Introducción
La alfabetización informacional tiene un espacio cada vez más preponderante en el desarrollo del pensamiento crítico. Que un estudiante posea las herramientas necesarias para buscar los datos que requiere es uno de los propósitos de esta disciplina, pero a ello se suma el hecho de que fomente un criterio propio que sea capaz de serle útil no solo para aprobar una materia determinada, sino en toda su vida académica y personal
La alfabetización informacional se considera en este trabajo como un eje transversal que contribuye a dinamizar el currículo debido a que su empleo frecuente dota a los estudiantes de las competencias requeridas para buscar información en menor tiempo y acceder a sitios o páginas especializadas cuyo contenido académico es más riguroso. Por ende, el producto final, ya sean consultas o informes que preparan los alumnos en cualquier materia, sea más que un simple copiar y pegar, sino que fomente su pensamiento crítico y les sea útil en todos los aspectos.
En la actualidad es imperioso implementar una serie de estrategias que contribuyan a que los estudiantes valoren la información que obtienen, la analicen y contextualicen en el marco de sus trabajos. Esas son, precisamente, competencias que la alfabetización informacional le brinda. Desarrollar habilidades informacionales en el uso y acceso de datos requiere que los estudiantes cuenten con los recursos necesarios, pero también que tengan la predisposición necesaria para cambiar esquemas mecánicos de búsqueda que no contribuyen en nada en la generación del nuevo conocimiento.
En este sentido, el estudio que se presenta a continuación, basado en un enfoque cualicuantitativo pretende constituir y ser un aporte para que la alfabetización informacional sea considerada un eje transversal útil en el acceso y manejo de datos que los alumnos encuentran en la web. Se deja claro, además, que no basta con el solo acceso a la red, sino que tengan la capacidad de discernimiento de los recursos tecnológicos que se encuentran disponibles. Con ello no solo tendrán un mejor contenido, sino que serán más críticos y reflexivos en la elaboración de tareas encomendadas por sus profesores en las diversas disciplinas que cursan.
Metodología
El abordaje metodológico de este estudio tiene un marco investigativo cualicuantitativo en tanto y en cuanto emplea interpreta el objeto de estudio abordado. Al mismo tiempo se interpretan los resultados obtenidos y se describen las principales conclusiones. La investigación se realizó con estudiantes de educación básica media en la escuela Nueva Paquisha del cantón Rocafuerte, provincia de Manabí, Ecuador; para la recolección de información se empleó la técnica de la encuesta, para su sistematización se utilizó el método estadístico; los resultados fueron analizados y contrastados a la luz de las categorías que fundamentan científicamente el trabajo investigativo.
Resultados
En este apartado se presentan los resultados obtenidos luego de la sistematización de datos de la encuesta aplicada a los estudiantes de la mencionada escuela.
Sobre la definición y el empleo de la alfabetización informacional
Acerca de la pregunta: ¿Emplea usted técnicas relacionadas con la alfabetización informacional en la búsqueda de datos o consultas académicas? Los estudiantes consultados en un 65% contestaron siempre, 22% casi siempre, 2% a veces y 1% nunca. Los datos indican una utilización de técnicas para búsqueda de información. Gráfico No 1.
Sobre las fuentes de información a las que suele acudir
Acerca de la pregunta: ¿A qué fuente de información acude usted para buscar información en internet?
Los estudiantes consultados en un 49%, acuden a la búsqueda en Google; mientras que un 15%, manifestaron que acuden a los diccionarios o enciclopedias digitales; el 31%, indicaron que prefieren los libros y las revistas electrónicas; un 5%, acuden a páginas como Wikipedia o sitios no especializados. Los resultados son un indicador evidente del empleo de la alfabetización informacional de los estudiantes encuestados y de sus niveles de preferencia al momento de realizar la búsqueda de datos para algún asunto académico. Gráfico No 2
Las habilidades informacionales
Con respecto a la pregunta ¿Qué habilidades informacionales cree usted que le brinda la aplicación de las técnicas de la alfabetización informacional?
Los estudiantes indicaron en un 23%, que la principal competencia informacional que brinda la alfabetización es la optimización de la búsqueda de datos en menor tiempo; un 12%, señaló como habilidad la de definir mejor los términos o conceptos que se buscan; un 11%, respondió evaluación de datos y la información obtenida, un 54%, manifestó que la competencia adquirida tiene relación con el mejor empleo de la información recopilada en las consultas o tareas asignadas por el profesor. Se infiere la existencia de habilidades informacionales en los estudiantes para la búsqueda de información en internet. Gráfico No 3
Sobre el aporte de la alfabetización informacional al pensamiento crítico
Acerca de la pregunta ¿Qué beneficios tiene para usted como estudiante la alfabetización informacional y que contribuye al desarrollo del pensamiento crítico?
Un 65% de encuestados considera que le permite un mayor nivel de reflexión, un 23% opina que tiene la oportunidad de comparar diversos temas; un 9%, dice que aumenta su curiosidad para descubrir, el 3% es del criterio que le ayuda a profundizar temas para aportar en las clases. De los resultados se colige un conocimiento y valoración de la alfabetización informacional para potenciar la criticidad en la expresión de ideas por parte de los estudiantes.
Gráfico No 4
Discusión
Alfabetización informacional y el pensamiento crítico
La alfabetización informacional tiene relación con la capacidad que tiene una persona para saber cuándo y por qué necesita información, dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética. Aparte de dinamizar el currículo, su utilización también desarrolla el pensamiento crítico de los estudiantes a través de una serie de habilidades y recursos. En este apartado se determinará el enfoque teórico que la alfabetización informacional tiene en el marco de diversos estudios que se han considerado en esta investigación.
Para Martín (2017), los procesos de alfabetización informacional requieren un nivel de desarrollo argumentativo que ayude a estudiantes y docentes a optimizar recursos en menor tiempo. De esta forma existe un acercamiento a nuevos procesos de construcción del conocimiento en el que impera el pensamiento crítico para la elección de las fuentes de información a las que acuden regularmente los alumnos.
En cambio, González (2015) manifiesta que la alfabetización informacional es relevante como un eje transversal en las instituciones educativas en la medida en que contribuye a fomentar un proceso dinámico por medio del cual se logra el mejoramiento de las facultades intelectuales, y el desarrollo de los medios y las formas de comunicación para la generación de conocimiento, comprensión, apropiación y socialización de información cuya finalidad es incrementar el bagaje de conocimientos y experiencias. Con ello se logra, además, que los seres humanos desde las instituciones educativas obtengan una cultura informacional que les sea útil para “desarrollar un estilo propio de interacción con el mundo de la información y está comprometido con el cambio de su entorno” (p. 77).
Según Ponce (2015), la alfabetización informacional genera el pensamiento crítico cuando los profesores encargados del proceso educativo se preocupan por propiciar un aprendizaje activo a partir de la elaboración de estrategias que dinamicen de diversas formas la retroalimentación de los contenidos obtenidos en clases con el propósito de estimular la discusión y trabajar en pequeños grupos. Con ello se garantiza que los estudiantes sean reflexivos con los materiales obtenidos en sus procesos de búsqueda de datos en la web.
Para Planelles (2014), las competencias que la alfabetización informacional brinda a los estudiantes son variadas y muy útiles. Asegura que el crecimiento de un alumno en una competencia determinada es un proceso continuo debido a las exigencias requeridas por el contexto, que cambia demandando nuevas respuestas. “Y la forma que adopte la competencia en el alumno estará condicionada por las propias situaciones de estudio o trabajo a las que se enfrente, con los requisitos y las limitaciones asociados a un entorno académico” (p. 94). Define como algunas de esas competencias o habilidades informacionales a las siguientes: la optimización de la búsqueda de datos en menor tiempo, la de definir mejor los términos o conceptos que se buscan, la evaluación de datos y la información obtenida y el mejor empleo de la información recopilada en las consultas o tareas asignadas por el profesor. Estas competencias son las que han sido consideradas en el estudio empírico elaborado en el apartado anterior de esta investigación.
Desde la perspectiva de López (2019), otras habilidades informativas tienen relación con la lectura reflexiva de los datos y el saber utilizar los servicios bibliotecarios de modo eficaz. Este proceso de lectura, sostiene este autor, es necesario para despertar en el estudiante el espíritu crítico, obtener ideas propias, acuñar criterios y convertirlo en una persona capaz de discernir la información conseguida en las diversas fuentes a las que acude. De esta forma puede el propio alumno aprovechar las ideas presentes en los documentos examinados para aprender sus contenidos y para obtener nuevos criterios.
En esta misma línea Gomes (2014) considera que un estudiante alfabetizado en información debe adquirir las siguientes competencias: reconocer que una información correcta y completa es la base para una tomada de decisión inteligente, identificar fuentes potenciales de información, desarrollar con éxito estrategias de búsqueda, acceder a las fuentes de información incluyendo las basadas en ordenadores y otras tecnologías, evaluar la información, organizar la información para aplicaciones prácticas, integrar la información nueva dentro de un corpus de conocimiento existente y utilizar la información para el pensamiento crítico y la solución de problemas. Además este autor señala que “el desarrollo de las aptitudes para el acceso, gestión y uso de la información debe ser integrado en los planes de estudios y su aplicación debe contar con la colaboración de profesores” (p. 76).
Según los investigadores Ponjuan, Pinto y Uribe-Tirado (2015), la alfabetización informacional debe ir de la mano con el el acceso a los recursos tecnológicos. Por ello, señala que es indispensable para llegar a una alfabetización informacional que la persona esté en contacto con los medios tecnológicos siendo capaz de interactuar con ellos “desde una perspectiva no solo funcional, sino cognitiva en la que prevalezca la interrelación con otros miembros de su comunidad generándose el espacio para que el discurso fluya de una forma en la que se propicie la generación de conocimiento” (p. 4).
Un estudio de González, Machin y Tarango (2019) evidencia que la alfabetización informacional debe aplicarse en contextos como la educación básica porque muchos estudiantes no se encuentran motivados para iniciar una lectura comprensiva que fomente su pensamiento crítico, porque se considera que la persona que lee de manera habitual siempre busca qué leer, al encontrar su tema finalmente adquiere información y en consecuencia dicha información la analiza la selecciona y la comunica, además construye o crea nueva información para preparar algo distinto.
Para Pirela y Cortés (2014), el desarrollo del pensamiento crítico requiere que los individuos desarrollen las competencias necesarias para aprovechar la información a su alcance y transformarla en nuevos conocimientos. “La información se ha constituido en el principal factor para la creación de riqueza y bienestar en el mundo y en uno de los principales recursos que respaldan la inclusión social” (p. 147). De allí la importancia de aplicar los principios que propugna la alfabetización informacional.
Según López-Flamarique, Garro y Egaña (2019), el desarrollo del pensamiento crítico a través de las competencias de la alfabetización informacional pasa por el hecho de dotar alumnado de estrategias de búsqueda eficaz y reflexión metacognitiva sobre el proceso, y la necesidad de adquirir estrategias de alfabetización multimodal y crítica.
A criterio de Grijalva y Urrea (2017), la educación contemporánea requiere proporcionar a los alumnos saberes digitales, así como la promoción de pensamiento crítico para la gestión de la información. Por ello es pertinente que los estudiantes satisfagan sus necesidades informativas acudiendo a las fuentes correctas como libros, revistas, enciclopedias o repositorios institucionales. Algunas de esas fuentes han sido abordadas en el estudio empírico del presente trabajo de investigación. En esa misma línea, Pozo (2017) considera que la alfabetización informacional incluye la capacidad crítica de evaluar y aplicar la información para la toma de decisiones o la resolución de problemas en contexto.
El estudio fáctico es coherente con las tendencias respecto del uso de la tecnología digital para estimular el pensamiento crítico, por lo que es necesario la mediación docente apropiada para que su uso sea planteado desde la planificación curricular que guíe el desarrollo de prácticas pedagógicas dinámicas centradas en el protagonismo estudiantil como la manera más efectiva de generar espacios con ricas experiencias de aprendizaje que conduzcan a la formación integral del educando.
Conclusiones
El desarrollo del pensamiento crítico encuentra un poderoso aliado en la alfabetización informacional. En un contexto educativo en el que los estudiantes se ven tentados a realizar trabajos académicos basados en el hecho de copiar y pegar sin realizar el mínimo esfuerzo, la alfabetización informacional, empleada como eje transversal, dota a los alumnos de las competencias necesarias para discernir qué tipo de fuentes ofrecen mejores contenidos y cómo emplear esos contenidos en el contexto de sus tareas, consultas o estudios específicos. Para ello se requiere la guía del docente.
A lo largo de este trabajo se han evidenciado algunas de las competencias informacionales que fomentan el pensamiento crítico en los estudiantes. Esas competencias pasan por el hecho de valorar la información y evaluarla de forma reflexiva. De esa forma el estudiante puede realizar diferentes clases de reflexión, por medio de la curiosidad de la búsqueda de otras opciones para comparar los diferentes análisis de los autores.
La realidad es compleja en ciertos sectores y en algunas instituciones educativas que no cuentan con los recursos tecnológicos necesarios. Sin embargo, la brecha digital cada vez se va acortando y es posible aprovechar los medios que los alumnos tienen a su alcance. Lo cierto es que las habilidades que se consoliden a partir de la alfabetización informacional pretenden que los estudiantes desarrollen su pensamiento crítico y lo apliquen en las diversas disciplinas a lo largo de su vida académica.
El estudio evidencia una utilización de técnicas para la búsqueda de información y la existencia de habilidades informacionales en los estudiantes; además conocimiento y valoración de la alfabetización informacional para potenciar el desarrollo del pensamiento crítico.