Introducción
La lectura es una actividad esencial para la formación del ser humano. Desde hace tiempo, saber leer ha sido de gran importancia para la sociedad (Durango, 2017). Es una manera de obtener conocimientos, lo que contribuye al desarrollo personal del sujeto. Por lo tanto, quien lee va enriqueciendo sus propios saberes y adquiriendo un pensamiento crítico.
En los primeros años de escolarización es muy común que los estudiantes aprendan a leer. Tan pronto como van avanzando de nivel, ciertos docentes desarrollan la lectura de libros e investigaciones científicas en casa para que sus estudiantes adquieran el hábito. Sin embargo, Toala et al. (2018) concuerdan en que hay alumnos que no tienen el afán de leer y únicamente lo hacen cuando se les pide, sin poner énfasis sobre aquello de lo que trata la lectura. En consecuencia, no logran entender el contenido del texto.
Se sabe que los docentes pueden promover la acción lectora de los estudiantes a través de sus asignaturas, pero ¿qué hacen para que comprendan lo que leen? Peña et al. (2021) señalan que la comprensión lectora es uno de los retos más relevantes en la educación, dado que implica, más que repetir oralmente lo que está escrito, concentración y pasión por la lectura para llegar a una fácil deducción de lo leído. Alcanzado este punto, se logra conseguir un aprendizaje significativo que puede llegar a ser compartido.
No obstante, Pernía y Méndez (2018), dentro del contexto educativo, observan casos en que los profesores tienen estrategias poco innovadoras, como desarrollar las típicas lecturas extensas de libros que no llaman la atención del alumnado. Desde los aportes otorgados por los autores, se puede argumentar que los estudiantes se sienten presionados y algunos de ellos, por el hecho de cumplir con sus responsabilidades, tienden solo a memorizar, lo que ocasiona desinterés por la lectura.
Por tal razón entra en juego un elemento atractivo para promover la lectura entre los jóvenes: el uso de las TIC. De acuerdo con Cantú et al. (2017), la utilización de dispositivos móviles permite que los estudiantes se esfuercen y presenten mayor receptividad al momento de desarrollar una lectura, lo cual es de gran ayuda para los docentes al intentar mejorar la comprensión lectora.
Gracias a la masificación de internet, las prácticas lectoras han pasado por una serie de modificaciones. Anteriormente, la disponibilidad de libros físicos era limitada y la educación, privatizada; ahora se ha convertido en un derecho con libre acceso a textos educativos difundidos a través de un formato digital (Loayza, 2021).
Con base en lo antes mencionado, la redacción de este artículo tiene como objetivo determinar las estrategias metodológicas que permiten a los estudiantes obtener una buena capacidad de comprensión al momento de realizar una lectura. Por consiguiente, se analizarán en la presente investigación puntos importantes como la comprensión lectora en la educación, los niveles que comprende, sus estrategias y el uso de las TIC para la mejora en este ámbito.
Metodología y materiales
La investigación se efectuó a partir de un enfoque cualitativo. Sánchez y Murillo (2021) expresan que esta metodología busca la comprensión del contexto social en el cual se desarrollan las personas que están siendo investigadas, con el propósito de dar una visión objetiva y precisa de su entorno social. Por tanto, el trabajo se fundamentó en una revisión bibliográfica de artículos indexados en la base de datos de la red de revistas científicas Redalyc, siguiendo los aportes de Apolo et al. (2018), con un enfoque de estudio que abarca los diferentes niveles educativos. A partir de ello, se generó la siguiente tabla sistemática.
Autor(es) | Año | País | Nivel educativo | Aportes |
---|---|---|---|---|
Buelvas, Zabala, Aguilar y Roys | 2017 | Colombia | Básica | Las TIC como herramientas para modernizar la comprensión lectora en la educación estudiantil. |
Cantú, Lera y Lara | 2017 | México | Básica | Usabilidad de dispositivos tecnológicos para fomentar la motivación de los estudiantes. |
Cervantes, Alanís y Pérez | 2017 | México | Bachillerato | Análisis de los niveles de comprensión lectora aplicados a un caso de estudio. |
Del Valle | 2016 | Venezuela | Básica | Los niños ven a la lectura como una responsabilidad que deben cumplir por ser estudiantes. |
Durango | 2017 | Colombia | Universitario | Análisis de las problemáticas que influyen en la comprensión lectora. |
Franco, Cárdenas y Santrich | 2016 | Colombia | Básica | Elementos que influyen en el desarrollo de la comprensión lectora en estudiantes de la ciudad de Barranquilla. |
I. González | 2021 | España | Básica | Las deficiencias en la conexión de internet conllevan malos resultados estudiantiles en comprensión lectora. |
L. González | 2019 | Chile | Universitario | Importancia de incentivar prácticas lectoras en el contexto educativo. |
Herrada y Herrada | 2017 | México | Global | La lectura como influencia en el desarrollo cognitivo, personal y social del individuo. |
Loayza | 2021 | Perú | Básica | Conceptualización del cognitivismo con base en la percepción del contenido que aborda una lectura. |
Márquez | 2017 | México | Global | Realidad del ámbito educativo mexicano en cuanto a prácticas lectoras. |
Núñez, Medina y González | 2019 | Chile | Básica | Fortalecimiento de la habilidad para extraer información concisa por parte del alumnado. |
Peña, Ponce, Montesinos, Torres, Catalán y Villagra | 2021 | Chile | Básica | El desinterés por la lectura como consecuencia de las metodologías poco activas implementadas por los docentes. |
Pernía y Méndez | 2018 | Venezuela | Básica | Actividades que se implementarán para despertar el interés en la lectoescritura. |
Rodríguez y Cortés | 2021 | México | Bachillerato | La lectura comprensiva lleva a niveles altos de escritura. |
Sánchez y Murillo | 2021 | México | Global | Enfoques metodológicos para el desarrollo de una investigación. |
Serrano, Vidal y Ferrer | 2017 | España | Básica | Análisis de metodologías de comprensión de textos continuos y no continuos. |
Toala, Yépez y Vergara | 2018 | Cuba | Básica | Talleres de orientaciones pedagógicas que permitan a los docentes mejorar las técnicas de lectura comprensiva. |
Vidal y Manríquez | 2016 | México | Universitario | Lograr la comprensión lectora consta de varios niveles por los que el lector debe pasar. |
Viramontes, Morales y Delgado | 2016 | México | Básica | Diferencias que hay en cada nivel para comprender el contenido que proporciona una lectura. |
Elaboración: Autores (2023), a partir de Apolo et al. (2018).
Se seleccionaron veinte estudios científicos realizados entre 2016 y 2021 en distintos países de Latinoamérica y el Caribe: Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, México, Perú y Venezuela; se añadió España por ser un país hispanohablante influyente en la sociedad latinoamericana. Los principales términos utilizados en la búsqueda fueron: comprensión lectora en Latinoamérica, estrategias y herramientas aplicables para mejorar la lectura.
Resultados
La revisión de los artículos permitió abordar la clasificación de los resultados, reflejada mediante el organizador gráfico descrito en la Figura 3. Los ítems -comprensión lectora en la educación, niveles, estrategias para mejorarla y uso de las TIC para optimizarla- se desarrollarán progresivamente y serán de gran utilidad para nuestra investigación.
Comprensión lectora en la educación
La comprensión lectora es una actividad esencial para el desenvolvimiento autónomo y efectivo de las personas en un mundo globalizado. Para Núñez et al. (2019), por ejemplo, la lectura va más allá de una habilidad o destreza adquirida a lo largo de la escolaridad: además, permite la formación de personas más creativas y críticas, que con el transcurrir de la práctica lectora amplían notablemente su vocabulario. La comprensión lectora, asimismo, influye directamente en el éxito laboral de cada individuo, por su influencia sobre el nivel cognitivo, social y cultural que el estudiante desarrolle durante su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por lo tanto, las instituciones educativas deben focalizar sus objetivos en la lectura, ya que a mayor comprensión, mayores conocimientos. Viramontes et al. (2016) comentan que, aunque la lectura es fundamental en ciertas áreas -específicamente en la asignatura de Lenguaje y Comunicación-, en la actualidad se busca llegar poco a poco a cada uno de los estudiantes mediante un enfoque didáctico integral, para dar un sentido al contenido brindado por el docente.
No se aprende a leer de una vez ni de una sola forma, sino que cada día hay que buscar nuevas maneras y metodologías que puedan ayudar a mejorar la lectura; es decir, la comprensión lectora es un proceso dinámico que requiere la atención oportuna del docente para no limitar la actividad lectora de los estudiantes (González, 2019). Así, el maestro es el principal factor para impulsar continuamente la práctica de la lectura, sea cual sea su área de conocimiento.
En otro aspecto, Del Valle (2016) menciona que, para obtener una deducción concreta del contenido leído, es necesario que el individuo se sienta seguro del ambiente a su alrededor y que la lectura llame su atención. A algunos estudiantes les resulta desagradable leer porque tienen miedo de equivocarse y de que sus compañeros se burlen si emplean mal alguna palabra. Esto a su vez se da por las lecturas muy científicas o con términos poco usuales que los docentes proporcionan a su alumnado.
Existe también una influencia del aspecto ideológico contemplado en lo social y cultural. Sin duda, la familia forma parte del contexto educativo e incide enormemente en el aprendizaje de los estudiantes. Márquez (2017), por ejemplo, considera a la estructura familiar como principal fomentadora de la lectura, dado que los niños son como esponjas que absorben; es decir, intentan emular a sus padres o a los individuos que ven que forman parte de la sociedad. En consecuencia, si una persona desde su corta edad se percata de que alguno de sus allegados dedica tiempo a leer, también lo hará. En otras palabras, las destrezas lectoras provienen del hogar.
Niveles de comprensión lectora
Según Durango (2017), cada lector tiene su forma de comprender, redactar y pensar. La comprensión lectora, entonces, debe priorizarse como una de las reformas pedagógicas que ayude al mejoramiento de la lectura desde los niveles más básicos hasta los superiores. Para ser competente al momento de comprender un texto, la persona debe ser capaz de interpretar, razonar, criticar y proponer para emitir juicios de diferentes fuentes de información basándose en argumentos.
Los niveles de comprensión lectora, en este sentido, se entienden como los rangos de competencias que un lector consigue al analizar, procesar, evaluar y aplicar juicios sobre la información dispuesta en cualquier texto (Cervantes et al., 2017). Se destacan así elementos intrínsecos del lector que lo diferencian del resto: innovación, creatividad, autenticidad y autonomía para crear proposiciones respecto a la lectura realizada.
En el mismo orden de ideas, la comprensión lectora se engloba en tres niveles: 1. literal, en el que el lector no profundiza ni interpreta la información transmitida por el autor más allá del texto; 2. inferencial, que hace referencia a la capacidad del lector de sacar conclusiones propias de acuerdo con su experiencia personal, sus conocimientos previos y sus nuevas ideas, para ampliar lo consultado; y 3. crítico, basado en el juicio y la evaluación del texto, después de los cuales el lector es capaz de aceptar o rechazar la posición del autor apoyándose en fundamentos (Cervantes et al., 2017).
Vidal y Manríquez (2016) dan a conocer con su investigación distintos niveles por los que transita el lector para adquirir una asimilación concreta del contenido escrito. El primero se centra en la familiarización de la persona con el elemento de lectura; en el caso de un libro físico, se pueden apreciar el grosor, las dimensiones, el número de páginas, la cantidad de imágenes y palabras, etc. El segundo nivel hace énfasis en la acción de leer cada tema descrito y, por último, está la interpretación de ideas desde el punto de vista propio, para construir un conocimiento relevante.
Desde otra perspectiva, Franco et al. (2016) identifican, en cambio, dos niveles de procesamiento de la lectoescritura. Para ellos, la lectura se basa en un nivel primario, descrito como microestructura, en el cual el lector establece relaciones de concepto entre las ideas que el texto expresa y las que él puede generar durante el proceso de lectura. Como segundo nivel, reseñan la macroestructura, fundamentada por la información anticipada que el lector posee, que le permite agrupar ideas construidas a lo largo de la lectura, producto de la inferencia y el análisis por medio de su interacción con el docente.
Sin embargo, a pesar de la variedad de niveles de comprensión lectora descritos por los autores en sus trabajos de estudio, todos convergen en un fin común: para un alto nivel de comprensión lectora, es necesario que el estudiante adquiera habilidades y competencias avanzadas para analizar, discernir, inferir, reflexionar, criticar y cuestionar de manera argumentativa los diferentes tipos de información que pueda extraer de un texto. Por lo tanto, es crucial que la escuela, los docentes, la familia y la personalidad propia de cada individuo propicien ambientes que fomenten el interés por la lectura.
Estrategias para mejorar la comprensión lectora
Toala et al. (2018) presentan diversas estrategias que se pueden utilizar para contribuir a la mejora de la comprensión lectora, algunas de las cuales permiten desarrollar la lectura mediante la revisión de vocabulario, la predicción, entre otros. Por su parte, Loayza (2021) menciona la utilización de una estrategia nueva que permite comprender la lectura haciéndola más didáctica: un arborigrama en el que se divide cada parte con información importante, y que puede rediseñarse como lo crea conveniente el lector. Otra técnica es la realización de preguntas sobre el texto, con el objetivo de evaluar la comprensión del tema.
También se menciona el parafraseo, mediante el cual el lector puede interpretar con sus propias palabras lo que el autor desea expresar en su lectura. La relectura es otro método muy común que permite la comprensión a través de la repetición. Adicionalmente, Loayza (2021) expresa que se puede emplear el resumen como herramienta de síntesis, sin dejar de lado la relación que se da con otras lecturas similares, así como el monitoreo o recordar información relevante a través del uso de imágenes.
Con otro punto de vista se presentan Serrano et al. (2017), quienes clasifican a los textos en dos tipos: continuos, cuando llevan un orden secuencial de las ideas y la información está organizada en párrafos o estrofas, como una narración o un poema; y los no continuos, que se basan en la utilización de imágenes sin un orden determinado, como las infografías e historietas. Para cada uno de ellos, explican los autores, se deben aplicar diferentes estrategias de comprensión lectora.
Por su parte, Herrada y Herrada (2017) mencionan que el proceso de análisis del ser humano está compuesto por dos vías de asimilación contextual. En primer lugar está la vía descriptiva, por donde pasa la información al emplear los textos continuos, y en la que se va teniendo una interpretación de las ideas a partir del contenido de las palabras. Luego está la vía representativa, que se manifiesta al momento de querer interpretar las imágenes encontradas en los textos no continuos; de esta manera, el sujeto adquiere conocimiento a través de la visualización.
Uso de las TIC para optimizar la comprensión lectora
Hoy en día hay varias formas de comprender la lectura, y cabe decir que no se sabe cuáles podrían ser más útiles debido a que cada estrategia tiene sus ventajas y desventajas. Buelvas et al. (2017) proponen que la educación ha tenido mejoras contundentes, y una de ellas se debe a las TIC. Estos autores realizaron una evaluación diagnóstica a estudiantes para conocer cuánto sabían de esta herramienta de enseñanza. Como los resultados fueron favorables, implementaron la estrategia de mejorar la comprensión lectora, abarcando aspectos como el material didáctico y el modelo o diseño del ambiente.
Mediante la estrategia planteada por Buelvas et al. (2017) se ayuda a los estudiantes a mejorar la interpretación de la lectura al momento de adquirir nuevos conocimientos en cualquier asignatura de su preferencia, desarrollando actividades con diferentes materiales didácticos. Esta nueva generación de jóvenes, argumentan, requiere la implementación de nuevas metodologías de enseñanza-aprendizaje, que a partir del uso de imágenes y música, combinadas con las TIC, permitirán un mayor rendimiento académico.
Por el contrario, González (2021) no concuerda con esta idea. En su proyecto de investigación comenta que la comprensión lectora ha sido parte primordial en su trabajo, pero que los resultados muestran una deficiencia intelectual en los estudiantes, producto del tiempo de pandemia: debido a que la conexión a internet era escasa o de mala calidad en ciertos lugares, muchos estudiantes no lograron adquirir el material necesario para sus estudios.
Rodríguez y Cortés (2021) sugieren mejorar la lectura modificando la enseñanza, con el fin de desarrollar nuevas habilidades en los estudiantes a partir de, por ejemplo, textos ilustrativos con imágenes, sonidos, entre otros. Los autores mencionan que la escritura también se ha visto afectada por la utilización de la tecnología en la comunicación del día a día: se usan emojis, se sustituyen o acortan las palabras, se utiliza q' en vez de que, x en lugar de por, etc.
A pesar de esto, Cantú et al. (2017) demuestran que los dispositivos móviles son elementos altamente motivantes para la comunidad estudiantil. Con base en diversas investigaciones, argumentan que los alumnos prefieren leer en estos dispositivos que en textos físicos. Por tanto, exhortan a las instituciones educativas a reducir la brecha tecnológica con los estudiantes, fomentando la usabilidad de herramientas, dispositivos y programas tecnológicos que generen un mayor atractivo y, por ende, el alcance de aprendizajes significativos.
En la actualidad, los adolescentes son los principales consumidores de equipos tecnológicos, ya sea para estudiar o para cualquier otro tipo de actividad. Por ello se deben aplicar nuevas metodologías de enseñanza, utilizando libros digitales, organizadores gráficos disponibles en softwares y herramientas online como PowerPoint, Canva, Genially, Creately, entre otros. La actual generación requiere el empleo de herramientas innovadoras y funcionales que le permitan adquirir conocimientos a través de plataformas de estudio que favorezcan la mejora de la comprensión lectora y el aprendizaje significativo.
A continuación, se presenta el diseño de un arborigrama aplicado al contenido del presente artículo, con el objetivo que el lector maneje una idea del tipo de estrategias que se pueden aplicar al momento de realizar una lectura.
Discusión y conclusiones
La motivación de los autores del presente artículo partió de la experiencia vivida durante la carrera de Educación en Ciencias Experimentales de la Universidad Nacional de Educación (UNAE), en Ecuador. Se observó allí poca comprensión de los textos académicos trabajados en las diferentes asignaturas, y se identificó la situación como una problemática que afecta el desempeño del perfil de la carrera.
Así, la presente investigación expresa el resultado de una revisión sistemática de artículos científicos que abordan la comprensión lectora y el uso de las TIC como elemento detonante para promover la lectura en el contexto educativo latinoamericano. Se llevó a cabo el análisis de veinte artículos indexados en la base de datos de Redalyc y publicados entre 2016 y 2021, lo que permitió establecer las diversas estrategias metodológicas que se ponen en práctica en los diferentes niveles educativos para impulsar la comprensión y la lectura en los jóvenes estudiantes.
En síntesis, se logró constatar que la comprensión lectora de los estudiantes se encuentra condicionada debido a que los docentes no ponen en práctica estrategias metodológicas diferentes que, en conjunto con las TIC, generen interés en la lectura (Peña et al., 2021). Loayza (2021) manifiesta que estrategias como el arborigrama, los organizadores gráficos, los esquemas y el uso de dispositivos electrónicos y plataformas digitales ayudarán a que la lectura sea más comprensible para los alumnos y así aprendan más a gusto. El docente, a partir de las metodologías de enseñanza que proponga, cumple entonces un rol determinante para fomentar el hábito de la lectura.
El cerebro del ser humano posee dos conductos para la asimilación de la información: el primero adquiere el contenido escrito y es más fácil de activar en jóvenes y adultos; el segundo, por su parte, abre paso al contenido gráfico (Cervantes et al., 2017). Este último tiene más relevancia en los niños, por lo que para la comprensión lectora se deberían aplicar estrategias específicas según la edad: resaltar las ideas más importantes o reescribirlas en un cuaderno, utilizar lecturas ilustradas o con material lúdico, etc. En cambio, para el caso de los alumnos de educación media en adelante, se deberían emplear preguntas generadoras, debates y estrategias de este tipo.
Es importante que el estudiante alcance un nivel de comprensión crítico, que sea capaz de discernir y emitir opiniones de valor, aportar nuevas ideas y crear su propia ideología sobre un texto leído, para afrontar con ventaja las situaciones de la vida diaria. Para ello, es vital que la escuela y los docentes pongan en práctica estrategias acertadas que propicien ambientes de lectura de interés general.
Por su parte, Rodríguez y Cortés (2021) recomiendan al gremio docente buscar temas alternativos que generen curiosidad al estudiante, y que esto se convierta en un factor motivante para la lectura y la participación. Por otro lado, deberán apoyarse en el uso de las TIC como medio tecnológico atractivo y dinámico para que el alumno sistematice la información, parafrasee y exprese nuevas ideas y opiniones sobre el texto leído a través de las imágenes, los mapas, los esquemas, los dibujos y los organigramas disponibles.
Hoy por hoy, para comprender cualquier información es indispensable manejar medios tecnológicos. Por tal motivo, Cantú et al. (2017) promueven el interés y la curiosidad de la comunidad estudiantil por la optimización de los recursos digitales. Los jóvenes pasan gran parte del tiempo utilizando dispositivos electrónicos en vez de recurrir a las bibliotecas de sus instituciones; los docentes deben aprovechar esta coyuntura tecnológica a favor de la educación, con el fin de mejorar el desarrollo cognitivo y las destrezas fundamentales para aumentar el nivel de comprensión y crítica del alumnado.
Aprender a leer es un factor valioso para el éxito laboral, y en ello influyen la educación y el contexto social y cultural que tenga la persona desde sus primeras etapas de vida (González, 2019). La lectura debe darse desde temprana edad, para que el niño, el joven y el adulto puedan dialogar con un vocabulario apropiado, tener la habilidad de defenderse, ser influyentes en la sociedad y opinar ante las situaciones del día a día para lograr un desarrollo autónomo y efectivo en el mundo globalizado actual.
Finalmente, el presente artículo deja un camino abierto para que otros investigadores profundicen en la temática, específicamente en cómo las TIC pueden ser aprovechadas por los docentes para lograr una mejor comprensión de los contenidos y textos abordados en la etapa formativa de los jóvenes. Asimismo, se espera que esta investigación abra una brecha en el campo educativo para que se exploten los recursos tecnológicos de que disponen los estudiantes, particularmente sus dispositivos electrónicos, como elementos capaces de obtener su atención e incentivarlos a una mayor motivación por la lectura.