En la actualidad, los museos son espacios de interacción, negociación, rupturas y prácticas en relación con los discursos museables. Sus orígenes se remontan a los siglos XVI con los gabinetes de curiosidades, que estuvieron abiertos a la producción del conocimiento científico. Los museos de finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX se constituyeron en símbolo de prestigio, ascenso y poder de la burguesía. El debate de la ciencia en el siglo XIX permitió la formación de circuitos intelectuales relacionados con la ciencia, la historia, la antropología y una seria preocupación por la recolección y clasificación de objetos para la construcción del pasado y la identidad de las nacientes naciones.
Los museos modernos nacidos tras la Revolución Francesa (1789-1799) se configuraron como repositorios de bienes aparentes de valores culturales y económicos. Mientras que a nivel latinoamericano los museos se consolidaron como espacios regionales y locales con colecciones que iniciaron entre 1820 y 1830, como producto de las independencias de las coronas española y portuguesa (Cartagena & León, 2014). En el Ecuador, el Museo Nacional no estuvo exento de estas influencias: durante la presidencia de Vicente Rocafuerte (1783-1847), en 1839, se estableció el Museo Nacional del Ecuador que estuvo influenciado por el desarrollo de las ciencias y la construcción de la nación.
La elitey el Estado sirvieron como mecenas para el avance de investigaciones y el desarrollo de las ciencias.Los trabajos científicos se ocuparon de la clasificación y análisis de las colecciones que mantenían los museos, jardines botánicos, galerías, gabinetes ybibliotecas.
Estos gabinetes, dirigidos a un público selecto y privado, era un conjunto heterogéneo de artículos que provocan la fascinación de los espectadores, pues lo que llamaba la atención era el sentido maravilloso que construía la noción de diferencia a partir de una representación basada en lo exótico, lo extraño, lo inexplicable.(Noboa, 2008, p. 151)
En América Latina, los museos nacionales nacieron con la instauración de las nuevas naciones, producto de las independencias. Según Víctor Manuel Rodríguez, “los museos permitieron a las nuevas naciones crear mitos de origen y coleccionar el pasado para proveer un sentido de lo que constituía la nueva nación y a su vez de lo que le pertenecía”.(2015, p.78). En estos espacios se forjaron nuevos sujetos políticos útiles para el Estado, es decir que se formaban ciudadanos para servir a la nación, por lo que el museo se convirtió en un espacio pedagógico de educación de las poblaciones.
La presente propuesta se enfoca en el estudio del primer Museo Nacional del Ecuador, desde su apertura, en 1839, hasta 1876 con la clausura de la Escuela Politécnica Nacional, institución que también contó con gabinetes científicos. A través de esta investigación, se tratará de entender el contexto histórico, la fragilidad de los museos y el manejo de las colecciones artísticas y científicas desde las instituciones del Estado,así como la influencia de viajeros y científicos que formaron parte del cuerpo de profesores de la Universidad Central del Ecuador (1836) y de la Escuela Politécnica Nacional (1869). El tema nace a partir de una pregunta central: ¿cómo se fueron construyendo y resignificando las coleccionesa través de la adquisición de objetos de carácter científico, exótico y artístico para el establecimiento de un museo de carácter nacional?
Para 1819,Colombia tenía un proyecto para la creación de un Museo Nacional, que se concretóen 1824cuando se fundó el museo. En el caso peruano, el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú se creó en 1822, bajo el protectorado del General José de San Martín. El Ecuador no estuvo exento de estas corrientes y, al poco tiempo de instaurada la República, se fundó el Museo Nacional el 15 de enero de 1839, durante la presidencia de Vicente Rocafuerte. El Museo se instaló en una sala del edificio del Colegio Máximo de los Jesuitas, (hoy Centro Cultural Metropolitano, ubicado en pleno Centro histórico de Quito). En la exposición del Ministro de Estado y Relaciones Exteriores de 1839, en la sección de Instrucción Pública, se menciona la creación de un Museo Nacional con el fin deque en pocos años estese convirtiera en un lugar dedicado al estudio de las Ciencias Naturales ydonde los viajeros excitaran su curiosidad:
Aunque el museo que empieza á crearse, no contenga por ahora otra cosa que una galería de las más exquisitas pinturas que han sobrevivido á las revoluciones del tiempo, y a las muestras de las preciosas producciones naturales en que abunda esta región equinoccial, debe esperarse que en el transcurso de pocos años este establecimiento excitara la curiosidad de los viajeros sirviendo á la vez de la escuela practica á la juventud dedicada al estudio de las ciencias naturales. (Gonzáles, 1839, p. 12).
En consecuencia, se pensó en el museo y la biblioteca como una entidad dependiente de la Universidad Central. En 1839 Manuel Bustamante es nombrado bibliotecario y primer director del Museo Nacional (Vásquez, 2005, p. 22). Se buscaba establecer una galería de arte con artistas coloniales reconocidos, iniciando con una genealogía del arte ecuatoriano. En el mensaje al Congreso del 15 de enero de 1839, el dr. Vicente Rocafuerte indica: “(…) seha erigido un museo de pintura, compuesto en gran parte de cuadros del célebre Santiago y elegante Samaniego, en los que brillan el genio que siempre ha distinguido a los habitantes de Quito en el cultivo de las bellas artes”. (Noboa, 2008, p. 154).
La creación del Museo Nacional estaba relacionada con la necesidad de crear espacios de formación de artistas y colocar al Ecuador al mismo nivel que sus pares europeos, pues se consideraba que el arte era un reflejo del progreso de las naciones(Pérez, 2012, pág. 90). A su vez, el Museo era una institución de carácter científico donde se sustentaron los estudios sobre la Geografía, el territorio y la Historia de la nación. Es decir, era el espacio donde se reflejaría el conocimiento racionalizado para reflexionar sobre cuestiones de la naturaleza de los seres humanos, imaginar la nación y sus dominios, legitimarlos ancestros y el territorio, pero sobre todo para mostrar el progreso social, culturaly tecnológicodel país. A su vez que la institución se convertía en auxiliar de los establecimientos de instrucción pública.El Museo formaba parte de un proyecto de reglamentación de la educación pública en el país, que buscó a largo plazo la creación de una Academia de Bellas Artes y Conservatorio de música, es decir una educación especializada que estuviera vigente por los siguientes 15 años(Pérez, 2017, p. 28)
Vicente Rocafuerte no fue el único que buscóel fortalecimientodel Museo Nacional al intentar dotarlo de colecciones. VicenteRamón Roca durante su periodo presidencial(1845-1849) “empezó a proyectar un Museo de Historia Natural y un Museo de máquinas e instrumentos en la Escuela de Artes y Oficios”(Kennedy Troya, 1992, p. 127)ysiguió buscandocolecciones de carácter científico para consolidar el Museo Nacional. Entrelos científicos con los cuales se contactó se encuentra Manuel Villavicencio,2 a quien se le solicita sus colecciones para el Museo de la capital. Villavicencio responde con una carta escrita desde Napo el 20 de abril de 1847:
Al Escmo. Señor Vicente Ramón Roca.
Plausible me ha sido el deseo de V. E. por mejorar el Museo de la Capital, lo que podría realizarse encargándose del departamento de Botánica el Señor Guillermo Jameson, hombre que por su saber en el ramo es una notabilidad entre nosotros. El activo y científico Wiss, que tenía una casi completa colección de piedras, de las rocas del Ecuador podría encargarse con provecho del jeolojia; y las demás ramas podían confiarse a varios conciudadanos que anhelan á por la cosa pública. Si V. E. tomare algunas medidas á fin de que se reuniese la sociedad de ciencias naturales… Me dice V. E que debo ceder parte de mis colecciones porque desea que en su periodo se mejore nuestro museo. Hoy habría tenido el honor de complacerle, si no hubiese remitido antes al Gran Pará la mayor parte de ellas con un compañero de viaje, pero ofrezco á V.E, tomar el más positivo interés para formarlas de lo más singular y bello que se encuentra aquí y entre los bárbaros colindantes, y remitírselas antes de mi partida. Como más aficionado á la zoología, me he consagrado con esmero al estudio de los insectos, y de estos tengo casi completas dos colecciones, de las que remitiré una a V. E. No creo por demás decir á V.E, que en la quebrada llamada Alcantarrilla, sobre el pueblo de Tumbaco, se hallan osamentas y esqueletos de Mastodontes, elefantes fósiles anti-diluvianos, que formarían una rara curiosidad del museo.3
En su mensaje, Manuel Villavicencio hace alusión a varios profesores de la Universidad Central que podrían entregar colecciones para el perfeccionamiento del Museo. Los objetos se encontraban categorizados en ciencias, como Geología, Botánica, Zoología, Malacología, entre otras.Lo que no cabía en una categoría se lo consideraba exótico, quellamaría la atención y podría formar parte de una colección para ser investigado. Esto no fue posible ya que las colecciones privadas de personas particulares fueron sacadas del país; estapráctica era muycomún durante el siglo XIX, ya queno habíauna legislación que impidierala salida de bienes arqueológicos, históricos, etnográficos y científicos del país.
Lamentablemente los esfuerzos que se hicieron para el mantenimiento del Museo Nacional fueron insuficientes y a los pocos años decayó el proyecto.Así lo demuestra un comentario del polaco Alexander Holinski4en 1851, donde señala la ausencia de un museo y galerías artísticas que den cuenta del arte y las ciencias del país, lo cual obligaba a los artistas de la época a ver y copiar los cuadros de las iglesias y conventos. Por otro lado, Juan Castro da cuenta de “la existencia de un museo en Quito fundado por Vicente Rocafuerte a principios de siglo que se encontraba en aquel tiempo en estado ruinoso y seguramente cerrado al público”(Salvat, 1985, p. 202).Así como este, existieron comentarios alusivos de viajeros que no lograban comprender cómo se podían formarartistas sin academiasni museos.
El proyecto no duraría muchos años ya que en el informe del Ministro del Interiorde 1857, se menciona que:“el local del museo se encuentra de tiempo atrás en ruinas, y demanda gastos… Los pocos objetos pertenecientes al Museo, que han podido salvarse de las injurias del tiempo, se hallan en la actualidad depositados en el Convictorio de San Fernando”. (Mata, 1857, p. 68).5 Años después, el MuseoNacional fue declarado en ruina por falta de fondosy de personal adecuado por lo que pasó a manos de la Universidad Central del Ecuador.El Gobierno Provisorio de la República del Ecuadordeclaró,el martes 8 de noviembre de 1859:
Que la Biblioteca y el Museo Nacional se encuentran en progresiva decadencia y casi en total ruina por la absoluta falta de fondos; y que estos establecimientos serán mejor servidos incorporándose a la Universidad Central del Ecuador conservando su carácter deestablecimientos públicos. Además se decide que la junta administrativa de la Universidad arreglara la dirección de la Biblioteca Nacional y del museo, y nombrara la persona o personas que quedando suprimida la renta que la ley de presupuestos asigna al bibliotecario público.6
De esta forma elMuseo Nacional pasó a formar parte de la Universidad Central del Ecuador, institución científica que, desde su creación en 1826,7 buscó formar sus propias colecciones.Con el establecimiento de las áreas de carácter científico debían crearse colecciones para su estudio.Un caso fueron las ciencias médicas y farmacéuticas que formaron colecciones y gabinetes para la práctica de los estudiantes.
Art. 47. - En las escuelas de medicina habrá una biblioteca pública, un anfiteatro y gabinetes anatómicos, un laboratorio químico y farmacéutico, una colección de instrumentos quirúrgicos y un jardín de plantas medicinales. (Muñoz, 1952, p. 79).
La colección del Museo Nacional pasó a formar parte de las colecciones científicas que la Universidad Central empezó a formar desde su nacimiento, pero la larga historia de esta institución no termina con su traspaso a la Universidad Central. Con la llegada al poder, en 1861, de Gabriel García Moreno (1821- 1875) se buscó el establecimiento de instituciones modernas en distintos campos y esferas del conocimiento. Desde la educación se llevó a cabo un programa de profesionalización tanto del arte como de las ciencias. En el casodel arte se trató de consolidar la formación artística por lo que se buscó instalar de manera definitiva una academia de bellas artes. (Pérez, 2017, p.23).También sebuscó potencializar la cienciay fortalecer la religión como fundamento de identidad nacional (Sevilla, 2014, p.123)En 1862 García Moreno pone tanto el Museo Nacional como la Biblioteca Nacional bajo el mando de los jesuitas,quieneshabían regresado al país en 1851, tras su expulsión de los territorios ecuatorianos durante la presidencia de José María Urbina (1804-1891).8
García Moreno promovió el establecimiento de la Compañía de Jesús en el Ecuador y solicitó el envíode cuarenta a cincuenta sacerdotes para atender la educación, así como otrosprofesores formados en ciencias modernas para el manejo de la Escuela Politécnica Nacional, establecida el 27 de agosto de 1869.La función de esta entidad se centraría en la formación de profesores de tecnología, ingenieros, arquitectos, maquinistas y profesores de ciencias, por lo que seenvió al Ecuador un equipo dejóvenes religiosos, alemanes e italianos con preparación científica,quienes, además, se harían cargo del ObservatorioAstronómico de Quito (1873). Entre estos científicos estuvieron JuanBautista Menten, Franz Theodor Wolf, Luigi Sodiro, Joseph Kolberg, Emilio Muellendorf, Luis Dressel, Armando Wenzel, Cristian Boetzkes, José Epping, Eduardo Brugier, Luis Heiss, Alberto Claessen, Clemente Faller y José Honshteter.
Establecida la Universidad Politécnica, García Moreno buscó fomentar el desarrollo de las ciencias a partir de la formación de colecciones, gabinetes y museos de ciencias naturales.“Para 1863 llegaría al Ecuador Don Carlos Hostatercon la tarea específica de preparar un museo zoológico.”.(Kennedy Troya, 1992, p. 131). Otro de los catedráticos que formó colecciones fue el señorGuillermo Jámeson, profesor de Botánica, quien se comprometió, en 1864, a entregar una completa colección de plantas que formarían la base principal de la flora ecuatoriana, además de una sinopsis de las plantas naturales del Ecuador que hubiese observado.9 La formación de colecciones estuvo caracterizada principalmente por objetos locales y por formación de gabinetes y la adquisición de instrumentos europeos que ayudasen al estudio de las ciencias.
“En la antigua casa de la Universidad Central que se ha destinado a la Escuela Politécnica se están preparando los salones para los museos de geología, botánica y mineralogía; un gabinete de física y un laboratorio químico, a cuyo fin se han traído de Europa muchos objetos, aparatos e instrumentos que servirán para el estudio de las ciencias y para la instrucción del pueblo con la exposición al público en los días que estarán dichos museos abiertos para todos. Los artesanos, las mujeres y los niños encontrarán allí la demostración práctica de varios problemas de la ciencia...” (León, 1871, pp. 27 y 28).
Dentro del proyecto de la construcción de lo nacional se encontraba la formación de colecciones y especialmente gabinetes de carácter científico que tuvieron apoyo del Estado para el estudio y desarrollo de las ciencias. El gobierno veía la necesidad de la formación de colección como un elemento primordial para el fomento y el desarrollo de la ciencia, por lo que fue práctica financiada por el Estado. Se destinó un presupuesto para la adquisición de coleccionesy el estudio de las ciencias. Ensu informe de 1871, el Ministro del Interior y Relaciones Exterioresmenciona que Franz Theodor Wolf (1841-1924) viajaría a Europa para la adquisición de objetos y colecciones:
“En París nos quedamos casi un mes para adquirir con la ayuda de cónsul general ecuatoriano -cada uno en su especialidad- las colecciones y los instrumentos necesarios para el primer equipamiento de los museos y laboratorios en Quito, para lo cual el gobierno ecuatoriano había puesto a nuestra disposición una suma considerable. Como todavía no se había nombrado un profesor para zoología, era yo quien tenía que hacer las adquisiciones también para esta especialidad. (León, 1871, pp 27 y 28).
Para el desarrollo de las ciencias y la industria en distintas áreas de conocimiento, se concibió la Escuela Politécnica como el primer centro de docencia e investigación científica, para la construcción de carreteras, caminos y el mejoramiento urbano. El fin era alcanzar el progreso de la República, para lo cual se requerían personas formadas en Matemáticas, Física, Química, Ciencias Naturales y otros estudios indispensables para el ejercicio de las ciencias y el desarrollo tecnológico.
El Museo ha sido promovido desde los gobiernos como un instrumento político, que lamentablemente, ha estado sujeto a las decisiones de los diferentes proyectos de las autoridades de turno.Se ha podido visualizar la necesidad de fomentar el conocimiento a partir de las disciplinas científicas,las cualesmantuvieron una función de reconocimiento y autobiografía del país, creando el deseo de una conciencia y una identidad, a través delinterés por descifrar el entorno, las riquezas, la historia, el pasado prehispánico, la geografía, flora y la Literatura de la nación.
Entre 1839 y 1876 no existió una fuerte institucionalización del Museo Nacional, sino que estuvo bajo instituciones científicas ligadas ala investigación y la formación de gabinetes que nutrieron la colección nacional. A su vez, el Museo Nacional fue intermitente y muy moldeable a los cambios institucionales, lo que en la actualidad se haconvertido en un reto para esta investigación, debido a la ausencia de documentación y la falta información sobre el manejo de estos espacios. Lo que es claro es que en la segunda mitad del siglo XIX se produjo la formación de colecciones y, especialmente, gabinetes de carácter científico bajo un apoyo institucional para la obtención de objetos que conformarían gabinetes para el estudio y desarrollo de las ciencias.