Precisando conceptos

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2021, s/p), lo “interactivo” hace referencia a lo “que procede de la interacción” y también “Dicho de un programa: Que permite una interacción, a modo de diálogo, entre la computadora y el usuario.”

Termino que se ha puesto de moda ligado ahora más a la virtualidad, pero lo interactivo siempre ha estado presente en muchas ciencias y en especial en el campo educativo muchos años antes de los aplicativos tecnológicos. Se habla de interactividad en la relación del alumno con sus compañeros de clase al realizar trabajos grupales; interactividad del estudiante al leer un texto o al manipular piezas didácticas para su aprendizaje.

Un dato histórico es las experiencias de aprendizaje interactivo es el museo de ciencia, tecnología y artes de San Francisco hacia los años de 1959 denominado “Exploratorium”, éste y muchos museos más bajo esta modalidad favorecían que sus visitantes en la mayoría estudiantes experimentaran diversos entornos del mundo físico, químico, cinestésico, etc. creando diversidad de estímulos o experiencias sensitivas. (^{Cazelli; Marandino; Studart, 2003} )

El trabajo de investigación realizado por ^{Massarani et. al (2019}) nos presenta que la visita guiada al museo realizada por adolescentes, entre 14 y 17 años con una guía planificada de actividades, crea situaciones donde los estudiantes interactúan con la exhibición llegando a la conclusión de que se alcanza con estas actividades niveles altos de pensamiento y control de emociones.

La principal expresión de la interactividad en estas visitas corresponde a situaciones en las que, simultáneamente, los visitantesinteractúan/conversancon la exhibición (ej. levantan pesas; giran una manivela; caminan dentro de una rueda u observan a través de lupas), a la vez que conversan con otros visitantes de su grupo y comentan cómo se desenvuelven en la exhibición o cómo hacer para lograrlo. (^{Massarani et. al 2019}, p. 475)

Como se aprecia la creatividad del docente como la visita a instituciones públicas o privadas hizo vivencial el aprendizaje es decir interactivo y favoreció una mejor comprensión cognoscitiva y crítica de la realidad.

Otra experiencia interesante es el uso de smartphones en el aprendizaje práctico de la química en la facultad de Ingeniería realizada con estudiantes en Uruguay, cuyos resultados fueron el “aumenta el porcentaje de estudiantes aprobados con calificaciones que superan el 60% establecido como criterio de satisfacción” (^{Pratto ,2019},p.42).Todo ello con el deseo de un mejor aprendizaje motivador e innovador utilizando los medios tecnológicos que los jóvenes tienen a su disposición favoreciendo además la mejora de la relación docente-alumno.

Lo cierto es que lo “interactivo”, tiene varios niveles y formas de darse, desde interactuar con botones a procesos de acciones de sofisticación tecnológica donde hay inmersión en la acción, inmediatez y trabajo activo. Así para algunos “significa más oportunidad de encontrarse con audiencias más disgregada; para otros, mercado donde las reglas tradicionales de transacción se modifican sustancialmente. Para los estudiosos de la comunicación supone el surgimiento de nuevas formas sociales, de nuevos modos de relacionarse y de comunicarse” (^Sadabá,2000, p.140)

Dentro de este marco, en el campo educativo, de manera especial en los estudios universitario, la interactividad en el aprendizaje se expresa en el uso de la tecnología a través de los programas virtuales usados tanto de manera sincrónica como asincrónica donde prima en un solo momento lo visual, cinético y auditivo, al alcance de tu mano. Entonces, el pensar críticamente ha de estar asociado al mayor uso de los procesos interactivos de aprendizaje por su respuesta inmediata, por la capacidad de integrar teoría y práctica, de crear y cuestionar experiencia de aprendizaje de manera gamificada y articulándolo críticamente con lo cotidiano.

Ahora bien, al tratar de precisar qué es el “pensamiento crítico”, nos encontramos con distintas definiciones que nacen del contexto de estudio en que se pretende abordar sea en el ámbito filosófico, social, político, educativo, etc. que en el fondo muchas de ellas son descripciones de procesos cognitivos puestas en acción. Entre estas definiciones tenemos la de Robert Stemberg (1986) que en el abstract de su trabajo lo define como los procesos mentales, las estrategias y las representaciones que las personas usan para resolver problemas, tomar decisiones y aprender nuevos conceptos.

La conceptualización que hace Ennis, sobre el pensamiento crítico lo encuadra en tres dimensiones que son: la Lógica, la criterial y la pragmática centrándose en el sujeto que puede juzgar, decidir y actuar de manera razonable llegando a juicios de valores sobre los acontecimientos. Entonces el pensamiento crítico es un procedimiento cognitivo elaborado donde la razón aborda otros indicadores del pensamiento desarrollando la capacidad de analizar y juzgar y la apertura mental. (Ennis 2001,2011,2016)

Desde el punto de vista de Facione, el pensamiento crítico responde al buen juicio intencional que una persona debe llegar al actuar y al autorregular su forma de pensar, entonces será “juicio serio o de toma de decisión reflexiva, en sentido muy real” (^Facione,2007 p.8). Este autor ha desarrollado junto a otros colegas el “Inventario de Disposición del Pensamiento Crítico de California” (California Critical Thinking Disposition Inventory -CCTDI; ^{Facione y Facione,1992}; ^{Facione et al., 2000}) que mide las disposiciones o actitudes del pensamiento crítico que se basan en ser: inquisitivo, juicioso, buscador de la verdad, confianza en la razón, de mente abierta, analítico y sistemático. (^Facione,1990).

^{Watson-Glaser desarrollan el instrumento Critical Thinking (WGCTA; Watson & Glaser, 1980}) que mide las habilidades y capacidades requeridas en el pensamiento crítico. Estos autores definen el pensamiento crítico como la capacidad para identificar y analizar problemas, así como la búsqueda y evaluación de información relevante para llegar a conclusiones lógicas y apropiadas. (^{Watson & Glaser, 2002; 2012a, b})

^{Paul y Eder (2003}) considera el pensamiento crítico como un ejercicio que mejora el acto de pensar al “someterlo a estándares intelectuales” por el cuál es “auto-dirigido, auto-disciplinado, autorregulado, y auto-corregido” (p.4)

El pensar críticamente ha de tener como finalidad el progreso tanto personal y social, donde se es capaz de responder a la realidad de manera constructiva. En este contexto, el proceso educativo ha de favorecer el desarrollo del pesar críticamente y que éste se convierta en parte integrante de la formación de los estudiantes. (^{Moreno y Velázquez, 2017}).

Podemos afirmar también que es una “disposición que adopta un sujeto a la hora de interpretar y evaluar la información que dispone” ^{Zaldivar (2010}, p.10), autor que también propone un instrumento de medición sobre el pensamiento crítico.

En esta relación estudiante-docente, el aprendizaje interactivo y crítico, no puede perder de vista la “retroalimentación o feedback”, que no solamente evalúa el desempeño señalando fortalezas y debilidades del producto trabajado, o aciertos y errores de ejecución, sino que es sobre todo un factor de cercanía entre el docente y el estudiante donde se potencia sus puntos fuertes de aprendizaje y se actualiza el conocimiento.

La importancia del pensamiento crítico también se ve reflejada en la actualización que se hace de la taxonomía ^{Bloom. La taxonomía de los dominios del aprendizaje de Bloom et al. (1956}) es una propuesta para definir los objetivos de aprendizaje que el docente ha de tenerlo en cuenta para programar sus actividades didácticas y favorecer el desarrollo del proceso cognitivo del estudiante.

En la actualidad la taxonomía de Bloom contempla en su última categoría la dimensión “Crear”. Este cambio se da en el año 2001 en la revisión que hacen un grupo de psicólogos dirigidos por ^{Anderson y Krathwohl (2001}) y se mantiene con la actualización del 2008 para la era digital que se diferencian de la presentada en 1956 que era “Evaluar”.

Entonces el “Crear”, implica “reunir cosas y hacer algo nuevo” y para ello los aprendices deben generar el proceso cognitivo de generar, planear, producir, diseñar, construir, idear, trazar, elaborar, etc (^{Churches,2008}).

Interactividad, aprendizaje y pensamiento crítico

Hoy más que nunca el pensamiento crítico es necesario para abordar a la sociedad del conocimiento y de la información, para no dejarse avasallar por la ingente información que día a día se produce. El conocimiento no solo tiene implicancias sociales sino también políticas, económicas, culturales, etc. y la buena canalización de este fenómeno traerá bienestar y calidad de vida a la persona y la sociedad que haya vislumbrado la necesidad de formar en su población el acceso a la Investigación, desarrollo e innovación. (I+D+I). El conocimiento es la nueva mercancía que se negocia como un factor de diferenciación entre los países que en su desarrollo buscan el progreso de su población.

La importancia del conocimiento no es una valoración nueva, siempre ha existido; lo que sí es nuevo es lo vertiginoso del mensaje y lo cambiante en su profundidad en corto tiempo. Por ejemplo, el virus del covid-19 que al año de esta pandemia no solo tenemos más conocimiento de ella en su forma de trasmisión, en su composición y las variantes, sino que ha generado el esfuerzo científico por la creación de diferentes procedimientos de elaboración de las vacunas que en otras épocas hubieran tardado años en su fabricación y las pruebas en humanos antes de ponerlo en público.

La cultura comunicativa hoy nos pone nuevos retos de comprensión y descodificación del mensaje siendo matizado por los distintos medios o canales de difusión. El receptor del mensaje ha de tener la capacidad y el criterio de seleccionar la información para una mejor asimilación del contenido, diferenciando lo valioso del mensaje del medio por donde se trasmite. En otras palabras, no dejarnos impresionar por lo vistoso o interactivo que pueda ser canal por donde se expresa el mensaje, ya lo advertía Marshal Maclluhan hacia el año de 1964 en su obra Understanding Media: The Extensions of Man, que ahora el “medio es el mensaje”.

En este dinamismo el docente que ha vislumbrado las nuevas exigencias de nuestro tiempo se convierte ahora en el guía o facilitador de las actividades de aprendizaje que incluye las nuevas tecnologías de la Información y comunicación, entonces “el rol del docente también ha sufrido cambios, no debe limitarse a ser solo un trasmisor de contenidos”(^{Sumba et.al,2020}, p.172) Tenemos así, un docente que diseña actividades pre instruccionales con la guía del currículo educativo, que adapta las actividades de aprendizaje a las reales posibilidades del estudiante, un docente que cuidando el núcleo esencial del contenido a saber y descartando lo accesorio.

El aprendizaje interactivo no ha de entenderse solo mediado por la informática; ya que si fuera así en aquellas regiones del país y del mundo donde no hay interconectividad ni los estudiantes tienen acceso a una computadora o Tablet no tendrían un aprendizaje interactivo. La interactividad en el aprendizaje es la serie de actividades que realiza el docente juntamente con sus estudiantes donde el material de trabajo desafía el conocimiento y exige acciones ejecutivas de desarrollo cognitivo elevado llevándolo a encontrar las respuestas buscadas o esperadas. El aprendizaje interactivo es un aprendizaje ligado al movimiento o acción donde a través de actividades didácticas motivadoras lleva al estudiante a profundizar el conocimiento. Estas acciones se pueden hacer de manera individual o grupal porque las actividades han sido planificadas y retadoras para el estudiante

Lo que tenemos es la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación al sistema de enseñanza-aprendizaje. Los entornos virtuales no solamente son un medio de comunicación en algunos casos en tiempo real entre grupos sociales sino también de ayuda en las diversas experiencias de aprendizaje que facilitan el conocimiento no solo a nivel cognitivo sino también de habilidades comunicativas, sociales de trabajo cooperativo, etc (^{Salmerón-Pérez., Rodríguez-Fernández y Gutiérrez-Braojos,2010}) favoreciendo la motivación y el pensamiento crítico.

Así como Vigotsky, invita a que el alumno pase de una zona de desarrollo próximo a otro potencial con ayuda de un compañero más habilidoso, también se ha de pasar de una educación pasiva sin contexto ni crítica a otro que tiene en cuenta la realidad circundante y donde el compañero habilidoso ahora son los medios interactivos bajo la guía del docente. La destreza del docente estará en como a través de estos recursos interactivos virtuales el estudiante señale sus puntos de vista, exprese comentarios críticos de la realidad, analice y sintetice información, etc.

Este encuentro a nivel superior se da de manera especial en las llamadas “aulas o campus virtuales” donde están presentes: las video conferencias, sistema de entrega de trabajo, Sistema evaluativos, espacios de trabajo grupal, etc. donde el espacio físico-presencial no es necesario. La tarea docente es usar todos los recursos que ofrece estas plataformas interactivas y mantener el interés como el aprendizaje de los estudiantes previa planificación de la clase y de los recursos a usar.

Bajo esta mirada el docente ha de favorecer en sus estudiantes el desarrollo del pensamiento crítico junto con las competencias digitales a través de una serie de cuestionamientos a la realidad y que luego lo incorporen en su modo de pensar, así lograremos que se ajusten a “estándares universales intelectuales” que guiaran a un mejor razonamiento y entre ellos está: Claridad, exactitud, precisión, relevancia, profundidad, amplitud, lógica, importancia, justicia (^{Paul y Eder, 2003}, p.11-12)

Finalmente, un docente con manejo de estrategias interactivas y con ideas claras sobre el desarrollo de la competencia del pensamiento crítico favorecerá actividades donde los estudiantes de educación superior logren desarrollar su capacidad investigativa, su amplitud de criterio basado en evidencias e independencia cognitiva y sobre todo con humildad e integridad intelectual.