En el distrito limeño de Villa El Salvador, durante la tercera edición del Foro de la Cultura Solidaria (FCS)1 el Colectivo ContraNaturas2 realizó performances que tenían como protagonistas a “las Tupis”, personajes que representaban al héroe nacional Túpac Amaru como travesti. Las acciones tuvieron lugar en las afueras del Teatro Vichama y en al menos una discoteca.3 Junior Matamoros4 recuerda:
A la salida de una de las actividades del FCS estaban las Tupis con una bandera mostrando estadísticas no oficiales sobre discriminación y crímenes de odio. También usamos el Himno Nacional5 y el poema de “querrán matarlo y no podrán matarlo”.6 Yo estaba de apoyo en aquella ocasión, 2006. Recuerdo que cuando pusimos el himno la gente que salía del teatro se paralizaba, hacía posición de firmes y hasta ponía su mano al pecho. Después salían las Tupis y empezaban a cuestionarse. Nosotras poníamos el Himno Nacional para que la gente se cuestione si las mariconas éramos ciudadanas o no. Las Tupis mostraban carteles con insultos de la sociedad hacia nosotros: “cabro sidoso”, 7 etc. En la discoteca fue casi lo mismo pero nos dimos cuenta que el público, que era nuestro público TLGB se empezaba a ofender. ¿Cómo es posible que digamos “cabro sidoso”? No entendieron la ironía.8
Esta acción tuvo su origen un año antes, en la segunda edición del FCS cuando las ContraNaturas organizaron una serie de actividades bajo el título Noches de Placer en el bar La Noche de Villa. El volante de difusión fue diseñado por Javi Vargas9 e impreso en formato A4, muestra en la parte central a Túpac Amaru con ojos maquillados y labios pintados, arriba se lee “Noches de Placer” seguido en letras más pequeñas por “Foro de la Cultura Solidaria”. A los lados del personaje central se anuncian “performances, subversión, erotismo, chelas10, transgresión, poesía, teatro, reflexión, caricias y música”. En la parte baja se distingue a dos chicos que se besan mientras una travesti acaricia a uno de ellos, esta imagen está duplicada al espejo y ocupa todo el ancho del diseño. Sobrepuesto a este conjunto se informa los días, hora y lugar del evento. En la esquina inferior izquierda después de la palabra “Organiza” se ve el logo del Colectivo ContraNaturas y en la esquina inferior derecha bajo la palabra “Auspicia” el logo del bar La Noche de Villa. En letras muy pequeñas se lee en el extremo derecho y de manera vertical “basado en serie xx-tupas, Javier Vargas (2005)”.11 En la contracara del volante se detalla la programación de las actividades del colectivo durante la semana del FCS 2005 (figura 1).
Surgimiento de la Tupi y su presencia en Villa El Salvador
Sobre el uso del apelativo “la Tupi” Jossy Cárdenas12 cuenta: “era la Túpac de Javi, yo fui quien le puso la Tupi y todos se rieron porque esas cosas salían: la Tupi, la Olli13…”.14 Javi Vargas confirma que él llamó a sus piezas Las Túpacs y a una serie la tituló La falsificación de las Tupamaro15 pero “las ContraNaturas y otras cabras16 empiezan a llamarlas las Tupis”, le pareció un apodo bonito y lo aceptó como denominación. 17 En la presente investigación uso el término “la Tupi” en su sentido amplio, para designar al motivo de Túpac Amaru travesti, trabajado gráficamente por Javi Vargas y como accionismo artivista por el Colectivo ContraNaturas.
La misma imagen del volante para Noches del Placer fue impresa en una banderola colocada en la fachada de La Noche de Villa. Durante uno de los días del evento las autoridades del distrito intentaron retirar la banderola argumentando falta de respeto a los símbolos patrios. Este incidente quedó registrado por Roberto de la Puente en el vídeo del FCS 2005. De la Puente recoge las declaraciones de Eduardo Juárez, integrante de ContraNaturas: “De ninguna manera les estamos faltando el respeto (…) simplemente está con sombras y con los labios pintados”.18 En el vídeo se ve a Eliana Vigil, asistente al evento, discutiendo con la autoridad durante la intervención, ella cuenta que la policía fue dos veces, en la segunda ocasión llevaron una Constitución Política del Perú y dijeron que faltar el respeto a un símbolo patrio era delito. Eliana recuerda que se querían llevar la banderola y que la intervención de César Escuza, director del Teatro Vichama fue fundamental para que esto no sucediera y el evento pudiera continuar, ya que se contaba con una autorización municipal o existía alguna relación con la municipalidad.19 Javi Vargas comenta el incidente:
La hipótesis de la Paul20 y lo dijo esa noche en el evento, es que el MRTA21 ha tenido presencia importante en Villa El Salvador y eso puede significar que ese frente se mantiene, siendo probable que hayan estado como participantes sentados en el evento. La Paul era bien pendeja para darse cuenta de las cosas y cree que alguien ha tenido que pasarle la voz al gobernador para que llame a la policía. De hecho, en el evento dijo: “Es increíble cómo hay gente que se indigna porque a Túpac Amaru le pintan los labios y sin embargo no se indigna que haya un grupo que utilice su imagen para matar gente”. No mencionó la palabra MRTA pero sabíamos a qué se estaba refiriendo.22
Marco Rodríguez23 agrega sobre las tensiones producidas: “vino gente de civil antes del incidente a amenazar. La cosa fue tensa porque chocó con la autoridad y parte de la población”24. Por su parte, César Escuza testimonia:
Les dije que teníamos una autorización municipal y que no podían meterse acá, vayan a hablar con su alcalde. Estábamos en nuestro derecho, pero la pregunta era ¿Cuál es el problema? ¿Qué es lo que no se debe hacer? Hasta que alguien dijo: “¡Es que le han pintado los labios a Túpac Amaru!”.25
Estos sucesos fueron muy importantes para el desarrollo de las acciones performativas presentadas en 2006. Junior Matamoros comenta:
A partir del incidente del 2005 con el Túpac Amaru maquillado pensamos qué se podía hacer con esta imagen. Si el espacio era un espacio anticapitalista y de izquierda la propuesta tenía que estar relacionada a esas demandas. Uno de los objetivos políticos era cuestionar la hegemonía de la lógica masculina y heterosexual porque en muchos espacios donde íbamos, no solo el FCS, quienes tenían el protagonismo eran hombres y heterosexuales. No se pensaba que nuestras agendas eran legítimas o nuestras agendas no se entrelazaban con otras agendas, como el tema del agua o el movimiento indígena porque antes de nosotras ser mariconas también debíamos luchar por el agua.26
Jossy Cárdenas dice:
Para nosotros fue importante porque dijimos: “Ah, acá hay algo potente”. Esto coge carne con lo del 31 de mayo el MRTA ejecutando a travestis. Para nosotros todo tenía relación y también con el discurso que leyó Paul en Tambogrande27 que se llamaba Juntos y también revueltos28. Eso fue fundante porque nosotros necesitábamos incomodar incluso al compañero.29
También, durante el 2006 se organizó una nueva edición de Noches de Placer esta vez en el auditorio de la FEPOMUVES,30 instalando un toldo cerrado en donde se realizaron conferencias. En la fachada se colocó una banderola con un nuevo diseño de Javi Vargas y otra banderola similar fue ubicada en el toldo al interior del auditorio. Las banderolas mostraban una versión del Túpac Amaru maquillado esta vez con torso masculino desnudo y un Sagrado Corazón de Cristo en el pecho. Para el FCS 200931 las ContraNaturas participan con una versión actualizada de la performance ya no fuera del Teatro Vichama como en el 2006 sino dentro, como parte del evento Acción política desde la tierra y la libertad (figura 2). Una mirada desde el arte organizado por activistas del FCS que estaban formando el partido político Tierra y Libertad. Quienes encarnaron a las Tupis en esta ocasión fueron: Jaime Ramos, Rafael Alarcón y Joshua Gálvez-Durand.32 Esta vez una de las Tupis caía muerta y las otras la cubrían con periódicos haciendo referencia a los crímenes de odio. Javi recuerda que también se leyó el poema de Romualdo y que se levantaron carteles con frases homofóbicas.33 En la última edición del FCS la Tupi también se hizo presente en un mural34 y en una exposición de artes visuales.35
Transgresión simbólica en la obra de Javi Vargas
La primera aparición de la imagen de Túpac Amaru en el proceso creativo de Javi Vargas se da con un videoarte en 2003. Javi utilizó muñecos de Ken y Barbie para narrar la historia de un Túpac Amaru brichero36 junto a chicas rubias sobre un escenario. Se evocaba el vídeo clip de la canción Material Girl de Madonna, que a su vez referencia la presentación de Marilyn Monroe cantando Diamonds are a girl's best friend. La trasgresión de Javi reside en cuestionar las construcciones simbólicas anteriores de Túpac Amaru, Javi afirma que ya ese Túpac Amaru “era cabro, la idea era hacer expresar modos de sexualidad denegadas en las representaciones hegemónicas”.37
El Túpac Amaru de Javi fue desarrollándose desde su versión audiovisual como brichero a versiones gráficas. Aún conserva una serie de dibujos realizados en 2004, delineados por él y coloreados por el ilustrador José Ronceros. En los dibujos Túpac Amaru aparece siempre maquillado y con el tradicional sombrero de ala ancha. Uno de los dibujos parodia el cuadro Las dos Fridas de la pintora mexicana Frida Kahlo y muestra dos versiones de Túpac Amaru con torsos desnudos tomados de la mano, con pantalonetas cortas ajustadas que dejan ver la erección de sus penes, uno de ellos parece estar masturbándose. Ambos personajes tienen en el pecho la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Otro de los dibujos muestra a Túpac Amaru como sirena sosteniendo una pistola y reposando sobre un plato con la palabra “invisible” (figura 3). En otro dibujo se puede ver al héroe con el uniforme de la selección peruana de fútbol, tomando una pelota, usando velo y bouquet de novia con los textos “boy toy” y “like a virgin”.38 También aparece Túpac Amaru convertido en un niño con el Sagrado Corazón de Jesús sobre el pecho, sentado entre un padre tocándose el pene y una madre. En otra de las imágenes el héroe, con otra travesti mira curiosas a un vigilante uniformado quien muestra su trasero. En una línea más telúrica, un último dibujo de la serie muestra a Túpac Amaru con el torso desnudo entre hojas y ramas con la frase “Mujer y naturaleza. Vida que se renueva”.
Entre otras trasgresiones icónicas en el arte están el llamado “Zapata gay” del pintor mexicano Fabián Cháirez (2019), el retrato de Simón Bolívar travesti del pintor chileno Juan Domingo Dávila (1994) y en nuestro medio las intervenciones a la imagen de Santa Rosa de Lima trabajadas por el Grupo Chaclacayo en los ochenta. El recurso de la trasgresión en la obra de Javi está presente desde su periodo universitario. En aquellos años, para el curso que dirigía la profesora María Burela, Javi realizó junto a Eddy Calle39 una instalación con imágenes porno de hombres mostrando el ano. Esta instalación derivó en un proyecto individual de Javi en base a montajes digitales, uniendo el rostro de un jugador de fútbol peruano a cuerpos de actores porno. Mucho después, entre julio y agosto de 2009 Javi realiza su primera individual en la Galería L’Imaginaire de la Alianza Francesa de Miraflores. A una semana de la inauguración la institución retiró una de las piezas. El Colectivo ContraNaturas circuló una carta con firmas en rechazo a la censura:
La mencionada obra consiste en un vídeo cuyos protagonistas son “Las Túpac” y “La San Martín” (héroes de la patria travestidos) disfrutando un encuentro sexual sugerido, que ni siquiera encajaría en la categoría de adultos, puesto que no existe ningún desnudo.40
¿Cómo se solucionó el impase? Javi detalla:
La exposición se inauguró sin novedad, creo que fue bien acogida sobre todo por el movimiento LTGBI y a la semana me llamaron para avisarme que una de las piezas estaba siendo retirada porque era una institución educativa y habían menores de edad. Era un vídeo en el cual se veía a las Tupis, una se masturbaba con la imagen de Túpac Amaru y luego venían varias Tupis y simulaban una orgía, no había escenas explícitas. Yo estaba pensando retirar la exposición y convenimos que ponían un letrero gracioso que decía “mayores de 18, prohibido para los niños”. Después de la reposición hubo una mesa de conversación sobre la censura, (…) las Tupis hicieron una performance.41
Actualmente Javi se encuentra alejado del movimiento LGTBI por considerar que, como muchos movimientos de resistencia, en buena medida ha sido cooptado por las políticas neoliberales produciendo aburguesamiento y des-radicalización. Javi afirma que un gran sector de la población LGTBI, identificándose con valores tradicionales burgueses, dice: “nosotros no nos prostituimos, somos gente decente”.42
Para ese entonces (2012) había llegado a mi crisis con respecto al movimiento LTGB, habían pasado muchas cosas y yo me sentía decepcionado, cuestiones de aburguesamiento y domesticación de muchos de los grupos con los cuales alguna vez me alié. Ese mismo aburguesamiento emergió cuando hice esta acción. El año pasado (2011) algunos chicos se reunieron para besarse en la Plaza Mayor, fue una experiencia muy intensa43. Al año siguiente se hizo una nueva convocatoria pero en clave muy burguesa para recordar eso que ocurrió. Los organizadores querían que todo fuera con permiso, no había espacio para la exploración fuera de lo normado y además era evidente a dónde íbamos: la cooptación neoliberal del movimiento, eso ya ocurre en el mundo anglosajón, es un movimiento funcional al capitalismo. Como yo veía eso hice una performance que consistía en quemar la bandera del orgullo. El fuego lo entiendo de una manera ambivalente: la bandera del orgullo es una metáfora del arco iris, que es el efecto del fuego: el sol con las gotas de lluvia. Quemé la bandera y me bajé el pantalón, una clave muy anarquista. Después vino una caza de brujas contra mí, la mayor parte de grupos me insultaron, que debían quemarme a mí, que por qué no pedí permiso (…). De allí me alejé del movimiento, pero en cualquier momento podría articular alguna acción si es necesario, además han emergido nuevas voces.44
Potencia simbólica de la Tupi
Para entender el impacto de la Tupi hay que comprender la trascendencia de la imagen de Túpac Amaru en nuestro medio y revisar el peso de su construcción visual en capas de memorias sucesivas. Sobre José Gabriel Condorcanqui Noguera se ha escrito bastante, conocido como Túpac Amaru II, encabezó la más grande rebelión contra la colonia española en el siglo XVIII y provocó posteriormente una gran represión militar, política y cultural. La figura de Túpac Amaru ha acompañado la formación cívico-patriótica de distintas generaciones peruanas durante décadas y sin embargo no siempre tuvo ese lugar privilegiado en el panteón de héroes y heroínas nacionales. Charles Walker da cuenta de la fluctuación en la importancia simbólica de Túpac Amaru, desde apariciones intermitentes en las memorias locales hasta llegar a convertirse en símbolo nacional e incluso internacional, por ejemplo, en Argentina “se presentó una obra (…) titulada Tupac Amaru en 1821 y se recibió a Juan Bautista Tupac Amaru en 1822” (Walker, 2015, p. 244). Aunque la imagen había estado presente anteriormente en procesos reivindicativos como la fallida Ley de Reforma Agraria del gobierno de Fernando Belaúnde Terry en 1964, Walker ubica el momento clave para la gran reivindicación del rebelde en el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas encabezado por Juan Velasco Alvarado (1968-1975), el cual convirtió a Túpac Amaru en símbolo de los procesos de transformación social que emprendió, proyectándolo como precursor de la Independencia (Walker, 2015, p.244). Javi Vargas centra el valor de la Tupi en el acto de travestir como forma de re-significación positiva:
Para mí no es un acto de denigración, como se asume en la subjetividad machista, homofóbica, misógina, heteronormativa, transfóbica. Por eso en los medios de comunicación si quieren atacar a alguien lo travisten. Mi trabajo va a contracorriente de eso porque de alguna manera el travestir es volver un ser mágico. No me gusta usar palabras como ennoblecer, enaltecer pero de alguna manera es como convertirlo en un personaje mágico, fantástico, con otra clase de poder y subjetividad. Por eso el personaje que elijo para travestir tiene muchas cualidades a resaltar, siempre en una clave de lo contradictorio también. Por ejemplo, con Velasco45 lo admirable es que confrontó todo un sistema oligárquico y trató de construir un sistema político a contracorriente, rompiendo un orden jerárquico de cómo se habían naturalizado los cuerpos en un sistema brutalmente racista. Pero por otra parte desde la clave de la sexualidad, algunas cosas son contradictorias y doy cuenta de eso en mi trabajo. La imagen misma de Túpac Amaru se hiper-masculiniza cuando la misma noción del Amaru pre-colombino es una noción hermafrodita, ambivalente. El hecho de masculinizar el ícono pre-colombino responde a un orden colonizador blanco.46
Encontré en internet una expresión muy didáctica de transfobia y homofobia en sectores de la izquierda peruana:
Pero la exposición artística de Javi Vargas Sotomayor abre una brecha innecesaria entre quienes respetamos la imagen de Túpac Amaru y quienes le imponen una identidad de género que nunca tuvo para "desacralizarlo" (…) Increíblemente, no pocos intelectuales pequeñoburgueses que se consideran antisistémicos y contestatarios, se solidarizan con la burla y el escarnio que hace Javi Vargas Sotomayor. (…) Parece que muchos se ponen de acuerdo en descuartizar nuestra identidad, unos, desde la represión estatal y otros, desde el eclecticismo burgués travestido de arte (Castro, 2010).
Sobre la idea de de-construir la imagen del héroe masculinizado, Javi comenta:
Fue surgiendo de a poco, pero me queda mucho más claro después del encuentro con Giuseppe Campuzano.47 (…) Giuseppe me muestra un texto que él había investigado del cronista Juan Santa Cruz Pachacuti que da cuenta de ciertas claves mitológicas según las cuales el Chuquichinchay es un felino protector de indios hermafroditas que había estado presente en el nacimiento de Túpac Amaru.48
Después de revisar aspectos poéticos y políticos de la Tupi es bueno recordar que aunque el motivo ha estado presente en espacios tradicionales de arte, su aparición se dio en prácticas de artivismo y militancia. Dice Javi Vargas: “Creo que responde a una necesidad de entrar en contacto con la gente. No emerge como una gráfica para una galería sino como una gráfica para ponerse en la calle”.49 La Tupi es un potente ejemplo de disidencia sexual y trasgresión simbólica, es arte crítico en el sentido que Chantal Mouffe (2014, p. 98) da al término: una apuesta artística que busca alterar la hegemonía dominante, su presencia en el Foro de la Cultura Solidaria interpeló las ideologías normalizadas, disputó y cuestionó desde los mismos espacios anti-capitalistas de izquierda sin dejar de trabajar por la articulación entre distintas agendas de lucha social y política.