INTRODUCCIÓN
Un problema de gran trascendencia que actualmente se observa a nivel mundial es, sin lugar a dudas, la destrucción de nuestra casa común: la Tierra. Efectivamente, destaca el hecho de que el único responsable de dicha destrucción es el hombre individual y colectivo; sin embargo, esta crisis no solo es ambiental o ecológica, sino, sobre todo, humana y social. Los problemas ambientales comienzan con la aparición de la raza humana, sin embargo, se intensifican cuando comienza el siglo XX.
Esta crisis radica en fenómenos generados en el entorno natural y los cuales, básicamente, afectan y dañan la capa de ozono, los recursos naturales y la biodiversidad del planeta. Sobre tal situación la comunidad científica reflexiona sobre el papel del ser humano en el cosmos, pues actualmente es posible cuestionar el vínculo de la naturaleza con el hombre (Rodríguez & Quintanilla, 2019; Valdivia et al., 2019).
Frente a esta “crisis ecológica que es crisis de la civilización” (Arias, 2004, p. 62), existen numerosas propuestas que pretenden la restauración del medio ambiente; entre las que destaca la realizada por el papa Francisco en la encíclica Laudato Si’. Este es un documento bastante ambicioso y muy esperanzador, en el cual no solo se analizan los síntomas y las causas más profundas de la destrucción de la naturaleza, sino, sobre todo, plantea una propuesta de restauración con un criterio integral.
Francisco (2015) afirma que se requiere hacer uso del total de las riquezas culturales y que las diferentes áreas de las ciencias y formas de conocimiento no deben olvidarse, con el fin de buscar vías que brinden oportunidades de rescate del medio ambiente. Esta propuesta se hace porque, “
” (Francisco, 2015, p. 71). Es así como se hace necesario recurrir a las distintas riquezas culturales que permitan integrar los conocimientos científicos, filosóficos y teológicos para buscar caminos de restauración.Todo está íntimamente relacionado (…) sugiero que pensemos en las diversas cuestiones de una ecología integral, la cual incluya de forma clara las dimensiones humanas y sociales
Frente a estos planteamientos hechos por el papa Francisco se observan diferentes corrientes filosóficas que abren un abanico de sugerencias al respecto, porque en esencia desplazan a Dios para, en su lugar, colocar al ser humano como centro del saber y del quehacer social. Una de ellas la constituye el pensamiento de Karl Marx (1818-1883) plasmado en sus obras y el cual hace referencia, de forma constante, al vínculo establecido entre el hombre y la naturaleza, y donde, además, se reconoce que esta última sufre cambios por la intervención del hombre mediante el trabajo. En su obra Marx es capaz de reconocer como la naturaleza es transformada por el hombre y vertida al exterior (Marx, 1979). Con Marx aparece un humanismo marxista, o sea la visión que tiene el marxismo del hombre y de su actuación con el entorno; esto coincide con la posición antropológica que dicha filosofía defiende a propósito del hombre.
En contraposición a los postulados de Marx, se presenta el humanismo del Renacimiento cuyo inicio fue en el siglo XV y en el cual se abre una opción preferencial por el hombre enmarcado en la concepción religiosa de la naturaleza y de la historia. No obstante, a partir del siglo XVI, diferentes investigadores advierten que empieza a concretarse una separación entre el hombre y Dios; esto porque la exaltación del hombre y de las cosas humanas es ejecutada a costa de limitar y restringir la importancia y el espacio consagrado anteriormente a Dios (Jiménez, 2023; Paredes, 2022; Martínez, 2023).
El propósito del presente análisis es describir la naturaleza a la luz de dos teorías filosóficas orientadas al humanismo, una de las cuales versa sobre la significación ecológica del humanismo creacionista abierto a Dios y a la naturaleza y la otra desarrollada desde posiciones exclusivamente centrada en lo humano. Pero, ¿por qué analizar las concepciones antropológicas en este caso de Marx, en una investigación que aborda la convivencia pertinente con la naturaleza desde la encíclica Laudato Si’? ¿El tipo de concepción que se tiene del hombre influye en la relación con la naturaleza? ¿Qué posturas antropológicas y éticas son adversas a la convivencia pertinente con la naturaleza? Estas son preguntas que ayudan a pensar de manera holística sobre el problema ecológico; sobre todo, ayuda a comprender que el hombre no es el centro y amo de la tierra, por el contrario, es parte de la naturaleza.
En ese entender, el tipo de concepto que se tiene del hombre (antropología) como también la idea que se maneja de la ética y moral tiene una incidencia directa o indirecta en el convivir del hombre con los demás seres (Betancur, 2016; Valdivieso, 2020); así como señala Francisco (2015): al momento que la persona se centra en sí misma da una total prioridad a sus intereses y el resto de las cosas pasan a un plano relativo.
Cabe insistir que, el tipo de concepto que se tiene del hombre tiene una incidencia directa en el convivir con los demás seres, pero también, él mismo se ve afectado en su salud corporal y emocional por su comportamiento, hasta el extremo de llegar a un abismo desesperante, como se lee en la constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II (1965) “
” (p. 143).muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre sí mismo. Exaltándose a sí mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la desesperación
Una posible desviación en el antropocentrismo origina un estilo de vida errado (Francisco, 2015). Es decir, cuando no se ubica al hombre en el lugar que le corresponde termina contradiciendo su realidad. Francisco insiste en que es imposible exigirle al individuo que se comprometa con el mundo si ambos no son capaces de reconocerse y valorarse, es decir, conocer sus particulares capacidades de “conocimiento, voluntad, libertad y responsabilidad” (p. 62).
En función de lo señalado, la finalidad del presente análisis es describir ambas tesis planteadas, a saber, el pensamiento humanista antropocéntrico de Karl Marx y el planteamiento humanista teocéntrico de la encíclica Laudato Si’ para una ecología integral. La antropología marxista es abordada como esa antropología en la cual la sociedad humana y la naturaleza están relacionadas, particularmente en cómo las personas interactúan con el entorno natural que les rodea para satisfacer sus necesidades y producir bienes y servicios; en cambio, el humanismo teocéntrico plasmado en la encíclica Laudato Si’ se refiere a un humanismo cristiano o humanismo de la gracia (Maritain, 1966). Es así como, frente a la posición prometeica de un humanismo antropocéntrico en el que el hombre se concibe como centro de sí mismo, el cristianismo contempla al hombre por relación con su creador.
Ambas posturas conciben de manera muy particular a la naturaleza, permitiendo dilucidar la relación hombre-naturaleza para una adecuada convivencia. Así, las preguntas de investigación que guían esta revisión son las siguientes:
- ¿Cómo ha sido la evolución de la producción científica referida al estudio del medio ambiente en la encíclica Laudato Si’ y en el humanismo antropocéntrico de Marx en cuanto a cantidad de publicaciones, base de datos más utilizadas y período de tiempo?
- ¿Cómo describe el humanismo antropocéntrico de Marx la naturaleza y su relación con el hombre frente a la descripción que la antropología teocéntrica plasmada en la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco hace del cuidado de la tierra?
METODOLOGÍA
Se abordó una revisión sistemática (RS) para describir el pensamiento humanista antropocéntrico de Karl Marx y el pensamiento humanista teocéntrico de la encíclica Laudato Si’ respecto a la naturaleza. Una RS pretende identificar y registrar la información necesaria y relevante respecto al tema planteado, pues este tipo de estudio permite no solo la recopilación de un tema específico, sino de fenómenos que se hacen presentes en un determinado tiempo (Manterola et al., 2013; Sánchez-Meca, 2022).
La revisión realizada se apoyó en el método PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses) y en sus directrices para llevar a cabo la RS; fue considerada la declaración PRISMA 2020, de gran utilidad cuando se pretende planear y ejecutar una RS que persigue tomar o capturar la totalidad de la información recomendada. Además, está orientada a emplearse en el tipo de revisiones ya mencionadas, las cuales contienen síntesis o que no las incluyen (Page et al., 2021).
La búsqueda inicial arrojó un total de 250 documentos relacionados con el tema encontrados en las bases de datos de Scopus, Web of Science (WoS), SciELO y Latindex. La elección de estas bases de datos se debió, fundamentalmente, a que, en el caso de Scopus la cobertura de sus publicaciones en las ciencias sociales y las humanidades es superior. Scopus ofrece “CiteScore y Author Profile como índices de revistas científicas y de autores en abierto, por lo cual su consulta es directa y sin barreras; además, es la base de datos que contiene más títulos en las ciencias sociales y humanidades. Y finalmente, cuenta con una serie de criterios de selección “de revistas científicas que se aplican a todas las disciplinas” (Codina et al., 2020, pp. 259-260).
Respecto a WoS, esta base de datos es bastante útil para analizar instituciones, categorías y áreas de investigación; orientando su alcance al entorno empresarial y al igual que Scopus abarca la totalidad de las áreas del conocimiento (Aguiar-Cedeño et al., 2021). Por su parte, SciELO y Latindex cuentan con más de 1200 revistas de 17 países, con acceso abierto y en conjunto tienen más de 1.000.000 de artículos publicados; asimismo, estas bases de datos reúnen las ciencias sociales y humanas “sin distinción de ámbitos disciplinares” (Spinak, 2021; Rogel-Salazar et al., 2017, p. 174).
Para esta revisión sistemática fueron tomados en cuenta los siguientes criterios de inclusión: artículos cuya área temática estuviera orientada a la Filosofía y a la Religión, escritos en idioma español, portugués o inglés, publicados entre 2017 y 2023, en revistas de acceso abierto (open access) y que fueran estudios empíricos. Fueron excluidos los estudios referidos a: capítulos de libros, ponencias o papers resultado de congresos, no empíricos, fuera del lapso de tiempo anteriormente descrito y aquellos con dificultad para acceder a todo el documento.
El proceso de búsqueda fue realizado en las bases de datos: Scopus y WoS, SciELO y Latindex. Para la búsqueda de artículos en español, portugués e inglés se utilizaron los términos “Laudato Si”, “antropología de Marx”, “ética ambiental”, “ecología integral”, “teoría marxista”; estos fueron combinados con los operadores Booleanos AND y OR, para formar las cadenas de búsqueda que a continuación se mencionan: “Laudato Si” and “environmental ethics” and (Marxist theory or integral ecology or environmental ethics)”. Estableciéndose así la cadena de búsqueda: TITLE-ABS-KEY (“Laudato Si” AND environmental ethics AND (Marxist theory OR integral ecology OR environmental ethics).
Para conseguir un incremento en la eficacia del proceso fue utilizada la búsqueda avanzada brindada por Google Scholar y Crossref, favoreciendo un mejor filtrado de los términos presentados en todo el documento.
Posterior a un primer cribado en el cual se procedió a leer cada título, resumen y palabras clave de los documentos seleccionados, solamente a 100 de ellos se les consideró aptos para los fines del estudio. De los cuales fueron eliminados 12 por encontrase duplicados; seguidamente, se analizó el cuerpo de cada artículo, resultando 58 de ellos eliminados, especialmente porque no incluyen estudios empíricos relacionados con la ecología integral del Laudato Si’ y la antropología de Marx como elementos contrapuestos (n = 12). Además, porque acceder al documento entero fue un inconveniente (n = 26) y porque se encontraban fuera del tiempo establecido para la selección (n = 20).
Una vez obtenidos los resultados de la búsqueda, fue ejecutada una primera revisión en la cual se dio lectura a títulos, resúmenes y palabras clave, de esta forma se seleccionaron solo aquellos documentos útiles para realizar la revisión y excluir el resto. Posteriormente, se realizó una segunda revisión mediante la lectura completa de todos los estudios incluidos en la fase anterior para determinar los que finalmente son válidos y seleccionables. El resultado de todo este proceso fue de 30 artículos, estos incluían los criterios de inclusión señalados (Ver Figura 1).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis de los resultados comenzará dando respuesta a la primera pregunta de investigación, la cual tiene que ver con la evolución de la producción científica examinada. El proceso de depuración arrojó que el 63.33 % de los artículos pertenecían a temas referidos al Laudato Si’. Asimismo, fueron ubicados 46.66 % en inglés, 43.33 % en español y un 10 % en portugués (Figura 2); esto evidencia que tanto especialistas como las revistas realizan publicaciones en dichos lenguajes con el fin de generar una mayor y mejor visualización (Vera et al., 2019).
El porcentaje referido a las bases de datos utilizadas para publicar mostró que un 23.33 % pertenece a Latindex, 46.66 % a Scopus, 20 % a WoS y 10 % a SciELO (Figura 3). Asimismo, se evidenció que un 26.66 % de los documentos examinados fueron publicados durante 2019, un 23.33 % en 2022, un 13.33 % para los años 2017, 2018 y 2021, mientras que el 10 % restante corresponde a 2023 (Figura 4).
Casi la totalidad de los documentos revisados y vinculados a la revisión evidencian la importancia del tema ecológico en la actualidad. 26 artículos de los 30 consultados demostraron cuán significativo es el cuidado del medio ambiente y cómo el cambio climático genera problemas políticos, sociales y ambientales graves, los cuales representan un reto para la supervivencia de la humanidad.
Asimismo, los documentos examinados demostraron que los mecanismos implementados por el libre mercado a nivel mundial no favorecen que el medio ambiente sea sano y seguro, ya que solamente prestan atención al elemento económico de lucro (Bavaresco & Danner, 2022; Kwon, 2023; Maier & Monti, 2023; Van Tine, 2017; Martins, 2018; Calabrese et al., 2022; Suess, 2019; Bilbao, 2020; Amo, 2018; Márquez, 2020; Poggi, 2022; Przybyłowski, 2021; Hutter, 2019; Damour, 2021; Regan, 2019; Jaramillo & Solano, 2018; Meseguer & López, 2018; Ferrara, 2019; Chaves; 2023; Nche et al. 2022; Mahecha, 2019; Pikaza, 2020; Sols & De los Rios, 2021; De Moura & Agostini, 2019; Samour, 2021; Arboleda & Gutiérrez, 2017).
Los cuatro artículos restantes, y que fueron parte de los 30 documentos examinados, estuvieron orientados al estudio del medio ambiente, pero a la luz de los postulados y antropología de Karl Marx. Los aspectos más resaltantes en estos estudios van desde la explotación del proletariado hasta la centralidad del trabajo humano (Treacy, 2020; Melgar, 2017). En el caso de los estudios de Gasda (2019) y Weidel (2019) se plantean las preguntas referidas al posible antagonismo entre el catolicismo y el marxismo o si existen vínculos entre ellas. Luego son expuestas las dos diferencias fundamentales: el marxismo como teoría crítica de la economía política y la doctrina social de la Iglesia como teología moral.
Seguidamente se da respuesta a la segunda pregunta de investigación planteada en esta revisión referida al enfoque que ambas teorías ofrecen de la naturaleza, su relación con el hombre y al cuidado de la tierra.
VISIÓN DE KARL MARX
Entre los hallazgos que se desprenden de los 30 artículos examinados destacan los aportes de Gasda (2019), quien señala que Karl Marx constituye uno de los pensadores que ha impactado innegableente en el pensamiento occidental, incluso, su influencia ha llegado no solo al campo filosófico sino también al social, económico, político y cultural.
La obra de Marx construye o abarca diversos temas que han dado motivos para reflexionar, pues defiende una problemática y perspectivas de diferentes asuntos al crear un pensamiento crítico construido como una Antropología Materialista, la cual traza una lucha política a lo largo del tiempo (Henao, 2020). Sin embargo, ¿Karl Marx ha tenido algunas reflexiones sobre el cuidado del medio ambiente en su obra? La respuesta a esta interrogante es afirmativa y negativa de acuerdo a los diferentes autores que se han dedicado a estudiar este aspecto en su obra. Afirmativa, porque algunos pensadores sostienen y defienden a un Marx ecologista (Foster, 2000; Fernández & Kohan, 2017; Treacy, 2020). En cambio, otros niegan la existencia de la defensa de la naturaleza en su obra o si es que la hay, solo resaltan la actitud prometeica de Marx sobre la naturaleza (Martínez, 2008; Burkett, 1999; O’Neill, 1994).
En este punto es necesario señalar que, la situación ambiental fue divisada en la economía política clásica a partir de una perspectiva, desde la cual los recursos naturales eran utilizados de forma discrecional y del papel que juegan en la reproducción social. Es así como, “la propiedad de la tierra y el acceso privado a fuentes de recursos naturales fueron considerados, mayormente, desde la perspectiva de la generación del excedente social y de la apropiación de este” (Treacy, 2020, p. 5).
Históricamente, tanto los postulados ortodoxos como los heterodoxos relegaron la problemática relacionada “
” (Treacy, 2020, p. 5). Destaca en este punto, el paradigma neoclásico, sostenido sobre la naturalización del orden de todo aquello que existe en el sistema capitalista, centrado en conseguir y maximizar las ganancias, no importando si los recursos usados son o no renovables (Fernández & Kohan, 2017).con la sustentabilidad ambiental a las necesidades del proceso de acumulación y de la maximización de la rentabilidad privada. Así, la naturaleza es vista como otro recurso perteneciente a la cadena de producción
En El CapitalMarx (1973) ve la naturaleza como una condición de vida del hombre y como un objeto que debe ser transformado. De este señalamiento se desprende que hombre y naturaleza se encuentran relacionados y en cuya relación el cuerpo de la naturaleza es visto como un bien, como algo positivo y afirmante; sin embargo, señala:
. (p. 753)La gran propiedad de la tierra mina la fuerza de trabajo en la última región a que va a refugiarse su energía natural y donde se acumula como fondo de reserva para la renovación de la energía vital de las naciones: en la tierra misma. La gran industria y la gran agricultura explotada industrialmente actúan de un modo conjunto y crean una unidad (…) pues el sistema industrial acaba robando también las energías de los trabajadores del campo, a la par que la industria y el comercio suministran a la agricultura los medios para el agotamiento de la tierra
De igual manera, en El Capital Marx plantea que es necesario transformar la naturaleza con el fin de alcanzar los fines establecidos por el ser humano y sirve como mediación para conseguir dichos objetivos, ya que se concibe como la base y medio de trabajo. Además, señala que “
” (Marx, 1987, p. 216). Es decir, la naturaleza no solamente representa el objeto y los medios del trabajo del hombre, también es el lugar de existencia y campo de acción, en el cual este existe en sí y para sí mismo. Por este motivo, Marx la considera “la condición eterna de la vida humana” (1984, pp. 218-223).Lo humano se revela en el comportamiento del hombre ante la naturaleza.
Foster (2000) agrega que la actual crítica ecologista muestra cómo el comercio desigual involucra uso y consumo desmedido de recursos naturales por parte de los países ricos. Además, señala que:
…
. (p. 253).para Marx la fractura metabólica relacionada en el nivel social con la división antagónica entre ciudad y campo se ponía también de manifiesto a un nivel más global: las colonias asistían impotentes al robo de sus tierras, sus recursos y su suelo al servicio de la industrialización de los países colonizadores
Marx ve la naturaleza no solo como esa totalidad de lo que existe, sino como un momento de la praxis humana o producto social; por lo que no constituye un principio ontológico, “un fundamento originario del ser: lo universal de la naturaleza, su independencia respecto de los modos en que los hombres se apropian de ella, no existe independientemente de sus determinaciones concretas, sino que sólo existe en lo particular” (De Yturbe, 1977, p. 270).
VISIÓN DE LA ENCÍCLICA LAUDATO SI’
El papa Francisco, en cuanto a su visión antropológica, sigue fielmente las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, contenidas en el Catecismo de la Iglesia Católica (CEC, 2012), en los Concilios ecuménicos en especial el Vaticano II y otros documentos eclesiales. Estos, a su vez, tienen como fuente la Tradición y la Sagrada Escritura. Entonces, la postura antropológica de la Iglesia es la del papa; por este motivo, es preciso abordar la visión antropológica de estos documentos (Kwon, 2023; van Tine, 2017; Poggi, 2022).
El CEC concibe al hombre así: “
” (Gn. 1:27). Ya que este fue creado a imagen del Creador, presenta la dignidad como una cualidad del hombre, pues no es solo algo, sino que es alguien que tiene las capacidades de conocerse, de tener libertar, de poder comunicarse con las demás personas, a relacionarse con Dios, a brindarle una respuesta de amor y fe, y que no existe alguien más que pueda tomar su lugar.Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó
Asimismo, se defiende el hecho de que el alma forma parte del ser humano y el cuerpo es tan complejo que se considera que el alma es la forma del cuerpo. El alma de una persona une al cuerpo, haciendo que la persona sea completa. El hombre, la materia y el espíritu no son propiedades unificadas, sino que se combinan para formar una cualidad unificada.
El Concilio Vaticano II (CVII, 2006) afirmó las enseñanzas del CEC al señalar que el hombre fue creado “a imagen de Dios” y como tal debe amar a su creador. De allí que el alma y cuerpo sean uno, esto por su estado físico, es decir, la concreción del universo físico. En consecuencia, el hombre no puede rechazar su propia vida física. Entonces, las enseñanzas de estos documentos son cruciales para Francisco (2015) porque de los mismos emana su postura antropológica y ética; esto lo lleva a afirmar en la encíclica Laudato Si’: Dios puede decir a toda la humanidad: “te conocí antes de que nacieras en el vientre de tu madre” (Jer. 1:5).
Con todo este presupuesto, se puede observar que ni la visión racionalista, materialista ni la nihilista son compartidas por Francisco. La de él se refiere al hombre creado y redimido en Cristo (Tonello, 2022). La postura del papa frente a estas antropologías que pregonan “el hombre no humano” (Guardini, 1996, p. 95), no es neutral o complaciente, sino bastante severa, especialmente cuando tiene que ver con “la tiranía del consumo y a la esclavitud del mercado” (Tonello, 2017, p. 79).
Frente a esta postura del hombre prometeico de Marx, Francisco (2015) lanza una crítica, afirmando que durante mucho tiempo fue transmitida una ilusión prometeica de controlar el mundo, la cual dio la impresión de que cuidar la naturaleza era algo de débiles. De esta manera, no se queda en la crítica, sino que proporciona un nuevo modo de ver esa vinculación con la naturaleza, sobre todo, el cómo la interpreta el “señor del universo”. Para ello, acude a la metáfora bíblica del administrador responsable, quien tiene potestad y responsabilidades, y que rendirá cuentas; es decir, entender correctamente que el ser humano es visto como señor del universo radica en valorarlo como administrador responsable (Nche et al., 2022; Przybyłowski, 2021; Suess, 2019; Weidel, 2019).
Finalmente, el papa Francisco plantea que son necesarias políticas que tengan visión de futuro, capaces de brindar a los países un enfoque diferente, integral e interdisciplinario que permitan enfrentar cada aspecto de la crisis. Los Estados deben estar dispuestos a tomar medidas concretas dirigidas “a un orden político y socioeconómico internacional más sostenible” (Francisco, 2015, p. 211). En otras palabras, lo que sugiere el papa es conseguir una “democracia sostenible” en la cual se fomente una “ciudadanía ecológica” transnacional para cambiar la vida material cotidiana y con el propósito de disminuir el modelo de consumismo imperante a nivel mundial.
LA NATURALEZA EN LA ANTROPOLOGÍA DE MARX Y EN EL LAUDATO SI´: ACUERDOS O DESACUERDOS
Ahora bien, así como el papa francisco tiene una visión del mundo bastante definida por su formación religiosa, Marx como filósofo, economista y sociólogo también la tiene. En la introducción de Manuscritos económicos y filosóficos, Marx (1980) se distancia del elemento religioso al afirmar que “el humanismo marxista es naturalista, y por ello, ateo” (p. 30). Marx plantea que el hombre surge de la naturaleza, por tanto, producto de materia o cuerpo y niega cualquier intervención de Dios sobre ella. El hombre es visto, por Marx, como producto de la naturaleza, es decir, una casualidad, producto del azar, mientras que para Francisco es producto de una causalidad, creado por Dios y resultado del pensamiento de este. El hombre no solo es cuerpo, como enseña Marx, sino “es cuerpo y alma” (Francisco, 2015, p. 152).
Asimismo, el hombre con espíritu indomable de Marx busca someter la naturaleza para su autorrealización. Este es un hombre prometeico que no ve la naturaleza como un hogar sino como un medio para su satisfacción individual y comunitaria. Para el hombre prometeico de Marx no existen límites morales que lo detengan para destruir el medio ni para manipular lo natural (Poggi, 2022).
El análisis realizado permitió describir ambas posturas antropológicas y ecológicas; evidenciándose aspectos antropológicos que, aparentemente, se contraponen respecto al cuidado de la tierra, o como dice Francisco “de nuestra casa común”; entre los cuales destacan: la concepción reduccionista del hombre, el ser humano como soberano de la naturaleza, la abolición de la propiedad privada y el antropocentrismo desviado. En función de ello, es posible señalar que, y desde la óptica de Francisco, estos no permiten una relación adecuada o pertinente con la naturaleza a pesar de los intentos de interpretar a Marx como hombre verde o ecológicamente favorable (Maier & Monti, 2023; Martins, 2018).
Para Vélez (1982) Marx relaciona al hombre con la naturaleza, pero deja claro que:
…
. (p. 37)el hombre no es un trozo más de la naturaleza; no es algo dado de una vez; su ser no es dado por otro superior, sino que él mismo se generó mediante el trabajo, el cual lo define en cuanto hombre: el hombre es el resultado de su propio trabajo (…) El hombre con su trabajo se enfrenta con la naturaleza para dominarla y disfrutar de ella
Es decir, dentro de la relación del hombre con la naturaleza, Marx pregona un hombre productivista, al estilo del mito de Prometeo (Foladori, 1996). Mientras que el humanismo cristiano en palabras de Madrigal (2020) y aludiendo a las palabras de Francisco, plantea que:
…
. (p. 510)no somos Dios y la tierra es un don que nos precede y nos ha sido dado, y propone una exégesis de los textos bíblicos explicando cómo el lema “labrar y cuidar el jardín del mundo” implica en realidad una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza
Finalmente, destaca un punto de encuentro entre ambas teorías, descrito de manera magistral por De Sousa (2020) cuando asevera que:
. (p. 85)Superaremos la cuarentena del capitalismo cuando seamos capaces de imaginar el planeta como nuestro hogar común y a la naturaleza como nuestra madre original a quien le debemos amor y respeto. No nos pertenece. Le pertenecemos a ella. Cuando superemos esa cuarentena, seremos más libres ante las cuarentenas provocadas por las pandemias
CONCLUSIONES
La ecología es un tema que se encuentra en el ámbito teológico, de allí que el papa Francisco insiste en la existencia de un cambio que es necesario asumir; pues el problema ecológico destaca entre múltiples problemas a nivel mundial. En la encíclica es tomada la tierra como un ser oprimido y devastado por el ser humano, de allí que Francisco la cataloga como parte de “los más pobres, abandonados y maltratados” (p. 3). Este planteamiento es observado en gran parte de los documentos examinados; ya que, los hallazgos de esta revisión muestran las recomendaciones que hace el papa Francisco en torno a la urgencia de adoptar una ecología integral para cuidar esta casa común.
Se observó el enfoque integral que presenta la encíclica, pues relaciona la problemática ecológica con las esferas económicas y sociales. Debido a esta relación, la encíclica plantea más que un abordaje doxológico del problema, un entendimiento mucho más holístico del mundo y donde se entienda que la problemática ambiental tiene que ver con un elemento epistémico, político, económico y cultural.
Asimismo, el análisis realizado muestra el pensamiento de Marx sobre la imposibilidad de que el capitalismo y la protección ambiental puedan estar relacionados; debido a la lucha entre agricultores y grandes transnacionales, los defensores del ambiente y la destrucción provocada por empresas, entre otros. Marx plantea posibles soluciones a los problemas sociales, como el restablecimiento del vínculo entre sociedad y naturaleza.
Finalmente, se buscó tomar el conocimiento producido al reflexionar respecto a las posturas analizadas, para desplegarlo en un proceso de aprendizaje social donde sea valorado el hombre y su relación con el ambiente. Para ello es necesario la construcción de espacios donde sea posible el encuentro, la co-construcción de conocimientos y la imaginación política, que permitan crear una Ecología de Estado.
En función de todo lo señalado, este análisis permite divisar horizontes donde se observan brechas de tipo social, político y ambiental, para el reencuentro de diversas teorías que, aunque en su esencia son contradictorias puedan llegar a un punto medio donde prevalezca el bienestar social. No se debe olvidar que “El hilo se corta por lo más débil” o “The poor end up paying the price” (Francisco, 2015, p. 170).