INTRODUCCIÓN
Atahualpa es una parroquia rural del Cantón Santa Elena, provincia del mismo nombre, localizada en el litoral Ecuatoriano (2º18’S, 80º46’W). Atahualpa tiene una extensión de aproximadamente 95 Km2 (Figura 1). De acuerdo con un censo puerta-a-puerta realizado por nuestro grupo en Junio del 2012, su población total era de 2,748 habitantes en ese entonces, con una pirámide demográfica típica de los pueblos en vías de desarrollo (Figura 2). El clima es caliente, con aproximadamente 12 horas diarias de luz solar a lo largo de todo el año y presencia de escasas lluvias desde Enero hasta Abril. Fue seleccionada para el presente estudio por ser representativa de las poblaciones de la región y por cumplir ciertas características que la tornan ideal para la práctica de un estudio epidemiológico longitudinal.
CARACTERÍSTICAS ÉTNICAS
Más del 95% de la población de Atahualpa está constituida por nativos Ecuatorianos, con escasa evidencia fenotípica de mestizaje. Si bien la parroquia Atahualpa fue fundada bajo ese nombre en 1941, existe alguna evidencia histórica que soporta la existencia de este poblado siglos atrás (bajo otro nombre), cuando los conquistadores Españoles llegaron a tierras Ecuatorianas. Antes de su fundación con el nombre de Atahualpa, el pueblo se llamaba Recinto Engabao y es probable que haya tenido alguna relación con el pueblo costero de Engabao actual (localizado cerca de General Villamil, Playas), ya que las poblaciones indígenas Huancavilcas, Chongones o Puruaes, solían tener caseríos dobles, uno al pie del mar y el otro en zonas relativamente alejadas de éste, donde se movilizaban en épocas de lluvia. Existen 5 apellidos predominantes entre los pobladores de Atahualpa, casi todos de origen Español (Soriano, Borbor, González). Esto no significa de ninguna manera endogamia ni mestizaje, ya que era práctica común de los conquistadores de la época bautizar en la fe Católica a los indígenas locales, con sus propios apellidos Españoles.
La piel de los habitantes de Atahualpa es del Tipo IV en la escala de Fitzpatrick(1), es decir, color oliva-oscuro con tendencia al bronceado rápido. Los ojos y el pelo son de color café oscuro. Además, son personas de baja estatura, con promedio en adultos de 149 ± 10 cm. La mayoría (79%) de los habitantes tienen un paladar tipo IV en la clasificación de Friedman(2). La posición IV de Friedman se caracteriza por falta de visualización del paladar blando al abrir la boca, con la lengua en el interior de la misma (Figura 3), y es típico de las poblaciones de Amerindios, debido a que estos tienen un paladar predominantemente elíptico(3).
Existen teorías antropológicas que soportan el hecho que los habitantes ancestrales de Beringia migraron miles de años atrás - luego del último deshielo - hacia el Continente Americano, estableciéndose en diversas regiones del mismo, incluyendo la costa Pacífica de Sud-América. La similitud fenotípica de los Esquimos (Inuit) y los habitantes de Atahualpa, nos hace suponer que uno de esos asentamientos fue en la región de la Península de Santa Elena (Figura 4). Con el objeto de determinar el porcentaje de Amerindio que tiene nuestra población, actualmente es encuentran en proceso de estudio las primeras 50 muestras de ADN de nativos Atahualpenses enviadas al museo de antropología de Copenhague (Dinamarca). Dependiendo de estos resultados preliminares, hemos planeado muestrear a toda la población para determinar su perfil genético y tratar de entender ciertas peculiaridades en la salud de los habitantes de Atahualpa y en su adaptación especial a determinados alimentos.
CARACTERISTICAS SOCIO-ECONÓMICAS
Atahualpa es un poblado modesto desde el punto de vista socio-económico (Figura 5). Sin embargo, ha progresado urbanísticamente en la última década debido a la pavimentación de sus calles principales y a la construcción de casas por parte del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI), lo que ha reducido considerablemente el hacinamiento de sus pobladores y ha mejorado el sistema de eliminación de excretas (Figura 6). En la actualidad, todo el pueblo tiene electricidad y muchas de las casas tienen agua potable, aunque todavía existen algunas letrinas abiertas. Los residentes se movilizan principalmente caminando o en bicicleta, ya que no hay transporte público y muy pocas personas tienen vehículo propio. Desde el punto de vista sanitario, existe únicamente un centro de atención ambulatoria del Ministerio de Salud Pública del Ecuador, atendido por dos médicos generales (uno de ellos rural), enfermeras, un odontólogo y una obstetriz. El hospital más cercano queda en la ciudad de Santa Elena, localizada aproximadamente a 20 Km de Atahualpa.
Los habitantes de Atahualpa no son paupérrimos ya que la mayoría de los hombres se dedican a la carpintería, con más de 200 carpinteros entre la población masculina. Los muebles que ahí se producen son cotizados en toda la región (de hecho, Atahualpa es conocida a nivel nacional como “la capital del mueble”). Este es uno de los fenómenos principales que ha detenido la emigración de sus habitantes, al contrario de lo que se observa en poblados donde la mayoría de la gente se dedica a la agricultura. De acuerdo con los datos obtenidos por el personal de campo de nuestro Proyecto, menos de 30 adultos abandonan el pueblo cada año. Dicha baja tasa de migración es fundamental para la práctica de estudios de cohorte ya que existe la seguridad que casi todos los individuos enrolados, van a estar en el pueblo los años subsecuentes, como de hecho, así ha sucedido en nuestros primeros estudios de corte longitudinal(4).
El problema con algunos de los carpinteros de Atahualpa es la condición precaria en la que laboran y las insuficientes medidas preventivas que existen en sus lugares de trabajo. Esto hace que se tomen pocas precauciones al momento de manipular substancias potencialmente tóxicas (Figura 7). Si bien, el Ministerio de Trabajo provee a los carpinteros con elementos protectores tales como guantes, lentes y mascarillas, muchos prefieren laquear sin protección, ya que - según ellos - estos dispositivos de seguridad son incómodos al momento de trabajar (Figura 8). Por el contrario, existe la costumbre popular (totalmente infundada) que tomar un vaso de leche después de laquear, ayuda a limpiar el organismo de las toxinas inhaladas. En uno de los estudios preliminares del Proyecto Atahualpa, demostramos un aumento en la prevalencia relativa de enfermedad de Parkinson en los carpinteros de Atahualpa, probablemente relacionada con la inhalación de tóxicos al momento de laquear (5). Por otra parte, la presencia de aserrín en los talleres de carpintería es abundante y puede deberse, a la también costumbre popular, que los dueños creen que mientras más aserrín, sus clientes van a pensar que hay más experiencia en determinado taller (Figura 9). Esta inhalación de aserrín condiciona problemas de vías respiratorias, los cuales están presentes en una tercera parte de los carpinteros de Atahualpa (6).
ALIMENTACIÓN
Debido a su proximidad con el mar y al tipo de sembríos locales, la dieta de los habitantes de Atahualpa es rica es pescado, frutas, maíz y carbohidratos, pero pobre en otro tipo de grasas poli-insaturadas, así como en productos lácteos y carnes rojas. No existen lugares de expendio de comida rápida en el pueblo y la mayoría de las personas comen en sus casas.
Los pescados que se consumen en Atahualpa son preferentemente oleosos, es decir, con un contenido de grasa mayor del 5%(7). Estos pescados son ricos en ácidos grasos poli-insaturados (principalmente Omega-3), llegando algunas especies a contener hasta más de 2g de Omega-3 por porción de 140g (Tabla 1). Los habitantes de Atahualpa consumen este tipo de pescado preferentemente asado (Figura 10) o cocinado (en sopas), y no frito, lo cual evita que se pierdan las propiedades benéficas del Omega-3. Por otra parte, el pescado es fuente importante de proteínas de origen animal (hasta 15g por porción) y de otros compuestos como tiamina. Debido a su tamaño (usualmente menos de 35cm) y al hecho que este tipo de pescados se encuentran cerca de la costa, su contenido de mercurio es insignificante, por lo que este componente tóxico - muy común en los grandes peces del Océano Pacífico - no es un problema en estos casos (8). Estudios realizados por nuestro grupo han revelado un promedio de ingesta aproximado de 8 porciones de pescado por semana por persona, con cantidades tan elevadas como 28 porciones por semana. Menos del 5% de la población ingiere menos de 2 porciones por semana. En estos estudios - que serán detallados posteriormente en este número de la Revista Ecuatoriana de Neurología - hemos demostrado que la ingesta de pescado se relaciona con mejor desempeño cognitivo, mejor calidad de sueño, reducción de cifras de presión arterial y reducción en la prevalencia de micro-sangrados cerebrales (9) (10) 11)(12. Es importante mencionar que es probable que estos efectos beneficiosos en los habitantes de Atahualpa se encuentren, al menos parcialmente relacionados, con el ancestro genético de la población. En este sentido, un estudio reciente sostiene que existen mutaciones genéticas en los Inuit, que se encuentran involucradas en el metabolismo de las grasas, que les permite asimilar mejor una dieta rica en grasas provenientes del pescado y que, al mismo tiempo, reducen la producción de grasas perjudiciales por el organismo (13).
Nombre común, Español (Inglés) | Nombre científico | Gramos de Omega-3 por porción |
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Atún (Big Eye Tuna) | Thunnus obesus | 1.02 |
Dorado (Mahi Mahi) | Coryphaena hippurus | 0.7 |
Hojita (Pacific Bumperfish) | Chloroscombrus orqueta | 0.84 |
Morenillo (Pacific Mackerel) | Scomber japonicus | 2.7 |
Pinchagua (Pacific Thread Herring) | Opisthonema libertate | 2.52 |
Sardina (Sardine) | Sardine pilcardus | 1.96 |
Voladora (Shortjaw Leatherjacket) | Oligoplites refulgens | 1.05 |
Morena (Spotted-tail moray eel) | Gymnothorax equatorialis | 0.34 |
Bonito Sierra (Striped Bonito) | Sarda orientalis | 0.7 |
Albacora (Yellowfin Tuna) | Thunnus albacares | 0.7 |
Por otra parte, el consumo de alcohol - más bien el abuso del mismo - es un problema serio entre los hombres de Atahualpa (14). De acuerdo a nuestras encuestas, el consumo de bebidas alcohólicas suele empezar en la tarde de los viernes y dura hasta el día sábado. Entonces viene un período de descanso y el sábado en la noche vuelven a reunirse para continuar hasta el domingo. El promedio de consumo por persona es una jaba de botellas de 750 ml de cerveza más media botella de aguardiente por semana (prevalencia promedio de 350 gramos del alcohol por semana). Muchos de los habitantes comienzan a tomar antes de cumplir los 18 años de edad, y su consumo sigue un patrón de tomar hasta embriagarse (denominado en idioma Inglés “binge drinking”). Como es de suponer, este patrón de ingesta de alcohol se asocia con problemas familiares y laborales, así como con complicaciones de salud (incluyendo traumatismos múltiples y enfermedad hepática).
Aunque los habitantes de Atahualpa no comen carne de cerdo de manera cotidiana, estudios preliminares realizados por personal de campo del Proyecto Atahualpa revelan la existencia de cientos de cerdos en el pueblo. Aunque un buen porcentaje de ellos se encuentran encorralados, muchos deambulan libremente por calles y casas, en contacto cercano con los habitantes del pueblo (Figura 11). Los cerdos son por lo general comercializados por sus propietarios durante las celebraciones anuales en la comunidad.
COMENTARIO
La población de Atahualpa cumple la mayoría de requisitos necesarios para la práctica válida de un estudio epidemiológico de campo. Como se ha descrito, es una población aislada, con muy bajos índices de migración y bastante homogénea en lo que respecta a raza, costumbres, estilos de vida y alimentación. Estas coincidencias reducen el riesgo de factores confusores que pueden comprometer la veracidad de los datos al momento del análisis. Por otra parte, si bien la homogeneidad es una gran ventaja, también podría presentarse como una limitación del estudio, ya que los datos observados en Atahualpa no serían necesariamente extrapolables a otras comunidades de la región. Es necesario, en un futuro cercano, hacer réplicas del Proyecto Atahualpa en poblados vecinos (utilizando protocolos similares), con la finalidad de valorar la generalización de los datos obtenidos en esta población.