Cómo citar:
Geraldo-Campos, L. A., Moreno-Estelle, P., Palacios-Pizarro, C. S. y Tito-Huamaní, P. L. (2022). Diseño y validación de escalas de perdurabilidad en emprendimiento empresarial. Retos Revista de Ciencias de la Administración y Economía, 12(24), pp. 158-174. https://doi.org/10.17163/ret.n24.2022.09
Introducción
El emprendedor empresarial es la persona que distingue oportunidades, genera ideas novedosas, plasma en productos o servicios innovadores y comercializa en el mercado (Acuña, 2021). La orientación del emprendedor crea una imagen indispensable para el crecimiento social y económico de su localidad, región o país (Silveira-Pérez et al., 2016), sin embargo, luchan por mantener su emprendimiento en el mercado con base en la competitividad, innovación y adaptándose al mercado cada vez más competitivo y globalizado.
El conocimiento, habilidades, destrezas y actitudes son elementos imprescindibles en los emprendedores, que llaman poderosamente la atención de investigadores y académicos, que con el correr del tiempo se convierten en agendas de trabajo y políticas públicas, tanto en economías consolidadas como en economías emergentes (Machmud y Sidharta, 2016). Así, el conocimiento parece ser el elemento diferenciador que disponen los países para preservar una ventaja competitiva y a nivel empresarial una pieza fundamental para incrementar la rentabilidad (Lupiáñez et al., 2017). Es por esa razón, el interés de conocer los factores que influyen en el emprendimiento, para establecer estrategias con especial énfasis en las innovaciones, capital humano, desarrollo organizacional, entre otros (Méndez-Picazo et al., 2021).
La literatura teórica revela tres necesidades que predominan en la motivación de los emprendedores: la necesidad de logro, de afiliación y de poder, todos estos relacionados con el deseo del individuo de triunfar y crecer (Molina et al., 2016). En ese orden de ideas, López et al. (2019) señalan que las habilidades gerenciales, compuesto por conocimientos y capacidades son importantes para el desarrollo, mejoramiento de la productividad y la perdurabilidad de la empresa en el tiempo. De este modo, la iniciativa de emprender un negocio tiene la expectativa de lograr beneficios que posibiliten mantener operaciones en primera instancia y lograr la estabilidad económica (Texis et al., 2016), que en suma implica su perdurabilidad en el tiempo, logrando un nivel de madurez en las estrategias y procesos operativos (Daza, 2016). Como resultado de sus contribuciones a la creación de empleo, la innovación, la diversidad de productos y el movimiento social, el emprendimiento es una fuerza impulsora del crecimiento económico y el desarrollo (Soria-Barreto et al., 2021).
En los últimos años, en el Perú han surgido iniciativas emprendedoras cada vez más ingeniosas, muchas de estas personas con formación básica y en otros con estudios que no necesariamente se relacionan con los negocios, pero con el esfuerzo del día a día han logrado posicionarse en el mercado (Ávalo et al., 2016). Además, se ha identificado que el emprendimiento tuvo un impacto en el crecimiento económico peruano, ocasionando el desarrollo e incremento de empresas del 1 % equivalente al 0,68 % en el PBI (Producto Bruto Interno) per cápita (León-Mendoza, 2019). Sin embargo, muchas de las empresas tardan varios años en poder encontrar una estabilidad en el mercado empresarial, por la que es necesario identificar qué factores o aspectos intervienen en la estabilidad de estas.
Los estudios de emprendimiento identificados revelan instrumentos desde la perspectiva empresarial y académica (Helm y Andersson, 2010; Hornsby et al., 2002; Saptono et al., 2018; Schjoedt y Shaver, 2012; Sharifi-Tehrani et al., 2022; Vendrig et al., 2021). Sin embargo, hasta el momento no se han desarrollado instrumentos que midan la perdurabilidad de los emprendimientos en el tiempo. Por lo tanto, existe este vacío de investigación, por lo que este estudio se plantea diseñar y validar la escala perdurabilidad del emprendimiento empresarial en emprendedores del Emporio Comercial Gamarra, ubicado en Lima, Perú, siendo este uno de los principales emporios comerciales que alberga una diversidad de emprendedores en el país.
Perdurabilidad del emprendimiento empresarial
El emprendimiento es la actitud y aptitud que tiene la persona para emprender una idea basada en oportunidades, lo cual es clave en la generación de empleo (García-Hernández et al., 2020), la innovación, la productividad, por ende generar crecimiento económico (Flores et al., 2017). Es un término utilizado en el mundo de los negocios, debido a la creación de nuevos emprendimiento, basado en productos o servicios, unos más innovadores que otros (García-Pérez de Lema et al., 2016); sin embargo, para que este emprendimiento perdure, depende de varios factores como la liquidez y la rentabilidad. Por lo tanto, se considera perdurabilidad a la capacidad que tienen las empresas para perdurar o mantener una tasa de vida alta respecto a la puesta en marcha, teniendo en cuenta los diversos cambios que presenta el mercado y los avances tecnológicos, es decir; la empresa debe contar con la capacidad de adaptarse a los cambios bruscos que pueda tener en su entorno, de manera que puedan manejar el emprendimiento sin tener resultados negativos, transformando aquellas desventajas en soluciones representativas, que contribuyan al mejoramiento y de esta manera logre la perdurabilidad (Castillo, 2018).
De acuerdo con De la Garza et al. (2017), el emprendimiento es el proceso de creación de un producto o servicio con un valor agregado a través de esfuerzo que hace sostenible en el tiempo. La movilización de recursos es una parte esencial para garantizar el éxito del emprendimiento, de allí lo importante que es estimular el crecimiento económico privilegiando factores como la innovación, capital humano, mejora de procesos, desarrollo empresarial y la retroalimentación para la mejora continua (Méndez-Picazo et al., 2021). De igual forma, existen estudios que postulan la influencia de la personalidad en el desarrollo del espíritu emprendedor (Fernández-Pérez et al., 2019), que tiene un efecto sinérgico y socializador entre los miembros (Korpysa, 2020).
El emprendimiento también tiene una connotación social (Sánchez et al., 2018), pues se trata de un tipo de emprendimiento que busca brindar servicios o bienes a las necesidades insatisfechas de la sociedad, poniendo por encima de las expectativas personales el valor social. En ese orden de ideas, Guerrero et al. (2020) señalan que las iniciativas de emprendimiento contribuyen a la generación de empleo y fortalecen la economía del país. Por otro lado, contribuye a la enseñanza de cómo administrar un negocio a través del pensamiento crítico y el desarrollo de la autoestima (Martínez-Gregorio et al., 2021). Asimismo, existen algunos países que fomentan el emprendimiento social a través de propuestas elaboradas por estudiantes universitarios con el objetivo de resolver con una solución creativa a un problema de su comunidad (Möller-Recondo y D´Amato, 2020).
Existen factores involucrados con el emprendimiento que determinan la perdurabilidad en el tiempo. Uno de estos factores recae en el financiamiento o el capital propio que puede tener el emprendedor para hacer frente a sus obligaciones, siendo que los resultados óptimos en los niveles de deuda son más evidentes en empresas diversificadas que en empresas enfocadas, ya que su capacidad de endeudamiento les permite estar más cerca de estos niveles (Ahuja y Novelli, 2017). Otro de los factores a tener en cuenta es el capital humano, siendo este uno de los más importantes para mover el emprendimiento iniciado; sin embargo, este capital es difícil de cuantificar, pues, existen diversos factores que afectan la cantidad y calidad del capital humano, como la educación, que conduce a la especialización, la tasa de empleo y desempleo, y la cantidad y calidad de horas trabajadas (Erken et al., 2018).
Están los factores relacionados a las políticas públicas y el entorno. El factor políticas públicas está relacionado con los valores culturales y la actividad emprendedora, además del nivel económico del país, son determinantes a la hora de explicar la actividad emprendedora (De la Garza et al., 2017); asimismo, el entorno en el cual se desarrolla un emprendimiento alineado a la legislación vigente, fuentes de financiamiento, oportunidades de cualificación, entre otros influyen de manera directa al proceso de emprendimiento. Sin embargo, es el entorno donde se identifican las necesidades y oportunidades potenciales de emprendimiento (Prada-Villamizar y Sánchez-Peinado, 2021), es decir, la necesidad se enfoca al anhelo de generar un ingreso en un escenario de escaso empleo, y la oportunidad son las motivaciones que tienen para contribuir a la sociedad o llevar a cabo una idea de emprendimiento. En cualquiera de los dos escenarios, se demanda una relación profunda y favorable con el entorno.
Uno de los grandes desafíos después de emprender es que el emprendimiento perdure en el tiempo, y eso depende de los factores antes mencionados y otros que surgen durante su desarrollo. Sin embargo, la perdurabilidad en sí misma es un factor importante para el emprendimiento. Este concepto fue valorado desde sus inicios con la revolución industrial, hasta la empresa que conocemos hoy en día (Almaraz, 2020). En el esfuerzo por hacer una empresa, a través del ensayo-error-ensayo, se obtienen conocimientos, se perfeccionan habilidades y destrezas, que involucran aprendizajes organizacionales para garantizar la perdurabilidad del emprendimiento (Castillo, 2018). Ahora bien, un factor que podría intervenir en la perdurabilidad de los emprendimientos en el tiempo, son las tecnologías de información y comunicaciones (TIC), debido a la basta información existente sobre cualquier idea de emprendimiento, así como la constante innovación y adaptación por las empresas competidoras (Fang et al., 2022). Este último, es un elemento clave en la perdurabilidad empresarial, dado que la competencia entre empresas, obligan a adaptarse a los cambios en forma rápida y eficaz. Así, un ambiente empresarial competitivo, genera ventajas competitivas, sensibiliza las conductas reflexivas de los gestores para buscar respuestas inmediatas frente a la adversidad, y con ella garantizar su subsistencia por largos periodos (Castillo, 2018).
Hablamos de un emprendimiento perdurable cuando este se ve consolidado, es decir, es solvente y puede hacer frente a sus obligaciones empresariales. Una empresa consolidada maximiza sus ganancias y los beneficios (Yamada et al., 2020), además, tiene una buena e importante gestión financiera para adquirir nuevas maquinarias y equipos, comprar insumos oportunamente y abonar retribuciones decentes a sus colaboradores. Aquella pasa por cuidar los recursos financieros, racionar y priorizar sus gastos (Sánchez et al., 2018). La búsqueda de la diferenciación en el mercado garantiza la continuidad del negocio, y depende de la adecuada gestión del conocimiento, las habilidades, autonomía, la evaluación del entorno y el manejo del ciclo de vida organizacional (De la Garza et al., 2017), además del uso eficiente de los recursos, que son de vital importancia para cualquier emprendimiento. Este último permite alcanzar los objetivos de la empresa, y apoyado en la dirección empresarial resulta favorecido al momento de hacer un análisis de la eficiencia que ayude a tomar decisiones acertadas, ya que permite evaluar el desempeño de la empresa (Alberca y Parte, 2013).
Ahora bien, en la búsqueda de literatura en bases de datos bibliográficas como Scopus y Web of science sobre las propuestas relacionadas a instrumentos o escalas de medición del emprendimiento, se encontraron dieciséis estudios que miden el constructo emprendimiento desde diversas perspectivas, sin embargo, en el análisis de los instrumentos y sus dimensiones o factores no se encontró ningún estudio que involucre la perdurabilidad del emprendimiento, pero sí existen algunos factores que están directamente relacionados a que un emprendimiento sea perdurable como los factores propuestos por Hornsby et al. (2002), Helm y Andersson (2010), Nájera et al. (2018), Kannampuzha y Hockerts (2019) y los factores expuestos por Vendrig et al. (2021), sin embargo, aún no está muy claro la perdurabilidad del emprendimiento, por lo que amerita llenar el vacío del conocimiento teórico bajo la propuesta inicial de un instrumento que mida la perdurabilidad del emprendimiento desde la perspectiva de emprendimientos empresariales ya consolidados.
Materiales y método
Tipo y diseño de investigación
Este estudio está bajo el soporte metodológico de un estudio de tipo instrumental, en el sentido de que se analizan las propiedades psicométricas del instrumento propuesto, con un diseño de cohorte transversal (Ato et al., 2013).
Participantes
Al tratarse de un estudio instrumental con un análisis estructural, se calculó una muestra a priori para modelos de ecuaciones estructurales, por lo que se consideró los parámetros necesarios. Esto determinó que fuera necesario un tamaño de efecto anticipado mediano igual a 0.30, un nivel de poder estadístico de 0.95, con 2 variables latentes, 20 variables observables y una probabilidad de 0.05, la muestra mínima para detectar el efecto fue de 147 participantes. Consecuentemente, se consideró un muestreo no probabilístico, encuestando a 400 emprendedores de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas del Emporio Comercial de Gamarra ubicado en la ciudad de Lima, Perú, donde se aplicó el instrumento en diferentes tipos de emprendimientos (ropa, comida, electrodomésticos, etc.) con una antigüedad mayor a diez años.
La tabla 2 muestra las características de los emprendedores que participaron en el estudio. Del 100 % de los encuestados, el 63,2 % son mujeres emprendedoras y el 36,8 % son emprendedores, de los cuales el 46,8 % tienen entre 26 y 35 años, con una formación representativamente de educación secundaria equivalente al 44,8 % y que residen en su mayoría en Lima Centro (35,5 %). Además, el 59,25 % son emprendimientos que tienen una antigüedad menor a cinco años y la mayoría de estos emprendimientos suelen tener entre cinco a diez colaboradores.
Instrumento
El instrumento denominado Escala de Perdurabilidad del Emprendimiento Empresarial (EPEE) se elaboró considerando la literatura científica que refleja la perdurabilidad en el tiempo de las empresas, donde se encontró que la perdurabilidad de una empresa depende de la liquidez (Quiñones et al., 2014), rentabilidad, innovación, análisis del entorno y los mercados, fortalecimiento del emprendimiento en el mercado, y el compromiso de los empleados (Cerón y Torres, 2017; Meneses y Gómez, 2014; Pulgarin-Molina y Rivera-Rodriguez, 2007; Restrepo et al., 2009; Rivera et al., 2006; Vélez et al., 2005), las cuales están vinculadas con el emprendimiento empresarial, este último está compuesto por una serie de indicadores como: actitud emprendedora, formación en emprendimiento, motivación, el acceso al crédito bancario, el apoyo financiero público o privado, políticas y leyes para creación de empresas, el fortalecimiento empresarial, la relación empresa-entorno y las redes familiares y amicales (Murray y Stern, 2015). A raíz de este conjunto de factores e indicadores, además de los ya expuestos en la tabla 1, se elaboró 20 variables observables (ítems) con una escala de medición de cinco respuestas, totalmente en desacuerdo (TD; 1) a totalmente de acuerdo (TA; 5) (ver tabla 3).
Procedimiento y análisis de datos
Se realizó una exhaustiva búsqueda de la información científica en una base de datos bibliográfica, lo que permitió elaborar el instrumento, esto dio paso a la revisión y evaluación mediante jueces, quienes dieron en una primera instancia sus observaciones y sugerencias, luego se probó el instrumento en una muestra piloto, donde se pudo constatar un análisis de fiabilidad de alfa general por encima de 0.8 (Cronbach, 1951), lo que permitió aplicar el instrumento según la muestra recomendada a partir del tamaño de efecto a priori. En esta fase de aplicación del instrumento, se organizaron grupos de trabajo para dar cobertura a las diferentes galerías del Emporio Comercial de Gamarra; cabe mencionar que, para poder obtener respuesta por parte de los emprendedores, se tuvo que evidenciar cierta actitud renuente a colaborar, por el mismo motivo, se tuvo un gran desafío para lograr cubrir una muestra de 400 encuestados requeridos. Además, se precisa que en este proceso también se dio a conocer a todos los encuestados la finalidad del estudio, donde se resaltó que su participación es voluntaria y su anonimato fue garantizado por los investigadores. Por último, para cerciorarse del consentimiento informado se colocó en el formulario una opción de aceptación o rechazo.
Con la administración de las encuestas se procedió al registro en una hoja en Excel, donde se realizó el control de calidad de las encuestas y se realizó el análisis descriptivo de las características de la muestra recolectados. De los 400 participantes se dividió en dos (n1=147; n2=253) con la finalidad de realizar el análisis factorial exploratorio (AFE) en el software Jamovi 1.6.23 y el análisis factorial confirmatorio (AFC) en el software AMOS respectivamente.
Con n1 se exploró el análisis de fiabilidad de Alfa de Cronbach (Cronbach, 1951) y discriminación de ítems, identificando inicialmente al ítem 6 con una correlación ítem resto igual a 0.79, pero que no era suficiente evidencia para eliminarlo por completo; también se identificó la media, desviación estándar y ω McDonald’s de cada uno de los ítems. Esto dio paso al AFE considerado más robusto para determinar la estructura interna del instrumento (Pérez y Medrano, 2010); para ello, se configuró el método de extracción de Máxima verosimilitud basado en una rotación Oblimin y número de factores basado en análisis paralelo (O’Connor, 2000). Además, con comparaciones de supuestos en la prueba de esfericidad de Bartlett y la media de adecuación de muestreo KMO (KMO>0.6) (Kaiser, 1970, 1974); en tanto, se solicitaron cargas factoriales superiores a 0.5 y las menores se configuraron como ocultas (Escobedo et al., 2016). Es en este punto donde se vuelve a verificar el ítem 6 como el resto de los ítems y se observó que los 20 ítems tenían λ>0.8 representada la estructura factorial por un solo factor, por lo que todos los ítems aportaban al constructo.
Conociendo que todos los ítems son adecuados y contribuyen mejor al constructo, se utilizó n2=253, procediendo a la ejecución del AFC (Pérez y Medrano, 2010). Luego de haber extraído los datos al software antes mencionado y haber elaborado la estructura factorial se procedió a configurar las estimaciones, ordenándose aplicar el método de extracción de Máxima verosimilitud, pidiendo ajuste del modelo saturados e independientes y la solicitud de estimación de medias e intercepto, igualmente, se configuró las salidas, solicitando el historial de minimización, los estimadores estandarizados, los índices de modificación, entre otros parámetros necesarios para verificar y validar la estructura factorial del instrumento. Cabe señalar que los índices de bondad de ajuste analizado se centran en el ajuste absoluto (CMIN/DF<3), el ajuste comparativo centrado en un CFI>0.90 y TLI>0.90, finalmente en la determinación del modelo bajo el RMSEA<0.08 con un intervalo de confianza igual a 90 % (Escobedo et al., 2016), cuyos parámetros permitieron identificar cuatro modelos.
Resultados
Análisis de fiabilidad
Se realizó el análisis de fiabilidad de todos los ítems construidos, donde se identificó un promedio general igual a 4.06 con una desviación estándar de 1.21. Destacando una correlación ítem-rest superior a 0.79 (Zijlmans et al., 2018), se pudo identificar que si se elimina el elemento tanto para α Cronbach’s como para ω McDonald’s se puede llegar a obtener una fiabilidad de hasta 0.99; sin embargo, se reporta un α Cronbach general igual a 0.989 y un ω McDonald’s superior a α Cronbach, lo cual permite determinar la fiabilidad de todos los ítems construidos, por lo que no es necesario eliminar ningún elemento construido, para ello, se requiere realizar un análisis interno más robusto de todos los ítems (ver tabla 3).
Resultados del análisis factorial exploratorio
Se procedió a un análisis factorial exploratorio considerado más robusto para determinar la estructura interna del instrumento, donde se identificó que todos los ítems contribuyen al constructo, los cuales tienen cargas factoriales por encima de 0.80 con comunalidades que oscilan entre 0.1 y 0.37, además se encontró un KMO muy bueno igual a 0.97 con una prueba de esfericidad de Bartlett significativa y una varianza acumulada que explica el 82,5 % del total de la prueba. Además, se encontró que la estructura factorial está representada por un solo factor, al observarse eigenvalores superiores a la unidad, determinándose el modelo de un solo factor.
Resultados del análisis factorial confirmatorio
La figura 1 muestra gráficamente los resultados del AFC con 253 encuestados restantes (n2), donde se observa que la Escala de Perdurabilidad del Emprendimiento Empresarial (EPEE) está representado por un solo factor, en la cual se observan λ>0.45 y λ<0.79 entre los 15 ítems que contribuyen significativamente al modelo factorial EPEE. Además, los pesos de regresión estandarizados de los ítems considerados en el modelo factorial confirmatorio resultaron estimadores >0.68 y <0.85 con un p<0.000 siendo este significativo en todos los ítems, es decir el factor EEPT tiene un efecto significativo sobre todos los ítems.
La tabla 5 muestra los índices de bondad de ajuste, en el que se aprecian cuatro modelos con sus respectivos índices de bondad de ajuste extraídos. En el modelo 1 (M1) se observa los índices de los 20 ítems sin modificaciones o covarianzas en los errores, donde se obtuvo un índice de ajuste absoluto con un CMIN/DF igual a 2.082 menor a 3, siendo este un índice de ajuste adecuado, y los índices de ajuste comparativo (CFI=0.86 y un TLI=0.84) están por debajo del umbral permitido (CFI>0.90 y un TLI=0.90), con un RMSEA = 0.08 estando al límite según lo recomienda la literatura científica. Frente a ello, en el modelo 2 (M2) se buscó realizar las covarianzas en los errores de los ítems 6-7 y 18-20 teniendo como resultado mejoras en el índice de ajuste absoluto mas no en el ajuste comparativo ni en el RMSEA. Por consiguiente, se agregó una covarianza más en los ítems 10-11 que dio como resultado el modelo 3 (M3) no superando el umbral de los índices del ajuste comparativo. Frente a la falta de ajuste de los índices, se eliminaron aquellos ítems con altos índices de modificación (IM) para tener mejores índices y una adecuada estructura factorial. Esto permitió, obtener un modelo 4 (M4) basado en 15 ítems con un índice de ajuste absoluto adecuado (CMIN/DF=2.24) y un índice de ajuste comparativo apropiado superiores a 0.90 (CFI=0.92; TLI=0.91), además, se observó un RMSEA igual a 0.07 (RMSEA <0.08) con un límite inferior igual a 0.06 y un límite superior igual a 0.08, basado en un intervalo de confianza igual al 90 %.
Conclusiones y discusión
El estudio permitió diseñar y validar una escala de perdurabilidad del emprendimiento empresarial en emprendedores (EPEE), al obtener indicadores de bondad de ajuste adecuados para el modelo 4 con 15 ítems. En primer lugar, los resultados de fiabilidad α y ω son adecuados, lo que alcanzó los estándares estadísticos de fiabilidad preestablecidos (Cronbach, 1951; Streiner, 2003; Viladrich et al., 2017). Además, la EPEE reveló una estructura interna adecuada y robusta de acuerdo con los parámetros (Pérez y Medrano, 2010), es adecuada en el sentido de tener valores acordes y adecuados según sugiere la literatura científica (Escobedo et al., 2016; Kaiser, 1970, 1974).
La EPEE cuenta con una estructura factorial eficiente (Pérez y Medrano, 2010), al contar con adecuados índices de bondad de ajuste, cumpliendo los índices y parámetros expuestos, en relación con el índice absoluto (CMIN/DF<3), comparativo (CFI>0.90 y TLI>0.90) y un adecuado error cuadrático medio de aproximación (RMSEA<0.08) (Chau, 1997; Escobedo et al., 2016; Loehlin y Beaujean, 2017). En tal sentido, esta estructura factorial es similar a estructuras de instrumentos previamente identificados (Carraher, 2013; Schjoedt y Shaver, 2012) y discrepa de instrumentos multifactoriales adecuados a determinados contextos que miden el emprendimiento (Daud et al., 2019; Davari y Rezazadeh, 2015; de Souza et al., 2013; Helm y Andersson, 2010; Hornsby et al., 2002; Kannampuzha y Hockerts, 2019; Nájera et al., 2018; Saptono et al., 2018; Steyn y de Bruin, 2018) pero que no evalúan la perdurabilidad del emprendimiento.
Existen instrumentos desarrollados en diversos contextos vinculados al concepto emprendimiento, como aquellos que miden los rasgos de emprendimiento (Daud et al., 2019), el emprendimiento o espíritu empresarial (Davari y Rezazadeh, 2015; Hornsby et al., 2002; Steyn y de Bruin, 2018), actitud emprendedora (de Souza et al., 2013; Lopes y Souza, 2005), intención emprendedora (Martínez-Gregorio y Oliver, 2022), modelo de emprendimiento (Nájera et al., 2018), dominio afectivo del aprendizaje emprendedor (Saptono et al., 2018), locus de control del emprendimiento (Schjoedt y Shaver, 2012) y el emprendimiento propiamente dicho (Vendrig et al., 2021). De todos aquellos instrumentos antes expuestos, se encontró mayor cantidad de instrumentos que miden el emprendimiento social con adecuadas propiedades psicométricas (Capella-Peris et al., 2020; Carraher, 2013; García-González et al., 2020; Helm y Andersson, 2010; Sharifi-Tehrani et al., 2022).
Al contar con una estructura adecuada para medir la perdurabilidad del emprendimiento empresarial en emprendedores (EPEE) y no tener instrumentos que contribuyan a medir adecuadamente este constructo, es evidente que este estudio intenta llenar este vacío de conocimiento pero abre la necesidad de estudiar ampliamente la perdurabilidad del emprendimiento empresarial, en el sentido de que se deben construir instrumentos desde otros enfoques teóricos y empíricos, que ayuden a tomar mejores decisiones respecto a factores intrínsecos como extrínsecos relacionados a la perdurabilidad de un negocio en el mercado empresarial. Además, se recomienda tomar con cautela la presente escala ya que mide la perdurabilidad en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas con determinadas características anteriormente presentadas, por lo que es necesario desarrollar una escala para medir la perdurabilidad de un emprendimiento en grandes empresas, que permita conocer cuáles son los factores que contribuyen a la perdurabilidad del emprendimiento en un determinado sector económico.
En conclusión, al tener una adecuada fiabilidad de α y ω, además, de los parámetros adecuados de índices de bondad de ajuste, absoluto y comparativo, y un adecuado error cuadrático medio de aproximación, se corrobora que el modelo 4 con 15 ítems es el más apropiado para medir la perdurabilidad del emprendimiento, por lo que la escala puede ser utilizada para medir la perdurabilidad en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.