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Yánez-Avalos, D.O., Barbona, I., López-Parra, J.C. y Marini, P.R. (2021). Protocolo J-Synch con y sin eCG en vacas Brown Swiss y sus cruzas con Bos Indicus en la amazonía ecuatoriana. La Granja: Revista de Ciencias de la Vida. Vol. 33(1):8-20. http://doi.org/10.17163/lgr.n33.2021.01.
1. Introducción
Los sistemas de producción con vacas Brown Swiss y sus cruzas con Bos indicus son comunes en la región tropical húmeda, con una producción leche promedio diaria por vaca de 3 a 9 litros, la duración de la lactación de 120 a 180 días y un intervalo parto-parto de 18 a 24 meses (Rodríguez et al., 2015).
Estos parámetros reproductivos son generados por múltiples factores, entre ellos ambientales (temperaturas elevadas y humedad), fisiológicos y de manejo zootécnico. En la región Amazónica los productores tienen la necesidad de mejorar los resultados reproductivos en las vacas para carne y leche (Moyano et al., 2015).
El protocolo denominado J –Synch ha sufrido un sin número de variaciones, sin alterar su forma inicial como: una dosis intramuscular de Benzoato de Estradiol y la colocación de progesterona a través de un dispositivo intravaginal para lograr sincronizar el comienzo de una nueva onda folicular con menor tiempo de inserción del dispositivo con progesterona de 6 días y ya no de 7 u 8 días, aplicando una GnRH como iniciador de la ovulación, a las 72 horas después se remueve el dispositivo junto con la IATF, asegurando un proestro más duradero (de la Mata y Bó, 2012).
Yánez et al. (2017), mostraron los resultados de preñez de dos protocolos de IATF, inseminando a vacas doble propósito de la Amazonia Ecuatoriana, a las 60 y 72 horas de que se removió el dispositivo intravaginal impregnado con progesterona, donde el protocolo J-Synch más eCG 60 horas tuvo el mejor índice de preñez comparado con el protocolo J-Synch más eCG 72 horas. Cedeño et al. (2019) compararon la dinámica folicular y luteal de un tratamiento alternativo de prolongación de proestro J-Synch de 7 días de progesterona en vaquillonas bos indicus de carne que recibieron inseminación artificial a tiempo fijo, en la Provincia de Manabí – San Vicente, concluyendo que la extensión de un día más de progesterona en el tratamiento J-Synch de 7 días no altera las características del folículo dominante ovulatorio y el momento de ovulación con relación al protocolo J-Synch de 6 días, aunque en ambos protocolos de proestro prolongado, el intervalo a la ovulación es mayor que en los animales tratados con el protocolo convencional con Cipionato de Estradiol como inductor de la ovulación. Castellanos et al. (2019) experimentaron en Etzatlán, Jalisco, México, con 211 vacas (90 vacas Brahman y 121 vacas F1 Brahmán x Pardo Suizo) sin cría al pie con más de 180 días posparto, con un estado corporal de 3 a 4. El Día 6, 105 vacas fueron asignadas al azar al Grupo J-Synch y las vacas restantes (106), fueron asignadas al Grupo Tradicional, los dos grupos con eCG. No hubo diferencias significativas (p≥0.05) en el porcentaje de preñez entre los grupos. Además, no mostró diferencias significativas (p≥0.05) en el porcentaje de preñez de la raza o el toro utilizado.
Con base en los hallazgos de la aplicación de J- Synch, (Bo et al., 2018) propusieron que las vaquillonas que manifiestan celo antes, podrían ser inseminadas antes sin afectar el porcentaje de Preñez, pero sería necesario determinar el tiempo óptimo para realizar la IATF en aquellas que no muestran celo. Se realizó un trabajo en donde 1.283 vaquillas cruzadas Angus y Hereford fueron tratadas con el protocolo J-Synch y las vaquillonas se pintaron en la base de la cola cuando se retiró el dispositivo de progesterona. Las vaquillonas recibieron GnRH / IATF a las 60 o 72 h, independientemente de la eliminación de pintura. La preñez fue mayor en aquellos que mostraron estro antes de la IATF que en aquellos que no lo hicieron, independientemente del tiempo de inseminación (53.6%, 542/1012 vs. 45.0%, 122/271, respectivamente, P≤0.05). La implicación práctica de este resultado es que cuando se sincronizan grandes rebaños, el dispositivo podría retirarse en la tarde del día 6 y la IATF comienza a las 60 h (día 9 a.m.) en todas las vaquillonas con pintura alterada; y aquellas con la pintura intacta podrían separarse para recibir GnRH en el momento de la inseminación artificial a tiempo fijo en la tarde del día 9 (es decir, alrededor o después de 72 horas).
La incorporación de protocolos con proestro prolongado ha permitido aumentar los índices de preñez en vacas anéstricas, con días abiertos elevados y con cría al pie en climas tropicales. Sin embargo, el protocolo J-Synch es necesario, aunque se siga validando en condiciones de la Amazonía Ecuatoriana.
El objetivo fue evaluar los resultados del protocolo con proestro prolongado denominado J-Synch con y sin eCG, en el comportamiento folicular y el porcentaje de preñez, en vacas Brown Swiss y sus cruzas con Bos indicus en la Amazonía Ecuatoriana.
2. Materiales y Métodos
El trabajo se realizó en Pastaza, provincia de Ecuador, iniciando en octubre de 2018 y finalizando en octubre de 2019. En la Amazonía las precipitaciones son de 4000 – 5000 mm/ año, elevada humedad y calor con temperaturas que oscilan entre los 18 y 24 °C. Los productores poseen fincas de 50 ha promedio en terrenos irregulares, utilizando como forrajes el Axonopusscoparius (Gramalote) (González Marcillo et al., 1997)
Se contó con 448 vacas de las razas Brown Swiss y sus cruzas Bos indicus, alimentadas mediante un sistema de pastoreo al sogueo (Carrera Durazno et al., 2015), rango de 90 a 132 días de posparto, multíparas, edad de entre 34 y 65 meses, condición corporal de 2.5 a 3 (escala del 1 al 5, Ben et al., 2002), un peso de entre 350 y 380 Kg, y fueron seleccionadas por la presencia de un folículo > 8 mm de diámetro en sus ovarios por medio de ultrasonografía.
Se utilizaron pajillas de semen de 0.50 ml de raza Brown Swiss previamente analizado en las IATF.
2.1 Tratamientos
Se utilizó el protocolo de sincronización de celos con proestro prolongado denominado J-Synch (de la Mata et al., 2012) el cual se modifica adicionando eCG y realizando la IATF a las 60 y 72 horas de retirado el dispositivo intravaginal. El total de vacas se dividió aleatoriamente en dos grupos: Grupo 1 con adición de eCG y Grupo 2 sin eCG. A su vez estos dos grupos se subdividieron en dos grupos más, uno que se realiza IATF a las 60 horas y otro la IATF a las 72 horas de haber retirado el dispositivo intravaginal. Esquemáticamente representado.
T1: J - Synch + eCG + Celo - IA 60 horas (n=120)
T2: J - Synch + eCG + Sin Celo + GnRH - IATF 72 horas (n=118)
T3: J - Synch + Celo – IA 60 horas (n=103)
T4: J - Synch+ Sin Celo + GnRH - IATF 72 Horas (n=107)
La distribución de los tratamientos (T) fue completamente al azar, en cada uno se realizaron cuatro repeticiones (T1: 30, 30, 30 y 30 (120), T2: 29, 29, 30 y 30 (118), T3: 25, 26, 26 y 26 (103) T4: 26, 27, 27 y 27 (107) vacas con cada uno de los tratamientos).
Para el desarrollo de la investigación, en el día 0 a cada una las 306 vacas se realizó una primera evaluación reproductiva mediante ultrasonografía para analizar el estatus ovárico y que todos los animales cumplan con los parámetros propuestos para poder ser incluidas en la presente investigación; adicionalmente, se le colocó un dispositivo intravaginal con progesterona (DIB 0.5 gr) más la aplicación de 2 mg de BE por vía IM; al día 6 las vacas se dividen en grupos según los tratamientos así:
2.1.1 Tratamiento 1
Referencias: En el día 0 se realizó la primera evaluación ecográfica para analizar el estatus ovárico y se aplicó BE (2 mg de Benzoato de Estradiol) por vía IM junto con un dispositivo intravaginal DIB 0,5g. El día 6 se retiró el dispositivo con la administración de PGF2α (500 μg de Cloprostenol) más la administración de eCG (400UI de Gonadotropina coriónica equina) y se dividió en dos grupos: T1 (120 vacas) y T2 (118 vacas), se realizó una medición con ultrasonografía del desarrollo folicular al inicio del proestro, y se aplicó un marcador de pintura en la base de la cola para observar la presencia de celo previo a la IATF (Inseminación artificial a tiempo fijo) (Figura1).
Los animales que presentaron celo antes de las 60 horas fueron inseminados a las 60 horas (T1) y los que no, IATF a las 72 horas más la adición de GnRH (100 µg acetato de gonadorelina) T2). Al día 9 o final del proestro se continuó con la medición ultrasonográfica para ver el comportamiento de los folículos. Seguido de esto, a partir de las 60 horas de retirado el dispositivo intravaginal, mediante ultrasonografía cada 12 horas, se determinó el momento de la ovulación en los dos tratamientos. Al día 7 post inseminación se midió por medio de ultrasonografía el tamaño de cuerpo lúteo y la calidad a través de una muestra sérica y se analizaron los niveles de progesterona (ng/ml). El diagnóstico de gestación se realizó a los 35 a 40 días posteriores a las IATF mediante ultrasonografía (ecógrafo veterinario Ibex – pro con sonda lineal 5 MH en modo V).
2.1.2 Tratamiento 2
Referencias: En el día 0 se realizó la primera evaluación ecográfica para analizar el estatus ovárico y se aplicó BE (2 mg de Benzoato de Estradiol) por vía IM junto con un dispositivo intravaginal DIB 0,5g. El día 6 se retiró el dispositivo con la administración de PGF2α (500 μg de Cloprostenol) y se dividió en dos grupos: T3 (103 vacas) y T4 (107 vacas), se realizó una medición con ultrasonografía del desarrollo folicular al inicio del proestro, y se aplicó un marcador de pintura en la base de la cola para observar la presencia de celo previo a la IATF (Inseminación artificial a tiempo fijo). Los animales que presentaron celo antes de las 60 horas fueron inseminados a las 60 horas (T3) y los que no, IATF a las 72 horas más la adición de GnRH (100 µg acetato de gonadorelina) T4). Al día 9 o final del proestro se continuó con la medición ultrasonografía para ver el comportamiento de los folículos. Seguido de esto, a partir de las 60 horas de retirado el dispositivo intravaginal, mediante ultrasonografía cada 12 horas, se determinó el momento de la ovulación en los dos tratamientos. Al día 7 post inseminación se midió por medio de ultrasonografía el tamaño de cuerpo lúteo y la calidad a través de una muestra sérica y se analizaron los niveles de progesterona (ng/ml). El diagnóstico de gestación se realizó a los 35 a 40 días posteriores a las IATF mediante ultrasonografía (ecógrafo veterinario Ibex – Pro con sonda lineal 5 MH en modo V) (Figura 2).
Para la IATF se utilizó semen congelado/descongelado utilizando la técnica descripta por Bernardi et al. (2011), de un solo toro y de fertilidad probada, aunque igualmente antes de utilizarlo se le realizó un análisis en el Laboratorio de Biotecnología del Centro de Investigación, Posgrado y Conservación Amazónica y fueron inseminadas por un mismo técnico.
Se observaron los celos a través de dos comportamientos en la revisación: despintadas las bases de la cola y el moco vaginal (clara de huevo). Esta observación se realizó antes de iniciar la ecografía e IATF. Además, la detección del celo comenzó 24 horas después de retirado el dispositivo, dos veces en el día (mañana y tarde) los días 7, 8 y 9.
2.2 Dinámica folicular y luteal
El desarrollo folicular fue evaluado a través de ultrasonografía en el día seis cuando se retiró el dispositivo intravaginal de progesterona, también en el momento de realizar la IATF (60 y 72 horas de retirado el dispositivo intravaginal de progesterona), con el objetivo de realizar un seguimiento del comportamiento ovárico y al final del celo. Además, al día siete posterior a la inseminación a través de ecografía se tomaron las medidas del tamaño del cuerpo lúteo, utilizando lo recomendado por Kastelic et al. (1990), sobre dos medidas (alto – ancho en mm) de cada estructura (cuerpo lúteo o folículo) para luego obtener el promedio entre ambas.
Para determinar el momento de la ovulación (desaparición del folículo de mayor diámetro) se continuó evaluando mediante ultrasonografía el desarrollo folicular, esto se realizó en un grupo menor de vacas T1 y T2 = 24; T3 y T4= 18 debido a las dificultades para acceder o permanecer en diferentes horarios en los establecimientos utilizados. Para ello se realizó una ecografía 12 horas posterior de la IATF, luego a los animales que aún no habían registrado celo se realizó otra ultrasonografía a las 24 horas y a los animales que aún no habían ovulado hasta esta instancia se determinó subjetivamente que ovularon > 24 horas posteriores a la IATF lo que se reconfirmó con la presencia del CL a los 7 días pos IATF.
La gestación se determinó a través de ultrasonografía entre los días 40 a 45 días de realizada la IATF (Ibex Pro 2011 and Lyte ®, USA, transductor L6.2 with a linear probe of 5.0 MHz)
2.4 Análisis estadístico.
Para el ajuste se utilizó un modelo de Regresión Logística Múltiple para estudiar la preñez (presencia o ausencia) en función de los diferentes protocolos, días, desarrollo folicular en mm, y tamaño del cuerpo lúteo post-ovulación en mm. Este modelo permite tener en cuenta la naturaleza binaria de la variable respuesta. La interpretación del modelo se realizó mediante el análisis de las Razones de Odds estimada, junto con sus intervalos de confianza. Para los análisis estadísticos se utilizó el programa JMP versión 5.0 para Windows.
3. Resultados
3.1 Porcentaje de preñez
De las 448 vacas inseminadas, se preñaron 230 (51,3%) vacas y quedaron vacías 218 (48,6 %) vacas. El porcentaje de preñez de los protocolos T1, T2, T3 y T4 no mostró diferencias significativas (P≥ 0.7989) (Tabla 1).
3.2 Expresión de celo
Existió un 51% (230/448) de presencia de celo del total de animales para ambos tratamientos (Tabla 2). El porcentaje de animales con presencia de celo en el tratamiento J- Synch con eCG (T1 y T2) fue 52.1% (124/238) y en el tratamiento J- Synch sin eCG (T3 y T4) fue 50% (106/210), sin diferencias significativas (P≥0,05).
El porcentaje de preñez en el protocolo J-Synch con eCG + I.A. 60 horas en las vacas que presentaron celo fue del 55% (66/120) T1 y J-Synch sin eCG + I.A. a las 60 horas (T3) fue del 54% (39/72), los cuales no mostraron diferencia significativa, al igual que las vacas sin presencia de celo + GnRH + IATF 72 horas que fueron 49% (58/118) T2 y 49% (67/138) T4, respectivamente (P≥0.05).
3.3 Dinámica folicular en diferentes momentos
El tamaño folicular cuando se retiró del dispositivo evidenció diferencias significativas (p≤0,05) con mayor diámetro para T2 (9.7± 0.1mm). De la misma manera, el tamaño del folículo al inicio de la inseminación artificial manifestó diferencias significativas (P≤0.05) con un mayor diámetro para T4 (13.2± 0.1mm) y cuando finalizó el estro, el tamaño del folículo mostró diferencias significativas (P≤0.05) con un mayor diámetro para T3 (13.9±0.2 mm).
3.4 Momento de la ovulación
La ovulación, desde la remoción del dispositivo, fue mayor (F= 18.2; P≤0,001) para el tratamiento J- Synch con eCG (T1 y T2) (94.5 ± 0.9) horas, que para el grupo J-Synch sin eCG (88.0 ± 1.1) horas.
En la Figura 3 se observa la respuesta de la ovulación y tasa de preñez registrados en porcentaje, a las 84, 96 y 108 horas de realizada la IATF en vacas Brown Swiss y sus cruzas bajo el tratamiento J-Synch con eCG.
En la Figura 4 se observa la respuesta de la ovulación y tasa de preñez registrados en porcentaje, a las 84 – 96 y 108 horas de realizada la IATF en vacas Brown Swiss y sus cruzas con el tratamiento J-Synch sin eCG.
3.5 Tamaño del cuerpo lúteo
El cuerpo lúteo fue medido (su diámetro en mm) al día 7 post inseminación, difiriendo significativamente entre los tratamientos (P≤0.05) (T1: 21.6±0.2b mm; T2: 22.0±0.2b mm; T3: 22.1±0.2b mm y T4: 25.0±0.2a mm).
En la Tabla 5 se puede observar que las variables colaboran significativamente al modelo, lo que significa que el porcentaje de preñez está significativamente afectado por el protocolo utilizado, el tamaño del folículo dominante y el tamaño del cuerpo lúteo.
Todas las variables resultan estadísticamente significativas en el modelo (P≤0.001 en todos los casos).
Existe un 44.5% más probabilidad de quedar preñada una vaca con el T1 (con eCG 60 hs) en comparación con el T2 (con eCG 72 hs). Aumentaría un 22,5% más la tasa de concepción aplicando el T1 (con eCG 60 hs) en comparación con el T3 (sin eCG 60hs). Sería un 18% mayor la preñez con el T3 (sin eCG 60hs) si se compara con el T2 (con eCG 72hs). En todos estos casos, los intervalos de confianza de la RO estimadas incluyen el valor 1. Es decir, que podrían ser casos en los que las chances de preñez en ambos grupos sean iguales, y la diferencia se deba al azar (dado que una RO=1 significa que la chance de quedar preñada es la misma para las dos categorías que se estén comparando).
La probabilidad de quedar preñada es cuatro veces más en el T1 (con eCG 60hs) al compararlo con el T4 (sin eCG 72 hs). Es casi tres veces más la probabilidad de preñez con el T2 (con eCG 72hs) en comparación con el T4 (sin eCG 72hs). Es 3,5 veces más en el T3 (sin eCG 60hs) cuando se compara con la misma chance en el T4 (sin eCG 72hs).
A los ocho días es casi cuatro veces mayor preñar una vaca que la misma chance a los seis días. Existe un 50% mayor de probabilidad de preñar cuando aumenta 1mm el tamaño del folículo y un 35.2% mayor cuando aumenta 1mm el tamaño de cuerpo lúteo.
4. Discusión
Las vacas Brown Swiss y sus cruzas con Bos indicus fueron las más adoptadas para la producción en la Amazonía ecuatoriana, aunque exista una gran necesidad de mejorar los indicadores reproductivos (Moyano et al., 2015). Dentro de un conjunto de problemas que poseen los rodeos, entre los más importantes es el retraso en el reinicio de la actividad ovárica después del parto (Guáqueta et al., 2014). Actualmente, hay disponible varios protocolos para aplicar en la Inseminación Artificial de Tiempo Fijo (IATF) para ser utilizados en vacas para carne y leche (Colazo et al., 2009; Bó et al., 2013; Uslenghi et al., 2014), pero que necesitan ser revalidados en las condiciones de la Amazonía y en vacas Brown Swiss y sus cruzas con Bos indicus.
Los resultados de preñez obtenidos en este trabajo con J-Synch con y sin eCG, sobre 448 vacas Brown Swiss y sus cruzas inseminadas, 230 vacas se preñaron representando el 51.3%, coincidiendo con los resultados reportados por Baruselli et al. (2005) y López, (2011) en el trópico, también coinciden con encontrados por López et al. (2014) y Quinteros, (2009) realizados en la Amazonia Ecuatoriana. Además, concuerdan los porcentajes de preñez con los obtenidos por otros investigadores utilizando similares protocolos de proestros prolongados J-Synch en la Amazonía, cuando se administró eCG y se inseminó a las 60 horas de retirado el dispositivo con el 61% (70/115) de preñez en comparación al inseminado a las 72 horas adicionando eCG, mostrando un 47% (52/111) de preñez (López, 2017; Yánez et al., 2018).
Los programas de inseminación artificial a celo detectado son afectados y poseen una baja eficiencia en el trópico, debido a que el celo posee una corta duración durante el día y una tendencia a expresarlo en la noche (López, 2014). La expresión de celo se mostró en un 51% del total de animales, por debajo del 90.4% reportado por López (2017) y de la Mata et al. (2015). A su vez estos datos contrastan con los reportados por López (2017) quién mostró que el 78.2% de vacas Pardo Suizo mestizas presentaron celo al ser tratadas con el protocolo J-Synch en la Amazonía con un régimen alimenticio en pastoreo libre. Una de las explicaciones del bajo porcentaje de expresión del celo en las vacas en este trabajo podría ser que las mismas están atadas individualmente en espacios reducidos, no pueden expresar los síntomas previos del inicio del celo (grupo sexualmente activo), como es el roce y juego entre las vacas tratadas y no pueden montarse entre ellas, por consiguiente, la detección del celo se reduce a la observación subjetiva por parte del encargado de otros síntomas menos expresivos.
Los resultados de los diámetros de los folículos dominantes ovulatorios encontrados en este trabajo coinciden con los citados anteriormente por Lopéz, (2017), en donde se mostró que el protocolo J-Synch tuvo el menor valor al retiro de 8.9 ± 0.1 mm, pero se evidenció mayor tamaño al momento de la IATF de 13.5 ± 0.1 mm, en comparación con el tratamiento Cipionato de Estradiol que presentó un mayor tamaño al retiro de 9.7 ± 0.1 mm y 12.4 ± 0,1 mm al momento de la IATF. El tratamiento Benzoato de Estradiol tuvo un tamaño de 9.5 ± 0.1 mm al retiro del dispositivo y 12.9 ± 0.1 mm a la IATF, siendo menores a lo alcanzando por el folículo dominante ovulatorio del tratamiento J- Synch.
Un experimento en Uruguay con vaquillonas para carne y en otro ambiente, mostraron que el grupo J-Synch tuvo un horario promedio de ovulación de 93.7 ± 12.9 horas (de la Mata et al., 2015). En este trabajo el horario promedio de ovulación para J-Synch con eCG a las 60 y 72 horas fue de 94.5 ± 0.9 horas y para J-Synch sin eCG a las 60 y 72 horas fue de 88.0 ± 1.1 horas. Esto coincide con los resultados encontrados por de la Mata et al. (2015), quienes al utilizar un protocolo de J-Synch obtuvieron un promedio de ovulación de 93.7 ± 12.9 horas, y a los reportados por López (2017) quien al usar Brown Swiss en el mismo ambiente, obtuvo un intervalo de ovulación 87.7± 0.6 horas.
Los resultados del tamaño de los folículos dominantes ovulatorios encontrados en este trabajo mostraron que al retiro del dispositivo de progesterona existió diferencias significativas (p≤0.05) con mayor tamaño para T2 (9.7 ± 0.1mm); de la misma manera, el tamaño del folículo al momento de la inseminación artificial expresó diferencias significativas (p≤0.05) con mayor tamaño para T4 (13.2± 0.1mm) y al finalizar el estro el tamaño del folículo manifestó diferencias significativas (p≤0.05) con un tamaño mayor para T3 (13.9±0.2 mm). López (2017) reportó utilizando vacas Brown Swiss mestizas en la Amazonía y con un régimen alimenticio en pastoreo libre para el tratamiento J-Synch un tamaño al retiro de 8.9 ± 0.1 mm y de 13.5 ± 0.1 mm al momento de la inseminación artificial. Yanez et al. (2018), también utilizando vacas Brown Swiss en la Amazonía encontró que el tamaño del folículo fue para J-Synch con eCG 60 horas de 9.53± 0.1 mm al momento de retirar el dispositivo de progesterona y de 9.87± 0.1 mm para J-Synch con eCG 72 h; mientras que, en el momento de la inseminación para J-Synch con eCG 60 horas fue de 12.3±0.1 mm y para J-Synch con eCG 72 h fue de 11.9±0.1 mm, sin diferencias significativas. De la Mata et al. (2015), encontró que la incorporación de eCG al protocolo J-Synch provoca una ventana mayor de tiempo para realizar la inseminación, y que, además, facilita la inseminación en grupos de animales mayores, en donde el grupo J-Synch inseminadas a las 60 horas presentó porcentajes de preñez de 60.6% (P≤0.05) comparadas con aquellas del mismo grupo que fueron inseminadas a las 72 horas.
Núñez-Olivera et al. (2014) evaluaron el efecto sobre la prolongación del proestro y cómo éste incidía en el desarrollo del folículo ovulatorio cuando se les aplicaba una dosis de eCG y GnRH a las 48 y 72 horas luego de retirar el dispositivo, mostrando que a las 48 horas de retirado el dispositivo el diámetro fue de 8.8 ± 0.4 mm y a la IATF de 12.3 ± 0.5 mm; a las 72 horas de retirado el dispositivo el diámetro fue de 8.2 ± 0.3 mm y la IATF de 13.5 ± 0.3 mm sin diferencia significativa.
Van-Eerdenburg et al. (2002) comprobó que las vacas que presentaban mayor tamaño de folículo, tenían una mayor probabilidad de ovular. En concordancia con lo anteriormente citado, Yánez et al. (2016) hallaron que vacas con un mayor tamaño folicular al momento de la inseminación artificial tuvieron catorce veces más posibilidades de quedar preñadas (preñadas: 13.4 ± 1.1 mm; vacías: 10.4 ± 1.3 mm).
En el trabajo se encontraron diferencias significativas (p≤0.05) en el tamaño del cuerpo lúteo al día 7 post inseminación entre los tratamientos utilizados. De la Mata et al. (2015) encontró que el desarrollo luteal entre los días 4 y 13 posterior a la ovulación tendió a ser mayor (P≤0.074) en el grupo J-Synch comparado con el protocolo convencional. El tamaño del cuerpo lúteo estaría relacionado con la mayor o menor concentración sérica de progesterona que afectaría la fertilidad (Vasconcelos et al., 2001; Busch et al., 2008; Mann, 2009).
Trabajos anteriormente citados indicaron que la incorporación del protocolo J-Synch en condiciones ambientales extremas, permitió mejorar los índices de preñez en vacas con cría, anéstricas y con períodos abiertos extensos, en bovinos doble propósito y para carne en climas tropicales. Sin embargo, es necesario seguir sumando un número mayor de vacas Brown Swiss y sus cruzas, que es la vaca utilizada con mayor frecuencia en los sistemas producción en la Amazonía en los que se use el protocolo J-Synch, para consolidar los resultados.
5. Conclusiones
Los tratamientos J-Synch más eCG a las 60 horas y las 72 horas tuvieron diferente comportamiento en el desarrollo folicular y en el tamaño del Cuerpo Lúteo. El porcentaje de preñez no difirió entre los tratamientos. Aunque, existió un 44.5% más probabilidad de quedar preñada una vaca con el T1 en comparación con el T2. Además, aumentaría un 22.5% la preñez aplicando el T1 en comparación con el T3, y sería un 18% mayor la preñez con el T3 si se compara con el T2.