homosexualidad y en concordancia con el refutamiento formula:

La gran variedad de manifestaciones que la homosexualidad puede conllevar - desde el mero deseo difuso hasta la articulación de complejas relaciones, al igual que la heterosexualidad - hacen difícil poder considerar a los homosexuales un grupo cultural homogéneo, del mismo modo que es imposible hacerlo con los heterosexuales. No se trata de que las diferencias entre los homosexuales provengan de sus diferencias de raza, posición social, cultura o nacionalidad, sino que se insertan en la diversidad que abarca su identidad sexual y sus vivencias afectivas. (p. 204)

No existe un homosexual o heterosexual tipo, porque “todos somos iguales” pero “diferentes”, ni en las prácticas afectivo sexuales ni en relación a otros aspectos de la identidad subjetiva, conviviendo con otras construcciones, tal es el caso de ciertas subculturas homosexuales que manifiestan comportamientos exagerados, escandalosos, intencionalmente afeminados, creando estereotipos negativos hacia estos grupos, en otras no ha sido así, y han podido evolucionar gracias a un determinado contexto sociopolítico, construyendo identidades subjetivas e imágenes sociales positivas. (Amich, 2007).

Para Abu-Lughod (2012), el yo siempre está en construcción, nunca es una entidad natural o terminada y en ese proceso de creación del yo, aparece la formación de la identidad y el género y junto a ella la violencia de la represión o la ignorancia de otras formas de ser diferente. Mientras que Grimson (2011) plantea que: el concepto de “configuración cultural” enfatiza la noción de un marco compartido por actores enfrentados o distintos, de articulaciones complejas de la heterogeneidad social, caracterizada por cuatro elementos constitutivos: las configuraciones son campos de posibilidad: en cualquier espacio social hay representaciones, prácticas e instituciones posibles (aunque no sean mayoritarias); hay representaciones, prácticas e instituciones imposibles, y hay representaciones, prácticas e instituciones que llegan a ser hegemónicas.

Los funcionalistas británicos, por ejemplo, fueron criticados por haber tratado (una) ‘cultura’ en pequeña escala, como una entidad definida organizada a través de las instituciones económicas, sociales y políticas que interactuaban como un ‘todo’ auto-contenido basado en un equilibrio estático. esto claramente había sido una ficción, dado que la mayoría de los lugares estudiados, por remotos que fueran, estaban siendo visitados no sólo por antropólogos sino también por mercaderes, misioneros y administradores de la colonia. Las sociedades no eran ni inmutables ni delimitadas, sino parte de un orden mundial dominado primero por el colonialismo y más tarde por las naciones estado, el capitalismo internacional y las agencias internacionales.

Estos elementos habían sido dejados afuera de una imagen de las ‘culturas’ como entidades a-históricas y auto-contenidas. (Gough 1968) (como se cita en Wright, 1998).

En una sociedad se establecen sentidos hegemónicos, tramas de sentido y relaciones, existen diversidad de opiniones, que cambian, se transforman, resignifican y ello se expresa también en la sexualidad, donde los sentidos pueden ser entendidos, pero no compartidos8.

Asad (1979), (como se citó en Wright, 1998), argumentó, que:

(…) los significados esenciales eran discursos que algunas personas tenían autoridad de hacerlos autoritarios a través de vaciar continuamente el espacio de discursos radicalmente opuestos (…) los antropólogos habían definido equivocadamente, como ‘cultura auténtica’, ideologías dominantes históricamente específicas o discursos autorizados que no eran atemporales ni uniformemente compartidos. (p.4).

Ciertas significaciones (símbolos, ideas, creencias) y valoraciones (valores, sentimientos, motivaciones) se manifiestan con mayor relevancia que otras, operando implícita o explícitamente como una red interconectada, donde el momento histórico, lo intersubjetivo y los modos que tienen los individuos de resolver sus relaciones hacen que las significaciones no sean las mismas, ello está dado por las formas de percibir, sentir, pensar, hacer, valorar, significar y de construir, entre otras, que tienen dichos individuos en una determinada comunidad. (Santillán, 2010)

Si la sexualidad es un aspecto central del ser humano en toda su vida (incluye el sexo, identidad y orientación sexual, placer, reproducción, etc.) y se experimenta a través de los pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones, pero influenciada por la interacción de factores biológicos, sicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. (Girard, 2004), se puede entender incluso, que hasta dentro de un mismo grupo homosexual o heterosexual (que “supuestamente comparten”, los mismos deseos, creencias, prácticas, un mismo espacio, lugar o contexto) existen diferencias, porque las partes no son idénticas ni en términos demográficos ni de interrelación. Las personas incluidas en la categoría “minorías sexuales” (gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, intersexuales, etc.) tampoco lo son, y si se unen o agrupan bajo un nombre (cualquiera que sea éste) es para que su fuerza y voz sea mayor y pueda ser escuchada, para poder ser visibilizados y lograr conquistas en términos de derechos humanos, debiendo recurrir a determinadas recursos a su alcance que le permitan comunicar sus ideas, opiniones, su sentir, adoptando determinadas estrategias discursivas o acciones demostrativas (Paiva y Barbhalo, 2012), tales como: apariciones en los medios de comunicación, realización de marchas, desfiles o manifestaciones, portando pancartas, proclamas, consignas, entre otros, con la intención; como se expresó, de ser visibilizados.

CONCLUSIONES

Las viejas definiciones de cultura se consolidaron fuertemente en la cultura occidental, dejando una huella profunda en las formas de ver y entender la sexualidad, tanto en el campo de la medicina, la educación, como en la familia, las leyes y sociedad en general, perviviendo en nuestros días, donde rara vez es cuestionada, reapareciendo y reproduciéndose en los diferentes escenarios políticos.

Tanto las viejas como las nuevas definiciones de cultura han permitido las viejas y nuevas formas de hegemonía y poder político, en la que las minoría sexuales y/o comunidades GLBTI se han visto gravemente perjudicadas, y a pesar de ciertos - pero aún mínimos logros (sociales, legales, etc.) - aún continúan siendo víctimas, como otras minorías étnicas, religiosas, culturales, etc. de aquellos que tienen el poder de decidir cuál es el significado de cultura que más le conviene para organizar, planificar, y controlar los sistemas de organización social que institucionalizan.

En los países colonizados por la corona española se produjeron cambios significativos por los avances “técnicos” que introdujeron en la alimentación, agricultura, imprenta, arquitectura, música, la religión, etc., y con todo ello estos pueblos tuvieron que adoptar su cultura occidental. y si bien es cierto que los rasgos culturales van y vienen de una cultura a otra, en la que los colonizadores también adoptaron determinados rasgos de las culturas de los pueblos colonizados, la historia no permite negar cuánto dominio impusieron para que sus pueblos colonizados asumieran su religión y sus costumbres occidentales, donde a pesar de haber pasado más de un siglo aún persisten en sus gentes y en sus prácticas diarias; aunque cambiadas y transformadas. Un ejemplo claro de ello lo son el idioma castellano y la religión cristiana.

Pareciera increíble pensar que en casi dos décadas del siglo XXI, muchos aún consideran la homosexualidad como algo asociado a conductas salvajes, bárbaras, desequilibrios mentales, actos delictivos que deben ser penados por las leyes judiciales, un tabú, una inmoralidad, que atenta contra las costumbres, la familia y la buenas normas de conducta social, y ello tiene que ver con lo que se ha entendido y definido como “cultura”; adoptada de, o impuesta por, los países occidentales a través de la historia. y donde al parecer no existe la más mínima intención de tomar acciones al respecto para revertir tal situación, aún continúan mudos, como aseveraría Foucault, por el simple hecho de continuar ejerciendo su poder hegemónico político, económico, social y cultural.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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1Cultura. (del latín cultūra) es un término que tiene muchos significados interrelacionados. Por ejemplo, en 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohm compilaron una lista de 164 definiciones de «cultura» en Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones; y han clasificado más de 250 distintas. Cuando el termino surgió en Europa, entre los siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, como en la agricultura u horicultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación y luego al logro de las aspiraciones o ideales nacionales. A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término «cultura» para referirse a la capacidad humana universal. Para el antipositivista y sociólogo alemán Georg Simmel, la cultura se refería a «la cultivación de los individuos a través de la injerencia de formas externas que han sido objetificadas en el transcurso de la historia». Levine, Donald (ed) ‘Simmel: On individuality and social forms’ Chicago University Press, 1971. p. 6.

2El salvajismo comprende tres etapas; Estadio inferior, desde la infancia de la humanidad, aunque no hay registros de ello (es un hipotético), Estadio medio, desde la adquisición de una subsistencia a base de pescado y el conocimiento del uso del fuego y Estadio superior con la invención del arco y la flecha. (Avemburg y Morano, s.f.)

3. La barbarie igualmente sitúa tres momentos; Estadio inferior, invención o adopción de la alfarería, Estadio medio, desde la domesticación de animales (hemisferio oriental) y el cultivo mediante el riego y el uso de adobe y piedra en la construcción (hemisferio occidental), Estadio superior, con la fundición del hierro.

4. La civilización surge a partir de la invención de un alfabeto y de él la escritura.

5Un ejemplo de supervivencia sería que, en una sociedad en estadio de civilización, con religión monoteísta, haya personas que crean que existen los espíritus, lo cual es una creencia del estadio de salvajismo. (Avemburg y Morano, s.f.)

6. Minoría, es una palabra que tiene como punto de partida un sentido de inferioridad cuantitativa, es lo contrario a mayoría. Se trata de una noción importantísima para la clásica democracia representativa. En la democracia, se dice, predomina la voluntad de la mayoría. Es verdad, pero es un argumento cuantitativo. Cualitativamente, democracia es un régimen de minorías, porque sólo en el proceso democrático la minoría puede hacerse oír. (Barbhalo, A. y Paiva, R., 2012)

7. Corriente denominada estructural-funcionalismo, con Alfred Reginald Radcliff-Brown (1881-1942) y Edward Evans-Pritchard (1902- 1973), como principales referentes.

8Por ejemplo, cuando en el mundo occidental estaba establecido que las mujeres usaran vestidos o faldas y los hombres pantalones, ello podía ser entendido, pero no compartido por todas las mujeres u hombres, o cuando se introdujo el uso de la falda corta, o la primera mujer que fumó en público. Esos sentidos cambiaron, se resignificaron y para el mundo occidental ya hoy es “normal” para la mayoría, ya no es entendido como algo raro, inusual

Recibido: 19 de Agosto de 2018; Aprobado: 20 de Septiembre de 2018

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