1. INTRODUCCIÓN
Con la aparición de la pandemia, las tecnologías han tenido protagonismo en múltiples áreas, tanto sociales, humanísticas, científicas, académicas y, en nuestro caso, en el ámbito de la comunicación. Los medios de comunicación se tuvieron que adaptar y reinventarse; tal es el caso de la comunicación comunitaria, donde las herramientas digitales se convergen con la ecología de medios. Scolari (2009, 44) afirma que “los medios rara vez desaparecen: suelen adaptarse al nuevo ecosistema para sobrevivir, por ejemplo, adoptando o simulando los rasgos pertinentes de los recién llegados o integrándose dentro del nuevo medio”. Una integración que va mejorando y cambiando día a día porque las generaciones crean nuevas formas de comunicar.
Las tecnologías llegaron a las comunas de la provincia de Santa Elena (Ecuador), y sus habitantes se adaptaron y han ido compartiendo todo lo que acontece a través de ellas. En este trabajo se revisan tres herramientas de comunicación que han usado las comunas de Olón y Cadeate: “La voz de los techos”, Whatsapp, red social Facebook. Estas herramientas predominan en cada uno de los acontecimientos que los comuneros comparten. Se han utilizado instrumentos de recolección de datos tales como las entrevistas a los dirigentes comunales, sondeos de opinión y trabajo de observación directa, a fin de recoger de primera mano la información para este artículo.
2. Desarrollo
2.1 La comunicación comunitaria en el Ecuador
La comunicación comunitaria surge como una herramienta de construcción de nuevos mensajes donde se comparte la voz de la gente, se da la palabra a una comunidad, barrio, sector social, escuela; es decir, permitiendo que se pueda transmitir con su propia voz todo lo que necesita decir y hacer. Las demandas de sus necesidades, sus opiniones; es una forma de comunicarse, y cada lugar en el que se desarrolla la comunicación comunitaria lo hace bajo sus principios y valores de convivencia. Dávila Cobo y Molina (2019, 11), aseveran en su artículo que la comunicación comunitaria: “tiene además otros retos como mantener una permanente profesionalización-capacitación y actualización de sus actores; superar las brechas generacionales y garantizar el cumplimiento del objetivo fundacional; adoptar y adaptarse a tecnologías cambiantes y que individualizan el consumo de medios de comunicación”.
Es un espacio que se usa para generar conocimiento, pensamiento crítico, conciencia social y compromiso social. Busca la equidad en cada una de sus acciones conviviendo afectivamente en la construcción del bien social y comunitario más allá de las fronteras, territoriales y culturales. Ramírez Campos (2019) expone que “la comunicación comunitaria es eficaz, pues funciona desde una perspectiva popular y no monopoliza la palabra, además no corresponde a un modelo impositivo, sino que opera como un “instrumento imprescindible para la organización popular” ya que potencia el movimiento de la comunidad”.
Los medios de comunicación tradicionales no se incluyen en este tipo de comunicación, porque lo que ellos necesitan no son en algunos casos prioridad para ellos. Las noticias que se generan en los medios
deben ser de interés general, llamar la atención y en algunos casos polemizar. Lo que las comunidades buscan en sus voces es compartir todo lo que acontece para ellos desde un aviso de brigada médica hasta la ayuda para un enfermo. Señala Mendoza-Ramírez (2020, 43):
La comunicación comunitaria, y la comunicación en general dieron sus inicios con la radio, pero luego pasó a una etapa más tecnológica y más portable como es el internet. El internet permite una globalización de los aspectos locales y regionales. Las nuevas herramientas tecnológicas han permitido una mayor difusión de los distintos grupos que promueven la información comunitaria, incluyendo los grupos religiosos, iglesias electrónicas y demás grupos eclesiásticos que se enfocan en la comunicación comunitaria para alcanzar sus metas y seguidores.
La función principal de la comunicación comunitaria es promover la participación ciudadana, porque necesitan ser efectivos en su comunicación, llegar a todos, aportando soluciones y apoyo mutuo.
La comunicación comunitaria es un tipo de comunicación que tiene el objetivo de construir, transmitir, difundir y compartir las necesidades y demandas de las personas, y al mismo tiempo engloba todo lo relacionado a la comunicación que circula desde los jefes o líderes de la comunidad hacia sus integrantes. Se encuentra presente en todo sector socioeconómico y posee una gran importancia para el desarrollo de los grupos sociales (Todo sobre comunicación, 2020).
En el país, la comunicación comunitaria surge con la alfabetización. Pero a raíz de esas campañas educativas donde se involucra la comunidad no se ve avances en ese tema. Todo se va adaptando, de acuerdo al contexto donde se necesite difundir y que la ciudadanía participe. Las radios comunitarias son las que logran unir a la comunidad, a través de la información. Galán Montesdeoca (2015, 27) observa: “El Ecuador es un país con una escasa historia en medios comunitarios de comunicación, pues la mayoría de empresas comunicacionales están en manos de iniciativas privadas, con intereses económico-políticos”.
En los siguientes gráficos (Figuras 1, 2, 3, 4 y 5), cuyos datos se han tomado de ARCOTEL, se demuestra la poca presencia de medios comunitarios, tanto en radio como en TV, y ello a pesar de las asignaciones de frecuencias convocadas en los últimos años. Esta información corresponde a la última actualización de este año.
Tomando en consideración los 152 medios comunitarios registrados en el Ecuador, es notorio entender su total dependencia a las redes sociales y en muchos lugares a la voz de los techos. En el caso de las concesiones de frecuencias radiales existen alrededor de 144 radios comunitarias en el país, de las cuales en su mayoría son de la sierra. En la provincia de Santa Elena no hay estaciones concesionadas de Radiodifusión Sonora AM, solo existen a corte de julio del 2022 una concesión dada a la Fundación Radio María, la principal está en Santa Elena y tiene un reutilización de la misma frecuencia para cubrir la parte norte de la provincia.
“La voz de los techos” es un medio de comunicación muy usado en las comunas de la provincia de Santa Elena. Surgió a mediados de los sesenta, por las necesidades que tenían los pobladores para comunicar acontecimientos de la comunidad, defunciones y petición de ayuda económica para los sepelios y que en algunos casos los familiares de escasos recursos no podían costear. En la actualidad, el servicio de “La voz de los techos” no ha cambiado mucho; su objetivo sigue siendo el mismo: comunicar lo que acontece en la comuna. Empezó en la parroquia José Luis Tamayo, conocida como “Muey”, ubicada al sur oeste de la provincia de Santa Elena. Y a partir de ahí, se ha ido extendiendo en toda la región, pasando a formar parte de los medios de comunicación comunitarios de cada zona.
En la actualidad, a pesar de las nuevas tecnologías, esta forma de comunicación sigue siendo activa; los comuneros la usan para informar todo lo que acontece en la población, y se suma a todas las herramientas comunicacionales que tienen. Los autores del proyecto “Radio Mochila” señalan que “en algunos rincones de Latinoamérica, estas prácticas de expresión a través de altoparlantes no solo siguen presente y tienen gran incidencia en la sociedad de la que forman parte, en muchas ocasiones continúan siendo el único medio de comunicación local” (Juliano & Leguizamó, 2011, 1).
Están ubicados en toda la comuna, en postes y los conocidos como “altoparlantes”, e instalados en cada barrio. Ahí hay un sitio base donde locutan y hasta incluso con megafono recorren los barrios. Son costumbres que no pasarán con el tiempo a pesar de la llegada de las nuevas tecnologías, forma parte de la cultura que tienen estos vecinos. Porque no hay que olvidar que hay adultos mayores, gente con discapacidad que su único medio para enterarse de lo que pasa en su sector es la voz de los techos, lo que lo convierte en un instrumento imprescindible y de participación mutua porque representan la voz y la imagen de lo que tiene la comuna y lo que desea proyectar.
Uno de los fines de este artículo es dejar constancia de cómo se comunican en las comunidades, constatando las experiencias de la población; los contenidos que emiten no se limitan ni se censuran, porque es de interés general.
Los medios de comunicación comunitaria constituyen un método o una técnica; no se limitan a determinados medios de comunicación, ni a tipos concretos de comunicación o a utilizaciones concretas. La clase de intervención -independientemente de que consista en una retroinformación, en la autogestión, o en la participación en la producción, la planificación o en la realización- puede variar en función de las circunstancias y de los recursos (Berrigan, 1981, 26).
La comunicación comunitaria trabaja para cada sector, comuna, pueblo, recinto cuyo objetivo es informar, concientizar y educar. Hay avances significativos que tiene porque los medios digitales han servido para afianzar su trabajo. A pesar de que en algunos sectores la ausencia de las tecnologías sea notorio, las aportaciones que realizan los comunicadores con sus productos mejoran y afianzan y abren oportunidades de estudio, investigación y trabajo. “El periodismo comunitario es el que atiende las demandas de la ciudadanía y sirve como instrumento de movilidad social, el periodismo comunitario tiene la obligación de velar por la organización, la comunidad” (Yagual & Gómez, 2015, 25)
2.2 La ecología de medios dentro de la comunicación comunitaria
En el caso de este trabajo, se incluye la ecología de medios, porque se adaptan las tecnologías tradicionales con las nuevas herramientas de comunicación que brinda la tecnología. Los medios se adaptan al contexto y se ajustan a las necesidades. A pesar del avance tecnológico desde la aparición del COVID-19, en algunos lugares del Ecuador la cobertura de internet no es buena. Y necesariamente deben adaptarse a lo que existe en el momento. Hablar de cómo inciden las herramientas de comunicación digital en las comunas de Olón y Cadeate es explicar que su uso va entre lo digital y lo convencional y según su objetivo tiene más o menos impacto. Puede afirmarse que “la ecología de los medios es el estudio de los ambientes humanos. Se preocupan por entender como las tecnologías y técnicas de comunicación controlan forma, cantidad, velocidad, distribución y dirección de la información: y como, a su vez, esas configuraciones o preferencias de información afectan a las percepciones, valore y actitudes de las personas (Velásquez et al., 2018, 587).
Con la llegada de la pandemia, los comuneros han adaptado los medios de comunicación a sus principales necesidades que son: Informar lo que sucede en la comuna. El uso que le dan a cada uno de sus medios es de acuerdo a las prioridades y la inmediatez con la que llega la información. “La voz de los techos” es uno de ellos, muy a pesar que la tecnología haya llegado. Todos se han adaptado y convergen. Como indica Scolari (2009, 44), “los medios rara vez desaparecen: suelen adaptarse al nuevo ecosistema para sobrevivir, por ejemplo, adoptando o simulando los rasgos pertinentes de los recién llegados o integrándose dentro del nuevo medio”.
Hay procesos de comunicación que nunca va a cambiar, a pesar de que la tecnología siga avanzando. La alfabetización digital cumple un rol primordial, y hay que entender que la mayoría de los habitantes de las comunas no ha culminado sus estudios secundarios y de educación superior y por ende conocer y entender los beneficios que tienen la difusión y creación de productos digitales puede dificultar su desarrollo económico. Según decía la Universidad en Internet (UNIR) en 2020, “la alfabetización digital es la capacidad de una persona para realizar diferentes tareas en un ambiente digital”.
En la comunicación comunitaria, la ecología de medios plantea entender cómo se han incorporado nuevos medios de comunicación, la interacción de cada uno de ellos dentro del proceso comunicativo. Cada medio cumple su función. Evidentemente, cada uno de ellos es más usado y de acuerdo a que tan alfabetizado digitalmente esté el ciudadano, la importancia e impulso que necesita será más notorio. “La ecología de medios entonces nos plantea una nueva concepción de entender el entorno comunicativo actual, en donde cada medio cuenta y se interrelaciona; desde esta perspectiva nos encontramos frente a un “ecosistema” en el cual se nutren diferentes factores que nos permiten entenderlo como tal” (Ávila Sánchez, 2020, 80).
Entender cómo la tecnología recorre la comunicación comunitaria es importante, porque su uso ayudará a medir hasta dónde se puede llegar y cómo será la nueva información que se vaya creando con cada criterio que vaya surgiendo o reinventando. Y es que, en algún momento, “La voz de los techos” tendrá un cambio; quizás una adaptación al contexto. La actitud que la gente vaya desplegando ante cada mensaje afectará a todos los receptores y a los canales por donde se genere el mensaje.
La ecología de los medios es el estudio de los ambientes humanos. Se preocupan por entender como las tecnologías y técnicas de comunicación controlan forma, cantidad, velocidad, distribución y dirección de la información: y como, a su vez, esas configuraciones o preferencias de información afectan a las percepciones, valores y actitudes de las personas (Velásquez, et al, 2018, 587).
Los medios ayudan a los sujetos a mejorar sus percepciones. Lo seres humanos crean de acuerdo a sus necesidades diversos instrumentos de comunicación, que van modificándose y mejorando. Cuando ya todo esto está creado, los propios medios incitan al ser humano a volver a moldear sus percepción y cognición; tal vez no son conscientes de ello, pero sucede, pues están inmersos en conocer, revisar y compartir todo lo que reciben. Scolari (2015a, 1035) concluye que “la ecología de los medios es el estudio de los entornos mediáticos: (propone) la idea de que la tecnología y las técnicas, los modos de información y los códigos de comunicación desempeñan un papel importante en los asuntos humanos”
2.3 Inclusión de nuevas herramientas digitales de las comunas de Olón y Cadeate de la provincia de Santa Elena
Comuna de Olón
La comuna de Olón está ubicada en la zona norte de la parroquia Manglaralto, de la provincia de Santa Elena, en una zona conocida como “la ruta del Spondylus”. Tiene aproximadamente dos mil habitantes. Entre las actividades económicas a la que se dedican están las siguientes: la pesca artesanal, comercio (tiendas, mini markets, restaurantes, cafeterías, cabinas telefónicas), agricultura (se produce el café, la naranja, la tagua, la yuca, el maíz, el fréjol), fabricación de artesanías (botones y llaveros), hostelería, turismo entre otras actividades.
Para poder conocer las herramientas de comunicación que usan en la comuna de Olón, se recolectó la información a través de la observación directa. Esto ha servido para saber cómo se comunican los habitantes cuando quieren difundir e informar lo que sucede en el entorno. Una de sus principales fuentes de ingreso es el turismo, que recorre las playas durante todo el año, sobre todo por el interés que despierta para los surfistas. También hay expresiones de arte urbano. Además, como gastronomía internacional, se busca que Olón sea un referente culinario internacional, pero sin perder su esencia de lugar de descanso.
Se realizó una entrevista al presidente de la comuna de Olón, quien explicaba que mucho antes de la pandemia ellos se comunicaban por los grupos de Whatsapp. La difusión de los acontecimientos se realizaba a través de la red Facebook. “El uso cada vez más común de las redes sociales digitales y los nuevos hábitos de consumo de medios y producciones audiovisuales no lineales, constituyen retos que obligan a revisar las formas de establecer la comunicación con y entre la ciudadanía para mantener activa la participación y la incidencia social” (Krohling et al., 2019, 35).
Un medio de comunicación que ha perdurado es la voz de los techos que se escucha en siete barrios, se ha mantenido antes, durante y ahora. Hay uso de las tres herramientas en la comuna: Whatsapp, voz de los techos y la red social Facebook. El grupo de Whatsapp tiene aproximadamente 400 integrantes, y el administrador es el presidente de la comuna. El contenido es igual en los tres medios, y se replican en cada grupo de Whatsapp. Y así, se comunican con toda la comuna para la difusión de información.
Antes de la pandemia ya se habían incorporado en las nuevas tecnologías. Algo importante es que el uso de la voz de los techos ha dado inconformidad en los visitantes, un factor a destacar porque su utilidad es para los habitantes, quienes mantienen costumbres que los foráneos no entienden. “La voz de los techos” causa ruido, porque para hacer la transmisión y dependiendo el tema tienen que encendido muchas horas los parlantes. Eso es el problema que genera para los visitantes. Tienen claro que necesitan reactivar la radio comunitaria porque esa sería la solución para reemplazar de manera parcial a la voz de los techos, que aseguran no va a desaparecer, sino que evitarán usarla. En el 2015 ya tenían una radio comunitaria. Funcionaba muy bien y la parrilla estaba organizada; lamentablemente, en el año 2018 no pudo seguir operando, ya que no tenía los permisos necesarios. Se volvió a retomar la voz de los techos para realizar las convocatorias, pero el largo tiempo que deben tener encendido los parlantes, causa molestias.
En los grupos de Whatsapp envían la información para que sea replicada en sus distintos grupos; es decir, el presidente envía la información tanto a los dirigentes barriales, recintos, dueños de negocios. En el artículo “Comunicación comunitaria, políticas y ciudadanía”, los autores señalan lo siguiente:
La comunicación comunitaria también se expresa en diferentes lenguajes y formatos, desde el sonido, como en el caso de la radio o del altoparlante, hasta el audiovisual a través del vídeo y de la televisión y los múltiples canales de distribución (sitios, redes digitales, plataformas colaborativas, aplicativos, etc.;) a través de Internet (Krohling Peruzzo et al., 2019, 39).
Antes de la pandemia las reuniones de asamblea eran mensuales, pero en la actualidad se reúnen cada dos meses en su casa comunal para tratar todo tipo de temas sobre todo los relacionados a terrenos. Las noticias y los acontecimientos son compartidos por la red social Facebook, pero no tienen actualizada la fan page, ya que no tienen administradores, este tipo de nuevas formas de hacer comunicación hace que se cuestione el por qué no tienen un comunicador social o un periodista que pueda difundir las noticias. No se usan las transmisiones en vivo porque existen temas que no se pueden compartir en las redes sociales.
Uno de los cambios fundamentales reside en que, debido a los medios sociales, estos actos de habla casuales se convirtieron en inscripciones formalizadas que, una vez incrustadas en la economía general de los grandes públicos, adquieren un valor distinto. Enunciados que antes se emitían a la ligera hoy se lanzan a un espacio público en el que pueden tener efectos de mayor alcance y más duraderos. Las plataformas de los medios sociales alteraron sin duda alguna la naturaleza de la comunicación pública y privada (Van Dijck, 2016, 14).
Se reconoce que si hacen falta estrategias comunicacionales para poder difundir y promocionar lo que ofrece la comuna. A pesar de que tienen mucho material para poder promocionar, la falta de personal en comunicación les impiden hacerlo. En la actualidad, la Universidad Estatal Península de Santa Elena dentro de sus proyectos de vinculación con la sociedad ha incursionado en las diferentes comunas a fin de colaborar junto con los estudiantes de la carrera de Comunicación en el diseño, capacitación en estrategias comunicacionales para las actividades y emprendimientos que desarrollan. Estos proyectos lo lideran estudiantes de la carrera y la entrega de sus productos se realiza mediante un evento institucional donde la directiva de la comuna es invitada junto a los pobladores.
El uso de las herramientas digitales comunicacionales que utilizan los tiene mejor informados, y desde las redes conocen todos los problemas que acontecen en la comuna y de esa manera pueden actuar. Aquellos que se han ido de Olón son los más activos en las redes, porque la distancia que existe logra que estén cerca porque la tecnología permite interactuar. Poco a poco van surgiendo creadores de contenido en la comuna de Olón, pero no es suficiente. La aparición y creación de contenidos que refieran a este balneario turístico ayudaría a una difusión de todos los espacios de descanso que brindan.
En un sondeo de opinión realizado en la comuna, y a diferencia a Cadeate, el Whatsapp es el medio de comunicación más usado, debido a que la zona es turística y evitan su uso para no molestar a los visitantes con el ruido que ocasiona. Antes de la pandemia la voz de los techos predominaba. Julio Cabero Almenara (2006) explica cuáles son ventajas de las comunidades virtuales: 1) las posibilidades de lo sincrónico y asincrónico, facilitando la comunicación entre los miembros de la comunidad; 2) la posibilidad de revisar el histórico de las comunicaciones; 3) la posibilidad de comunicación entre varios espacios geográficos; 4) interactividad ilimitada; 5) la comunicación no está obligada a realizarse en un sitio concreto, sino en aquel donde exista un ordenador y una conexión a la red.
Entre el 2020 al 2022, se incrementó el uso de las redes sociales como medios de comunicación comunitaria, el acceso al internet ha ayudado a su uso y a compartir lo que sucede a través de sus redes. En relación a la creación de contenido para impulsar el aumento del turismo, no les dan prioridad en este tema.
Comuna de Cadeate
La población de Cadeate, conocida como la capital del pan de la Península, es una comuna costera que está situada en el kilómetro 56 de la “ruta del Spondylus”, noroeste de la provincia de Santa Elena, Ecuador. Actualmente su población es de 3286 habitantes, aproximadamente. Su principal fuente de ingresos económicos proviene de la elaboración de pan. Han conservado la tradición de la panadería, e incluso algunos siguen utilizando hornos de leña. Otros se han modernizado y se decantan por el uso de hornos eléctricos o a gas.
Los instrumentos de recolección de datos es la entrevista realizada al presidente de la comuna de Cadeate, quien explica que mantienen “La voz de los techos”, Whatsapp y Facebook para difundir la información de interés de la comunidad. Al igual que en la comuna de Olón, la voz de los techos sigue vigente, pero todas brindan la misma información. Los grupos replican la información diaria que se envía.
Durante el confinamiento, “La voz de los techos” tuvo una interesante participación y quizás esencial para el apoyo vecinal. Todas las noches rezaban el rosario pidiendo por los vecinos, ayudando a que cada uno de ellos a tener un momento de respiro y espiritualidad. En relación a este apartado, se encontró cómo este medio de comunicación se integra en la vida diaria de los ciudadanos. Así lo explica el proyecto “Radio Mochila”, cuyos autores (Iuliano & Leguizamón, 2011) observan que “se puede pensar que, mientras las grandes cadenas de medios buscan homogeneizar sus prácticas, estrategias y mensajes para llegar a todos lados de la misma manera, en algunos lugares la comunidad busca sus formas de comunicarse con sus propias lógicas y enunciados”. Un confinamiento, y el liderazgo de un presidente, logran que la comunidad se una y se desarrollen y se comuniquen, logrando que los ciudadanos se sientan acompañados.
El uso de las redes sociales como medio de comunicación es frecuente, porque se comparte cualquier información; es más rápido, sobre todo para los que no viven en la comuna. Además, el uso de estos medios les ayuda a llegar aquellos que no han escuchado la voz de los techos, se replica la información. Hacer uso de las redes sociales y la voz de los techos forma parte de la comuna. Las clases virtuales durante la pandemia, ha obligado a la contratación de internet y esto ha ayudado a que estén conectada e interactuando por los medios digitales. Las reuniones a las asambleas no se transmiten en vivo por las temáticas que abordan y que solo compete a los comuneros.
Otro método de recolección de datos fue el sondeo de opinión que ha servido para conocer cuál es el medio de información que utiliza la comuna diariamente. “La voz de los techos” es la que más predomina, seguido del Whatsapp. Este medio es importante porque no existe la necesidad de abrir una aplicación y ver lo que se recibe. Escuchar lo que transmiten en los parlantes es suficiente, es lo que indicaron. Hablando del mismo proyecto, desde Radio Mochila cuyos autores Luliano & Leguizamón (2011) se observa que “ya sea por iniciativa individual o grupal, la comunidad se organiza y ha encontrado en la comunicación vía bocinas una aliada para ello. A través de la voz amplificada, para llegar masivamente, y sin mucha complejidad, pero de forma efectiva”.
Existe un ligero interés de compartir lo que sucede en la comuna a través de las redes sociales. Dentro de las opiniones recabadas, indicaron que, entre el 2010 al 2020, hicieron uso de los grupos de Whatsapp para recibir información, convocatorias y todo tipo de avisos.
2.4 La hibridación de tecnologías en las comunas de la provincia de Santa Elena
Estamos asistiendo a una revolución tecnológica y a la constatación de que no solo estas comunas puedan entregar a la comunicación, las respuestas y desafíos para seguir investigando; es decir conocer a través de encuestas a sus habitantes, cómo se compenetran la voz de los techos y las herramientas digitales en su manejo de la información. Es preciso abordar estos nuevos conocimientos en la comunicación comunitaria, a fin de poder entender y explicar nuevas rutas de trabajo y crear líneas de investigación que ayuden a las poblaciones. En ese sentido, la Fundación Conocimiento Madrid observa que “la hibridación de tecnologías consiste en emplear conjuntamente dos tecnologías pre-existentes, aunque complementarias, con un único fin, y con el objeto de beneficiarse de sus ventajas respectivas y paliar las posibles desventajas de cada una de ellas por separado”.
El proceso de recolección de información realizado en las comunas de Olón y Cadeate podrá ser replicado en las demás: entrevistas, encuestas, observación directa. Con estos instrumentos se logrará entender por qué se tienen que mantener la voz de los techos junto a los otros medios. Hay ciudadanos que no perderán la costumbre de escuchar lo que se anuncia por los altoparlantes, así como el que no se encuentra en el lugar podrá escuchar el mismo mensaje estando fuera de la comuna. “La ecología de los medios puede sintetizarse en una idea básica: las tecnologías -en este caso, las tecnologías de la comunicación, desde la escritura hasta los medios digitales- generan ambientes que afectan a los sujetos que las utilizan” (Scolari, 2015b, 29).
Todo este material nos abrirá la puerta para entender la realidad actual y cómo las necesidades de la población irán incorporando otras formas de comunicación. Además, cada generación traerá cambios que incidan en su desarrollo.
3. CONCLUSIÓN
La comunicación comunitaria tiene un amplio recorrido dentro de las experiencias de los pueblos, academia y sectores sociales. Ha ayudado a formar nuevas ideas y nuevas herramientas que ayuden a mejorar el trabajo que se realiza en la comunicación. En el caso de este trabajo hay un reconocimiento muy claro a “La voz de los techos”, cuyo interés de sus usuarios es que se siga manteniendo a pesar de los avances de la tecnología porque siempre habrá un usuario que quiera mejorar y difundir lo que sucede diariamente en su sector. El reflejo de lo que aporta este medio de comunicación es quizás similar a lo que sucede en las demás poblaciones comuneras de la Península. Los altoparlantes forman parte de la cultura de esta población, prescindir de ella crearía un vacío dentro de los mayores, quienes buscan respuestas e información en lo que escuchan diariamente por este medio.
La creación de contenidos es fundamental. Considerar que puede formar parte de lo comunitario es parte de la ecología de los medios donde la comunicación comunitaria podrá nutrirse. Difundir, crear, socializar, ayudar; es así como un video puede cambiar o reformular lo que se tiene. Un influencer también puede convertir su trabajo en material para comunicación comunitaria, adaptar todo lo que ofrece el entorno digital para lo que necesita la comuna. La inclusión de las nuevas tecnologías en la comunicación comunitaria: redes sociales y la voz de los techos se puede considerar como una hibridación de tecnologías. Todas ellas conviven y los sujetos la usan de acuerdo a su interés y necesidad. Se complementan porque cuando se comparte la información se benefician y obtienen ventajas.
Dentro de este trabajo se ha encontrado a través de las entrevistas realizadas que no tienen un comunicador social o periodista que gestione, diseñe los diversos contenidos multimedia de las redes sociales y de este modo incentivar el buen uso de las herramientas digitales y así replicarlo en las diferentes comunas de la región. Evidentemente, el factor económico es uno de los grandes problemas que tienen porque tienen que destinar parte de su presupuesto a honorarios profesionales. En una de las entrevistas se indicó que se usaba la red Facebook personal para compartir noticias e información relacionada a cualquier evento que afecte a la población.
Conocer cómo se usan las herramientas digitales en las demás comunas de la provincia es una tarea investigativa que hay que abordar desde la academia, conocer qué hacen, cómo se comunican y cómo la población reacciona a los mensajes que envían a través de estos medios. Una vez obtenidos esos datos, se puede ampliar y conocer cómo interactúa la ecología de medios con la comunicación comunitaria.