Introducción
El emprendimiento en el Perú ha sido un importante motor para lograr no solo el desarrollo económico, sino además social del país, pero también tiene el potencial de jugar un papel fundamental con miras a materializar las metas del desarrollo sostenible establecidas por las Naciones Unidas. En una sociedad consciente de la necesidad de abordar los desafíos ambientales y sociales, el emprendimiento sostenible está demostrando ser una respuesta prometedora para fomentar un crecimiento equitativo y responsable (Calanchez et al., 2022; Huamán et al., 2022).
En los últimos años, el ecosistema emprendedor peruano ha experimentado un crecimiento notable, convirtiéndose en un factor clave para impulsar el desarrollo del país. Sin embargo, en un mundo donde la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental son cada vez más importantes, es fundamental analizar el papel del emprendimiento peruano dentro del contexto de la sustentabilidad. Este artículo científico se centra en explorar y analizar el emprendimiento peruano en relación con los principios y objetivos del desarrollo sostenible (Martínez, 2023).
En ese sentido, el desarrollo desde la sostenibilidad, definido como el equilibrio entre el aumento de los elementos económicos, una mayor inclusión social y las acciones que garanticen que se proteja el medio ambiente (figura 1), se ha trasformado en una prioridad global. Los ODS proporcionan una hoja de ruta para abordar los grandes retos del mundo actual, como la a situación de pobreza, la disparidad económica, el fenómeno del desajuste climático y la crisis ambiental (Fernández y Gutiérrez, 2013; Aguado, 2023).
Nota. La figura muestra los elementos interventores en el equilibrio sostenible donde emergen los términos de sostenibilidad, lo equitativo, lo soportable y lo viable. Estos serán materia de análisis. Basado en Aguado (2023).
En este orden de ideas, en el contexto peruano, el emprendimiento sostenible ofrece una oportunidad única para impulsar un crecimiento económico inclusivo y al mismo tiempo abordar los desafíos ambientales y sociales. Al integrar prácticas sostenibles en sus modelos de negocio, los emprendedores peruanos pueden generar un impacto positivo tanto en la economía local como en el medio ambiente. Con base en lo señalado esta investigación tiene como propósito principal establecer la relación entre el emprendimiento peruano y el desarrollo sostenible. Al estudiar esta interacción se puede comprender el fenómeno y propiciar acciones para su efectividad.
Dentro de este marco, en este artículo se desarrollan ítems importantes como el emprendimiento y sostenibilidad partiendo desde una perspectiva económica, social y ambiental la cual ofrece un marco integral y equilibrado. Igualmente se considera al emprendimiento desde una fundamentación en las habilidades de reconocer oportunidades, esto en el ítem hacia el emprendimiento social, enfocándose en una gran diferencia entre lo tradicional y lo social.
Emprendimiento y sostenibilidad
Conviene destacar que, el desarrollo sostenible se ha considerado un aspecto relevante en la agenda mundial, con lo que se pretende promover ya que busca conciliar el crecimiento económico sin obviar el aspecto ambiental y el bienestar social. Este enfoque holístico reconoce la interdependencia de los componentes económicos, ambientales y sociales del desarrollo y busca promover un equilibrio armonioso entre ellos (Montero, 2021). En primer lugar, el punto de partida de la sostenibilidad es cubrir las carencias o necesidades que se presentan en la actualidad, sin que ello implique un posible riesgo para preservar que las generaciones futuras satisfagan las propias. Este principio, presentado por la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas en su informe “Nuestro Futuro Común” (1987), muestra la importancia de las decisiones y acciones a largo plazo que promuevan la igualdad intergeneracional.
Desde una perspectiva económica, la sostenibilidad reconoce que el crecimiento económico debe acompañarse con la gestión eficiente de los activos naturales y la promoción de prácticas empresariales responsables. Esto requiere la adopción de modelos de negocio que minimicen los impactos ambientales negativos y fomenten la innovación en productos y servicios sostenibles. Al mismo tiempo, además del reconocimiento de lo relevante de la igualdad y la inclusión económica, que asegura que se distribuyan de manera justa los beneficios del crecimiento económico (Zenck, 2018; Cuenca, 2020).
En consecuencia, desde una perspectiva ambiental, el propósito de la sostenibilidad es salvar y preservar los ecosistemas naturales, así como mitigar las consecuencias negativas de las acciones humanas sobre el entorno, esto implica la implementación de prácticas de producción y consumo sostenibles, minimizar la liberación de gases que contribuyen al fenómeno invernadero, proteger de la diversidad biológica y gestionar de manera sostenible los recursos (Hernández-Huerta, 2018; Lozano et al., 2022). Simultáneamente, se busca propiciar la resiliencia frente al impacto del cambio climático y fortalecer la resiliencia de los sistemas naturales. En cuanto al ámbito social, la sostenibilidad se enfoca en promover equilibrio y justicia social, así como, el bienestar de todos. Esto implica abordar la pobreza, la desigualdad, la exclusión y garantizar el acceso equitativo a servicios básicos y fundamentales para la sociedad. Además, se reconoce la importancia de fortalecer la participación ciudadana, promover la equidad de género y respetar las libertades en todas las dimensiones del desarrollo (Rendon et al., 2018; Bonifaz et al., 2021).
Se puede argumentar que el desarrollo sostenible ofrece un marco integral y equilibrado para resolver los desafíos globales actuales. Combinando aspectos económicos, ambientales y sociales, este enfoque tiene como objetivo promover cambios positivos y sostenibles en la sociedad. La ejecución efectiva de los principios y prácticas del desarrollo sostenible requiere la cooperación activa de los entes del Estado, las organizaciones empresariales, las agrupaciones sociales y los ciudadanos para asegurar la sustentabilidad para las generaciones presentes y futuras. El emprendimiento, con su enfoque innovador y orientado hacia el cambio, ofrece una plataforma única para abordar los desafíos ambientales y sociales. Los emprendedores poseen la habilidad de reconocer oportunidades y generar propuestas innovadoras para abordar las demandas del mercado, al mismo tiempo que valoran los efectos ambientales y sociales que derivan de sus acciones (Alguacil y Román, 2020; Batista et al., 2023).
Visto de esta forma, un emprendimiento sostenible se caracteriza por su compromiso con un enfoque integral con base en lo ambiental, sin menoscabo de lo económico y de lo social. Estas empresas no solo buscan generar ganancias, sino también contribuyen al bienestar de las personas y al cuidado del planeta. Adoptan prácticas empresariales responsables, incentivan utilizar los recursos de manera eficiente y minimizando los desperdicios, se preocupan por la inclusión social y buscan soluciones innovadoras para abordar los desafíos del desarrollo sostenible (León et al., 2022).
Hacia el emprendimiento social
Es conveniente acotar que, el emprendimiento se fundamenta en la habilidad de reconocer oportunidades, desarrollar ideas innovadoras y convertirlas en oportunidades económicas. El espíritu emprendedor tiene el poder de transformar la economía a través de la creación de nuevos negocios y la introducción de innovación tanto en nuevas como en existentes organizaciones (Fernández-Bedoya, 2023). Implica la búsqueda continua de oportunidades, así como, crear valor mediante la inventiva y la capacidad de adelantarse a los cambios y movilizar los recursos necesarios. En resumen, el emprendimiento se define como la capacidad de identificar oportunidades, generar ideas innovadoras y utilizarlas para crear valor económico y social, promoviendo así el progreso y el desarrollo en diversos campos (Al Hussaini, 2019, Mellado, 2023).
En este sentido, a diferencia del emprendimiento tradicional, donde la generación de ganancias es la prioridad, el emprendimiento social incorpora dimensiones sociales y ambientales en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles. Los emprendedores sociales identifican y resuelven problemas sociales mediante la implementación de modelos de negocio que impactan positivamente en las comunidades y contribuyen a su bienestar (Condes, 2023). El emprendimiento social implica una combinación única de componentes empresariales y sociales. Al buscar enfoques innovadores para abordar desafíos como la pobreza, la falta accesibilidad a la educación, la desigualdad de género, la degradación ambiental y otros problemas sociales apremiantes, estos emprendedores buscan generar ingresos y estamos tratando de equilibrar la creación de valor social (Ruiz-Ruano y Puga, 2016; Odera, 2022).
Sucede pues, que el emprendimiento social surge cuando los emprendedores, además de perseguir el beneficio económico, también trabajan para resolver problemas sociales y ambientales. Estos emprendedores tienen una visión más amplia y se esfuerzan por lograr impactar de manera positiva en la comunidad en la que se desarrollan, a través de sus actividades comerciales. Además, el emprendimiento social se basa en la cooperación y participación de varias partes interesadas, como las comunidades locales, los entes gubernamentales, la sociedad civil y las corporaciones del sector empresarial privado. Estos actores se unen en alianzas estratégicas para abordar de manera integral los problemas sociales y generar mayor impacto (Sánchez, 2018; Méndez-Picazo et al., 2021).
Del mismo modo, este tipo de emprendimiento busca no solo encontrar soluciones a corto plazo, sino también generar un cambio sistémico a largo plazo. Esto significa implementar modelos comerciales sostenibles, promover la inclusión y la equidad, y crear impactos positivos que se extiendan más allá de la dimensión económica a la sociedad en general (Barrutia y Echebarria, 2010; Martínez, 2020). El espíritu empresarial tradicional se centra en lograr ganancias financieras. Sin embargo, con la creciente concientización no solo de problemas de índole social, sino además del ambiente que surgen de las actividades corporativas, se ha enfatizado la necesidad de crear valor social además de valor económico (Campo-Ternera, 2019). El emprendimiento sostenible va un paso más allá, integrando la creación de valor económico, social y ecológico en un enfoque holístico. Esto significa constituir, gestionar y hacer crecer empresas enfocadas en el triple beneficio económico, social y medioambiental, en otras palabras, innovar de manera sostenible.
Por lo cual, la innovación sostenible es un proceso que permite crear y aplicar ideas, procesos, productos y servicios que no solo generan beneficios económicos, sino que también aportan beneficios a la sociedad y al medio ambiente. Este término refiere la manera en la que evoluciona la innovación hasta formar parte de un enfoque sostenible, en el que se busca la satisfacción de necesidades actuales sin que esto requiera el compromiso de los recursos para afrontar las exigencias futuras de la sociedad (Infante, 2019; Alonso, 2022). Cabe resaltar que este enfoque está en línea con las actuales metas sostenibles globales y responde a la creciente demanda de prácticas comerciales que contribuyan positivamente a la sociedad y el medioambiente (Fuertes et al., 2018). La innovación sostenible ejerce una influencia fundamental en este proceso, al ayudar a los emprendedores a identificar nuevas oportunidades de negocio rentables y favorables para la sociedad y el entorno. La innovación sostenible proporciona una ventaja competitiva, aumenta la resiliencia empresarial y contribuye al logro de los ODS de las Naciones Unidas.
Por consiguiente, el emprendimiento sostenible puede tener impactos positivos en múltiples niveles. En primer lugar, puede generar empleo y oportunidades económicas en comunidades locales, especialmente en áreas desfavorecidas. Al impulsar la creación de empresas socialmente responsables, se pueden fortalecer las economías locales y reducir la pobreza (García et al., 2020). Además, fomenta la innovación y la adopción de prácticas empresariales responsables. Los emprendedores están constantemente buscando soluciones más eficientes y sostenibles en términos de recursos, lo que puede conducir a mejoras en la gestión de residuos, la eficiencia energética, la conservación de agua y la reducción de emisiones (Silva et al., 2022; Lozano et al., 2022).
También puede tener un impacto significativo en la sociedad, ya que al abordar problemas sociales apremiantes. Los emprendedores pueden enfocarse en el ámbito educativo y de salud, la igualdad de género, el acceso a energía limpia y el desarrollo comunitario (Sánchez-Álvarez et al., 2022). Al desarrollar modelos de negocio inclusivos y soluciones asequibles, pueden elevar el bienestar de los ciudadanos y coadyuvar al avance en la materialización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Cuenca, 2020; Rivera Martínez et al., 2022). Es importante destacar que la relación entre el emprendimiento y el desarrollo sostenible requiere un enfoque colaborativo y la participación de múltiples actores. Por lo tanto, los poderes del Estado, las organizaciones empresariales y las instituciones académicas deben trabajar juntos para crear un entorno propicio para el emprendimiento sostenible, facilitando el acceso a financiamiento, promoviendo políticas favorables y fomentando la conciencia y la educación sobre la importancia del desarrollo sostenible.
Resulta claro que, una dimensión relevante relacionada con el emprendimiento es la sostenibilidad económica, entendida como la capacidad de una empresa para la generación de ingresos suficientes para respaldar sus costos, reinvertir en crecimiento y proporcionar rendimientos razonables a los inversores cuando sea necesario. Pero en el contexto del espíritu empresarial sostenible, la sostenibilidad económica tiene un significado más amplio (Guevara et al., 2023). No se trata solo de obtener ganancias, también se trata de cómo se obtienen. Las empresas deben considerar cómo sus operaciones y prácticas comerciales inciden en la sociedad y el medio ambiente y esforzarse por reducir los efectos negativos y propagar los impactos positivos. Esto incluye, por ejemplo, elegir proveedores de comercio justo, invertir en energía renovable e implementar prácticas laborales justas.
En relación con la idea anterior sobre el emprendimiento sostenible, los aspectos conexos al impacto social y ambiental son tan importantes como la sostenibilidad económica. Estos aspectos se relacionan con la forma en que una empresa impacta en la sociedad y el medio ambiente a través de sus operaciones y actividades. La dimensión social hace referencia a la contribución social de la empresa. Según Mair y Marti (2006), esto incluye el desarrollo de nuevas plazas de empleo y mejorar las condiciones de los ya creados, la contribución a las comunidades locales y el apoyo a las comunidades desfavorecidas. Esto también puede incluir la implementación de prácticas comerciales éticas, desarrollo de entornos diversos e inclusivos, y el abordaje de problemas sociales mediante la innovación de modelos comerciales incluyendo productos y/o servicios.
En relación con el aspecto ambiental del emprendimiento se refiere a la conexión y colaboración entre una empresa y su entorno. Según Cohen y Winn (2007), esto incluye reducir la huella ambiental de una empresa, al promover prácticas sostenibles en el aprovechamiento de los bienes naturales y la riqueza de especies. Esto también puede incluir la implementación de prácticas comerciales que respalden una economía circular que minimice los desechos y reutilice o recicle los recursos (Álvarez-Aros, 2017; Gómez, 2022). Por consiguiente, en el espíritu empresarial sostenible, estos aspectos se ven como escenarios adecuados para innovar y crear valor en lugar de limitaciones y costos adicionales. Los emprendedores sostenibles buscan formas de crear valor económico mientras tienen un impacto positivo en la sociedad y minimizan el impacto ambiental. Este enfoque holístico brinda a las organizaciones una ventaja competitiva y contribuye a su resiliencia a largo plazo.
Materiales y método
Cabe resaltar que este artículo comunica los hallazgos de un estudio que tuvo como objetivo establecer la relación entre el emprendimiento en Perú y el desarrollo sostenible. El enfoque metodológico utilizado fue cuantitativo y siguió las etapas de una investigación de carácter no experimental, de enfoque correlacional y con diseño transversal, como se describe en Hernández-Sampieri y Mendoza (2018). La población de estudio se estableció utilizando datos del informe técnico “Demografía Empresarial del Perú” (INEI, 2021), elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática. Según este informe, se registraron y establecieron 2054 emprendimientos en 2021, lo que implica que tenían un ciclo de vida de dos años en el momento del estudio. Para la muestra, se utilizó un enfoque intencional y se seleccionaron 746 emprendimientos, este tamaño de muestra garantiza un 95 % de seguridad en los resultados y un error máximo del 3 % (Monje, 2011).
De allí que para recopilar los datos se utilizó una encuesta, en la cual se aplicó un cuestionario compuesto por 40 ítems con opciones de respuesta tipo Likert. El cuestionario pasó por un proceso de validación llevado a cabo por cinco expertos. Además, se estableció su confiabilidad a través de la medida Alfa de Cronbach, la cual resultó en un coeficiente muy confiable de 0.93. El análisis de los datos recopilados se desarrolló mediante el programa estadístico SPSS versión 25, y se utilizaron gráficos y tablas para comparar los resultados y obtener conclusiones. Con base en la revisión literaria se procedió a elaborar la operacionalización de las variables (emprendimiento y desarrollo sostenible), la cual se muestra en la tabla 1.
Nota. Esta tabla muestra las variables en estudio, así como las dimensiones e indicadores correspondientes a cada variable. Basado en Chávez et al. (2023).
Con base en lo antes señalado se estableció la siguiente hipótesis general: existe correlación entre el emprendimiento y el desarrollo sostenible. Además de tres hipótesis especificas: a) Existe correlación entre el emprendimiento y la contribución a los ODS, b) Existe correlación entre el emprendimiento y la participación comunitaria, c) Existe correlación entre el emprendimiento y la innovación y adaptabilidad. Para terminar, es importante señalar que se aceptarán las hipótesis cuando el p-valor sea < 0.05.
Resultados
A continuación, la tabla 2 presenta estadísticos descriptivos de la muestra estudiada, lo cual puede ayudar a identificación de sesgos para futuras investigaciones. Se observó una mayor participación de emprendedores mayores de 50 años, 65 % de los consultados fueron mujeres, de igual forma puede observarse que un gran número de ellos poseen estudios universitarios.
Nota. Esta tabla presenta la muestra utilizada para desarrollar la investigación, considerando niveles sociales de los individuos. Basado en Chávez et al. (2023).
En la investigación realizada se implementó la prueba de Kolmogórov-Smirnov para examinar la suposición de normalidad. Esta prueba compara la distribución acumulada de las muestras con una distribución normal ideal. Los resultados obtenidos (tabla 3), arrojaron un p-valor de 0.000, lo que denotó una desviación significativa de la normalidad.
Nota. Esta tabla muestra la prueba de normalidad para comparar la función de distribución acumulada de los datos de la muestra con la distribución. Basado en Chávez et al. (2023).
Esta constatación orientó las decisiones posteriores en cuanto a la elección de las técnicas estadísticas apropiadas, en este caso, se seleccionó el coeficiente de Rho de Spearman para el análisis. A continuación, la figura 2 proporciona de manera visual, la dispersión de las variables.
Nota. Esta tabla muestra la relación que existe entre la emprendimiento y desarrollo sostenible mediante el coeficiente Rho de Spearman. Basado en Chávez et al. (2023).
Como se muestra en la tabla 4, el coeficiente de correlación entre el emprendimiento en el Perú y el desarrollo sostenible, revelando un valor de rho de Spearman de 0.693. Este valor indica una correlación positiva de moderada a fuerte entre las dos variables. Además, se acepta la hipótesis establecida. En otras palabras, cuando las magnitudes de la variable emprendimiento aumentan, también aumentan los valores de la variable desarrollo sostenible, y viceversa. Esta correlación positiva sugiere que hay una relación ascendente entre ambas variables. Dicho de otro modo, es importante destacar que el coeficiente de correlación se acerca más a 1 que a 0, lo cual indica que la relación entre el emprendimiento y el desarrollo sostenible no solo es positiva, sino que también posee una moderada fortaleza. Esta información respalda la idea de que el emprendimiento puede jugar un rol importante en el fomento del desarrollo sostenible, ya que existe una conexión significativa entre las variables.
Cabe considerar por otra parte que, según el estudio de García-Cabrera et al. (2020), quienes analizaron la relación entre el emprendimiento y el desarrollo sus hallazgos demostraron una conexión sólida, destacada, significativa y positiva, entre las variables estudiadas en el contexto de América Latina, respaldando la idea de que el emprendimiento puede contribuir al desarrollo sostenible de la región. De igual forma, Wennekers et al. (2018) en su estudio sobre las variables a nivel global, encontraron que el emprendimiento tiene una influencia positiva en el desarrollo sostenible de los países. Analizaron datos de múltiples países, incluido Perú, y encontraron una correlación significativa entre el nivel de emprendimiento y el índice de desarrollo sostenible. Estos hallazgos respaldan la correlación positiva observada.
Conviene destacar entonces, que en la tabla 5 se observan los resultados de la relación entre la variable emprendimiento y las dimensiones del desarrollo sostenible (contribución a los ODS, participación comunitaria e innovación y adaptabilidad). En relación con la variable y la primera dimensión se alcanzó un valor de rho de Spearman de 0.688 indicando una correlación positiva moderada entre el emprendimiento en el Perú y aportar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto significa que existe una tendencia general en la cual, a medida que aumenta el nivel de emprendimiento, también tiende a aumentar la contribución de estos a los ODS.
Nota. Esta tabla muestra la relación entre la variable emprendimiento y las dimensiones del desarrollo sostenible mediante el coeficiente Rho de Spearman. Basado en Chávez et al. (2023).
En cuanto a la relación entre el emprendimiento en el Perú y la dimensión participación comunitaria se alcanzó un valor de rho de Spearman de 0.385 indicando una asociación positiva débil entre el emprendimiento en el Perú y la participación comunitaria. Esto significa que existe una cierta tendencia en la cual, a medida que aumenta el nivel de emprendimiento, también tiende a aumentar la participación comunitaria, aunque esta relación no es muy fuerte. En este sentido se comprende que, un valor de rho de Spearman de 0.655 indica una correlación positiva moderada a fuerte entre el emprendimiento en el Perú y la dimensión de innovación y adaptabilidad del desarrollo sostenible. Esto significa que existe una tendencia clara en la cual, a medida que aumenta el nivel de emprendimiento, también tiende a aumentar la innovación y adaptabilidad en el ámbito del desarrollo sostenible.
Ahora bien, los resultados muestran que el emprendimiento en el Perú está correlacionado positivamente con diferentes dimensiones del desarrollo sostenible, como la contribución a los ODS, la participación comunitaria, la innovación y adaptabilidad. Estas correlaciones sugieren que el emprendimiento puede tener un impacto significativo para promocionar el desarrollo sostenible en el país.
Conclusiones y discusión
El estudio determinó una relación significativa positiva moderada con tendencia a fuerte entre el emprendimiento en el Perú y el desarrollo sostenible, lo que implica que el aumento en los niveles de emprendimiento se asocia con un incremento en los niveles de desarrollo sostenible, y viceversa. Los resultados que se reportaron coinciden con León et al. (2022) quienes señalan que el emprendimiento juega un rol trascendental para alcanzar la sostenibilidad de un país. Destacan que los emprendedores pueden generar soluciones innovadoras y sostenibles que permiten afrontar y superar los desafíos económicos, sociales y ambientales del entorno.
El emprendimiento desempeña un rol primordial en el desarrollo sostenible de un país, ya que los emprendedores son agentes de cambio capaces de generar soluciones innovadoras y sostenibles para enfrentar y superar los desafíos y obstáculos desde los indicadores sociales, ambientales y económicos. Sin embargo, es importante reconocer que la correspondencia entre el emprendimiento y el desarrollo sostenible está estrechamente influenciada por el contexto nacional. Las políticas gubernamentales, la infraestructura disponible y el acceso a recursos desempeñan un papel crucial en la capacidad de los emprendedores para contribuir al desarrollo sostenible (Cueva et al., 2021; Silva et al., 2022).
Del mismo modo, Alguacil y Román (2020) señalan que el contexto nacional influye en la forma en la que se asocian las variables estudiadas. Destacan que las políticas gubernamentales, la infraestructura y el acceso a recursos pueden afectar la capacidad de los emprendedores para contribuir al desarrollo sostenible. En el caso específico de Perú, los factores contextuales pueden estar relacionados con el coeficiente observado.
Un entorno favorable, con políticas de apoyo claras, infraestructura adecuada y acceso equitativo a recursos, proporciona a los emprendedores las herramientas necesarias para crear y escalar soluciones sostenibles. Es responsabilidad de los gobiernos y otras partes interesadas crear y promover este entorno propicio, fomentando así el emprendimiento sostenible y permitiendo que los emprendedores impulsen el desarrollo sostenible para la contribución a la sociedad en su conjunto (Pazmiño et al., 2021; Lozano et al., 2022).
Los resultados además coinciden con los de Batista et al. (2023) quienes agregan que el emprendimiento formalizado resulta fundamental para el desarrollo sostenible. Cuando los emprendedores peruanos tienen acceso seguro a la propiedad y pueden formalizar sus negocios, esto les permite acceder a crédito, establecer contratos legales y participar plenamente en la economía. El emprendimiento formalizado genera empleo, contribuye al crecimiento económico y reduce la pobreza, contribuyendo así al desarrollo sostenible. Con el resultado anterior se confirma la relación entre el emprendimiento y las dimensiones del desarrollo sostenible. Con relación a la variable y la primera dimensión contribución con los ODS se obtuvo una correspondencia positiva moderada entre el emprendimiento en el Perú y la colaboración a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto significa que existe una tendencia general en la cual, a medida que aumenta el nivel de emprendimiento, también tiende a aumentar la contribución de estos a los objetivos.
El estudio de Sánchez-Álvarez et al. (2022) también encontró una contribución positiva moderada entre el emprendimiento y la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De igual manera Lozano et al. (2022) en su estudio establecen que el emprendimiento puede tener un impacto clave para desempeñar un papel esencial en la generación de innovaciones disruptivas y sustentables para abordar estos desafíos. Una relación positiva entre el emprendimiento y su participación en la consecución de los ODS significa que los emprendedores pueden ayudar a avanzar hacia la consecución de estas metas.
Los estudios indicados respaldan la idea de que el emprendimiento puede ser una herramienta efectiva para abordar los desafíos sostenibles y lograr un impacto positivo en la sociedad. Ambos estudios respaldan la idea de que el emprendimiento puede ser una fuerza impulsora para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una relación positiva entre el emprendimiento y la contribución a los ODS es crucial para avanzar hacia un desarrollo sostenible. El emprendimiento puede generar impacto social y ambiental, crear empleo, promover la innovación y movilizar recursos, todo lo cual contribuye directamente a la implementación de los ODS y al logro de una sociedad más justa, sostenible y próspera.
En cuanto a la relación entre el emprendimiento en el Perú y la dimensión participación comunitaria se obtuvo una asociación positiva débil entre estos aspectos. Silva et al. (2022) indicaron que el emprendimiento se asocia con el espíritu empresarial y la búsqueda de oportunidades individuales. Los emprendedores pueden estar más enfocados en sus propios objetivos comerciales y en la maximización de sus ganancias que en la participación y el compromiso con la comunidad en la que operan. Coinciden con la anterior postura García et al. (2020) quienes indicaron que los emprendedores generalmente se enfocan en desarrollar y hacer crecer sus propios negocios, lo que implica dedicar tiempo, recursos y energía a sus empresas. Por otro lado, la participación comunitaria implica trabajar en beneficio de la comunidad en general, sin un enfoque exclusivo en los intereses comerciales individuales. Esta diferencia de objetivos puede dificultar la colaboración y la creación de sinergias entre los emprendedores y la comunidad.
La asociación débil entre el emprendimiento y la participación comunitaria, según los estudios de Silva et al. (2022); García et al. (2020) obedece que los emprendedores se enfocan en el crecimiento de sus propios negocios y en la búsqueda de oportunidades personales, lo que puede limitar su involucramiento en actividades comunitarias. La prioridad en maximizar las ganancias y la concentración en intereses comerciales individuales dificultan la colaboración y la sinergia con la comunidad. Esta discrepancia en los objetivos y enfoques entre los emprendedores y la participación comunitaria actúa como un obstáculo para establecer una relación sólida entre ambos aspectos.
La coincidencia positiva moderada a fuerte entre el emprendimiento en el Perú y la dimensión de innovación y adaptabilidad del desarrollo sostenible indica que existe una clara tendencia en la que ambos conceptos están relacionados positivamente. En este contexto, esto implica que los emprendedores peruanos están más dispuestos a generar ideas y soluciones innovadoras que abordan los desafíos y las demandas de la sostenibilidad. Estos resultados coinciden con los obtenidos por Alonso (2022) al establecer que los emprendedores suelen ser agentes de cambio y tienen una mentalidad orientada a la acción y la resolución de problemas. Por lo tanto, están más abiertos a explorar nuevas oportunidades y encontrar formas creativas de abordar los desafíos del desarrollo sostenible. Además, el emprendimiento puede ser un impulsor clave de la innovación, ya que los emprendedores están motivados a encontrar soluciones innovadoras que les permitirán destacarse en el mercado y superar a la competencia. Esto puede llevar a cabo la generación de productos y servicios más sostenibles y la adopción de prácticas empresariales que promuevan el desarrollo sostenible.
Por otro lado, el desarrollo sostenible requiere adaptabilidad, ya que implica ajustar y modificar continuamente las estrategias y prácticas empresariales para ajustarse a las transformaciones el contexto económico, social y ambiental. Los emprendedores suelen ser más flexibles y adaptados a los cambios, lo que les permite ser más receptivos y capaces de incorporar la dimensión de innovación y adaptabilidad en sus actividades empresariales (Guevara et al., 2023). Una relación positiva entre emprendimiento y desarrollo sostenible implica que el fomento del espíritu emprendedor puede convertirse en un aspecto valioso para avanzar hacia un modelo de desarrollo que considerando de forma relevante los aspectos económicos, ambientales y sociales sean sustentables en el tiempo. Los emprendedores pueden generar innovación, crear empleo, adoptar prácticas responsables y promover una cultura empresarial sostenible, contribuir así a la consecución de las metas para lograr un futuro sostenible.
En la ejecución del estudio se reconocieron un conjunto de limitaciones, entre ellas cabe mencionar la carencia de datos proporcionados por organismos gubernamentales sobre el tema estudiado, esta restricción dificultó la comparación de los resultados con lo señalado por el Estado. Además, las condiciones culturales, sociales y económicas del Perú plantean algunos desafíos para una comprensión integral de los emprendimientos sostenibles. La percepción y enfoque pueden variar mucho entre regiones, grupos sociales y sectores económicos dentro de un país. Por lo tanto, es importante considerar estas diferencias en las circunstancias para evitar inexactitudes en el estudio. Futuras investigaciones podrían explorar los obstáculos y retos que enfrentan las empresas peruanas para adoptar prácticas sostenibles. Puede incluirse la exploración de nuevos modelos de negocio, el uso de sistemas de eficiencia energética y prácticas amigables con el ambiente.