INTRODUCCIÓN
Los desafíos actuales en relación con el aparato productivo ecuatoriano se concentran en la necesidad de conformar nuevas industrias y a la promoción de nuevos sectores con alta productividad, competitivos, sostenibles y diversos, con visión territorial y de inclusión económica en los encadenamientos que generen. La innovación juega un papel importante convirtiéndose en una poderosa fuerza productiva, cuyas dinámicas exigen observar sus interacciones con las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales.
De igual manera el decrecimiento de las grandes propiedades de tierra que no refleja un acceso justo al suelo productivo por parte de los campesinos, a quienes se les entregaron las tierras de altura y laderas (Daza Cevallos, E. 2015).
La innovación es el motor del desarrollo, capaz de generar y sostener en el tiempo ciclos prolongados de crecimiento, Cepal (2007). Por otra parte, Perfetti, J. (2010) sustenta que los nuevos productos, nuevos procesos, nuevos medios de transporte y nuevas formas de organizar la producción van cambiando cuantitativa y cualitativamente el paisaje de la economía y de la sociedad. Lo que da a entender que la innovación se materializa en la expansión o creación de sectores y actividades específicas, impulsando así la transformación estructural.
Innovar en la agricultura no es simplemente introducir equipos y maquinarias, es sobre todo algo que se basa en una comprensión de la naturaleza y de la acción humana sobre ella y se adoptan decisiones que parten de racionalidades económicas y sociales, de valores e intereses, Mockus, A (1983).
El reto de convertir la forma de producir y comercializar el plátano de manera individual a un modo asociativo representa una transformación social y a su vez un proceso innovador; en el Manual de Oslo se declara esta afirmación, a partir de la definición de innovación de procesos, el cual expone que “Una innovación de proceso es la implementación de un método de producción o de entrega, nuevo o significativamente mejorado. Esto incluye cambios significativos en procesos, equipo o software. El mismo que incluye llevar a cabo cambios estructurales que involucran a toda la sociedad e implican complejas dinámicas de orden económico, político, cultural y social (Ocde y Eurostat 2012).
En opinión de Núñez. J; Montalvo, L. F y Figueredo, c. (2008), la globalización de los mercados, el modelo tecnológico imperante, la competencia entre los grandes bloques económicos y el pensamiento neoliberal que lo sustenta, han convertido el tema de la competitividad en el núcleo de las estrategias empresariales desarrollando capacidades científicas y su transformación en habilidades de innovación.
La asociatividad, definida hace décadas por rosales (1997), consiste en un mecanismo de cooperación entre empresas pequeñas y medianas, donde cada empresa participante, manteniendo su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con los otros participantes para la búsqueda de un objetivo común.
De manera particular, en el caso del plátano, por años se ha constituido uno de los productos básicos de la dieta alimenticia en los países en vías de desarrollo, que junto con las raíces y tubérculos aporta el 40% del total de la oferta de alimentos en términos de calorías, ubicándose en cuarto lugar a nivel mundial, después del arroz, trigo y maíz. Además de ser un producto considerado básico y de exportación, la Fao lo ha catalogado como un producto generador de ingresos y empleo para las familias campesinas, permitiéndoles que su calidad de vida mejore (Pizco Loja, G.J., 2015; Muñoz, S. Et al, 2014).
En la producción de plátanos en la provincia de Manabí, intervienen pequeños productores
(1 - 5 ha), están afiliados a la Federación Nacional de Productores de Plátano del Ecuador (Fenaprope) 1 , entre las debilidades que presentan están: escasos logros de trabajo colectivo, venden el plátano a intermediarios a precios bajos, existe la migración de los jóvenes, todo esto afecta a los productores y limitan sus posibilidades de desarrollo, lo que hace que logren precios bajos por sus productos, escasa generación de valor agregado, insuficiente uso de la incorporación de tecnología, acceso limitado a nuevos mercados y a la información, limitada visión empresarial.
De ahí la inexistencia de un sistema coordinado y articulado, entre los productores plataneros que interactúan entre sí, no ha permitido definir lineamientos que estructuren las formas de trabajar y actuar en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y se pueda aprovechar los emprendimientos innovadores de esos actores de la producción platanera, dando lugar a la comercialización rudimentaria del producto.
En este sentido la innovación y la asociatividad, aplicable a las Pymes del sector platanero en la provincia de Manabí será una herramienta de gran ayuda para el desarrollo de la sociedad.
Desde esta perspectiva, el presente trabajo tiene como objetivo valorar las relaciones entre innovación, asociatividad y cohesión social de las Pymes en el sector platanero de la provincia de Manabí.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1.1. LA INNOVACIÓN Y SU CONCEPTUALIZACIÓN
El Ecuador es un proveedor internacional que lidera en muchos sectores de producción en diferentes mercados, esto lo impulsa a proponer un modelo donde la revolución productiva se realice a través del conocimiento y del talento humano. Logrando crear productos con valor agregado fomentando la construcción de una sociedad del conocimiento (Villena Izurieta, N.P. 2015). En ese contexto se fortalece la necesidad de innovar para lograr cambio y mejoras en los procesos de producción a menos costos.
La innovación (i) puede definirse como el proceso en el cual se construye y se introduce la aplicación de nuevas ideas, instrumentos o métodos, basados en investigaciones existentes, el conocimiento y la práctica para la resolución de problemas o la creación de oportunidades (Setser y Morris, 2015). Es importante mencionar que la innovación no solo atañe a mejoras tecnológicas, sino que incluye a aquellas relacionadas con el aprendizaje, operaciones eficaces y mejoras en los enfoques de la gestión empresarial y social en general (citado en Ceaaces, 2017).
Para Michael Porter (1985), la innovación es uno de los factores primordiales que inciden en la competitividad en las empresas. Y por ello se puede determinar que la innovación produce una diferenciación en las organizaciones que en el futuro generará mayor riqueza a la sociedad.
No obstante, el concepto de innovación se ha venido empleando desde la primera mitad del siglo XX. Su papel más preponderante se ha observado en el marco de los procesos de globalización y en la configuración de la sociedad del conocimiento. Vista como un proceso, la innovación se destaca por su carácter dinámico, sistémico y acumulativo, lo cual la reviste de un papel significativo en la dinámica empresarial actual.
Un sistema de innovación comprende una red de organizaciones e instituciones (las empresas, sus clientes y proveedores; las universidades y centros de investigación; entidades gubernamentales y crediticias; centros de gestión de información). Sus interacciones sistémicas y un contexto normativo que establece los marcos para fomentar y regular dichas interacciones, basadas en la sinergia, la no linealidad y un conjunto de intereses y objetivos articulados de forma sistémica, en función de gestionar los procesos y lograr impactos favorables (Núñez Jover, J. (2014).
Tales impactos deben expresarse en un creciente aporte al volumen y la pertinencia de los bienes y servicios producidos; en el incremento del monto y la cartera de exportaciones del país, en la sustitución de importaciones; en una mayor independencia tecnológica; así como en la calidad de vida de la población, la satisfacción de los clientes, la preservación y protección del medio ambiente y la elevación de la competitividad empresarial. En efecto, la innovación constituye una de las fuentes más relevantes de creación y sostenimiento de ventajas competitivas en las Pymes.
Por la importancia que el sector agrícola tiene para el país, en la actualidad se lleva adelante en el cantón El carmen, Manabí, la estrategia de desarrollo del plátano, que contempla el apoyo para el fortalecimiento de la producción y comercialización asociativa y el mejoramiento de la productividad de las plantaciones de dicho producto; perfeccionando el tema de la asistencia técnica y construyendo cinco centros de acopio para beneficio directo de las organizaciones en cuanto a la comercialización.
De esta forma, los clústeres del conocimiento deben convertirse en los motores del desarrollo económico de las regiones o territorios. En ese sentido, se debe implementar un sistema integral para la innovación productiva que tendrá un efecto directo en los territorios, y que potencia la transformación productiva a través de la promoción y fomento de la investigación y desarrollo, la trasmisión tecnológica, la asistencia técnica, los incentivos para actividades de investigación y desarrollo a nivel de territorios y cofinanciamiento para innovación empresarial. 1. Fuente: Federación Nacional de Productores de Plátano del Ecuador (FENAPROPE)
1.2. LA ASOCIATIVIDAD: UNA NECESIDAD PARA LA INNOVACIÓN
Existen numerosas definiciones y conceptos acerca de la asociatividad, así como múltiples autores, que la puntualizan desde diferentes perspectivas de acuerdo con el entorno en el que se desenvuelven; en la actualidad se está convirtiendo en un mecanismo de desarrollo sostenible y sostenido para muchas empresas, especialmente las Pymes.
La asociatividad constituye mecanismos generalmente aplicados a micro, pequeñas y medianas empresas, en el que cada participante mantiene su autonomía general, y la decisión a pertenecer en la misma es voluntaria. Lo que se busca es cumplir con objetivos comunes a todos; por lo general compartir riesgos y disminuir costos, a través de esfuerzos mancomunados y complementarios entre sí (Astudillo Carpio, K. Y Ximena rocío Uyaguari 2010).
Para riera (2013), la asociatividad es:
Una estrategia orientada a potenciar el logro de una ventaja competitiva, en donde cada uno de los asociados mantiene su independencia jurídica y autonomía gerencial, tomando la decisión de si integrase o no en un esfuerzo conjunto para el logro de objetivos comunes. (p.11)
De la misma forma Araque (2013), dice:
La asociatividad es aquella alternativa estratégica a través de la cual un grupo de personas y empresas pueden alcanzar un objetivo común; manteniendo, al mismo tiempo, por un lado, su independencia individual en ciertos aspectos, y, por otro lado, optimizando al máximo los recursos con que cuentan los miembros del grupo asociativo. (p.6)
Por otro lado, Bada Carbajal, L. M. Et al (2017) propone un modelo de asociatividad en la cadena productiva como un sistema productivo donde los actores directos que lo forman son los productores de cítricos, la agroindustria, la comercialización y los consumidores finales; el actor que tiene relevancia en el modelo es la agroindustria, y dentro de este eslabón se encuentran las MiPymes agroindustriales en cítricos, que son las cepilladoras, las empacadoras y las enceradoras (comúnmente llamadas por los originarios de la región como empacadoras), empresas procesadoras de jugo simple, plantas jugueras y plantas deshidratadoras y procesadoras de pectina.
En Pantoja Zavala, G. M. Y Flores vichi, Felipe (2018) es realizado un estudio con el objetivo de identificar a los productores y comercializadores del sistema citrícola de Nuevo León, para integrarlos al sector agroindustrial a partir de los procesos del enfoque metodológico de los sistemas agroalimentarios localizados.
Por su parte en el artículo de Gutiérrez castañeda, c. Et al. (2017) la asociatividad y formalización son aspectos clave para la consolidación del signo distintivo; los productores lo relacionaron con la posibilidad de acceder a subvenciones para el fortalecimiento de su productividad, mejoramiento de infraestructura y calidad del producto exigidas por el mercado. En este sentido, la disposición mostrada por los queseros en el uso de una etiqueta y un empaque constituiría un paso hacia la formalización porque los haría visibles identificables, y sentaría las bases para la generación de un sistema de trazabilidad y de regulación de los procesos de calidad, ya sea por la asociación o por la entidad certificadora del signo.
También ruiz cedeño, S. (2017) aborda los modelos de negocio en el sector agroalimentario con énfasis en la asociatividad y en la necesidad de elevar la competitividad como factor de éxito. Propone el modelo de negocio asociativo para el desarrollo de los pequeños productores rurales de la provincia Manabí, Ecuador. El mismo integra la metodología de cadena de valor, el enfoque de Economía Popular y Solidaría y el método canvas de modelo de negocio.
Por último, la definición realizada por Sánchez (2016) plantea que:
La asociatividad es un mecanismo de cooperación entre empresas pequeñas y medianas, entre familias y organismos públicos y privados, donde cada individuo mantiene su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con los otros integrantes para la búsqueda de un objetivo común, comparte una visión que involucre propósitos, objetivos y acuerdos, reconociendo la necesidad de un entorno, para aportar elementos potenciadores del desarrollo, y para concebir la medición y mejora en los procesos. (p.8)
La asociatividad también otorga a la innovación un papel relevante en la dinamización de los sistemas productivos; la misma que no surge y se dispersa solo en el nivel de la empresa, sino en el conjunto del sistema, que debe renovarse y perfeccionarse constantemente para mantenerse al ritmo de los cambios, adaptándose constantemente a las variaciones de los entornos económico-sociales nacional y mundial.
En esas redes se defienden los intereses de manera conjunta de una asociación sin límite de individualidad, siempre por el bien del grupo o equipo en general, lo cual funciona como un grupo asociativo. Para las empresas del sector agroalimentario esta tendencia de cooperación o de asociación se ha trasformado en una necesidad básica tomando esta concepción como línea base para mejorar su competitividad (Sánchez briones, a. 2016).
1.3. COHESIÓN SOCIAL: RESULTANTE DE UNA ASOCIATIVIDAD INNOVADORA
La cohesión social se nutre de elementos materiales, como la distribución del ingreso y de la fuerza del trabajo, de políticas sociales (fundamentalmente, las de educación, salud y otras ligadas al bienestar) y de aspectos culturales, tales como el sentido de pertinencia y de respeto a las normas. Apunta también a la constitución misma de las sociedades nacionales en el contexto de sus relaciones en el plano internacional. La cohesión, así concebida se juega en diversos niveles: comunidades, países y espacios internacionales. (oei, 2014).
Existen diferentes conceptualizaciones sobre cohesión social para este trabajo se menciona como referencia el concepto del consejo de Europa (citado en rosales y Urriola, 2012):
La capacidad de la sociedad para asegurar de manera durable el bienestar de todos sus miembros, incluyendo el acceso equitativo a los recursos disponibles, el respeto de la dignidad en la diversidad, la autonomía personal y colectiva y la participación responsable. (p.19)
En el ámbito de la cohesión se manifiesta que «se refiere tanto a la eficacia de los mecanismos instituidos de inclusión social como a los comportamientos y valoraciones de los sujetos que forman parte de la sociedad. Se define como la dialéctica entre mecanismos instituidos de inclusión y exclusión sociales y las respuestas, percepciones y disposiciones de la ciudadanía frente al modo en que ellas operan». Cepal. (citado en rosales y Urriola, 2012).
Siendo esto así, se debe aplicar políticas que conduzcan a impulsar la innovación, crear e incorporar conocimiento tecnológico de calidad y socialmente relevante, difundirlo y aplicarlo en las empresas; en este proceso deben colaborar los investigadores, los gestores, como los empresarios, los gobiernos, la academia y otros actores de la sociedad, que conlleven a involucrarse en una etapa de aprendizaje que requiere cambios profundos de mentalidad y de conducta.
La innovación posee una dimensión social, ya que no sólo perturba el patrón de producción y consumo, sino también afecta a las estructuras de poder; es un proceso de destrucción creativa ya que cambia las formas de organización, métodos productivos y la cultura (bravo rangel, M. 2012).
En consecuencia, la relación entre la innovación, asociatividad y cohesión social tiene como objeto la inclusión en los procesos productivos y de mejoramiento social mediante componentes participativos de los actores y la población del territorio; por una parte, como aportantes al progreso y crecimiento económico, y, por otra como beneficiarios.
1.4. LA INNOVACIÓN, ASOCIATIVIDAD Y COHESIÓN SOCIAL EN LAS PYMES DEL SECTOR PLATANERO EN DE MANABÍ
En el sistema productivo del Ecuador las Pymes son un sector estratégico que contribuyen a la economía del país; para facilitar su acceso a los mercados internacionales, requieren de mayor productividad y competitividad; las Pymes de los países en vías de desarrollo no cumplen individualmente estos procesos, de ahí la necesidad de buscar alternativas que faciliten el ingreso al mercado externo en mejores condiciones.
En el país se han incorporado como sistema económico, junto con el sector estatal y privado, la concepción de la economía popular y solidaria, como forma alternativa de hacer una economía no excluyente, solidaria y eficiente. El Estado promulga esta ley, cuyo objeto es reconocer, fomentar, promover, regular, acompañar y supervisar la constitución, estructura y funcionamiento de las formas de organización sujetas a esta ley; además de normar las funciones de las entidades públicas responsables de la aplicación de la ley. Para estos efectos, se entiende por Economía Popular y Solidaria a la forma de organización económica, donde sus integrantes, individual o colectivamente, organizan y desarrollan procesos de producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer necesidades y generar ingresos, basadas en relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la acumulación de capital (Ley orgánica de Economía Popular y Solidaria 2011).
La transformación de la matriz productiva convertirá al país en generador y exportador de mayor valor agregado a través del aprovechamiento del conocimiento y el talento humano, con inclusión de nuevos actores sobre la base de una adecuada redistribución y equidad, asegurando de esta manera el buen vivir. Para que los pequeños productores formen las cadenas de valor, se propone desarrollar un nuevo modelo de negocio asociativo, que les permita reducir los costos de transacción, mejorar su capacidad de negociación y convertirse en interlocutores legítimos ante el gobierno y el sector privado (senplades, 2012).
Ecuador cuenta con lineamientos normativos y una planificación con fundamento para el desarrollo del Estado. La exigencia de los mercados hace que los sectores productivos impulsen en conjunto las políticas públicas para negociar los obstáculos e impulsar el desarrollo sostenible de la economía. (Plan Nacional del buen vivir, 2013).
En el Plan Nacional del buen vivir 20132017 hace referencia a los preceptos constitucionales relacionados con el régimen de desarrollo y su articulación con la generación de trabajo digno y estable, el mismo que debe desarrollarse en función del ejercicio de los derechos de los trabajadores (senplades, 2013).
Una de las formas de organización que dinamizan el sistema son las Pymes que contribuyen al desarrollo de una comunidad, porque al mejorar la calidad de vida de su fuerza laboral, estos invierten en el progreso individual y familiar, pueden invertir en mejorar los niveles de educación, salud y bienestar personal que repercute en el bienestar de la sociedad.
La transformación y diversificación productiva es necesaria en las Pymes, las cuales tienen una capacidad de adaptación relativamente mayor que las grandes empresas. En ese sentido, un programa de innovación continua debe contemplar la modernización tecnológica de las Pymes y considerar las particularidades de los territorios, poniendo énfasis en la promoción de la inversión en investigación y transferencia tecnológica para lograr una igualdad de oportunidades espacial, social y económica.
Es evidente, que la inexistencia de un sistema coordinado y articulado, entre los productores plataneros que interactúan entre sí, no ha permitido definir lineamientos que estructuren las formas de trabajar y actuar en las Pymes y se pueda aprovechar de mejor manera los emprendimientos innovadores de estos actores de la producción platanera, dando lugar a la comercialización rudimentaria del producto.
Esas formas de organización junto a un análisis previo de la región con perspectiva histórica, geográfica, productiva y de relación entre los actores de acuerdo con el esquema productivo, permite medir la articulación de éstos en virtud de sus atributos y diferencias, crear condiciones de competitividad en el sector, y generar unidades empresariales basadas en la equidad y el manejo pertinente de los recursos naturales encaminados a las generaciones venideras (Pantoja Zavala, G. M. Y Flores vichi, F. 2018).
En consecuencia, los productores de plátano de la provincia de Manabí tendrán nuevas formas de emprendimiento y se reducirá en gran medida la pobreza en las zonas rurales. Sus productos ganarán espacio en el comercio y con ello mejorará la calidad de vida de todos los implicados; además, el productor ocupará el espacio que le corresponde.
En el entorno socio - económico que se desenvuelven las Pymes del sector platanero de la provincia de Manabí afrontan una serie de problemas como: baja productividad, falta de asesoramiento técnico, monocultivos, inexistencia de obras de infraestructura de riego y drenaje, falta de créditos, inadecuado sistema de comercialización, producción orientada al mercado interno, incipiente penetración al mercado internacional, poca tecnología, precario desarrollo microempresarial; dificultades que se generan por la carencia de políticas estatales y locales para normar la equidad de mercado para todas las esferas de los modos de producción.
Para ello es necesario encaminarlos con estrategias de producción y comercialización que les garanticen mejores ingresos, les permita vivir con dignidad y se motiven a no abandonar el campo; esto se logra entre otras acciones cambiando la manera de organización, pasando de individual a asociativa; diseñando para el efecto la implementación de centros de acopios, usando un enfoque de innovación. La adopción de estas estrategias ha otorgado múltiples beneficios a los pequeños productores de plátano, que no podrían alcanzarlos de manera individual.
CONCLUSIONES
La innovación es aquella transformación que permite la mejora y perfeccionamiento en el contexto empresarial, que unida a la asociatividad, incide de manera positiva en las condiciones socioeconómicas y culturales de los pequeños productores de plátano para contribuir al progreso local inclusivo y sostenible; lograr un impacto favorable en la mejora de ingresos de los productores e incremento de empleo y reducción de migración rural.
La cohesión social vincularía a la asociatividad en los mecanismos de integración y bienestar con pertenencia social de los individuos en forma colectiva; lo que involucra la integración de los miembros de la sociedad concebida como un sistema compartido de esfuerzos y recompensas igualador en cuanto a oportunidades y retribución, permite vincular dimensiones de la realidad que por lo general se mueven por carriles de individualismo.