Presentación
Sophia 24: Filosofía de la religión y educación, nos invita a transitar por uno de los caminos apasionantes de la filosofía como es la reflexión profunda acerca de la religión, su naturaleza, su origen, su estructura, sus posibilidades y sus límites para desde allí direccionar nuestra mirada hacia las relaciones de la religión con otros sistemas de valores y de acciones humanas como es el caso de la educación.
Introducción
Estructura del volumen 24 de Sophia: Colección de Filosofía de la Educación
Sección miscelánea o de contribuciones especiales
Es importante considerar que los enfoques abordados en este número de la colección son multifuncionales y multicausales, abordan cuestiones fundamentales sobre el sentido de la existencia humana en su relación con un cosmos perfecto, revisan las distintas manifestaciones de la filosofía de la religión y sus repercusiones en la dimensión espiritual y social del ser humano.
Desde esta perspectiva, la filosofía de la religión trata de responder a diversas inquietudes humanas como: ¿Cuál es la naturaleza, esencia y fin de la religión? ¿Existe una Filosofía de la Religión? ¿De dónde surgimos? ¿Cuál es la verdadera naturaleza humana? ¿Es Dios un ser superior que está antes de todo lo creado o es una creación del intelecto humano?¿Cómo se relaciona los principios de la religión con la educación? ¿Cómo incide la filosofía de la religión en las acciones del ser humano?, ¿Cuál es la relación existente entre filosofía de la religión y ciencia?
Objetivamente hablando, las respuestas que se generen dependen de la forma de pensar de al menos tres grupos de personas: aquellas que creen en la razón como la mejor manera de encontrar respuestas a las diversas inquietudes humanas; las que confían en la fe como el mejor instrumento para responder a toda situación problemática y aquellas que ven a la ciencia como la única garantía de verdad. En todo caso, la discusión es amplia si se trata de responder acerca de las relaciones existentes entre filosofía y religión y más aún si se pretende responder sobre la existencia real de la filosofía de la religión.
El problema es mayor se produce cuando se considera como punto de partida de las reflexiones humanas a la naturaleza socio-histórica del hombre. Desde esta realidad se podría comprender todo su pensar, su ser y su quehacer, de modo que desde el escenario en el que se mueve el sujeto se empiezan a construir entidades, realidades, preceptos y nuevos conocimientos que de alguna manera se imponen en la conciencia colectiva de la gente que empieza a asumirlos y a vivirlos como verdades irrefutables que van llenando la vida espiritual del ser humano. Por otra parte, la ansiedad espiritual que experimenta el hombre en su intento de responder a sus inquietudes le conduce a crear instancias culturales y espirituales significativas y trascendentes que históricamente ha ido acumulando en cada una de las facetas de su existencia, lo cual le ha permitido aceptar y validar tanto a la religión como a la filosofía como dos instancias culturales propias de la práctica social y humana.
Así mismo, para responder a las distintas preocupaciones humanas desde el intelecto, además de la filosofía, surgen distintas disciplinas como la sociología de la religión, la historia de las religiones, la psicología de la religión que se encargan de la realidad de las religiones A la filosofía como saber globalizador le corresponde también el estudio de la religión, de su naturaleza, su esencia y el desarrollo de la filosofía de la religión entendida esta última como el análisis crítico-reflexivo, histórico-social objetivo de las diversas formas de la religión.
De lo afirmado, es necesario comprender que la filosofía de la religión ha sido capaz de reunir una gran cantidad de datos de carácter psicológico, arqueológico, etnológico, histórico de todas las religiones. Desde una óptica filosófica se puede percibir que la religión desde sus manifestaciones sociales, se interpreta a sí misma como el conjunto de normativas éticas y de preceptos morales. Es así como la religión ha sido importante en los procesos educativos en la medida que ha sido forjadora de las principales normas básicas de convivencia social y de algunos imperativos morales fundamentales para el crecimiento humano.
Por otra parte, si realizamos una visión retrospectiva sobre el proceso experimentado por la religión encontramos que ella fue una de las primeras educadoras de las agrupaciones humanas aunque pronto la filosofía y la ciencia fueron matizando los enfoques de la religión, de la educación y de la vida misma. Es claro que desde la filosofía de los presocráticos hasta la actualidad y desde la ciencia renacentista en adelante jamás se excluyó a la religión de la labor educativa.
En tal sentido, la filosofía y la ciencia dieron lugar a una nueva visión de la educación en cuanto esta ya no se reduce a una mera repetición de verdades de origen divino sino que pretende acercase a la esencia misma del ser humano. La ciencia y la filosofía en todas sus aristas ofrecen al ser humano el horizonte normativo suficiente para su desenvolvimiento en el mundo. Ahora bien, la matriz intelectual y cultural del pensamiento actual tiene indudablemente su origen en el pensamiento griego clásico según el cual el conocimiento es inseparable de la virtud personal.
Lo anterior evidencia que ningún sistema educativo puede renunciar al proceso de formación intersubjetiva en la que intervienen una serie de elementos filosóficos, religiosos, políticos, sociales, culturales, etc.
Otro aspecto importante al abordar el tema de esta publicación es que no se debe confundir filosofía de la religión con filosofía religiosa. La filosofía de la religión se refiere al estudio crítico reflexivo del desarrollo de las ideas religiosas y la formación espiritual del ser humano.
En este escenario es donde los investigadores ven una oportunidad para reflexionar en la relación existente entre la filosofía de la religión y la educación, desde variadas y enriquecedoras perspectivas que dirigen la mirada hacia lo racional, lo divino y lo educativo como una unidad dialéctica que permite el crecimiento del ser humano.
De allí que, reflexionar filosóficamente sobre la realidad religiosa y sus implicaciones en los procesos educativos es la principal motivación y el esfuerzo conceptual que se verán reflejados en los siguientes artículos:
Los diez manuscritos aprobados para la publicación en este número 24 de la colección se agrupan en dos secciones:
Sección de artículos relacionados al tema central
Sección miscelánea o de contribuciones especiales
Sección de artículos relacionados al tema central
En esta primera sección destaca el artículo El paradigma de la cosmodernidad: reflexiones filosóficas sobre ciencia y religión, elaborado por Javier Collado Ruano. En este manuscrito se reflexiona acerca de las relaciones existentes entre ciencia y religión. El autor comparte con el criterio común predominante en la comunidad científica que considera que el nacimiento de la ciencia moderna del siglo XVI se produjo con una inquietud teológica que buscaba cuestionar la autoridad religiosa y a partir de entonces la ciencia fue separada de las dimensiones espirituales y religiosas con el fin de comprender objetivamente la estructura ontológica de la realidad para lo cual sugiere un enfoque transdisciplinar donde la ciencia y la religión se fusionan para dar lugar al paradigma cosmoderno que conlleva la necesidad de aprender a coevolucionar, que requiere de una ecología de saberes en la que el conocimiento físico exterior y la sabiduría espiritual interior convergen y se complementan.
En esta misma sección se presenta el manuscrito Reflexiones sobre la religión como saber de salvación desde el pensamiento de María Zambrano, desarrollado por Carmen Villora Sánchez. Este artículo presenta los núcleos temáticos centrales del pensamiento religioso de Zambrano, parte de la crítica al racionalismo para proponer la religión como saber de salvación para todo ser humano, propone la valoración de la razón que tiene que ver con la vida, un saber de experiencia que inicia la apertura de la persona y la conduce hacia lo sagrado. La autora considera que la esencia del planteamiento de Zambrano radica en el ser, en el pensar y en el retorno a la vida para transformarla hasta lograr una persona nueva piadosa, fraterna, misericordiosa y con capacidad de perdón.
Continúa el artículo Contribuciones del Evangelio de Mateo para la pedagogía progresista, presentado por José Guerra Carrasco quien considera que el Evangelio de Mateo contiene algunas pautas que permiten el enriquecimiento de la pedagogía progresista basada en la idea filosófica pragmática propia de la Escuela Nueva y que contribuyen para la emancipación de los prejuicios que afectan el proceso educativo. El documento se centra en los cinco discursos vistos como el itinerario pedagógico que ayuda a superar los pre-juicios que bloquean la apertura a la novedad que ofrece la vida, que llevan a juzgamientos negativos a priori de las nuevas formar de ver, de entender y de vivir la novedad del reino de justicia, misericordia y solidaridad.
Sigue el trabajo Educación y liberación desde la óptica de Leonidas Proaño, estructurado por Juan Illicachi Guzñay y Jorge Valtierra Zamudio. Los autores analizan la acción pastoral de Leonidas Proaño en la diócesis de Riobamba durante las tres primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX; época en la que la población indígena fue considerada como hombres-objetos, hombres-mercancías y hombres-monedas de cambio. El artículo presenta un estudio acerca de la Iglesia progresista y de las Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador, se apoya en las cartografías teóricas de Achille Mbembe, de Michel Foucault y del pensador poscolonial Franz Fanon. Los autores concluyen que ningún poder es infranqueable y que es necesario seguir buscando mecanismos para alcanzar una verdadera liberación de los pueblos que hasta la actualidad han permanecido marginados.
Esta primera sección se cierra con el manuscrito La religión y la formación de la civilidad, desarrollado por Alberto Isaac Rincón Rueda. El autor sostiene que desde su origen la religión es y ha sido una constante en la cultura; a su vez afirma que las religiones son el camino para que el hombre se encuentre con Dios a través de ritos, alabanzas y participación permanente de los hombres.
En esta segunda sección, se encuentra el artículo El pensamiento crítico y las creencias religiosas, elaborado por Manolo Acosta Muñoz. El documento analiza la necesidad de aplicar el pensamiento crítico en el momento de asumir una creencia religiosa; revisa brevemente la función de los líderes religiosos y de la filosofía de la religión en la educación de las creencias; además, determina la incidencia del pensamiento crítico en las creencias religiosas; valora el diálogo que debe existir entre razón y fe; promueve el pensamiento crítico como un mecanismo para educar en la fe religiosa y propone pautas y alternativas para la comprensión de las creencias religiosas.
Seguimos con el artículo La escuela pensada desde el pluralismo a favor de una cultura de paz, construido por Jéssica Andrea Bejarano Chamorro, Eyner Fabián Chamorro Guerrero y Diego Alexander Rodríguez Ortiz, establece que la educación religiosa pluralista se postula contribuyendo a la educación para la paz, para la formación ciudadana y para la democracia. En este sentido, los autores se proponen analizar los conceptos de violencia y de paz aplicados a la diversidad religiosa y a la educación religiosa escolar; sostienen que las religiones y las iglesias pueden ser promotoras de violencia en diversas circunstancias, cuando fomenta actos discriminatorios, por ejemplo; y de paz, cuando se crean escenarios para el diálogo abierto, crítico, respetuoso y tolerante. En el artículo se manifiesta que la diversidad religiosa y el diálogo interreligioso siguen siendo una necesidad formativa y una disposición para la configuración de una nueva sociedad.
El trabajo La banalidad de una guerra y sus víctimas silenciosas, elaborado por Yolanda Celi quien sostiene que el discurso religioso ha sido un banal argumento para desatar la guerra con miras a una nueva repartición del mundo. Así mismo, manifiesta que la guerra es uno de los problemas del poder por ello, no en vano, ha sido vista como la partera de todas las desgracias, catástrofes sociales, miseria, etc.. La autora explica que la religión y la guerra son fenómenos sociales que han repercutido notablemente en los procesos educativos.
El manuscrito titulado Transformaciones de la educación comunitaria en los Andes ecuatorianos, realizado por Juan Sebastián Granda Merchán, analiza el impacto que los cambios educativos impulsados por el Gobierno de Rafael Correa tuvieron en la dinámica de las iniciativas de la educación indígena de carácter comunitario. La investigación se fundamenta en los aportes de la Pedagogía Crítica y de la Antropología Latinoamericana: de la primera tomó el concepto de educación como práctica cultural y política, mientras que de la segunda recuperó la perspectiva analítica de la Teoría del Control Cultural. La hipótesis que se busca argumentar es que el Gobierno de Rafael Correa, en su apuesta por recuperar la rectoría de la educación y en su afán por modernizarla, terminó subsumiendo todos los ámbitos de decisión del quehacer educativo que estuvieron en manos de las comunidades y las escuelas indígenas de la zona de estudio que debido a las razones expuestas se fueron homogeneizando la oferta educativa bajo los parámetros de la educación hispana.
El artículo Pensamiento dominante, educación y medios de comunicación, presentado por Antonio Luis Terrones Rodríguez, enfatiza en los intereses que tienen determinados poderes del ámbito privado y el uso que hacen de los medios de comunicación para defender y promover dichos intereses. El autor sostiene que los medios de comunicación sirven como altavoces del pensamiento único y en ocasiones no permiten la creación y recreación de nuevas perspectivas desde las que se debe considerar la realidad. El artículo manifiesta que la educación puede brindar un escenario para la formación rigurosa de la ciudadanía mediática que se enfrente a los nuevos tiempos de la comunicación desde una perspectiva crítica y consciente.
En fin, en estos documentos, no se describen las funciones de la filosofía de la religión ni tampoco se explica para qué sirven sus preceptos sino que en ellos se intenta provocar nuevas inquietudes que obligarán a seguir buscando la esencia y el ser mismo de la filosofía de la religión, nuevas interrogantes que inducirán a desarrollar una fenomenología del hecho religioso para comprenderlo en sus diversas manifestaciones; nuevos cuestionamientos que remitirán a los principales fundamentos de la sociología de la religión como mecanismo para la comprensión del contexto en el que surge; nuevas dudas que invitarán a recurrir a los principios de la psicología de la religión que conducen a la comprensión del sujeto.
El filósofo no puede definir la religión y la educación ignorando que ellas son productos sociales que paulatinamente van configurando las distintas prácticas y creencias, de allí que, entre filosofía de la religión y educación siempre se ha evidenciado una relación estrecha y es que históricamente la religión y el mito fueron el marco en el que se generaron las primeras explicaciones sobre el origen del universo, las explicaciones acerca del lugar de los seres humanos y sus relaciones en el mundo.