Forma sugerida de citar:
González, Néstor Daniel , Elizondo, Cecilia, & García, Juan (2017). La imagen en disputa. Cronistas barriales. Producir desde los barrios. Universitas, XV (27), pp. 195-209.
Los procesos de transformación vividos en América Latina en los últimos años mediante la presencia de gobiernos populares, incluyeron en la agenda pública el debate de la comunicación social, poniéndola en visibilidad como un derecho humano inalienable, generando nuevas legislaciones que buscaron poner límites a la concentración de los medios y promoviendo condiciones para un sistema de distribución más equitativo y democrático de la palabra. Ese fue el caso de países como Bolivia, Ecuador, Uruguay y Argentina, entre otros.
Las políticas en comunicación audiovisual en Argentina pusieron en visibilidad reflexiones en torno al rol de la imagen en nuestra sociedad. En particular, la información televisiva, que cada vez más tildada de ser un producto de consumo y al servicio de los intereses económicos de las empresas que producen la información.
En este sentido es preciso advertir que por un lado, la democratización de la información requiere, entre otras cosas, trasladar su producción a aquellos lugares donde la información es considerada un derecho humano y está al servicio de necesidades sociales. Por otro lado, la aparición de procesos de alfabetización audiovisual en la marco del sistema educativo oficial tuvo que esperar hasta la aprobación de la Ley Nacional Educativa vigente hacia finales de 2006, que comenzó a enfrentar algunas de las tradicionales tensiones manifiestas entre la escuela y las cultural populares, entre ellas, la televisión.
En el marco del programa de extensión universitaria “Comunicación, Participación y Ciudadanía” de la Universidad Nacional de Quilmes, el proyecto “Cronistas Barriales” está a cargo de la realización de un noticiero audiovisual producido por jóvenes de distintos barrios populares del área metropolitana de Buenos Aires, que busca trasladar el proceso de producción audiovisual informativo a dichos sectores de la sociedad con temáticas propuestas de acuerdo a las necesidades de la cotidianeidad territorial.
Dicho noticiero sale al aire a través de UNQ TV (http://tv.unq.edu.ar/), el canal web de la mencionada casa de altos estudios.
El proyecto, que ya lleva más de cinco años de ejecución, tiene como objetivo capacitar a jóvenes de distintos barrios de la región en lenguaje, producción y posproducción informativa audiovisual y producir un noticiero audiovisual interbarrial.
Es importante mencionar que desde su comienzo el proyecto contó con la articulación territorial del Equipo de Participación Social y del Equipo Territorial de Infancia y Adolescencia, dependientes de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad de Quilmes.
Además, participaron los docentes, tutores y orientadores pedagógicos de los jóvenes, que forman parte de sus comunidades educativas.
Esto quiere decir que se trabaja a partir de una articulación intensa entre actores del municipio local, organizaciones sociales, Universidad y representantes de las comunidades educativas de la región: Escuela de Educación Media N° 6, Escuela de Educación Secundaria Técnica N° 8, Escuela de Educación Media N° 13 “Libertadores de América”, Escuela Primaria N° 15, Escuela Secundaria Básica N° 20, Escuela Secundaria Básica N° 36, Escuela Primaria N° 48 y la Escuela de Educación Especial N° 502 Padre Carlos Cajade, de Berisso. Y las organizaciones sociales participantes, integrantes de las “Mesas Participativas de Gestión Barrial” de la Secretaría de Desarrollo Social de Quilmes, y la Jefatura Distrital de Quilmes, entre las que se destacan Zapatillas Gastadas (Ezpeleta), El Hogar de mis sueños (IAPI), Centro de día Nuestra esperanza grande (Eucalipto de Solano), Parroquia la Asunción del Señor (Villa Luján), Casa del Niño de Quilmes, Villa Valdocco (El monte y El matadero), Centro San Pedro y San Pablo, (San Sebastián 1) La casita de la cava (Villa Itatí), La Casa del Niño Medalla Milagrosa (San Francisco Solano), Colectivo de a pie, entre otras.
En síntesis, Cronistas Barriales es un proyecto concebido como un instrumento de intervención social desde las herramientas de la comunicación social, la educación y la política pública.
A su vez, es importante destacar, que la extensión universitaria afronta hoy nuevos retos, ya que los procesos culturales, sociales, económicos, ambientales, productivos y tecnológicos ponen en tensión los paradigmas tradicionales de formación académica y de investigación científica que el sistema universitario desarrolla. La Universidad de Quilmes prioriza en sus acciones sustantivas la extensión, entendida como la vinculación mediante la cual la Universidad pone a disposición de la sociedad sus logros en docencia e investigación y a la vez, enriquece y retroalimenta su práctica académica, al tomar contacto con la problemática y perspectiva del medio social en el que se inserta. En este sentido, la Universidad Nacional de Quilmes cuenta con un Programa de Extensión del Área de Comunicación y el Proyecto que aquí se describe permite profundizar los lazos de la Universidad con el medio a través del contacto con organizaciones sociales que valoran el rol multidimensional de la comunicación en los procesos de desarrollo local.
De este modo, la iniciativa aporta a la construcción del diálogo entre saberes, a la generación y apropiación de contenidos, a la circulación de relatos, prácticas culturales y productivas, a la construcción de sentido, a la creación de nuevas redes. El conjunto de conocimientos humanísticos, científicos y tecnológicos no deben conformar una reserva cristalizada o depositada en las fronteras académicas, sino que tiene que constituirse en una masa crítica disponible al servicio de la transformación social.
La información y los barrios
La mayoría de los y las jóvenes que participan en este proyecto viven y transcurren su escolaridad en distritos populares. Estas zonas suelen ser estigmatizadas por los medios masivos, y son señalados como sectores en los cuales reinan la violencia y la inseguridad ( Saintout, 2013 ). Cuando los y las jóvenes ven, oyen y leen noticias sobre áreas que comparten las características de sus barrios, reciben en la inmensa mayoría de los casos lo que calificamos como malas noticias o informaciones con ejes de conflictividad. Y en particular, esas características informativas se acentúan cuando el tratamiento es sobre las juventudes. Es decir, se estigmatiza a dichos grupos tanto sociales como etáreos, atribuyéndoles una identidad, basada en un contexto de riesgo, atribuyéndoles la etiqueta de “Jóvenes peligrosos” 4 .
En consecuencia, el proyecto no solo considera abordar las problemáticas de los barrios a través de la mirada de sus protagonistas, sino que también asistir a un hecho transformador como representa la producción audiovisual.
Para llevar adelante los objetivos de trabajo, el proyecto se ocupa primero de la capacitación sobre el lenguaje audiovisual, producción, registro y postproducción, y sobre criterios noticiables y elaboración de noticias audiovisuales, y luego de la realización. En la capacitación se brindan herramientas de lenguaje y estilo audiovisual, narrativas informativas audiovisuales y estrategias de preproducción y producción para la realización materiales audiovisuales comunitarios acerca de historias y problemáticas barriales, pero desde las propias visiones de quienes las viven cotidianamente. Observemos la expresión de uno de los “cronistas” que rapea elocuentemente:
...somos los comerciantes de nuestra propia cultura, acá no vamos a mostrar lo que muestran todo el día en el diario, a todo horario, dicen que la tele enseña más, más nada que ver, enseña menos, tengo mi maldita visión, todo me parece asqueroso como en la televisión...
Es pertinente mencionar que durante los encuentros de capacitación iniciales los jóvenes consideran que las noticias centradas en la violencia social eran aquellas realmente importantes, habiendo naturalizado la estigmatización de la cual ellos y todos los chicos que viven en barrios populares son víctimas.
Sin embargo, a medida que continuaron las reuniones y se intensificaron los procesos de producción, los jóvenes modificaron progresivamente esta idea. Como ejemplo de esto, una de las jóvenes conductoras del programa, entiende que ofrecer a las audiencias otra mirada sobre su propia realidad incide de forma positiva en su acontecer cotidiano, en uno de los programas, expresa “si mostramos la importancia de la organización entre nosotros, los padres nos van a tener en cuenta”.
Este lineamiento se profundiza a través de los testimonios de quienes brindan entrevistas a los cronistas, que son sus propios vecinos, en los primeros programas aparece de manera recurrente la idea de que “A los jóvenes hay que ayudarlos... no juzgarlos”. En esta línea, en el primer programa los y las jóvenes que coordinan un Centro Comunitario de Bernal Oeste comentan “Me gusta ayudar al barrio, quiero que sea mejor para mi y para toda mi familia (...); este barrio se está cayendo, y entre todos lo tenemos que levantar”, dice Federico Acuña, otro joven participante.
“Cronistas Barriales” se posiciona como el espacio propicio para hacer escuchar lo que los y las jóvenes tienen para decir, apostando por la verdadera pluralidad de voces y la democratización de los medios de comunicación.
Una política pública
La implementación del proyecto “Cronistas Barriales” impone el desafío de asumir la complejidad de las nueva problemáticas sociales, en una coyuntura atravesados por la desigualdad social. De este modo, se retoma la posición de Carballeda (2013) al asumir que el dolor y el padecimiento se expresan tanto en los cuerpos como en las formas de relación social. Por lo tanto, cuando aquellos son atravesados por las distintas problemáticas sociales se alteran los modos de pensar la vida cotidiana y la relación con los otros. En este sentido, las intervenciones desde los diferentes ámbitos del Estado deben apuntar a la construcción de miradas transversales sobre dichas problemáticas y sus modos de abordarlas. Esto implica la necesidad de articular y coordinar las acciones entre las distintas esferas y ámbitos encargados de diseñar, implementar y evaluar políticas públicas junto con las organizaciones de la sociedad civil.
Es preciso resaltar, que el proyecto promovió la participación social en el proceso de toma de decisiones referidas al mismo. Así, por un lado, se dio un proceso de coordinación de acciones al interior de los organismos estatales del ámbito educativo: escuelas de nivel primario, escuelas de nivel secundario y universidad, en lo que podría entenderse como la articulación intersectorial, o sea, entre diferentes organismos estatales. En este caso particular, de jurisdicciones diferentes incluso, ya que las escuelas primarias y secundarias son de gestión provincial y la universidad del ámbito nacional.
Asimismo, el trabajo con las organizaciones sociales, se puede identificar con otra instancia de participación social en las cual se incorporan a los actores no estatales al proceso de diseño y gestión de las políticas sociales, modelo de intervención denominado gestión asociativa.
De esta manera, los procesos de tomas de decisiones resultan no ya de la exclusiva facultad de los decisores públicos, sino de la interacción y las dependencias mutuas entre las instituciones políticas y la sociedad.
El trabajo de Carballeda (2013) citado oportunamente, permite entender a la Intervención en lo Social como un instrumento de transformación no solo de las circunstancias donde concretamente actúa, sino también como un dispositivo de integración y facilitación del diálogo entre diferentes lógicas que surgen de distinta forma, comprensiva, explicativa, no solo de los problemas sociales, sino de las instituciones mismas.
Otro punto a tener en cuenta acerca del proyecto “Cronistas Barriales”, es que surge en el marco la Ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en 2009. La Ley SCA implicaba un cambio de paradigma en la comunicación, al concebirla como un derecho humano y no como una mercancía, y al Estado lo concibe como garante de acceso a dicho derecho, mediante la creación de medios de calidad y accesibilidad para garantizar la llegada de los contenidos, como así también mediante la distribución del uso de espectro radioeléctrico en partes iguales para medios de comunicación comerciales, públicos y sin fines de lucro.
Asimismo, la Ley SCA se proponía entre otras cosas brindar el acceso a la producción de contenidos audiovisuales a universidades, escuelas, ONG, asociaciones sin fines de lucro, organizaciones sociales, comunitarias o barriales, entre otros actores a las cuales buscaba habilitarle canales para que pudieran expresar sus voces.
Esto quiere decir, que el proyecto “Cronistas Barriales” implica el desafío de gestionar la producción de noticias locales a través de la participación de los integrantes de las organizaciones sociales y escuelas que forman parte de la propuesta.
En cada una de las organizaciones sociales se dieron procesos particulares, en función de las características, tiempos y lógicas de cada una de ellas. Sin embargo, siempre se partió de preocupaciones, inquietudes y problemáticas que los propios grupos identificaban como prioritarias. De esta forma, se produjeron informes con temáticas vinculadas a la historia de los barrios, cuestiones de injusticia ambiental, actividades comunitarias, perspectiva de género, entre otras temáticas. Es así que desde el proyecto se produjeron nuevos contenidos audiovisuales que trascendieron el mero hecho informativo, posibilitando objetivos pedagógicos desde relatos de historias barriales y de promoción de derechos. Así, desde formas de producción colectiva y un rol activo de los participantes que desde su propia mirada de la comunidad en la que están insertos y a partir de la apropiación de herramientas técnicas, pudieron producir informes audiovisuales.
Esta experiencia por lo tanto, se inscribe en el camino de aquellas perspectivas de abordaje de la intervención, que en diálogo con diversos campos de saber abre el camino hacia modelos de gestión participativa y de descentralización territorial y en este diálogo con la sociedad civil, busca poder articular lo producido por la crisis y la fragmentación de los lazos sociales. A partir de aquí es donde se discute el rol del Estado como un mero ejecutor de estrategias generales surgidas de manuales de procedimientos elaborados para supuestas poblaciones con sujetos y contextos homogéneos que poca utilidad tienen en los escenarios sociales fragmentados por la ruptura o ausencia de lazos, con su consecuente impacto en los sujetos.
También es oportuno mencionar que Cronistas Barriales realizó capacitaciones incorporando el uso de las herramientas tecnológicas que vienen incluidas en otra política pública como es la distribución gratuita de Netbooks del Plan Nacional “Conectar Igualdad” que insertó 3 millones de computadoras con el objetivo de achicar la brecha digital, explorando nuevos formatos televisivos, entre ellos el videoclip, articulando literatura y audiovisual, y utilizando las redes sociales con las herramientas de software y hardware que están incluidas con la computadora.
Pedagogía y comunicación en cronistas barriales
El proyecto de extensión Cronistas Barriales entiende a la educación y la comunicación como una relación dialógica. Esto implica entender estas disciplinas como campos relacionales, en constante fusión y retroalimentación.
Podemos pensar que en ese diálogo operan un conjunto de discursos, normas, reglas, códigos y lenguajes amparados en tradiciones propias del campo.
Así como la educación tradicional ha instaurado un modelo unidireccional del saber, donde el conocimiento oficial nace siempre desde la misma voz y es depositado en sujetos vacíos a los que hay que adoctrinar; los modelos comunicacionales hegemónicos también tienden a monopolizar la información con una única voz: en general estridente, ruidosa, que pretende silenciar cualquier posibilidad de otras voces disímiles.
Desde este marco, Cronistas Barriales pretende constituirse en una situación de diálogo: tramar, narrar, conocerse, preguntar y preguntarse. Educar y comunicar, parece ser entonces eso que se trama siempre y cuando seamos conscientes de quiénes somos, dónde está nuestro lugar y qué queremos decir de él.
La extensa y valiosa literatura freireana, que pone en valor la comunicación y la educación como punto de partida, no hace más que referirse a la tarea primordial de reconocerse: No podemos educar y comunicar si nos desconocemos y más aún, no podemos hacerlo si no resignificamos aquello que dicen de nosotros. Para esta tarea, constituirse en una situación de diálogo es parte sustantiva del proyecto.
Cristina Corea (2004) en este sentido, plantea lo siguiente:
El diálogo en condiciones estatales se da desde lugares instituidos –el que sabe y el que no sabe, el adulto y el niño, el maestro y el alumno–; para hablar con el otro uno solo tiene que ocupar su lugar en el dispositivo (...) Entonces el trabajo de comunicación es de permanente construcción de las condiciones: es necesario instituir cada vez el lugar del otro, el lugar propio e instituir el código, las reglas según las cuales se van a organizar las significaciones. Y este trabajo obliga a pensar, ya que el que crea las condiciones se está constituyendo en las reglas de la situación. Esto es constituirse en una situación de diálogo ( p. 54 ).
Cronistas Barriales opera así, creando condiciones para reconstruir un código propio, un conjunto de significados identitarios y un lenguaje que hable de los/las jóvenes y los/las niños/as de los barrios.
Tomando como referencia la tipología que desarrolla Florencia Saintout (2013) en sus estudios sobre juventudes, donde distribuye en tres grandes grupos las formas convencionales en que los medios hegemónicos suelen representar a la jóvenes: los exitosos, los desinteresados y los peligrosos; el proyecto se sustenta en la necesidad de generar un discurso propio, contra hegemónico, y en la importancia de formar un espacio colectivo, un lugar de encuentro en donde lo prioritario sea circular y alzar la voz.
Se pretende representar lo que inquieta y preocupa del barrio, lo que emociona, duele, da alegría y enorgullece. En definitiva, hablamos de un trabajo que implica conocerse primero, describir el lugar donde se vive desde la propia mirada de quién allí vive, liberarse de las tipologías (ni desinteresados, ni delincuentes), y hacerse conocer como ellos mismos quieren presentarse al mundo.
Es interesante resaltar en este sentido, que cuando a dos de los participantes del proyecto se les pregunta ¿Qué les aporta Cronistas Barriales? Contestan al unísono y con seguridad: “Emoción y conocimientos”: dos palabras hermanadas, que desde la perspectiva pedagógica tradicional intentaron mantenerse en divorcio. Lo que atraviesa el cuerpo y las emociones, desde este modelo conservador, se mantuvo siempre en lugares desvalidos a la hora de aprender y conocer ( Rosso, 2015 ).
Emoción y conocimientos, tal vez sea la mejor forma de explicar que la práctica pedagógica y comunicacional si no habla de lo que somos y nos identifica, no genera ni produce ningún sentido.
El proyecto, asume entonces una enorme, compleja y necesaria responsabilidad; pero ésta no es singular, única y mucho menos es individual. Es la misma que asume cualquier educador y comunicador comprometido con la circulación y democratización de los saberes y las voces; representa los múltiples espacios colectivos de educación y comunicación popular que defendemos y sumamos a este proyecto: un modelo autogestionario que no se concibe sino es a partir del diálogo constante con el contexto político y social en el que se inscribe.
La propuesta de trabajo: Dinámica de taller
La dinámica de trabajo de Cronistas Barriales se concentra a partir de tres grandes ejes de trabajo que responden a las tres fases de la producción audiovisual: Preproducción, producción y posproducción.
Los espacios de encuentro se desarrollan mediante la dinámica de taller previendo un espacio comunicacional recíproco que implica reconocerle al grupo facultades de auto-organización y de interacción entre pares. La perspectiva de trabajo que asumimos como equipo, no solo está vinculada a un enfoque pedagógico liberador para generar procesos de autonomía, sino que también responde a una toma de posición sobre la comunicación entendida en el mismo sentido. En este punto es que la categoría de educomunicación trabajada por Mario Kaplún representa gran parte del proceso de nuestro trabajo, donde nos proponemos un modelo autogestionario, en constante diálogo con el contexto político social.
Desde esta perspectiva pedagógica los talleres promueven, en la etapa de la preproducción, la deconstrucción de las noticias con el fin de resignificar discursos estereotipados instalados por los grandes medios de comunicación. Se trabaja a su vez, en la importancia de reconocerse en aquel lugar estigmatizante en que los medios suelen ubicar a los barrios periféricos. Este reconocimiento como parte del proceso de concientización, permite pasar a la etapa de producción, casi como respuesta y consecuencia de lo anterior, donde se pretende posicionar a los integrantes del taller como sujetos transformadores, productores de sentido y constructores de sus propios relatos.
La propuesta de intervención del taller, se constituye así como la herramienta más adecuada donde el conocimiento se construye a partir de la propia actividad y la experiencia de los participantes.
Los temas y el enfoque barrial
Entre las producciones realizadas figuran temáticas muy identificadas con los barrios. En el Primer programa se mostraron las actividades del Centro Comunitario San Pedro San Pablo y talleres dictados en la Escuela de Educación Secundaria Técnica N° 8. Del primer tema abordado, se retrataron los planes educativos y culturales impulsados por el Centro ubicado en el barrio San Sebastián I, que además funciona como un comedor que alberga 180 chicos con sus familias; con testimonios de los coordinadores adolescentes, que antes asistían para comer y en la actualidad ayudan a los demás.
Del segundo tema, los cursos técnicos e informáticos en el colegio que se encuentra en el barrio IAPI; y programas de interacción con otras instituciones: lo que se produce en el establecimiento se destina a las familias de los alumnos y, además, se organizan donaciones.
Las carencias edilicias y de elementos necesarios para el correcto dictado de clases son muchas, y afectan el aprendizaje cotidiano de los estudiantes. Sin embargo, los jóvenes reconocieron que esa mirada sobre la situación ya está presente en los medios tradicionales, por lo que se priorizó la originalidad de su desempeño en la institución.
En el Programa Nº 2: Orquesta de jóvenes e historia del Batallón de Arsenales 601 “Domingo Viejo Bueno”. Lo primero, sobre el conjunto de música popular compuesto por adolescentes, que funciona como un ámbito de contención frente a las pocas actividades artísticas impulsadas por el municipio de Quilmes en esa comunidad. Se comunicó en primera instancia la existencia de la orquesta juvenil y su valor en la contención de jóvenes y la promoción artística. Esta postura también responde a mostrar la voluntad que hay en los barrios para enfrentar las adversidades.
El segundo informe incluye declaraciones de vecinos que fueron testigos del intento fallido de copamiento del batallón por parte de miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), el 23 de diciembre de 1975. Se incluyeron imágenes de archivo y se reconstruyo parte del suceso, mediante una investigación de las consecuencias de la represión a través de las Fuerzas Armadas: violaciones a los derechos humanos sufridas por los vecinos del barrio, conocidos de las familias de los Cronistas Barriales.
Quedó plasmado el interés de los jóvenes en la historia y el acontecer político nacional. Nuevamente, nos encontramos que los medios tradicionales emiten mucho material relacionado con el terrorismo de Estado, por lo que se decidió de manera conjunta circunscribir la problemática al escenario barrial. De esta forma, se le dio a la cobertura una mirada original, con testimonios y material documental audiovisual.
Además, una de las preguntas iniciales de las entrevistas “¿qué pasó?”, fue inmediatamente continuada por el interrogante “¿cómo lo mostraron los medios?”. Los chicos demostraron estar al tanto del debate actual sobre la parcialidad de los medios y con preguntas como esta, adoptaron una actitud al respecto.
El Programa Nº 3: Inundaciones del arroyo “Las Piedras” y Biblioteca “Del Otro Lado del Árbol”. El primer tema es un problema recurrente para muchos de los barrios quilmeños, donde viven muchos Cronistas Barriales; se muestra desde adentro esta dura realidad, poniendo énfasis en las propuestas para revertir la situación. La irresponsabilidad de las empresas que lo contaminan se suma a la necesidad de obras estructurales para impedir la inundación sistemática. Se analizaron las acciones impulsadas hasta el momento y los mecanismos que pueden optimizarlas, sobre todo la organización COLCIC, de cuidado ambiental vecinal.
El segundo, sobre una biblioteca y ludoteca destinada principalmente a chicos con problemas de salud, haciendo hincapié en la historia de superación de un matrimonio que perdió a su hija a causa de una enfermedad, y que la recuerdan a través de este lugar de contención para niños vulnerables.
La cuarta emisión, la Organización “Decir Basta”, Proyecto “Roperito” y junta vecinal “Mejor vivir”. El tema inicial del envío fue una cobertura sobre la ONG, basada en la asistencia y acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género.
Luego, se cubrió periodísticamente una iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Social de la municipalidad, basada en el reciclaje. Con los materiales aptos para su reutilización se fabrican muebles y ropa que son entregados a distintas organismos sociales. En lo referido a la junta vecinal, los chicos entrevistaron a sus referentes, que luchan para optimizar la calidad de vida del barrio “La Nueva Esperanza”.
Cronistas Barriales, en sus dos años de recorrido, ha transformado y dado la posibilidad a los jóvenes de poner en valor sus prácticas, sus saberes, sus sentimientos no sólo ante sus propios pares en las escuelas, sino también en las redes sociales y en diversos eventos académicos y culturales.
En los programas siguientes hasta la emisión número trece, se renueva el tratamiento de las organizaciones de lucha contra la violencia de género, el debate sobre la baja de la edad de imputabilidad impulsada por el gobierno neoliberal vigente en argentina para criminalizar la protesta social, la obra de Don Bosco que trabaja en la recuperación de jóvenes adictos a la pasta base, o las experiencias de comunicación comunitaria o popular.
Sin ninguna duda, uno de los elementos de mayor visibilidad del proyecto es mediante la circulación por redes sociales, que son a su vez el principal medio de comunicación de los nativos digitales. Si bien habían salido varias notas sobre los “Cronistas barriales” en los medios locales y en las noticias propias de la Universidad, la potencialidad de la red social propicio el contacto con varias instituciones provinciales y encuentros académicos o programas públicos.
Conclusiones
Los procesos de construcción y disputa por un paradigma de la comunicación social como derecho humano inalienable es blanco permanente de tensiones con el poder mediático y comunicacional que en América Latina se encuentra inmensamente concentrado y bajo el criterio de una comunicación como mercancía que es ampliamente influyente sobre los sistemas democráticos, apropiándose del capital destinado por el Estado a la comunicación pública y acaparando la riqueza del mercado sin permitir el ingreso de nuevos actores al campo, pequeños y medianos empresarios y sectores sin fines de lucro.
Los Principios sobre regulación de la publicidad oficial y libertad de expresión elaborados por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió en 2012 un documento que reúne un conjunto de definiciones y recomendaciones entre los que se plantea que existen distintas formas de afectar ilegítimamente la libertad de expresión, desde el extremo de su supresión radical mediante actos de censura previa hasta mecanismos menos evidentes, más sutiles y sofisticados que tienden a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones. Sin lugar a dudas, estos mecanismos que atacan a la comunicación también debilitan la democracia.
En consecuencia, las estrategias de articulación entre universidades, gobiernos locales y organizaciones sociales son fundamentales para construir instrumentos que mejores la calidad de vida organizando los esfuerzos para hacer de la comunicación social y la educación también políticas públicas.
Cronistas Barriales son un fiel ejemplo de ello. http://tv.unq.edu.ar/cro nistas-barriales/