Introducción
El proceso de analizar, de entender y de evaluar forma parte del pensamiento crítico que tanto los estudiantes como docentes deben interiorizar para poder adaptarlo en la resolución de problemas de la vida cotidiana y en la búsqueda de soluciones para la valoración de un conocimiento razonable y justificable. Con ello se pretende definir la base de la pedagogía critica, basada en el aula, que puede convertir al estudiante en un ser reflexivo y receptor de ideas que analice críticamente y esté dotado de un pensamiento competente con el que pueda enfrentar los nuevos retos que demanda la sociedad contemporánea.
La educación es el pilar fundamental para el ser humano, pues es el factor primordial que permite al ser humano transformar la vida y complementar sus deseos de superación. En este sentido, este texto tiene como propósito el abordaje de la pedagogía crítica como propuesta innovadora para el aprendizaje significativo en los docentes y estudiantes de la Unidad Educativa Fiscal “Costa Azul” de la ciudad de Manta, Ecuador, durante el período lectivo 2018-2019.
Bajo esta perspectiva se sitúa que la pedagogía crítica es una propuesta ideal que favorecerá la aplicación de un trabajo innovador, de tal forma que los docentes transformen el sistema curricular en un eje liberador de lo tradicional, llevando a cabo innovaciones en el aula basado en el modelo educativo centrado en el estudiante, donde ellos son parte del aprendizaje, de la creatividad, de la opinión y del desarrollo intelectual académico. En definitiva, este tipo de abordajes, amparados en los paramentos de la pedagogía crítica, pretende influir en el desarrollo cognitivo, en la preparación y en el modo de enseñar de los docentes.
Metodología
Este trabajo se desarrolló bajo un enfoque cualitativo. Se aplica esta perspectiva para describir de forma crítica ciertos aspectos que ameritan el proceso de investigación, aflorando datos descriptivos que varían de acuerdo con el contexto. Además el enfoque metodológico de este texto es descriptivo porque en las encuestas realizadas se puede describir la carencia del conocimiento de la pedagogía crítica en los docentes de Unidad Educativa Fiscal “Costa Azul” de la ciudad de Manta, Ecuador, durante el período lectivo 2018-2019. Finalmente, esta investigación, según el propósito, es aplicada ya que a través del abordaje y aplicación de la pedagogía crítica se pretende mejorar el desempeño pedagógico de los docentes y adoptar cambios paradigmáticos que contribuyan al desarrollo de las habilidades en los estudiantes, de tal forma que sepan desenvolverse en cualquier campo que se requiera generando la construcción de conocimientos significativos en el proceso de enseñanza- aprendizaje.
Resultados
Este estudio analiza la pedagogía crítica como una perspectiva académica analítica que, mediante una participación decididamente activa, implique la transformación de las prácticas y de los valores educativos, y aún más, el cambio de las estructuras sociales. Por ello se considera que la pedagogía crítica no propone una investigación acerca de la educación, sino en y para la educación.
En este contexto, la pedagogía crítica supone el compromiso indeclinable principalmente de los docentes de analizar críticamente sus respectivas funciones sociales y situaciones personales para mejorarlas substancialmente. Entendida así la pedagogía crítica resulta eminentemente participativa.
En el trabajo empírico se obtuvieron los resultados por medio de una encuesta dirigida a los cincuenta profesores de la Unidad Educativa “Costa Azul” de la ciudad de Manta, Ecuador, y en la que se definieron sus criterios sobre la planificación de sus clases, el incentivo hacia el diálogo, la aplicación de la pedagogía crítica y la formación que han recibido.
Sobre la planificación de clases.
Lo primero que se les consultó a los profesores estuvo relacionado con la planificación de sus clases y la implementación de técnicas y recursos didácticos en el aula.
La pedagógica crítica se rige a unos componentes individuales relacionados a la participación, habilidad, autoestima y la toma de conciencia crítica de los educandos en sí. Se trata de realizar cuestionamientos de la enseñanza en relación con la asignatura. En este contexto resulta de suma importancia la planificación que realizan los profesores. En esta primera pregunta, el 24% de los profesores consultados consideran que siempre implementan en sus clases técnicas y recursos didácticos acordes al grado de conocimiento de sus estudiantes, la opción alguna vez fue escogida por el 48% de los maestros, la alternativa rara vez fue seleccionada por el 20% de los consultados, mientras que la opción nunca fue escogido por apenas el 8% de los encuestados. De esta forma se puede evidenciar la importancia de la planificación y la determinación de la necesidad de la pedagogía crítica en los docentes para poder interactuar con los estudiantes y a su vez demostrarles que existen otros medios que van a permitir mejorar la calidad del aprendizaje a través de técnicas y recursos innovadores.
Sobre el incentivo hacia el diálogo
La siguiente pregunta formulada a los profesores fue dirigida al diálogo que se fomenta o no en el proceso educativo. Los resultados se detallan a continuación.
La utilidad de la pedagogía crítica es promover el diálogo y motivar a los estudiantes a que aprendan a desarrollar el pensamiento reflexivo e interactivo, los cuales puedan interpretar y desarrollar dentro y fuera del aula de clase, logrando así resultados eficientes. En este contexto, la promoción del diálogo es fundamental en el proceso académico. Los resultados de esta pregunta fueron los siguientes: por la opción siempre contestó un 68%, por la alternativa alguna vez respondió un 24%, por el ítem rara vez se inclinó un 6%, y la opción nunca fue escogida apenas por un 2% de los profesores. Por ello se considera fundamental la generación del diálogo para facilitar la realización personal de los estudiantes y cualificar lo que cada uno de ellos tiene de humano con el propósito de potenciarse como seres racionales, autónomos y solidarios.
Sobre la aplicación de la pedagogía crítica
Lo siguiente que se les consultó a los profesores fue si aplicaban la pedagogía crítica en su formación profesional y en el aula de clases. Sobre este aspecto los resultados fueron los siguientes.
La pedagogía crítica es una educación que combina experiencia, flexible, dialéctica y crítica dentro de los contextos educativos. Asumir la pedagogía crítica en el contexto de la educación es pensar en un nuevo paradigma del ejercicio profesional del maestro, es pensar en una forma de vida académica en la que el punto central del proceso de formación considera esencialmente para quién, por qué, cómo, cuándo y dónde se desarrollan determinadas actividades y ejercicios académicos. De allí la importancia de su aplicación. En este contexto, las respuestas a la pregunta planteada sobre si el profesor ha aplicado los principios de la pedagogía crítica fueron las siguientes: la opción siempre fue escogida por un 36% de los consultados, la opción alguna vez fue seleccionada por un 60% de los docentes, la opción rara vez representó el 2%, y la opción nunca obtuvo también un 2%. La respuesta a esta pregunta indica que es necesario que los profesores apliquen este tipo de enfoques porque al hacerlo consideran el proceso educativo desde el contexto de la interacción comunicativa de tal forma que analiza, comprende, interpreta y trasforma los problemas reales que afectan a una comunidad en particular.
Sobre la capacitación en pedagogía crítica
La siguiente pregunta formulada a los docentes se relaciona con la frecuencia en que han recibido formación sobre la pedagogía crítica. Esta consulta arrojó los siguientes resultados.
La pedagogía crítica centra su atención en la construcción de un lenguaje y un discurso pedagógico dialéctico dado en relaciones sociales participativas, comunitarias y democráticas, mediante acciones y prácticas liberadoras. Esto es posible si los profesores se forman como educadores críticos, capaces de analizar, cuestionar, problematizar y transformar la práctica educativa. Examinar el trabajo docente y transformarlo es un imperativo de la pedagogía crítica para construir un mundo más humano. Por ello es necesario que reciban capacitaciones sobre esta perspectiva educativa. En este contexto, los resultados a la pregunta planteada fueron los siguientes: la alternativa siempre fue escogida apenas por un 8% de los consultados, la opción alguna vez fue seleccionada por un 20% de los maestros, la respuesta rara vez fue escogida por un 56% de los encuestados, mientras que la alternativa nunca la indicó el 16%. La importancia de la formación de los docentes en la pedagogía crítica radica en que esta perspectiva se propone potenciar el papel de los sujetos a partir de la ejercitación de la crítica y de su imaginación para que comprometan su acción educativa.
Discusión
Importancia de la pedagogía crítica en la educación
La pedagogía crítica, fundamentada principalmente en las ideas del teórico brasileño Paulo Freire, es una propuesta de enseñanza que focaliza al individuo a un pensamiento cuestionador y que permite transformar la educación tradicional a una educación significativa. Está basada en un conjunto de regla que cuestiona a la praxis, que es la teoría y la práctica, que conlleva a un sistema de interacción que involucra lo social, lo cultural, lo histórico, haciendo al individuo más humano a partir de la misma.
Es preciso tener en consideración que Guiso (2015) considera que la pedagogía desde una visión crítica debe estar dirigida a promover el “deber ser”, vinculando lo humanístico, histórico, político y social, orientado a la formación integral del sujeto. Cabe destacar que la Pedagogía Crítica en la educación es una forma necesaria de enseñanza, que debe estar integrada por los actores educativos y ser cada vez más influyente en el sistema educativo.
La necesidad de conocer las transformaciones en la educación toma como iniciativa identificar que la literatura sobre pedagogía crítica coincide en que la finalidad es trabajar por las transformaciones sociales que ayuden a acabar con las desigualdades de todo tipo y a trabajar por una sociedad más equitativa. Por ello, según Dussel (2017), la importancia de la pedagogía crítica en la educación conlleva a establecer puntos significativos que resultan motivadoras para los docentes, puesto que permite crear metodologías basadas en la investigación científico-analítica permitiendo a los estudiantes formar parte de las ideas innovadoras del entorno.
La nueva educación se orienta al desarrollo de nuevas propuestas, por ello es necesario considerar que la transformación debe ser del estudiante, como del docente. Desde la perspectiva de teóricos como Barragán, Carabajo y Quinto (2018), a pesar de los resultados de la investigación educativa de los últimos veinte años y de los propósitos de la educación formal, la modificación de planes de estudio hacia una orientación al desarrollo de competencias, la enseñanza actual se sigue apoyando en un enfoque pedagógico orientado esencialmente hacia la adquisición de conocimientos.
Es preciso entender que a través de la pedagogía crítica se intenta desarrollar un discurso de transformación y emancipación social. Además desarrollar formas de cuestionamiento social que tenga como propósito analizar lo que es y lo que debería ser, propiciando el compromiso de penetrar en el mundo de las apariencias y develar los que está oculto, rescatar al mundo de las cadenas de la superstición, la ignorancia y el sufrimiento (p. 472).
En esta línea, el desarrollo intelectual del individuo, debe estar orientado siempre a las asignaturas bases, que viene siendo la esencia enriquecedora del conocimiento, es decir que las asignaturas básicas como el Lenguaje, mejora el dominio de la lengua tanto escrita como hablada, en cuanto a las matemáticas, ayuda al desarrollo lógico matemático del estudiante, el estudio de las ciencias sociales ayuda el conocimiento humanístico desarrollando un intelecto potencial en los mismos.
El intelecto potencial permite al ser humano a ser un hombre capaz de resolver problemas. Por ello, según Correa y España (2017), el éxito educativo y profesional requiere desarrollar las propias habilidades de pensamiento y nutrir la motivación interna consistente para usar esas habilidades, porque ser experto no asegura que uno está dispuesto a usar el pensamiento crítico y, estar dispuesto hacia el pensamiento crítico no asegura que uno sea débil. “El pensamiento crítico es un pensamiento de alto nivel” (p.39).
A medida que se aprende el desarrollo intelectual fluye, y este adquiere más habilidades, las mismas que va nutriendo el aprendizaje significativo y hace del conocimiento un arma de saberes para enfrentarse a problemas de la sociedad y poder resolverlos; el éxito educativo y las habilidades motiva al ser humano y logra que tenga un pensamiento crítico y reflexivo, sin embargo, existen momentos que predomina aplicar aquel pensamiento, pero existe momentos también que no requiere ser fluido para expresarlo, sino receptarlo en el pensamiento para difundirlo cuando sea necesario.
A esas habilidades y actitudes o hábitos, se le conoce como habilidades cognitivas y disposiciones que es esencial para el pensamiento crítico, que, a través de la interpretación, análisis, evaluación inferencia, explicación y autorregulación se genera ideas involucrando las habilidades mentales para el pensar crítico concretando la identificación para el propósito de un determinado análisis. Según Holguín, Davis y Weise (2018), uno de los propósitos de la pedagogía crítica es el desarrollo de las habilidades cognitivas, que son aquellas capacidades que relacionan la atención del pensamiento humano a través de la memoria, buscando resoluciones de los problemas mediante la compresión, comunicación y competencia que sobrellevan la adaptación del entorno generando experiencia mediante el aprendizaje.
Sacar conclusiones de un terminado contexto o problema desarrolla la capacidad de pensar. Conviene subrayar que el razonamiento del individuo se focaliza en la observación de la realidad, en el caso de la pedagogía crítica se debe asumir esta metodología como herramienta de aprendizaje, que sería una forma eficaz de trabajo en el aula, además contribuye a que los estudiantes sean más críticos en las opiniones investigativas que se puede realizar en las diferentes asignaturas. Las herramientas de aprendizaje permiten al docente impartir una pedagogía crítica que conlleve al desarrollo reflexivo.
Sobre lo anterior, un estudio de Araujo, et al. (2015) alude que la sociedad requiere maestros competentes, comprometidos con la naturaleza humana, que desarrollen habilidades y actitudes acordes a las exigencias del mundo actual, dejando atrás la educación mecánica y dando paso a la pedagogía critica, basada en proyectos como un análisis reflexivos y competitivos para el desenvolvimiento humano.
Plantea Freire y Shor (2014) que el profesor transformador debe sortear verdaderos obstáculos hacia un aprendizaje crítico y que el docente debe entonces conciliar su práctica con su opción política. Es importante reconocer los miedos y temores y riesgos que insinúa la transformación porque negarlo es, negar esa posibilidad.
En este contexto, el aprendizaje significativo mejora el conocimiento de los educandos, por ello prevalece la instrumentación y herramientas bases que deben ser fundamentales en el aula de clase, dado esto los docentes deben estar comprometidos a formar parte del entorno del aprendizaje crítico y reflexivo de los estudiantes haciendo de ese pensamiento complejo una oportunidad constante de iniciativa, ya que de esta manera el estudiante se cuestiona por sí mismo como miembro de la parte social, donde pueden identificar los roles establecidos en la práctica diaria y hacer de esa naturaleza un ámbito de experiencias que pueden llevar al conocimiento en un aprendizaje académico e intelectual reflexivo y creativo con resoluciones de problemas, que se puedan presentar en la sociedad.
El nuevo desafío de una pedagogía crítica nos hace pensar: cómo motivar a los alumnos, cómo lograr un equilibrio entre el currículo oficial y las necesidades que surgen en el aula, qué lugar dar a la lectura de los clásicos, cuál a los acontecimientos que sacuden el mundo real, cómo impulsar el debate y la reflexión. Abrazar una pedagogía liberadora, basada en el diálogo, y apartarse de la pedagogía tradicional, que supone la transferencia de conocimientos del profesor al alumno, puede suscitar muchos temores: ¿acaso no puede poner en riesgo la autoridad de quien enseña, y hacer que sus alumnos incluso sospechen de su capacidad y su experiencia? (Freire y Shor, 2014, p. 76).
De esta forma, en la pedagogía crítica el aula es el espacio de exploración donde el conocimiento se produce, no donde simplemente se lo transmite. Se trata de un espacio que nunca implica el incentivo a memorizar información sino apropiarse de los textos al poder leer sus cruces con el contexto de producción y de lectura contra la celebración banal del diálogo. La pedagogía crítica postula un trabajo profundo, serio, con los temas de cada materia, en el que el profesor cumple un papel orientador que nunca se convierte en una posición de mando. Y contra las pedagogías que se limitan a sugerir un repertorio de metodologías, la pedagogía crítica reivindica una educación que, si bien no podrá por sí sola transformar el mundo, es capaz de estimular la autonomía y el pensamiento cuestionador.
Aprendizaje significativo y el desarrollo de las habilidades cognitivas
El ser humano es un ser pensante que actúa caracterizado bajo los conocimientos y conductas, fundamentadas en las capacidades cognitivas que sirve de función mental para recibir, procesar y transmitir una información. Al respecto, Ballesteros (2014) manifiesta que “las habilidades cognitivas de los seres humanos parte del estudio del funcionamiento de los procesos cognitivos implicados en la selección, captación e interpretación de los estímulos del medio a partir de las distintas modalidades sensoriales” (p.4). Las habilidades cognitivas permiten al individuo realizar cualquier actividad o tarea mediante los procesos mentales que aflora el recibir y el procesar una información.
Cuando el ser humano utiliza las funciones cerebrales, activa las partes distintas del cerebro para poder desenvolverse en el entorno en que se encuentra, además está sujeto a cambios y diferentes estímulos; en la educación por ejemplo la parte cognitiva ayuda en el aprendizaje significativo, mismo que ha dado grandes aportes en el constructivismo, tomando en cuenta los nuevos conocimientos adquiridos, con los conocimientos que ya tenían llegando a una vinculación de ambos en forma de reconstrucción.
El aprendizaje es aquel proceso de conocimiento que adquiere una persona que puede estar ligado a métodos, técnicas o instrumentos, por medio de habilidades cognitivas, actitudes y valores. El método es la vía que utiliza el estudiante para apropiarse del contenido y asimilar el objeto de la cultura, en función de alcanzar un objetivo mediante la solución de problemas. Según Robles (2018), para que el educando dinamice el proceso de aprendizaje debe tomar en cuenta el tipo de metodología que pueda aplicar en las actividades, esto convierte el proceso de aprendizaje en atractivo, crítico y reflexivo. Con ello surge un aprendizaje significativo con base cooperativa y colaborativa.
El aprendizaje significativo forma parte del desarrollo de las habilidades cognitivas en el individuo. El docente debe proceder a realizar ejemplos que conlleve al estudiante a desarrollar actividades teniendo claro el objetivo de lo que quiere realizar y del por qué realizarlo, así mismo debe plantear actividades activas y participativas para que el estudiante tenga la oportunidad de argumentar, debatir e intercambiar ideas. Por consiguiente, se deben implementar esquemas, organizadores gráficos para elaborar definiciones, resúmenes, además de la aplicación de proyectos que llevan a la búsqueda de la resolución de problemas. Tomando esta pauta analítica, el docente debe influir en el aprendizaje colaborativo, puesto que es la base fundamental para la aplicación de los conocimientos adquiridos.
El estudiante siendo protagonista de ideas, opiniones de una actividad genera convivencia e interacción entre un grupo logrando así prácticas educativas que fortalece el proceso de aprendizaje.
Conviene subrayar que el aprendizaje cooperativo es una metodología que tiene gran potencial en el trabajo socializador entre el alumnado. Esto se realiza a partir de la aplicación de aprendizajes cognitivos, motrices y sociales integrados en las mismas tareas. Ese potencial puede ser aprovechado por el profesorado para incluirlos en los procesos de reflexión (Barba et al., 2014, p.8).
Es necesario destacar que el aprendizaje cooperativo está apoyado a un conjunto de procedimientos donde son participes el docente como guía, formador de saberes y los estudiantes, que deben estar organizados en grupos pequeños sean mixtos y heterogéneos para que trabajen conjuntamente y en forma coordinada con la finalidad de resolver tareas académicas para de esta manera profundizar el propio aprendizaje reflexivo de cada integrante y de quienes son participes del aula de clase.
El aprendizaje reflexivo es un pensamiento complejo que tiene el ser humano mediante factores que conlleva al razonamiento, desarrollo psico-emocional, apoyos cognitivos ligados de valores en la forma reflexiva de pensar. Al respecto, Salazar (2018) señala que “estamos ante un aprendizaje cuya naturaleza fundamental es la estructura cognitiva, en donde la preexistencia de éste influirá y facilitará el aprendizaje subsecuente, siempre que su contenido haya sido aprendido significativamente” (p. 34). La reflexión y el análisis son, por tanto, lo que permiten al estudiante construir y autorregular el aprendizaje, mediante un proceso mental complejo que modifica transforma y desarrolla nuevas estructuras cognitivas, más complejas, que permiten que el aprendizaje quede realmente asentado a largo plazo, listo para ser recuperado, aplicado en diferentes situaciones de la vida, y relacionado con otros aprendizajes.
Dicho de otra manera, el aprendizaje reflexivo es aquel que le permite al estudiante buscar sentido y coherencia a un determinado tema o contenido de alguna materia, es decir conduce a crear una idea propia para luego ser empleada en una determinada situación sea esta de nivel académico, social, cultural, científico, tecnológico o económico, si bien es cierto este aprendizaje es parte de la pedagogía crítica y del modelo educativo centrado en el estudiante con teoría constructivista.
El constructivismo, como teoría de aprendizaje desarrolla procesos mentales que ayuda al educando a tener una perspectiva de observación, mediante la búsqueda de información y de la identificación de problemas, además da énfasis al aprendizaje tomando en cuenta contenidos presentes a la realidad, que responde al dominio de las herramientas mentales de los estudiantes tomando en consideración que aprende a aprender (López y Rivera, 2015). No obstante, se debe enfatizar que la reflexión forma parte del proceso de aprendizaje, considerando al constructivismo como eje primordial para el desarrollo intelectual en los estudiantes.
La reflexión en sí permite comprender mejor y desarrollar la calidad participativa en los docentes como en los estudiantes para luego interactuar en el aula a partir de los conocimientos, puesto que mediante esta reflexión se observa la actuación del educando. Aristu (2014) indica que el proceso reflexivo y la enseñanza ayuda a conocer los problemas y creencias, un docente por ejemplo debe tener contraste crítico permanente que no afecte a la práctica docente, la enseñanza reflexiva, es una técnica pedagógica que promueve idas propias e inteligencia, otorgando un papel más activo en la construcción de teorías educativas a partir de las observaciones en el aula de clase. En otra instancia la reflexión conlleva a un aprendizaje significativo que permite al estudiante opinar libremente para obtener un mejor análisis crítico.
Estas reflexiones críticas y pedagógicas implican que los docentes tengan otro de pensamiento más analítico, que reflexionen antes las situaciones problemáticas con hechos de la vida real para que lleguen a una solución de conflictos con ejes motivadores e innovadores para el aprendizaje.
La aplicación curricular de la pedagogía crítica
El cambio pedagógico transformador requiere contar con docentes gestores que desean dejar la enseñanza tradicional para convertirla en innovadora. Para esto es primordial que los profesores tomen como iniciativa los principios fundamentales de la pedagogía crítica que permita la obtención de un aprendizaje significativo en los estudiantes. Entre las principales variables a trabajar están:
El trabajo abierto, que es la estimulación que el docente puede dar al estudiante para que este pueda ser reflexivo, crítico y flexibles en las opiniones, actividades o tareas, es decir dejar que fluya las opiniones de acuerdo a los pensamientos o ideas.
La motivación, permite dar paso al entusiasmo, interacción, trabajo colaborativo que pueda mostrar el estudiante.
El medio, es la utilización de todos los recursos disponibles para una mejor interacción y expresión de saberes.
La creatividad, como parte significativa para que los estudiantes fluyan en los trabajos didácticos, exposiciones, debates, otros.
Mapa conceptual, sirve como soporte analítico de los contenidos aprendidos en base al resumen por medio de síntesis o palabras claves.
La adaptación curricular, se debe elaborar de acuerdo a las inteligencias múltiples que puede haber en un salón de clase.
Los modelos de control de variables son eficaces para ser aplicados en el aula y lograr un aprendizaje significativo. Suárez y Suárez (2019) asumen que los docentes son quienes conocen mejor a los alumnos y son ellos quienes deciden lo que pueden aprender y lo que deben trabajar según el currículo y que las variables que se puedan emplear mejora el aprendizaje significativo en el aula, porque si se enseña cómo se aprende los estudiantes podrán estar conectados y relacionados, caso contrario habrá dificultades en el aprendizaje.
De acuerdo con estas expectativas, se debe enfatizar que el docente debe ser el principal motor de motivación en la clase, demostrar la creatividad de una manera psicoemocional para que los estudiantes sientan confianza de poder expresar una opinión personal de manera libre, critica y reflexiva.
La educación es fuente de desarrollo intelectual que incentiva al hombre a romper paradigmas y transformarla a bien común que satisfaga el éxito laboral. Martínez (2014) manifiesta que la pedagogía crítica es una vocación rebelde que hace de la dignidad una de las mayores virtudes de la especie humana, es una posibilidad de convivencia armónica; es una brújula de todo educador que lucha por un mundo mejor, transformando en amor a la humanidad mediante la conciencia crítica, dando forma a la voz de la historia.
Este autor asume que la pedagogía critica es una vocación que debe estar ligada a la educación armónica y transformadora tomando como eje la conciencia crítica de las actividades realizadas. Tomando como perspectiva esta opinión se puede concientizar que la Unidad Educativa Fiscal “Costa Azul”, puede ser parte de una educación transformadora con eje critico innovador para todas las actividades curriculares que se impartan, además permite el docente se prepare de manera constante para luego fluir de manera eficiente en el aula de clase y motivar a los estudiantes a que sean más críticos, responsables en las actividades de aula.
Mendoza y Toala (2017) manifiestan que la teoría del aprendizaje se puede dar en tres condiciones: la significatividad lógica del material, la significatividad psicológica del material y la motivación; la esencia de este aprendizaje reside en relacionar las actividades de formas efectivas y eficaces con el fin de provocar cambios cognitivos estables, susceptibles de dotar de significado individual y social, tomando como eje la esencia del aprendizaje como ideas relacionadas simbólicamente.
Tomando en consideración lo anterior, la construcción lógica de significados implica aplicar la cohesión del contenido de manera lógica para que los estudiantes definan con precisión, lo que favorecerá el desarrollo cognitivo en el proceso de aprendizaje. El aprendizaje autónomo es la capacidad que tiene el individuo para realizar acciones de acuerdo a las habilidades y destrezas. El proceso fundamental en este aprendizaje por imitación radica en la observación mediante el tiempo, espacio y otros recursos pertinentes para el desenvolvimiento de las vivencias y experiencias propias que determinan la autonomía del aprendizaje de manera eficiente en base del nivel crítico y del razonamiento (Vélez y Zambrano, 2016).
El proceso de investigación basado en proyecto constituye un aprendizaje significativo para la aplicación de la pedagogía crítica, puesto que ayuda a los estudiantes a tener más oportunidades en las actividades a realizar y el desarrollo del intelecto. Garay (2015) alude que el pensar constituye un proceso asociado en la investigación y que éste da paso a las tomas de decisiones de una determinada problemática, proporcionando oportunidades de solución.
Con estudiantes analíticos, reflexivos y creativos, la educación puede consolidar un mundo diferente donde exista la posibilidad de crear un espacio diferente para los conocimientos. De esta forma pueden ser difundidos para aportar al cambio en otras instituciones, mediante estrategias enriquecedoras y motivadoras aplicadas de manera secuencial para el progreso educacional.
Conclusiones
La pedagogía crítica como propuesta innovadora en la Unidad Educativa Fiscal “Costa Azul” de la ciudad de Manta, Ecuador, permitió conocer bases importantes para el desarrollo en la transformación curricular, tomando como proceso el aprendizaje significativo, que ayudará a tener una visión holística en el pensamiento reflexivo, crítico y creativo de los estudiantes. Asimismo, en este trabajo se ha hecho énfasis en el desarrollo cognitivo en las habilidades y destrezas que pueden ser implementadas en el aula de clase para el desenvolvimiento de las propias ideas de los educandos.
Este trabajo también permitió establecer determinadas bases del desarrollo cognitivo de las habilidades en los estudiantes, fomentando un aprendizaje significativo de una manera humanística en los estudiantes.
Los criterios aplicados en el centro educativo en mención sirven de apoyo para el inicio de una propuesta de innovación curricular basado en la pedagogía critica.