Introducción
Actualmente, las organizaciones hacen uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para la mejora y optimización de sus procesos. Una de las aplicaciones más utilizadas son las redes sociales; estas herramientas permiten a las empresas tener un mayor alcance a los usuarios y público en general. Sin embargo, algunos autores plantean que su empleo dentro de las empresas pudiera convertirse en peligroso, porque los trabajadores utilizan estas herramientas de manera excesiva, comprometiendo la productividad de la empresa (Hugo et al. 2020).
En el estudio de Kemp (2022) se exponen los resultados del reporte anual de Digital 2022 sobre el uso de las redes sociales a nivel mundial, mencionando que hubo un incremento de un 10%. Además, deja ver que, en el año 2022, se registraron 4.62 billones de usuarios; la mayor participación son jóvenes de 20 a 29 años que en promedio se mantienen conectados alrededor de 2 h 27 minutos al día.
A nivel mundial, Nigeria es el país donde las personas pasan más tiempo en las redes sociales; aproximadamente 4 horas con 7 minutos en promedio al día, seguido de Filipinas, Ghana, Colombia y Sudáfrica. México ocupa el noveno lugar del ranking global, pues los usuarios destinan 3 horas con 20 minutos (Mena, 2022). Por otra parte, la Asociación de Internet MX (2022), realizó un estudio acerca de los hábitos de personas usuarias de Internet en México, en el cual se registró que el 75.7% de la población se encuentra conectada, en su mayoría jóvenes y jóvenes adultos, predominando las mujeres con 51.8%, mientras que los hombres son el 48.2%.
Entre los principales motivos que han manifestado los usuarios son “enviar mensajes por servicios de mensajería instantánea” con 88.4 %, y en segundo puesto el “acceder a redes sociales/ plataformas” con un 87.2%; las más usadas son WhatsApp 43.6%, Facebook 35.5%, e Instagram 10.1%. En el campo laboral, las redes sociales han sido de gran impacto, puesto que los últimos reportes de global digital muestran que 1 de cada 4 usuarios de Internet, entre 16 y 64 años, maneja las redes sociales para actividades relacionadas con el trabajo (Kemp, 2022).
Al presente, el uso de las redes sociales es más común en el lugar de trabajo. Efectivamente, su empleo es muy favorable, ya que puede ayudar a los empleados a construir sus redes profesionales y obtener información, y comentarios de sus clientes y proveedores. De acuerdo con los datos proporcionados por Emplifi (2020), las empresas incrementaron su inversión en un 30 % en redes sociales, con el fin promover una marca o producto. Al respecto, Uribe y Sabogal (2021) identificaron que las herramientas en línea usadas en las micro y pequeñas empresas de Bogotá, son Facebook e Instagram, donde en mayor medida difunden imágenes y contenidos propios. Sin embargo, el hábito de redes sociales ha invadido el tiempo requerido en horario laboral, haciendo hipótesis de que los empleados utilizan las redes sociales para fines privados durante las horas de trabajo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1994) la adicción es una enfermedad física y socioemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales (Bequir, 2019). Con respecto a ello, Numata (2021) señala que el uso en exceso de las redes sociales afecta la salud mental, y en este sentido, generan una adicción que puede afectar diferentes aspectos de la vida de las personas, como el interés por otras actividades, el rendimiento escolar/laboral o las relaciones con amigos y familiares.
En Mexicali, Baja California, Villegas (2019) indagó en si existía adicción a las redes sociales en los trabajadores de las micro y pequeñas empresas de la Plaza Galerías del Valle y su relación entre labores. Los resultados fueron desfavorables, puesto que los participantes muestraron ser dependientes a los dispositivos en gran medida, lo cual implica un problema para los empresarios, ya que fomenta el ocio, mermando la eficiencia laboral. Así mismo, se reportó que el 65% de los empleados siempre están al pendiente de sus dispositivos y a las redes sociales, gustan del internet y tecnología, pero no para actividades como consulta de noticias, llevar agendas o agilizar las labores, sino como una fuente de esparcimiento.
Por otro lado, al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2020) reportó que el estado de Veracruz tiene un total de 326,721 unidades económicas, de todos los giros comerciales. De las empresas a nivel nacional, que corresponden al “comercio al por menor”, la mayoría usa las Tecnologías de Información y, por consiguiente, las redes sociales, para producción y comercialización de productos. Otro dato importante reportado por INEGI (2020), es que el 87.8 % de la población mexicana tiene acceso a redes sociales.
Las redes sociales benefician a las empresas en sus labores tanto comerciales como productivas, pero existe preocupación de que el uso excesivo conlleve a una baja productividad, bajo rendimiento y, por consiguiente, desempeño disminuido para las empresas, afectando tanto a nivel empresarial como individual. Por lo tanto, se plantea la hipótesis:
Hi: La adicción a las redes sociales impacta en el desempeño laboral de los empleados de las empresas de la zona conurbana de Boca del Río-Veracruz. Para verificar la hipótesis, se planteó como objetivo: analizar el impacto que tienen la adicción a las redes sociales en el desempeño laboral de los empleados de las empresas de la zona conurbana de Boca del Río-Veracruz.
Revisión de literatura
La literatura aporta diferentes conceptos de desempeño laboral. Motowidlo (2003) define el desempeño laboral como la evaluación que la organización realiza del comportamiento del individuo sobre su trabajo, durante un tiempo estandarizado. De acuerdo con este concepto, los comportamientos en conjunto favorecen o restan valor a la eficacia de la organización.
Por otra parte, Chávez (2014) lo define como “aquellas acciones o comportamientos observados en los empleados que son relevantes para los objetivos de la organización, y pueden ser medidos en términos de las competencias de cada individuo y su nivel de contribución a la empresa” (p. 75).
Al respecto, Quito & Zurita (2021), señalan que el desempeño laboral refleja las metas y el esfuerzo del empleado, su actitud hacia alcanzar objetivos y su búsqueda de equilibrio. De ahí que el desempeño se vincula con las habilidades, conocimientos y actitudes que apoyan las acciones del colaborador, en pro de fortalecer los objetivos de la institución.
Por otro lado, Milkovich & Boudreau (1994) refieren que el desempeño laboral está ligado a las características de cada persona, que interactúan entre sí con la naturaleza del trabajo y con la organización en general, siendo el desempeño el resultado de la interacción entre la organización y las personas.
El desempeño laboral es el rendimiento laboral y la actuación que manifiesta el trabajador al efectuar las funciones y tareas principales que exige su cargo en el contexto laboral especifico de actuación, lo cual permite demostrar su idoneidad, y expone que se puede determinar a partir de tres dimensiones: iniciativa laboral, trabajo en equipo, y operación con los colaboradores (Guerrero, 2014; Mamani, 2019).
Con respecto a lo que se refiere a la iniciativa laboral, Mamani (2019) menciona que son cualidades que poseen personas para llegar a sus objetivos; asimismo, se puede decir que es la predisposición de emprender acciones, crear oportunidades y mejorar resultados sin necesidad de un requerimiento externo que lo empuje. Frese et al. (1996) lo describen como el comportamiento de una persona que toma un enfoque activo, espontáneo para trabajar e ir más allá de lo que se requiere formalmente; se caracteriza porque el individuo es consistente con la misión de la organización, tiene un enfoque a largo plazo, es directo a los objetivos y está orientado a la acción, es persistente frente a las barreras y los contratiempos, es emprendedor y proactivo (Frese et al., 1996).
En cuanto al trabajo en equipo, Mamani (2019) da a conocer que es un trabajo elaborado por un conjunto de personas, donde cada uno hace una parte, pero tiene un objetivo común. Debe tener una estructura para poder elaborar satisfactoriamente el trabajo en común. En este sentido, Laoyan (2022) explica que el trabajo en equipo es una regla necesaria para que los empleados desempeñen juntos los objetivos y metas de la organización de manera creativa. De ahí que, Vašková (2007) expone que la ventaja del trabajo en equipo significa crecimiento en la productividad, un alto nivel de adaptabilidad y gestión operativa.
Otro rasgo es la cooperación con los colaboradores, que se caracteriza por actividades múltiples que los trabajadores efectúan entre sí para lograr fines comunes; es decir incorporan fuerzas de solidaridad para alcanzar mejores resultados (Mamani, 2019). De acuerdo con la teoría de la interdependencia de objetivos, las situaciones estructuradas cooperativamente crean percepciones de destino compartido y promueven un comportamiento de apoyo, mediante el cual cada miembro del grupo vela por los intereses de los demás. Se comparten las ideas y las lecciones aprendidas por un miembro para que todos puedan beneficiarse indirectamente de las experiencias de los demás.
Además de reconocer la actuación de los trabajadores en el desempeño laboral, llama la atención el impacto que la tecnología ha tenido en el ámbito laboral, en particular las redes sociales. Actualmente, esta herramienta tecnológica es básica dentro de las organizaciones (Rosario & Ruiz, 2018). Tal es el caso de las Facebook, Twitter, Google, Instagram, y TikTok que son nuevos sistemas dentro de las organizaciones útiles para intercambiar contenidos específicos, entre el personal, y los proveedores y consumidores.
Con todo, las redes sociales tienen efectos negativos como adicción, distracción, y bajo rendimiento. El uso excesivo de redes sociales se ha propuesto recientemente como una adicción conductual porque comparte varias características encontradas en otros tipos de adicción, como la abstinencia, la tolerancia, la recaída, el conflicto y la modificación del estado de ánimo (González et al., 2021). Dentro de este marco, Echeburúa & Requesens (2012), señalan que esta adicción surge por la forma y el tiempo que se da entre el sujeto y las herramientas tecnológicas. Es más probable que la adicción ocurra a medida que el empleado continúa dedicando tiempo y recursos energéticos a su aprovechamiento.
Ali-Hassan et al. (2015) han demostrado que los empleados dedicarán menos tiempo a los deberes y tareas laborales, si utilizan las redes sociales por simple gusto. En cambio, si los empleados tienen la capacidad de discernir entre el uso laboral y el uso social, es mejor su desempeño. Mientras que Challoo et al. (2016) muestran que la dependencia en los empleados se hace visible por ciertas evidencias como son: pensar en la red constantemente o irritación al no tener conexión, descuidar actividades importantes, aislamiento social, entre otras.
Por otro lado, Choi (2018) advierte sobre el uso excesivo de las redes sociales en el lugar de trabajo, e indica que esta situación genera una gran preocupación en el ámbito laboral, y necesita abordarse como un problema grave dentro de la organización, por las consecuencias negativas que implica en la eficiencia de le empresa. Como seguimiento a este tema Moqbel & Kock (2018) aportan evidencia sobre la adicción a estas herramientas y explican que fomenta la distracción de las tareas e inhibe el rendimiento laboral. Cao y Yu (2019) comprobaron el conflicto que se genera entre el uso de la tecnología y la demanda laboral, ocasionado por el uso excesivo de redes sociales.
Asimismo, diversos autores, comunican un bajo rendimiento laboral, relaciones sociales menos saludables, problemas de sueño, y baja satisfacción, por el hábito desmesurado de las redes sociales (Koc y Gulyagci, 2013; Wolniczak et al., 2013, Blachnio et al., 2016; Hawi & Samaha, 2016, Elphinston & Noller, 2011; Pantic, 2014).
Para Zivnuska et al. (2019) ls adicción a las redes sociales se identifica como el uso excesivo y búsqueda frecuente que se manifiesta como un impulso irrefrenable de utilizar estas redes informáticas. De la misma manera, los autores demuestran que la adicción no permite al empleado concluir sus tareas en el tiempo señalado.
En la misma línea, Priyadarshini et al. (2020) realizaron una investigación para obtener información sobre las experiencias y consecuencia en los empleados del uso de las redes sociales; los autores reportan un alto impacto en la productividad laboral. Los empleados no cumplen con los tiempos establecidos para realizar sus tareas, por ende, no son de buena calidad, además se distraen fácilmente durante reuniones de trabajo o sesiones de discusión con sus superiores. Otro rasgo interesante que, durante las horas laborales, los empleados están entretenidos en las aplicaciones de Facebook, Instagram y WhatsApp, provocando falta de atención al trabajo, y falta de esfuerzos para mejorar la productividad.
Prosiguiendo en la revisión del tema de adicción, Mendoza y Vargas (2016) mencionan el vocablo "adicciones tecnológicas”, para describir el impacto de las redes sociales con el individuo, el cual denominó conexión hombre-máquina. Así mismo, esquematiza la adicción conforme a los parámetros que exponen en la tabla 1:
Metodología
La presente investigación tuvo un enfoque cuantitativo, causa-efecto, porque tuvo como propósito mostrar o examinar el nivel de adicción a redes sociales (Bisquerra, 2004). Fue un estudio retrospectivo donde se formuló una hipótesis sobre posibles asociaciones entre la adicción a redes sociales y desempeño laboral. En esta investigación no se realizaron manipulaciones de variables, ni la aleatorización.
Se analizó un grupo de 52 empleados de distintas empresas de los sectores servicios, comercio, e industria de la zona conurbana de Boca del Río-Veracruz. Los criterios de inclusión considerados fueron dos: a) los empleados- al aplicar la encuesta- tuvieran al menos, un año de laborar en la empresa y b) disponer de redes sociales para realizar la práctica su trabajo. El perfil de los colaboradores de esta investigación se muestra en la tabla 2:
Para medir la adicción a las redes sociales se utilizó primeramente el Inventario de Adicción a las Redes Sociales de MeyVa creado por Mendoza & Vargas (2016), el instrumento estuvo compuesto por 42 ítems agrupados en seis constructos: saliencia, cambio de humor, tolerancia, síndrome de abstinencia, conflicto, recaída y con un alfa de Cronbach de 0.864. Por otra parte, también se empleó el instrumento del desempeño laboral creado por Mendoza (2014) que cuenta con 14 ítems concentrados en tres dimensiones: iniciativa, trabajo en equipo, y cooperación con los colaboradores. La prueba de validación a través de la consistencia interna del cuestionario dio un resultado de con alfa de Cronbach de 0.867, siendo una confiabilidad satisfactoria. Los datos se obtuvieron por medio de la encuesta auto administrada a los empleados por medios digitales.
Especificaciones del modelo
Para el análisis de las relaciones entre las variables medidas, se empleó el un modelo de ecuaciones estructurales (SEM) explicativo; que constata las hipótesis causales entre la adicción a las redes sociales y el desempeño laboral (Martínez y Fierro, 2018). El modelo contiene variables observables reflectivas y formativas, como se grafica en la figura 1:
El constructor de redes sociales (RS) es un modelo estructural y su objetivo es demostrar el impacto de las relaciones entre la abstinencia, conflicto, recaída, tolerancia. El constructo desempeño laboral es un modelo de medida, que muestra las relaciones entre los constructos y los indicadores: coopera, equipo e iniciativa. La evaluación del modelo se realiza por medio de estimadores confiables como es el algoritmo básico de la PLS; aplica inicialmente la evaluación reiterativa de las puntuaciones de las variables latentes, y posteriormente se realiza la estimación final de los pesos, cargas y coeficientes path por medio de la estimación de mínimos cuadrados ordinarios (Martínez & Fierro, 2018).
Resultados
Evaluación de la Validez y Fiabilidad del Modelo
El modelo de medida se examinó con los indicadores de validez convergente, validez discrimínate y fiabilidad. La validez convergente se comprobó con las cargas factoriales de cada variable. Las cargas son superiores a 0.70; indica que son significativas (Hair et al., 2022). Se eliminaron tres indicadores por no ser significativos. Los valores de la varianza extraída media (AVE) fueron mayores que el valor recomendado de 0,50 (Hair et al., 2022), como se muestra en la tabla 3. Por lo tanto, las medidas utilizadas para cada variable en este estudio son convergentemente válidas.
Para evaluar la validez discriminante, las correlaciones entre las medidas se compararon con la raíz cuadrada de los AVE. En la tabla 3, el valor de correlación es menor a la raíz cuadrada de los AVE. Por lo tanto, las medidas utilizadas para cada variable en este estudio son discriminantemente válidas.
Evaluación del Modelo Estructural
Una vez que evaluado el modelo de medición, se ponderó el modelo estructural, analizando la colinealidad, los coeficientes de ruta, el coeficiente de determinación, el tamaño del efecto y la relevancia predictiva.
En primer lugar, se examinaron los valores del factor de inflación de la varianza (VIF) para todas las variables exógenas para evaluar la colinealidad. Los valores del VIF son 1,022 tanto para la adicción a las redes sociales como para el desempeño laboral, esto significa que no existe colinealidad ya que los valores recomendados son menores de 5 (Hair et al., 2022).
Para verificar la hipótesis, se realizó Bootstrapping en el Smart PLS 3.0, se obtuvieron los coeficientes de ruta estandarizados, errores estándar y valores t. La tabla 4 muestra una relación positiva y significativa entre la adicción a las redes sociales y el desempeño laboral (β=.304; ρ ˂0.05). El coeficiente de determinación (R2) es 0.092, es decir que la adicción a las redes sociales explica el 9.2 % de la varianza en el desempeño laboral. Sin embargo, un porcentaje alto (90.8%) de la varianza en el desempeño laboral, es explicada por otros elementos que no están contemplados en esta investigación.
El tamaño del efecto (f2) sirvió para interpretar la importancia práctica de una relación específica (Preacher & Kelley, 2011). Según Gim et al. (2015), la regla general es que los valores de 0.02 son pequeños, 0.15 medianos y 0,35 son grandes.
En función de la regla empírica, se pudo interpretar que la adicción a las redes sociales tiene un efecto pequeño (f2 = .096) sobre el desempeño laboral. Sin embargo, un tamaño de efecto pequeño no implica necesariamente que el efecto no sea importante (Chin et al., 2003; Preacher & Kelley, 2011).
La capacidad predictiva del modelo se evaluó calculando la relevancia predictiva (Q2). El valor obtenido en esta investigación fue de 0.053. De acuerdo con la regla general, Q2 mayor a 0 (cero) indica que las variables exógenas tienen capacidad predictiva relevante en la variable endógena particular, mientras que Q2 menor a cero indica que no hay valor predictivo.
Discusión
El uso de las redes sociales en las empresas actuales aumenta cada día, en aras de incrementar las ventas, por constituir una plataforma excelente para que los usuarios interactúen. El análisis presentado reveló aspectos interesantes sobre la relación entre el uso de las redes sociales en la empresa y su impacto en el desempeño laboral.
El estudio confirma tres de las seis variables propuestas por Mendoza & Vargas (2016) que constituyen la adicción a las redes sociales: abstinencia, conflicto y recaída. Esto indica que la adicción se manifiesta cuando los empleados utilizan las redes sociales más de lo habitual, lo que conduce a problemas con su entorno y consigo mismos. A pesar de reconocer este problema y tratar de alejarse, tienden a recaer después de un tiempo.
Referente al desempeño laboral, de igual manera, se corroboraron las tres variables propuestas por Mendoza & Vargas (2016). Los resultados dan evidencia que es favorable, ya que los trabajadores ven la oportunidad de poder crear y emprender acciones enfocadas a los objetivos de la empresa. Así mismo, los resultados muestran trabajo en equipo entre los empleados y por ende cooperación en las actividades encaminado a ir más allá de lo que se requiere en el puesto de trabajo.
Los hallazgos, mediante la aplicación del modelo de ecuaciones estructurales, permitieron validar la hipótesis planteada, contrariamente a lo que se podría esperar, el estudio muestra que la adicción a las redes sociales tiene un impacto limitado en el desempeño laboral. Los coeficientes del modelo de ecuaciones estructurales path (.304), el valor de R2 (0.092) y el valor de f 2 (.102) sugieren que este impacto es relativamente bajo.
Los empleados perciben que las redes sociales ofrecen la oportunidad de crear y emprender acciones alineadas con los objetivos de la empresa. Además, se observa un fomento del trabajo en equipo y la cooperación, lo que contribuye a un rendimiento que va más allá de los requisitos básicos del puesto de trabajo.
A pesar de los aspectos positivos, es crucial mantener un equilibrio en el uso de las redes sociales para evitar la adicción. Las empresas deben estar atentas a los patrones de uso excesivo y fomentar un uso saludable y productivo de estas plataformas (Soto Sello, 2019). Sería beneficioso implementar políticas y capacitaciones enfocadas en el uso responsable de las redes sociales, resaltando sus ventajas para el desempeño laboral, pero también informando sobre los riesgos de su uso excesivo.
Conclusiones
La investigación destaca la complejidad y dualidad del uso de las redes sociales en el entorno laboral, mostrando tanto su potencial para mejorar el desempeño como los riesgos asociados con su abuso. Es esencial que las empresas reconozcan y gestionen ambos aspectos para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos.
Los resultados obtenidos han revelado que el desempeño laboral de los empleados en las empresas de la zona conurbana de Boca del Río-Veracruz es muy bueno pues, aun cuando los empleados usan redes sociales dentro de su ámbito de trabajo, éstas no se convierten en algo adictivo que pueda perjudicar el desempeño laboral. Esta investigación hace referencia a que un desempeño laboral se debe a los atributos de cada persona que se relaciona entre sí, para realizar trabajo. El desempeño del trabajo está relacionado de forma directa con la productividad; por ende, es importante contar con empleados que se entusiasmen y tomen para sí los objetivos de la empresa. Se determinó que el efecto de la adicción a las redes sociales en la productividad laboral es relativamente pequeño.