Introducción
Según Bedotti (2008) la domesticación de las cabras lleva ya casi 8000 años A.C en las montañas de Zagros en Iran, y fue el segundo animal en ser domesticado después del perro; se dice que es el primer animal destinado para el consumo humano. En aquellos tiempos la importancia no solo era para alimentación, supervivencia, y de interés religioso, sino también como objeto mitológico.
De las cabras se pueden aprovechar la carne, la leche, la piel y el estiércol; a nivel mundial estos animales contribuyen a la alimentación del hombre en pequeñas cantidades en relación con otros rumiantes como ovinos y bovinos. Aunque, según el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España, menciona que la producción de cabra a nivel mundial está en constante crecimiento (Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentacion y Medio Ambiente, 2017).
Para Wadsworth, (1997) los animales domesticados que contribuyen a la alimentación de los seres humanos deben ser confinados en fincas, granjas o haciendas para lograr buenos rendimientos, con la finalidad de ser manejados como un sistema, donde se pueda controlar los ingresos (input) y resultados (output), pudiendo así determinar pérdidas o ganancias de un emprendimiento manejado como sistema.
Para interpretar los resultados que tiene un determinado sistema, es necesaria una descripción de sus características, que en muchos casos significa estudiar cada uno de los factores que interviene de una u otra forma en el sistema de producción, ya que los rendimientos no solo están ligados a las características genéticas, sino también a la alimentación, instalaciones, labores de manejo e interacción de estos con el medio ambiente (Cruz, Rodriguez, Benavides, & Clavijo, 2013).
En el país, el consumo de cabra en algunas localidades forma parte de la cultura gastronómica de la zona, a tal punto que se elaboran platos típicos a partir de ésta, que son ofrecidos principalmente en lugares donde se produce. La producción de caprinos en el país no genera divisas como la producción de pollo, cerdo o bovinos, y debido a su poca influencia sobre el PIB nacional, no se han realizado suficientes estudios al respecto, es por ello que al menos en la península de Santa Elena son pocos los estudios que en esta especie se evidencian (Chevez, 2013).
Con la finalidad de conocer los sistemas de producción caprina que se manejan en la provincia de Santa Elena, se plantea el análisis de los sistemas con una perspectiva más acertada de los principales factores que influyen sobre la producción; generando información básica útil para el planteamiento posterior de soluciones y mejoras de los procesos a través de la elaboración de proyectos de inversión, investigación y/o de desarrollo social necesarios para mejorar las condiciones de vida de los productores caprinos.
Materiales y Métodos
Ubicación y descripción de la zona de estudio.
Santa Elena, Salinas, y La Libertad son los tres cantones que pertenecen a la provincia de Santa Elena, entre ellos suman 3 763,8 km de superficie, en donde Santa Elena es el cantón que posee el 97% del total de la superficie, seguido de Salinas y La Libertad con la menor superficie. El clima de esta región está influenciado por la corriente cálida Del Niño, que llega desde panamá para los meses de diciembre hasta abril y la corriente fría de Humboldt que lo hace desde mayo a noviembre (Prefectura Santa Elena, 2009).
Las temperaturas anuales van de 23 a 25 grados centígrados, con una mínima de 15 para los meses de julio y agosto; registrando la máxima temperatura entre febrero y marzo (39,5 centígrados). Las tierras cultivables y explotables con fines pecuarios se encuentran en la zona rural donde el 80% del territorio provincial está configurado por la presencia de 68 comunas de las cuales la totalidad de ellas fueron intervenidas para este estudio (Tuaza castro & Sáenz Ozaetta, 2013).
Metodología
Con la finalidad de intervenir a casi la totalidad de tenedores de ganado caprino de la provincia de Santa Elena, se utilizaron mapas donde se sectorizó primero en parroquias y luego en comunas, siendo un total de 9 parroquias y 68 comunas las que formaron parte del proyecto (Prefectura Santa Elena, 2009).
Para caracterizar los sistemas de producción caprinos de Santa Elena, se utilizó la encuesta como herramienta para el levantamiento de información primaria, la misma que fue estructurada con modelos de la universidad de Córdoba de España; modelo de encuesta que clasifica la información recolectada por componentes para su tabulación (Castalado, 2003).
Para conocer la ubicación de los corrales se recurrió a dirigentes comunales que fueron encuestados; organizando la información de campo con la ayuda de hojas electrónicas de Excel, y para su análisis se utilizó la estadística descriptiva (Villacres Matias & Bacilio Baquerizo, 2015).
Variables de Estudio
La información recolectada fue agrupada en 5 componentes que son, componente social, composición del hato, alimentación, sanidad animal, tecnología existente, y comercialización.
Componente Social
Dentro de este componente se consideró servicios básicos, años en la comunidad, y características de la vivienda; además se consideró características de la finca, donde se pregunta sobre la tenencia de la tierra, uso del suelo agrícola y especies agrícolas cultivadas.
Composición del Hato
Se describe el motivo de la explotación, razas de preferencia, número de animales por categoría, continuidad en la actividad, preferencia de los ganaderos por nuevos animales, técnicas de reproducción, manejo reproductivo del hato, características de selección y causas del descarte.
Componente Alimentación
En este componente se cuestiona sobre el pastoreo y tipos de pastoreo, frecuencia de pastoreo, lugar de pastoreo y especies fitogenéticos que contribuyen a la alimentación de las cabras.
Componente Sanidad Animal
Este componente describe la asistencia técnica, aplicación de medicamentos preventivos, biológicos aplicados, y causas de muerte.
Resultados y Discusión
Componente social
Los cuadros 1, 2 y 3 describen las características de la parte social y el entorno en el que se desarrolla el ganadero y su familia, valores presentados tanto en número como en porcentajes.
En el cuadro 1, de los 497 ganaderos encuestados, 345, es decir el 69% manifestó estar casado, el 16% solteros, la unión libre y los viudos poseen valores semejantes, 7 y 6 respectivamente, existiendo una desproporción con lo establecido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo 2017, que manifiesta que los casados son el 40 y los solteros el 34% de los que poseen un estado conyugal. El 86% de los encuestados poseen hijos, y el promedio de hijos por hogar es de 4, mientras que el promedio de habitantes por hogar es igual a 3.
Con respecto a la preparación, la mayor cantidad de capricultores (80%) solo posee un nivel primario, solo el 1% posee estudios universitarios y existe en Santa Elena un 9% de ganaderos analfabetos, lo que supera al 5,6%, promedio general de la provincia de Santa Elena (Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, 2017).
El cuadro 2, indica que el 94% de los tenedores de caprinos pose electricidad y por esta cancela un valor promedio de $ 11; el agua de red cubre al 89% de la población encuestada, valor que está mejor que el promedio provincial que es 76,1 como lo manifiesta Ecuador en Cifras (2017); de esta solo el 35% manifestó que es permanente. El costo promedio del m3 en estas localidades es de $ 0,4. Tanquero y agua de pozo se convierten en una opción para el 70% de los que no poseen agua de red.
El Cuadro 3, menciona que 290 ganaderos es decir el 58% poseen viviendas de hormigon armado, el 30% de estructuras entre madera y cemento, y el restante (11%) posee casa donde la caña es el principal elemento de construcción. El 49% de las viviendas posen entre 10 y 30 años, las construcciones nuevas (1 a 10 años) representan el 24% de las casas.
Componente Superficie y Tenencia de Tierra
La información que responde a la tenencia de la tierra se detalla en el cuadro 5 y 6, el cual brinda la superficie, tenencia y usos que les dan a las tierras cultivables, cantidades expresadas en número y en términos porcentuales.
La cantidad de terrenos que poseen los ganaderos en sus explotaciones, en un 50% refleja superficies inferiores a 0,4 hectáreas, el 48% de los ganaderos poseen entre 0,5 y 10 has, el 2% restante se ubica en terrenos superiores a las 10 hectáreas. El 28% no poseen terrenos, el 22% si posee, y el 49 % cancelan anualmente un promedio de 5 dólares por hectárea y por año a la comuna respectiva; valor que está muy alejado de lo que estiman Tuaza castro & Sáenz Ozaetta, (2013), que argumentan que el 80 % de las teirras de la provincvia de Santa Elena están configuradas a manera de comunas; solo el 1 % arrienda tierras.
Un gran número de ganaderos (40%) mantiene sus tierras en barbecho, un 47% cultiva sus tierras con cereales, frutales, hortalizas y otros cultivos; solo el 4% posee pastos naturales, tal como lo describe el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Santa Elena, (2014), quien describe que en la provincia la superficie de pastizales no supera el 6,2% de las superficies.
Componente composición del hato
En el cuadro 6, se presentan motivos por los que el ganadero mantiene la explotación; tipos de razas y/o cruces genéticos, además se explica los criterios de selección de animales que tiene la explotación.
El principal motivo por el cual los encuestados poseen cabras es la herencia con un 48%, mientras que un valor cercano (42%), se dedica a esta actividad por negocio; 38 productores es decir el 8% posee animales por donaciones. La raza criolla frecuenta el 92% de los predios donde se crían cabras y el 6% la raza Anglo Nubia, tal como lo argumentan Pesántes & Hernández (2014), quienes manifiestan que en la región costa las razas mas frecuentes son Criolla y Aglo Nubian. La preferencia de las razas se da en un 37% por la resistencia, el 36% indica que es por la facilidad en el manejo, mientras que el 28% menciona que es por la rusticidad, información que está acorde a los expresado por Contreras & Meneses (2005), que destacan que las cabras criollas poseen excelente capacidad de rusticidad y facilidad de adaptación a diferentes ambientes.
Al referirnos a la composición del hato (Cuadro 7), en toda Santa Elena existen 7293 animales, valor que está por encima de lo estimado por la Encuesta de Superficie y Produccion Agropecuaria Continua ESPAC, (2015), quien expone que son 2221 los ejemplares de esta especie que posee Santa Elena. De los caprinos de Santa Elena, el 55% corresponde a hembras en etapa de reproducción, y 19% a hembras jóvenes, sumando ambas dan un 74%, lo que está acorde a lo evaluado por Cobos & Aguirre, (2012) quienes argumentan que las hembras deben superar el 71% del total de los animales del hato para asegurar la reproducción de los mismos. Los machos frecuentan el 21% de los corrales y las crías representan el 4% de la población total de caprinos.
Se consultó a los ganaderos sobre la adquisición de nuevos animales, y el 70% de ellos manifestó que desearían más animales de tipo criollos, un 17% manifestó preferencias por la raza Anglo Nubia; los mestizos y los Boer son preferidos por el 3% de los ganaderos.
Los valores de los parámetros reproductivos de los caprinos se presentan en el cuadro 9, donde se destaca que la edad a la primera cubrición se da en promedio a los 8 meses, coincidiendo con el criterio de Espadas de Castro, (2012) que indica que la cubrición se debe realizar entre los 7 a 10 meses dependiendo del peso del animal. En promedio cada macho cubre a 6 hembras, existiendo casos en los que son subexplotados (1) y sobreexplotados (56).
El intervalo entre parto promedio es de 6 meses, valor que es inferior a lo registrado por Garcia, (1997), quien expone que en razas españolas las cabras necesitan alrededor de 7 meses para generar una cria; pero en las condiciones de Santa Elena, existen casos de fincas que demoran un año en producir un cabrito. Además, hay fincas que no logran ni un parto al año, a pesar de que el promedio sea de 4 partos por año. La presencia de partos dobles es notoria en los predios, evidenciándose como promedio anual 2 animales por parto, existiendo también fincas que obtienen hasta 8 partos dobles por año.
La edad al destete promedio de las fincas es a los 5 meses; hay fincas que destinan 8 meses para realizar esta actividad, siendo un valor no adecuado, debido a que según Casaretto, (2010) los cabritos pueden destetarse a partir de los 4 meses. De forma general Santa Elena posee 1986 partos por año y esto representa el 49% de las hembras adultas en existencia.
Componente alimentación del ganado caprino.
La alimentación de los caprinos en Santa Elena es un factor condicionante para el desarrollo y crecimiento de los rumiantes, es por ello que en este componente se describe el tipo de alimentación, el pastoreo, la frecuencia de pastoreo y los recursos fitogenéticos que sustentan la alimentación de esta especie animal.
El cuadro 10 presenta los tipos de alimentación que se utilizan en la producción de caprinos, donde solo un ganadero utiliza balanceado (0,11%), el 54% utiliza recursos fitogenéticos y el 46% residuos de cosecha, y solo el 1% de ganaderos cultivan pastos para sus animales; estos datos están relacionados a que las cabras son animales que poseen buena velocidad digestiva, son capaces de degradar alimentos de mala calidad, y excelentes en aprovechar subproductos de la agricultura, (Jimeno, Rebollar, & Castro, 2003).
El 66% de las cabras pastorean en barbechos o en pastos naturales, un 30% lo hace en rastrojos, y un 4% en pastos cultivados (Cuadro 11). Predomina en los ganaderos el libre pastoreo (66%) y el 34% restante guía a sus animales al momento de buscar alimentos. Las horas de pastoreo son 5 como promedio al día, aunque pueden llevarse más horas cuando el pastoreo es en la mañana y tarde (7 horas), siendo 3 en la mañana y 4 en la tarde, valor que para Gioffredo & Petryna, (2010), es inferior ya que describen que en sistemas extensivos de explotación son 8 horas las que el animal necesita para suplir sus necesidades.
Dentro de los residuos de cosechas más utilizados en la provincia de Santa Elena para la alimentación de caprinos están, las hojas de choclos con un 39%, y esto se sustenta con los datos de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua ESPAC, (2015), que indica que son 3637 las hectáreas cultivadas de maíz; valor muy cercano poseen los residuos de cereales (28,8%), los residuos de hortalizas con un 25%, y existe un 6,7% de materias que se obtiene de forma externa (Cuadro 12).
Solo el 1% de los ganaderos cultivan pastos, por lo que las cabras recurren a las especies fitogenéticas que crecen de forma natural, y que se han identificado que son 10 las que más representativas en la ganadería caprina de esta región, tal como lo Expone Stemmer & Zárate, (2014) al momento de nombrar al algarrobo y otras especies silvestre como contribuyentes al mantenimiento de la explotación caprina.
Componente Sanidad animal
Dentro de los aspectos sanitarios, los cuadros 13, 14 y 15, presentan información sobre las principales causas de descarte de los animales; productos y biológicos utilizados en la prevención de patología, así como también las principales enfermedades que causan mortalidad en los caprinos.
En las comunidades intervenidas fueron algunas las causas de descarte; una de las principales son las necesidades económicas (65%), en segundo lugar están los problemas reproductivos que puedan tener los animales con un 25%, un 7% descarta a las cabras por baja producción de leche y el 3 % de los animales se los descarta por problemas sanitarios, los machos se descartan en mayor número que las hembras, y la edad de descarte promedio para ambos sexos es de 2 años (Cuadro 13).
El 99% de los productores de cabra no pertenecen a ninguna asociación, y solo reciben una vez al año la visita de algún veterinario; los antiparasitarios son los insumos veterinarios más utilizados, y respecto a los biológicos que mayormente se aplican, son para contrarrestar la triple bacteriana y la fiebre aftosa, con el 66% y 34% respectivamente. Las causas de mortalidad o perdidas se producen en un 26% por abortos, un 16 % por problemas diarreicos, que de acuerdo a Ministerio de Economía Familiar Comunitaria, Cooperativa y Asociativa, (2015), son muy comunes en los caprinos que no se posee un control en la alimentación. En un 8% se descartan animales por problemas respiratorios; pudiéndose evidenciar mayores pérdidas (40%) por factores externos, que los ganaderos manifestaron son ataques de animales salvajes y robos de ganado.
Componente tecnología existente
Como tecnología existente en la producción de caprinos, se destacan las capacitaciones, los gastos destinados a la producción, y las características de los corrales, (Cuadros 16, 17, 18 y 19).
El 91% de los encuestados no recibe ningún tipo de capacitación, y el 9% de los que se capacitan lo hacen a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca MAGAP (82%); mientras que los ganaderos de la provincia son capacitados por el Centro de Promoción Rural CPR y la Universidad Estatal Península de Santa Elena UPSE en un 10% y 5% respectivamente (Cuadro 16).
El 27% de los productores de cabras tienen a la agricultura como otra fuente de ingresos económicos, el 13% se dedica a actividades de comercio, 8% se distribuye entre albañilería, carpintería y pesca, pero un 51% manifestó que son varias las actividades que realizan para tener un sustento económico diario (Cuadro 17).
Los insumos más utilizados son la gasolina, electricidad y agua, con un 37%, 31% y 25 % de los gastos totales respectivamente (Cuadro 18). La mayor cantidad de los apriscos están construidos de madera en forma rústica (78%), el 61% de ellos están en condiciones regulares (61%) y la higiene de los pisos es intermedia (Cuadro 19). En el caso de los biológicos más utilizados para inmunizar los caprinos son para la Aftosa y la Polivalente, tal como lo recomienda La Agencia Ecuatoriana del Aseguramiento de la Calidad y El Agro, (2016).
Componente Comercialización.
La comercialización de especies pecuarias posee particularidades típicas de cada zona, es por ello que en el cuadro 20 y 21 se describen los canales de comercialización, y número de animales comercializados por año y por finca.
El cuadro 20 y 21 demuestra que el 63% de los ganaderos utilizan intermediarios como medio de comercialización; otro sistema que tiene relevancia es la venta a particulares que compran animales para consumo propio, los animales más comercializados son los machos y el precio promedió percibido por animal es de 56 dólares, es decir ellos perciben $1,6 por libra, siendo un precio bajo según periódico La Hora Nacional, (2015), que indica que la carne de caprino se comercializa a $2,75/libra. Cabe recalcar que las ventas son escasas en las fincas pudiéndose evidenciar un animal como promedio de venta anual por finca.
Conclusiones y Recomendaciones
Conclusiones:
Los animales caprinos que más frecuentemente se encuentran en las fincas ganaderas son los criollos, que son preferidos por su facilidad de manejo como por su rusticidad. La actividad caprina, en términos generales constituye una actividad de subsistencia que en la totalidad de los casos es una alternativa a otras actividades económicas.
A pesar de que, las cabras poseen buena adaptación al ambiente de Santa Elena, repercutiendo positivamente sobre la reproducción, sus parámetros reproductivos no están acordes a los estándares internacionales, atribuyéndose esto a varios factores entre los cuales citamos los siguientes: la primera cubrición de las cabras en Santa Elena se da hasta 4 meses antes de lo recomendado; un caprino macho a nivel mundial puede cubrir 25 hembras, en este estudio el promedio es solo 6; a nivel mundial los caprinos se destetan a los 3 meses, en Santa Elena necesitan 5; y el porcentaje de abortos produce el 25 % de las pérdidas que en óptimas condiciones ese valor no debe superar el 5%. Todos estos parámetros están ligados al manejo que el ganadero da al caprino, valores que no son los óptimos, pudiendo concluir que en Santa Elena la cabra esta sub explotada y su potencial genético no está expresado en su totalidad.
Son diez especies fitogenéticos que mantienen a la ganadería caprina de Santa Elena, que se constituyen en el recurso fitogenéticos silvestre de la zona.
Existen falencias en el proceso de comercialización de las cabras, ya que en su mayoría se da por medio de intermediarios que solo ofrecen 56 dólares por animal adulto, valor que no es representativo para los 24 meses de periodos de crianza.
Recomendaciones:
Esta información puede ser utilizada como línea base para futuros proyectos que se generen en el ámbito social, de investigación, de inversión.
Considerando que especies fitogenéticos aquí identificadas son apetecidas por las cabras para su alimentación, es necesario que los ganaderos planteen cultivos de estas especies con fines de nutrición animal, así como de conservación de las especies.
Extender capacitaciones a los productores de ganado caprino que permitan mejorar los sistemas de producción; plantear además dietas para caprinos utilizando los recursos fitogenéticos y materias primas de la zona.
Implementar pastizales cultivados con la finalidad de cambiar de un sistema extensivo a sistemas tabulados donde se optimicen los nutrientes ingeridos por las cabras.