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Íconos. Revista de Ciencias Sociales

On-line version ISSN 1390-8065Print version ISSN 1390-1249

Íconos  n.59 Quito Sep./Dec. 2017

https://doi.org/10.17141/iconos.59.2017.2424 

Reseñas

El sistema es antinosotros. Culturas, movimientos y resistencias juveniles de José Manuel Valenzuela Arce, coordinador

Isaac Vargas1 

1El Colegio de Jalisco, México

Valenzuela Arce, José Manuel. El sistema es antinosotros. Culturas, movimientos y resistencias juveniles. 2015. Gedisa, México: 505p.


La fotografía de la portada de este libro muestra a un joven de ojos taciturnos, matizados por la indignación, pero con una mirada que paradójicamente también proporciona una bocanada de esperanza. Detrás de este joven transcurre una movilización, una resistencia que grita: “El sistema es antinosotros”. Con una introducción y un marco teórico por parte del coordinador de la obra, José Manuel Valenzuela Arce, más de 14 ensayos a cargo de 16 pensadoras y pensadores, así como un anexo titulado “Numeralia sobre la condición juvenil contemporánea” a cargo de Juan Manuel Ávalos, el libro logra crear un panóptico analítico sobre la acción colectiva de los últimos años, que ha tenido a Internet como un aliado en la aventura de configurar otro mundo posible.

El volumen se compone de cuatro momentos: “Escena I. Las voces de la calle” –de José Manuel Valenzuela Arce– otorga un panorama teórico planteado desde diversas ópticas propuestas en la academia internacional, que tratan de indagar los modos, prácticas, visiones y propósitos de los nuevos movimientos sociales juveniles. “Escena II. Primavera Árabe, okupas e indignados” representa un apartado medular al bosquejar las expresiones más disruptivas de los últimos tiempos. Desde Egipto, España y Nueva York, los autores José Sánchez, Pablo Benson, Carles Feixa, Maurício Perondi, Guillermo Castro, Javier Torret, así como la autora Rossana Reguillo, trazan las coordenadas de estos cismas sociales del tercer milenio.

Uno de los puntos centrales de la discusión se refiere al problema que representa –en especial para diversas trincheras analíticas– la renuencia de fenómenos como Occupy Wall Street (OWS) 1 a “cifrarse por categorías clásicas de contención política como lo es el término movimiento social” (Benson, en Valenzuela Arce, 105). La apropiación de este término ayuda a conferir un aura de legitimidad ante la sociedad y el espectro mediático, al permitir “situarlo dentro de una trayectoria de luchas reivindicativas” (Benson, en Valenzuela Arce, 105). Sin embargo, es mediante la observación de los fines buscados por OWS (concebir un nuevo proyecto civilizatorio) que resulta posible comprender los nuevos movimientos como redes tecno-políticas con períodos itinerantes de actividad y latencia, las cuales, debido a su forma, se resisten a ser narradas de manera lineal, pues su fuerza no radica en dar expresión colectiva a demandas puntuales (Benson, en Valenzuela Arce, 106).

La principal contribución de los participantes de OWS o del 15M en España 2 recae en labrar nuevos escenarios desde la cotidianidad. Aquí entra la categoría de sociedades en movimiento, por ser luchas en busca de un mundo otro, en donde “la duración no es un continuo, no es el período de tiempo que transcurre entre el principio y el fin de una cosa, sino el paso entre un estado y otro estado” (Reguillo, en Valenzuela Arce, 133). Los autores de esta escena recalcan algo primordial que para diversos pensadores ha sido una motivación para denostar las resistencias: el vertiginoso crecimiento del teatro lúdico, las expresiones estéticas y el lugar preponderante de los sentimientos. Hoy no se abraza un modelo organizativo, sino una causa. Atrae el encuentro con el otro, el trabajo en común, el diálogo en cercanía para, desde ahí, pugnar por un entorno igualitario y verdaderamente democrático.

La “Escena III. Apartheid educativo, soñadores y biorresistencias” focaliza la problemática desde nuestra América. Un verdadero caleidoscopio se muestra ante nosotros: de la mano de Rodrigo Rivera, Gabriel Medina, Alexandra Agudelo, Irene Imuris, Carlos Amador, Eugenia de la O y Alfredo Nateras, transitamos de la convulsión estudiantil en Chile al movimiento por la educación en Colombia, el movimiento Dreamer en Estados Unidos y el #Yosoy132 en México.

Las líneas de este apartado recuperan lo dicho previamente, ya que se vuelcan sobre las afectividades de las resistencias, las motivaciones compartidas, las estrategias innovadoras para denunciar el agotamiento del modelo neoliberal desde el espacio público y las redes sociales. Los y las jóvenes del siglo XXI rebasan las marchas y las consignas para promover un nuevo entendimiento de la resistencia desde una óptica cultural.

La “Escena IV. Integrados y disidentes: voces del Cono Sur”, a partir de los trabajos de Melina Vázquez y Pablo Vommaro, analiza América Latina bajo el marco de la marea rosa. El llamado ciclo progresista que se vivió en la región desde el inicio del siglo XXI y que parece encaminarse a su final. En esta parte de la obra, se aprecia la manera en que la izquierda institucional logró cautivar a jóvenes latinos al incorporarlos en sus bases de apoyo. Melina Vázquez coloca el ejemplo de Argentina y el gran respaldo recabado por la expresidenta Cristina Fernández mediante su discurso e implementación de diversas políticas públicas.

Por su parte, Vommaro enfatiza en otras redes juveniles de Argentina, Brasil y Chile, cuyo actuar suele ser más independiente que las estudiadas por Vázquez, pero que sí poseen vínculos con el Estado “basados en una interlocución directa y sin mediaciones. El diálogo entre los voceros y el Estado se plantea sin la intermediación de partidos políticos o sindicatos” (Vommaro, en Valenzuela Arce, 460). Los movimientos en cuestión van tras la ampliación de los derechos humanos así como la consolidación de las diversidades sociales: temas aún pendientes en las agendas de diversos gobiernos latinoamericanos. El libro cierra con la “Numeralia” de Juan Manuel Ávalos, quien expone e ilustra los condicionantes existentes para los y las jóvenes del presente, al recuperar estadísticas y datos publicados por diversas organizaciones regionales e internacionales.

El sistema es antinosotros desglosa los más recientes pensamientos teóricos respecto a los movimientos sociales y las resistencias, tejiendo una red de entendimiento y debate sobre las nuevas rutas de las diversas expresiones juveniles que caminan, usualmente, hacia rumbos promisorios. Justo aquí radica uno de los grandes aportes del libro, al presentar un esbozo de las y los jóvenes del ahora y exponer sus demandas, las cuales son amplias; emanan de contextos específicos locales, regionales o nacionales; e incorporan, cada vez más, referentes del mundo en su conjunto. Sin olvidar que en los y las jóvenes del planeta globalizado existen marcadas diferencias en opciones y expectativas de vida a partir de regiones, países, clase, género, adscripción étnica, preferencia sexual y otros aspectos que inciden en las bases objetivas para definir u obstaculizar modelos alternativos y viables de vida (Arce, en Valenzuela Arce, 29-67).

No obstante, es importante rescatar, a manera de síntesis, que al mirar los ensayos en su conjunto es posible vislumbrar en las expresiones juveniles un cariz menos sociopolítico y más sociocultural. Las resistencias del ahora trastocan diversos ámbitos de la vida privada gracias al papel de Internet, por ende, las oposiciones al sistema se entrelazan día con día en diversos sitios del orbe, rompiendo lentamente algunas barreras persistentes entre jóvenes, incluso al incorporar demandas consideradas décadas atrás como periféricas. Por lo anterior, el ejemplar representa un valioso aporte a las ciencias sociales dentro de un debate aún en desarrollo, al plantear diversas sendas, desde y para los nuevos movimientos que caminan con la indignación y la imaginación política como compañeras, rumbo a un nuevo modelo de vida.

1Protesta que, desde el 17 de septiembre de 2011, ha ocupado el Zucotti Park de Lower Manhattan en Nueva York, Estados Unidos.

2Movimiento ciudadano que surgió a raíz de la manifestación convocada por diferentes colectivos, el 15 de mayo de 2011, que provocó una serie de protestas pacíficas en España a favor de una democracia más participativa.

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