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Estoa. Revista de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Cuenca

versión On-line ISSN 1390-9274versión impresa ISSN 1390-7263

Estoa vol.11 no.22 Cuenca jul./dic. 2022

https://doi.org/10.18537/est.v011.n022.a10 

Artículo

Trayectoria de exclusión espacial en Santa Catarina, Nuevo León: graficando los procesos del “afuera”

Spatial exclusion path in Santa Catarina, Nuevo León: graphing the outside process

Diana Karina Padilla-Herrera1 

1 Universidad Autónoma de Nuevo León, México, diana.padillahrr@uanl.edu.mx


Resumen:

La investigación pretende visibilizar el fenómeno de exclusión espacial en la ciudad latinoamericana, particularmente en Santa Catarina, Nuevo León. Se propone la trayectoria de exclusión espacial como herramienta de análisis para mostrar que existe una estructura sistémica que desplaza, marginaliza o expulsa a territorios y habitantes de la dinámica urbana. La trayectoria de exclusión muestra que, de manera paulatina, se incrementan niveles del “afuera” en la ciudad. Metodológicamente se parte de la teoría urbana crítica y se utilizan las hiper-historias para la construcción de esquemas que visibilizan la construcción de lo “otro”. A manera de conclusión, se enuncia que la trayectoria de exclusión representa un mapa biopolítico que reproduce o intensifica los procesos de exclusión.

Palabras clave: exclusión; ciudad; urbanismo; teoría urbana; territorio

Abstract:

One year after his demise, the reinforced concrete shells of engineer Luis The research aims to make visible the phenomena of spatial exclusion in the Latin American city, particularly in Santa Catarina, Nuevo León. The spatial exclusion path is proposed as a tool to shows that in the city occurs a systemic structure that displaces, marginalizes, or expels territories and inhabitants from urban dynamics. The exclusion path shows different levels of the “outside” in the city. Critical urban theory and hyper-stories were used as a method that shows the construction of the “other”. For the conclusion, it is stated that the spatial exclusion path represents a biopolitical map that reproduces or intensifies the processes of exclusion.

Keywords: exclusion; city; urbanism; urban theory; territory

1. Introducción

Desde la década de los 90, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señaló que, en América Latina, el proceso de urbanización se desarrolló de manera acelerada; el incremento de población en algunas ciudades provocó problemas en temas de infraestructura, vivienda, transporte, servicios de salud y sistemas educativos, entre otros. Diferentes publicaciones desarrolladas por la misma Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 1989) apuntaban a escenarios no tan benéficos, ya que el incremento de población y la explotación del suelo daban como resultado deterioro ambiental, desigualdad, desempleo y pobreza. Tal como sucedió en las ciudades industriales, la expansión urbana se tornó inequitativa e injusta. Los habitantes más desfavorecidos se ven obligados a aceptar espacios que no están preparados para abastecer necesidades básicas de la vida cotidiana, sacrificando distancia, tiempo, calidad de vida y buena salud, entre otros (CEPAL, 1989).

En el informe Estados de las ciudades de América Latina y el Caribe. Rumbo a una nueva transición urbana, de la Organización de las Naciones Unidas, se señaló que en América Latina y el Caribe “las ciudades de la región, vistas en su conjunto, son y se mantienen como las más inequitativas del planeta” (ONU- Hábitat, p. XII). Lo anterior muestra que en América Latina predominan ciudades duales, divididas y segregadas; países como México, Brasil, Argentina y Chile, entre otros, experimentan fenómenos que van desde “una alta informalidad, mala planificación, precios altos y especulación” (Montero et al., 2017, p.28). Según Justin McGuirk (2014) aproximadamente un tercio de los habitantes que radica en ciudades de América Latina construyen sus viviendas de manera ilegal como resultado de falta de recursos, acceso a créditos hipotecarios y la mala organización de la ciudad; procesos paulatinos que encamina a los habitantes a vivir de manera vulnerable.

En México, la vulnerabilidad y marginación se evalúan a partir de las carencias materiales que padece una población, ya que se identifica la falta de acceso a la educación, servicios de salud, viviendas inadecuadas o carencia de bienes, como dimensiones que determinan el grado de marginación que se presenta de acuerdo al Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2010); sin embargo, al utilizar instrumentos de análisis que priorizan una perspectiva cuantitativa, se deja de lado lo que sucede desde y con el espacio, es decir, la manera en que se manifiestan leyes, distribuciones, conectividad y políticas públicas. Programas de rehabilitación, renovación, mejora e innovación urbana han sido desarrollados para disminuir la creciente desigualdad; sin embargo, algunas de las estrategias planteadas, mantienen o intensifican las desventajas espacio-sociales que se presentan en las ciudades latinoamericanas, lo que excluye aún más a la población.

El objetivo de este trabajo es identificar la trayectoria de exclusión espacial que se presenta en la ciudad, particularmente en Santa Catarina, Nuevo León. Para ello, se plantea como enunciado que en la ciudad existe una estructura sistémica urbana que participa en los procesos de exclusión; así, las relaciones de poder que se suceden desde y en el espacio, guían hacia la exclusión. Metodológicamente se parte de la teoría urbana crítica propuesta por Neil Brenner (2014), quien menciona que es importante desarrollar una nueva visión de la teoría urbana sin un afuera, ya que en el desarrollo de nuevos procesos urbanos se exploran y proponen nuevas metodologías que sean capaces de identificar otras morfologías urbanas. Para la creación de diagramas que muestran gráficamente los procesos de exclusión se recurre a las hiper-historias (Maldonado, 2020); como técnicas se utilizan la recopilación de datos, trabajo de campo, observación participante y entrevista no estructurada. Para ejemplificar la trayectoria de exclusión se utiliza como caso de estudio la colonia La Fama, ubicada en el municipio de Santa Catarina en Nuevo León, México. Los primeros resultados arrojan una serie de fuerzas que se convierten en los incentivadores de la exclusión para dicho territorio; en ese sentido, se identifican tres nodos (desplazamiento, marginalización y expulsión) que forman parte de la construcción de los “otros espacios”. Al final del artículo se enuncia que la trayectoria de exclusión se convierte en una red biopolítica urbana presente en la ciudad. La elaboración de este documento toma como punto de partida parte de los resultados obtenidos en la tesis doctoral Los espacios otros de las ciudades latinoamericanas. Redefinición de la inclusión desde la exclusión espacial (Padilla, 2019).

2. Marco Teórico

2.1. La producción de los “otros espacios”

Henri Lefebvre (2013) explica que el espacio social es producto de un conjunto de relaciones que interactúan de manera simultánea en el espacio, modificando la experiencia espacial de forma inmediata. Para el autor, la producción del espacio se origina a partir de una dialéctica de la triplicidad (lo percibido, lo concebido y lo vivido), donde el espacio se convierte en producto-productor. Lefebvre (2013) expone que el espacio percibido muestra una materialización integral de dinámicas, espacios y usos. En el segundo momento, el espacio se convierte en un instrumento de dominación y control; en el espacio concebido se consolidan prácticas, códigos y protocolos, es decir, reglas a cumplir. Por último, el espacio vivido muestra la experimentación instantánea del espacio.

Para Michel Foucault (2010), el siglo XX se concibe como la época del espacio simultáneo, yuxtapuesto y múltiple, donde se prioriza el espacio del adentro sobre el espacio del afuera, entendiendo que el espacio del adentro materializa normas, mientras que el espacio del afuera las evade. De acuerdo con el autor, el lugar localizado -el espacio del adentro- muestra una ubicación precisa y constituye reglas o prácticas que se incluyen en la ciudad; como ejemplo, retoma los espacios de la edad media y enuncia lugares de encuentro, de culto y de intercambio comercial, entre otros. La localización se sustituye por los emplazamientos, es decir, aquellas proximidades o serie de elementos que almacenan y comparten cierta información que permite realizar, definir y enlazar actividades; para el autor los emplazamientos “suspenden, neutralizan o invierten el conjunto de relaciones que ahí se encuentran” (Foucault, 2010, p. 69). Para el autor, estos emplazamientos pueden dividirse en dos grupos: utopías y heterotopías.

El espacio utópico es el emplazamiento sin lugar real donde se desarrolla “la sociedad perfeccionada, o es el reverso de la sociedad” (Foucault, 2010, p.69). La utopía muestra algo inexistente e inalcanzable; en ese sentido, Tomás Moro (2004) explica a partir de relatos que, para alcanzar la felicidad, la ciudad tendría que autoabastecerse y cumplir con ciertos principios éticos. Moro (2004) refleja un ideal en donde la ciudad funciona a partir de lo que se tiene que hacer o el objetivo de cada espacio, donde no se dejan “huecos” y todo/todos funciona a la perfección. Contrario a lo anterior, los espacios heterotópicos se caracterizan por concentrar cuerpos “no dóciles” (Foucault, 2002) y actividades que no cumplen con una norma estipulada desde una institución (social, política, religiosa etc.); en estos espacios se generan transgresores y espacios diferentes. Las heterotopías muestran una yuxtaposición de espacios, una multiplicidad de dinámicas espaciosociales que formulan “otros espacios”. Así, los emplazamientos heterotópicos integran varias actividades, superponiendo normas y no-normas que se desarrollan en la vida cotidiana. El término heterotopía se define como una patología del cuerpo humano que presenta tejido ectópico, es decir, fuera del lugar propio.

Juan Freire (2009) explica que dentro de la planeación de la ciudad se desarrolla el urbanismo emergente, el cual se contrapone con la planificación tradicional. De acuerdo con el autor, el urbanismo emergente surge de la colaboración de habitantes de un lugar, que se convierte en un espacio construido desde los habitantes, para los habitantes. Por su parte María Prieto (2013) indica que la ciudad debe entenderse como un sistema activo que está en constante transformación, por lo que se crean vacíos urbanos que quedan desprovistos de alguna visibilidad urbana. Lo expuesto líneas arriba muestra que la producción de los “otros espacios” está presente en la ciudad de manera constante; y que involucra espacio, actividades y usos, donde se consolidan espacios, nombres y dinámicas que no reconocen la diferencia. Así, el espacio vivido puede encarnar los “otros espacios”, ya que, a través de la vivencia inmediata, se pueden promover dinámicas complejas y no incluidas en la ciudad. En ese mismo sentido, los espacios heterotópicos construyen los “otros espacios” al mostrar posibilidades diversas, pero que no se formulan desde una postura ideal. La producción de los “otros espacios” representa nuevas geografías que se desarrollan bajo posturas no normativas, espacios que “infringen” reglas o condiciones informales cuyo resultado desencadena zonas de exclusión en la ciudad. Por lo general, los otros espacios tienden a estar al margen y en condiciones desfavorables; y la mayoría de las veces dichos espacios se ven forzados a mantener o incrementar el fenómeno de exclusión que presentan.

2.2 Exclusión espacial: lo otro de los “otros espacios”

La pobreza expone una forma de exclusión a la que están expuestos los habitantes; sin embargo, no es la única. La exclusión social muestra una serie de desventajas respecto al resto de la población, un debilitamiento de los lazos sociales y una separación entre los que están dentro y afuera de la ciudad (CEPAL, 1998). De acuerdo con Manuel Castells (2006) la exclusión social se percibe como un proceso sistémico que impide o dificulta el acceso a diversas esferas sociales, en donde no solo cuestiones económicas y sociales interactúan entre sí, sino que se convierte en una conexión de elementos multidimensionales. Amartya Sen (2000) menciona que el concepto de exclusión social es muy amplio, por lo que considera que existen dos tipos de exclusión: la constitutiva e instrumental. La exclusión constitutiva muestra la inaccesibilidad originada por las propias circunstancias. Como ejemplo menciona el no poder participar dentro de una comunidad; lo mismo sucede con la exclusión instrumental, la cual se da de manera colateral, es decir, se convierte en la evaluación de daños de una acción en particular; como ejemplo, menciona la negación de créditos hipotecarios, ya que desencadena problemas en la obtención de vivienda, mala calidad de vida y endeudamiento, entre otros. Si la exclusión social permite identificar diferencias y se centra en las condiciones de un grupo de personas (Lenoir, 1974; Sennett, 1978; CEPAL, 1998) ¿qué sucede con el espacio?

Autores como Neil Smith (2005), Carlos de Mattos (2007), Jaume Franquesa (2007), David Harvey (2012) y Saskia Sassen (2014) hacen alusión a modificaciones en la morfología del lugar a partir de procesos capitalistas, por lo que explican la existencia de un urbanismo neoliberal donde se incrementan los procesos de mercantilización en la ciudad; en ese sentido, la exclusión que muestran está relacionada a las características del espacio. Así, conceptos como desigualdad territorial, segregación urbana, pobreza urbana, entre otros, han sido expuestos para explicar las configuraciones que se suceden en el territorio. La desigualdad territorial hace énfasis en la diferencia de recursos asignados a un espacio (George, 1983), pudiéndose separar en dos esferas: dimensión económica e institucional (Aché, 2013). La desigualdad territorial con enfoque económico argumenta ventajas territoriales a partir de beneficios alcanzados, mientras que el enfoque institucional tiene injerencia en la toma de decisiones que se desarrolle en el territorio. Por otro lado, la segregación urbana muestra una organización diversa a partir de diferencias físicas, sociales y económicas (Sabatini, 2003; Kaztman, 2003), es decir, se separan grupos sociales o se incrementa la distancia entre estos. Respecto al concepto de pobreza urbana, Alicia Ziccardi (2010) comenta que, en un principio, la pobreza se evaluaba a partir del nivel de ingreso que garantizaba -o no- un nivel de bienestar; posteriormente, la pobreza se percibe como un elemento multifactorial donde se puede incluir no solo el aspecto económico, sino también el social y cultural. De acuerdo con Ziccardi (2008, 2010) la exclusión social incorpora la imposibilidad de acceder a espacios públicos, pero también procesos de segregación territorial donde la principal característica es que los servicios básicos no están garantizados.

Para Carlos de Mattos (2007), el capitalismo promueve una ciudad donde impera una “cosmética urbana” que se superpone a las necesidades de los habitantes, dando a entender que la ciudad se gestiona desde ciertas esferas sociales y “abandona” a las esferas más vulnerables. El abandono que se suscita, en ocasiones, se vuelve tan extremo que Saskia Sassen (2014) identifica que habitantes como los sin casa quedan invisibilizados de la dinámica urbana ya que no forman parte de las estadísticas capitalistas, lo que deja afuera a muchas personas; para Sassen se genera una cierta “limpieza económica” (Sassen y Díaz, 2018), que también puede ser trasladada al espacio al no considerar los territorios donde habitan. Sassen (2018) propone el concepto de expulsión para explicar la dinámica capitalista que configura una nueva geografía donde se incrementan e intensifican desigualdades, pobreza, destrucción de recursos etc. (Sassen y Díaz, 2018).

Michael Janoschka y Jorge Sequera explican que en las últimas dos décadas se ha incrementado el uso de políticas públicas como “políticas de desplazamiento” (Janoschka y Sequera, 2014), es decir, una serie de mecanismos que se implementan para desplazar a las clases populares de los centros urbanos que buscan renovarse. Las políticas de desplazamiento desvelan una serie de prácticas urbanas que se pueden entender como máscaras que disfrazan las verdaderas intenciones de los proyectos de regeneración en la ciudad. El desplazamiento actúa junto con la gentrificación donde existe un desalojo, una violencia o presión simbólica detonada por las políticas urbanas (Janoschka y Sequera, 2014; Lees, 2012). Del 2012 a 2016, los autores desarrollaron un proyecto de investigación titulado Contested Cities, cuyo objetivo era investigar “las consecuencias del modelo neoliberal en las ciudades europeas y latinoamericanas” (Janoschka y Sequera, 2014, p. 4). Los resultados obtenidos muestran que el rescate de centros históricos (como en Ciudad de México), la creación de polos culturales (como Puerto Madero en Buenos Aires) y estrategias de inversión inmobiliaria (como las desarrolladas en Río de Janeiro), intensificaron y reprodujeron procesos de desplazamiento que tienen como raíz el fenómeno de gentrificación. Así, algunos proyectos de intervención o recuperación terminan convirtiéndose en estrategias o instrumento de poder, donde la arquitectura y el urbanismo participan activamente (Sudjic, 2010).

En México, la implementación de políticas urbanas coincide con la creación de proyectos de intervención o regeneración de diversas escalas, las cuales están encaminadas a modificar la apariencia del barrio a través de una mejora en la estética, la adecuación de servicios básicos o el incremento de sistemas de transporte. Como ejemplo, se puede mencionar el proyecto en Nuevo Polanco, donde al intervenir una zona industrial, se promovió la segregación y gentrificación en la zona (Aguayo, 2016); en la misma línea, Lourdes Cordero y Luis Salinas (2017) describen la transformación que se presenta en la colonia Roma a partir de la implementación del Mercado Roma en 2014, espacio que se destaca por incorporar escenificaciones comerciales, algo que transformó el contexto inmediato y obligó a algunos de los habitantes a buscar otro lugar donde vivir. A nivel local, es decir, en Nuevo León, se puede mencionar la transformación de la Colonia Independencia donde, a través de la incorporación del Centro Bicentenario, los habitantes modificaron las dinámicas de uso de la zona al verse obligados a buscar nuevos espacios donde realizar las escenificaciones del vía Crucis, así como jugar futbol. También se puede mencionar la transformación de la Avenida Madero a partir de la renovación urbana elaborada en la calzada; se diluye el espacio designado al peatón e intensifica el uso del automóvil, lo que complica poder caminar en la zona.

A pesar de que la exclusión social se presenta de manera multidimensional o multifactorial, se muestra incompleta, ya que expone procesos desvinculados o enfocados en alguna condición. Por otro lado, conceptos para enunciar la exclusión en el territorio como desigualdad territorial, segregación o pobreza urbana, se presentan de manera estática, sin incrementarse de manera sistémica, cuyo resultado no permite observar la exclusión de manera integrada. En México, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrolló Social, CONEVAL, determinó en 2016 que casi el 50% de su población vive en situación de pobreza, y para su medición se utilizan indicadores económicos y sociales, como ingreso per cápita, rezago educativo, servicios de salud, seguridad social, calidad de la vivienda, servicios básicos en la vivienda, alimentación y grado de cohesión social. Los indicadores se concentran de manera particular en la vivienda que habitan, priorizando elementos cuantitativos que tienen como punto de partida señalar grupos sociales que se encuentran por debajo de la línea de bienestar, aquella que muestra la inaccesibilidad económica de la canasta básica alimentaria y no alimentaria; sin embargo, esta medición puede resultar insuficiente al no incluir el espacio inmediato, servicios, equipamiento, usos del espacio, políticas públicas, entre otros como elemento de análisis; por lo anterior, se alude a la importancia de identificar los procesos que intensifican una separación de territorios, por lo que se propone el concepto de exclusión espacial para ilustrar las desventajas sistémicas urbanas que de manera constante se presentan en los “otros espacios”.

3. Métodos

Este documento se apoya en la teoría crítica, la cual busca una reinvención radical para entender lo urbano como un proceso socio-espacial de crecimiento desigual en el mundo (Brenner, 2014). Para ejemplificar la trayectoria de exclusión y la construcción de los “otros espacios” se utiliza como caso de estudio la colonia La Fama, ubicada en el municipio de Santa Catarina, en Nuevo León, México. Como punto de partida, se realizó la búsqueda y exploración de información en crónicas y periódicos de alta circulación municipal; los periodos de tiempo asignado se subdividieron en periodos de 20 años, esto con la intención de alcanzar a cubrir la vivencia de más de una generación habitando en el lugar. Para determinar el inicio, se establece la primera aparición del nombre de la colonia tanto en relatos como en crónicas. Como parte del trabajo de campo, se recorrió la colonia y comparó el lugar con mapas antiguos. Posteriormente, se realizó a los habitantes de la zona entrevistas no estructuradas, esto con la intención de escuchar los relatos del lugar. La entrevista permitió identificar usos, costumbres, recorridos, trayectos, permanencia en espacio público, acompañamiento social, dinámica de vida y la relación respecto al barrio.

La elección de los participantes estuvo en función del tiempo habitado en la colonia, lo que permitió obtener información de tres generaciones diferentes, por lo que las edades de los participantes van de los 15 a los 80 años. A través del cruce de información entre los relatos y las crónicas, se construyen escenas que muestran la dinámica de vida en el espacio habitado. Las hiperhistorias permiten integrar experiencias y vivencias para la construcción de escenas, lo que facilita la visibilización de los “otros espacios”. Cada una de las escenas muestra la dinámica del espacio, la pérdida del territorio y el proceso de exclusión que se presenta. La primera escena relata el primer registro del uso-social del entorno, donde se explica el origen del territorio. De manera consecutiva se presentan cuatro escenas que permiten visibilizar la trayectoria de exclusión.

4. Resultados

4.1. Trayectoria de exclusión espacial: caso de estudio La Fama, Santa Catarina, Nuevo León

Escena 1. Registro de uso espacio-social del entorno

A finales del siglo XIX se estableció la comunidad de Los Abrego, el origen de lo que actualmente se conoce como el municipio de Santa Catarina. En dicha comunidad se construyó La Fábrica de Hilados y Tejidos la Fama, lo que facilitó la integración de nuevo núcleos poblacionales e inmigración de habitantes aledaños. La Fama representó el primer sector urbano -ajeno a Monterrey- instalado “afuera” de la capital. La Fama motivó y desarrolló una nueva industria, por lo que a sus alrededores se construyeron haciendas y viviendas para sus empleados. Al mismo tiempo, se construyeron fábricas como El Blanqueo y la Leona, lo que facilitó la expansión en la zona. La Fama abarcaba ambos lados del río Santa Catarina (lo que actualmente conocemos como Morones Prieto); había pocas calles pavimentadas, por lo que los habitantes transitaban por vados y veredas. Como zona de esparcimiento, los habitantes de la colonia acudían al margen del río. Ana, José, Pedro, Perla y Juan, habitantes de la Fama, muestran los recorridos que realizaban entre la fábrica, la tienda, las albercas y sus vecinos. La extensión de uso de La Fama era de gran proporción, por lo que los habitantes no tenían límites o restricciones espaciales ya que la extensión de la Fama abarcaba ambos lados del río (Figura 1).

Fuente: propia (2019)

Figura 1: Escena 1. Diagrama del registro de uso espacio-social del entorno propia (2019) 

Escena 2. Primero movimiento sistémico cambio de uso + arquitectura monumental

La Fama (considerada una zona independiente del municipio) se incorporó de manera territorial a Santa Catarina; es decir, La Fama ya no es un espacio independiente, sino una congregación más del nuevo municipio de Santa Catarina, por lo que la zona de la Fama se modificó y fraccionó, desencadenando cambios de uso en el lugar. A mediados del siglo XX, en el municipio de Santa Catarina, aparecieron nuevas localidades como La Banda, El Molino y la Barrica, por lo que la Fama comenzó a disminuir su extensión. Por otra parte, frente a la Fama existía la Hacienda de San Isidro de los Guerra (en los terrenos donde actualmente se localiza una universidad privada). Al impulsar la lotificación en este espacio, las haciendas ahí existentes como San Isidro, Jesús M. Garza y la Fortaleza se eliminaron. Con el ordenamiento territorial, la conexión que existía a través del río se perdió, por lo que era imposible utilizar esa vía como elemento de conexión. A pesar de lo anterior, Pablo, Luis y Norma intentaban hacer uso del espacio existente; sin embargo, los trayectos que realizaban hacia la tienda, fábrica, el teatro y la tortillería disminuyeron en extensión. La fragmentación de la zona provocó cierres y nuevas configuraciones de uso espacial (Figura 2).

Fuente: Elaboración propia (2019)

Figura 2: Escena 2. Diagrama del primero movimiento sistémico: cambio de uso + arquitectura monumental. Primera construcción del “otro espacio” 

Escena 3. Segundo movimiento sistémico: arquitectura monumental + gentrificación

La ampliación y continuación de la Avenida Morones Prieto hasta la Huasteca, en 1991, significó oportunidad de extensión en la zona, por lo que para 1996 ya estaba instalada una preparatoria privada, una escuela primaria privada y una casa hogar. Ana, Chuy y Omar intentaban continuar sus recorridos a través de las calles de la colonia, caminaban al taller y a la tienda; sin embargo, con la construcción de la avenida la vialidad se complicó, provocando que camiones de carga se incorporaran al lugar. La carretera se convirtió en una zona de peligro donde la inversión de capital dirigía los accesos. La Fama pasó de ser una zona de convivencia a un espacio restringido y limitado. Los habitantes comentaron que la construcción de bodegas y el giro industrial que se adoptó en la zona modificó la dinámica de vida en el interior de la colonia; el aumento de costos, así como la implementación de nuevos servicios desencadenaron que varias personas buscaran otro lugar para vivir. Las calles ya no eran libres, el acceso de camiones privatizaba paseos peatonales que realizaban los habitantes del lugar; a esto se sumaban los límites espaciales originados por las nuevas construcciones ya que, si antes la Fama tenía una extensión libre de uso, las bardas perimetrales limitaban vistas, usos y accesos (Figura 3).

Fuente: Elaboración propia (2019)

Figura 3: Escena 3. Diagrama del segundo movimiento sistémico arquitectura monumental + gentrificación. Segunda construcción del “otro espacio”  

Escena 4. Tercer movimiento sistémico Falta de espacio al aire libre + conectividad nula

La construcción de avenidas en 2005 intensificó el desarrollo de nuevos planes urbanos como el plan Valle Poniente. El objetivo de dicha propuesta fue desarrollar más de cinco mil viviendas con un valor aproximado de entre 2 y 4 millones de pesos. La construcción de un complejo habitacional mixto que alberga una torre de departamentos, oficinas y centro comercial, incrementando el uso del espacio para fines lucrativos donde la turistificación se convirtió en un elemento central. Por el lado de la Fama, la zona habitacional era mucho más pequeña y algunas casas se habían convertido en bodegas u oficinas. Los habitantes que continúan en la Fama, como Chuy y Ana, comentaron que salían solo a la tienda y por la modificación de uso de suelo preferían permanecer en sus casas sin poder disfrutar del espacio exterior. Los nuevos desarrollos inmobiliarios, como bodegas, fábricas, centros comerciales y educativos, invadieron las áreas que regularmente solían visitar. A pesar de querer mantener una dinámica de uso activa en la zona, la colonia perdió mucho territorio a través de la privatización, la explotación de recursos y la transformación de reglamentos, lo que pone en zona de peligro a los pocos habitantes que aún resisten y se niegan a vender o abandonar su vivienda (Figura 4).

Fuente: Elaboración propia (2019)

Figura 4: Escena 4. Diagrama del tercer movimiento sistémico. Falta de espacio al aire libre + conectividad nula. Tercera construcción del “otro espacio” 

Los resultados obtenidos en los mapas anteriores muestran que dentro de los procesos de organización presentados en La Fama existieron dinámicas que desplazaron, marginalizaron o expulsaron a los habitantes; tres nodos que de manera paulatina intensifican la exclusión. Los mapas descubren las fuerzas que actúan en la trayectoria de exclusión espacial, por lo que los relatos descritos por los habitantes de la zona indican que el ordenamiento territorial, arquitectura, reglamentos, plusvalía, inversión de capital, privatización, explotación de recursos, construcción masiva y la mala calidad ambiental, se convierten en fuerzas que empujan constantemente a los territorios hacía la expulsión. La formación de los “otros espacios” radica en la integración de procesos sistémicos que de manera gradual sustituye y modifica los territorios, obligando a los habitantes a mantenerse en un solo lugar, sin extender o disfrutar el entorno inmediato; así, la mayoría de los habitantes termina por ser expulsados del territorio. En algunas ocasiones, la construcción de los “otros espacios” indica condiciones injustas para los habitantes del lugar, ya que dichos espacios pueden ser violentados. La deconstrucción de la exclusión permite explicar el proceso desde otra perspectiva, ya que la oposición binaria entre centro-periferia resulta insuficiente.

5. Discusión

Las contradicciones presentes en los mapas se conciben desde un materialismo dialéctico, un sistema de análisis e interpretación de la realidad que permite traducir los diversos procesos que se dan en la ciudad (Marx, 2010); en ese sentido, las contradicciones sociales en la ciudad reflejan las condiciones de desventaja espacio-sociales en los cuales los habitantes están inmersos. A través de la dialéctica se descubren las contradicciones en el espacio y del espacio, así como su intensidad (Lefebvre, 2013). La comprensión del espacio urbano se centra en una oposición centro-periferia; sin embargo, para romper con la dinámica convencional se tiene que ampliar el espectro de exclusión en términos espaciales, ya que la disminución de pobreza urbana no se asocia con una disminución de desigualdad (Montero et al., 2017).

La primera expresión en la construcción de los “otros espacios” que se visibiliza es a través del cambio de uso, es decir, las dinámicas existentes se sustituyen por otras; por otro lado, el uso de la arquitectura como un elemento de modificación se visualiza a partir de cambiar lo que antes se realizaba en el lugar. La arquitectura monumental se convierte en un “apoyo” para intensificar el movimiento de los usuarios. Por último, los relatos indican que, mediante la inyección de capital, las dinámicas cambian y elevan, ya que existe una modificación de costos; la gentrificación aparece como una fuerza de trastoca la colonia. Las fuerzas anteriores integran el primer nodo desplazamiento, el cual ilustra el movimiento que, de manera involuntaria, se ven obligados a realizar los usuarios.

Siguiendo con los relatos descritos por los habitantes, la trayectoria presenta un grado de exclusión mayor al separar el territorio. Si bien ya existía un desplazamiento del lugar, ahora se presenta una división de espacio que impide o condiciona la movilidad entre espacios. El segundo nodo, marginalización, impide de manera total o parcial una participación social por parte de los habitantes, en donde se restringe el acceso a recursos y se incrementa una mala calidad de vida. El concepto de marginación se define como una “injusticia” (Soja, 2010); en ese sentido, los relatos descritos muestran que la falta de espacios al aire libre y la conectividad nula se convierten en fuerzas que restringen las actividades espacio-sociales en una zona, teniendo que buscar alternativas en lugares cercanos a donde viven. Las fuerzas presentes indican una reducción o falta de participación territorial, una disminución o casi anulación de actividades. La prohibición de recursos, espacios sanos o mejoras en la calidad de vida, orillan a estos territorios/ habitantes a considerarse espacios marginales, lo que impacta en la dinámica espacial.

Por último, el nodo expulsión identifica que las fuerzas obligan a los habitantes a salirse de manera permanente del lugar donde radican. La expulsión se convierte en un proceso violento y agresivo que elimina territorios/ habitantes, ya que la exclusión se vuelve tan extrema que el propio término resulta superado (Sassen, 2014). Entre las fuerzas que alimentan dicho nodo destacan la falta de espacios al aire libre y la conectividad nula; sin embargo, se añaden nuevas fuerzas como la explotación de los recursos, la construcción masiva, la mala calidad ambiental y la privatización, entre otras. La expulsión espacial indica el nodo más extremo dentro de la trayectoria de exclusión, ya que también se puede considerar como una fuerza, la violación de derechos urbanos y desapariciones forzadas. Tanto los niveles como los nodos muestran una aproximación a la trayectoria de exclusión espacial, una serie de fenómenos urbanos que organizan y estructuran la forma de la exclusión.

6. Conclusiones

Las contradicciones presentes en el territorio de la Fama, muestra que algunas propuestas de intervención ponen en riesgo la permanencia de los habitantes en la colonia. A partir de la construcción de mapas se descubre que estrategias de intervención como políticas urbanas, arquitectura monumental, cambio de uso y conectividad nula, entre otras, pueden promover procesos sistémicos de exclusión dentro del territorio. La trayectoria de exclusión espacial se convierte en el punto de partida para establecer conexiones entre fuerzas que incrementen la exclusión y construyan los “otros espacios”. A través de esta herramienta será posible repensar los nuevos procesos de organización espacial menos invasivos; y a su vez, señalar los nodos y niveles de exclusión para prevenir los procesos del afuera. La exploración de nuevas herramientas y metodologías que describan los procesos urbanos actuales, apuntan hacia el descubrimiento de una biopolítica urbana, es decir, una propuesta que desvela la manera en que se sostiene y reproduce la red de fuerzas en los procesos de urbanización. Si la ciudad se construye de una misma forma ¿por qué se originan territorios de exclusión? ¿por qué se reproduce la exclusión? En ese sentido, se puede concluir que algunas formas de exclusión resultan del proceso de urbanización de la ciudad. Al evidenciar lo anterior, se busca establecer nuevas dinámicas espaciosociales que disminuyan la exclusión espacial en las ciudades.

Cómo citar este artículo/How to cite this article: Padilla, D. (2022). Trayectoria de exclusión espacial en Santa Catarina, Nuevo León: graficando los procesos del “afuera”. Estoa. Revista de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Cuenca, 11(22), 119-127. doi: https://doi.org/10.18537/est.v011.n022.a010

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Recibido: 24 de Septiembre de 2021; Aprobado: 09 de Febrero de 2022

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