INTRODUCCIÓN
Las setas son macrohongos pertenecientes al reino fungi, y se clasifican en dos grupos generales Ascomycota y Basidiomycota. Los hongos son un grupo diferente de organismos eucariotas con diversas formas, tamaños y colores, que están más relacionados con animales que con plantas [1, 2]. El cuerpo del hongo, conocido como micelio, tiene una estructura simple compuesta por largos filamentos llamados hifas; estos filamentos se ramifican en todas las direcciones, colonizando así el sustrato que le sirve de alimento porque el hongo es capaz de absorber pequeñas cantidades de sustancias nutritivas del ambiente; para lo cual, la mayoría de las setas necesitan altos niveles de humedad y una temperatura adecuada [3, 1]. Sin embargo, debido a los bajos requerimientos nutricionales que requieren para su crecimiento, los hongos se desarrollan en todos los lugares de la superficie terrestre, siendo capaces de crecer en cualquier lugar donde existan otras formas de vida; por ejemplo, se han encontrado en el agua, el suelo, en diferentes materiales orgánicos, como restos de plantas o animales e incluso como parásitos de otros seres o de ellos mismos. Crecen desde el nivel del mar hasta las altas montañas e incluso en zonas áridas, donde las especies se han adaptado a la escasa humedad disponible, y están presentes en nuestro planeta desde hace varios millones de años [3, 1, 2, 4]. Además, juegan un papel importante en los ecosistemas naturales, por ejemplo, hongos ectomicorrízicos y plantas simbiontes trabajan juntos para acumular, utilizar y transferir nutrientes esenciales, especialmente en ambientes limitados en nitrógeno y fósforo; los macrohongos saprotróficos degradan la materia orgánica disponible de las plantas muertas y la materia orgánica del suelo [5].
En el mundo existen al menos 700 000 especies de hongos, de las cuales más del 80 % se trata de hongos microscópicos. En el caso de los macrohongos a nivel mundial se han descrito 21 679 especies, y se ha estimado que deben existir entre 53 000 y 110 000 especies [6]. Se estima que en el Ecuador podrían existir alrededor de 144 783 especies de hongos, muchas de las cuales podrían poseer potenciales usos medicinales, comestibles, industriales [7]. El objetivo de esta investigación fue analizar la historia de los hongos comestibles en el mundo, con un énfasis especial en Ecuador evaluando la situación actual de los hongos comestibles tradicionales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una investigación bibliográfica exhaustiva en bases de datos académicas tales como: PubMed, Scopus, Google Scholar, entre otras. Para ello, los criterios de búsqueda incluyeron estudios publicados entre 2004 y 2024 en los que se investigó usos de los macrohongos a lo largo de la historia en diferentes civilizaciones del mundo y en Ecuador. Se filtraron los artículos en base al título y al resumen para su elegibilidad. Un total de 70 artículos fueron seleccionados para realizar este artículo de revisión.
RESULTADOS
A pesar de que los hongos han habitado el plantea desde hace millones de años, ha sido complicado encontrar fósiles debido a su difícil conservación. Los pocos registros de hongos o setas encontrados se remontan a los periodos Devónico y Cretácico [4]. Pero su consumo probablemente comenzó al mismo tiempo que la recolección de alimentos en las sociedades primitivas durante el Paleolítico Superior, como se expone en un estudio en el que se demostró la presencia de hongos en la dieta humana mediante el examen de cálculos dentales de dientes de una mujer, conocida como la ”Dama Roja”, en la cueva de El Mirón en Cantabria (Norte de España) [8]. Posteriormente, entre las pertenencias del Hombre de Hielo Ötzy, una momia natural que vivió de un hombre que falleció hacia el 3255 a. C., se encontraron los hongos: Fomes fomentarius y Fomitopsis betulina; el primer hongo se utilizaba habitualmente como yesca para hacer fuego mientras que el segundo probablemente se utilizaba como fuente médico-espiritual [9]. En la antigua Grecia se creía que los hongos proporcionaban fuerza a los guerreros en la batalla, los romanos los percibían como el “alimento de los dioses”, mientras que, en el antiguo Egipto, los hongos eran considerados como un regalo del dios Osiris dado a la humanidad, por lo que estaban reservados sólo para la nobleza [10, 11]. Entre el 300 y el 600 a. C., en la civilización China se solían recolectar hongos en la naturaleza y aprendieron a cultivar el hongo Auricularia. Este hongo puede ser considerado como el primer hongo cultivado artificialmente porque según los registros históricos chinos de la dinastía Ming se cultivaban en troncos de madera [12].
En América, evidencia arqueológica mostró una relación entre hongos y pueblos mayas durante la época prehispánica [13]. El extenso territorio de la antigua civilización mesoamericana incluye diferentes ecosistemas que albergan una gran variedad de especies del reino Fungi. En consecuencia, se originó una gran diversidad de concepciones y prácticas desde diferentes contextos culturales, geográficos o temporales, ya sea como alimento o como elemento medicinal o ritual, donde las setas fueron muy apreciadas por casi todos los grupos étnicos y su consumo aún es significativo en las poblaciones indígenas [14]. En Colombia se han encontrado representaciones fungiformes en la iconografía de varias culturas prehispánicas a lo largo del país. Estas representaciones forman parte del complejo de prácticas que definen la actividad de los chamanes y por tanto tienen una profunda conexión con todos los demás elementos del imaginario prehispánico [15]. De la misma manera, se encontraron imágenes de hongos, comúnmente asociados con el chamán, en cerámicas, objetos metálicos y textiles de diversas culturas importantes del norte, sur, así como de la costa y sierra del Perú. Los registros históricos demostraron que los hongos jugaron un papel importante en la vida de la sociedad inca prehispánica [16].
Si bien las representaciones de hongos se encuentran en casi todos los sistemas de expresión estética de las culturas prehispánicas americanas, como se mencionó anteriormente, sólo la cultura Mesoamericana cuenta con un vasto registro etnológico sobre el uso de plantas psicotrópicas y, en particular, de hongos. Quizás el desconocimiento sobre el uso de los hongos en la mayoría de las civilizaciones prehispánicas en América fue causado por las prohibiciones de la Santa Inquisición, la acción evangélica cristiana durante todo el período colonial y el consecuente proceso de aculturación que aparentemente extinguió el uso de los hongos por parte de los restantes pueblos indígenas [15]. A pesar de la aculturación, parte de este conocimiento persiste en muchos grupos indígenas contemporáneos de América; por ejemplo, los grupos totonacas de México muestran una especial predilección por recolectar hongos que crecen en troncos de “patancán” (Ipomoea wolcottiana Rose var. wolcottiana.) durante la estación seca [14]. Afortunadamente, muchas de las comunidades indígenas amazónicas han conservado conocimientos sobre los hongos silvestres comestibles quizás porque no tuvieron contacto directo con la sociedad occidental durante muchos años; por ejemplo, los Hotï, una comunidad indígena del Amazonas venezolano recientemente contactada, considera al menos 31 taxones de hongos silvestres como fuente de alimento, poderosos medios de caza, protectores contra la magia negra, agentes medicinales o como adornos corporales [17].
Un estudio reciente demostró que la mayoría del conocimiento etnomicológico disponible pertenece a investigaciones realizadas en México y estuvieron enfocadas en hongos comestibles, mostrando que la tradición micofílica latinoamericana aparentemente se restringe casi exclusivamente a este país [18]. Aunque hay poca evidencia de tradiciones micofílicas, es decir, de consumo de hongos, en América del Sur, pocos estudios de comunidades nativas en el Amazonas revelan el consumo y uso regular de hongos silvestres comestibles. Este desconocimiento sobre etnomicología no sólo en América del Sur sino también en África y Asia (excepto China e India) presenta la necesidad de investigar los conocimientos etnomicológicos que tienen las comunidades indígenas alrededor del mundo, ya que pueden contribuir a preservar la biodiversidad local [19, 18].
Etnomicología en Ecuador
Si bien el uso de hongos entre los pueblos indígenas andino-amazónicos se remontan miles de años atrás, el campo contemporáneo de la micología en Ecuador tiene una historia relativamente breve. El contribuyente temprano más notable fue Nils Gustav de Lagerheim (1889-1895), un botánico y fitopatólogo sueco fundador de la micología ecuatoriana moderna, quien a menudo publicó en colaboración con Narcisse Théophile Patoulliard [20].
Aunque la etnobotánica es el principal campo de investigación en el Ecuador, la etnomicología es un campo que aún está por explorar [21]. Entre 1991 y 2019 solo se publicaron dos investigaciones sobre etnomicología en el país [18], en la primera se evaluó el valor nutricional de siete especies de macrohongos (Bovista plumbea, Ganoderma applanatum, Lentinula cf. aciculospora, Pleurotus ostreatus, Polyporus cf. tricholoma, Stereum ostrea, Suillus luteus) utilizados por los indígenas Saraguro del Sur país [22] y en la segunda se analizó el uso de hongos endémicos, como recurso alimentario, en una comunidad kichwa [23], y no existen investigaciones sobre la propagación de hongos comestibles endémicos. Debido a esta falta de investigaciones sobre hongos comestibles endémicos en el país, el hongo más consumido es Agaricus bisporus; y en la provincia de Bolívar, la especie Boletus edulis se produce en los pinares, se distribuye deshidratada en el mercado local y se exporta a Suiza, Italia y Alemania.
El hongo Pleurotus ostreatus se vende en pequeñas cantidades en estado fresco; posiblemente quienes iniciaron este cultivo fueron los pequeños productores del Gran Sumaco en la Amazonía ecuatoriana [24], dejando otras especies de hongos relegadas a su consumo dentro de las comunidades indígenas. Y debido a que estos hongos son más consumidos, los estudios de propagación de hongos se han enfocado en los hongos comerciales utilizando como sustratos cáscara de gandul, paja de cebada y bagazo de caña de azúcar, cáscara de arroz, cáscara de café y aserrín obtenidos de cultivos agrícolas [25, 26]. El estudio más reciente realizado en 13 comunidades alrededor de reservas naturales y mercados públicos, mostraron nuevos datos etnomicológicos y mejoraron el conocimiento sobre los usos de los macrohongos por parte de muchos grupos étnicos ecuatorianos [27]. La mayoría de las especies descritas en este estudio se encontraron en la región amazónica y además cepas de las mismas especies han sido descritas en investigaciones realizadas en otros países (ver Tabla 1).
Nombre Científico | Comunidades | Uso de cepas similares alrededor del mundo |
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Auricularia cornea Ehrenb. | Kichwas/Kichwa | Medicina tradicional China, Fuente de polisacáridos, vitaminas, grasas [28]. |
Auricularia delicata (Mont.) Henn. | Kichwas/Kichwa | Medicina tradicional en Manipur, India. Ha mostrado tener propiedades antimicrobianas, antioxidantes y protectoras en hígado [29]. |
Secoyas/ Pai’coca | ||
Sionas/ Bai’coca | ||
Shuar/ Shuar Chicham | ||
Shiwiar/ Shiwiar chicham | ||
Zaparas/ Zapara | ||
Auricularia fuscosuccinea (Mont.) Henn. | Kichwas/Kichwa | Extractos de hongos del género Auricularia cultivado en Taiwán han demostrado tener actividad antioxidante [30]. |
Secoyas/ Pai’coca | ||
Sionas/ Bai’coca | ||
Shuar/ Shuar Chicham | ||
Shiwiar/ Shiwiar chicham | ||
Cofanes/ A’ingae | ||
Ophiocordyceps melolonthae (Tul. & C. Tul.) G.H. Sung, J.M. Sung, Hywel-Jones & Stapafora | Kichwas/Kichwa | Hongos de este género han sido estudiados por sus diferentes propiedades, por ejemplo, en el extracto del hongo Ophiocordyceps xuefengensis se detectó el agente antitumoral cordicepina [31]. |
Shuar/ Shuar Chicham | ||
Coriolopsis floccosa (Jungh.) Ryvarden | Kichwas/Kichwa | Hongos de este género han sido estudiados anteriormente por su capacidad antimicrobiana frente a Proteus vulgaris [32]. |
Cotylidia aurantiaca (Pat.) A.L. Welden | Kichwas/Kichwa | Esta especie es usada en las comunidades del Congo para tratar la conjuntivitis [33]. |
Shuar/ Shuar Chicham | ||
Shiwiar/ Shiwiar chicham | ||
Dacryopinax spathularia (Schwein.) G.W. Martin | Kichwas/Kichwa | En la India este hongo es reconocido por ser modulador del sistema inmune, antioxidante y antimicrobiano natural, además de poseer potenciales propiedades anticancerígenas [34]. |
Favolus tenuiculus P.Beauv. | Kichwas/Kichwa | En un estudio realizado con hongos nativos de Brasil se encontró que esta especie posee propiedades antimicrobianas contra Staphylococcus aureus [35]. |
Secoyas/ Pai’coca | ||
Sionas/ Bai’coca | ||
Shuar/ Shuar Chicham | ||
Shiwiar/ Shiwiar chicham | ||
Zaparas/ Zapara | ||
Gymnopilus lepidotus Hesler | Kichwas/Kichwa | En un estudio realizado en Brasil se encontró que extractos de hongos del género Gymnopilus poseían propiedades inmunomoduladoras [36]. |
Hygrocybe sp. | Kichwas/Kichwa | Los pigmentos naturales betalainas, encontrados en hongos del género Hygrocybe han mostrado tener propiedades antioxidantes [37]. |
Lentinus crinitus (L.) Fr. | Kichwas/Kichwa | Este hongo ha mostrado tener propiedades medicinales, nutricionales y biotecnológicas. Ha sido utilizado en la industria alimenticia, cosmética, biomédica y farmacéutica [38]. |
Zaparas/ Zapara | ||
Lentinus sajor-caju (Fr.) Fr. | Kichwas/Kichwa | Un estudio mostró que extractos de este hongo ejercieron una influencia anticancerígena mediante la reducción de la viabilidad de las células cancerosas [39]. |
Sionas/ Bai’coca | ||
Shuar/ Shuar Chicham | ||
Shiwiar/ Shiwiar chicham | ||
Cofanes/ A’ingae | ||
Leucocoprinus sp. | Kichwas/Kichwa | Hongos de este género han mostrado tener propiedades antimicrobianas frente a bacterias gram positivas y gram negativas [40]. |
Marasmiellus sp. | Kichwas/Kichwa | En un estudio realizado con hongos nativos de Ecuador el extrato del hongo Marasmiellus candidus inhibió significativamente el crecimiento del hongo patógeno Pythium ultimum [41]. |
Marasmius cladophyllus Berk. | Kichwas/Kichwa | Marasmius cladophyllus ha demostrado ser útil en el campo de la bioremediación debido a las enzimas lingnolíticas que produce y que son capaces de decolorar varios tintes sintéticos, los cuales son nocivos para el medio ambiente [42]. |
Mycena spp. | Kichwas/Kichwa | Este género ha sido utilizado para promover el crecimiento de la orquídea Dendrobium officinale, la cual es usada en la medicina tradicional China [43]. |
.Oudemansiella cubensis (Berk. & M.A. Curtis) R.H. Petersen | Kichwas/Kichwa | En un estudio realizado Oudemansiella cubensis recolectado en Asunción, Paraguay, se mostró que este hongo tiene capacidad antioxidante debido a los compuestos fenólicos que produce [44]. |
Secoyas/ Pai’coca | ||
Sionas/ Bai’coca | ||
Zaparas/ Zapara | ||
Phellinus gilvus (Schwein.) Pat. | Kichwas/Kichwa | Un estudio reveló que este hongo es rico en fenilpropanoides, los cuales tienen exhibió una potente actividad anticancerígena [45]. |
Pleurotus concavus (Berk.) Singer | Kichwas/Kichwa | El género Pleurotus está conformado por hongos que tienen un alto valor nutricional, además de poseer propiedades anticancerígenas, inmunomoduladoras, antitumorales, antioxidantes y antibacterianas [46]. |
Zaparas/ Zapara | ||
Polyporus arcularius Rostk. | Kichwas/Kichwa | Este hongo tiene el potencial de ser usado como un hongo medicinal pues se ha comprobado que posee efectos antimicrobianos y antioxidantes [47]. |
Polyporus spp. | Kichwas/Kichwa | Este género ha sido utilizado en la medicina tradicional China, por ejemplo, para para tratar el edema y promover procesos diuréticos [48]. |
Rigidoporus amazonicus Ryvarden | Kichwas/Kichwa | Este género contiene diferentes compuestos como: Antraquinonas, Alcaloides, Taninos, Saponinas, Flobataninos, Esteroides, Flavonoides, Terpenoides y Glucósidos cardíacos; que poseen Actividad mitogénica, efecto del antígeno de superficie contra la hepatitis B, actividad de coagulación del plasma, activación de la vía alternativa del complemento, efectos supresores de tumores [49]. |
Schizophyllum commune Fr. | Kichwas/Kichwa | Este hongo posee propiedades medicinales como actividades inmunomoduladoras, antitumorales, antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias, entre otras [50]. |
Secoyas/ Pai’coca | ||
Sionas/ Bai’coca | ||
Trametes versicolor (L.) Lloyd | Kichwas/Kichwa | En un estudio realizado en Serbia, el extracto acuoso de este hongo presentó actividad en contra de radiales libres poniendo así en evidencia su posible uso como antioxidante [51]. |
Tremella fuciformis Berk. | Kichwas/Kichwa | Los polisacáridos extraídos de este hongo poseen propiedades antioxidantes, antiinflamatorios, antitumorales, neuroprotectores, antidiabéticos, antihipercolesterolémicos e inmunomoduladores. Además, podrían proporcionar un tratamiento antienvejecimiento de la piel, fotoprotección, y una mejor cicatrización de heridas [52]. |
Volvariella volvacea (Bull.) Singer | Kichwas/Kichwa | Este hongo usado tradicionalmente en la cocina China contiene una proteína inmunomoduladora que ha mostrado facilitar la respuesta de las células T en los ganglios linfáticos [53]. |
Pleurotus djamor (Rumph. ex Fr.) Boedijn | Secoyas/ Pai’coca | El extracto de los micelios de Pleurotus djamor ha demostrado poseer actividad antimicrobiana en contra de bacterias y hongos patógenos; además de presentar un efecto antiproliferativo en contra de células cancerígenas MCF7 [54]. |
Sionas/ Bai’coca | ||
Clavulinopsis fusiformis (Sowerby) Corner | Shuar/ Shuar Chicham | Compuestos bioactivos extraídos de hongos de este género, han mostrado tener efectos beneficiosos como el polisacárido CDP, extraído del hongo Collybia dryophila, que incrementa la concentración de prostaglandinas E2 que regulan procesos inflamatorios, dilatación de los vasos sanguíneos y neurotransmisión [55]. |
Shiwiar/ Shiwiar chicham | ||
Polyporus tricholoma Mont. | Shuar/ Shuar Chicham | Este hongo usado en la medicina tradicional China por siglos ha mostrado poseer ser un agente antitumoral, anticancerígeno, antioxidante, eliminador de radicales libres, mejorar del sistema inmunológico y poseer actividades antimicrobianas [56]. |
Lycoperdon pyriforme Schaeff. | Zaparas/ Zapara | Esta especie de hongo ha sido utilizada en la medicina tradicional de las regiones Jammu y Kashmir, al oeste de los Himalayas [57]. |
Nota: Tabla basada en el estudio de Gamboa et all (2019) [27].
Como se puede observar en la Tabla 1, las especies de hongos identificadas en las diferentes comunidades amazónicas también han formado parte de la dieta y medicina tradicional de diferentes regiones alrededor del mundo, principalmente de países asiáticos; en los cuales se observa que existe varias investigaciones sobre los efectos benéficos del consumo de estos hongos y sobre los compuestos bioactivos que estos hongos poseen.
Muchos de los hongos mencionados en esta Tabla han formado parte de la alimentación tradicional de las comunidades Shuar y Shiwiars, Kichwas, Secoyas y Sionas y Chachis de la región amazónica, mientras que otros, como Pleurotus concavus y Lentinus crinitus, se utilizan como indicadores para sembrar maíz. Incluso el hongo Auricularia fuscosuccinea ha sido utilizado por los niños de la comunidad Shuar como juguete [27].
DISCUSIÓN
Los macrohongos o setas no sólo son importantes para la sociedad humana, sino que también han establecido relaciones bastante estrechas con las algas verdiazules, con numerosas plantas y con ciertos animales. Son capaces de procesar una gran cantidad de compuestos presentes en la naturaleza, dando como resultado la transformación en azúcares, grasas y proteínas, que pueden ser utilizadas por otros seres vivos como fuente de alimento [58]. Además de los nutrientes, algunos hongos comestibles pueden tener cantidades importantes de compuestos bioactivos, como ácidos orgánicos, terpenoides, polifenoles, sesquiterpenos, alcaloides, lactonas, esteroles, quelantes de metales, análogos de nucleótidos, vitaminas, glicoproteínas y polisacáridos, principalmente β-glucanos [11], lo que probablemente podría ayudar a prevenir o tratar afecciones de salud graves como cáncer, diabetes y enfermedades cardíacas [59]. Algunos de esos compuestos bioactivos pueden tener actividad antibacteriana, como lo demostró un estudio en el que se probaron extractos de hongos, recolectados en la región amazónica de Brasil, contra Staphylococcus aureus Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, demostrando que el 34,4 % de los hongos exhibieron actividad antibacteriana, especialmente contra los Gram-negativos, mientras que el 21,4 % exhibió actividad antibacteriana principalmente contra los Gram-positivos [35]. Incluso los hongos psicoactivos han sido evaluados como agentes psicoterapéuticos para tratar la depresión, la ansiedad y el estrés postraumático [60].
Muchos de los géneros encontrados en las investigaciones mencionadas anteriormente en la Tabla 1, han sido descritos en estudios previos en diferentes países lo que nos da una pista de los usos potenciales de estos hongos en diferentes industrias. Por ejemplo, se sabe que la familia Auriculariaceae y el orden Auriculariales poseen efectos antimicrobianos, hepatoprotectores y antioxidante [61]; Auricularia cornea es un hongo comestible utilizado en la Medicina Tradicional China, probablemente debido a su actividad antioxidante y alto contenido en betaglucanos y compuestos fenólicos. O Auricularia delicata que tiene un potencial efecto hepatoprotector probablemente causado por el efecto antioxidante del ácido clorogénico presente en este hongo [29], además de su posible aplicación como alimento candidato contra la obesidad [61]. Los macrohongos del género Coriolopsis tienen potencial como degradadores de contaminantes debido a su actividad ligninolítica que podría ayudar en la degradación del pireno [62]. Otras especies como Dacryopinax spathularia y Schizophyllum commune se han utilizado tradicionalmente como complemento alimenticio antidiabético, antibacteriano, antiinflamatorio, hepatoprotector y nefroprotector [63]. Mientras que se han probado hongos del género Marasmiellus para eliminar residuos agroindustriales [64]. Una cepa de Lentinus sajor-caju recolectada en Filipinas demostró tener una contribución prometedora en la prevención de la hipertensión [65].
Como se describe en la Figura 1, Favolus tenuiculus es un hongo presente en la mayoría de las comunidades indígenas teniendo un alto valor cultural, esto no es una sorpresa considerando su abundancia, importancia económica y buen sabor. Por tanto, este tipo de hongo podría explotarse para su comercialización [66]. Además de usarse como fuente de alimento, Favolus tenuiculus también podría usarse para biotransformar compuestos químicos como el 1,8-cineol en dos nuevos compuestos 1,3,3-trimetil-2-oxabiciclo [2.2.2]octan-6- ol y 1,3,3-trimetil-2-oxabiciclo [2.2.2]octan-6-ona mediante fermentación en estado sólido (SSF). Esta capacidad de biotransformación se puede utilizar para la producción de nuevos compuestos aromáticos con posibles aplicaciones industriales [67]. Esta especie también podría usarse contra algunos patógenos como se mencionó anteriormente debido a su actividad antimicrobiana [35].
Como se observó en la Tabla 1, la mayoría de investigaciones realizadas sobre los compuestos bioactivos extraídos de estos hongos y efectos benéficos del consumo de los mismos se realizan en su mayoría en países asiáticos, probablemente esto se deba a que el continente asiático tiene una tradición milenaria del consumo de hongos que se encuentra bien documentada. En contraste en América Latina, el conocimiento sobre el uso y consumo de algunas especies de hongos se fue perdiendo desde el periodo de colonial hasta la actualidad, como se mencionó anteriormente, pues se produjo un cambio social y este cambio continúa debido a la introducción de otros alimentos en las comunidades indígenas. [68, 69, 15].
Además, la pérdida de ecosistemas en las diferentes regiones del Ecuador ha provocado hongos en peligro de extinción, por ejemplo, Gymnopus nubicola, es un hongo comestible que crece en los páramos. Sin embargo, parte de este ecosistema ha desaparecido debido a la introducción de pastos exóticos y ha sido utilizado para la agricultura extensiva [23].
Para evitar la pérdida de estos ecosistemas, y con ellos la pérdida de hongos silvestres comestibles, se deben realizar estrategias de conservación tales como: protección legal de los hongos silvestres comestibles como fuente de alimento, compuestos bioactivos y como recurso del legado cultural de las diferentes comunidades indígenas del país, se debe enseñar en las diferentes comunidades la identificación de las especies endémicas, la protección de las áreas que muestran rica diversidad de hongos, se debe enseñar el concepto de micología y la importancia de los hongos en las diferentes comunidades, y la conservación mediante la preservación de hongos silvestres comestibles secos en herbarios y la elaboración de germoplasma de hongos silvestres en diferentes medios de cultivo y su conservación mediante diferentes técnicas de almacenamiento [70].
CONCLUSIONES
Los macrohongos han formado parte de la dieta humana desde hace milenios, no solo por los nutrientes que proporciona sino también por sus propiedades medicinales, las cuales siguen siendo objeto de estudio alrededor del mundo.
La etnomicología en Ecuador es un campo relativamente nuevo que necesita ser estudiado y profundizado.
A pesar de que se han realizado algunos estudios para identificar, cultivar e investigar los efectos del consumo de los hongos silvestres comestibles por las comunidades indígenas ecuatorianas, investigaciones realizadas en diferentes países sobre las mismas especies de hongos nos brindan pistas del potencial farmacéutico, industrial, alimenticio y ambiental. Estos hallazgos sugieren que los hongos identificados y recolectados en las comunidades indígenas del Ecuador podrían tener aplicaciones significativas en estos campos. Además, la preservación e identificación de los hongos comestibles es fundamental porque son elementos tradicionales de la gastronomía, medicina tradicional y cultura de las comunidades indígenas del país.
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