Introducción
La orientación sexual hace referencia al sexo de la persona por la que se siente atracción sexual, sentimental, erótica y afectiva, las cuales pueden ser del sexo opuesto (heterosexual), del mismo sexo (homosexual) o de ambos sexos (bisexual) (1). Incluso en algunos casos puede existir ausencia de estas conductas (asexual). Por su parte, la identidad de género puede coincidir con el sexo de la persona (cisgénero) o ser diferente (transgénero), por ejemplo, una mujer que se siente mujer sería una persona cisgénero y un hombre que se siente mujer sería transgénero (2). En este último caso existen subclasificaciones como la androginia, género no-binario, género fluido y transexualidad (3)(4)(5)(6).
En relación con la lucha contra la discriminación, Fernández (7) considera que es importante, además de factores sociales y familiares, los fundamentos biológicos de la orientación sexual, ya que al igual que todos los procesos mentales, este también posee bases biológicas; y cuyo conocimiento disminuyen de manera importante la homofobia y discriminación (8), al considerar la homosexualidad como algo intrínseco, igual al color de ojos o estatura, sin influencia de decisiones propias (7).
El estudio de LeVay (9) fue el primero en reportar que el núcleo intersticial del hipotálamo anterior 3 (NIHA-3) es mayor en hombres heterosexuales que en mujeres, y en hombres homosexuales presenta un tamaño similar a las mujeres, descubrimiento corroborado posteriormente (10). El núcleo supraquiasmático también presenta diferencias entre hombres heterosexuales y homosexuales, siendo del doble de tamaño en los últimos (7). La comisura anterior (parte del cuerpo calloso une ambos hemisferios cerebrales) es mayor en hombres homosexuales que en heterosexuales, siendo incluso mayor que en mujeres. Esto podría relacionarse con la menor lateralización cerebral que presentan los homosexuales (11). Asimismo, se ha observado diferencias en la actividad del área preóptica medial (APOM) de hombres heterosexuales y homosexuales (12). Manzouri y Savic (13) realizaron mediciones del grosor de la corteza cerebral y conexiones funcionales en hombres y mujeres heterosexuales y homosexuales concluyendo que la orientación homosexual parece estar asociada a una menor diferenciación de tractos de sustancia blanca y una menor conectividad funcional.
Todas las diferencias neuroanatómicas observadas entre hombres heterosexuales y homosexuales se atribuyen a información genética y los efectos hormonales en períodos prenatales (como la testosterona) que serían los responsables de las diferencias anatómicas y de orientación sexual (14).
En relación con la transexualidad, Zhou et al. (15) fueron los primeros en describir que la región basal de la stria terminalis (un área relacionada con el comportamiento sexual) es similar en mujeres cisgénero y mujeres transexuales. Los autores concluyen que una estructura cerebral femenina en transexuales genéticamente masculinos respalda la hipótesis que la identidad de género está influenciada por las hormonas sexuales prenatales. Savic y Arver (16) mostraron que la región parieto-temporal derecha la región prefrontal inferior y la corteza insular tenían un volumen mayor de sustancia gris en mujeres trans en comparación con personas cisgénero heterosexual. Simon et al. (17) mostraron que personas con identidad femenina (heterosexuales femeninas y mujeres trans con atracción hacia hombres) presentaban mayores volúmenes de sustancia gris en la circunvolución occipital media derecha, la circunvolución fusiforme y el giro temporal inferior derecho, en comparación de heterosexuales masculinos y hombres trans con atracción hacia mujeres. Hoekzema et al. (18) describen que estas diferencias en el volumen de sustancia gris se observan desde la adolescencia en sujetos con incongruencia de género en comparación con adolescentes cisgénero. Lin et al. (19) mostraron mayores conexiones neuronales en las regiones parietales bilaterales y corteza somatosensorial en personas transgéneros homosexuales en comparación con personas cisgénero heterosexuales.
Case et al. (20) plantean que las personas transgéneros poseen una incongruencia entre sus rasgos físicos y la representación de su imagen corporal en la región de la corteza somatosensorial. Manzouri y Savic (21) muestran que la identidad de género se corresponde con redes cerebrales que procesan la percepción del propio cuerpo y del yo.
Un estudio realizado por Maureira (22) evalúo el conocimiento biológico de la homosexualidad y transexualidad en estudiantes de Educación Física de Chile, revelando bajos niveles de conocimiento, donde más del 50% de la muestra contestó no saber, frente al 75% de las preguntas formuladas, y el 78,6% de la muestra obtuvo entre una y seis respuestas correctas de un máximo de 18.
Debido a lo mencionado anteriormente es que surgen los objetivos de la presente investigación: a) conocer las propiedades psicométricas del cuestionario de Conocimientos Biológicos de la Homosexualidad y Transexualidad (CBHT) en la muestra utilizada; b) indagar sobre el conocimiento de las bases biológicas de la homosexualidad y transexualidad en una muestra chilena.
Método
Muestra
De tipo no probabilística intencionada (23). Estuvo constituida por 144 personas de tres regiones de Chile. La edad mínima fue de 18 y la máxima de 60 años, con una media de 29,6±10,4. Del total, 64 fueron hombres (44,4%) y 80 fueron mujeres (55,6%). 103 encuestados vivían en la Región Metropolitana (71,5%), 32 en la Región del Maule (22,2%) y 9 en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins (6,3%). Del total de la muestra, 3 personas declararon tener una educación secundaria incompleta (2,1%), 11 una educación secundaria completa (7,6%), 12 una educación técnica superior incompleta (8,3%), 18 una educación técnica superior completa (12,5%), 46 una educación universitaria incompleta (31,9%), 36 una educación universitaria completa (25%) y 18 una educación de postgrado completa (12,5%). Las tres profesiones más representadas fueron ingeniería con 14 participantes (11,7%), técnico en administración con 6 participantes (5%) y profesor con 5 representantes (4,2%). La orientación sexual de la muestra se distribuyó cono 119 heterosexuales (82,6%), 11 homosexuales (7,6%) y 14 bisexuales (9,7%). Todos los encuestados declararon ser cisgénero.
Instrumentos
Se utilizó una encuesta sociodemográfica que incluye información sobre la edad, el sexo al nacer, orientación sexual, identidad de género, nivel de estudios, profesión, si están solteros/as o en una relación, creencias religiosas, si poseían conocidos o amigos/as homosexuales, bisexuales y transgénero, si recibieron educación sexual en colegios o universidades, si en caso de recibir educación sexual se trataron los temas de homosexualidad e identidad de género y el nivel de ingreso económico de los participantes.
Se aplicó el Cuestionario de Conocimientos Biológicos de la Homosexualidad y Transexualidad (CBHT) construido y validado en estudiantes de Educación Física de Chile por Maureira (22). El instrumento está constituido por 18 ítems (13 sobre homosexualidad y cinco sobre transexualidad) que corresponden a afirmaciones sobre aspectos cerebrales, hormonales y genéticos que subyacen a la homosexualidad y la transexualidad. El cuestionario original consta de seis dimensiones: genes y hormonas en la homosexualidad; cerebro, homosexualidad y transexualidad; diferencias cerebrales homosexuales y transexuales; hormonas y homosexualidad; orientación sexual y transexualidad; homosexualidad humana y animal. Estos factores explican el 58,4% de la varianza total, con un valor de alfa de Cronbach de 0,763. El evaluado debe contestar “Correcto”, “Incorrecto” o “No sé” frente a cada ítem.
Procedimiento
Se aplicó el CBHT en forma online. Durante el presente estudio se respetaron los principios éticos para las investigaciones médicas con seres humanos de la Declaración de Helsinki (24). Para participar en la presente investigación todos los participantes firmaron un consentimiento informado.
Análisis de datos
Para determinar los índices de validez del cuestionario CBHT se aplicaron análisis factoriales exploratorios a través de un análisis de componentes principales con rotación ortogonal de Varimax. Para ello se utilizó el programa estadístico IBM SPSS versión 25.0 para Windows. Luego se realizaron análisis factoriales confirmatorios, donde se empleó el método de estimación de máxima verosimilitud (ML), los índices absolutos de chi cuadrado (x²), el RMSEA (media de residuos estandarizados) y el CFI (ajuste comparado). Para ello se utilizó en programa estadístico SPSS AMOS 26.0 Los índices de confiabilidad se obtuvieron con la prueba Alfa de Cronbach.
Se aplicó estadística descriptiva (con medias, desviaciones estándar y tablas de frecuencia). También se realizaron pruebas de normalidad con la prueba de Kolmogorov-Smirnov (KS) que entregó una distribución normal de las variables (p>0,05), por lo cual se procedió a utilizar estadística paramétrica como pruebas t para muestras independientes comparando los resultados de los instrumentos entre mujeres y hombres, entre estudiantes que tienen y no tienen algún amigo/a o conocido/a homosexual, bisexual y transexual, entre estudiantes que recibieron y no recibieron educación sexual en el colegio o universidad, y entre aquellos que recibieron y los que no recibieron información sobre la homosexualidad e identidad de género. También se aplicaron pruebas ANOVA comparando los resultados de los instrumentos entre orientación sexual, nivel educativo, estado civil, creencias religiosas y nivel socioeconómico. Finalmente, se utilizaron regresiones lineales jerárquicas para determinar la incidencia de las variables sociodemográficas sobre los puntajes obtenidos en el cuestionario CBHT. Se consideró significativo valores p<0,05.
Resultados
Propiedades psicométricas del Cuestionario CBHT
La prueba de Kaiser-Mayer-Olkin (KMO) muestra un valor de 0,826 y la prueba de esfericidad de Bartlett un p=0,000 por lo que se procedió a realizar un análisis factorial exploratorio a través de un análisis de componentes principales con rotación de Varimax para identificar la estructura latente del instrumento. Este entregó la existencia de cinco factores (Tabla 1) que explican el 59,737% de la varianza total, uno menos que el instrumento original en estudiantes de Educación Física de Chile (22). El alfa de Cronbach entrega un valor de 0,864 para los 18 ítems del instrumento. (Tabla 1)
Factor 1 | Factor 2 | Factor 3 | Factor 4 | Factor 5 | |
Ítem 7 | 0,611 | ||||
Ítem 8 | 0,658 | ||||
Ítem 10 | 0,837 | ||||
Ítem 13 | 0,856 | ||||
Ítem 5 | 0,426 | ||||
Ítem 14 | 0,725 | ||||
Ítem 15 | 0,615 | ||||
Ítem 16 | 0,693 | ||||
Ítem 17 | 0,639 | ||||
Ítem 18 | 0,658 | ||||
Ítem 3 | 0,795 | ||||
Ítem 4 | 0,735 | ||||
Ítem 6 | 0,396 | ||||
Ítem 11 | 0,570 | ||||
Ítem 9 | 0,770 | ||||
Ítem 12 | 0,809 | ||||
Ítem 1 | 0,863 | ||||
Ítem 2 | 0,445 | ||||
Varianza explicada | 15,629% | 15,223% | 12,523% | 9,505% | 6,858% |
El análisis factorial confirmatorio muestra un x2 significativo (x²=166,893; p=0,007), los valores del RMSEA=0,048, del CFI=0,946 y del TLI=0,934 indican un ajuste adecuado del modelo (25)(26).
Conocimientos biológicos de la homosexualidad y transexualidad de la muestra
En la Tabla 2 se observa el porcentaje de respuestas correctas, incorrectas y no sé a cada pregunta del cuestionario CBHT del total de la muestra. Es posible notar que la pregunta que presenta un mayor porcentaje de respuestas correctas es el ítem 7. “Existe un [gen gay] que determina la homosexualidad y el lesbianismo” con un 75,0%; seguida de la pregunta 1. “Ninguna otra especie animal presenta conductas homosexuales o lésbicas” con un 61,8% y de la pregunta 3. “La homosexualidad y el lesbianismo presentan las mismas diferencias cerebrales” con un 43,1%. Las preguntas que presentan un mayor porcentaje de respuestas incorrectas fueron el ítem 10. “Cuando un hombre es homosexual existe más probabilidad de que su hermano también sea homosexual” con un 78,5%; la pregunta 13. “Cuando una mujer es lesbiana existe más probabilidad de que su hermana también sea lesbiana” con un 75,7% y la pregunta 4. “Los cerebros de hombres heterosexuales y homosexuales son diferentes y los cerebros de mujeres heterosexuales y lesbianas son más parecidos” con un 59,7%. Las preguntas que presentan un mayor porcentaje de respuestas no sé fueron el ítem 9. “Existen más hombres homosexuales que mujeres lesbianas” con un 71,5%; la pregunta 12. “Existen más mujeres lesbianas que mujeres bisexuales” con un 70,1%; y la pregunta 15. “Las personas transgéneros son homosexuales o bisexuales en igual porcentaje que las personas no-transgéneros” con un 68,1%.
Ítem | Respuesta | Correcto | Incorrecto | No sé |
Ninguna otra especie animal presenta conductas homosexuales o lésbicas. | Incorrecto | 9 (6,3%) | 89 (61,8%) | 46 (31,9%) |
Los hombres homosexuales se estimulan olfativamente por las hormonas masculinas y los hombres heterosexuales por las hormonas femeninas. | Correcto | 28 (19,4%) | 42 (29,2%) | 74 (51,4%) |
La homosexualidad y el lesbianismo presentan las mismas diferencias cerebrales. | Incorrecto | 10 (6,9%) | 62 (43,1%) | 72 (50,0%) |
Los cerebros de hombres heterosexuales y homosexuales son diferentes y los cerebros de mujeres heterosexuales y lesbianas son más parecidos. | Correcto | 3 (2,1%) | 86 (59,7%) | 55 (38,2%) |
Existe más conocimiento cerebral sobre la homosexualidad que el lesbianismo. | Correcto | 30 (20,8%) | 36 (25,0%) | 78 (54,2%) |
Frente a estímulos eróticos femeninos la actividad cerebral es diferente en mujeres heterosexuales. lesbianas y bisexuales. | Correcto | 28 (19,4%) | 34 (23,6%) | 82 (56,9%) |
Existe un “gen gay” que determina la homosexualidad y el lesbianismo. | Incorrecto | 2 (1,4%) | 108 (75,0%) | 34 (23,6%) |
La orientación sexual estaría influenciada por las hormonas sexuales durante el embarazo. | Correcto | 9 (6,3%) | 80 (55,6%) | 55 (38,2%) |
Existen más hombres homosexuales que mujeres lesbianas. | Correcto | 11 (7,6%) | 30 (20,8%) | 103 (71,5%) |
Cuando un hombre es homosexual existen más probabilidad que su hermano también sea homosexual. | Correcto | 2 (1,4%) | 113 (78,5%) | 29 (20,1%) |
La predisposición genética de la homosexualidad y el lesbianismo es la misma. | Incorrecto | 19 (13,2%) | 59 (41,0%) | 66 (45,8%) |
Existen más mujeres lesbianas que mujeres bisexuales. | Incorrecto | 12 (8,3%) | 31 (22,5%) | 101 (70,1%) |
Cuando una mujer es lesbiana existen más probabilidad que su hermana también sea lesbiana | Correcto | 3 (2,1%) | 109 (75,7%) | 32 (22,2%) |
La identidad de género depende de regiones cerebrales y como estas hacen que una persona perciba su cuerpo. | Correcto | 34 (23,6%) | 38 (26,4%) | 72 (50,0%) |
Las personas transgéneros son homosexuales o bisexuales en igual porcentaje que las personas no-transgéneros. | Incorrecto | 10 (6,9%) | 36 (25,0%) | 98 (68,1%) |
Las personas transgéneros poseen una incoherencia entre sus rasgos físicos y su imagen corporal en las regiones sensitivas del cerebro. | Correcto | 40 (27,8%) | 26 (18,1%) | 78 (54,2%) |
La región cerebral relacionada con el comportamiento sexual es diferente en mujeres heterosexuales y mujeres transexuales (asignados como hombres al nacer). | Incorrecto | 16 (11,1%) | 39 (27,1%) | 89 (61,8%) |
Las regiones cerebrales relacionadas con la percepción del propio cuerpo son iguales en personas transexuales y personas no-transexuales. | Incorrecto | 30 (20,8%) | 22 (15,3%) | 92 (63,9%) |
Analizando los resultados individuales de la muestra, se observa que la cantidad mínima de respuestas correctas fue de 0 y la máxima de 11 (61,1%), con una media de 4,4±2,5. En total 5 encuestados obtuvieron 0 respuestas correctas (3,5%), 57 obtuvieron entre 1 y 3 respuestas correctas (39,6%), 52 obtuvieron entre 4 y 6 respuestas correctas (36,1%), 27 obtuvieron entre 7 y 9 respuestas correctas (18,7%) y 3 obtuvieron 11 respuestas correctas (2,1%).
Las mujeres (N=80) presentan una media de 4,6±2,4 respuestas correctas y los hombres (N=64) de 4,2±2,5 sin existir diferencias significativas entre ambos grupos (t=1,040; p=0,300). Los encuestados que se declararon heterosexuales (N=119) obtuvieron 4,2±2,4 respuestas correctas, los que se declararon homosexuales (N=11) 5,1±3,0 y los que se reconocieron como bisexuales (N=14) 5,6±2,4 sin existir diferencias significativas entre los tres grupos (F=2,711; gl1=2, gl2=141; p=0,070).
Los encuestados que dicen no poseer ningún amigo/a o conocido/a homosexual o bisexual (N=11) obtuvieron 3,5±1,7 respuestas correctas y los que dijeron si poseerlo (N=132) lograron 4,4±2,5 respuestas correctas, sin existir diferencias significativas entre ellas (t=-1,164; p=0,247).
Los encuestados que dicen no poseer ningún amigo/a o conocido/a transgénero (N=103) obtuvieron 4,3±2,5 respuestas correctas y los que dijeron si poseerlo (N=41) lograron 4,7±2,4 respuestas correctas, sin existir diferencias significativas entre ambos grupos (t=-0,803; p=0,423).
Los encuestados que reportaron no haber recibido educación sexual en sus colegios o universidades (N=44) obtuvieron 4,9±2,3 respuestas correctas y los que dijeron si haberla recibido (N=100) lograron 4,2±2,5 respuestas correctas, sin existir diferencias significativas entre ambos grupos (t=1,737; p=0,084).
Los encuestados que dicen no haber tratado temas de homosexualidad y transexualidad en sus clases de educación sexual (N=119) obtuvieron 4,2±2,4 respuestas correctas y los que dijeron si haber tratado dichos temas (N=25) obtuvieron 5,3±2,4 respuestas correctas, existiendo diferencias significativas entre ambos grupos (t=-2,079; p=0,039).
Los/as encuestados/as que alcanzaron una educación secundaria incompleta (N=3) obtuvieron 3,3±1,5 respuestas correctas, con educación secundaria completa (N=11) lograron 4,2±2,6, con educación técnica superior incompleta (N=12) obtuvieron 3,4±1,4, con educación técnica superior completa (N=18) alcanzaron 3,7±2,2, con educación universitaria incompleta 4,7±2,8, con educación universitaria completa 4,7±2,3 y con educación de postgrado completa 4,5±2,8, sin existir diferencias significativas entre los grupos (F=0,896; gl1=6, gl2=137; p=0,500).
Los/as encuestados/as que se declararon solteros/as (N=69) obtuvieron 4,6±2,7 respuestas correctas, los/as que se encontraban en una relación (N=50) obtuvieron 4,5±2,0, los/as que se encontraban en una unión libre o casado/a (N=20) lograron 4,1±2,9 y los/as que declararon su estado sentimental como otro (N=5) obtuvieron 2,0±1,4, sin existir diferencias significativas entre los grupos (F=1,842; gl1=3, gl2=140; p=0,142).
Los/as encuestados/as que se declararon católicos/as (N=65) obtuvieron 4,8±2,6 respuestas correctas, los/as que se declararon evangélicos/as (N=18) obtuvieron 3,6±2,1, los/as que se declararon mormones (N=2) lograron 6,0±2,8, los/as que declararon agnósticos/as o ateos/as (N=40) obtuvieron 4,1±2,0 y los/as que declararon su orientación religiosa como otra (N=19) obtuvieron 4,2±2,9, sin existir diferencias significativas entre los grupos (F=1,502; gl1=4; gl2=139; p=0,205).
Los/as encuestados/as que declararon recibir un ingreso familiar menor a $626.021 pesos (N=42) obtuvieron 4,3±2,4 respuestas correctas, con ingreso familiar entre $626.021 y $1.252.041 pesos (N=63) obtuvieron 4,6±2,6, con ingreso familiar entre $1.252.041 y $1.878.062 pesos (N=23) obtuvieron 4,3±2,1, con ingreso familiar entre $1.878.062 y $2.504.083 pesos (N=6) obtuvieron 4,5±3,1 y con ingreso familiar mayor a $2.504.083 (N=10) obtuvieron 3,6±2,6, sin existir diferencias significativas entre los grupos (F=0,364; gl1=4; gl2=139; p=0,834).
En la tabla 3 se observan los análisis de regresiones lineales jerárquicos que revelan que la orientación sexual, las creencias religiosas y el haber tratado temas de homosexualidad y transexualidad en sus clases de educación sexual son predictores de los puntajes del cuestionario CBHT. (Tabla 3)
Discusión
Los estudios que utilizan cuestionarios para evaluar los conocimientos sobre el cerebro abarcan desde los neuromitos en educación (27) hasta diversos tipos de trastornos (28)(29), revelando la heterogeneidad de dichos saberes según grupos etarios, niveles de estudio, nacionalidad, etc. y de ahí la importancia de la realización de este tipo de investigaciones. En el presente trabajo se observa que el CBTH presenta propiedades psicométricas adecuadas para la presente investigación, si bien reduce de seis a cinco dimensiones, la varianza total explicada se mantiene y el índice de confiabilidad aumenta. Por lo tanto, el instrumento es adecuado y válido para la muestra utilizada.
En relación con los puntajes del cuestionario CBHT, los encuestados obtuvieron una media de 24,4% de respuestas correctas, con un máximo de 61,1% de aciertos. En un estudio de Maureira (22) y Maureira et al. (30) realizado en estudiantes de educación física de Chile se muestran menores conocimientos sobre temas biológicos asociados a las orientaciones sexuales y transexualidad, tal vez asociado a que en la presente muestra un 37,5% de los encuestados reportaron haber finalizado estudios universitarios y/o de postgrado, lo que significa un mayor nivel de educación que podría explicar estas diferencias. Sin embargo, aún los puntajes siguen siendo bajos, con una media de un 24,4% de respuestas correctas.
En 12 de las 18 preguntas existieron porcentajes superiores al 50% con respuestas “no sé” lo que da cuenta que independiente del nivel de estudios o la formación profesional (ingeniería o ciencias sociales) parece que temas tan relevantes como los orígenes de las orientaciones sexuales y la transexualidad, no constituyen parte de la formación académica. De hecho, solo el 17,4% de los encuestados afirma haber tratado estos temas en su colegio o educación superior. Esto resulta fundamental, ya que la educación y conocimiento sobre las bases hormonales y cerebrales disminuyen los niveles de homofobia (9).
Con respecto a los factores sociodemográficos que resultan tener incidencia en los conocimientos biológicos de la homosexualidad y transexualidad, se encuentra la orientación sexual del encuestado, donde los/as que se declaran bisexuales u homosexuales obtienen puntajes más altos. De igual forma, la creencia religiosa es un factor importante, con los/as declarados/as católicos/as y agnósticos/as o ateos/as con puntajes más altos y los evangélicos con los menores conocimientos sobre estos temas. Finalmente, el haber tratado temas de homosexualidad y transexualidad en sus clases de educación sexual se constituye como otro factor que incide los conocimientos biológicos de estas situaciones. Estos resultados son similares a los reportados por Maureira et al. (30) en estudiantes de educación física de Chile.
Finalmente, sebe debe destacar que los estudios relacionados con esta temática normalmente se abordan desde el paradigma interpretativo, indagando las orientaciones sexuales e identidad de género desde un punto de vista social y/o cultural, por lo que resulta necesario abordar estos temas desde un enfoque cuantitativo, con una mirada biológica que nos permita comprender la homosexualidad y transexualidad como otra parte de la variedad humana, como procesos naturales, erradicando los conceptos de enfermedad, cura o castigo asociados a dichas orientaciones.
Las limitaciones del presente estudio incluyen un tamaño de muestra reducido y que no incluye sujeto de todas las regiones de Chile, lo cual indica que los resultados presentados solo son representativos de la muestra evaluada y no puede ser extrapolada a toda la población del país. Otra limitación fue que la aplicación del cuestionario en forma online no permitió estandarizar el tiempo de respuesta del instrumento, ni la existencia de algunas dudas particulares que pudieron surgir mientras contestaban el cuestionario.
Conclusiones
El cuestionario de Conocimientos Biológicos de la Homosexualidad y Transexualidad (CBTH) es válido y confiable para ser aplicado en muestras de población chilena, constituyéndose como una herramienta importante para evaluar el conocimiento biológico sobre estos temas. La muestra evaluada posee bajos niveles de conocimientos sobre las bases cerebrales, hormonales y genéticas de las orientaciones sexuales y transexualidad, existiendo tres variables predictoras de dichos resultados: la orientación sexual del encuestado, la creencia religiosa y el haber tratado temas de homosexualidad y transexualidad en clases de educación sexual.
Es importante realizar esta investigación en muestras de mayor tamaño, en otras regiones de Chile, en estudiantes de enseñanza secundaria y en otros países latinoamericanos, ya que un aumento de los conocimientos biológicos de las orientaciones sexuales y transexualidad pueden disminuir los niveles de homofobia y transfobia, un problema actual y latente en los centros educativos y entornos sociales de muchos países del mundo.