Introducción
La mejora de la productividad y competitividad depende de la introducción de innovaciones en las empresas, de la flexibilidad y organización del sistema productivo, y de la existencia de instituciones que favorecen el funcionamiento de los mercados. La formación de redes de empresas, la introducción de formas más flexibles de organización de las grandes sociedades y la externalización de los sistemas de producción han permitido mejorar la productividad y competitividad de las ciudades y regiones urbanas innovadoras.
El concepto de emprendimiento ha sido discutido desde varias perspectivas de la economía y en especial durante este siglo que ha resurgido para dar un valor a los nuevos proyectos que buscan dinamizar las pequeñas industrias y posicionarse en el mercado mundial. Una de estas perspectivas es la de Rodríguez (2009), quien hace un análisis sobre la evolución del emprendimiento y sus efectos a nivel empresarial. El emprendimiento es comprendido como un fenómeno práctico, sencillo y complejo, que los empresarios experimentan directamente en sus actividades y funciones; como un acto de superación y mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad (Rodríguez, 2009).
Según esta concepción, el emprendedor se basa en incertidumbres, pudiendo cambiar su toma de decisiones de acuerdo al contexto y de las condiciones organizacionales. Por tal motivo, se debe entender al emprendimiento desde parámetros de crecimiento en relación directa con las personas, los recursos y el mercado. Las tres claves de todo emprendimiento en los negocios, podría resumirse en estos aspectos: idea, capital y emprendedor.
Desde esta perspectiva, debe mantenerse una armonía o cierto equilibrio entre el emprendedor, como base de toda actividad emprendedora y los dos componentes restantes. Todo emprendimiento es exitoso o eficaz siempre y cuando existan estos tres elementos, caso contrario, si el emprendimiento es fallido, se produce por el desequilibrio entre alguno de los elementos mencionados, pero, sobre todo, la base de todo este proceso es sin duda alguna el emprendedor, éste se concibe como la persona líder en llevar un proceso de crecimiento de un nuevo proyecto que permita fortalecer la capacidad productiva y también humana.
De acuerdo con lo anterior se pretende realizar un análisis del emprendimiento en Ecuador, que se encuentra mayormente orientado hacia actividades de comercio y a productos y servicios vendidos en el mercado doméstico. Se lleva a cabo para aprovechar una oportunidad de negocio que permita obtener mayores ingresos, independencia económica y la satisfacción de necesidades. En este sentido, también hay que considerar que las nuevas tecnologías se han convertido en un catalizador fundamental del crecimiento económico a través de la mejora de la productividad y de la competitividad, mientras que, al mismo tiempo, favorecen la calidad de vida de los individuos.
Por este motivo la sociedad en su conjunto, tanto instituciones públicas como entes privados, han de comprometerse con el proceso de modernización de la economía y apoyar la expansión de las tecnologías de la información y la comunicación, así como la capacitación del personal.
Metodología
Esta investigación pretende determinar si existe un impacto del emprendimiento y la innovación en el desarrollo del país y los efectos que genera en el marco del cambio de la matriz productiva.
En el presente estudio, el tipo de investigación utilizado será el análisis desde el método inductivo - deductivo hasta la interpretación de los datos estadísticos obtenidos sobre el emprendimiento y la innovación. El análisis interpretativo deriva también de un estudio cuantitativo y cualitativo de elementos que se relacionen con estos conceptos a escala nacional y que determinen una importante incidencia en la economía nacional.
Este trabajo académico se desarrolló gracias a dos principales técnicas de investigación:
Análisis de tipo documental: El estudio se basa en la recopilación de información adecuada dentro del ámbito científico. A partir de ello, los mismos serán sistematizados para tener como finalidad el análisis del emprendimiento en el país durante el período de estudio.
Análisis de información estadística: Una vez sistematizada la información estadística, se procede con el análisis interpretativo para determinar los indicadores más importantes que permitan evaluar el impacto del emprendimiento y la innovación en la economía ecuatoriana.
Resultados
En este apartado se sistematiza el trabajo empírico realizado mediante encuestas a 120 estudiantes de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad Técnica de Manabí con sede en Portoviejo para lograr el objetivo planteado plasmado en los apartados precedentes.
Factores que impulsan la creación de empresas y motivan el emprendimiento
Los estudiantes consultados señalaron en un 65% que la motivación es el factor principal que impulsa la creación de empresas y motiva el emprendimiento; el 18% de consultados señalaron que son los recursos del emprendedor, mientras que el 17% indicó que incide poderosamente el ambiente o entorno.
El aumento de la productividad depende de cómo se combinan el trabajo y los demás factores productivos, en función de los bienes de equipo, la maquinaria y los métodos de producción. A este proceso los sociólogos le suelen denominar modo de desarrollo. Se trata, en última instancia de la aplicación del conocimiento tecnológico que realizan los trabajadores para generar el producto final, utilizando las materias primas y los bienes de equipo existentes y disponibles.
Es de resaltar que los aspectos consultados fueron extraídos de los teóricos consultados. Al respecto, un estudio de Marulanda, Montoya y Vélez (2013) menciona que el proceso de creación de empresa es el resultado de tres factores: las aspiraciones o motivaciones del creador, las competencias y recursos del fundador y el ambiente o entorno para la creación, que se refiere especialmente a las oportunidades que ofrece el mercado y a los incentivos que brinda el marco legal.
Características o factores endógenos
En esta pregunta los resultados evidencian respuestas divididas. Para un 30% de encuestados el aspecto que impulsa el emprendimiento o creación de una empresa es la audacia y pasión del emprendedor, para un 13% es la creatividad e intuición. Un 20% expresó que es el liderazgo e innovación; mientras que un 25% señaló que es la competitividad. Un 4%, en cambio, manifestó que es la persuasión. Finalmente, un 8% expresó que es la eficacia y la capacidad de gestión.
En este sentido debe quedar claro que el emprendimiento es un proceso que implica la identificación y el aprovechamiento de oportunidades para llevar adelante un proyecto empresarial en un contexto de cierto grado de incertidumbre. La creación de una empresa ocurre en un contexto socioeconómico y cultural donde son relevantes la identificación de las oportunidades y la viabilidad de un proyecto empresarial frente a la consideración de los riesgos potenciales. Los factores expresados en la tabla anterior se fundamentan en un estudio de Aguilar (2017), que señala que los factores endógenos que estos autores han identificado son: audacia, pasión, creatividad, liderazgo, innovación, competitividad, intuición, persuasión, eficacia y capacidad de gestión. También puede incluirse en estos factores la visión que el potencial emprendedor tiene de sí mismo.
Factores personales que influyen en el impulso del emprendimiento
En esta pregunta los estudiantes, igual que la anterior, tuvieron respuestas divididas. Un 10% de consultados señalaron que el factor más relevante que influye en el emprendedor es su edad, un 8% manifestó que es el género, mientras que un 25% indicó que es su formación académica. Finalmente, un 57%, la mayoría de encuestados, sostuvo que es la experiencia previa. Estos criterios, en los que se basa el instrumento para la elaboración del trabajo empírico, han sido retomados de una investigación de Aguilar (2017). En este sentido, el emprendimiento es un elemento clave del crecimiento económico. Pese a que los mecanismos exactos, la intensidad, la temporalidad y la direccionalidad de esta relación aún son desconocidas, es claro que la creación de empresas y la continuidad de estas en el tiempo aumenta la competencia, la generación de mejores empleos, la innovación y la diversificación productiva.
Formación académica
Esta interrogante es particularmente un tema de debate en muchos contextos. En esta pregunta, un 37% de los consultados considera que la formación académica universitaria sí es esencial para la formación del futuro emprendedor, mientras que un 63%, es decir, la gran mayoría, señalan lo contrario.
En este contexto, para muchos jóvenes universitarios lo más importante es la experiencia y otros aspectos. Por ello hay que considerar que emprender es un concepto que tiene valor en las sociedades y mucho más en el mundo laboral, empresarial y profesional. El emprendimiento contribuye como una forma o un intento de crecimiento económico, también ligado al desarrollo regional mediante la creación de nuevas microempresas. Adicionalmente, la idea de emprender refleja la existencia de oportunidades que proporcionen beneficios, los cuales solo se pueden conseguir si es que se reconocen dichas oportunidades y se determina el valor que éstas tienen para la empresa.
Discusión
Emprendimiento y economía social
La promoción del emprendimiento es un tema de creciente importancia dentro de las economías mundiales, particularmente las latinoamericanas, que en los últimos años han implementado, en mayor o menor grado, diversas reformas para atraer inversionistas y motivar emprendedores en sectores estratégicos de sus economías con la finalidad de reducir el desempleo, dinamizar la estructura productiva e incrementar el nivel de producción. Los emprendimientos sociales son también una forma importante de emprendimiento que ha repuntado en la región para satisfacer necesidades sociales que el Estado no ha podido atender. En Ecuador se está experimentando una transformación progresiva que considera la inclusión y respaldo a emprendedores por necesidad y a emprendedores innovadores que aprovechan las oportunidades de mercado.
Según Morales, et al. (2015), los emprendedores son agentes que promueven la actividad económica y favorecen ambientes de competencia por medio de la creación de empresas o negocios. Muchas de estas iniciativas emergen en condiciones marginales, y le corresponde al emprendedor hacer uso de sus competencias, redes y actitudes para hacerlas progresar y posicionarlas dentro del mercado de trabajo competitivo. El emprendedor de éxito y el emprendedor sin éxito son también diferenciados a partir de características individuales y estructurales. Sin embargo, determinar rasgos de diferente índole es muy cuestionable y al parecer no hay nada definitivo para definir con exactitud las características específicas del emprendedor.
Para esto, es necesario, según Fiallos (2018), tener información necesaria que permita identificar y discriminar oportunidades para la creación de nuevos servicios. Por ello, Ruiz, Sanz y Fuentes (2015) sostienen que hay que desarrollar el conocimiento para adquirir habilidades para reconocer las oportunidades que se presentan en momentos determinados para desarrollar su negocio o su vida. Por lo tanto, lo primordial del emprendimiento es poder, a través del deseo, perseguir oportunidades sin importar los recursos que en ese momento existan para la consecución de metas impuestas.
Desde la concepción de Rodríguez (2009), el emprendimiento debe cambiar hacia modelos interdisciplinarios o multivariados que perciban la complejidad de la persona, la empresa y el entorno. Para ello hay que analizar, entre otros aspectos, su origen etimológico de la siguiente manera: La palabra emprendimiento viene del francés “entrepreneur”, que significa pionero; se refiere a la capacidad de una persona de realizar un esfuerzo adicional para alcanzar una meta; es también utilizada para la persona que inicia una nueva empresa o proyecto.
En este sentido, Zamora (2017) afirma que la idea de emprender refleja la existencia de oportunidades que proporcionen beneficios, los cuales solo se pueden conseguir si es que se reconocen dichas oportunidades y se determina el valor que éstas tienen para la empresa. Para esto, es necesario tener información necesaria que permita identificar y discriminar oportunidades para la creación de nuevos servicios. Hay que desarrollar el conocimiento para adquirir habilidades para reconocer las oportunidades que se presentan en momentos determinados para desarrollar su negocio o su vida.
Para Buil y Rocafort (2016), existe una gran diversidad de emprendedores, muchas nuevas empresas, múltiples formas que los emprendedores tienen para alcanzar nuevas iniciativas. El estudio del emprendimiento aporta con las múltiples maneras que tienen los sujetos, en sus diferentes contextos para comenzar diferentes tipos de negocios. Por ese motivo, la variedad de individuos y sus comportamientos hacen que no exista solo una clase de emprendedores lo que hace más difícil que exista un tipo único de estos individuos.
De acuerdo con lo anterior, Larrea (2016) distingue dos tipos de emprendimientos, los cuales difieren por su origen o por el objetivo que se busca alcanzar.
La primera recae en la tarea de emprender por oportunidad y la segunda por necesidad. El emprendimiento por oportunidad refleja la naturaleza voluntaria del emprendedor, mientras que el emprendimiento por necesidad refleja la percepción del individuo de que esta acción es la mejor opción disponible para el empleo. Hay que tener en cuenta que el emprendimiento por oportunidad se diferencia del emprendimiento por necesidad en dos rasgos: el sector industrial y las aspiraciones de crecimiento. Hay varias diferencias entre este tipo de emprendimientos, la innovación, la competitividad y las oportunidades entre la necesidad de proporcionar ingresos para la subsistencia (p. 14).
Para Morales y Pineda (2015) En el proceso de creación y mantenimiento de una empresa, la figura de los emprendedores adquiere una elevada importancia, por cuanto ellos son los que asumen el riesgo que implica emprender y quienes deben enfrentar la complejidad de los mercados para sobrevivir. Cuando los emprendedores deciden crear una pequeña empresa deben asumir diversas funciones dentro de la organización, las cuales van desde la operación de maquinaria, pasando por la promoción y venta del producto, la gestión con proveedores hasta las funciones directivas. Lo anterior implica, según Ramoglou y Tsang (2016), que la forma de gestionar un emprendimiento también se encuentra mediada por las características propias del fundador, muchas de las cuales son inherentes a sus valores y creencias, es decir, la cultura que ha sido adquirida al estar inserto en un sistema social particular.
El problema de los nuevos emprendimientos es que tienen muchas dificultades y barreras que superar para sobrevivir. Según Ruiz, Cabello y Medina (2014), la naturaleza heterogénea del emprendimiento hace ineficaz el diseño de una única receta desde las políticas públicas que tratan de promoverlo.
De igual forma, el emprendimiento ha ganado terreno dentro de la sociedad ecuatoriana, lo que significa que las personas aprovechan mejor y de manera más eficiente las oportunidades que se dan en el entorno económico del Ecuador. A criterio de Rodríguez y Gómez (2014), las percepciones de las personas al momento de emprender son un indicador que se debe destacar ya que permite conocer el perfil del emprendedor desde otro punto de vista. En este caso, se constata que hay un incremento de los emprendedores que generan una oportunidad percibida, es decir, que perciben una buena idea para generar una nueva perspectiva de negocio en su entorno.
Conclusiones
El emprendimiento y la innovación han contribuido de forma bastante leve pero positiva a la economía, cambiando los esquemas productivos tradicionales para generar nuevos procesos y adaptarse así a una demanda cada vez más exigente en términos de cantidad y calidad. Esto evidencia el desarrollo de los principales sectores productivos.
Entonces, se puede decir que el emprendimiento y la innovación no solo es el elemento desencadenante para la producción de nuevos bienes y servicios para satisfacer la demanda interna en un principio, sino también para desarrollar otros sectores productivos con miras de llegar al mercado internacional una vez que se alcancen los niveles máximos de productividad y competitividad. A lo largo de este trabajo académico se han podido determinar los factores que impulsan el emprendimiento y las características de quienes se deciden a impulsar este tipo de acciones.
En este sentido, el emprendimiento con énfasis en lo social hace referencia justamente a los nuevos modelos de negocio que se sirven de la innovación para apaciguar los estragos de la pobreza, aminorar el cambio climático y hacer, en general, que la economía prospere al tiempo que mejora el entorno. Sin embargo, la realidad del fomento del emprendimiento y de la innovación todavía tiene grandes brechas de diferencia entre los sectores productivos.