Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS), define al “Síndrome Metabólico (SM) cuando se dan los siguientes criterios: intolerancia a la glucosa (García et al, 2018), Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) o resistencia insulínica (Sanamé, y otros, 2016), con dos o más de las siguientes alteraciones: hipertensión arterial (HTA), dislipidemia, obesidad central y microalbuminuria (Ruano, 2016). Varios estudios de la OMS han identificado que el SM dejó de ser una enfermedad que prevalecía en los adultos, sino que cada vez más se detecta en niños/as, adolescentes y adultos jóvenes debido a los malos hábitos alimenticios, al consumo en exceso de grasas saturadas, carbohidratos, sedentarismo; que traen como consecuencia la obesidad.
Es importante resaltar que el síndrome fue descrito originalmente bajo el nombre de síndrome X, previamente se realizaron estudios en individuos aparentemente sanos y con peso normal, a quienes se los ubicó en el cuartel más alto de resistencia a la insulina de la distribución normal y por consiguiente con niveles séricos de insulina y de triglicéridos más altos y de colesterol HDL más bajo.
Se resaltó que tenían cifras de presión arterial sistólica y diastólica más elevadas y eventualmente desarrollaban alteraciones en la regulación de la glucemia y algunos otros cambios metabólicos e inflamatorios proaterogénicos (Roses & Rosas, 2016). Una de las conceptualizaciones mejor aceptada es aquella que establece que el SM es un conjunto de alteraciones metabólicas causadas por la combinación de factores genéticos y ambientales, principalmente por mala alimentación e inactividad física que están encadenados a factores de riesgos como el exceso de grasa y grasa corporal abdominal. Se relaciona con aumento del riesgo de diabetes, enfermedad coronaria y cerebrovascular, e incremento cinco veces mayor de mortalidad cardiovascular (Pacheco, 2017).
En Latinoamérica prevalece el SM, según el estudio realizado por Harmonizing the Metabolic Syndrome, el diagnóstico se establece con: Incremento de la circunferencia abdominal; en países latinoamericanos es de 94 cm en hombres y 88 cm en mujeres, elevación de triglicéridos: igual o mayor de 150 mg/Dl, disminución del colesterol HDL: menor de 40 mg en hombres y 50 mg en mujeres, o en tratamiento, con efecto sobre el HDL, elevación de la presión arterial sistólica de 130 y diastólica de 85 mmHg, o en tratamiento antihipertensivo, aumento de la concentración de glucosa de ayuno: igual o mayor de 100 mg/dL, o en tratamiento con fármacos (Pacheco, 2017).
En México, el porcentaje de población de 5 a 11 años de edad con sobrepeso y obesidad, por tipo de localidad, en la ciudad 18.4% tiene sobrepeso; 19.5% obesidad, con un total de 37,9%; en el campo el 17,4% posee sobrepeso y el 12,3% tiene obesidad; con un total de 29,7%, lo que indica que a nivel nacional, en el año 2018, el porcentaje de adultos de 20 años y más con sobrepeso y obesidad es de 75.2% (39.1% sobrepeso y 36.1% obesidad), porcentaje que en 2012 fue de 71.3 por ciento (INEGI, 2018).
Según el informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) del 2010 se encuentran reportados dentro de las diez primeras causas de mortalidad en el Ecuador las enfermedades hipertensivas, diabetes mellitus, enfermedades cerebrovasculares, enfermedades isquémicas del corazón, insuficiencia cardiaca, que se trata de entidades relacionadas con el síndrome metabólico lo cual denota la importancia que ocupan éstas en la salud pública (Espinoza et al., 2014).
De acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ENSANUT-ECU 2011-2013 la población ecuatoriana entre 10 y 59 años la prevalencia de síndrome metabólico es de 27.7%. Además, que la mayor prevalencia por grupo de edad en orden decreciente se encuentra en las edades de 50 a 59 años (53%), de 40 a 49 años (47.1%) y de 30 a 39 años (36.8%). Para el sexo femenino la prevalencia general es 29.9%, incrementándose conforme aumenta la edad con un pico en la quinta década de la vida (57.2%). Para el sexo masculino se observa el mismo comportamiento, con una prevalencia del 48.4% en el quinto decenio de vida (INEC - ENSANUT, 2011 - 2013).
El seguimiento que se le da al diagnóstico de Síndrome Metabólico para la predicción del riesgo de enfermedad cardio y cerebro vascular y Diabetes Mellitus en nuestro país Ecuador, es limitado. A pesar de existir datos aislados importantes para justificar el estudio del SM existen pocas publicaciones al respecto, quizá la más significativa es la reportada por un estudio realizado en una muestra de población masculino de la sierra ecuatoriana de entre 30 y 60 años, en la que se demostró una prevalencia de SM del 13,4% según los criterios del ATP-III (Nieto et al, 2015).
En el Ecuador, el INEC (2011) en la encuesta sobre salud, los resultados indicaron que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población adulta de 20 a 60 años a nivel nacional corresponde al (62.8%), con un total de 4.876.076 y población adulto mayor de 61 años en adelante es del (59.0%) con un total 682.109, sumando da un total de población con sobrepeso y obesidad de 5.558.185 (INEC - ENSANUT, 2011 - 2013). El síndrome metabólico se vincula estrechamente con el sobrepeso, la obesidad, la falta de actividad física y una afección denominada resistencia a la insulina; es decir que el sistema digestivo descompone los alimentos que se ingieren y los transforma en azúcar. La insulina es una hormona generada por el páncreas que ayuda al ingreso del azúcar a las células para utilizarla como combustible.
Las personas con resistencia a la insulina, las células no responden normalmente a la insulina y la glucosa no puede ingresar a las células con tanta facilidad, por lo tanto, los niveles de glucemia aumentan incluso cuando tu cuerpo produce más insulina para intentar disminuir la glucemia (Mayo Clinic Healthy Heart for Life, 2019).
Las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa. Se calcula que en 2015 murieron por esta causa 17,7 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De estas muertes, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria, y 6,7 millones, a los AVC (OMS, 2019). Bajo la problemática que se presenta a nivel mundial y las estadísticas del Ecuador la presente investigación justifica su objetivo el de conocer la prevalencia del Síndrome Metabólico según los criterios del NCEP-ATP-III en trabajadores de empresas situadas en la costa ecuatoriana en el periodo comprendido entre el año 2017 y 2018.
El objetivo del estudio es realizar un análisis descriptivo del SM según los criterios del NCEP-ATP-III en trabajadores de empresas situadas en la costa ecuatoriana entre el año 2017 y 2018.
Metodología
La metodología del presente estudio fue descriptivo, epidemiológico, de corte transversal. La información fue obtenida de la base de datos de Biodimec, una empresa que cuenta con centros médicos que ofrecen servicios de atención médica ambulatoria con los más elevados estándares de calidad y tecnología (Biodimed, 2019); la base de datos fue tomada de los años 2017 y 2018, es importante aclarar que, solo se trabajó con la base de datos proporcionada por la empresa en mención y no se realizó ninguna consulta a pacientes.
Adicionalmente se analizó los valores sanguíneos de glicemia en ayunas, colesterol total y HDL-C, los valores de LDL-C.
Como criterio de inclusión (Merino-Trujillo, 2011) se tomó el rango de edad comprendido entre 19 y 73 años para evaluar la población joven, adulta y adulto mayor. Se tomó como criterios de exclusión (Arias, Villasís, & Novales, 2016) todos los diagnósticos que no se encuentren en el CIE 10 de enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas (OMS, 2019). Se han empleado los criterios de Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol y el Panel III de Tratamiento del Adulto (National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III. NCEP-ATP III) (Sabir et al, 2016), para la definición de SM junto a la clasificación de los diagnósticos médicos (Enfermedades Endocrinas, Nutricionales y Metabólicas) CIE10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) (OMS, 2019).
Tabla 1. Criterios del Síndrome Metabólico del NCEP-ATP-III
Nota: Componentes del síndrome metabólico considerando su definición, según la National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP III). PC: Perímetro de Cintura; RI: Resistencia a la Insulina. Donde los participantes deben reunir de 3 o más de los criterios (Asamblea Mundial de la Salud, 2011).
Los datos fueron tabulados en el programa estadístico IBM SPSS STATISTICS (Field, 2013) Versión 25. El análisis que se llevó a cabo, consistió en calcular frecuencias y porcentajes.
La investigación se ha realizado con las normas de bioética establecidas (Borroto, 2015), además se ajustó a las consideraciones éticas de la Declaración de Helsinki, así mismo se contó con el permiso y autorización de la Empresa Biodimec para el uso de la base de datos, así como el acta de compromiso de confidencialidad (Manzini, 2000) de los datos y la información allí proporcionada sin mencionar identificación de cada paciente.
Resultados
El grupo etáreo de mayor población por edades es el comprendido entre 29 a 38 años con un 38,2%; la edad mínima de la población es de 19 años y la máxima de 73 años. Según el estado civil de la población en estudio el 51,7% corresponde a casado seguido por un 27% soltero, 14,7 unión libre, 6% divorciado y 0,5 viudo. El 42,1% de la población en estudio tiene un nivel de educación del tercer nivel, seguido del 41,5% con el segundo nivel de estudios y un 11,9% de la población tiene un primer nivel de estudios o escolaridad. De la población en estudio el 38,6% realiza algún tipo de actividad física como aeróbicos, futbol, ciclismo, boxeo, atletismo entre otros y el 61,4 % de la población en estudio no practica ningún tipo de actividad física.
Durante los años 2017 y 2018 se presentaron 7550 personas con patologías endocrinas, nutricionales, metabólicas y cardíacas, las mismas que se relacionan directamente con el síndrome metabólico; de las cuales el 21% pertenecen al género femenino y 79% al género masculino. En el año 2017 un total de 5006 personas fueron diagnosticadas con una o más de estas patologías, mientras que en el año 2018 un total de 2544 personas fueron diagnosticadas con las patologías antes descritas.
Según el índice de masa corporal (IMC) (Puche, 2005) de la población en estudio, el 74,3% de ellos tiene un IMC superior a 30 (kg/m2). De acuerdo al perímetro abdominal el 55,4% de ellos pasa el límite que es 104 centímetros según los Criterios del Síndrome Metabólico del NCEP-ATP-III; según los niveles de glucosa en sangre en ayunas de la población en estudio el 14,4% pasa el límite. De acuerdo a los criterios de NCEP-ATP III para la definición de SM junto a la clasificación de los diagnósticos médicos CIE 10 (Enfermedades Endocrinas, Nutricionales y Metabólicas) (OMS, 2019), el 7,1% de los pacientes tienen 3 o más de los criterios para el diagnóstico de síndrome metabólico en el grupo etáreo de 29 a 38 años seguido del grupo etáreo de 39 a 48 años.
En la tabla 2 en ambos años la patología con mayor porcentaje es la hiperlipidemia; 22.6% (2017) y 25.6% (2018), seguido del hipercolesterolemia con un 17.1% (2017) y 18.9 % (2018) y la obesidad 13.4% (2017) y 16.6% (2018).
Los diagnósticos de los trabajadores correlacionados entre el sexo y los grupos de edad que se muestran en la tabla 3, evidencian que según el sexo predomina los hombres con la hiperlipidemia como patología de mayor porcentaje, mientras que en las mujeres predomina el hipercolesterolemia; el grupo etáreo con mayor índice de patologías es el de 29 a 38 años con el diagnóstico de hiperlipidemia seguido de hipercolesterolemia en el mismo grupo etáreo en ambos sexos.
Discusión
La prevalencia del SM en la población en estudio según los criterios antes descritos fue del 7,1%; la misma que incrementa al llegar a la edad adulta y empieza a descender a la edad de adulto mayor.
Este porcentaje es similar al de otros estudios como el realizado en el Ecuador, donde se ha encontrado que la prevalencia del SM fue del 7,58% en jóvenes universitarios en el año 2014 (Ruano, 2016) y el realizado en España, con una prevalencia de síndrome metabólico de 7,82% (Bernardino et al., 2010).
En comparación con el estudio de Espinoza et al (2014), en el cual se analizó un total de 170 mujeres y 122 varones en un rango de edades de 20 a 70 años encontrándose que la obesidad central fue el factor de riesgo más encontrado con un 62,33 % seguida por niveles elevados de colesterol, lipoproteínas de alta densidad (LDL) con el 56,16 %; sobrepeso con el 38,01 %, sedentarismo con el 36.3 %, tabaquismo con el 19,52 %, síndrome metabólico con el 18,49 %, con predominio en el sexo femenino, con una prevalencia de 12,33 % y en el sexo masculino 6,16 % : se contrasta con el estudio solo tomando en cuenta el análisis del síndrome metabólico, debido a que en los resultados nos da una prevalencia del sexo masculino 79 % y en mujeres el 21 %.
La Encuesta Nacional de Salud realizada en Chile en el año 2003 sobre una población de 3619 personas, informó una prevalencia del SM de 22,6 % sin diferencias por sexo (Kunstmann, 2008). En rangos de 17 a 24 años la prevalencia fue de 4,6%, llegando a un 36,5% entre 45 y 64 años y 48% en mayores de 64 años. Es decir, 1 de cada 2 o 3 chilenos mayores de 45 años tiene síndrome metabólico (Maíz, 2005). Lo que discrepa con nuestro estudio, donde la prevalencia del SM es del 7,1% de los pacientes y se presenta en pacientes hombres en el grupo etáreo de 29 a 38 años seguido del grupo etáreo de 39 a 48 años.
Los cambios y estilos de vida de las personas por causa del exceso de trabajo, el incremento del uso de la internet, hábitos alimenticios no saludables, falta de actividad física, ha provocado el sedentarismo, provocando sobrepeso y obesidad junto con antecedentes hereditarios (Sabir et al, 2016).
Conclusiones
Se describió a través de las tablas de resultados que la prevalencia del síndrome metabólico en la población en estudio fue del 7,1% la misma que va en aumento con el paso de los años teniendo su pico máximo en la edad adulta. A mayor avance de edad el metabolismo se vuelve más lento junto a una disminución de actividad física lo cual produce que el cuerpo acumule más lípidos la presión arterial incremente y en algunos casos que los niveles de glucosa aumenten de igual manera.
La población ecuatoriana, con énfasis especial en la región costa, por su cultura y gran variedad de productos alimenticios tiene especial afecto al consumo de carbohidratos, azucares naturales y procesados y grasas se evidencia que existen pacientes con patologías de SM más alto que la sierra.
Recomendaciones
La vigilancia de la salud de las personas que presentan una o más patologías que involucren el sistema endocrino, nutricional metabólico y cardiaco debe ser imprescindible para evitar y disminuir las complicaciones que puedan ser generadas por estas patologías.
Se recomienda continuar con la vigilancia médica a los pacientes ya detectados, adoptar medidas de identificación temprana en el primer nivel de atención de salud de estas patologías y vigilar el estricto tratamiento médico para reducir niveles de lípidos en sangre. En vista del gran número de personas que presentan al menos un factor de riesgo para presentar SM es indispensable promover estilos de vida saludables que incluyan tratamientos no farmacológicos como una adecuada alimentación y actividad física.