Existencias
El corazón “ve” de diferentes modos, lo que implica una compleja sinestesia mediada por lazos no sólo intelectuales sino también afectivos que unen a las personas con los bosques que habitan. Lo más importante es que hay múltiples corazones, humanos y no humanos, que se “ven” entre ellos como entidades diversas. Esta pluralidad de miradas de los seres amazónicos confluye con las prácticas artísticas de los habitantes de la región.
Ontologías indígenas en las artes amazónicas contemporáneas políticas y poéticas del bosque (2023)
Este apartado refleja a aquellos seres que no pertenecen a un mundo especifico, sea éste el animal, vegetal, humano, mágico-espiritual e incluso objetual. Muchas de estas existencias tienen su referente en la memoria colectiva de los pueblos indígenas que se guarda en la tradición oral, como los mitos y ritos que aluden a seres híbridos cuya existencia nos obliga a preguntarnos acerca de las ontologías que los sustentan. Dicho de otro modo, se plantea la pregunta sobre el ser, pero a diferencia de la forma en que lo hacemos desde occidente, en el contexto indígena esta pregunta no puede asentarse sobre la existencia de los dualismos con los que el discurso moderno ordenó a la naturaleza-cultura, objeto-sujeto, humano-otredad, entre otros.
Esto se da porque dichas existencias amplían la categoría de sujeto (Descola, 2001), otorgando agencia (Latour, 2008), corazón (Lenkersdorf, 2002) o punto de vista (Viveiros de Castro, 1996) a más seres que los humanos. En las imágenes podemos observar cómo las diferentes existencias rompen el lugar de la naturaleza y el lugar de la cultura como dos espacios diferentes, y crean un espacio nuevo de intercambio más fluido y dinámico.
En su obra, Denilson Baniwa presenta seres animales-humanos −o al revés−; la metamorfosis es una metáfora del movimiento en su obra (figura 1-3).
En la obra de Elena Valera Huiso Ino (1998-99), destaca la mirada de este felino que interpela al espectador, es una mirada activa pues propicia cuestionamientos desde lo animal hacia lo humano. ¿Desde hace cuánto tiempo nos mira la animalidad?; ¿es el animal el otro? Una relación dialógica donde “lo animal” se inscribe en la historia social; la “Animalsonancia” (Derrida, 2008) (figura 4 y 5).
2.Memorias
La memoria indígena es colectiva y adquiere diferentes formas para ser trasmitida, la tradición oral es una de ellas; otras formas son los actos rituales, las danzas, las fiestas, el consumo ritual de plantas, entre otras actividades. En las obras que componen esta muestra observamos dos temas que se repiten en los artistas; los mitos creacionales como una perspectiva sobre cómo se creó el universo; y los viajes entre distintos mundos mediado por el consumo de plantas (figura 6).
En la obra de Brus Rubio “La raíz de mi mundo” (2014) observamos distintos espacios interconectados. Se asocia con el mito en el cual el origen del mundo es un árbol y que tiene que ver con la abundancia (figura 7).
El siguiente tema es el chamanismo como una forma de memoria. El chamán representa la sabiduría como el conocimiento del bosque, la conexión entre lo humano y su entorno. Chonon Bensho en la obra “El sueño del dietador” (2018) nos muestra la sinergia entre los diferentes mundos y el chamán como un traductor entre universos (figura 8).
Un chamán constituye una especie de viajero o diplomático de mundo que tiene la capacidad de comunicarse en diferentes lenguajes. Estos personajes poseen un conocimiento sensible pues condensan otros sentidos, actualizan la memoria, a partir de la experiencia onírica como guía constante (figura 9).
3.Resistencias
El arte indígena amazónico contemporáneo articula una posición política de resistencia de las comunidades de la región en el contexto actual de crisis ecológica. La lógica que define las relaciones equilibradas entre los seres humanos y no humanos la cuenca del Amazonas se opone al extractivismo basado en la objetualización del mundo natural, que desplaza a los pueblos indígenas de sus territorios ancestrales
Ontologías indígenas en las artes amazónicas contemporáneas políticas y poéticas del bosque (2023)
La resistencia se articula en múltiples dimensiones que van más allá de la confrontación material y la rebelión (Muratorio, 1994). Esta resistencia está arraigada en la identidad social del grupo y contribuye a consolidar y dignificar su etnicidad frente al asedio de la hegemonía colonial, disputando el significado del mundo y la actualización de la perspectiva al interior de pueblos indígenas (figura 10).
La resistencia es altamente simbólica incrustándose en las concepciones mitológicas y legendarias de las mujeres amazónicas y en sus prácticas chamánicas. Esta dimensión simbólica les permite elaborar categorías cognitivas alternativas. La resistencia cotidiana forma una estructura de significados lo suficientemente sólida para resistir la cooptación económica, permitiendo la reproducción cultural y la existencia en el largo plazo (figura 11).
Diferentes modalidades de extractivismo se contraponen con las dinámicas de intercambio simbólico con lo no humano que tienen los pueblos amazónicos. La resistencia frecuentemente tiende a representar el significado de esta disrupción asumiendo nuevamente una perspectiva que integra lo humano y lo natural (figura 12).
El espacio compartido entre naturaleza y cultura, la anulación de lo espiritual como un hecho separado, y el no reconocimiento del orden jerárquico antropocéntrico son aspectos específicos de este tipo de arte.