LA PACHAMAMA: SU VALOR EN LA COSMOVISIÓN ANDINA
Para las comunidades andinas, la naturaleza es parte fundamental de sus vidas. Las comunidades no intervienen en la naturaleza como un recurso utilitario, se relacionan con ella afectivamente, pues la naturaleza tiene un valor intrínseco. Arne Naess,1 al promover la ecología profunda, incorpora en el primer principio lo siguiente: "El bienestar y el florecimiento de la vida humana y no humana en la tierra son valores en sí mismos (sinónimos: valores intrínsecos, valores inherentes). El valor de las formas de vida no humanas es independiente de la utilidad que estas pueden tener para los propósitos humanos".2
La lógica del mundo andino es concebir su realidad de forma consciente.3 La relación con la tierra implica una consideración profunda a la otredad como algo sagrado, porque es generadora de vida, un bioma desde donde germina y crece todo; a esta manifestación se denomina Pachamama. Pacha significa tierra, en su sentido más amplio, y mama significa madre. La Pachamama es concebida como un organismo en el que las partes están vinculadas entre sí.4
La vinculación de todas las partes es lo que Naess llamará espiritualidad, ese atributo intrínseco de la naturaleza para relacionarse con todas las partes, con los diferentes elementos en los que también está la humanidad. Para caracterizar las interconexiones, Fritjof Capra5 hace referencia a la autopoiesis, comentado por Varela y Maturana: "Auto, por supuesto, significa 'sí mismo' y se refiere a la autonomía de los sistemas auto organizadores. Poiesis, que tiene la misma raíz griega que 'poesía', significa 'creación'. Así pues, autopoiesis significa 'creación de sí mismo' ".6
Pachamama "es la fuente de vida, donde el cultivo y la cosecha de la tierra permite alimentar a la comunidad".7 La Pachamama es la naturaleza con todos sus elementos, la humanidad está inserta en ella.8 Pacha no solo se refiere a la tierra, también significa el cosmos; así para los pueblos andinos es la conexión espiritual cósmica.
La experiencia espiritual de las comunidades andinas radica en la conexión con la tierra, no necesitan alejarse de ella para apreciar su hermosura y respetarla como un gran organismo vivo. "En la cosmovisión andina, toda la naturaleza es sagrada y dotada de vida. El ser humano es parte de ella y, para mantener esta unidad y equilibrio, se deben practicar ciertos principios que organizan todo el quehacer cultural como la reciprocidad, correspondencia, complementariedad".9
La vida de las comunidades andinas se organiza a través de los ciclos agrícolas en los cuales se celebran las fiestas (raymis),10 rituales que demuestran la conexión sagrada con la Pachamama: El 21 de septiembre (Kylla Raymi); 21 de diciembre (Kapak Raymi), 21 de marzo (Pawkar Raymi) y 21 de junio (Inti Raymi).11 "Estos raymis se relacionan con el calendario agrícola, por ejemplo, el Killa raymi, en honor a la madre luna, se realiza paralelamente con el inicio del ciclo agrícola con la siembra del maíz en el mes de septiembre, termina con el Inti Raymi en el mes de junio, donde se recolectan las cosechas y se da un agradecimiento al Inti".12
La esencia de la Pachamama permite forjar una relación equitativa y diversa a la vez entre el ser humano y los demás seres vivos, cada cual manifiesta una identidad, construye estructuras económicas, sociales, políticas, culturales, etc., que tienen gran importancia para cada uno de los pueblos.13
EL CARÁCTER POLÍTICO DE LA NATURALEZA EN LA COMUNIDAD
Reconocer a la naturaleza con sentido político implica cambiar la mentalidad de dominio que la humanidad cree tener sobre ella, de no hacer este giro, la Pachamama "acabará por echarnos de su casa".14 Urge una nueva visión de los derechos humanos y del ambiente como un proyecto de carácter integral y alternativo,15 en igualdad y complementariedad con el enfoque biocéntrico,16 en una relación esencial, naturaleza-humanidad, pues esta última forma parte del lugar que la habita.17
El Papa Francisco, dándole un carácter de sujeto a la naturaleza (Pachamama) como fuente de vida, manifiesta el maltrato al que ha sido sometida con el afán de acumular riquezas por parte de las empresas transnacionales. "Somos agua, aire, tierra y vida del medio ambiente creado por Dios. Por lo tanto, pedimos que cesen los maltratos y el exterminio de la Madre Tierra. La tierra tiene sangre y se está desangrando, las multinacionales le han cortado las venas a nuestra Madre Tierra".18
En la tradición de las comunidades andinas, la tierra es fundamental para la reproducción de la vida, pues la Pachamama, más allá de ser considerada como una deidad de la fertilidad, es la única fuerza que realmente produce.19 Los seres humanos somos cuidadores, facilitadores y transformadores de la producción que radica en la naturaleza, he allí la importancia de la participación comunitaria.
Para los pueblos andinos, la naturaleza es "una persona, es hermana de la creación, por lo mismo, es atendida, respetada y protegida".20 La naturaleza tiene un carácter político, no solo porque en el concepto andino es considerada como persona, sino porque es un organismo vivo, inteligente que se autorregula en armonía y equilibrio. La naturaleza, como sujeto y organismo vivo, tiene derechos y desde esta posición se relaciona e interactúa con los seres humanos, actúa como origen de la vida y proveedora de cuidados en defensa de lo común, como manifiesta Aristóteles: "La asociación política tiene evidentemente como único fin el interés común, lo mismo en el principio al constituirse, que después al sostenerse".21
En la coyuntura política ecuatoriana es necesario la relectura de la Constitución de la República,22 con el fin de tomar consciencia sobre los derechos que están inscritos como fruto de la resistencia de los pueblos originarios. "En la nueva Constitución de Ecuador el sujeto de derechos es tanto la Pachamama como la naturaleza, y se las define a ellas en referencia a la generación de vida"23 y deben ser leídos con el sentido de incorporar el sumak kawsay posibilitando el alcance de este precepto.24
LA NATURALEZA SUJETA DE DERECHOS
El reconocimiento de la naturaleza como un sujeto político trastoca los presupuestos teóricos antropocentristas, parten de los valores y procesos propios del ecosistema, por lo que se considera el valor y dignidad de manera legítima; así la naturaleza puede interponer acciones legales en nombre propio, puede ser afectada del daño que se le cause y puede recibir cualquier compensación judicial que se produzca en su beneficio.25
El concepto de naturaleza ha ido tomando posición para superar la dualidad entre ser humano y medioambiente, concepción promovida por el antropocentrismo como el ideal para el desarrollo y el progreso, en donde el medio ambiente es el espacio que contiene los recursos naturales a ser aprovechados, utilizados y depredados por el ser humano.26
Como expresa Boff, se trata de superar la división entre medioambiente (recursos naturales) y los seres humanos a través de la ecología que estudia las interrelaciones entre los seres bióticos y abióticos. "La singularidad del discurso ecológico no está en el estudio de uno u otro polo, tomados por sí mismos, sino en la interacción y en la interrelación mutua [...] Esto quiere decir que lo que está en el punto de mira no es el medio ambiente, sino el ambiente entero".27
Al ambiente entero es lo que la Constitución de la República del Ecuador denomina naturaleza, en este intento de posicionar a la vida en el centro superando la visión desarrollista y utilitaria, en la búsqueda de equilibrio entre ella y las necesidades humanas.28
Desde la ecología se puede comprender que la naturaleza es holística y que la humanidad es parte de ella. Es imprescindible reconocer este hecho para avanzar en la reflexión sobre los derechos, que radican en: "Un saber acerca de las relaciones, interconexiones, interdependencias e intercambios de todo con todo, en todos los puntos y en todos los momentos".29
En este sentido, son evidentes algunos procesos que indican esta reflexión, tal es el caso de la Corte Constitucional del Ecuador, que ha emitido alrededor de 11 fallos en favor de los derechos de la naturaleza, bajo la consideración que: "Los derechos de la naturaleza son plenamente justiciables y las autoridades judiciales están obligadas a garantizarlos".30 El último fallo dictado el 28 de agosto de 2023, por la sala especializada de lo civil y mercantil de la Corte Provincial de Justicia de Azuay, fue favorable en la defensa del agua de la laguna de Quimsacocha. De esta manera, se puede concluir que el Ecuador va trazando hitos históricos en la defensa de los derechos de la naturaleza, pues la propia Pachamama anima estas acciones.31
PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LA DEFENSA DE LA PACHAMAMA
Los seres humanos son cuidadores de la vida que emerge de la naturaleza, "es decir: 'cuidante' o 'guardián' de la pacha y su orden cósmico".32 El cuidado de la vida implica el uso de los recursos para la subsistencia, pues la humanidad es parte de la naturaleza y debe florecer en armonía con todo el sistema ecológico.
La participación política de la comunidad está sustentada en la defensa de lo común, que busca la felicidad y el vivir bien, como diría Aristóteles, la política es la "'felicidad' y considera 'bien vivir' y 'bien-estar' ".33
El paisaje conservado proporciona felicidad y bienestar puesto que el hombre "es un ser político por naturaleza.34 La naturaleza que proporciona la vida es transformada por la acción antrópica en una coevolución y participación ética-política permanente. La comunidad, sintiéndose parte de la naturaleza, no puede sino luchar por defenderla.
La participación comunitaria va más allá de las estructuras organizacio-nales establecidas en normativas, rebasa la institucionalidad, tanto del Estado como de los movimientos sociales estructurados. La comunidad se organiza fundamentalmente para defender los comunes: la tierra, el agua, los páramos, las buenas relaciones (su tejido social). La participación de la comunidad en la defensa de la naturaleza tiene motivaciones profundas desde la afectividad, el sentimiento de pertenencia al terruño, y no que la tierra les pertenezca, se defiende los imaginarios que permanecen en el territorio donde se reproduce la vida.
La participación social para defender los derechos de la naturaleza en el Azuay ha tenido acciones muy concretas: dos consultas populares en defensa del agua para detener la minería a gran escala, en Quimsacocha y en el en Macizo del Cajas donde están las fuentes de agua (fuentes de vida) con más de un 80% de apoyo de la ciudadanía y con acciones legales interpuestas para que no continúen los estudios y la explotación minera. No tener en cuenta los elementos señalados a nivel cultural, espiritual, de pertenencia al territorio y seguir insistiendo en la explotación y mercantilización de los recursos naturales por parte de las empresas transnacionales y del Estado, acarrearía serias consecuencias en la vida de las comunidades y el tejido social provincial.
DISEÑO METODOLÓGICO
Para esta investigación se contempla el enfoque cuantitativo y cualitativo con alcance exploratorio, descriptivo y transversal durante el período noviembre de 2021 a febrero de 2022.
La unidad de análisis comprendió a siete comunidades del Azuay, donde existen conflictos socioambientales: 35 familias en Cañaribamba, 86 familias en Cochapata, 20 familias en Santa Marianita, 69 familias en Shumiral, 32 familias en Soldados, 26 familias en San Antonio de Chaucha y 35 familias en San Sebastián del Sígsig.
El muestreo fue del tipo no probabilístico, ya que las familias se organizan en comunas, juntas de agua y miembros de las comisiones de los GAD. Los participantes firmaron un consentimiento informado en el cual se les garantizó la confidencialidad y anonimato.
Comuna | Junta de Agua | GAD | Muestra |
---|---|---|---|
San Sebastián del Sígsig | 35 | ||
San Antonio de Chaucha | 26 | ||
Soldados | 32 | ||
Santa Marianita | 20 | ||
Cañaribamba | 35 | ||
Cochapata | 86 | ||
Shumiral | 69 |
Fuente y elaboración propias.
Las respuestas de los informantes fueron digitalizadas en el software SPSS, obteniendo de esta manera estadísticos descriptivos frente a cada categoría o variable con las respectivas frecuencias y porcentajes por comunidad, junta de agua o GAD. El tipo de análisis fue descriptivo para los datos cuantitativos y algunos datos cualitativos de preguntas abiertas que se complementaron en las narraciones de cada categoría en el apartado de resultados. Para el análisis de percepción sobre el concepto de Pachamama se realizó la agrupación de términos que guardan similitud conceptual en relación a su definición, pues las respuestas múltiples, por ser una pregunta abierta, se agruparon en tres categorías al respecto: Madre Tierra o Naturaleza, buen vivir (desarrollo y producción) y desconoce.
PERCEPCIÓN COMUNITARIA SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA PACHAMAMA
En los datos recopilados por las encuestas, es clave entender los patrones sobre la participación comunitaria en temas ambientales. Esto incluye de manera general la percepción de los pobladores, el interés, el grado de conocimiento, y la disponibilidad a involucrarse en el manejo de su territorio, sus ecosistemas, recursos y servicios desde su propia visión y comprensión.
Los datos obtenidos en la investigación a través de un análisis de frecuencia, muestran que en una amplia mayoría (74,28 %), la Pachamama se concibe como Madre Tierra, naturaleza, espacio proveedor de bienes y servicios, equilibrio natural y otros conceptos relacionados con un espacio sagrado, como parte fundamental de sus vidas y no como un mero elemento utilitario. Esta concepción se origina de un fuerte vínculo con el territorio, de la cosmovisión histórica de esta población, en la cual la familiaridad con el entorno es práctica y natural.
La relación con la naturaleza en concepto de Pachamama, adquiere un sentido más interesante cuando un porcentaje de los encuestados (13,41%) relaciona esta idea básica, potente, histórica y natural con nuevos términos y se alcanza un nivel diferente de profundidad comprendiendo a la Madre Tierra como el "buen vivir", los "recursos y servicios ambientales", "cuidado", "protección" y "derechos". Esta perspectiva entrega otras herramientas de carácter social, técnico y político a un proceso ético arraigado de relación de las comunidades con la Pachamama.
En las preguntas abiertas de enfoque cualitativo, los discursos dominantes, en otras respuestas a la concepción que tienen las comunidades respecto a la Pachamama, fueron:
Donde se realiza la vida que tiene respeto integralmente de su existencia y sus ciclos vitales.
Es una fuente de vida la cual tenemos que cuidarla.
La madre naturaleza que nos da el sustento diario.
La Madre Tierra que nos cuida y nos bendice, por ella vivimos.
La Pachamama es la mama, la que cuida y mantiene la naturaleza.
La Pachamama es nuestra vida, es nuestro todo, sin ella no podemos vivir.
La propia tierra madre de todos los seres vivos y su sangre en el agua.
Nos trae lluvia, cultivos, alimentos.
Realiza la vida y que tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y mantenimiento.
Integración de pueblos que defienden la tierra.
Los discursos hacen referencia al vínculo directo entre naturaleza y humanidad, la naturaleza (Pachamama) es dadora de vida, cuidadora de los seres humanos, protege, alimenta, provee de sustento, organiza, etc. Incide en la comunidad políticamente.
Sin embargo, y de manera opuesta, existe un 12,32% de personas encuesta-das que "desconoce" el término o no lo puede expresar o explicar y demuestran una fuerte separación de la relación íntima y poderosa de estas sociedades con su medio natural.
PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN LA PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA Y SUS DERECHOS
Respecto a la participación comunitaria en proteger la naturaleza y sus derechos, de los datos recabados se puede entender una voluntad fuerte de los pobladores para participar en los procesos relativos al cuidado de la naturaleza y velar por sus derechos (ver tabla 3). Prácticamente el 100% de las personas encuestadas resaltan la importancia que tiene la participación de las comunidades en la protección de la naturaleza y sus derechos.
Comunidad | Sí | No | Desconoce | Total | Sí % | No % | Desconoce % |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Cañaribamba | 31 | 0 | 4 | 35 | 88,57 | 0,00 | 11,43 |
Cochapata | 83 | 2 | 1 | 86 | 96,51 | 2,33 | 1,16 |
San Antonio de Chaucha | 24 | 1 | 1 | 26 | 92,31 | 3,85 | 3,85 |
San Sebastián | 35 | 0 | 0 | 35 | 100,00 | 0,00 | 0,00 |
Santa Marianita | 19 | 0 | 1 | 20 | 95,00 | 0,00 | 5,00 |
Shumiral | 69 | 0 | 0 | 69 | 100,00 | 0,00 | 0,00 |
Soldados | 28 | 0 | 4 | 32 | 87,50 | 0,00 | 12,50 |
Fuente y elaboración propias.
Con los datos analizados, fue notoria esta comunión y empatía con lo que se refiere a la naturaleza por parte de los pobladores de las comunidades con las cuales se ha trabajado, pero existen vacíos desde lo procedimental, ya que los niveles de involucramiento y participación se perciben más débiles, es decir que existe la voluntad de intervenir, sin embargo, esto no se traduce en hechos concretos en la práctica, como reflejan los datos analizados.
ORGANIZACIÓN COMUNITARIA EN LA DEFENSA DE LA NATURALEZA Y SUS DERECHOS
Es interesante revisar las respuestas obtenidas, ya que a pesar de revelar esta intención y entender cuán importante es la comunidad en la defensa de la Constitución del Ecuador que reconoce a la naturaleza como sujeto de derecho, el conocimiento de su funcionamiento, ejecución y aplicación es profundamente escaso.
Los participantes manifestaron no tener contacto con autoridades, tomadores de decisiones o sectores académicos que les vinculen, indiquen u orienten acerca de esta importante innovación en la legislación ecuatoriana; este hecho genera vacíos en la cadena social y, por lo tanto, poca aplicabilidad de la ley y ejecución de los derechos. Esto se refleja también en la poca organización social de ciertas comunidades (ver tabla 4), que en su mayoría no cuentan con una estructura o la mayor parte de sus pobladores no pertenecen a ella ni están involucrados en organizaciones comunitarias.
Comunidad | Sí | No | Desconoce | Total | Sí % | No % | Desconoce % |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Cañaribamba | 11 | 24 | 0 | 35 | 31,43 | 68,57 | 0,00 |
Cochapata | 3 | 83 | 0 | 86 | 3,49 | 96,51 | 0,00 |
San Antonio de Chaucha | 2 | 24 | 0 | 26 | 7,69 | 92,31 | 0,00 |
San Sebastián | 17 | 18 | 0 | 35 | 48,57 | 51,43 | 0,00 |
Santa Marianita | 4 | 16 | 0 | 20 | 20,00 | 80,00 | 0,00 |
Shumiral | 8 | 61 | 0 | 69 | 11,59 | 88,41 | 0,00 |
Soldados | 26 | 6 | 0 | 32 | 81,25 | 18,75 | 0,00 |
Fuente y elaboración propias.
Un altísimo porcentaje de los participantes manifestó no pertenecer a una organización social o comunitaria, como es el caso de Cochapata, con un porcentaje de pertenencia a de 3,49 %; por otro lado, la pertenencia mayoritaria a una organización se observó en Soldados con el 81,25 %, este dato puede corresponder a que en esta comunidad los problemas coyunturales de amenazas al equilibrio ambiental generan una respuesta inmediata de organización para la defensa de los derechos de la naturaleza debido a una posible construcción de un embalse e hidroeléctrica.
Aun así, y a pesar de la poca pertenencia organizacional percibida actualmente, el escaso conocimiento y la débil relación con los tomadores de decisiones y autoridades, la percepción poblacional sigue siendo positiva respecto a su capacidad de defender la naturaleza. Esto llama la atención ya que las manifestaciones y acciones comunitarias han sido puntuales en este contexto, pero en algunas comunidades y en pocos grupos sociales se han mantenido en el tiempo.
Las comunidades donde existen los mayores problemas de intervención en la naturaleza, ya sea con extractivismo minero, así como la instalación de hidroeléctricas, se autoperciben como organizadas; estás son: Shumiral, Santa Marianita, Cochapata y Soldados con el 88,41, 85,00, 81,40 y 71,88 % respectivamente.
Llama la atención el caso de Soldados, a pesar de que fue la comunidad con mayor porcentaje de pertenencia a una organización social o comunitaria (81,25 %), no ocupó el primer lugar en la consideración de la organización comunitaria para defender los derechos de la naturaleza (71,88 %). Esto puede deberse a que los miembros de la organización se encuentran mayormente comprometidos que los demás pobladores de la comunidad o que sientan debilidad con el empoderamiento.
Comunidad | Sí | No | Desconoce | Total | Sí % | No % | Desconoce % |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Cañaribamba | 22 | 13 | 0 | 35 | 62,86 | 37,14 | 0,00 |
Cochapata | 70 | 16 | 0 | 86 | 81,40 | 18,60 | 0,00 |
San Antonio de Chaucha | 11 | 15 | 0 | 26 | 42,31 | 57,69 | 0,00 |
San Sebastián | 23 | 12 | 0 | 35 | 65,71 | 34,29 | 0,00 |
Santa Marianita | 17 | 3 | 0 | 20 | 85,00 | 15,00 | 0,00 |
Shumiral | 61 | 8 | 0 | 69 | 88,41 | 11,59 | 0,00 |
Soldados | 23 | 9 | 0 | 32 | 71,88 | 28,13 | 0,00 |
Fuente y elaboración propias.
PERCEPCIÓN SOBRE LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS POR PARTE DEL ESTADO PARA PROTEGER LA NATURALEZA Y SUS DERECHOS
De acuerdo a las respuestas de los participantes, se pudo apreciar que la percepción de la implementación de políticas públicas para protección de los derechos de la naturaleza por parte del Estado fue mayormente favorable; Cochapata, Soldados, San Antonio de Chaucha, San Sebastián y Santa Marianita presentaron los porcentajes más altos respecto a esta variable con el 93,02, 90,63, 88,46, 85,71 y 85,00 % respectivamente.
Muchas acciones de protección por parte de las comunidades tienen que ver con actividades legales y demandas contra el Estado por el incumplimiento de las políticas y leyes establecidas.
A nivel social, en las comunidades analizadas, los procesos de defensa de la naturaleza y sus derechos sufren un revés porque la cultura que intenta recuperar su vínculo con esta corriente se ve influenciada por manejos erróneos e incumplimientos de los compromisos pues desde el aparataje estatal se debilita y pierde interés.
En este sentido, la concepción y empuje social por vincularse a acciones, políticas y estrategias de defensa de los derechos de la naturaleza va en un cauce de deterioro de su fortaleza e ímpetu originales, solamente mantenido por la profunda convicción de cada vez menos actores, personales o comunitarios; sin embargo, logran mantener el avance de las propuestas extractivistas y el atropello a la Pachamama.
Comunidad | Sí | No | Desconoce | Total | Sí % | No % | Desconoce % |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Cañaribamba | 27 | 8 | 0 | 35 | 77,14 | 22,86 | 0,00 |
Cochapata | 80 | 6 | 0 | 86 | 93,02 | 6,98 | 0,00 |
San Antonio de Chaucha | 23 | 3 | 0 | 26 | 88,46 | 11,54 | 0,00 |
San Sebastián | 30 | 5 | 0 | 35 | 85,71 | 14,29 | 0,00 |
Santa Marianita | 17 | 3 | 0 | 20 | 85,00 | 15,00 | 0,00 |
Shumiral | 44 | 25 | 0 | 69 | 63,77 | 36,23 | 0,00 |
Soldados | 29 | 3 | 0 | 32 | 90,63 | 9,38 | 0,00 |
Fuente y elaboración propias.
CONCLUSIONES
La Pachamama es, para los pueblos andinos del Azuay, el lugar y el espacio desde donde surge y se reproduce la vida; su carácter de sujeto no provino desde un concepto construido ni de la normativa constitucional, todo lo contrario, en esta se expresa la cosmovisión de los pueblos que consideran a la naturaleza como su "mama" que cuida y protege a los habitantes. Estamos frente a una ruptura epistemológica: la naturaleza no nos pertenece, sino pertenecemos a ella, no solo como una verdad científica, de interrelaciones entre los diferentes elementos del planeta que le permiten coexistir -lo que los griegos llamaron Gaia- sino como seres humanos que disfrutamos de la armonía de la Pachamama y también sufrimos las consecuencias de su desgaste.
Al reconocer a la Pachamama como la madre naturaleza que permite una buena vida, los habitantes se empoderan en sus territorios para defender el único medio de sustento y espacio que les permite un desenvolvimiento en donde se sienten integrados e interrelacionados.
Este reconocimiento de la naturaleza como un elemento sagrado, es decir, con derechos, como los provee la Constitución del Ecuador, fortalece la cosmovisión andina en donde la naturaleza es interdependiente con los seres humanos. Las comunidades del Azuay, con sus conocimientos, percepciones, incluso intensiones reflejadas en los datos o discursos, evidencian la defensa de la agresión y el desequilibrio que puede provocar el extractivismo. La defensa del medio de subsistencia y del espacio donde vive la comunidad, a pesar de que fue favorable la percepción sobre la implementación de políticas públicas del Estado sobre la naturaleza y sus derechos, no se delega a un tercero para quienes pertenecen y participan activamente en una organización. Como se pudo observar, los participantes creyeron que es supremamente importante la participación comunitaria para la defensa de los derechos de la naturaleza, es aquí donde se encuentra la oposición radical.
Con esta base, es fundamental recuperar el sentido de la Pachamama reconectando lo espiritual en la relación humano-naturaleza, salir del paradigma capitalista industrial que cosifica a la naturaleza: producción-consumo con un extractivismo acervado y valorar la comprensión de la naturaleza como un sujeto con vida, valor e interdependencia propias.