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Sophia, Colección de Filosofía de la Educación

versión On-line ISSN 1390-8626versión impresa ISSN 1390-3861

Sophia  no.22 Cuenca ene./jun. 2017

https://doi.org/10.17163/soph.n22.2017.06 

Artículos

La Filosofía Analítica: su enfoque hacia el proceso de enseñanza-aprendizaje

Analytical Philosophy: its Focus the Teaching - Learning

Maritza Alexandra Borja Santillán1  [1]maritza.borjas@ug.edu.ec

Roxana Marcela Vásquez Portugal2  [2]vasqport35rose@outlook.com

Johanna Manola Zeballos Chang3  [3]jzch74@hotmail.com

1Universidad de Guayaquil/Ecuador

2Universidad de Guayaquil/Ecuador

3Universidad de Guayaquil/Ecuador


Resumen

La filosofía es una ciencia que se encarga del estudio de los procesos y fenómenos que se dan en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano, considerada la madre de todas las ciencias por la amplitud de su región de estudio. El proceso de enseñanza- aprendizaje constituye objeto de estudio de la Ciencia Pedagógica, pero esta no es la única base teórica que sustenta y fundamenta este proceso. Esta investigación busca fundamentar el enfoque del proceso enseñanza-aprendizaje desde la filosofía analítica. Es usual que los procesos educativos sean fundamentados en la ciencia pedagógica, en este caso se pretende ampliar los sustentos teóricos de la educación. Los sustentos teóricos aportados por la filosofía son necesarios, pues esta ciencia se centra en explicar y completar el conocimiento de la ciencia educativa y de las tecnologías que esta dispone como medios de enseñanza. Se considera oportuno establecer los criterios de un análisis filosófico para el proceso de enseñanza-aprendizaje ya que se logra una mayor comprensión de este proceso que además estudia la conciencia y sus proyecciones. Se considera oportuna esta investigación al mismo tiempo que responde a un tema actual ya que pretende fundamentar y sustentar el proceso de enseñanza-aprendizaje desde una ciencia que logra explicar los procesos en los que se involucra al individuo y su conciencia.

Palabras clave Filosofía; Filosofía Analítica; proceso de enseñanza- aprendizaje; enfoque; análisis

Abstract

Philosophy is a science that is in charge of the study of the processes and phenomena that occur in nature, society and human thought, considered the mother of all sciences by the breadth of its region of study. The teaching-learning process is an object of Pedagogical Science, but this is not the only theoretical basis that underlies and supports this process. This research seeks to base the approach of the teaching-learning process from the analytical philosophy. It is usual that educational processes are based on pedagogical science, in this case it is intended to broaden the theoretical support of education. The theoretical supports provided by philosophy are necessary, because this science focuses on explaining and completing the knowledge of the educational science and the technologies that it has as a means of teaching. It is considered opportune to establish the criteria of a philosophical analysis for the teaching-learning process, since a greater understanding of this process is obtained, which also studies the conscience and its projections. This research is considered timely at the same time as it responds to a current theme as it seeks to support and sustain the teaching-learning process from a science that manages to explain the processes in which the individual and his conscience are involved.

Keywords Philosophy; Analytic Philosophy; process; teaching-learning; focus; analysis

Forma sugerida de citar:

Borja Santillán, Maritza Alexandra, Vásquez Portugal, Roxana Marcela, & Zeballos Chang, Johanna Manola (2017). La Filosofía Analítica: su enfoque hacia el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sophia, colección de Filosofía de la Educación, 22(1), pp. 147-167.

Introducción

El proceso de enseñanza-aprendizaje constituye objeto de estudio de la Ciencia Pedagógica, pero esta no es la única base teórica que sustenta y fundamenta este proceso. En la presente investigación se pretende fundamentar el enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje desde la filosofía analítica. La educación desde el punto de vista filosófico permite establecer criterios y análisis de una nueva disciplina, como la filosofía de la educación, que se centra en el estudio de los procesos educativos, llegando a explicar las interrogantes que surgen en la actividad educativa.

La filosofía es una ciencia que se encarga del estudio de los procesos y fenómenos que se dan en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano, considerada la madre de todas las ciencias por la amplitud de su región de estudio. Esta constituye una herramienta que permite comprender y transformar la actividad humana, ya que ha demostrado que el ser humano en su interactuar con la naturaleza logró transformarla, hecho que se conoce como naturaleza humanizada. Esta ciencia se basa en el método del materialismo dialéctico.

Dentro de la actividad humana con fundamento filosófico que se aborda en la presente investigación están los procesos educativos, específicamente el proceso de enseñanza-aprendizaje, el mismo que se basa y está orientado en la trasmisión de nuevos conocimientos, donde el docente tiene como función principal no solo el instruir sino también el educar, ya que se requiere que forme, fomente y fortalezca valores éticos y morales, hábitos y habilidades, así como el desarrollo de actitudes que son exigidas por la nueva sociedad.

Este estudio centra su tema en la filosofía analítica y su enfoque en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que es usual que los procesos educativos sean fundamentados y basados desde la ciencia pedagógica, en este caso se pretende ampliar los sustentos teóricos de la educación, ya que la filosofía desde su surgimiento como ciencia ha brindado aportes significativos en esta área del saber, pues se ha centrado en explicar estos procesos que para el individuo en un momento determinado de la historia fueron desconocidos.

El objetivo del presente trabajo está en analizar el proceso de enseñanza aprendizaje desde un enfoque filosófico analítico, permitiendo establecer estos criterios como base y fundamento dentro del proceso educativo.

Mediante una exploración inicial que se realizó en la Dirección Técnica de Nivelación de Carrera de la Universidad de Guayaquil se pudo detectar que al realizar la fundamentación de los Proyectos Educativos enfocados en el proceso de enseñanza- aprendizaje estos no cuentan con una fundamentación filosófica como parte del sustento teórico, elementos que no les dan a los proyectos una visón de la enseñanza desde la filosofía, ya que su teoría va dirigida a las fundamentaciones pedagógicas. Muchos desconocen los aportes de la filosofía a la ciencia de la educación.

Cabe señalar que dentro de las problemáticas detectadas que han generado el problema está la formación del docente, ya que muchos de estos no son graduados en la rama pedagógica, por lo que no cuentan con la teoría y con sólidos criterios sobre las ciencias que fundamentan la educación en sentido general y en particular sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es por ello que se considera oportuno abordar los sustentos teóricos del proceso de enseñanza-aprendizaje desde la filosofía analítica para que los docentes cuenten con los elementos necesarios para establecer los fundamentos que sustentan su proyecto educativo desde esta ciencia.

Se defiende la idea de que, si se establecen los criterios y bases de la filosofía analítica que sustentan el enfoque del proceso de enseñanza-aprendizaje le permitirá al docente conocer que este proceso se fundamenta por más de una ciencia, brindándoles los criterios a considerar para que establezca una fundamentación de sus proyectos educativos desde una concepción filosófica analítica.

La educación constituye una actividad propia que realiza la persona y suele ser calificada como una actividad compleja, porque en esta intervienen sentimientos, emociones, ideas, acciones, además de objetos, instituciones y el propio ser. Encontrar dentro de este proceso su primera complejidad está en que exista una relación entre pensamiento y acción, que permita esta unión coherente en el funcionamiento del proceso, como un proceso único que tiene como objetivo educar.

Para estudiar con claridad y poder entender la complejidad de la actividad educativa se establecen los modelos que buscan explicar la base de la educación desde una posición integral y desde su epistemología, concibiéndose el Modelo sobre la Teoría de la Educación, Modelo de Pedagogía Fundamental y el Modelo de la Filosofía de la Educación. Se establecen estos modelos con el fin de alcanzar un conocimiento integral sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, pero se requiere que se tenga en cuenta la relación que se da entre los procesos biopsíquicos con los socioculturales, pues estos también intervienen en la adquisición del conocimiento por parte del estudiante.

Al estudiar el proceso educativo, se debe establecer para su comprensión que el mismo se estructura en subsistemas tales como Axiológico que se basa en la formación de valores y principios que deben estar presente en el proceso de enseñanza. El Psicológico que se centra en el estudio de la personalidad y los modos de actuación del estudiante, aspectos que se consideran oportunos para la caracterización y seguimiento cognitivo del estudiantado. El subsistema socio-histórico busca conocer y explicar el momento concreto que se vive y los cambios que exige la construcción de una nueva sociedad, elementos que se reflejan dentro del proceso educativo y que constituyen puntos a considerar para el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Estos elementos expuestos demuestran la importancia del tema que se investiga, ya que estos subsistemas, así como el sistema educativo en general, requiere que se establezcan constantes cambios que transformen la enseñanza. La educación y su proceso de enseñanza-aprendizaje debe permanecer revolucionándose, estableciendo nuevas estrategias de trabajo que se encaminen al mejoramiento. Para ello se hace necesario asimilar que, el modelo de la Filosofía de la Educación establece los cambios constantemente y abarca en sí mismo todos los modelos expuestos.

La actualidad, la importancia de este tema está en lograr comprender que el proceso de enseñanza-aprendizaje parte de una problemática hacia dos direcciones, en primer lugar, el cómo hacer, es decir, en este proceso se debe concebir las formas, métodos, vías, procedimientos para enseñar y; en segundo lugar, el para qué, como el objetivo de la educación desde una actividad transformadora de la conducta humana. Estas respuestas pueden obtenerse desde los fundamentos de la ciencia pedagógica, pero igualmente la filosofía tiene sus postulados y criterios que la sustentan. Es por ello que se considera necesario abordar estos enfoques desde una filosofía analítica.

Igualmente, se debe concebir y es importante partir de considerar los sustentos teóricos aportados por la filosofía, pues esta ciencia se centra en explicar y completar el conocimiento de la ciencia educativa y las tecnologías que esta dispone como medios de enseñanza. Se considera oportuno establecer los criterios de un análisis filosófico para el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que se logra una mayor comprensión del proceso, pues este además estudia la conciencia y sus proyecciones.

La metodología implementada en la investigación se basa en la implementación de métodos teóricos y empíricos que permiten la elaboración de la teoría científica que se presenta, así como recoger datos que demuestren la problemática planteada.

Dentro de los métodos teóricos utilizados se encuentran:

Análisis y Síntesis: Se analizan los materiales referentes al tema y para sintetizar los conocimientos adquiridos elaborando la propia teoría con una información clara, precisa y acabada y establecer los nexos de los conocimientos obtenidos.

Inducción y Deducción: Se utiliza para la sistematización de los conceptos o definiciones, se parte de la deducción de lo general a lo particular, además se utiliza para procesar de los resultados del instrumento aplicado, permite arribar a conclusiones.

Dentro de los métodos empíricos utilizados se encuentran:

Encuesta: Se aplica a los docentes de la Nivelación de Carrera de la Universidad de Guayaquil con el fin de evaluar el conocimiento que poseen sobre los fundamentos de una filosofía analítica como bases del proceso de enseñanza-aprendizaje.

En el presente estudio se fundamentan los siguientes aspectos:

• El proceso de enseñanza-aprendizaje. Bases y Principios

• Componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje

• Filosofía analítica y Educación

El proceso de enseñanza-aprendizaje. Bases y Principios

Dentro de la vida del individuo los procesos representan un momento importante, pues en sus actividades diarias y cotidianas estos suelen estar presentes. El aprendizaje como proceso no suele ser una excepción, pues este constituye un proceso cognitivo del desarrollo humano que el individuo va construyendo a partir de que adquiere los nuevos conocimientos, los refuerza y establece claramente el fin de los mismos.

El Diccionario de la Lengua Española (2014) establece y define que el término cognitivo está relacionado con el proceso de adquisición de conocimiento (cognición) mediante la información recibida por el ambiente, el aprendizaje, y se deriva del latín cognoscere , que significa conocer .

Al abordar el conocimiento se debe hacer referencia a los factores que en el intervienen tales como el lenguaje, el razonamiento, la memoria, el pensamiento, la percepción, la atención, así como la resolución de problemas, que llegan a tomar gran importancia en el accionar de los individuos porque orientan de manera adecuada su experiencia y su desarrollo intelectual.

Para García (2003) el aprendizaje es un proceso en el que se adquiere el conocimiento, además de valores, actitudes, habilidades a través de la enseñanza, de un estudio o mediante la experiencia. Señala que este proceso puede entenderse a partir de varias posturas, lo que involucra la existencia de diferentes teorías vinculadas al simple hecho de aprender (pág. 56).

Para García (2003) el aprendizaje es un proceso importante dentro del desarrollo humano, lo define como el cúmulo de conocimientos que el hombre es capaz de adquirir durante su desarrollo y en la realización de sus actividades. Establece que en este proceso de aprender también se adquiere, además de conocimiento, habilidades, destrezas y valores. Esta autora establece que esto es posible a partir de que se aplican métodos asertivos para este proceso como son la observación, la experiencia y la instrucción (pág. 59).

Según Duce (1997) establece que una de las cosas que influye considerablemente en el aprendizaje es la interacción con el medio, con los demás individuos, estos elementos modifican la experiencia que se adquiere, y, por ende, la forma de analizar y de apropiarse la información. A través del aprendizaje un individuo puede adaptarse al entorno y responder frente a los cambios y acciones que se desarrollan a su alrededor, cambiando a sí mismo y al entorno, estos llegan a ser cambios necesarios para subsistir.

Se demuestra que el aprendizaje se adquiere en la práctica cotidiana, en el momento en que los individuos interactúan con su entorno, además de que el conocimiento se establece mediante un proceso de retroalimentación donde el cambiar experiencias con las personas que te rodean permite fortalecer las experiencias adquiridas, estableciendo un aprendizaje que se aplica en cada momento de su accionar o actuar cotidiano.

Al hacer referencia al proceso de enseñanza-aprendizaje se deben destacar aspectos como los principios, que dentro de su rol está el dirigir y organizar este proceso. Los principios tienen una función importante ya que le permiten al docente organizar, diseñar, planificar y evaluar sus actividades. Estos principios son expuestos por la filosofía y por las ciencias pedagógicas, por lo que se hace necesario mencionarlos y explicarlos.

Principio del carácter científico del proceso de enseñanza-aprendizaje

Según los autores como Addine Fernández, González Soca y Recarey Fernández, (2001) establecen que todo proceso de enseñanza-aprendizaje debe estructurarse sobre la base de lo más avanzado de la ciencia en su momento histórico, debe estar fundamentado en el carácter científico, lo que implica la toma de partido por la verdad científica y su uso humanista. De manera que su concepción científica se basa y se fundamenta en el proceso de una educación de las personalidades desarrolladas desde su multilateralidad, como exige la sociedad actual. Este principio exige a la escuela de hoy una formación donde se fomente la educación de la personalidad de las nuevas generaciones, partiendo de direccionar las actividades que se realicen a la búsqueda de lo nuevo, de lo desconocido, que favorezca el desarrollo de un pensamiento creativo.

Al analizar este principio, autores como Addine Fernández, González Soca y Recarey Fernández (2001) exponen las orientaciones metodológicas para que se apliquen adecuadamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, estas deben de ser conocidas por los docentes y profesionales de esta rama y que se comparten en esta investigación.

• Partiendo de los contenidos que expone el docente, debe tener en cuenta diferentes enfoques al explicarlos, permitiendo que el estudiante analice y los adquiera.

• Potenciar un proceso partiendo de los elementos aportados por ciencias como la pedagogía, filosofía, psicología de manera que aporte datos objetivos que potencien el contenido que se debe adquirir.

• Promover en su grupo de clases el debate, la reflexión en que se expongan temas actuales, contemporáneos, que fomenten la construcción del nuevo modelo social y educacional.

• El currículo y su elaboración debe estar fundamentado en ciencias como la filosofía y la pedagogía y que permita trabajar el desarrollo cognitivo a partir del diagnóstico y su seguimiento.

• Establecer nuevas estrategias de educativas, que fomente el trabajo en equipo, el desarrollo del método científico, la capacidad de solución de problemas, fomentando los valores éticos y morales, así como humanos.

Partiendo de esta metodología expuesta se requiere mencionar que en el proceso de enseñanza-aprendizaje toma un papel importante el accionar del docente, partiendo del contenido que imparte, este requiere una adecuada selección, así como los métodos y procedimientos, debe lograr establecer una relación activa permitiéndole al estudiante expresarse y emitir juicios y valoraciones sobre el contenido que se trata. Igualmente, se hace necesario que se establezcan actividades que potencien un trabajo integrado a partir de conformarse equipos colaborativos, estos conocimientos serán de gran valor cuando sean aplicados en su vida diaria y puedan solucionar los problemas cotidianos que se presentan.

Principio de la vinculación de la educación con la vida, el medio social y el trabajo, en el proceso de educación de la personalidad

Para los autores Addine Fernández, González Soca y Recarey Fernández (2001) este principio se basa en dos aspectos esenciales para abordar su concepción sobre la educación, que son la vinculación con la vida y el trabajo como actividad que forma al hombre. Además, este principio se fundamenta en la dependencia que tiene la educación con las relaciones económicas, políticas y sociales de la sociedad en cuestión, en la necesidad que tiene ésta de que los individuos no se apropien solamente de un sistema de conocimientos, sino que puedan aplicarlos para resolver las demandas de la producción y se conviertan en productores y no en meros consumidores.

Según los autores Addine Fernández, González Soca y Recarey Fernández (2001) establecen las orientaciones metodológicas para la aplicación de este principio en el proceso de enseñanza y en accionar del docente:

• Tener en cuenta las exigencias del mercado laboral, tanto local, territorial o nacional, fortaleciendo hábitos de trabajo con el fin de que la educación sea más efectiva y se enfoque hacia la vida social y el trabajo.

• Trabajar la vida cotidiana desde los contenidos que lo propicien, incidiendo en un aprendizaje colectivo y en grupo.

• Enfocar el proceso de enseñanza – aprendizaje al medio social que rodea al estudiante, tener en cuenta su práctica cotidiana, así como los factores externos, tales como medio social, económico, político y familiar.

• Diseñar y planificar proyectos educativos en el que participe la familia, la comunidad, estableciendo el doble papel de la pedagogía, no solo como fuente de conocimiento, sino además como beneficio de la labor social de los estudiantes (pág. 121).

Partiendo de lo expuesto en este principio se hace necesario que el docente dentro de su accionar fomente el amor al trabajo y comience a establecer un vínculo entre el estudiante y las necesidades sociales, debe partir de concebirlo en el contenido que imparte como una vía para potenciarlo, se requiere además que se proyecten actividades dentro de la escuela que vincule a la comunidad, en la que el estudiante conozca su entorno y tenga las herramientas para transformarlo. Estos elementos permiten demostrar el papel activo de la pedagogía y la filosofía, ya que no solo transmite conocimiento, sino que forja para la vida y permite que el individuo transforme su medio mediante la actividad humana.

Principio de la unidad de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador, en el proceso de la educación de la personalidad

Para los autores Addine Fernández, González Soca y Recarey Fernández (2001) este principio se fundamenta en la unidad dialéctica que existe entre educación e instrucción, en su relación con el desarrollo. La educación y la instrucción como unidad dialéctica que son, no son idénticas, por tanto, no pueden sustituirse, de ahí que se plantee que siempre que se educa se instruye y siempre que se instruye se educa y con ambas se logra el desarrollo personal. Este principio demanda que al desarrollar el contenido, se seleccionen aquellos métodos que por su grado de activación hagan pensar al alumno y desarrollar hábitos, habilidades y capacidades de forma tal que, se formen además sus convicciones, con un pensamiento flexible e independiente que le permita transformarse a sí mismo y a su entorno y construir así una orientación de su personalidad activo-transformadora y no pasivo-descriptiva.

Igualmente, Addine Fernández, González Soca y Recarey Fernández (2001) señalan las orientaciones metodológicas para la aplicación de este principio en el proceso de enseñanza:

• Al trabajar con el estudiante se debe tener en cuenta sus necesidades, intereses y motivaciones.

• Utilizar de manera adecuada y frecuente el método de trabajo independiente, ya que le permitirá al alumno la gestión de su propio conocimiento.

• Potenciar el análisis, la interpretación de los contenidos, que el estudiante elabore sus propias ideas, conceptos, juicios, permitiendo la elaboración de su aprendizaje y estilo de vida.

• La laborar del docente debe comenzar con un diagnóstico inicial y su posterior caracterización, para elaborar estrategias de enseñanza que serán parte del seguimiento a este diagnóstico (pág 91).

Al analizar estas orientaciones se requiere que el docente parta de diagnosticar a sus estudiantes desde la esfera psicosocial al determinar sus preferencias, intereses y motivaciones que le permitirán establecer adecuadas estrategias de trabajo. El docente en sus clases debe orientar trabajos independientes que generen en el estudiante la autogestión del conocimiento y puedan llegar a elaborar su propia teoría de lo aprendido emitiendo sus juicios, opiniones de manera crítica y reflexiva, es por ello que al abordar la labor del docente siempre se menciona al diagnóstico como primera acción dentro del salón de clases, para posteriormente establecer las estrategias de trabajo con su respectivo seguimiento, de modo que el estudiante logre vencer los objetivos que se proponen en cada año o período lectivo.

Componentes del proceso de enseñanza- aprendizaje

Para analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje se parte de conocer y comprender la estructura didáctica del mismo, elemento que fundamenta su adecuada aplicación para el fin cognitivo. Para la filosofía o cualquier ciencia cada actividad que se realiza debe tener un fin o un objetivo. Dentro de los componentes del proceso de enseñanza, los objetivos tienen el papel principal, ya que estos tienen la función de dirigir y organizar el proceso de aprendizaje, pues estos constituyen el eje de la clase y lo que debe lograr el estudiante. Para el docente se hace necesario una adecuada formulación de los objetivos, pues los restantes componentes de este proceso dependen de ello. Son los objetivos el componente central y fundamental de cualquier tipo de actividad humana.

Las autoras Bravo López, Gisella., & Cáceres Mesa, Maritza (2012) refieren que:

Los objetivos tienen una significación fundamental, no como enunciados fijos e inmutables que haya que lograr a toda costa, sino como guías orientadoras del proceso. No puede concebirse que los fines o propósitos que el docente se trace, tengan necesariamente que traducirse de forma directa en resultados concretos, observados y medibles. Por un lado, porque los estudiantes se diferencian sustancialmente entre sí, comienzan su aprendizaje con niveles de desarrollo diferentes en sus conocimientos y habilidades, proceden de medios familiares y sociales variados, poseen una historia de vida particular y rasgos de personalidad muy diversos. Esto hace que las influencias educativas sean vivenciadas y vinculadas a esquemas referenciales diferentes. Por otra parte, y sobre la base de lo anteriormente dicho, el propio proceso de vida de cada alumno transcurre de forma muy diversa, enfrenta situaciones muy disímiles que dejan una huella específica en su personalidad (pág. 76).

Siguiendo estos criterios y haciendo una reflexión necesaria, es importante referir que los objetivos son el componente imprescindible dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje y pueden ser definidos como la meta o el fin a alcanzar dentro de la clase y del proceso educativo en general. Los objetivos deben ser concebidos como líneas de trabajo flexibles y abiertas, deben estar direccionados hacia la orientación de las actividades propias del docente y del estudiante con un carácter transformador. Debe estar implícito en su formulación el carácter social de la educación.

Para las autoras Bravo López, Gisella., & Cáceres Mesa, Maritza (2012) los objetivos dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje cumplen las siguientes funciones:

• Es el elemento didáctico en el que se plasma y se concreta la intencionalidad educativa.

• Influye en el comportamiento del resto de los componentes y estos en relación de subordinación y coordinación inciden sobre el mismo.

• Orienta la actividad de profesores y estudiantes, pues al especificar el fin a lograr guía la estructuración del proceso para lograrlo y hasta que nivel llegar en el desarrollo previsto.

• Constituye un criterio de valoración de la efectividad o calidad del proceso, pues permite, en unión de otras determinaciones procedentes de la práctica, evaluar las acciones logradas por los estudiantes, la propia actividad del profesor y la programación previamente planificada en su proceso de realización y comparar la diferencia alcanzada entre el nivel de entrada y salida de los estudiantes (pág. 15-19).

Al analizar los objetivos dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje se demuestra su importancia y papel rector, ya que estos direccionan y organizar el proceso comenzando desde la clase, de este componente de desprenden o derivan los restantes que permiten organizar la didáctica que emplea el docente. Además de que el objetivo es el logro que debe vencer el estudiante, de ahí su importancia pues demuestra que es lo realmente aprendido y que falta por alcanzar.

Fundamentos filosóficos de la Educación

Desde el surgimiento de la filosofía como ciencia, ha centrado su objeto de estudio en explicar hechos, procesos y fenómenos que se dan en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano, explicando procesos que fueron desconocidos para el ser. En este proceso la educación ha tenido un lugar importante, pues esta ha sido un tema abordado, explicado y concebido por esta ciencia.

Para Ramos (2013) hasta la fecha existen diversas y no siempre adecuadas formas de concebir e interpretar a la filosofía de la educación. Este autor hace referencia a que dentro de estas posturas se encuentra la de comprensión, donde la enseñanza del pensamiento filosófico en el contexto de la educación en general o en los cursos, deben preparar a profesores, a partir de las teorías y fundamentos que sustentan la escuela de hoy, donde el pensamiento reflexivo, el aprendizaje significativo y las acciones formativas constituyen el soporte de la educación.

Al hacer referencia a los fundamentos filosóficos de la educación el autor Ramos Serpa, Gerardo (2013) .

Se encuentran presentes en el proceso educacional, como análisis lingüístico o conceptual de la educación, como estudio de carácter ya sea empírico y/o lógico del fenómeno educativo, como filosofía moral en el contexto educativo, como teoría de la educación, como disciplina acerca de los fines y funciones de la educación, como forma de reflexión crítica y justificación de los propósitos de la educación, como base o instrumento del establecimiento de políticas educacionales a diferentes niveles, como disciplina que vincula la educación con el sistema social en que se desenvuelve, como metadiscurso de análisis de la actividad educacional, como instrumento para perfeccionar la formación del individuo, entre otras muchas (pág. 74).

Según el autor Ramos (2013) al analizar la actividad educativa desde su postura filosófica considera que esta actividad, referida no a su expresión en el marco de la familia, de las relaciones sociales del individuo o de la influencia de los medios de comunicación o información, sino al proceso conscientemente realizado y responsable que su sustento está en el encargo social aportado por la escuela y en la función del docente dentro y fuera del salón de clases, ya que estos tienen la misión de formar a las nuevas generaciones, de fomentar hábitos de modos de conductas. Esta función social puede ser entendida como un tipo de actividad que orienta el docente como parte del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El objetivo de estas acciones puede establecerse a partir de que se trabaja y se educa en la formación de las habilidades, hábitos, competencias y valores imprescindibles para que el individuo pueda enfrentar adecuadamente la solución de los problemas que la vida le planteará; y a modelar las capacidades y la conducta del individuo para su inserción activa y eficaz con el medio social, permitiéndole establecer una relación armoniosa con las personas que le rodea. Este objetivo puede lograrse si desde la concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje se establecen los contenidos, así como las vías y procedimientos que tengan en cuenta el aspecto educativo pedagógico de la enseñanza, la escuela debe proyectar su trabajo hacia una formación en valores morales, éticos y humanos.

Partiendo de los criterios expuestos, se puede plantear que, desde esta concepción filosófica el proceso de enseñanza-aprendizaje puede ser considerado una actividad que permite el desarrollo y el perfeccionamiento del conocimiento humano, siempre que en este proceso se tenga en cuenta los postulados y bases de la filosofía como la cosmovisión, los procesos de la lógica y lo gnoseológico, estos son entendidos como la base para la actividad educativa, partiendo de sus postulados teóricos y metodológicos que están presenten durante todo el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Siguiendo los postulados filosóficos de la educación el proceso de enseñanza- aprendizaje debe cumplir con los siguientes principios, tal y como lo refiere el autor Ramos Serpa, Gerardo (2013):

• El principio del desarrollo: Constituye el principio fundamental de la filosofía, ya que todos los procesos deben estar en constante cambios, el proceso de enseñanza – aprendizaje debe evidenciar estos cambios a partir de nuevas estrategias educativas, acciones pedagógicas que renueven la práctica y otras.

• El principio de la práctica: La práctica es criterio de veracidad, pues el conocimiento adquirido se demuestra en la práctica educativa, constituye un espacio de reflexión para los docentes y estudiantes ya que evidencia el medio donde se relacionan.

• La correlación del sujeto y el objeto en la actividad educativa: Establece la relación que debe darse dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje entre el docente y el estudiante, igualmente, el docente debe evaluar la relación del estudiante con el medio que lo rodea, dígase el ambiente familiar y la comunidad.

• El valor y la valoración en el proceso docente: En el proceso de enseñanza- aprendizaje se hace necesario por parte del docente que este principio se aplique, pues este debe valorar las acciones que viene realizando y la efectividad de las mismas, elementos que le permite reevaluar su práctica y formular nuevas estrategias educativas de trabajo.

• El principio de la contradicción: Este principio establece pasos para el desarrollo, pues la filosofía establece que las contradicciones internas generan desarrollo, siempre que el docente evidencia contradicciones en su proceso y en sus modos de actuación, a partir de este momento debe encaminar su laborar hacia el cambio, perfeccionando su estrategia de trabajo (pág. 105).

Los principios de la filosofía que rigen la educación son de gran importancia para entender y desarrollar este proceso, se parte del principio de desarrollo ya que demuestra la necesidad de establecer los cambios en la enseñanza y en los modo de enseñar, estableciendo que todo debe estar en constante cambio, por su parte la práctica constituye un fundamento para la enseñanza porque esta demuestra lo que realmente el estudiante ha aprendido, es en la práctica donde se exponen los conocimientos adquiridos. Estos principios filosóficos demuestran en su contenido que constituyen una fuente y un sustento teórico para concebir la educación como un proceso dialéctico.

Se hace necesario en esta investigación establecer la relación entre la filosofía analítica y la educación.

Dentro de las corrientes filosóficas se ha venido definiendo la filosofía analítica, la misma que tiene sus orígenes a finales del siglo XIX en Europa, luego comenzó a expandirse por diversas partes del mundo ya en el siglo XX. La filosofía analítica se caracterizó por adoptar un método filosófico que permitía un análisis conceptual, que consistía en resolver los problemas centrales de la filosofía a partir de una reflexión objetiva y racional, sistemática y rigurosa, teniendo en cuenta factores como contexto, condiciones concretas, problema y aplicación de los conceptos.

Barceló (2012) establece que para la filosofía analítica los problemas de la teoría del conocimiento estarían resueltos si supiéramos exactamente qué distingue el que creamos algo de que lo sepamos; y la mejor manera de saber esto es sistematizando nuestras intuiciones sobre cuándo y cómo se usan los conceptos como el de creencia, conocimiento, razón, verdad, los mismos que pueden ser estudiados poniendo atención a cómo se usan palabras como los verbos creer y saber, los adjetivos racional, verdadero y similares. Una de las razones principales por las cuales el análisis conceptual adquirió un lugar central dentro de la filosofía del siglo XX fue porque algunos filósofos pensaron que éste sería un método filosófico ideal. En algunos casos llegó a pensarse que este tipo de análisis era el único método filosófico genuino. La historia de cómo el análisis conceptual llegó a posicionarse en el centro de la discusión meta-filosófica del siglo pasado es interesante.

Vázquez (2012) expresa que, para que el análisis conceptual pueda jugar el papel protagónico que la filosofía analítica le adjudica, debería introducir conocimientos objetivos, a priori y necesario. Se requiere que sea objetivo para distinguirse de la superchería y la pseudociencia. Debe ser a priori para distinguirse del conocimiento científico natural y social. Finalmente, tiene que ser necesario para no poder ser refutado por, ni entrar en competencia con el conocimiento científico. Cabe mencionar que dentro de las diferencias existentes entre la filosofía analítica y el pensamiento filosófico está que este último niega, refuta los juicios filosóficos y su objetividad, por su parte el pensamiento filosófico se distingue por su naturalismo que niega e impugna su carácter a priori.

Al abordar la filosofía analítica dentro del proceso educativo, puede plantearse que esta aporta dentro de su concepción una herramienta que permite explicar y fundamentar la Teoría de la Educación desde una apariencia determinista. Igualmente, la filosofía analítica permite establecer una postura crítica y determinante frente al mundo, permitiendo una valoración reflexiva en lo que al ser y sus actividades corresponden.

La filosofía analítica y su enfoque en el proceso de enseñanza-aprendizaje se define como una actividad que se centra en el análisis, reflexión y discusión de la teoría referente al área educativa. Este proceso tiene como objetivo fomentar el análisis por parte de docentes y estudiantes acerca de los problemas actuales presentes tanto en la comunidad educativa como en su entorno social con el cual interactúan.

Fullat Genís, Octavi (2013) establece el enfoque y las funciones de la filosofía analítica para concebir la escuela como centro que posee la misión social de educar mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje, las mismas que se ponen a consideración:

• Escuela desde un enfoque deductivo: Con este enfoque la escuela tiene la misión de deducir, intuir y sacar conclusiones sobre los principios generales de la filosofía de la educación. Al aplicarse la filosofía educativa se pretende establecer posiciones fundamentadas y no toma de decisiones a priori.

• Escuela de enfoque inductivo: En este caso la escuela tiene la misión de analizar, examinar los hechos concretos que se dan en el proceso educativo, llegando a establecer un análisis general del fenómeno estudiado en cuestión. Al aplicarse la filosofía analítica se pretende que en primer lugar sea analizado el fenómeno en su contexto educativo y luego se apliquen los principios filosóficos.

• Escuela de enfoque recíproco: Este postulado establece que debe existir en la escuela y durante el proceso de enseñanza-aprendizaje una relación dialéctica entre la Filosofía y la Educación. La filosofía es definida como la teoría general de la Educación.

• Escuela de enfoque analítico: Este postulado mantiene que la filosofía analítica dentro de su doctrina debe enfocarse en preocuparse por la lógica lingüística, como parte de la formación del lenguaje dentro del contexto educativo, enfocado de manera particular en el uso de ambigüedades lingüísticas, errores ortográficos, significado de palabras y otros.

• Escuela de enfoque antropológico: Este postulado establece que la educación de manera general y su proceso de enseñanza-aprendizaje busca fortalecer y fomentar el poder de análisis, de reflexión, crítica y elaboración de sus propias ideas, creencias, cultura y valores. Este enfoque permite además establecer un proceso de reconstrucción social (pág. 73).

Estos elementos expuestos demuestran las diferentes posturas y enfoques que justifican y sustentan la misión social de las instituciones educativas, partiendo de establecer claramente las acciones tanto del centro como del docente para lograr en este proceso de formación darle salida a los enfoques de la filosofía, teoría que sustenta la educación. Igualmente, establece el papel del estudiante como ente activo en el proceso y la necesidad de fomentar en ellos habilidades del pensamiento como analizar, razonar, reflexionar y otras.

Dentro de los enfoques básicos de la filosofía analítica de la Educación, el autor Ramos Serpa, Gerardo (2013) establece los siguientes:

• Idealismo: Es el sistema filosófico que sostiene que sólo las ideas son verdaderas, el ser individual es sólo una sombra de la idea perfecta. Las ideas existen fuera de la mente humana. La verdadera realidad solo se conoce por medio del intelecto. El conocimiento verdadero es el que se obtiene por la razón. El conocimiento sensorial es imperfecto. La educación debe esforzarse por transmitir al educando la motivación de dirigir su vida según los postulados de su conciencia a la luz de la moral racional. Como ente espiritual debe lograr la perfección moral que es el fin último de la educación. La función del maestro, según el Idealismo, es ser un modelo de vida para sus alumnos; debe ser una persona con un gran carácter moral, que busque ante todo la verdad, que ame lo bello y lo sublime, que sea justo, correcto y virtuoso.

• Realismo: Sistema filosófico que sostiene que la materia es verdadera y que existe independientemente de la mente. El mundo de las cosas y personas, que percibimos a través de los sentidos, es la única realidad. El fin último de la educación es el logro de la felicidad del ser humano. La persona feliz es la que alcanza la sabiduría y la prudencia. Educar es impartir conocimiento y formar el carácter. Este mantiene varios postulados desde un enfoque de Realismo Pedagógico.

1. Idea filosófica: sostiene que se conoce la verdad a través de los sentidos y la razón.

2. Naturaleza de la realidad: La realidad existe independientemente de la mente del individuo que la percibe.

3. Concepto del conocimiento: Conocer es descubrir su esencia, implica definir la esencia de cada cosa.

4. Valores: Son absolutos y eternos basados en las leyes de la naturaleza.

5. Rol del maestro: Proveer experiencias necesarias para el desarrollo de las capacidades del individuo. Impartir el conocimiento y demostrarlo.

6. Educación: El fin de la educación es la búsqueda de la felicidad.

7. Currículo: Debe incluir conocimientos (ciencias sociales, naturales, psicología, arte, etc.), destrezas (pensamiento crítico, lenguas, etc.) y actitudes (disposición de ánimo para pensar libremente y tomar decisiones.

• Naturalismo Pedagógico: El maestro es un facilitador, un guía del estudiante. El estudiante ha de ser autodidacta. El objetivo de la educación es educar al estudiantado siguiendo el proceso natural. El currículo se enfoca a realizar actividades en contacto con la naturaleza para desarrollar los sentidos y su curiosidad. Estudio de la naturaleza.

• Pragmatismo: Pensamiento filosófico que busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida. El fin de la educación para los pragmáticos es la socialización del individuo y la transmisión del acervo cultural del hombre a las nuevas generaciones. La escuela debe ser un ente activo para el desarrollo de un pensamiento crítico en el educando. Esta no debe ser un ente pasivo en el proceso de su educación, debe aprender a aprender. La escuela tiene que ser un laboratorio en el que los niños se preparen para la vida y sus problemas. El fin central de la educación es el crecimiento de los alumnos. La escuela debe enriquecer al estudiante con los conocimientos, las destrezas y los valores que le permitan reconstruir su existencia (pág. 128).

Los enfoques básicos de la filosofía y que sustentan la educación permiten demostrar las diferentes posturas filosóficas existentes acerca de este proceso y como estas van desarrollándose y aplicándose en la medida que este evoluciona y se transforma, igualmente estas posturas permiten establecer en cado momento el rol del docente, sus funciones y cómo establecer la interacción con el estudiante, deja claro además la misión y función social de las instituciones educativas teniendo en cuenta lo que el estudiante debe aprender y lograr en cada paso que da en la enseñanza.

El Pragmatismo pedagógico establece que:

• El Currículo debe estar en función de preparar al alumno para una vida útil en conocimiento y destrezas tales como: educación sexual, conducir un automóvil, escribir a maquinilla, usar computadoras, artes industriales, tareas domésticos y otras.

• La educación para el pragmatismo es el instrumento a través del cual se mantiene la continuidad social de la vida, el fin de la educación, la continuación individual. La escuela tiene una triple función: informativa, formativa y transformadora.

• En cuanto al método, se debe evitar la rigidez en los requisitos escolares. El método experimental es flexible, exploratorio, tolerante hacia lo nuevo, lo curioso. Los principios educativos de Dewey proponían el aprendizaje a través de actividades. A su escuela se le llamó la escuela activa.

• El rol del maestro durante los primeros años, debe ser de naturaleza psicológica y sociológica. Luego, los maestros deben presentar el contenido de manera más sistemática. El maestro debe ser democrático.

• La educación existencialista busca transformar al individuo en un ser auténtico; da mayor importancia al desarrollo de la capacidad afectiva del hombre que a la reflexiva.

• Conforme al pospositivismo, el conocimiento humano no está basado en fundamentos sólidos e inmodificables; sino que es conjetural. Pero creen que tenemos razones para evaluar esas creencias o conjeturas, aunque esas razones pueden ser modificadas o eliminadas a luz de investigaciones posteriores.

Estos elementos demuestran la importancia de conocer los postulados, enfoques que aporta la filosofía a la Educación, pues esta ciencia con su enfoque analítico permite establecer que en el proceso de enseñanza-aprendiza no solo se enfoque en un proceso de reproducción de contenido, sino un proceso de reflexión, análisis, donde el estudiante llega a elaborar sus propias ideas, conceptos, juicios y adquiere un conocimiento construido por él con ayuda del docente. Pero además en este proceso se fomenta y trabaja en la formación de valores, principios, creencias y en la cultura que los identifica.

Conclusiones

La filosofía es una ciencia de amplia región de estudio que le permitió al individuo ir conociendo fenómenos, hechos y procesos que se dan en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

• La filosofía como ciencia establece los postulados que se deben tener en cuenta para fortalecer el trabajo del docente dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje, ya que la misma se enfoca en analizar el papel del docente, de la escuela, los métodos de enseñanza y hasta los elementos que deben estar presente en el currículo.

• La filosofía analítica desde su concepción permite establecer durante el proceso de enseñanza-aprendizaje un enfoque de reflexión y análisis, donde el estudiante es capaz de desarrollar el pensamiento analítico, lógico que le favorece al elaborar su propio conocimiento, partiendo de ideas claras, juicios sólidos, además de que fomenta y trabaja el lenguaje como elemento indispensable para la comunicación.

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Recibido: 15 de Julio de 2016; Aprobado: 20 de Noviembre de 2016

[1]

Graduada de: Maestría en Emergencias Médicas. Maestría en Gerencia en Salud. Cursa Doctorado. Ganadora del premio Filantrópica de la Benemérita Sociedad Filantrópica del Guayas. Ponente en Congresos Nacionales e Internacionales. Docente de Medicina y Directora de Admisión y Nivelación de la Universidad de Guayaquil.

[2]

Licenciada en Ciencias de la Educación. Facultad de Filosofía, letras y Ciencias de la Educación. Maestría en Psicología Laboral. Supervisora de tutorías académicas pedagógicas de nivelación de carreras en la Universidad de Guayaquil. Participante y ponente de congresos nacionales.

[3]

Licenciada en Ciencias de la Educación, Master en Gerencia Educativa, cursando el Doctorado en Humanidades y Artes con mención en Ciencias de la Educación. Docente en el Colegio Fiscal Huancavilca y Coordinadora de tutoría académica pedagógica en la Unidad de Nivelación y Admisión de la Universidad de Guayaquil.

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