1. Introducción
Los pacientes con VIH/SIDA pueden requerir de hospitalización en terapia intensiva por varias razones, médicas o quirúrgicas. Aproximadamente el 5 al 10%de los pacientes con VIH requieren de hospitalización en unidad de cuidados intensivos (UCI), de los cuales aproximadamente el 40% desconocen de que se encuentran infectados por este virus y se estima que el 50% no reciben tratamiento retroviral a su ingreso. Las causas de ingreso a UCI no están relacionadas directamente con infecciones, el mayor porcentaje se da por condiciones no asociadas a VIH/SIDA, superando en algunos centros a las infecciones oportunistas [1].
La inhibición sostenida de la replicación viral y la reconstitución inmunitaria, asociada a la administración de tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) han mejorado el pronóstico de forma significativa en los portadores de la infección, reduciendo la estancia hospitalaria e incluso comportándose inmunológicamente como un paciente que no porta la infección [1,2].
Por otro lado, el TARGA ha conllevado a revisar criterios pronósticos y de admisión de los pacientes en cuidados intensivos, convirtiendo al VIH/SIDA en una enfermedad crónica manejable similar a la hipertensión arterial y diabetes [1]. El score más utilizado es el APACHE II, también la valoración del estado nutricional y la dosificación del TARGA, con lo cual se tiene más claro el pronóstico que pueda presentar el paciente [1].
En los Estados Unidos y Europa, el porcentaje de hospitalizaciones de pacientes con VIH a la UCI oscila entre el 5 al 10 % y la principal indicación de ingreso a la UCI es la falla respiratoria. Ortega et al. (2008) reportaron un incremento en el porcentaje de hospitalización entre los periodos de 1994-1996 de 6,3 a 11,8 % del 1997-1999 [3].
En Latinoamérica, la información disponible acerca de la prevalencia de ingresos a la UCI y el pronóstico durante su estancia es escasa [2]. En Ecuador, el 42% de los portadores del VIH, no conocen su condición de salud según los últimos datos de Ministerio de Salud Pública (MSP), siendo en número estimado de 41.300 personas. Del 58% de los contagiados que conocen su estado, el 88% tienen acceso al tratamiento y el 50% de quienes toman los fármacos, aunque tienen el virus presente en su organismo, es indetectable [4].
A fines del 2012 se conformó el Comité Ecuatoriano Multisectorial del Sida (CEMSIDA), con la finalidad de prevenir nuevas muertes e infecciones relacionadas al VIH, y mejorar la calidad de vida de las personas. Su accionar se enmarca en la Estrategia Nacional de VIH/SIDA-ITS [5].
Las causas más frecuentes de ingreso a la UCI son las enfermedades de tipo respiratoria donde destacan, neumonía bacteriana, síndrome de distrés respiratorio agudo, tuberculosis, asma, enfisema pulmonar y las no respiratorias sepsis, patologías neurológicas, insuficiencia hepática o complicaciones relacionadas a la terapia antirretroviral. Los patógenos aislados en neumonía de la comunidad son Streptococcus pneumoniae, Pneumocystis jirovecii, Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus. En las neumonías nosocomiales aíslan Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus [6].
Este estudio tuvo como objetivo analizar las causas de morbilidad hospitalaria de pacientes con infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana/Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, ingresados en la unidad de Cuidados Intensivos, en el periodo 2017 a 2019.
2. Materiales y Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, transversal, retrospectivo, correlacional, con los pacientes diagnosticados de VIH/SIDA hospitalizados por más de 12 horas en la unidad de cuidados intensivos (UCI)de un hospital de tercer nivel en Ecuador entre enero 2017 a diciembre 2019. Se eligió este periodo para evaluar las causas de morbilidad.
El estudio fue realizado siguiendo los principios éticos descritos en la Declaratoria de Helsinki, se tomó datos de la base de registros médicos electrónicos de los ingresos hospitalarios. Del universo de 155 historias clínicas, se incluyeron únicamente pacientes durante su primera hospitalización en el área de UCI, para evitar la distorsión que generan las re-hospitalizaciones, por la misma causa o complicaciones de la enfermedad. Salvo las re-hospitalizaciones no hubo criterios de exclusión. En total se revisaron 140 registros electrónicos.
En forma retrospectiva se analizaron variables sociodemográficas (sexo, edad, estado civil), antecedentes patológicos personales, morbilidades, estancia hospitalaria de pacientes con VIH/SIDA hospitalizados en la UCI durante el periodo en estudio, los datos se registraron en una base Excel. El análisis estadístico se procesó con el programa SPSS para Windows versión 22. Se aplicó una prueba no paramétrica, Prueba de Kruskal-Wallis para comparar variables cualitativas (causas de morbilidades) con variables cuantitativas (días de estancia hospitalaria) considerándose significancia estadística para un valor p<0,05.
3. Resultados
Durante el periodo establecido, se reportaron 155 casos de pacientes con infección de VIH hospitalizados en la UCI, de los cuales solo se obtuvieron 140 historias clínicas, la edad media de los pacientes al ingreso fue de 45 años (31-60 años), predominando el sexo masculino en un 64,3% de los 140 pacientes , estado civil más frecuente soltero en un 35% , unión libre 30% , entre los antecedentes patológicos personales prevalece la hipertensión arterial y la diabetes mellitus en un 29,3% y 17,9% respectivamente, sin quedar atrás el tabaquismo 12,9% y el uso de drogas ilícitas 7,9% en pacientes menores de 30 años, el tiempo de estancia hospitalaria promedio fue 22 días (14-30 días), representado en un 50% (Tablas 1y 2).
Según se observa en laTablas 3, analizando las causas de morbilidad objeto del presente estudio, prevalece las causas infecciosas pulmonares con el 39%, de los cuales los microorganismos aislados en orden de frecuencia fueronPneumocystis jirovecii14%, seguido de Pseudomonas aeruginosa en su 10%, el aislamiento menos frecuente fueron elProteus mirabilisyStaphylococcus aureus.En orden de frecuencia se presentan las causas de infecciones del tracto urinario en el 21% seguido de las gastrointestinales con el 11% asociadas con infecciones intra-abdominales en su 5%, también se encontraron infecciones mixtas en un 3%, siempre con un compromiso pulmonar asociado, ocupando un papel importante dentro de las infecciones.
Las causas no infecciosas representan el 8%, destacan las de origen cardiaco en un 6%, traumatismo craneoencefálico, síndrome de Guillain Barré, tromboembolismo pulmonar 1% cada una, entre otros.
En laFigura 1se puede observar los diferentes microorganismos aislados en pacientes con VIH/SIDA hospitalizados en UCI, en el cual se puede apreciar un mayor porcentaje dePseudomonas aeruginosa, seguido de Escherichia coli y Pneumocystis jirovecii.
La prueba de comparación entre los días de estancia y las morbilidades de los pacientes reflejó que no existía diferencia entre los días de estancia y los grupos de morbilidades,Figura 2.
4. Discusión
En 1981 fue descrita por primera vez la infección por virus de inmunodeficiencia humana. Las causas de morbilidad en la unidad de cuidados intensivos estaban asociados a las infecciones por microorganismos oportunistas comoPneumocystis, ToxoplasmayCryptococcus.Desde la introducción de la terapia TARGA, en 1996, las causas de morbilidad en esta área han cambiado y la estancia hospitalaria ha aumentado debido al mejor pronóstico.
Los pacientes bajo tratamiento se encuentran en riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedad renal, hipercoagulabilidad debido a la toxicidad derivada del tratamiento antirretroviral, por activación crónica del sistema inmune [6].
En el presente estudio se analizó 140 casos, de los cuales, el origen infeccioso representó el 92% de las causas de morbilidad durante la estancia hospitalaria, siendo similar al trabajo realizado por Verdugo en Chile [7]; donde las causas de morbilidad de origen infeccioso representaban el 84,4%, en contraste a estudios en otros países descritos por Higuera [7] y Quinteros [9], donde las causas de morbilidad son menores un 40% equiparando a los pacientes no VIH.
Se identificaron tres fuentes principales de infección de forma decreciente: pulmón, tracto urinario, abdomen [7,8,9] . En este contexto las causas infecciosas que más prevalecen son de origen pulmonar en un 39%, que concuerdan con investigaciones realizadas por Verdugo [8] y González [10], quienes indican que la infección pulmonar corresponde a un 40%, con aislamiento de 14% Pneumocystis jirovecii, seguido de Pseudomonas aeruginosa en su 10%, igual a lo estudiado por Ortega [3].
Este trabajo demostró mayor incidencia de infecciones por microorganismos en orden de frecuencia por Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli, Staphylococcus aureus, similar a estudios publicados internacionalmente [3,9,10,11].
También se encontraron infecciones mixtas en un 3% y causas no infecciosas en el 8% tales como: causas cardiacas en un 8%, traumatismo craneoencefálico, tromboembolismo pulmonar, síndrome de Guillain Barré reportado en igual medida, por Higuera [7], Verdugo [8] y Hernández [12].
La edad media de los pacientes, en la presente investigación bordea los 45 años, prevaleciendo el sexo masculino, descrito en igual forma por Ortega [5]; que indica una edad predominante de 41 a 50 años y Saúl et al. (2013), la edad media de 39 años y predominio del sexo masculino en un 47%; igual a lo expresado por Martín-Onraet [13].
Entre los antecedentes personales que se presentaron: hipertensión arterial con el 29,3% siendo más frecuente entre los 31 a 60 años, seguido por diabetes mellitus con un 17,9%, sin quedar atrás el tabaquismo y el uso de drogas ilícitas con el 12,9% y 7,9% respectivamente en todos los grupos etarios, datos que González, también describe en sus estudios [10].
5. Conclusiones
Las hospitalizaciones de pacientes inmunocomprometidos, con infección VIH siguen ocurriendo a pesar de la disponibilidad de la terapia con TARGA en Ecuador, siendo el pulmón uno de los órganos más afectados tanto por enfermedades infecciosas como no infecciosas, por lo que conocer las características de estas patologías es necesario para la orientación diagnóstica y terapéutica, con el fin de garantizar un mejor tratamiento y calidad de vida.