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Rodríguez-Flórez C. D. (2023). Ejercicio de investigación en el aula identificando diferencias entre conceptos sobre la paz. Alteridad, 18(1), 113-121. https://doi.org/10.17163/alt.v18n1.2023.09
1. Introducción
En Colombia, encontramos que la rama del saber que define la investigación pedagógica en general y la investigación en el aula en particular, ha sido una actividad que viene demostrando un desarrollo positivo desde los años 80. Es un campo de estudio en continuo crecimiento que ha servido para conformar progresivamente el concepto de “Modelo de Maestro Investigador” desde la década de los años 90, ganando paulatinamente adeptos en nuestro país (Ossa, 2015). Bajo el rótulo de Investigación-Acción Pedagógica, se han desarrollado varios estudios en el área, enfocados a diseñar estrategias que permitan construir saber pedagógico aplicado a contextos particulares. Estos estudios también han servido para demostrar el mejoramiento de currículos, prácticas pedagógicas y procesos de enseñanza-aprendizaje a partir de la investigación en el aula (Quiceno, 2002; Restrepo, 2003a, 2003b; Ávila, 2005).
En particular al proceso de construcción de saberes pedagógicos a partir de la investigación en el aula, se han definido al menos tres enfoques: 1. Investigación del docente sobre su quehacer pedagógico, 2. Investigación del docente sobre las prácticas de los estudiantes y 3. Investigación del docente sobre el proceso de investigación del estudiante y su acompañamiento (Vélez, 1980; Restrepo, 2009). Esta investigación se define principalmente dentro del segundo enfoque mencionado, aunque es posible considerar un proceso transversal a todos los demás. También puede comprenderse como parte complementaria del ejercicio investigativo que ha sido llamado de otras formas como investigación de la evaluación formativa, investigación de la valoración del desempeño, investigación de la práctica reflexiva, reflexión transversal o etnografía del aula (Porlán, 1987; Goetz y Lecompte, 1988; Porlán y Martín, 1991; Parra Sabaj, 1998; Álvarez, 2011; Guzmán et al., 2017).
1.1 El objeto de investigación
El concepto de paz y su reflejo en las prácticas de convivencia pacífica se aprende en la familia y en los contextos sociales directos que experimenta el individuo, especialmente durante su etapa de crecimiento. Enfocándonos en la investigación en el aula, para algunos autores el concepto de paz en el ámbito escolar ha sido investigado como el reflejo de opiniones sobre la comprensión y aplicación de elementos como: 1. El diseño del manual de convivencia, 2. El desarrollo e implementación de la cátedra de la paz, y 3. Las normativas aplicadas a la mediación de conflictos dentro de las instituciones educativas. De esta forma, el tejido escolar surge como un espacio donde se manifiestan los procesos sociales, tanto de conflicto como de construcción de paz, y que son orientados desde los órganos de gobierno que ayudan a mediar en la convivencia cotidiana (McKernan, 1999; Laguna y Sánchez, 2005; Cardozo-Rusinque et al., 2020).
Particularmente en Colombia, a partir de la implementación de la Ley General de Educación 115 de 1994 y la Ley 1620 del 2013 se fundaron las bases para organizar el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar. Allí se establecen los mecanismos legales que abren el espacio para ser aplicados a través del Manual de Convivencia y la organización de los Comités de Convivencia Escolar. Posteriormente el fomento de la cultura para la paz es instaurado a partir de la Ley 1732 de 2014 para su aplicación en las instituciones educativas y su obligatoriedad en las mismas desde la ley 1874 de 2017.
Estos elementos emitidos en los últimos años han permitido explorar diversos campos de investigación socio-cultural en el aula y su entorno comunitario. Uno de ellos es la comprensión del fenómeno de generación y sostenimiento social del pensamiento crítico asociado al proceso de construcción significativa y solidaria del conocimiento. Para el Ministerio de Educación Nacional, el concepto de paz se define como el resultado de la convivencia escolar, es decir; el reflejo grupal de la acción de vivir en compañía de otras personas de manera pacífica y armónica. Este proceso se entiende como la base para el desarrollo social y el ejercicio de la ciudadanía. Siguiendo esta idea, el espacio donde se debe fundamentar la formación que desarrolle habilidades de saber vivir en paz y de forma constructiva en sociedad se denomina Escuela y se define en las instituciones educativas oficiales a partir de sus comités y cátedras asociadas al tema (Marrugo-Peralta et al., 2016).
A partir de la implementación y aplicación de la Cátedra para la Paz en la I. E. José Asunción Silva de Palmira desde 2015; ha sido parte del quehacer docente recolectar información sobre la generación y consolidación social de conocimientos en torno a la cultura de la paz; así como su reflejo en procesos de pensamiento crítico grupal en la comunidad educativa. Esta investigación particular expone al lector los resultados del registro y análisis de información recolectada entre los años 2015 y 2020 en los cursos regulares de Cátedra de Paz de la I.E. José Asunción Silva de la Ciudad de Palmira (Colombia) entre los grados 6, 7, 8 y 9. El objetivo principal de esta investigación es determinar si existen diferencias significativas entre las estructuras de comprensión del concepto de la paz entre grupos y a través del tiempo. Se cree fehacientemente que el desarrollo de este objetivo mediante la investigación en el aula permitirá mejorar el quehacer pedagógico en el área y facilitará la reflexión sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje en el contexto particular de esta institución educativa. También se promueve que los resultados aquí descritos sirvan para ajustar y mejorar el currículo en el área hacia futuro.
2. Métodos
Para esta investigación se utilizaron los registros de observaciones permanentes de ejercicios en clase realizados durante las clases de Cátedra de Paz a 973 niños y niñas entre 10 y 15 años de edad aproximadamente de los grados 6, 7, 8 y 9 de la Institución Educativa José Asunción Silva, Municipio de Palmira, Valle del Cauca. Entre 2016 y 2020 (hasta 17 abril de 2020, debido al cumplimiento de la I.E. sobre el aislamiento preventivo por Covid-19 en los colegios públicos instaurado por el Gobierno colombiano mediante el Decreto 457 de 2020) hubo cambios en la configuración de algunos grupos por el comportamiento natural de los procesos de matrícula. También en la mayoría de los casos, los niños y niñas pasaban al grado siguiente y sus respuestas pueden corresponder a todos los años considerados, otros pocos repetían el año y duplicaron los registros. Por estas razones se reunieron los datos por grados y años. El ejercicio que alimenta esta investigación se realizó en una sesión ordinaria de clases a principio de periodo (clases de diagnóstico) donde se hizo una pregunta abierta y se indagó en los niños y niñas lo siguiente: Escribe la palabra que tú consideres más parecida al concepto de Paz. En la explicación se mencionó detalladamente que los estudiantes debían escribir como respuesta una palabra o explicación corta que para ellos significara lo mismo que “Paz”, que fuera un sinónimo para ellos o que les evocara un estado de convivencia pacífica con otras personas.
En esta investigación se aplicó la metodología etnográfica adecuada al contexto educativo (enfoque mixto de carácter exploratorio). El concepto de “etnografía del aula” o “etnografía escolar” suele ser definido como una etnografía realizada en el campo específico de la escuela (Stenhouse, 1984; Goetz y Lecompte, 1988; Martínez Rodríguez, 1990; Aguirre Baztán, 1995; Rojas, 1996; Parra Sabaj, 1998; Serra, 2004; Ortiz Cobo, 2006; Jociles y Franze, 2008; Álvarez, 2011). Según esta definición, el etnógrafo del aula debe convivir continuamente con el grupo que estudia para de esta forma facilitar la comprensión dialéctica entre interacciones sociales y significados. Este proceso ayuda a alcanzar relaciones holísticas entre los objetos culturales mediante la descripción reflexiva. Siguiendo lo anterior, una técnica que se adapta muy bien a estas necesidades es la observación participante combinada con la entrevista y la encuesta. Esos tres mecanismos relacionados con la inspección de documentación permiten obtener un conjunto robusto de información que alimentará el análisis de datos (Goetz y Lecompte, 1988; Álvarez, 2011).
En esta investigación se tomaron las respuestas a la pregunta realizada como fuente de información tipo encuesta abierta y fueron sistematizadas primero en hojas de Excel y luego en una tabla de SPSS v16, contando cada vez que aparecía mencionado el sinónimo. Algunos estudiantes interesados en el ejercicio ayudaron en momentos de la clase a sistematizar información en Excel y posteriores discusiones en el aula. Se realizaron las sumatorias por grados, años y variables. Se obtuvo un conjunto de 27 variables comunes para todos los grupos en todos los años. El criterio fue que la variable apareciera al menos una vez en todos los grados durante los cinco años observados. Existieron 49 casos que mencionaron variables antónimas o no correspondientes (vacías o irreconocibles) y fueron excluidas de la base de datos. Se siguieron los procedimientos estadísticos sugeridos por varios autores (Pessat, 1966; Pérez-Tejada, 2008; Congacha, 2015). El primer paso del análisis fue calcular las descriptivas de cada variable en cada año. Luego se procedió a realizar una prueba de bondad de ajuste para comprobar si las distribuciones de cada conjunto de datos correspondían con una distribución normalizada. En este paso la H0 se refirió a que los conjuntos de datos de los grados y años procedían de muestras normalizadas. Debido a que en la mayoría de los casos las muestras para cada grado y año se acercaban o superaban los 50 individuos (opiniones) se decidió utilizar las pruebas de Kolmogorov-Smirnov:
Donde KS es la mayor diferencia absoluta observada entre la frecuencia acumulada observada (Fn) del i-ésimo valor observado en la muestra y la frecuencia acumulada teórica (Fo), obtenida a partir de la distribución de probabilidad que se especifica como hipótesis nula.
El segundo paso fue la aplicación del test de hipótesis para comprobar si existían diferencias significativas entre los conjuntos de sinónimos de paz de cada grupo y año. En este paso se planteó como H0 que los grados comparados son similares en sus medias. Para aquellos conjuntos de datos con distribuciones normalizadas se aplicó la prueba T-student. Para los conjuntos de datos con distribuciones no normalizadas se aplicó la prueba U de Mann-Whitney:
Donde T-s es igual al promedio de la variable x menos el promedio poblacional µ, divididos sobre la desviación estándar de n. Por otro lado, para la prueba de Mann-Whitney, U es igual a los tamaños de muestra ni comparados con las sumas de los rangos de ambas muestras ri:
3. Resultados
El Test de Kolmogorov-Smirnov para las variables permite rechazar o no la H0. En la mayoría de los casos no se rechaza la hipótesis, pero en los casos de las variables Paciencia, Justicia, Acuerdo, Tolerancia, Esperanza, Proteger si se rechaza. Esto quiere decir que estas variables mencionadas proceden de conjuntos de datos con distribuciones no normalizadas. Se encontró una diferencia significativa en la frecuencia de algunos conceptos como respeto, diálogo, honestidad y tolerancia. Cuando comparamos el grado 6 con el grado 9 encontramos una diferencia significativa al utilizar el concepto de respeto como sinónimo de paz. Igual sucede para el concepto de diálogo cuando comparamos los grados 6 con 8 y 8 con 9. El concepto de honestidad demuestra diferencias significativas cuando comparamos los grados 6 con 7 y 8 con 9. Por último, el concepto de tolerancia demuestra diferencias significativas cuando comparamos los grados 8 y 9. La tabla 1 muestra los resultados del Test de bondad de ajuste Kolmogorov-Smirnov:
Teniendo en cuenta el Test de bondad de ajuste, se realizaron las pruebas de hipótesis para los grupos pareados. El objetivo en este paso era poner a prueba la H0 entre pares de grados y observar si existían diferencias significativas entre las medias de cada concepto. El test para grupos normalizados se muestra en la tabla 2 y el test para no normalizados en la tabla 3. La tabla 4 reúne los resultados del rechazo o no de la H0 en esta investigación, esto es, que los grados de estudiantes no presentan diferencias significativas entre las medias de las distribuciones para cada variable comparada.
4. Discusión y conclusiones
En esta investigación fue posible identificar dos tipos de conceptos asociados a la paz: 1. Aquellos que son frecuentemente empleados por la mayor parte de la comunidad estudiantil de bachillerato y cuya asociación con el concepto de paz es similar durante los seis años de permanencia en la institución. Estos conceptos podemos llamarlos “estables” y pertenecen al conjunto de elementos de significación que ayudan a nuestros estudiantes a comprender y actuar en concordancia con un escenario de convivencia pacífica en la comunidad educativa. Estos conceptos también enriquecen el lenguaje que puede ser empleado en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el área de Catedra de Paz, 2. Aquellos conceptos que son poco frecuentes y presentan diferencias notables (significativas) entre algunos grados de estudiantes. Estos conceptos podemos llamarlos “inestables” y configuran un conjunto de ideas disímiles que permiten ampliar y diversificar la comprensión de la convivencia pacífica grupal que construyen nuestros estudiantes. A pesar de las diferencias registradas en el análisis, todos los conceptos hacen parte de la diversidad explícita de significados que nuestra comunidad estudiantil asocia y aplica en el cotidiano proceso de convivencia.
Desde el punto de vista pedagógico, los conceptos “estables” identificados aquí pueden ayudar a mediar y facilitar el proceso de enseñanza del docente mediante su articulación e inclusión en actividades, lecturas y prácticas en el aula. Esto puede sugerir una mayor participación de los mismos en la estructura y diseño curricular de la asignatura, en la retroalimentación de componentes participativos ajustando el manual de convivencia y en el diseño de estrategias claras para la solución de conflictos entre estudiantes. También en su conjunto, los conceptos “estables” ayudan a familiarizar la práctica pedagógica con el proceso de aprendizaje del estudiante. Estos elementos repercuten directamente en un mejoramiento de las estrategias de valoración cualitativa y cuantitativa de los componentes del área de las ciencias sociales y su reflejo en competencias que el estudiante recuerde con mayor facilidad en el futuro. Un uso pragmático de estos aprendizajes puede ayudar a reflejar progresos en pruebas externas sobre competencias ciudadanas.
Por su parte, los conceptos “inestables” identificados aquí pueden contribuir a establecer ejercicios de mayor profundización en la práctica pedagógica, buscando establecer asociaciones positivas y constantes que permitan incluirlos progresivamente en el proceso vivencial de convivencia pacífica. De igual forma constituyen un ejercicio de investigación a futuro, que permita distinguir por qué ocurren las diferencias bruscas entre grados en nuestra comunidad estudiantil cuando estos conceptos son empleados.
En términos generales, los conceptos “inestables” identificados en esta investigación son empleados cotidianamente como sinónimos de paz por nuestros estudiantes y hacen parte de su acervo conceptual sobre lo que significa convivir pacíficamente. Un mayor alcance en su significado demuestra que el contexto escolar como elemento de investigación permite comprender la paz como un objeto de estudio que reúne y evoca un conjunto estados emocionales y de interacciones sociales diversas entre los actores de la comunidad educativa. Aquí se ha identificado que el concepto de Respeto y su uso como sinónimo de un estado o sensación de paz entre los estudiantes, cambia y se diferencia entre los grados 6 y 9. En este sentido, se puede observar que la relación progresiva de cercanía y trato entre estudiantes delimita un espacio de confianza que les genera motivos para llevar a cabo la convivencia pacífica en pequeños grupos. El respeto como sinónimo de paz puede indicar un elemento de cambio en la interacción social importante para los estudiantes en su proceso de crecimiento social. En los cuatro años de diferencia entre grados de Bachillerato el estudiante experimenta procesos de interacción social que lo llevan a configurar e integrar este concepto en su sistema de representación y aplicación de la convivencia pacífica. De igual forma podemos observar como sucede algo similar entre estudiantes de los grados 6 y 8 cuando utilizan el concepto de diálogo.
Desde este punto, el diálogo se establece con el tiempo como un recurso importante para construir referencias individuales sobre aquellas acciones que permiten convivir en armonía con otros. Por otro lado, se observan cambios bruscos en las diferencias entre los grados 8 y 9 cuando se refieren a conceptos como honestidad y tolerancia como sinónimos de paz. Esto puede deberse, entre otros aspectos, al cambio acelerado en los niveles de exigencia académica, el enfrentamiento a nuevos escenarios académicos y familiares, las presiones ejercidas por grupos de interés y grupos de amistad, todos ellos hipotéticos e imposibles de asociar directamente con esta investigación, abriendo espacios de investigación interesantes que pueden ser desarrollados en el futuro por otros maestros familiarizados con el proceso. En un año, la honestidad y la tolerancia pasan de ser conceptos poco citados a convertirse en elementos preponderantes en la significación de un ambiente de convivencia pacífica. Su aprendizaje y resignificación puede constituirse en generador de conflictos que se ven reflejados esporádicamente entre algunos estudiantes.
En conjunto, este ejercicio investigativo ha permitido obtener indicadores de cambio en la asociación de conceptos diversos a la paz. A nivel institucional permitirá utilizar indicadores para evaluar y ajustar elementos pedagógicos y curriculares de mayor relación al entorno local y al contexto particular del aula valorando su utilidad. Por último, a nivel académico ha permitido ampliar el rango de comprensión de la relación indisoluble entre la comunidad del aula y la comunidad local, permitiendo la aplicación de técnicas etnográficas y estadísticas como parte del proceso pedagógico y enriqueciendo la dicotomía enseñanza-aprendizaje de esta área del currículo institucional de Bachillerato en la institución educativa citada.