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Siembra

versão On-line ISSN 2477-8850

Siembra vol.3 no.1 Quito Jan./Dez. 2016

https://doi.org/10.29166/siembra.v3i1.281 

Artículo Original

La construcción de los espacios públicos de ocio en la ciudad de Quito

Construction of public spaces for leisure at Quito city

Edison Molina1 

Patricia Ercolani2 

Guillermo Ángeles3 

1Universidad Central del Ecuador. Facultad de Ciencias Agrícolas. Carrera de Turismo Ecológico. Jerónimo Leiton y Av. La Gasca s/n. Ciudadela Universitaria. Quito. 170521. Ecuador

2Universidad Nacional del Sur. Departamento de Geografía y Turismo. Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina

3Universidad Nacional del Sur. Departamento de Geografía y Turismo. Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina


Resumen

El desarrollo del artículo describe la construcción histórica de los espacios públicos de ocio en la zona urbana de la ciudad de Quito. Se realiza un recorrido por el pasado y se analiza la actualidad de los sitios dedicados al esparcimiento, recreación y actividades deportivas. Como resultado de este análisis se propone una clasificación con base en la realidad local y se identifican los principales lugares de disfrute dentro de las 32 parroquias urbanas elegidas para el presente estudio.

Palabras clave espacios públicos; ocio; Quito; recreación; deportes

Abstract

In this article, historic construction about public spaces for leisure at urban zone of Quito city is described. A walk by the past is made, and current situation of places dedicated for leisure, recreation and sport activities are analysed. As result, a classification based on the local reality is proposed, and main places for leisure are identified in the 32 urban parish selected in this study.

Keywords public spaces; leisure; Quito; recreation; sports

1. Introducción

La sociedad urbana de Quito ha tenido cambios importantes en las formas y la composición de la ciudad; razones fundamentales para analizar la actuación del ocio en la comunidad quiteña. El análisis del ocio desde el contexto geográfico permite comprender las dimensiones del espacio a través de las diferentes etapas que labraron el desarrollo de la urbanidad en la capital de los ecuatorianos.

Los orígenes de la composición poblacional se remontan a las organizaciones indígenas conocidas como los Quitus-Caras y luego Incas, que marcaron construcciones fortificadas en las cuales se concentraban los poderes, otorgando al área rural su amplia acción de subsistencia que albergaba las zonas de cultivo. La llegada de la conquista española a la ciudad de Quito, el 6 de diciembre de 1534, significó una nueva concepción del urbanismo, frenando la evolución histórica de los primeros asentamientos e incorporando novedosos elementos en las nuevas estructuras que, necesariamente, determinaron la convivencia entre dos culturas diferentes que, con el pasar del tiempo, evolucionaron hacia una nueva y dinámica sociedad.

La influencia española instaurada en el territorio, en interacción con las costumbres y tradiciones, conformarían los pilares sobre los cuales se desarrollaron las construcciones de ocio para la sociedad instituida en Quito y, posteriormente, a partir de la conformación de la República, logró afianzarse otorgando un sentido de pertenencia. Fiestas, eventos, plazas, parques, teatros y demás expresiones representaron la forma de ocupar el tiempo de ocio.

En este estudio se realiza un análisis de la definición de los espacios públicos de ocio y, además, se realiza un recorrido por los principales lugares que estuvieron ligados a la recreación con gran significación para la población local en la instaurada ciudad de Quito.

2. Materiales y métodos

Para la construcción de la propuesta se tomaron en cuenta los enfoques cualitativo y cuantitativo. El enfoque cualitativo, por medio del estudio documental, facilitó la definición del marco teórico sobre espacio público y ocio, a partir de lo cual fue posible obtener los datos más relevantes de la construcción histórica de los espacios públicos de ocio en la ciudad de Quito (Figura 1). El enfoque cuantitativo permitió desarrollar una clasificación en categorías y subcategorías de la actualidad de los espacios públicos de ocio con base en la realidad territorial de Quito. Tales espacios fueron identificados y geolocalizados para permitir su representación cartográfica por medio del sistema de información geográfica Arcgis 10.1©, y obtener una panorámica actual de la distribución de estos lugares en el territorio. Durante todo el proceso investigativo se realizó una amplia exploración de material bibliográfico, general y específico, obteniendo resultados muy relevantes para comprender la construcción de los espacios de ocio.

Figura 1 Localización del área de estudio. 

3. Resultados y discusión

3.1. Hacia una conceptualización de los espacios público.

Desde la perspectiva del urbanismo, un espacio público es de propiedad estatal y comprende a cualquier sitio abierto de libre acceso y circulación para los residentes y visitantes. Al respecto, Fleury (2007) señala que: “El espacio público es una expresión polisémica que designa un espacio a la vez metafórico y material. Como espacio metafórico, el espacio público es sinónimo de esfera pública o del debate público. Como espacio material, los espacios públicos corresponden tan pronto a espacios de encuentro e interacción sociales, como a espacios geográficos abiertos al público, o a una categoría de acción”.

A su vez, la sociedad visualiza al espacio público como un lugar dinámico, lleno de actividades cotidianas, usos y conflictos; un espacio cargado de diferentes significados producto de la misma complejidad social de las ciudades, aún más en metrópolis históricas como Quito, donde se yuxtaponen fuertes identidades adquiridas a partir del proceso independentista y republicano del Ecuador. Al respecto Varela (1999) expresa que: “el espacio público es, radicalmente, un espacio para todos pero el significado espacial es, radicalmente, idiosincrásico de las personas y grupos que se relacionan con él. Y, obviamente, no todas las personas y grupos interpretan de igual forma el espacio urbano”.

A nivel espacial, las diferentes políticas públicas se reflejan también en los espacios públicos y les otorgan una configuración cambiante a través de las acciones particularizadas que en ellos se desarrollan. Quito no es la excepción, y un claro ejemplo de ello son las ligas deportivas barriales, nacidas por la apropiación del espacio por parte de los deportistas aficionados, que les dieron identidad a estos lugares de recreación, y acompañan el crecimiento de la ciudad compartiendo los espacios verdes de la ciudad, administrados por el Municipio de Quito.

Los espacios públicos centrales están inmersos en los contextos políticos e históricos de un país. Las ciudades contienen a los espacios propicios creados por diferentes ritmos y demandas sociales y son consolidados a partir de diferentes visiones en relación a su gestión. A su vez, ésta se refleja en inversiones permanentes en pro de la conservación de estos espacios, a los cuales atribuyen ser el resultado de su planificación ante la sociedad, y ven en ellos los escenarios adecuados para gastar sus energías y replicarlas sobre otros espacios comunes alejados de los núcleos centrales. En este escenario existe una dualidad entre el accionar de lo público y lo privado, donde es posible observar brechas a favor de la participación de la inversión privada que avanza en la creación de nuevos espacios. Este desequilibrio se plasma en nuevos espacios para el consumo. Entre ellos, los grandes centros comerciales han producido cambios estructurales en las zonas urbanas y periféricas y en las prácticas de compras en la sociedad en sí. La sociedad por sus consumos amplía los tiempos de atención al cliente y convierte los espacios privados en espacios públicos, que también se ofrecen al disfrute del tiempo de ocio.

Para el caso de esta investigación se visualiza al espacio material como lo clasifica Fleury (2007), donde existe una relación con lo social y urbano que corresponde al enfoque de la geografía humanística. Asimismo, en el análisis se contemplan los espacios de ocio surgidos de la planificación pública y de aquellas iniciativas de las organizaciones sociales y sin fines de lucro existentes en la zona urbana de la ciudad de Quito.

3.2. El ocio

Varios autores han realizado sus investigaciones sobre esta temática. Entre ellos, Dumazedier (1971) define al ocio como “un conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse de manera completamente voluntaria tras haberse liberado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales, para descansar, para divertirse, para desarrollar su información o su formación desinteresada, o para participar voluntariamente en la vida social de su comunidad”.

En la definición expuesta por el sociólogo francés Joffre Dumazedier se explica claramente la intencionalidad para realizar actividades que produzcan liberación o placer independientemente de las tres funciones por él identificadas: el descanso, la diversión y el desarrollo de la personalidad. La Teoría de las 3D con sus tres funciones (descanso, diversión y desarrollo de la personalidad) son diversas formas de concebir al ocio, facilitan el estudio, la clasificación y precisan la funcionalidad de los espacios en el área de estudio elegida para la investigación.

La primera función: el descanso, alivia la fatiga, libera las tensiones del trabajo de forma tanto física como emocional y todas las complejidades que las relaciones laborales originan, desde los trayectos al trabajo; así como la convivencia con la producción y las relaciones laborales. La segunda función: la diversión, contribuye a terminar con el aburrimiento rompiendo por completo la cotidianidad, es muy necesario para llevar interacción social en diferentes lugares y circunstancias de las habituales. Por último, la tercera función: el desarrollo de la personalidad, que alude a una formación práctica y permite nuevas formas de integración con grupos sociales, a partir del desarrollo de aptitudes ganadas en la formación.

3.3. Pasado del ocio en el espacio quiteño: los primeros tiempos

A pesar de que Colonia fue una etapa marcada por la imposición de la cultura española sobre la indígena; existieron momentos para la recreación. Las corridas taurinas eran las fiestas populares de gran convocatoria que se realizaban todo el año y no dependían de una fecha en particular para su organización.

Según la entrevista realizada al cronista de la Ciudad, Alfonso Ortiz en los especiales del Diario El Comercio (2014), éste afirma que “las corridas de toros eran las primeras fiestas públicas que se celebraron en Quito. Al principio, estas fiestas fueron para demostrar el poder de la clase dominante a través de las maniobras de los caballos y de los caballeros. No todo el mundo tenía un caballo. Pero poco a poco, esa fiesta, que marcaba una diferencia entre la élite y el pueblo comenzó a diluirse. El pueblo se apropió de ella. La vida cotidiana era muy plana, muy uniforme. Nosotros, ahora, tenemos un abanico gigantesco de diversiones. Podemos subir a una montaña, ir a una piscina, al cine o ver una película en nuestra sala... La fiesta, a partir de los años de la Colonia, era una válvula de escape. Cuando Atahualpa llegó a Cajamarca, al encuentro con Francisco Pizarro, llegaron músicos y gente cantando y bailando con la comitiva del Inca. Cada cosecha despertaba una fiesta. El espíritu festivo de los indígenas coincidió con el de los españoles”.

La manera tradicional de divertirse en los tiempos de la Colonia se mantendría en la República, además de conservar el estilo de vida, las costumbres y las tradiciones en la ciudad. “Durante los primeros tiempos de la República, la ciudad seguirá manteniendo la misma ordenación y la misma conformación de los tiempos de la Colonia. Su aspecto físico no va a variar fundamentalmente y, ni siquiera, van hacer su incursión los principios arquitectónicos que se planteaban en Europa” (Ulloa & Darquea, 1983).

A finales del siglo XIX, se promueven los primeros cambios transcendentales del diseño urbano en Quito. Un acontecimiento claro de reconocer fue la transformación con estilo francés de la principal plaza de la ciudad, la Plaza Grande, más conocida como de La Independencia. Otro hito destacado fue la construcción del Teatro Sucre en el año 1886, de estilo neoclásico, que constituye uno de los escenarios de ópera más antiguos de Sudamérica.

“La ciudad empieza a mostrar una forma longitudinal con una zonificación que le caracterizará en el futuro. El norte será destinado a un uso residencial de la clase pudiente como muestra la implantación del paseo de La Alameda y el sur quedará para las clases desposeídas, donde comenzará ya el asentamiento de una incipiente industria, bodegas y galpones, en el más completo desorden” (Achig, 1983).

El primer parque instaurado en la ciudad de Quito es el parque de La Alameda, que pasó por un proceso de cambios (Figura 2). Inició en el siglo XVIII, con la construcción de monumentos y caminos alrededor de las lagunas; luego, en la época republicana, se edificó el primer observatorio astronómico de Sudamérica. En este período, el parque también sirvió como zona de pastoreo. En 1877, se realizó una reestructuración integral del parque, que lo convirtió en un paseo para la sociedad de élite de Quito; además, se instauró el primer jardín botánico que luego sería la escuela de Bellas Artes, lamentablemente, a finales del siglo XIX , como consecuencia de un gran incendio el edificio sería demolido.

Quito Nostálgico.

Figura 2. Parque La Alameda a comienzos del siglo XX 

A inicios del siglo XX se identifica a Quito como una ciudad de crecimiento longitudinal, dejando a un lado al desarrollo central concéntrico, más aún con la llegada del ferrocarril en 1908, que facilitó el arribo del material pesado fundamental para las construcciones públicas. Las importaciones que realizaba el país en esa época ingresaban por el puerto de Guayaquil.

“Los hermanos César y Carlos Mantilla Jácome se propusieron desarrollar varios negocios en la pequeña, en aquel entonces, ciudad de Quito. Entre sus proyectos contaron: una agencia de carruajes, el primer hipódromo de la ciudad, la imprenta El Comercio (que más tarde se convertiría en el diario del mismo nombre) y la Empresa de Teatros y Hoteles de Quito. La Empresa de Teatros y Hoteles de Quito C.A. se fundó en 1945. Comprendió una cadena de varios teatros cinematógrafos y hoteles. Los inmuebles dentro de la ciudad de Quito fueron: el Teatro México, Teatro Cumandá, Teatro Puerta del Sol, Teatro Bolívar (Figura 3), Teatro Variedades, Teatro Central, Teatro Alameda, Teatro Colón, Hotel Colonial, Hotel Crillón, Hotel Royal y Hotel Columbus” (Fundación Teatro Bolívar, Historia, 2010).

El cine mudo también comenzó a ser presentado para el entretenimiento de los quiteños, el teatro Variedades fue el escenario elegido, fundado en el año 1914. Posteriormente, los hermanos Mantilla también crearon su empresa de cines destacándose los cines Popular y 24 de mayo; además, aparecerán nuevos promotores que comenzarán la apertura de locales dedicados a brindar diversión cinematográfica.

Es importante señalar que la ciudad de Quito se asienta en el cruce del río Machángara, cuyas aguas, a principios del siglo XX, eran limpias y concentraba a la población para la realización de diferentes actividades, en especial lavar la ropa y tomar baños en sus alrededores. Los quiteños preferían ir los fines de semana en su tiempo libre a los balnearios disponibles en esa época con finalidades de ocio. Los principales balnearios eran los Pogyos, los Milagros, el Sena, la piscina de Lourdes y los baños del Yavirac, actualmente desaparecidos.

Quito Nostálgico.

Figura 3. Fachada del Teatro Bolívar.  

En esos tiempos, los quiteños se bañaban en el desaparecido balneario “Los Pogyos”, localizado en el lado noroccidental de la urbanización Tola Alta, al lado del que es ahora relleno del Machángara, prolongación de la plazoleta del Cumandá. Los “Pogyos” eran balnearios tradicionales de las familias capitalinas, que afirmaban que sus aguas frías y cristalinas eran medicinales... al sitio concurrían, en especial los fines de semana, por descanso y recreación (Narváez, 1982). ‘Los quiteños disfrutaron de numerosos sitios para bañarse. Antes de que llegara el agua potable a sus hogares. Así la piscina de Lourdes, que quedaba en el mesón de la Maldonado, entre las calles Borrero y Portilla; los balnearios de los Milagros, ubicados en la prolongación actual de la calle Sucre; los baños del Yavirac, en la calle Ambato; El Sena al lado oriental del puente sobre el Machángara. En la calle Maldonado, etc. “La mayoría de estos baños han desaparecido...” (Carrión et al., 1997).

Las fiestas taurinas perduraban en la memoria del pueblo. Se erigieron las dos principales arenas taurinas en la ciudad: la Plaza Belmonte y la Plaza de Toros de Quito (Figura 4). La primera, inaugurada en el barrio tradicional de La Tola en el centro de la urbe en el año 1920. El lugar, desde sus inicios, tuvo varios propósitos; el principal fue la fiesta brava, además de múltiples representaciones artísticas que hasta la fecha continúan realizándose bajo la dirección de la compañía Triana, concesionaria del predio.

Quito Nostálgico.

Figura 4. Festival artístico en la Plaza de Toros de Quito.  

La Monumental Plaza de Toros Quito fue construida en el barrio de Iñaquito, en el norte de la ciudad, en el año 1960, con una capacidad aproximada de 15.000 personas. En ella se organizó una de las ferias taurinas más importantes de América llamada Feria de Quito “Jesús del Gran Poder” realizada ininterrumpidamente hasta el año 2011, cuando la consulta popular decidió la prohibición de matar animales en espectáculos públicos en la ciudad, lo que derivó en una pérdida de expectativa y la empresa encargada de la organización, finalmente, suspendió el evento. La plaza también albergó importantes conciertos musicales y encuentros boxísticos que acaparaban gran interés de los quiteños.

El deporte más popular del mundo, el fútbol, cobraba fuerza a nivel mundial con la realización de la primera copa mundial celebrada en Uruguay en 1930; por lo cual Quito se hizo eco de ello y construyó el primer estadio frente al parque El Ejido, conocido como el Estadio del Arbolito, en donde se disputaron encuentros de fútbol profesional tanto a nivel provincial como nacional, el escenario se convirtió en el lugar favorito para los aficionados del deporte en la capital. El estadio El Arbolito fue perdiendo importancia luego de la inauguración del Estadio Olímpico Atahualpa en 1951, razón por lo cual fue demolido y se convertiría en el parque del Arbolito. El estadio Atahualpa sigue vigente hasta la actualidad y es el más reconocido del país debido a sus grandes gestas deportivas (Figura 5).

Quito Nostálgico.

Figura 5. Estadio Olímpico Atahualpa. 

A partir de 1950, el deporte amateur empezó a tomar fuerza en los principales barrios de la ciudad dando énfasis a la disciplina del fútbol, pero recién se fortaleció institucionalmente en 1957, al fundarse la Federación de Ligas Deportivas Barriales y Parroquiales del Cantón Quito. Esta organización fue creciendo paulatinamente al ritmo de la ciudad. Las primeras ligas barriales en sumarse fueron las ligas La Tola, San Juan y Santa Prisca del centro; Central Obrera de Chimbacalle y La Magdalena en el sur; y, Chaupicruz en el norte. Actualmente son 100 ligas deportivas barriales en el cantón Quito. Cabe recalcar que hoy en día existen instituciones paralelas a la Federación de Ligas que concentran a otras ligas deportivas barriales tanto a nivel local como nacional.

3.4. Propuesta de clasificación de los espacios públicos de ocio

Paulatinamente, los espacios públicos de ocio se convirtieron en necesarios para el relax de los quiteños, y es así que todas las administraciones de turno facilitaron la creación y mejoramiento de las canchas, plazas y parques, entre otros equipamientos, en especial en los sectores norte y sur de la urbe, hacia donde se produce la expansión de la ciudad como producto del crecimiento poblacional, que se nutre de las constantes migraciones ocurridas desde otras provincias del Ecuador y también del aumento significativo de residentes extranjeros, destacándose las poblaciones procedentes de Cuba, Colombia y Perú.

A la par de este crecimiento poblacional, los espacios públicos de ocio incrementan su importancia y se han ido configurando de acuerdo con la realidad de la ciudad. El estudio realizado, permite presentar, a continuación, una clasificación propia, elaborada por los autores sobre los espacios públicos de ocio para la ciudad de Quito producto de la identificación, organización y sistematización de información sobre los lugares como alternativas de ocio en la urbe.

La elaboración de las categorías y subcategorías están realizadas con base en los servicios que prestan estos espacios a la población (Tabla 1); los conceptos que a continuación se emiten son una muestra de la realidad del área de estudio seleccionada.

Dentro de la categoría recreacional se identifican al bosque protector, Casa Somos (en un comienzo conocido como Centro de desarrollo comunitario), mirador, parque arqueológico, parque lineal, parque metropolitano, parque urbano y plaza.

Tabla 1. Clasificación de los espacios públicos de ocio en el área urbana de Quito 

A continuación se presentan las definiciones de los espacios públicos dedicados a la recreación en la metrópoli.

  • Bosque Protector.- La Ley Forestal (2004) vigente en el país, define en su artículo 6 al bosque y vegetación protectores como “aquellas formaciones vegetales, naturales o cultivadas, que cumplan con uno o más de los siguientes requisitos: Tener como función principal la conservación de suelo y la vida silvestre; estar situados en áreas que permitan controlar fenómenos pluviales torrenciales o la preservación de cuencas hidrográficas, especialmente en las zonas de escasa precipitación pluvial; ocupar cejas de montaña o áreas contiguas a las fuentes, corrientes o depósitos de agua; constituir cortinas rompevientos o de protección del equilibrio del medio ambiente; hallarse en áreas de investigación hidrológico-forestal; estar localizados en zonas estratégicas para la defensa nacional; y constituir factor de defensa de los recursos naturales y de obras de infraestructura de interés público”.

  • Casa Somos (Centro de Desarrollo Comunitario).- Es un lugar de encuentro para desarrollar habilidades artísticas, recreacionales y de emprendimiento, integrando a la comunidad a escala barrial. Está regido bajo la dirección de las administraciones zonales de Quito. En un inicio nació bajo el nombre de centro de desarrollo comunitario, pero la administración de turno concibió el cambio de nombre a Casa Somos.

  • Mirador.- Es considerado como un sitio de observación del paisaje. Se encuentra ubicado en las partes altas con una amplia panorámica del entorno.

  • Parque Arqueológico.- Complejo ancestral abierto al público, se complementa con las facilidades de visita de un área verde.

  • Parque Lineal.- Es un espacio longitudinal equipado con instalaciones para la recreación. Fue creado para el mejoramiento del ornato de las ciudades y la recuperación de ecosistemas urbanos.

  • Parque Metropolitano.- Es un gran espacio verde considerado como el pulmón de la ciudad, dedicado a la conservación y a la recreación. Este parque se encuentra administrado por el Municipio.

  • Parque Urbano.- Espacio verde abierto diseñado en la trama urbana que provee servicios recreativos y sirve como sitio de referencia para conocer una ciudad.

  • Plaza.- Espacio público ubicado en las zonas principales de la ciudad con gran importancia histórica-cultural. La plaza es un sitio de encuentro social construido con elementos culturales llamativos en conjunción con la naturaleza.

La oferta más llamativa en esparcimiento y recreación en la actualidad son los grandes parques metropolitanos, que se caracterizan por sus amplias áreas verdes, los múltiples servicios que cuentan y la diversidad de actividades que se pueden realizar en sus inmediaciones. Estos parques se localizan en las zonas periféricas y son de fácil acceso para los residentes y visitantes. El parque metropolitano más importante ubicado al norte de la ciudad es el Guangüiltagua con 557 ha, un sitio ideal para conocer la flora y fauna endémica de Quito. El Bicentenario, con 127 ha fue diseñado en las inmediaciones del antiguo aeropuerto Mariscal Sucre y está ubicado dentro de la zona norte, es un lugar que comparte la recreación con la concentración de servicios públicos municipales. Al sur de la ciudad están los parques: Las Cuadras (24 ha), Chilibulo (320 ha) y Metropolitano del Sur (750 ha), que se han convertido en zonas emblemáticas para los usuarios, debido a su importancia natural y a la recuperación de quebradas y laderas.

En el caso de los parques urbanos, el más representativo es La Carolina, un espacio público ubicado en la zona comercial de Quito, que ha ido evolucionando acorde al desarrollo de la urbe. Tiene una gran oferta recreacional, además de contar con servicios culturales, entre los que se destacan una feria de exposiciones, el Vivarium y el Museo de Ciencias Naturales.

Los parques como El Ejido y La Alameda, situados en el centro de la ciudad, son lo más tradicionales, y poseen un gran componente histórico, testigos de la rápida evolución de Quito.

Las plazas con gran valor histórico-cultural, se concentran en el centro antiguo de la urbe. Se destacan la Plaza Grande y la plaza de San Francisco. La primera, es un punto obligado de visita a la ciudad, un icono independentista con mucho valor para los ecuatorianos. Alrededor de la plaza se distribuyen los poderes ejecutivo, municipal y religioso de la localidad. Por su parte, la plaza de San Francisco, es una construcción colonial que cuenta con un hermoso paisaje urbano a los pies de la iglesia y con un convento de la orden religiosa franciscana.

El relieve irregular de Quito produjo que otros sitios de recreación sean los miradores, sitios altos que ofrecen panorámicas de diferentes partes del territorio, entre los cuales se destacan el Panecillo y el Itchimbía. El Panecillo es el más significativo, es una loma que cuenta en su parte superior con el monumento a la Virgen de Legarda o la Virgen de Quito. Al lugar concurren muchos turistas y residentes que obtienen una panorámica del centro y sur de la metrópoli, y cuenta con locales de venta de artesanías y restaurantes para disfrutar de la gastronomía nacional e internacional. El Itchimbía también es un parque urbano, y es posible observar una vista privilegiada de 360°. En sus inmediaciones cuenta con un centro cultural conocido como el palacio de cristal, y con frecuencia se realizan exposiciones, eventos culturales y conciertos.

En las laderas de las áreas occidental y oriental se han instaurado bosques protectores cuya finalidad es la conservación, y los residentes aprovechan la naturaleza para la práctica de actividades recreacionales, siendo las más habituales el atletismo y las caminatas por los senderos.

Los parques lineales han ayudado a recuperar las zonas aledañas a los ríos de la capital afectados por la contaminación. Actualmente, las zonas circundantes a los ríos son el escenario ideal para la práctica de actividades recreacionales, se destaca aquí el Parque Lineal Machángara con 21 km de extensión, que cuenta con iluminación y ayuda a luchar contra la inseguridad que afloraba permanentemente en estos sectores.

Existe un solo parque arqueológico conocido como Rumipamba. Se trata de una oferta turística y educativa. El parque se caracteriza por ser un complejo arqueológico con vestigios precolombinos de la cultura de los yumbos, lo que le otorga un valor patrimonial alto, y cuenta, asimismo, con senderos ecológicos que facilitan las visitas.

La categoría espacio deportivo está integrada por: cancha, centro deportivo, coliseo, estadio y liga deportiva barrial a continuación sus definiciones.

  • Cancha.- Área para la realización de uno o varios deportes. Puede estar al aire libre o en espacios cerrados.

  • Centro Deportivo.- Es una construcción diseñada con todas facilidades para la práctica y la competición de varias disciplinas deportivas.

  • Coliseo.- Edificación cerrada con graderíos, está concebida para la práctica y competición deportiva; además en ocasiones es un sitio dedicado a la presentación de eventos artísticos.

  • Estadio.- Instalación deportiva de gran magnitud diseñada para la realización de importantes competencias a nivel local, nacional e internacional.

  • Liga Deportiva Barrial.- Es una organización que fomenta la recreación y la práctica del deporte amateur en las instalaciones de sus entes afiliados. Cada liga barrial tiene su predio producto de donación o comodato municipal. En el caso del comodato es ejecutado máximo a 20 años renovables previo informe técnico emitido por la dirección de deportes de la respectiva administración zonal del municipio de Quito.

Si bien los espacios de recreación cuentan con sitios para la práctica deportiva, los espacios deportivos están configurados para la práctica competitiva, tanto a nivel profesional como amateur.

Los escenarios deportivos de gran magnitud en la ciudad son los estadios de fútbol, entre los cuales se destacan los estadios: Olímpico Atahualpa, Rodrigo Paz Delgado y Gonzalo Pozo Ripalda, que concentran importantes torneos a nivel nacional e internacional por su capacidad y oferta deportiva. Por otro lado, Quito cuenta con los coliseos Julio César Hidalgo, Rumiñahui y Quitus, que acaparan la atención por la realización de varios eventos deportivos, entre los que llaman la atención el básquet, el ecuavóley, el boxeo, entre otros.

La Concentración Deportiva de Pichincha y el Ministerio del Deporte cuentan con equipamiento e instalaciones que permiten la preparación de deportistas para diferentes torneos provinciales, nacionales e internacionales en varias disciplinas: gimnasios, centros de natación, pistas de atletismo, velódromos y polideportivos. El uso no se restringe a la alta competición, sino que es posible utilizarlo en horarios ampliados para la población local.

A lo largo de la ciudad se encuentran múltiples canchas, en especial de deportes como el fútbol, indor fútbol, básquet y ecuavóley. De manera más organizada se encuentran las ligas deportivas barriales, que se caracterizan por aglutinar a los deportistas amateur en sus complejos. Las ligas barriales han ocupado históricamente espacios públicos que han sido cedidos en donación o comodato municipal, realizando gestión sobre sus inmediaciones y siendo atrayentes para el deporte a escala barrial. Una organización precursora es la Federación de Ligas Barriales y Deportivas del Cantón Quito que organiza anualmente múltiples eventos deportivos que integran un alto número de barrios y fomentan actividades atléticas entre niños, jóvenes, adultos y la tercera edad.

La Tabla 2 revela la gran cantidad de espacios de recreación disponibles en la ciudad. En su gran mayoría se encuentran en la categoría de parques urbanos, totalizando 143, además de nueve zonas recreacionales en los siete bosques protectores, 14 centros de desarrollo comunitario, 13 miradores, 22 plazas, tres parques lineales, cinco parques metropolitanos y un espacio con una denominación especial de parque arqueológico. En total suman 210 espacios dedicados a la recreación.

La importancia deportiva a escala barrial es de relevancia en la urbe, la Tabla 3 ayuda a visualizar los lugares donde se practica el deporte de forma cotidiana, en su gran mayoría se encuentran los 105 espacios de las ligas deportivas barriales, en menor proporción, pero a la vez vital para esta categoría, están las 20 canchas, 10 centros deportivos, 3 coliseos y 4 estadios.

Tabla 2. Los principales espacios recreativos de la ciudad de Quito con su clasificación en la categoría “espacio recreativo”. 

Tabla 3. Los principales espacios deportivos de la ciudad de Quito con su clasificación en la categoría “espacio deportivo” 

4. Conclusiones

Los actuales espacios públicos de ocio son el reflejo de las inversiones de los gobiernos seccionales que intentan responder a las exigencias y al empoderamiento por parte de la sociedad civil. Como resultado, se observa que se ha logrado consolidar una significativa oferta de diversos lugares vinculada a las actividades recreativas, en especial las deportivas. En este marco, la clasificación propuesta responde a la construcción histórica de estos espacios. Las categorías y subcategorías establecidas se corresponden con la actual oferta que privilegia las actividades recreativas con especial énfasis en la competencia deportiva.

La distribución de los espacios públicos con finalidad de ocio en Quito es desigual, debido a la topografía irregular de la ciudad y a la necesidad de conservación del patrimonio cultural del centro histórico (Anexos 1, 2, 3, 4, 5). La convivencia con el desarrollo de nuevas edificaciones resulta una preocupación constante de los administradores por las dificultades de accesibilidad a estos espacios.

La investigación propuesta resulta un primer paso en la comprensión de una temática actual que entrelaza la disponibilidad de tiempo libre y su relación con la producción de espacios con finalidad de ocio.

Anexo 1. Localización de los espacios públicos de ocio de Quito en el sector denominado Norte 

Anexo 2.  Localización de los espacios públicos de ocio de Quito en el sector denominado Centro Norte. 

Anexo 3.  Localización de los espacios públicos de ocio de Quito en el sector denominado Centro. 

Anexo 4. Localización de los espacios públicos de ocio de Quito en el sector denominado Centro-Sur. 

Anexo 5.  Localización de los espacios públicos de ocio de Quito en el sector denominado Sur.  

Referencias

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Recibido: 19 de Febrero de 2016; Aprobado: 13 de Marzo de 2016

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