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Marín-Díaz, V., & Sampedro-Requena, B. E. (2020). La Realidad aumentada en Educación Primaria desde la visión de los estudiantes. Alteridad, 15(1), 61-73. https://doi.org/10.17163/alt.v15n1.2020.05
1. Introducción
Trabajar hoy la educación supone un giro de 180 grados con respecto a décadas pasadas. Desde las metodologías, hasta los diseños curriculares, pasando por los recursos y el perfil del alumno y del docente, han ido evolucionando a la par que la sociedad ha ido creciendo (Marín-Díaz, 2017a).
En este sentido, el desarrollo que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante TIC) han experimentado de un lado y de otro su imbricación con la acción educativa, han precipitado que su presencia en las aulas y en la vida académica de estudiantes y, profesores, se vean necesariamente, imbuidas por ellas.
Los recursos digitales han venido para quedarse en las aulas en particular y en los centros escolares en general, es por ello que es necesario saber, como profesionales de la educación y responsables del acto educativo, incorporarlos a nuestra práctica docente, si consideramos que dicho elemento puede beneficiar el proceso de aprendizaje del discente (Cuevas et al., 2019). Es por ello que debemos de tratar de presentar y tener una perspectiva “amable” de las TIC, y entender que su primera ventaja es servir para mejorar y facilitar el proceso de enseñanza del alumno. Por lo que, por otra parte, podemos considerar el acto educativo estará en continuo crecimiento y mejora.
En la última década la presencia de la Realidad Aumentada (en adelante RA) se va dibujando de manera latente. Nacida al amparo de la Realidad Virtual (en adelante RV), esta tecnología hace su entrada en la escena educativa en general desde hace más de una década, si bien su presencia en la Educación Primaria, poco a poco, va siendo más evidente, aunque en lo que respecta a la educación inclusiva, en este nivel académico en particular es bastante escasa (Marín-Díaz 2020).
En las páginas siguientes este artículo presenta la relación de la RA con la educación Primaria en general. Se analizará la situación en la que hoy esta tecnología puede propiciar escenarios educativos e inclusivos (Marín-Díaz, 2016, 2017a). En definitiva, se pretende responder a la cuestión siguiente: puede la RA ser una herramienta viable para el desarrollo de aprendizaje en la etapa de educación primaria.
1.1. Estado de la cuestión
En los Informes Horizon de los últimos años, en concreto en los emitidos en 2012 y 2016 (Durral, Gros, Maina, Johnson & Adams, 2012; Johnson, Adams, Cummins, Estrada, Freeman & Hall, 2016) se presenta la Realidad Aumentada como una tecnología emergente, la cual debería estar presente en los centros formativos con normalidad en torno al año 2020.
La RA se ha definido como un sistema que fusiona 3 elementos: de un lado la combinación del mundo virtual con el real, de otro la interacción de forma instantánea o inmediata con los objetos y por último la posibilidad que brinda de aumentar los objetos reales al ofrecer imágenes en 3 dimensiones (Sommerauer & Müller, 2014). En consecuencia, si la entendemos, como un elemento que como señala Fabregat (2012), proporciona a quien la emplea una guía de carácter visual, que le va a permitir realizar una tarea de forma más precisa, podemos empezar a plantearnos que su utilización en la esfera académica aporte más que restringa, pues no limita la metodología empleada en el aula, sino que la potencia al presentar a los usuarios, en este caso estudiantes, su mundo —en el que viven e interaccionan con otros a diario fuera de los centros educativos— dentro de las paredes del aula, todo ello desde una perspectiva de naturalidad (Prendes, 2015); de este modo, por ejemplo, una cualidad que hoy es muy necesaria en el alumnado como es su capacidad de observación, se verá potenciada (Akçayir & Akçay, 2017). Es decir, la RA ofrece la posibilidad de insertar una imagen u objeto virtual en un escenario real, lo cual vivencia, aún más, los contenidos, permitiendo experimentar de una forma más viva y rica la práctica de aprendizaje.
Esta emergencia que reflejan los informes Horizon, por su vinculación con la enseñanza de las materias, ha puesto de manifiesto los diversos trabajos que se han ido realizando con ella desde que hace más de una década. Así, encontramos experiencias de trabajo en áreas como la enseñanza de las matemáticas (Sommerauer & Müller, 2014; Rahman Ling & Yin, 2020), de medicina (Ferrer-Torregrosa, Torralba, Jiménez, García & Barcia, 2015), de la física (Chang, Wu & Hsu, 2016), la anatomía (Citardí, Agdetoba, Bigas & Luang, 2016), de la educación (Barroso & Gallego, 2017; Cozar, del Moya, Hernández, & Hernández, 2015; Luna, Ibañez & Rivero, 2019; Yilmaz, 2016), de las segundas lenguas (Cruz, 2018), de los museos o de la arquitectura (Luna, Ibáñez & Rivero, 2019), por citar algunas materias. Todas ellas han puesto de relieve que el aprendizaje se puede lograr de manera más efectiva aunando imágenes y texto, de ahí que la Teoría Cognitiva del Aprendizaje Multimedia apoye una visión positiva de la aplicación de la RA a los entornos formativos (Sommerauer & Müller, 2014).
En esta línea encontramos el trabajo realizado por Yilmaz (2016) con estudiantes de educación infantil, quienes mostraban un mayor interés por los contenidos mostrados a través de un libro desarrollado con esta tecnología, apoyando el enfoque lúdico y racional con el que el proceso de enseñanza se desarrolla en este nivel escolar. O el proyecto RAFODIUM, (Realidad Aumentada para Aumentar la Formación. Diseño, Producción y Evaluación de Programas de Realidad Aumentada para la Formación Universitaria [EDU2014-57446-P] (http://bit.ly/2LiQXc3), desarrollado en la Universidad de Sevilla (España), el cual tiene entre sus objetivos Evaluar las posibilidades y potencialidades que ofrecen diferentes softwares utilizados para la creación de entornos tecnológicos bajo la arquitectura de la RA para ser utilizados en contextos formativos universitarios, y en el cual se focaliza este artículo.
De todas estas experiencias, así como de las investigaciones realizadas en torno a la RA (Álvarez, Delgado, Gimeno, Martín, Almaraz & Ruiz, 2017; Barroso & Gallego, 2017; Cozar-Gutiérrez & Sáenz-López, 2017; Fracchia, Alonos & Martíns, 2015; Marín-Díaz, 2016, 2017a, 2017 b) se ha podido dilucidar una serie de ventajas de la aplicación educativa de la RA. Estas serían: aumenta la motivación e interés del alumnado por su propio proceso de aprendizaje, potencia el aprendizaje lúdico, posibilidad de interaccionar en tiempo real con la realidad, permite combinar la cognición con la experiencia física, complementa la percepción e interacción con el mundo real, estimula la percepción y ayuda a la comprensión de los conceptos y contenidos abstractos, estimula la abstracción, potencia el desarrollo de habilidades cognitivas, espaciales, temporales, la información se ofrece de forma mejorada, propicia experiencias de inmersión en el contenido provocando un aprendizaje intuitivo e interactivo.
No obstante, también conlleva una serie de desventajas o problemas, estos giran en torno a la falta de recursos económicos para adquirir los recursos digitales, disponibilidad de conexión wifi, escasez de formación para su implementación en el aula por parte del profesorado, las decisiones tomadas no tienen consecuencias, no desarrolla las habilidades manuales, escasez de objetos de aprendizaje creados bajo esta arquitectura, las actitudes de los docentes hacia su integración curricular, distracción de los estudiantes, requerir de mucho tiempo para su dominio, dificultad para ser empleada por los alumnos (Álvarez et al., 2017; Cabero & Barroso, 2016; Cubillo, Martín, Castro & Colmenar, 2014; Durrall et al., 2012; Gavish, Gutiérrez, Webel, Rodríguez, Peveri, Bockholt & Franco 2015; Marín-Díaz, 2016, 2017a, 2017b).
Con todo ello, podemos concluir que implementar la RA en las aulas hoy en día es un desafío, que vendrá determinado por los conocimientos, creencias y aptitudes que los docentes de todos los niveles educativos tengan hacia ellas, pues facilitar datos en un entorno real puede suponer de un lado un mayor trabajo para el profesorado a la hora de diseñar la metodología de aula y de otro la tecnologización de la enseñanza. Sin embargo, consideramos que en este caso son mayores las ventajas que aporta su implementación en clase que los inconvenientes.
2. Método
Hernández, hernandez y Lucio La metodología empleada, de corte cuantitativo se apoya en un diseño ex post facto, el cual servirá para determinar el logro o no de los objetivos establecidos, así como la confirmación o no de las hipótesis planteadas (Mateo, 2012).
El objetivo con el que se plantea esta investigación parte del objetivo general 1 diseñado para el proyecto del que emana este estudio, RAFODIUM. Este era: Evaluar las posibilidades y potencialidades que ofrecen diferentes softwares utilizados para la creación de entornos tecnológicos bajo la arquitectura de la Realidad Aumentada para ser utilizados en contextos formativos universitarios. A partir del mismo se plantearon como objetivos específicos:
Determinar si los estudiantes universitarios de Grado de Educación Primaria consideraban que la Realidad Aumentada poseía un valor educativo,
Establecer el valor de la Realidad Aumentada como herramienta curricular de la enseñanza primaria.
Fijar el posible valor inclusivo de la Realidad Aumentada.
Como hipótesis de partida se establecieron:
H1: Existen diferencias atendiendo al género sobre el valor educativo en Educación Primaria de la Realidad Aumentada a favor de los hombres.
H2: Los estudiantes más jóvenes consideran que la Realidad Aumentada puede ser empleada como un recurso que apoye el desarrollo curricular en Educación Primaria.
Para la consecución de dichos objetivos e hipótesis se ha utilizado un método de estudio ex post facto, de esta forma la obtención del objetivo se alcanzará a posteriori como señala Mateo (2012).
2.1. Diseño del instrumento
Para la recogida de los datos se diseñó un cuestionario creado por Marín-Díaz en 2016. Este se encontraba conformado por 31 ítems. Los tres primeros estaban referidos a las variables de identificación o dependientes (género, edad y dispositivos digitales que el estudiante posee —Tablet, ordenador portátil, Smartphone, ordenador de sobremesa—), los 28 restantes correspondían a las variables independientes, los cuales tratan de dar respuesta a los interrogantes e hipótesis de trabajo. La escala de repuesta de los primeros era de carácter nominal y de los segundos de tipo Likert, donde 1 correspondía a totalmente en desacuerdo y 5 a totalmente de acuerdo.
Para comprobar que continuaba con los mismos valores de fiabilidad y validez alcanzados por Marín-Díaz (2016), dado que la muestra objeto de estudio era diferente se sometió a la prueba Alfa de Cronbach (Fiabilidad) y el test de esfericidad de Barllett (validez).
Realizada la prueba Alfa de Cronbach, se ha podido constatar que la fiabilidad del instrumento era muy alta (0.829), atendiendo a las aportaciones de Mateo (2012) (ver tabla 1). Igualmente se ha querido constatar que el instrumento mantenía esa fiabilidad, por lo que se ha procedió a realizar la misma prueba teniendo en cuenta la eliminación de los ítems del cuestionario, el resultado presentó un alfa, que osciló entre 0.835 y 0.809, con lo cual se puede concluir que el instrumento reúne las condiciones de fiabilidad para ser empleado.
Con el objeto de comprobar la validez de constructo del instrumento, se ha realizado un análisis factorial, llevando a cabo el test de esfericidad de Barllett (Chi–cuadrado aproximado 2286.439 y valores de significatividad 0.000) y se ha calculado el índice Kaiser–Meyer–Olkin (KMO=0.805). El resultado de la prueba refleja la existencia de 5 factores, que explican un 84.548% de la varianza total explicada, el cual revela un óptimo equilibrio entre los componentes del instrumento, representativos del concepto teórico. De este modo, hemos comprobado que la prueba Alfa de Cronbach realizada atendiendo a las dimensiones o factores extraídos, sigue reflejando una alta consistencia interna de los ítems: dimensión 5 de 0.895; en la 4 de 0.885; en la tercera con 0.807; en la segunda encontramos un alfa de 0.806 y en dimensión primera de 0.812.
Los datos alcanzados han puesto de relieve la validez de empleo de dicho instrumento con la muestra objeto de estudio, dado que son similares a los logrados por Marín-Díaz (2016).
2.2. Población y muestra
La población de partida de este estudio ha sido el alumnado matriculado en el Grado de Educación Primaria de la Universidad de Córdoba que se imparte en la Facultad de Ciencias de la Educación durante el curso académico 2018-2019, siendo esta de 520 estudiantes. Mediante un muestreo incidental, la muestra con la que se ha contado finalmente ha sido de 327, atendiendo a un error muestral del 5%. De esta el 30.9% eran hombres y el 69.1% mujeres. Con respecto a la edad, la mayor parte de la muestra se ubica en el intervalo de edad de 19-20 años, y la menor en 25-26 años.
Atendiendo a los dispositivos digitales que los estudiantes manifestaron poseer, comprobamos que el 32.51% indicaron estar en posesión de un Smartphone y un ordenador de sobremesa, y el 22.9% tenían todos los dispositivos digitales indicados (Tablet, Smartphone, ordenador portátil y de sobremesa), frente al 0.3% que solo cuenta con Tablet, Smartphone y ordenador de sobremesa (ver figura 1).
3. Resultados
3.1. Estudio descriptivo
Los estudiantes participantes están totalmente de acuerdo o de acuerdo en las posibilidades educativas que tiene la RA en la Educación Primaria y concretamente en el ámbito de la educación inclusiva. Destacando su valoración positiva en aspectos referidos a la posibilidad de potenciar la creatividad (ítem 3, 64.2%), necesidad de poseer conocimientos informáticos para su uso (ítem 21), y su posibilidad de ser empleada con discapacitados auditivos (ítem 13), ambos con un 51.4% y un 57.7% respectivamente.
Destaca el comportamiento otorgado al ítem 4 en el que vemos que, un alto porcentaje de estudiantes (16.5%) considera que la RA no permite el trabajo colaborativo, si bien el 69.1% está de acuerdo en sus posibilidades.
No obstante, se encuentran en desacuerdo o en total desacuerdo en la afirmación de que la RA pueda ayudar a prevenir situaciones de acoso escolar (ítem 28, 44.6%) o que potencie la brecha digital (ítem 27, 42.5%), o que pueda ser empleado con estudiantes que presenten discapacidad visual (ítem 10, 29.7%).
3.2. Estudio inferencial
Realizada la prueba ANOVA (n.s.=0.05) atendiendo a la edad, solo se han encontrado diferencias significativas en el ítem 3 (ver tabla 2), referido a la posibilidad que presenta la RA para potenciar la creatividad en el estudiante. Como vemos los alumnos con edad entre 21-22 y (M=4.64 DT=.512) 23-24 años (M=4.67 DT=.606) consideran que la RA potencia la creatividad en los estudiantes de Educación Primaria frente a las demás edades (19-20 [M=4.61 DT=0692], 25-26 [M=3.94 DT=1.237] y más de 26 años [M=4.29 DT=.736]).
Atendiendo al género de los estudiantes, se ha realizado la prueba T de Student (n.s.=0.05), la cual arroja diferencias significativas en los ítems 1, 2, 5, 7, 9, 17, 20 y 21, todos ellos a favor de las mujeres (ver tabla 3).
3.3. Estudio correlacional
En lo que se refiere a las dimensiones generadas por el análisis factorial exploratorio realizado se presentan los resultados del estudio correlacional llevado a cabo.
Con respecto a la dimensión 1, existe una alta correlación entre sí en todos los ítems, salvo con el ítem 27, con el que solo encontramos una buena correlación entre este y el 20.
En la dimensión 2, el ítem 28 solo presenta una única correlación con el 25. Es significativo que el resto de ítem tengan solo relaciones solamente con dos ítems de la dimensión; no obstante, estas se pueden considerar muy altas, dado que correlacionan que se presenta arroja a un nivel de significación bilateral de 0.01
Atendiendo a la dimensión 3, vemos que hay significación menor, pues solo se encuentran tres correlaciones entre el ítem 6 y los otros ítems, y dos relaciones en el ítem 2 (con el 5 y el 6).
El estudio correlacional de la dimensión 4 refleja como los ítems presentan un comportamiento alto de relación, salvo entre el 22 con los demás, no habiendo correlación ninguna.
Por último, la dimensión 5 muestra una inexistencia de correlaciones entre el ítem 18 y el resto de los componentes de la misma, mientras que el ítem 21, salvo con el 18, tiene una alta correlación con todos los demás.
4. Discusión y conclusiones
El desarrollo de las llamadas tecnologías emergentes en el ámbito educativo, está suponiendo una evolución en la forma de impartir docencia. En el caso de la RA varios trabajos (Barroso & Gallego, 2017; Luna, Ibañez & Rivero, 2019; Moreno & Leiva, 2017) han puesto sobre la palestra las grandes posibilidades que brinda al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Consideramos que su relevancia en el ámbito educativo estriba en las posibilidades que brinda para proporcionar información digital en tiempo real, enriqueciendo los contenidos y haciendo el aprendizaje interactivo más participativo en lo que se refiere al estudiante de cualquier nivel académico. Con respecto a los docentes de Educación Primaria en pre-servicio, estos aspectos son valorados de forma positiva al igual que los datos arrojados en el trabajo de Moreno y Leiva (2017) y Garay, Tejada y Castaño (2017).
Los resultados alcanzados en este trabajo han puesto de manifiesto, en consecuencia que a juicio de los estudiantes de educación superior del grado de Educación Primaria la RA puede ser contemplada como una herramienta que posee posibilidades de ser empleada como un recurso en las aulas de este nivel educativo (objetivo 1); igualmente es sentida como un elemento que permite completar el desarrollo de los contenidos (Wu, Lee, Chang & Liang, 2013; Joan, 2015; Rahman, Ling & Yin, 2020), como vemos el objetivo primero de este trabajo se cumple.
En relación al segundo objetivo planteado (Establecer el valor de la Realidad Aumentada como herramienta curricular de la enseñanza primaria), vemos que los participantes consideran que la RA potencia la capacitación través de la experimentación (Wei, Weng, Liu & Wong, 2015), al igual que en el trabajo realizado sobre la materia de Anatomía del título de Medicina por Ferrer-Torregrosa, Jiménez-Rodríguez, Torralba-Estelles, Garzón-Farinós, Pérez-Bermejo y Fernández-Ehrling en 2016, donde se recogía que el aprendizaje de los movimientos de los músculos, se había realizado con mayor éxito al experimentar estos movimientos mediante la utilización de la RA.
En esta línea los alumnos de Grado de Educación Primaria participantes piensan que el aprendizaje a través del libre descubrimiento que permite esta herramienta, así como la transversalidad que proporciona al desarrollo curricular de los contenidos, se ve reforzada (Barroso & Gallego, 2017; Moreno & Leiva, 2017).
El elemento más valorado por los estudiantes ha sido la creatividad, al igual que en las investigaciones de Wei et al. (2015) y Marín-Díaz (2016, 2017a, 2017b). En este sentido, los resultados alcanzados permiten afirmar que potencia el aprendizaje flexible (Munnerly, Bacon, Willons, Steele, Hedberg & Fitzgerald, 2014) y la comunicación entre los estudiantes, así como el poder trabajar de forma colaborativa (Martín-Gutiérrez, Fabiani, Benesova, Meneses & Mora, 2015), reforzando el desarrollo curricular (Joan, 2015).
No obstante, destaca que los participantes no consideren que esta tecnología emergente pueda acentuar la brecha digital (objetivo 3), al contrario de los resultados alcanzados por Marín-Díaz (2017a, 2017b, 2018), así como que pueda ayudar a prevenir el acoso escolar (objetivo 3).
Por otra parte, hay que incidir que elementos como la necesidad de poseer conocimientos informáticos, así como tener tiempo para poder aprender a emplearla, son entendidos como elementos distorsionadores en la visión positiva que la RA puede generar para su empleo en la etapa de primaria, ello hace suponer que esta tecnología puede generar desazón en los docentes amén de provocar cierto rechazo a su imbricación con la formación en este nivel educativo.
Como vemos los resultados alcanzados, en esta investigación, ponen de manifiesto que los dos primeros objetivos marcados se cumplen, por lo que se puede concluir que la RA es una herramienta que una vez incorporados a la vida laboral de forma plena, tendrá garantías de ser empleada en el desarrollo de su labor académica.
Por último, y con respecto al objetivo tercero (Fijar el posible valor inclusivo de la Realidad Aumentada) se ha podido comprobar que, si bien consideran que es una herramienta que permite el desarrollo de la educación inclusiva (Cozar et al., 2015; Marín-Díaz, 2018), se ha podido constatar que no opinan que pueda ser utilizada totalmente con sujetos que presenten dificultades visuales al igual que el trabajo realizado por Marín-Díaz (2017a), motóricas, psicológicas o que presenten altas capacidades a diferencia de las aportaciones de los trabajos de Cozar et al. (2015) y Marín-Díaz (2017, 2018), que reflejan la gran viabilidad de esta herramienta con sujetos con autismo o espectro autista. Es significativo que, tanto en este estudio como en el realizado por Marín-Díaz (2017a, 2017b), este recurso difícilmente se puede emplear con alumnado que presente discapacidad visual. Por otra parte, opinan que puede potenciar tanto la educación intercultural como la multiculturalidad (Marín-Díaz, 2017b, 2018), líneas que forman parte de la perspectiva inclusiva.
En lo que se refiere a las hipótesis planteadas, se ha podido comprobar que no hay diferencias en torno al género sobre el valor educativo de la Realidad Aumentada en Educación Primaria, dado que solo se ha encontrado una única diferencia a favor del género femenino, en lo que se refiere a la potencialidad de la creatividad por parte de esta herramienta en el estudiante, por tanto, se puede rechazar la hipótesis de partida.
En lo concerniente a la segunda hipótesis de trabajo, referida a la edad de los participantes también se debe rechazar pues si bien son jóvenes los que ven la posibilidad de esta herramienta en esta etapa educativa, entrarían en un rango de edad media, por lo que se debe, igualmente, rechazar dicha hipótesis de partida.
Como conclusión final de este trabajo, podemos determinar que, si bien la RA es una tecnología que ayuda y facilita la comprensión de los contenidos curriculares, es necesario tomar una serie de medida que abarcan desde la dotación de recursos digitales a los centros como de capacitación en su empleo a los docentes (Garay, Tejada & Castaño, 2017).
Limitaciones del estudio
El desarrollo de investigaciones dentro del campo de las Ciencias Sociales en general y de la Educación, en particular presentan como principal limitación la disponibilidad de muestras lo suficientemente amplias, que puedan permitir a los investigadores la generalización de las conclusiones alcanzadas.
Sin embargo, consideramos que es ahí donde radica la valía de este tipo de trabajos, ya que plantea nuevos campos de trabajo y/o estudio que permitan refutar o confirmar los alcanzados en la investigación inicial.
Financiamiento
El trabajo se enmarca dentro de un proyecto de investigación I+D financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España denominado: “Realidad aumentada para aumentar la formación. Diseño, producción y evaluación de programas de realidad aumentada para la formación universitaria” (EDU-5746-P-Proyecto Rafodiun).