Introducción
Los factores culturales de una población o comunidad, son un aspecto de relevancia, considerando que son estos factores o costumbres, los que caracterizan a los miembros de un grupo humano, siendo nuestra huella en el tránsito por la vida.
Siguiendo la afirmación universal de la UNESCO (2001) sobre la identidad cultural:
El conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y creencias. p. 75.
Por ello, la intención de esta investigación fue analizar cómo estos factores culturales aportan en la producción de cacao, identificando las perspectivas de los pequeños productores y de los directivos de instituciones públicas competentes en el sector cacaotero.
Cabe recalcar que en Ecuador el sector de la Economía Popular y Solidaria (tercer sector económico) es fundamental para el desarrollo productivo, visto como una alternativa económica que fomenta la asociatividad. De acuerdo a lo estipulado en la LOEPS (2011, p. 5) en su Art. 8, “Formas de Organización. - Para efectos de la presente Ley, integran la Economía Popular y Solidaria las organizaciones conformadas en los Sectores Comunitarios, Asociativos y Cooperativistas, así como también las Unidades Económicas Populares”.
En este estudio se ha tomado el esquema de la asociatividad, pues se consideró que este presenta beneficios dentro del encadenamiento de comercialización de los pequeños productores rurales, mismos que se tornan difíciles de alcanzar al trabajar de manera independiente.
Se escogió el sector cacaotero, al estar la economía ecuatoriana ligada a la producción de cacao desde la época Colonial, además que “gracias a sus condiciones geográficas y su riqueza en recursos biológicos, es el productor por excelencia de Cacao Arriba fino y de aroma (63% de la producción mundial)” (Asociación Nacional de Exportadores de Cacao [ANECACAO], 2019, p. 3). Ecuador es productor por excelencia de cacao reconocido durante siglos en el mercado internacional, lo que se refleja en el constante incremento de las exportaciones del sector. (Ministerio de Agricultura y Ganadería [MAG], 2019).
Asociatividad de pequeños productores.
Coraggio (2020, p. 12), expresa que dentro de la Economía Popular las formas de organización pueden ser intra-organización (trabajo doméstico de reproducción, emprendimientos mercantiles familiares, comunidades primarias, cooperativas, mutuales, sindicatos, clubes de barrio) o bien entre organizaciones (comercio justo, etc.). Pero dentro de Ley Orgánica de Economía popular y Solidaria (LOEP) en Art. 8, se establece que integran la Economía Popular y Solidaria las organizaciones conformadas solo en los Sectores Comunitarios, Asociativos y Cooperativistas, así como también las Unidades Económicas Populares. Es así que la Economía Popular y Solidaria en Ecuador se convierte en una oportunidad de dar valor al trabajo colectivo, disminuyendo brechas entre ricos y pobres.
La presencia y trabajo de los pequeños productores es fundamental, siendo considerados actores de un desarrollo sostenible “los pequeños agricultores son actores clave en la búsqueda de un modelo de desarrollo agrícola más incluyente y sostenible desde un punto de vista social y ambiental” (Naciones Unidas [ONU], 2015, p. 2).
Es importante que en busca de un mismo objetivo estos trabajadores agrícolas unan sus esfuerzos y se agrupen, formando así la asociatividad. Para Borja, Quinatoa, & Baculina (2017), la asociatividad según la cosmovisión indígena es la de trabajo comunal, es ayuda mutua y cooperación para lograr un fin determinado.
La implementación de una asociación facilita compartir técnicas o tecnologías, mejorar canales de comercialización y acceso a mercados financieros, en búsqueda de entornos competitivos e innovadores (Burgos Cañas & Fonseca Pinto, 2020).
Cultura y agricultura.
Al hablar de agricultura, se afirma que desempeña un rol esencial en el desarrollo económico de los países, juega un papel importante en el proceso de adquirir riquezas, más aún en los países en desarrollo porque su población depende de la agricultura para su subsistencia. Según la historia, son pocos los países que alcanzaron un crecimiento económico desvinculado del crecimiento agrícola, dado que la agricultura es el origen de suministros de alimentos de todas las naciones. (Bula, 2020).
La agricultura vista como identidad cultural, como forma de vida no tiene valor monetario, siendo la identidad cultural de las comunidades rurales un factor importante, porque no se trata solamente de generar riquezas, de dinamizar la economía y buscar el desarrollo de una nación, se trata de las personas y de su supervivencia como cultura. Pero en las estadísticas comerciales la agricultura es solo considerada una actividad económica (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO], 2005).
En Ecuador la agricultura se destaca por su participación relevante dentro del ámbito económico, social y productivo, protagonizando la historia económica del país, sobresaliente en el auge agrícola que vivió el país con el boom cacaotero y bananero, siendo uno de los sectores que aportan significativamente niveles entre el 8% y 9% en el PIB nacional, para el año 2021 el aporte de la agricultura al PIB fue de 9.4% de acuerdo a datos del Banco Mundial (Grupo Banco Mundial, 2023).
Producción cacaotera del ecuador.
La economía del Ecuador, se ha vinculado a la producción de cacao desde tiempos remotos, destacado como un cultivo que ha favorecido indudablemente a su economía y sociedad. El cacao ha sido el producto de exportación más antiguo del país, conocido como “Pepa de Oro”, destacando que por más de un siglo ha influido en el orden socioeconómico del país en el marco internacional al ser el principal insumo para la industria de chocolate. Sepúlveda, Maza, Uldemolins, & Cantos (2022).
En la actualidad uno de los pilares más relevantes en el sistema económico ecuatoriano es la producción y exportación de cacao, “este producto ha ganado un reconocimiento mundial por sus características especiales de aroma y color, valoradas para la preparación de revestimientos de chocolates finos, coberturas, etc., lo cual se considera una de las fortalezas económicas que tiene el país” (Vargas, et al, 2022, p. 6).
Romero y Tómala (2016) mencionan que los Estados Unidos consumen más del 35% de la producción de cacao del Ecuador, convirtiéndose en el principal demandante de este producto; seguido de Holanda país dedicado a la industrialización del cacao, produciendo chocolatería fina, consumiendo un aproximado del 14% del cacao ecuatoriano (p. 23).Italia es uno de los grandes países europeos en donde se encuentra presente el producto ecuatoriano y se “comercializa una gran variedad de barras de chocolate negro elaboradas con cacao nacional y cuyos empaques especifican el - origen Ecuador -, siendo éste un factor que aporta valor agregado a dichos productos, dado al prestigio internacional del sector cacaotero del país”. (Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones del Ecuador [PRO ECUADOR], 2017, p. 2).
Esta realidad es gracias a la actividad agrícola que realizan en primera instancia los pequeños productores, siendo los protagonistas silenciosos del reconocimiento y competitividad que ha ganado el Ecuador en los últimos años en el marco de la producción cacaotera. Realidad que evidencia el Ministerio de Agricultura y Ganadería del Ecuador [MAG], el cual da a conocer que “el Cacao Fino y de Aroma es cultivado por 100 mil familias. El 99% son pequeños productores (área de siembra menor a 10 hectáreas) que con esfuerzo logran que el país sea líder mundial en el sector”. (PRO ECUADOR, 2017).
En un estudio de Sepúlveda, et. al. (2017), se conoce que los pequeños productores que producen con etiquetas de calidad, dan valor agregado a su producción y, a la vez, mayor confianza al consumidor, siendo aquellos que realizan una producción orgánica respetuosa con el medio ambiente. En la Provincia de Manabí el 29,3% de agricultores producen, o han producido con una etiqueta de calidad. Aquellos pequeños productores que deciden incursionar en sistemas agradables con el medio ambiente, no orientan sus decisiones en factores rigorosamente económicos, confesando que el beneficio principal al producir con etiquetas de calidad es mejorar el acceso al mercado y resaltar el origen del producto, es decir su identidad cultural.
Metodología
La investigación se encuadró metodológicamente en el paradigma interpretativo, recopilando datos cualitativos, al no pretender estudiar una relación causa y efecto entre dos variables. Coincidiendo con Sánchez Molina & Murillo Garza (2021, p. 154), que el principal interés del análisis cualitativo es captar la realidad social a través de la mirada de quienes están siendo estudiados, la comprensión de los fenómenos, partiendo de la percepción que tiene el sujeto de su propio contexto. Se estableció como objetivo: identificar como los factores culturales influyen en la producción de cacao, tomando como caso de estudio asociaciones de pequeños productores cacaoteros de la provincia de Manabí.
Se optó por el estudio de caso, considerando la asociatividad de pequeños productores cacaoteros de la provincia. Meirinhos y Osorio (2010), mencionan que el estudio de caso es un método adecuado cuando se tiene una problematización del tema que se inicia con un “por qué” o “cómo” (ocurre esto o aquello); y cuyos objetivos y marco teórico se encuentren perfectamente identificados. (Como se citó en Schwab et al., 2020, p. 201). Las técnicas utilizadas fueron entrevistas semiestructuradas realizadas en dos instituciones públicas competentes en el sector cacaotero: director del Instituto de Economía Popular y Solidaria (entrevistado 1), y director del departamento de Fomento Productivo del Gobierno Provincial de Manabí (entrevistado 2); y Focus Group en tres asociaciones de pequeños productores de cacao de la provincia de Manabí. Ambas muestras fueron escogidas por las investigadoras bajo un muestreo intencional.
Es importante indicar que, al existir varias asociaciones, se escogieron de acuerdo a su organización, su trayectoria y sus niveles de producción, las cuales se encuentran registradas en las bases de datos del Gobierno Provincial de Manabí, departamento de Fomento Productivo.
Los datos recopilados fueron objeto de un análisis de contenido categorial, basado en la teoría de Isabel Guerra, siendo este análisis la descripción del fenómeno de estudio, el cual debe ser un análisis presentado de forma clara y detallada utilizando matrices de análisis de información dando cumplimiento al objetivo de la investigación (Guerra, 2006)
Resultados
Los pequeños productores de cacao se caracterizan por ser personas sencillas, trabajadoras, que gustan de vivir en la zona rural (campo) denominándose orgullosamente campesinos, generalmente aquellos que habitan en estas zonas se dedican a las actividades propias del lugar, agricultura, ganadería y avicultura. En su mayoría manifestaron que son propietarios de fincas pequeñas o como ellos les llaman familiares, sosteniendo entre 2 y 10 hectáreas de producción exclusivamente de cacao. Se destaca que la actividad de producción de cacao transciende de generación en generación. Particularmente, los miembros de la asociación C manifestaron que toda su vida han estado inmersos en la agricultura, afirmación que coincide con el sentir de los productores de la asociación B, testificando que sobre todo disfrutan y aman lo que hacen. Reiteran que toda su vida han hecho producir la tierra. El cacao ecuatoriano es reconocido como uno de los mejores del mundo, lo cual es certificado por los miembros de la asociación A, indicando que en su zona existe la mejor calidad de cacao, refiriéndose a la variedad fino de aroma, debido a los factores culturales que predominan al momento de cultivar la tierra. Este argumento es consolidado por los miembros de la asociación B, confesando sentirse orgullosos de sus costumbres y certificando que el cacao es su identidad cultural.
El Gobierno Provincial de Manabí (GPM) a través del departamento de fomento productivo, trabaja de forma directa con las tres asociaciones visitadas, al contar con técnicos que se encuentran inmersos en el campo, los cuales se encargan de implementar proyectos, dar acompañamiento y evaluarlos. Claro ejemplo es el Proyecto de la certificación orgánica, que tiene como finalidad crear consciencia en los pequeños productores para no contaminar ni el producto ni el ambiente, y poder acceder a los sellos de calidad y exportar el producto. Esta transformación no ha sido fácil de lograr, siendo un arduo proceso que los pequeños productores acepten combinar sus costumbres, sus prácticas ancestrales con nuevas e innovadoras técnicas de producción. Sin embargo, no ha sido imposible, hoy en día tanto la asociación A como B producen cacao orgánico de buena calidad, resultado de la fusión de prácticas culturares y ecológicas. Además, el departamento de fomento productivo del GPM mantiene convenios y proyectos con investigadores extranjeros, y gracias a eso, los pequeños productores de la asociación “B” han recibió capacitaciones de investigadores japoneses, logrando implementar un laboratorio de investigación de cacao.
A pesar de estos aspectos positivos, los pequeños productores manifestaron gran inquietud en cuanto a la continuidad de la actividad agrícola y producción cacaotera, afirmando que los actores de esta actividad son de edades avanzadas entre 40 y 60 años de edad, y muchos que aún continúan a pesas de tener más de 70 años. Esta realidad genera preocupación a largo plazo, dado que la juventud actual opta por dedicarse a otras actividades. Particularmente esta problemática de rechazo de las nuevas generaciones en cuanto a dedicarse plenamente al campo como lo han hecho sus ancestros, lo atribuyen a la situación económica que se presenta en el agro. La juventud prefiere arriesgarse migrando a la ciudad para estudiar o trabajar, en busca de mejores oportunidades, abandonando parcial o totalmente la herencia de producción de cacao.
Discusión
La cultura montubia que corresponde al campesino dedicado a la agricultura, permite analizar el enfoque de la economía rural, lo que se relaciona a lo que presenta la Organización Internacional del Trabajo (2017), tales costumbres montubias en el caso del pequeño productor cacaotero de las asociaciones estudiadas, se conoció que dentro de las actividades económicas que ellos realizan, esas costumbres montubias han ido transformándose.
Para las asociaciones de pequeños productores señaladas en este estudio, esta transformación no fue un proceso fácil, pero se logró gracias a la intervención de otras culturas tanto nacionales como internacionales. Muñoz, Morillas, & Núñez, (2019) manifiestan que “en la actualidad la cultura experimenta rápidos y constantes cambios para los que no siempre se está preparado o no se cuenta con la flexibilidad y permeabilidad suficientes para reformular estructuras” (p. 441). Por su parte Camarero de Grammont, & Quaranta (2020) expresan que los cambios socioeconómicos y culturales en el campo no sólo generan territorios agrícolas de especialización flexible, sino que redefinen las formas de vida. Los pequeños productores cacaoteros han experimentado cambios en el ámbito del conocimiento hacia nuevos enfoques de la producción y los mercados, gracias a la intervención y mediación de algunas de las instituciones competentes, orientándolos a tomar nuevas decisiones en relación a los procesos productivos, identificando la importancia de sus factores culturales en el proceso de producción, porque es justamente eso lo que hace atractivo el producto a los consumidores y se convierte en su identidad cultural y puerta de entrada hacia el mundo (Fajardo, 2011, p.14). Para Ureta & Fernández (2020) el mundo actual plantea nuevas formas de actuación, transformando la sociedad, adaptando nuevos elementos a la cultura mediante ciencia y tecnología, transfiriéndose innovación a otros territorios, replanteando esquemas, fortaleciendo los establecidos, sin minimizar la importancia de las bases orientadas.
Algunos de estos elementos como la producción orgánica, la producción ética y de comercio justo, contenido, origen y tipo del cacao, entre otros atributos, pueden diferenciar este producto ecuatoriano del resto del mundo Sepúlveda, Ureta, Mendoza, & Chekmam (2018) ya que tienen implícitos factores culturales que los destacan.
Por otro lado, el tema de la identidad cultural se ha vuelto un eje de preocupación tanto para los pequeños productores como para los directivos de las instituciones, ambos afirman que, en la actualidad, en el campo se encuentran más adultos mayores, los jóvenes optan por dedicarse a otras actividades. Coincidiendo con la opinión de González & Montero, (2020) al señalar que, para muchos jóvenes en la actualidad, la actividad agrícola ha dejado de ser una opción real en sus comunidades como una fuente de sustento que les permita tener condiciones de vida digna. Por su parte Castillo-Quero & Guerrero-Baena, (2019) mencionan que “la tendencia decreciente de la participación de los trabajadores más jóvenes se explica por el hecho de que estos permanecen más tiempo en las etapas educativas” (p. 65). Esta problemática podría cambiar si se dieran mejores oportunidades a la juventud como lo indica Duesberg, Bogue, & Renwick (2017) “El apoyo a la entrada de nuevos agricultores jóvenes podría mejorar tanto la adopción de tecnología como de conocimiento al objeto de mejorar la eficiencia de las explotaciones agrarias, así como sus resultados y desempeño económico-financiero y medioambiental”. (p. 528).
Conclusiones
Los factores culturales aportan en la producción de cacao y son precisamente las costumbres ancestrales las que dan particularidad al producto. Actualmente la intervención de nuevas culturas tecnológicas en las asociaciones presentadas en este estudio, han generado transmisión de conocimientos permitiendo a los pequeños productores comercializar y exportar un producto con mejores características, amigable con el ambiente y que destaca la identidad cultural de estas comunidades.
Es preocupante que la agricultura, actualmente se ha convertido en una actividad que no despierta interés en la juventud, dado que los réditos son mínimos y los esfuerzos son muy considerables, por lo que ellos buscan mejores oportunidades migrando a la ciudad. Esta problemática podría ser contraproducente en la preservación de sus costumbres y por ende afectar la sostenibilidad de la actividad agrícola, siendo la forma como han producido tradicionalmente, el principal elemento reconocido por las otras culturas.
Esta investigación se constituye como una importante contribución científica, al no encontrarse en la literatura revisada, estudios que relacionen las categorías factores culturales y producción de cacao; así mismo se convierte en una base para nuevas investigaciones, sobre todo de índole cuantitativo, lo que sería relevante para el desarrollo del sector cacaotero de la provincia de Manabí.