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Siembra

versão On-line ISSN 2477-8850

Siembra vol.9  supl.3 Quito Out. 2022

 

Sesión 1: Conservación

Haricot de Lima, Haba de Lima o Lima bean: ¿topónimo o valor evolutivo?

Haricot de Lima, Haba de Lima or Lima bean: toponym or evolutionary value?

1Alliance of Biodiversity International and International Center for Tropical Agriculture (CIAT), Genetic Resources Program. Cali, Colombia


Palabras clave origen de los cultivos; progreso genético; variedades locales; ancestros silvestres

La haba de Lima es conocida por los Amerindios desde el octavo milenio antes del presente (por lo menos en Suramérica, de repente un poco más reciente en Mesoamérica), y por los estudiosos de Europa occidental durante el primer siglo después de 1492. Este primer siglo ve la rápida difusión hacia otras partes tropicales y subtropicales del Viejo Mundo (hasta engañar al propio Linneo!). El descubrimiento del Estrecho de Magallanes en 1520 permitió otra aproximación a las zonas costeras (y agrícolas aledañas) de Brasil, Chile y Perú. La expansión del pueblo Quechua del lado Pacífico desde el sur de Colombia hasta Chile, y la difusión de sus cultivos, dejo al fréjol de semillas grandes aplanadas su nombre nativo (pallar) y durante el virreinato el nombre de ‘haba de Lima’ para distinguirlo del fréjol común y de la haba (también conocida como grano celta o haba caballar) Vicia faba L. El argumento lingüístico junto con los hallazgos arqueológicos dejo sin piso el argumento de un origen geográfico en el Viejo Mundo. El entendimiento del origen biológico de este cultivo se mejoró cuando se encontraron en 1985 y en adelante formas silvestres en el suroccidente de Ecuador y el noroccidente del Perú. La gente del campo de ambas regiones ha reconocido una relación entre estas formas silvestres y la haba de Lima, como lo indican algunos nombres vernáculos. La doble domesticación que ha sido mencionada contra una hipótesis de 1943 ha sido demostrada gracias a una mejor representación de formas silvestres y de variedades tradicionales en los análisis y gracias a los avances en genética molecular. De manera no esperada estos avances han mostrado la presencia de otro acervo genético andino (AII) y de otro acervo ‘mesoamericano’ (MII). La situación de este último (distribuido desde Yucatán hasta Salta) con respecto a la domesticación aún es objeto de discusiones. Antes de 1492, bajo cultivo, el acervo andino AI ha tenido una distribución muy grande: la zona Quechua y la zona Guaraní, y un rango altitudinal desde 0 hasta 3.100 m. En épocas post-colombinas, las variedades del acervo AI han sido cultivadas en campos tan apartados como California, Congo oriental, Etiopía, Zimbabue, Madagascar, la India y la China. En contraste, su forma ancestral crece en matorrales secos estacionales de la vertiente occidental de los Andes desde Imbabura hasta Cajamarca a 300-2.000 m s.n.m. Por lo tanto, parece una paradoja que de los tres acervos genéticos silvestres AI haya progresado tanto bajo domesticación y en expansión territorial y ecológica. Quedan muchas preguntas pendientes cuya respuesta requiere ahora más trabajo de campo en América del Sur.

*

Nacionalidad Belga. En pocos casos en el reino vegetal tenemos un género que ha contribuido con cinco especies cultivadas y siete cultivos. Mientras sus colegas en el Centro Internacional de Agricultura Tropical en Palmira, Colombia, trabajaban para la mejora del fríjol común a partir de variedades tradicionales, Debouck trató de aumentar el conocimiento sobre el género Phaseolus a partir de las especies silvestres. Su segundo año profesional de este lado del Atlántico, 1978, en México, fue revelador: todavía no conocemos los recursos genéticos del fríjol, mientras los perdemos de manera rápida. Como responsable del banco de germoplasma del CIAT durante veinte años, trató de enfrentar este doble desafío para contribuir a la alimentación de las sociedades humanas. Junto con colegas de América Latina, en 41 exploraciones, contribuyó con más de 3.000 colectas y 15 especies nuevas. Hoy nos muestra una interpretación de los recursos fitogenéticos del fríjol Lima, y de lo que aún podemos hacer juntos.

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