1. Introducción
El cultivo de Hypericum spp., por sus características florales, representa un rubro de gran potencial de crecimiento dentro de la superficie agrícola del país; la amplia diversidad de colores en sus bayas, son de especial atractivo para los mercados nacionales e internacionales (Merino Pacheco, 2004). Es importante diversificar esta especie, ya que se necesita una variedad de cultivares para satisfacer la creciente demanda del mercado en cuanto a la disponibilidad de colores de bayas, esto incluye la incorporación de variedades con bayas de colores, como rojo, negro, verde, entre otros (Kerr y Harun, 2007).
Existen diferentes hábitos de crecimiento dentro del género Hypericum spp., por la amplia variedad de especies dentro del mismo, los cuales poseen variada disposición de tallos, de tipo recto, semirrecto, decumbente y rastreros; cualidad que es de relevancia dentro del manejo del cultivo, por cuanto influye en la obtención de tallos que cumplan las características exigentes del mercado (Slusarski et al., 2007). Así, dentro del manejo del cultivo es importante reconocer aquellas variedades que tienden a crecer de forma recta sin la necesidad de un soporte en su crecimiento determinado por el tutoreo, debido al peso y cantidad de bayas por tallo, lo cual puede provocar el volcamiento prematuro; esto sumado a condiciones climáticas adversas, como la lluvia y fuertes corrientes de viento, que interrumpen el correcto crecimiento de los tallos a campo abierto (Nürk et al., 2013).
Los procesos de producción florícola en el país son muy variados, desde aquellos que se realizan a campo abierto, hasta los que se efectúan dentro de invernadero, esto depende del tipo de cultivo y la obtención final de flor. Una de las principales características de las flores cortadas es tener un tallo recto y fuerte, es así como se ha adoptado el uso del tutoraje en flores de corte como clavel, lilium, entre otras. En el cultivo de Hypericum spp., no se ha puesto énfasis en definir la importancia de este insumo, sin embargo, en ciertas variedades con tendencia al acame, cada tallo se debe conducir en una cuadrícula prefabricada o tejida (Verdugo et al., 2007). La correcta distribución de los tallos y una exposición apropiada a la luz generan las condiciones ideales para un crecimiento uniforme de los tallos en las flores de corte. Cualquier deficiencia en este aspecto puede ocasionar retrasos en el desarrollo y una disminución en la calidad del producto (Fraccinetti et al., 2008).
Así, la utilización de malla de tutoreo permite mejorar la obtención del tallo de Hypericum spp. al final del ciclo de cultivo, que satisfaga las necesidades del mercado, el cual exige tallos rectos o semirrectos de 60 a 70 cm de largo, y con un número de bayas maduras para exportación mayor a ocho. Así, cualquier variedad o código en proceso de validación que pueda ser producida en masa deberá cumplir con estas condiciones (Sarango, 2006).
Sin embargo, la implantación de las mallas tutoras eleva los costos de producción y demanda mayor mano de obra para actividades como guiar correctamente los tallos, y en la cosecha genera una dificultad para los trabajadores, por cuanto el corte de los tallos se realiza en la zona basal, e ingresar con las tijeras de poda por las mallas resulta complicado y exige experticia por parte de los cosechadores, reduciendo así el número de tallos cortados por fracción de tiempo (Verdugo et al., 2007). Frente a este escenario se planteó como objetivo evaluar el efecto del uso de malla tutora en tres variedades intraespecíficas de Hypericum spp., en la producción de flor de corte para exportación.
2. Materiales y Métodos
El ensayo se ubicó en la finca de FLORANDES FARMS, en la parroquia de Puembo-Quito, Ecuador. El diseño experimental utilizado fue en bloques completos al azar [DBCA] con un arreglo de parcelas divididas, siendo la parcela grande empleada en el manejo con y sin tutoreo, y en las subparcelas las tres variedades de Hypericum spp. (Vulcano, Rubí y Código V71), con cuatro bloques y diez plantas por bloque, como unidad experimental.
Se obtuvieron plántulas en bandeja con el uso de un sustrato a base de turba, utilizando esquejes apicales procedentes de plantas madre; transcurridas dos semanas en la fase de aclimatación se inició la fertilización y los controles fitosanitarios, a la quinta semana las plántulas fueron trasplantadas en campo.
Se plantó el cultivo en platabandas de un metro de ancho con distancias de 20 x 20 cm a tresbolillo con cuatro hileras por cama, totalizando 28 plantas por m2. Se utilizó fertirriego por goteo.
A los 21 días después del trasplante [DDT] se realizó la poda apical, dejando dos pares de hojas, en plantas con aproximadamente 20 cm de alto. A partir de la quinta semana, después del trasplante [SDT], se realizó la eliminación de brotes con poco crecimiento, dejando siete brotes por planta. Así también, se colocó la malla de tutoreo (20 x 20 cm por cuadrícula, según el tratamiento), a 40 cm desde la base de las plantas.
A partir de los 49 DDT se incrementó el fotoperíodo en forma artificial, para lo cual se empleó luz artificial con diodo emisor de luz [LED] seis horas diarias adicionales a partir de las 23 h, durante nueve semanas, hasta observar la inducción a la floración uniformemente. A partir de los 56 DDT se realizó la eliminación de yemas laterales de los tallos productivos. La cosecha se inició a los 140 DDT, con las bayas completamente formadas y de coloración uniforme.
Durante el desarrollo del cultivo se realizaron actividades complementarias, como deshierbe, fertilización y control fitosanitario. Las evaluaciones se realizaron durante todo el ciclo de cultivo y al final en los tallos cosechados.
2.1. Evaluaciones en campo
Acame de tallos: en cada parcela se contaron los tallos con tendencia al acame por planta (Figura 1).
Número de yemas axilares (activas) por tallo: Cada dos semanas y a partir de los 60 DDT se contabilizaron las yemas axilares brotadas con más de 5 cm.
Índice de área foliar [IAF]: se utilizó una cámara fotográfica digital con la que se cuantificó los rasgos de las plantas, como el área foliar (Baker et al., 1996; Campillo et al., 2008; Lati et al., 2011; Lukina et al., 1999) al igual que la senescencia de las hojas (Adamsen et al., 1999; Ide y Oguma J., 2010), entre otros factores se utilizó la aplicación BreedPix 1.0 (Casadesús y Villegas, 2014), para lo cual se tomaron fotografías de cada parcela, previa a la cosecha, todas a una altura de dos metros, y se delimitó el área antes de ingresar las imágenes al software, posteriormente se obtuvo el porcentaje que está en el rango de verde, y el restante se tomó como la superficie no cubierta.

Figura 1. Tallos con tendencia al acame en el cultivo de Hypericum spp.Figure 1. Stems prone to lodging in the cultivation of Hypericum spp.
Con el análisis del Green area [GA] - green fraction [GF] se puede estimar la proporción de pixeles verdes, con respecto al total de pixeles de la imagen, y esto es un estimador confiable de la cobertura vegetal (Lukina et al., 1999). Estos se basan en el color promedio de toda la imagen, en diversas unidades relacionadas con la “verdura”, o en la fracción de pixeles clasificados como dosel verde en relación con el número total de pixeles de la imagen.
2.2. Evaluaciones en tallos cosechados
Rectitud de tallos: se realizaron observaciones desde el plano superior con una línea base recta y se definieron seis tipos de curvaturas del tallo (Sierra de Grado et al., 1999) (Figura 2).
Número de bayas por tallo: en poscosecha, luego de contar las bayas se realizó la estandarización de los tallos cortados, separando las bayas tiernas de las maduras, y se categorizaron con ayuda de la escala ordinal basada en parámetros establecidos por la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales [UPOV] en la sección de Hypericum spp. (Tabla 1).
Número de tallos comerciables m-2 : en la poscosecha se contabilizó el número de tallos obtenidos y se categorizaron a partir de parámetros de calidad (Tabla 2).
Número de tallos descartados m-2 : se contabilizaron tallos que no alcanzaron las características deseadas, y son considerados como desecho, entre ellos, los inmaduros, pequeños o que presenten algún daño (Tabla 3).
Rendimiento: Para el cálculo del rendimiento se extrapoló los datos obtenidos a una hectárea (10.000 m2), considerando que el área útil es de 6.000 m2 (platabandas de 1 m y caminos de 0,5 m de ancho), totalizando 168.000 plantas ha-1 con un promedio de siete tallos de producción por planta, alcanzando un total de 1.176.000 tallos ha-1, y con base en el número de tallos exportable y desechados estimados en el presente ensayo se realizó el cálculo respectivo en porcentaje ha-1.

Fuente: Dutfield (2011); Sarango (2006)
Tabla 1. Escalas de calidad según el número y tamaño de las bayas para Hypericum spp.Table 1. Quality scales according to the number and size of Hypericum spp. berries.

Tabla 2. Escala de calidad según el número de bayas y largo de tallo para Hypericum spp.Table 2. Quality scale according to the number of berries and stem length for Hypericum spp.
2.3. Análisis estadístico
Para el análisis estadístico se utilizó el software Infostat (2004). Inicialmente se demostró los supuestos de normalidad y homogeneidad de varianza (Balzarini et al., 2012), comprobando que no existiera algún dato anómalo o parcela pérdida, posteriormente, con la determinación del ADEVA, se evaluó la influencia de las variables independientes sobre las dependientes, características morfológicas y los distintos parámetros de calidad, que fueron objeto de este estudio. Para la obtención de rangos de significancia y diferencias entre tratamientos, se realizaron pruebas DMS, ajustadas al 5 % de confiabilidad.
3. Resultados y Discusión
3.1. Evaluaciones en campo
Para las variables: acame de tallos, número de yemas axilares e IAF la subparcela fue significativa, mientras que la parcela (con y sin tutoreo) no tuvo significancia.
Vulcano con y sin tutoreo presenta mayor número de tallos con tendencia al acame, mientras que en el segundo rango de significancia la variedad Rubí con y sin tutoreo presenta el menor valor para esta variable, resultando así una variedad de alto potencial productivo a nivel de tallos rectos (Figura 3a). Para la comparación de valores medios del número de yemas axilares se identificaron tres rangos de significancia; se puede inferir que independientemente del uso o no de tutores, la aparición del número de yemas es una característica propia de cada variedad. Por otro lado, el código V71 presentó una alta tendencia de generación de yemas durante el ciclo de cultivo (10,65 yemas por tallo), a diferencia de las otras dos variedades (Rubí: 7,15 y Vulcano: 3,12 yemas por tallo) (Figura 3b). Para el índice de área foliar se identificaron tres rangos de significancia, situando al código V71 en primer lugar con una media de 0,66; en segundo lugar, Rubí con una media de 0,57; y en último lugar Vulcano con una media de 0,48 (Figura 3c).

Figura 3 Acame de tallos por planta a número de yemas axilares por tallo b e índice de área foliar c en el cultivo de Hypericum spp con y sin tutoreo.* Figure 3. Stem lodging per plant (a), Number of axillary buds per stem (b) and leaf area index (c) in the cultivation of Hypericum spp., with and without staking.*
En esta investigación se evidenció la diferencia intraespecífica de las variedades de Hypericum spp. estudiadas, por las características fisiológicas y morfológicas de cada una; así, la brotación y crecimiento uniforme de tallos en Hypericumspp. responde a factores como genética, nutrición, densidad de plantación, entre otros (Salas Sanjuán et al., 2010).
El acame de los tallos disminuye la calidad de los tallos e induce al crecimiento de las yemas laterales, en ciertas variedades, por lo que colocar mallas tutoras y eliminar yemas axilares (desyeme) resultan ser manejos adecuados y además favorecen la dominancia apical. Hypericum spp. es una planta que presenta dominancia apical débil, lo cual permite un crecimiento apresurado y tupido de yemas axilares durante el ciclo del cultivo (Nagarathna et al., 2010), es así que el desyeme resulta una actividad prioritaria en el manejo del cultivo, ya que el crecimiento de las yemas laterales capta nutrientes, los mismos que son asimilados para el crecimiento y maduración de las bayas, incidiendo directamente en la calidad de la obtención de tallos de tipo exportable (Jiménez Mariña, 2015).
Por otro lado, la dominancia apical está influenciada por la biosíntesis y concentración de auxinas y citoquinas en la planta, las citoquininas son hormonas de crecimiento vegetal que intervienen en la ramificación lateral (Nordström et al., 2004). La interacción de las citoquininas y las auxinas genera un balance hormonal desencadenando diferentes respuestas fisiológicas (Dun et al., 2006), a niveles bajos de auxina hay mayor presencia de citoquinina disponible, la cual provoca la iniciación de la brotación lateral (Nagarathna et al., 2010). La síntesis y concentración de fitohormonas en las plantas depende de la genética de la planta y se expresan en distintos eventos de crecimiento y desarrollo, participando en la regulación de múltiples procesos fisiológicos (Cruz Aguilar et al., 2007), así como fue observado en el presente trabajo donde la respuesta al aparecimiento de yemas axilares fue diferente entre variedades.
La interacción entre la genética y los elementos ambientales es determinante para la formación de yemas laterales, ya que esta característica varietal incide directamente en la toma de decisión para mejoradores genéticos, y es una variable decisiva para establecer si la variedad ingresa a procesos de producción intensivos extensivos, por cuanto el desyeme generaría un valor adicional a los costos de producción.
La influencia varietal también fue observada en el número, tamaño y disposición del follaje, los mismos que determinan el IAF, parámetro que permite estimar la capacidad fotosintética del material vegetal e incide directamente en la acumulación de biomasa de la planta, al final del ciclo se traducirá en rendimiento de la variedad (Fernández Gálvez et al., 2021), mismo que debe cumplir con altos estándares de calidad para una producción de tipo comercial (Macías et al., 2008).
En este estudio, el uso de la malla tutora no tuvo incidencia significativa para el número de tallos acamados por planta, número de yemas axilares por tallo e IAF, sin embargo, para aquellas variedades con tendencia al acame, con mayor peso de bayas, en zonas de alta presencia de viento, la malla tutora permite direccionar el correcto crecimiento de los tallos, con una mejor distribución del follaje m-2, mejorando así la intercepción de la luz y con eso mayor eficiencia fotosintética de las plantas para obtener rendimientos uniformes (Jerez Mompie et al., 2016; Quevedo García et al., 2015).
3.2. Evaluaciones en tallos cosechados
Para rectitud del tallo, en la variedad Vulcano, con el uso de malla tutora predominan los tallos con escala 6, mientras que sin tutoreo, predomina la escala 1 (50 %) (Figura 4a). En la variedad Rubí, con tutoreo y sin tutoreo, predominó la escala 1 con un 90 y 50 %, respectivamente, Figura 4b). Por otro lado, el código V71, con y sin tutoreo, presentó porcentajes de hasta el 90 % en la escala 1 (Figura 4c).

Figura 4 Distribución de frecuencias con base en las escalas de rectitud de tallo y número de bayas de Hypericum spp con y sin tutoreo de las variedades Vulcano (a y d) Rubí (b y e) y V71 (c y f)Figure 4. Frequency distribution based on berry number scales of Hypericum spp., with and without staking, Vulcano (a and d), Rubí (b and e) and V71 (c and f).
Con base en la escala de calidad, según el número y tamaño de las bayas para Hypericum spp. en las variedades Rubí y V71, con y sin tutoreo, existe predominancia en las escalas 5 y 4, respectivamente, lo cual representa un número elevado de bayas (Figuras 4e-f). Por lo contrario, en los tratamientos de Vulcano con y sin tutoreo, se observó una diversificación de todas las escalas (Figura 4d).
Con base en los resultados obtenidos en estas variables, se puede inferir que la variedad Vulcano no precisa de tutoreo para mantener sus tallos erguidos, ya que el uso de malla tutora no corrigió su dirección de crecimiento, esto debido a características físicas del tallo, grado de lignificación y hábito de crecimiento (Guzmán Cárdenas, 2019), mientras que Rubí y V71, con y sin tutoreo, demostraron tener un alto potencial para mantenerse erguidos, y obtuvieron tallos rectos, requerimiento indispensable para la exportación (Castrillón Gallardo, 2012). La obtención de tallos rectos sin el uso de malla tutora es una característica favorable al momento de establecer costos de producción, ya que incide directamente sobre el material a ser empleado y la mano de obra para su establecimiento.
En cuanto al número de bayas, las variedades Rubí y V71, con o sin tutoreo, cumplieron satisfactoriamente los estándares de calidad de exportación, más de nueve bayas por tallo descrita por Afonso Dorta (2000); el peso y número de bayas por tallo y el hábito de crecimiento del tallo pueden determinar la necesidad del uso o no de malla tutora.
La formación de distinto número de bayas con diferentes tamaños en Hypericum spp., depende de la carga genética, siendo el potencial de cada variedad determinante para estas variables, así también, la nutrición es uno de los factores más importantes para el crecimiento, desarrollo y producción en flores de corte; sin embargo, este aspecto en ornamentales es muy limitado y contradictorio (Dole y Wilkins, 2005; Sonneveld y Voogt, 2009). Considerando que las recomendaciones nutricionales deberían especificarse para cada variedad, debido a su notable variabilidad genética, el correcto suministro de nutrientes durante las etapas fenológicas del cultivo permite aprovechar el mayor potencial de la planta (Ortega-Blu et al., 2006).
Al analizar el número de tallos comerciables se observó que se encuentran diferencias entre las variedades Rubí y V71, ya que se obtuvieron medias de 140,63 y 136,13 tallos comerciables m-2, respectivamente (Figura 5a). Por otro lado, para tallos descartados m-2 la interacción fue significativa, la variedad V71-sin tutoreo, se ubica en el primer rango con de 56,25 tallos descartados m-2, seguido por los tratamientos: Vulcano-sin tutoreo (45 tallos descartados m-2) y V71-con tutoreo, ocupando el segundo rango (42,25 tallos descartados m-2) (Figura 5b).

Figura 5 Tallos comerciables (a) y tallos descartados (b) en el cultivo de Hypericum spp con y sin tutoreo.* Figure 5. Marketable stems (a) and discarded stems (b) in the cultivation of Hypericum spp., with and without staking.*
Las variedades Rubí y V71, con y sin tutoreo, estadísticamente obtuvieron el mayor número de tallos comerciables m-2, entendiendo como tallo comerciable y/o exportable aquel que cumpla características de calidad como: longitud de tallo mínima de 55 cm hasta 70 cm, consistente, sin torceduras, hojas completas y sanas, sin daño físico en sépalos, y considerando que de Hypericum spp. se comercializa el fruto (bayas). Estas deben cumplir tamaños superiores a los 8 mm, con un número por tallo superior a 9, con colores definidos, además de cero presencia de plagas (Sarango, 2006).
Por otro lado, los resultados muestran que algunos tallos no alcanzaron las características del comercio, sin embargo, el uso de malla tutora redujo los tallos descartados, principalmente en las variedades V71 y Vulcano. Es importante considerar que el uso de malla tutora representa un costo adicional para el cultivo de las flores de corte, esto sumado a la instalación que trae consigo gastos en postes de pambil, piola, alambre galvanizado y estacas para mejorar el soporte en campo (Sierra Cárdenas, et al., 2013).
Otro factor, asociado al aumento de tallos descartados m-2, puede estar relacionado con un manejo homogéneo entre todas las variedades en la aplicación de luz artificial (18 horas por semana), siendo que el ciclo de cultivo de cada variedad es diferente; así, el ciclo de vulcano es de 18 semanas, Rubí de 20 semanas y V71 entre 20-21 semanas, por lo que resulta imprescindible un estudio fenológico detallado de cada variedad, con la finalidad de encontrar la mejor condición de crecimiento.
Al analizar el rendimiento (porcentaje de tallos comerciables versus porcentaje de tallos descartables), se observa en la variedad Vulcano un alto porcentaje de tallos descartados y un bajo porcentaje de tallos comerciables. Al contrario de la variedad V71 que con un alto porcentaje de tallos descartados presenta un alto porcentaje de tallos comerciables. Así V71 y Rubí presentan buen rendimiento (Figura 6).

Figura 6 Rendimiento de cada variedad de Hypericum spp con y sin tutoreoFigure 6. Performance of each variety of Hypericum spp., with and without staking.
La productividad de cada variedad se obtiene gracias a la interacción adecuada entre factores genéticos y ambientales, como agua, luz, temperatura, fertilización y prácticas culturales, todos estos aspectos considerados esenciales para el crecimiento y desarrollo (Arce et al., 2017). Por otro lado, el estudio de la nutrición emerge como uno de los factores fundamentales en el desarrollo de flores. Se debe conocer las necesidades nutricionales específicas de cada cultivar, ya que estas determinan la productividad rentable y uniforme, así como la calidad del producto (Rueda-Luna et al., 2016). En términos de rendimiento y eficiencia, un alto número de tallos descartados indica deficiencias en algún eslabón del proceso de producción.
4. Conclusiones
En este estudio se pudo evidenciar la influencia varietal sobre la mayoría de las variables estudiadas; acame de tallos, número de yemas, índice de área foliar, rectitud de tallos, número de bayas por tallo y tallos comerciables son características propias que presentan cada una de estas variedades, ya que provienen de cruces intraespecíficos.
La variable que demostró significación para la interacción entre variedades y manejo fue la cantidad de tallos descartados. Se observó un aumento significativo en la cantidad de tallos descartados cuando no se utilizó malla tutora, especialmente en las variedades Vulcano y V71. Esto indica que el uso de malla tutora resulta ser una práctica eficiente en estas variedades, sin embargo, es esencial tener en cuenta los costos adicionales asociados con esta práctica agrícola, especialmente para la variedad V71, que, a pesar de sus características específicas, aún muestra un alto número de tallos comerciables, lo que resulta en un rendimiento global positivo.