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Revista Chakiñan de Ciencias Sociales y Humanidades

versión On-line ISSN 2550-6722

Revista Chakiñan  no.15 Riobamba sep./dic. 2021

https://doi.org/10.37135/chk.002.15.08 

Artículo de Investigación

INDICADORES DE GESTIÓN COMUNITARIA A PARTIR DE LOS EJES DEL TURISMO COMUNITARIO. CASO: EMPRENDIMIENTOS DE LA NACIONALIDAD WAORANI EN YASUNÍ

COMMUNITY MANAGEMENT INDICATORS FROM THE AXES OF COMMUNITY-BASED TOURISM. CASE: ENTREPRENEURSHIP OF THE WAORANI NATIONALITY IN YASUNÍ

1Universidad FLACSO. Quito, Ecuador. Email: aangiec37@gmail.com

2Universidad Tecnológica Equinoccial. Quito, Ecuador. Email: diegoa.salazar@ute.edu.ec


RESUMEN

En un contexto de desarrollo, mediante un principio de comunidad, las poblaciones locales generan nuevas estrategias que contribuyen a alcanzar metas colectivas; una de estas es el turismo comunitario. Bajo este pensamiento, este estudio tiene como objetivo principal evaluar los emprendimientos turísticos comunitarios de la nacionalidad Waorani que se ejercen en el Yasuní, sobre la base de indicadores ubicados dentro de cada eje anclado a este modelo de gestión en un marco de sustentabilidad. Para ello, se ha considerado el análisis de las actividades dentro de este tipo de turismo mediante una metodología mixta, bajo un diseño de estudio de caso y etnográfico, mediante la observación de campo en la Reserva de Biósfera Yasuní y entrevistas a actores clave. Como resultado se obtienen diferentes niveles de cumplimiento de estos ejes, donde el referente a la economía solidaria resulta el de mayor nivel de cumplimiento y el eje de gobernanza el de menor nivel. Como principal conclusión se destaca que el nivel obtenido en el eje de gobernanza está fuertemente influenciado por el fortalecimiento organizacional, que a su vez, resta la potencialidad en el modelo de gestión controlado por la comunidad local en el territorio.

PALABRAS CLAVE: Turismo; comunidad; Amazonía; desarrollo sostenible; desarrollo comunitario

ABSTRACT

In a development context, through a community principle, local populations generate new strategies that contribute to achieve collective goals; one of these is community tourism. Based on this thought, this study's main objective is to evaluate the community tourism enterprises of the Waorani nationality that are carried out in Yasuní, based on indicators located within each axis anchored to this management model within a framework of sustainability. For this, the analysis of the activities within this type of tourism has been considered through a mixed methodology, under a case study and ethnographic design, through field observation in the Yasuní Biosphere Reserve and interviews with key actors. As a result, different levels of compliance where obtained where the highest level is the solidarity economy and the governance axis with the lowest level. As the main conclusion, it is highlighted that the level obtained in the governance axis is strongly influenced by the organizational strengthening, which in turn, subtracts the potential in the management model controlled by the local community in the territory.

KEYWORDS: Tourism; community; Amazon region; sustainable development; community development

INTRODUCCIÓN

La Reserva de Biósfera Yasuní en Ecuador, que contiene al Parque Nacional Yasuní (PNY), al Territorio Ancestral de la nacionalidad Waorani y a la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane, reconocida desde 1989 por la UNESCO debido a su biodiversidad única a nivel mundial (Ministerio del Ambiente 2011), alberga comunidades ancestralmente asentadas que, con el fin de impulsar el desarrollo turístico a través de emprendimientos comunitarios, ven al turismo comunitario como una alternativa económica para no afectar su territorio. Es necesario contemplar varios parámetros direccionados hacia el bienestar local dentro de un análisis de sustentabilidad (Cruz y Velázquez 2018; Cruz, Zizumbo y Chaisatit 2019; Palomino, Gasca y López 2016; Vargas, Ocaña y Chaviano 2017).

Se considera que la actividad turística es creciente (Pedersen 2005) y, por lo tanto, se requiere de acciones que minimicen el impacto ante las nuevas rutas generadas dentro de este mundo globalizado por la demanda que pueda generarse. Según Santos y Silveira (1998), la globalización es producto de la formación de nuevos espacios públicos y privados creados por las condiciones de producción y circulación integradas a nivel mundial.

Por lo expuesto anteriormente, el objetivo trazado para la presente investigación es analizar los diversos emprendimientos turísticos comunitarios de la nacionalidad Waorani en el Yasuní sobre la base de los indicadores integrados en los ejes del turismo comunitario, alineados al desarrollo sustentable. Se toma como base la investigación de Calle (2019) sobre la nacionalidad en mención, a través de los siguientes ejes: fortalecimiento organizativo, gestión del territorio, revitalización de la cultura, economía solidaria (Roux 2013), y calidad y gobernanza (Calle 2019); desde el enfoque de sustentabilidad se analizan los emprendimientos turísticos comunitarios de las comunidades de la nacionalidad Waorani, que han decidido incluirse dentro de la dinámica turística en el Yasuní.

EL TURISMO COMUNITARIO

El concepto de turismo comunitario fue referido por primera vez en 1985 por Peter Murphy (Jamal & Getz 1995), en procura de identificar un término que permitiera conectar la interacción entre el turista y la comunidad local. A lo largo del tiempo se han generado varias definiciones que resaltan cualidades más allá de la conexión entre la comunidad y el turista, colocándolo como “un modelo de gestión de turismo sustentable” (Calle 2019:8).

Al hacer referencia al turismo comunitario como un modelo de gestión (Cabanilla 2016; García 2016; García 2017; Palomino et al. 2016), este es dado por la comunidad anfitriona (Jamal & Getz 1995) la cual ejerce control en la actividad (García 2016; Cabanilla 2016) y se asienta sobre la base de los ejes de este turismo reconocidos por la Federación Plurinacional de Turismo Comunitario del Ecuador (FEPTCE), para el desempeño de esta gestión (Calle 2019).

En síntesis, es un modelo de gestión que surge de la interacción del turista con la comunidad local, por tal motivo el análisis debe nacer a partir del sector comunitario, teniendo como elemento esencial a la comunidad, necesariamente ligada al control de la gestión y de los beneficios económicos generados para que este turismo sea llamado como tal.

LOS EJES DEL MODELO DE GESTIÓN TURÍSTICO COMUNITARIO

El turismo comunitario sobrepasa una visión netamente empresarial que busca réditos económicos; sin embargo, también permite fortalecer áreas relacionadas con la sustentabilidad del territorio. Aquí los ejes del turismo comunitario surgen a partir de las dinámicas cotidianas en torno al turismo en las propias comunidades de manera natural (Cabanilla 2016; Palomino et al. 2016; Vargas et al. 2017), y son: fortalecimiento organizativo, gestión del territorio, revitalización de la cultura, economía solidaria (Roux 2013) y, recientemente, según la entrevista realizada a Galindo Parra (Calle 2019), vicepresidente de la FEPTCE, se añaden gobernanza y calidad.

Con el fin de analizar la gestión de las comunidades de estudio y con base en la postura de Calle (2019), se han identificado indicadores relacionados con dimensiones sustentables para incorporarlos dentro de estos ejes, los cuales están relacionados a dimensiones de sustentabilidad (Calle 2019:50-75), agrupados para el presente estudio de la siguiente manera.

El primer eje, fortalecimiento organizativo, tiene como fin la estructura organizacional de la comunidad, quien, a su vez, ejerce un control (Zeppel 2006 citado en Cabanilla 2016; Ruiz-Ballesteros et al. 2008 en García 2016; Morga 2016). Se considera para este eje los siguientes indicadores: asambleas establecidas (FO1); dirigencia y liderazgo en la comunidad (FO2); realización de elecciones para directiva (FO3); participación de miembros en toma de decisiones (FO4); representación legal (FO5).

El segundo eje, revitalización de la cultura, es un elemento clave del turismo comunitario. Pacheco, Carrera y Almeida (2011) señalan que las comunidades locales que se relacionan con el turismo enfrentan exitosamente a la globalización, dado que las actividades económicas que se desarrollan en la comunidad deben estar acordes a la conservación de sus recursos culturales y ambientales. Este eje aporta a las raíces culturales comunitarias debido a que en este turismo se recrean las prácticas ancestrales, sus saberes y técnicas, así como con las prácticas curativas, actividades agrícolas, música, danza, entre otras. Aquí se toma en cuenta los siguientes: sabiduría y técnicas ancestrales en arquitectura (RC1); sabiduría y técnicas ancestrales en artesanías (RC2); sabiduría y técnicas ancestrales en gastronomía (RC3); revitaliza las expresiones culturales del patrimonio inmaterial (RC4); tolera a otras culturas, respeta para una mejor convivencia cultural (RC5).

El eje gestión del territorio hace referencia a la discusión entre la conservación de la naturaleza basada en la comunidad local (Sánchez y Vargas 2015) versus el desarrollo económico junto a la necesidad de protección del territorio por medio de modelos de gestión que apalanquen el cuidado efectivo de los recursos. Este es un aspecto fundamental al momento de identificar el valor intrínseco del turismo comunitario que, al ser un turismo a pequeña escala, es manejado por la comunidad local. Según Sánchez y Vargas (2015), el objetivo del turismo sostenible es la conservación de la naturaleza, basado en la protección latente de las comunidades locales del territorio, por medio de una actividad económica sustentable, se fortalece la protección del territorio. Dentro de este eje se contempla: ahorro y uso eficiente de la energía y agua (GT1); identifica características especiales del patrimonio natural (GT2); medidas para evitar contaminación en área natural (GT3); producción sustentable (GT4); conciencia ambiental (GT5).

En relación al cuarto eje reconocido por la FEPTCE está la economía solidaria. Según Reyes, Manjarrez y Ortega (2014), las comunidades deben ser cooperantes, recíprocas y solidarias; una fortaleza diferenciadora para la supervivencia de las comunidades, debido a su naturaleza eminentemente social, frente a las grandes empresas que buscan beneficiarse del turismo en estos sectores. Se incluye a: crea fuentes de trabajo y nuevas oportunidades para los habitantes comunitarios (ES1); soporte económico a grupos vulnerables (ES2); existe una redistribución de los ingresos evidenciada en dinámicas que apoyen a la salud, educación e infraestructura, entre otros, que beneficien en general a toda la comunidad (ES3); mejora la calidad de vida de las comunidades (ES4); crea un mercado para venta de productos locales (ES5).

El quinto eje, la gobernanza, entendida como la creación de condiciones para la negociación y cooperación de todos los actores implicados para alcanzar los objetivos que se establezcan (Cruz y Velázquez 2018; Cruz et al. 2019; Eslava y Preciado 2019; García 2019; Montoya-Domínguez y Rojas-Robles 2016; Palomino et al. 2016; Pulido-Fernández 2014; Siles y Gutiérrez-Montes 2019), es generada por la comunidad y por tanto crea nuevas formas de gobierno participativo de manera prevalente; de ahí que las políticas públicas deben ser efectivas, que nazcan desde la articulación de un sistema endógeno de las comunidades. Se considera para este eje a: conectividad (G1); educación y salud (G2); electricidad (G3); estudios y fomento para desarrollo sustentable (G4); promoción y participación en ferias, exposiciones (G5).

El sexto eje, calidad, emerge junto con la gobernanza dentro del turismo comunitario, sin la cual no podría existir un proceso exitoso en ningún campo de la producción de servicios. Pearce (2016) resalta la existencia de actores en la actividad turística, con distintos intereses y necesidades adaptados a una oferta del sector, cuya función es ofrecer servicios turísticos a una demanda en este tipo de destinos. Esto a su vez, contribuye a mejorar la calidad de vida para los habitantes locales. En este eje se encuentran los siguientes indicadores: guías legalmente registrados (C1); accesibilidad al destino (C2); capacitaciones agrícolas, ambientales y servicios turísticos (C3); infraestructura turística y señalética (C4); variedad de servicios (C5).

Mediante la identificación de estos indicadores, en cada eje de turismo comunitario se identifica cómo este turismo permite potenciar la sustentabilidad, y se comporta como un modelo de turismo lento en el territorio.

NACIONALIDAD WAORANI

Según el Ministerio del Ambiente (2011) dentro del Parque Nacional Yasuní (PNY) habitan 16 grupos indígenas: 8 kichwas, 8 waoranis y shuar. Los habitantes de las “comunidades kichwa, que alcanzan una cifra de 34.641; waorani 908 y shuar 1.924, que representan, en relación con todos los residentes de la provincia, el 80,32 %, 2,10 % y 4,44 %, respectivamente” (Calle 2019:35); sin embargo, estos son datos provenientes de entidad pública y valdría constatar en investigaciones empíricas las mencionadas cifras debido a la creciente relación en contexto de la globalización y movilidad de la población local.

Al centrar la atención en la nacionalidad Waorani y su historia contemporánea, evangelizarse marca un hito que genera una fuerte resistencia de una parte de esta nacionalidad, identificados como no contactados o Tagaeri y Taromenane. La aplicación parcial de políticas para la protección de estos pueblos crea una presión nacional e internacional de organismos debido a las debilidades de parte del Estado.

Colleoni y Proaño (2010) critican la poca precisión y efectividad de las medidas adoptadas por el gobierno ecuatoriano, se observa la ausencia de planes de contingencia que prevean la necesidad de abarcar dinámicas sociales y económicas latentes en el área al momento de realizar políticas de protección.

METODOLOGÍA

Para el presente artículo de investigación se toma en cuenta los ejes del turismo comunitario en relación con las dimensiones de sostenibilidad, que evidencian la importancia del control de la población por medio de este turismo para una adecuada gestión del territorio. Para ello, se ha realizado un análisis en torno al turismo comunitario y los ejes anclados a este, con una obtención de información de fuentes primarias mediante un trabajo en campo; la presente investigación toma en cuenta la epistemología empirista y las críticas generadas por la misma,

(…) sólo la presencia directa del investigador en el campo garantizaría un conocimiento de estas características. Desde otras posturas críticas, el conocimiento no procede inmediatamente de lo real, sino a través de mediaciones elaboradas por el investigador, desde su marco teórico y de sentido común

(Guber 2005:205).

Se planteó un enfoque mixto, cualitativo-cuantitativo, para lo cual se describe de manera separada el proceso empleado para cada uno de ellos. En primera instancia, mediante el desarrollo cualitativo se pretende comprender razones, motivaciones profundas y subyacentes; el cual requiere un análisis interpretativo y subjetivo de la información; para esto se fundamentó un tipo diseño de estudio de caso y etnográfico (Hernández, Fernández y Baptista 2014), y así comprender la realidad de un lugar de estudio, bajo el método de investigación inductiva (Bernal 2010).

Para la recopilación de la información se empleó, por un lado, la técnica de observación, que requiere de un ambiente natural donde es necesario integrarse en el grupo objeto de estudio y así conocer las distintas formas de proceder de las distintas unidades de análisis, este tipo de investigación, según Luque (2017), es la más adecuada para estudiar diferentes comunidades, mediante la observación de participación pasiva y observación participante (Hernández et al. 2014); la primera permitió obtener insumos útiles que ayudan a la selección de los indicadores identificados previamente en fuentes secundarias y establecer el diseño de herramientas idóneas para la recolección de información, y la segunda aportó a entender el comportamiento de estos indicadores en cada comunidad. Aquí se empleó la técnica de la entrevista a profundidad, que contribuyó a afirmar las observaciones.

Desde el enfoque cuantitativo se pudo describir y encontrar relaciones entre las variables mediante el análisis objetivo de las variables observables (Luque 2017); para este tipo de investigación se definieron tanto operacional como conceptualmente (Vera y Villalón 2005) que ayudó a evaluar su cumplimiento en la zona de estudio, se consideró un tipo de investigación exploratoria y descriptiva con ayuda de la herramienta del cuestionario como apoyo a la observación participante, con los indicadores ajustados en cada uno de los ejes de este tipo de turismo.

Es así que, una vez descrita de manera separada el proceso cualitativo y cuantitativo de recolección de información, finalmente se analiza las dimensiones del problema con mayor profundidad a través del análisis de triangulación; según Vera y Villalón (2005), en este la información cuantitativa se complementa con la información cualitativa y viceversa.

En síntesis, el estudio, en su conjunto, se desarrolló en tres fases:

Fase 1. Se realizó una revisión bibliográfica y documental de propuestas que incorporan indicadores a ser tomados en cuenta en la gestión del turismo sostenible, analizados en tres documentos: Cabanilla (2016); Andrade, Romero, Sanaguano y López (2013); Pacheco et al. (2011); indicadores que fueron extraídos, adaptados e incorporados en el presente estudio.

Fase 2. La fase de campo se realizó en el período de julio a octubre de 2018 mediante tres visitas. La primera fue de tipo exploratoria y en las dos siguientes se identificaron en las comunidades acciones inherentes al desarrollo sustentable, a través de la observación de las actividades comunitarias y su identificación dentro de los ejes anclados al modelo de gestión de turismo comunitario. Los actores claves que colaboraron en la recopilación de la información fueron: dirigentes comunitarios a nivel local y uno a nivel nacional, un experto y un turista.

Fase 3. El análisis se ha fundamentado en la triangulación de datos, que es una “utilización de diferentes fuentes y métodos de recolección” (Hernández et al. 2014:418). Para esto, es esencial la documentación oficial como los planes de manejo de las comunidades de estudio para establecer diferencias dentro y fuera de la zona núcleo de la Reserva de Biósfera Yasuní. La información obtenida de las entrevistas realizadas permitió ordenar y sintetizar la información, y facilitó la agrupación de los indicadores dentro de cada eje.

Se ha considerado calificar el nivel de aplicación de los indicadores en cada comunidad detectada como parte de este turismo; para ello, se ha evaluado de la siguiente manera: Cumple = (C), Cumple parcialmente = (Cp) y No cumple = (N).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

EMPRENDIMIENTOS DEL TURISMO COMUNITARIO

Actualmente, en la nacionalidad Waorani existen siete emprendimientos activos relacionados con el turismo comunitario: Nanpaweno, Miwaguno, Yawempare, Guillero y Bameno, ubicados en el Parque Nacional Yasuní, más Quehueiri’ono y Nenkepare, comunidades localizadas en el Territorio Ancestral Waorani (Calle 2019). No se presentan resultados de la comunidad Bameno debido a que durante el tiempo destinado para el levantamiento de información las comunidades waorani de la zona de Shiripuno se encontraban en una situación de tensión, por lo tanto, las condiciones no eran adecuadas para continuar el recorrido planificado.

Durante el estudio, además de las comunidades mencionadas, eran conocidas dos en la zona relacionada con actividades turísticas; una de ellas, Boanamo, se encuentra inactiva turísticamente a partir de un ataque Taromenane realizado en el año 2016 y Ñoneno, que percibe únicamente ingresos por turistas que visitan la comunidad gracias a paquetes turísticos gestionados por una operadora privada externa. Por lo tanto, no se generaron resultados y no entraron en el análisis de turismo comunitario, visto como un modelo de gestión.

FORTALECIMIENTO ORGANIZATIVO

El eje Fortalecimiento organizativo, según la Tabla 1, presenta que, de los 5 indicadores considerados para este eje, entre las 6 comunidades estudiadas (total 30 criterios analizados), 11 se cumplen y 19 cumplen de forma parcial. Estos criterios se encuentran distribuidos de la siguiente manera: en la comunidad Nampaweno, 3 indicadores sí se cumplen y 2 parcialmente; en Yawepare, 1 de forma total y 4 parcialmente; en Miwaguno, 1 sí se cumple y 4 parcialmente; en Guillero, 3 se cumplen y 2 parcialmente; en Quehueiri’ono, 2 se cumplen y 3 parcialmente; y finalmente Nenkepare, 1 se cumple y 4 parcialmente; aquí se puede observar que el indicador que más se cumple en este eje es el FO3.

En relación con los resultados observados se considera que, las asambleas no se realizan frecuentemente (FO1); existe una escasa presencia de relaciones de líderes locales con actores externos en algunas comunidades (FO2) lo que afecta indirectamente las negociaciones y gestiones plasmadas en proyectos.

En todas las comunidades se realizan elecciones democráticas (FO3), en las que participan los miembros en la toma de decisiones (FO4) de forma parcial.

La representación legal (FO5), pese a las limitaciones que enfrentan las comunidades para regular las actividades turísticas, solo se registra en una sola comunidad; sin embargo, este registro no es aceptado dentro de la zona del Parque Nacional Yasuní. Las otras cumplen parcialmente al estar registradas bajo otro tipo de amparo legal para la realización de un turismo comunitario.

Tabla 1: Fortalecimiento organizativo 

Fuente: Adaptado de Calle (2019:87-88)

REVITALIZACIÓN DE LA CULTURA

En cuanto a Revitalización de la cultura, la Tabla 2 muestra que, de los 5 indicadores considerados para este eje, entre las 6 comunidades estudiadas (total 30 criterios analizados), 16 se cumplen totalmente, 9 se cumplen de forma parcial y 5 no se cumplen. Estos criterios se encuentran distribuidos de la siguiente manera: en la comunidad Nampaweno, 2 indicadores se cumplen y 3 parcialmente; en Yawepare, 3 se cumplen y 2 no se cumplen; en Miwaguno, 3 se cumplen, 1 parcialmente y 1 no se cumple; en Guillero, 2 se cumplen de forma total y 3 parcialmente; en Quehueiri’ono, 3 se cumplen, 1 parcialmente y 1 no se cumple; y finalmente en Nenkepare, 3 se cumplen, 1 parcialmente y 1 no se cumple; aquí se puede observar que los indicadores que más se cumplen en este eje son el RC4 y RC5.

En relación con los resultados observados se identifica la aplicación de sabiduría y técnicas ancestrales en arquitectura (RC1), es visible la ausencia de infraestructura tradicional Waorani; solo el 50 % de las comunidades poseen construcciones con características propias para prestación turística o uso comunal, mas no de vivienda, lo que disminuye esta especificidad característica de la nacionalidad Waorani.

Los indicadores que fortalecen este eje son: aplicación de técnicas y sabiduría ancestral usadas para la elaboración de artesanías (RC2) y el uso de materiales orgánicos y tintas extraídas de plantas para su elaboración. Solo el 50 % de las comunidades cumplen este indicador, mientras que el otro 50 % lo realiza parcialmente.

En cuanto a la aplicación de sabiduría y técnicas ancestrales en gastronomía, se observa que dos comunidades no cumplen con este tipo de actividad debido a que no prestan servicios de alimentos y bebidas (RC3); la ausencia del servicio no representa debilidad, únicamente inexistencia.

En cuanto a las expresiones culturales del patrimonio inmaterial (RC4), en todas las comunidades adultos y ancianos relatan historias a las nuevas generaciones, particularmente cuando permanecen en la casa por condiciones climáticas como la lluvia; cuando llegan turistas el relato de historias y vivencias es una de las actividades nocturnas más cotizadas.

Otro indicador marcado en todas las comunidades es la tolerancia hacia otras culturas, pues el respeto mutuo mejora la convivencia cultural (RC5), debido a que conviven en comunidad con otras etnias, así como reciben turistas.

Tabla 2: Revitalización de la cultura 

Fuente: Adaptado de Calle (2019:87-88)

GESTIÓN DEL TERRITORIO

En cuanto al eje Gestión del territorio expuesto en la Tabla 3, se extrae que, de los 5 indicadores considerados para este eje, entre las 6 comunidades estudiadas (total 30 criterios analizados), 9 se cumplen y 21 se cumplen parcialmente. Estos criterios se encuentran distribuidos de la siguiente manera: en la comunidad Nampaweno, 1 indicador se cumple y 4 parcialmente; en Yawepare, 1 indicador se cumple y 4 parcialmente; en Miwaguno, 1 indicador se cumple y 4 parcialmente; en Guillero, 4 se cumplen y 1 parcialmente; en Quehueiri’ono, 2 se cumplen y 3 parcialmente; y en Nenkepare los 5 indicadores se cumplen. En este eje el que más se cumple es el GT2.

En relación con los resultados observados se considera que, respecto al uso y ahorro eficiente de agua y energía (GT1), en una de las comunidades existen reglas como apagar el generador de luz durante el día y la madrugada, lo que contribuye a disminuir la alteración en la vida nocturna de las especies y la disminución de carbono, mientras que en las demás se cumple parcialmente.

En cuanto a la detección de características particulares del patrimonio natural (GT2), cada comunidad posee atractivos de gran valor en flora y fauna nativas, incluyendo saladeros como atracción para especies nativas en ciertas horas del día, entre otros.

En relación con las medidas para evitar contaminación natural (GT3), se identifica que las comunidades dentro del PNY emplean conocimientos fuertes de manejo de desechos, empero de las comunidades ubicadas fuera de este lugar; no obstante, cumplen parcialmente este indicador.

En el indicador referente a producción sustentable (GT4), en las comunidades bajo estudio se visualizan huertos orgánicos; una posee actividad piscícola con una especie nativa conocida como cachama, destinada tanto para la venta como para el consumo de sus habitantes y turistas; también se identificaron proyectos sustentables con otra especie nativa: la chonta.

El indicador conciencia ambiental (GT5) se observa en la asignación de tareas de limpieza entre miembros de la comunidad y la persuasión de sus líderes para que otros miembros no boten basura.

Tabla 3: Gestión del territorio 

Fuente: Adaptado de Calle (2019:87-88)

ECONOMÍA SOLIDARIA

El eje de Economía solidaria, como se aprecia en la Tabla 4, evidencia que, de los 5 indicadores considerados para este eje, entre las 6 comunidades estudiadas (total 30 criterios analizados), 17 se cumplen, 6 parcialmente y 7 no se cumplen. Estos criterios se encuentran distribuidos de la siguiente manera: en Nampaweno, 4 indicadores se cumplen y 1 parcialmente; en Yawepare, 2 indicadores se cumplen, 2 de forma parcial y 1 no se cumple; en Miwaguno, 4 de forma total y 1 parcialmente; en Guillero, 4 se cumplen y 1 parcialmente; en Quehueiri’ono, 1 de forma total, 1 parcialmente y 3 no se cumplen; finalmente en Nenkepare 2 se cumplen de forma total y 3 no se cumplen; aquí se puede observar que el indicador que más se cumple en este eje es el ES2, seguido del ES1.

En relación con los resultados observados, se considera que en el eje Economía solidaria el indicador más fuerte es la creación de fuentes de trabajo y nuevas oportunidades para los habitantes comunitarios (ES1); debido a la venta y elaboración de artesanías donde todos sus residentes pueden ofertar productos adicionales a los servicios turísticos. En una comunidad de estudio los ingresos también provienen de la entrada y no cobran por el espacio para acampar.

Otro indicador muy importante es el apoyo económico a grupos vulnerables (ES2); en todas las comunidades se identifica de diversas maneras apoyo a personas con capacidades diferentes y ancianos.

En dos de las comunidades no se identificó el indicador que redistribuye los ingresos direccionados a salud, educación e infraestructura, entre otros que benefician en general a toda la comunidad (ES3), debido a la baja o inactiva presencia de turistas y/o visitas. En el resto de comunidades se brinda apoyo; sin embargo, no se obtuvo evidencias de sistemas que permitieran confirmar transparencia en los procesos.

No se logró identificar en dos de las comunidades el indicador referido a la mejora de la calidad de vida comunitaria (ES4), por la baja o nula visita de turistas.

En cuanto el indicador de creación de mercado de venta para productos locales (ES5), se identifica, con la llegada de turistas o visitas a una comunidad, que miembros de otras comunidades vecinas se aproximan a vender sus artesanías, o los turistas son llevados hacia otras comunidades, de esta manera se benefician todos quienes habitan en esa zona. Sin embargo, no se evidencia una gestión de comercialización suficientemente fuerte para la venta y por este motivo se valora con un nivel bajo.

Tabla 4: Economía Solidaria 

Fuente: Adaptado de Calle (2019:87-88)

GOBERNANZA

El eje Gobernanza detallado en la Tabla 5, muestra que, de los 5 indicadores considerados, entre las 6 comunidades estudiadas (total 30 criterios analizados), 7 se cumplen totalmente, 18 parcialmente y 5 no se cumplen. Estos criterios se encuentran distribuidos de la siguiente manera: en Nampaweno, 2 indicadores se cumplen, 2 parcialmente y 1 no se cumple; Yawepare, 1 indicador se cumple, 3 de manera parcial y 1 no se cumple; en Miwaguno, 2 indicadores se cumplen y 3 de forma parcialmente; en Guillero 4 indicadores se cumplen y 1 no se cumple; en Quehueiri’ono 1 se cumple, 3 parcialmente y 1 no se cumple; y finalmente en Nenkepare 1 se cumple, 3 parcialmente y 1 no se cumple; aquí se puede observar que el indicador que más se cumple en este eje es el G4.

En relación con los resultados observados se considera que existen relaciones débiles entre las comunidades y el sector público que ayudan a satisfacer las necesidades locales respecto al turismo comunitario, como: impulsar políticas públicas que beneficien sus emprendimientos relacionados con el sector, promoción, servicios, entre otras. Vale resaltar que, de las entrevistas realizadas, el experto en turismo comunitario, Enrique Cabanilla, menciona que estos temas son tomados en cuenta en otros países como Bolivia y Perú.

Según la entrevista realizada a Galindo Parra, vicepresidente de la FEPTCE, los servicios básicos formarían parte del eje de calidad; sin embargo, para el presente estudio se han integrado a la gestión pública, debido a las casi inexistentes acciones del Estado para las comunidades en el área de estudio. Esto se alinea con la debilidad evidente en las políticas públicas como un factor de retroceso o estancamiento de iniciativas locales (Akbar, Zhaoping, Mazbayev, Seken & Udahogora 2020; Stoffelen, Adiyia, Vanneste & Kotze 2020). Empero, en la mayoría de las comunidades se evidencia la existencia de servicios relacionados con la infraestructura creada para la industria petrolera y sus estaciones que operan en la zona.

En el indicador de conectividad (G1) se constata una cobertura en casi todas las comunidades provenientes de la operadora pública Corporación Nacional de Telecomunicaciones.

En el indicador de salud y educación (G2) las comunidades del sector El Pindo poseen centros de salud a una distancia media y, para dos de las comunidades ubicadas fuera del Parque Nacional, y dentro del Territorio Ancestral de la nacionalidad Waorani, el servicio es inexistente. En cuanto a la educación, se deben recorrer largas distancias, esto dificulta el acceso a los centros de estudio. En tres comunidades existen centros educativos. Un caso particular es que la infraestructura visible y con alto nivel de organización de Guillero se atribuye a su cercanía a la estación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), a las visitas del personal de esta institución educativa a la comunidad y también a la ONG. Según los comuneros, la visita a la comunidad es permanente; sin embargo, la presencia pública resulta casi inexistente.

Los indicadores fuertes en este eje se logran por la participación del sector público y de la cooperación internacional mediante los testimonios de la población dentro del Parque Nacional Yasuní, en estos constan estudios y fomento para desarrollo sustentable (G4) por medio de planes de manejo de comunidades realizados dentro del área protegida.

En cuanto a la promoción, participación en ferias, exposiciones (G5), según expresaron dos comunidades, a través de las unidades de Control Turístico de la Zonal 2 del Ministerio de Turismo (MINTUR) recibieron apoyo en publicidad. Se evidencia en el Museo MACCO, perteneciente al Municipio de Francisco de Orellana, una participación de las comunidades de la nacionalidad Waorani en exposiciones locales. No obstante, la mayoría de comunidades no cumplen eficientemente el indicador.

Tabla 5: Gobernanza 

Fuente: Adaptado de Calle (2019:87-88)

CALIDAD

En Calidad, Tabla 6, se obtiene que, de los 5 indicadores considerados para este eje, entre las 6 comunidades estudiadas (total 30 criterios analizados), 12 se cumplen totalmente, 12 parcialmente y 6 no se cumplen. Estos criterios se encuentran distribuidos de la siguiente manera: en la comunidad Nampaweno 4 indicadores se cumplen y 1 parcialmente; en Yawepare 2 indicadores se cumplen, 2 de forma parcial y 1 no se cumple; en Miwaguno 2 indicadores se cumplen de forma total, 2 de forma parcial y 1 no se cumple; en Guillero 3 indicadores se cumplen, 1 parcialmente y 1 no se cumple; en Quehueiri’ono 1 se cumple, 2 parcialmente y 2 no se cumplen; y en Nenkepare 4 se cumplen de forma parcial y 1 no se cumple; aquí se puede observar que el indicador que más se cumple en este eje es el C1.

En relación con los resultados observados se considera que, según la entrevista realizada al vicepresidente de FEPTCE, Galindo Parra, este eje se refiere al mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad y, por ende, la del turista. Para la presente investigación se toma en cuenta a partir de los conocimientos relacionados con el turismo que beneficien a las comunidades, lo cual se deriva también en una imagen positiva ante el turista. Se identifican esfuerzos comunitarios en la parte operativa, pero existe debilidad en conocimientos de mercadeo y de administración.

En cuanto al indicador guías legalmente registrados (C1), cuatro de las comunidades de estudio poseen al menos un guía con licencia actualizada acreditada por el MINTUR. Dos de las seis comunidades no poseen guías con licencia actualizada.

Sobre el indicador accesibilidad al destino (C2) se requieren permisos para estos sectores y se consideran, para su valoración la distancia y alternativas de acceso.

En lo referente a la capacitación en servicios turísticos, conocimiento ambiental, agrícola, entre otros (C3) son actividades cotidianas generadas por algunas comunidades. Hecho que parte en gran medida de la capacitación recibida por las comunidades ubicadas en el PNY, diferencia que se contempla entre las comunidades ubicadas dentro y fuera del Parque Nacional.

Infraestructura turística y señalética (C4): con base en la visualización de campo se comprueba la existencia de rótulos informativos tanto para comuneros como para turistas.

En el indicador variedad de servicios (C5), dos comunidades ofertan actividades y paquetes turísticos; en su mayoría existe un considerable nivel de calidad de artesanías y especificidad de oferta. En las dos comunidades fuera del PNY y en el territorio de la nacionalidad Waorani, se evidencia durante la visita de campo que en una comunidad no existe oferta de servicios turísticos y otra posee servicios parciales debido a la reciente reactivación turística. Adicionalmente, a la fecha de estudio, desde la ciudad Francisco de Orellana (el Coca) hacia Bameno, el valor para voluntarios y/o estudiantes por cuatro días es $300, incluye comida, hospedaje y transporte.

Desde El Pindo hacia Bameno, el transporte terrestre hasta Shiripuno y de Shiripuno a Bameno es de $80 por cuatro días con no menos de tres pasajeros; el costo por estadía y alimentación es de $100 por pasajero. Hacia Guillero, el transporte en lancha es de $60; de hotel, $15, y de comida, $4. Si los turistas traen la comida en viajes grupales, el valor por día del cocinero es de $25; guía para grupos hasta nueve personas es de $25 y presentación cultural, $60.

La comunidad de Nenkepare, en la actualidad, trata de reactivar el turismo en la zona del territorio Waorani; la entrada tiene un costo de $15, incluye estadía del turista y cocina si desea preparar sus alimentos. Si desea servicios de cocinero especializado, el precio es de $10, $15 o $20, según el número de días sin importar la cantidad de personas del grupo.

El transporte ida y vuelta desde el embarque de Shiripuno es de $60 por grupo de hasta 10 personas. En Yawepare, la entrada es de $15 y estudiantes $10, por permanecer unas horas con la comunidad conociendo su cultura, historia, actividades de recreación practicando con cerbatana original de cacería, observación de elaboración de artesanías y compra de las mismas.

Tabla 6: Calidad 

Fuente: Adaptado de Calle (2019:87-88)

Como se puede observar a través de la evaluación en relación con los ejes del turismo comunitario, se confirma, “que mejora todos los aspectos de la vida, para lograr un equilibrio armonizado y de bien común” (Cabanilla 2016:50), esto exige mejorar la vida comunitaria procurando el bien común y el equilibrio en el territorio.

El estado situacional actual de este modelo de gestión turística, al ser controlado por la población local influye positivamente en los diferentes ejes. Contribuye, además, al mejoramiento de capacidades de los actores locales en la diversidad productiva del territorio, y responde como un mecanismo y herramienta para procurar el alimento y el control dentro de las cadenas de producción de los campesinos (Villarejo 2015).

Teniendo presente que la lógica capitalista que expulsa y/o margina a los pueblos y comunidades tradicionales muy difícilmente sería la misma lógica que contribuya a su sobrevivencia (Montenegro 2009) y al tener claro que las poblaciones locales no deben ser una especie subcontratista, ni estar sometidas a las empresas capitalistas que buscan explotar recursos de sus territorios (Campagne & Pecqueur 2014), se podría ver una lógica que estaría protegiendo a los territorios rurales del mercado (Martínez y Clark 2015), con lo cual el turismo comunitario contribuye en un desarrollo fuera de lógicas del mercado y beneficia a las lógicas comunitarias de la zona de estudio.

Las iniciativas comunitarias contribuyen a mantener e impulsar valores y recursos específicos mediante actividades económicas alineadas a cada territorio. Por ello, el turismo comunitario no debe presentarse únicamente como una propuesta económica.

CONCLUSIONES

En este estudio se consideró los seis ejes propuestos por la FEPTCE para la gestión del turismo comunitario: gestión del territorio, revitalización de la cultura, gestión del territorio, economía solidaria, gobernanza y calidad, con indicadores identificados que pueden adaptarse o aplicarse según las particularidades existentes en cada territorio, sin llegar a ser una receta general para futuras investigaciones.

En los emprendimientos de las comunidades de la nacionalidad Waorani, la principal motivación para involucrarse con el turismo se fundamenta en que sus habitantes relacionan a este turismo en armonía con su entorno, por ser una actividad que genera recursos económicos equitativos y sostenibles en su territorio.

La carencia de políticas públicas, accesibles a las comunidades para su registro y reconocimiento dentro del sector turístico, genera invisibilidad de la información de sus dinámicas reales, esto disminuye la posibilidad de que el turista conozca estos emprendimientos de turismo comunitario y sus servicios; así como actividades y condiciones ofertadas en cada comunidad de la Nacionalidad Waorani en el Yasuní.

Las comunidades bajo estudio relacionan principios y valores en su gestión en concordancia con los ejes anclados al turismo comunitario, estimulan su conciencia de conservación individual y colectiva, contribuyen a la revitalización cultural, inciden en la mejora de la calidad de vida mediante los ingresos derivados del turismo y al satisfacer las necesidades inmediatas se reducen las posibilidades de salir de su territorio.

Es indispensable que los procesos de capacitación sean de forma integral, con el fin de no crear dependencia de la comunidad local de agentes externos como: ONG, entidades públicas o la empresa privada, en procura de una mejora continua y fortalecimiento de las capacidades endógenas para un desarrollo sustentable, seguido de un monitoreo de nuevos requerimientos de las comunidades al realizar esta gestión turística y en el contexto de globalización. El apoyo permanente en el ámbito de su aptitud frente a este servicio contribuye a mejorar la calidad de vida de los habitantes locales y potencializa la labor de conservación de sus recursos naturales.

Las relaciones son débiles entre las comunidades de estudio y el sector público en el eje de fortalecimiento organizativo, situación que, al estar ligada a la gobernanza, influye significativamente en la gestión del territorio. De los resultados presentados existe similitud entre estos tres ejes, principalmente, el fortalecimiento organizativo y la gobernanza, que influyen en la gestión del territorio de cada comunidad de la Nacionalidad Waorani donde se realiza turismo comunitario en el Yasuní

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Recibido: 31 de Julio de 2020; Aprobado: 06 de Diciembre de 2020

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