1. Introducción
El cultivo de soya (Glycine Max Merrill), de gran importancia mundial. con alrededor de 362.075 millones de toneladas producidas a nivel mundial (Embrapa, 2019), es utilizado en la actualidad como una importante fuente alimenticia tanto en la dieta humana, como en las preparaciones para alimentación animal. También es empleada en la generación de biocombustibles (Conab, 2017; 2018).
De las plagas que atacan al cultivo de soya, los chinches son considerados el mayor problema fitosanitario (Panizzi et al., 2012; Musser et al., 2016). Euschistus heros (F.) (Hemiptera: Pentatomidae) es una de las cuales han aumentado su nivel de importancia, ya que posee un alto potencial de daño que se ha podido observar durante los últimos años (Sosa-Gómez et al., 2010; Bueno et al., 2015; Conte et al., 2015; Thueler et al., 2016; Roggia et al., 2018) de manera particular en las regiones de clima tropical (Godoy et al., 2010).
Este insecto puede ser encontrado en toda América del Sur alimentándose de especies vegetales de las familias Fabaceae, Brassicaceae, Solanaceae, Compositae (Saluso et al., 2011; Soares et al., 2015). La etapa de mayor susceptibilidad del cultivo ocurre durante el estadio reproductivo, en donde el insecto ataca ramas y vainas, afectando la calidad del producto final, pudiendo comprometer de manera significativa un alto porcentaje de la producción (Panizzi et al., 2012; Vyavhare et al., 2015), tanto cuantitativa como cualitativamente (Sosa-Gómez et al., 2014). E. heros conocido como el chinche marrón o chinche de la soya, los adultos son de color marrón-oscuro, con dos prolongaciones laterales en el pronoto, en forma de espinas, característicos de la especie, los huevos son de coloración amarilla, colocados en masa de 5-8, presentan manchas de color rosado cuando están próximos a la eclosión de las ninfas, pueden ser colocados en las hojas o vainas de la planta de soya.
El periodo de incubación de los huevos es de aproximadamente 5 días, las ninfas recién emergidas permanecen sobre los huevos, miden 1mm, estas no causan daño sino hasta el 3° instar (Gallo et al., 2002; Smaniotto & Panizzi, 2015). Los daños son ocasionados por el tercer instar prolongándose hasta el quinto instar y la fase adulta del insecto (Hoffmann- Campo et al., 2000).
El ataque de E. heros en el cultivo de soya, puede iniciar durante el periodo vegetativo (mediados o al final del periodo vegetativo) del cultivo (Vn) o luego al inicio de la floración (RI e R2), la etapa de desarrollo de vainas (R4) e inicio del período de llenado de granos (R5) son las fases en las cuales la planta de soya está más susceptible al ataque de estos insectos (Corrêa-Ferreira & Panizzi, 1999; Pazzini et al., 2000). El nivel de control para este cultivo es de dos chinches grandes (5mm) por cada pase de paño de batida, en la producción de granos y uno chinches por pase en la producción de semillas, una vez que este nivel es superado, el control es necesario (Corrêa- Ferreira & Panizzi, 1999; Corrêa-Ferreira et al., 2009).
Como principal estrategia para disminuir los daños ocasionados por estos fitófagos, se tiene el control químico, que debe ser implementado en la fase vegetativa o reproductiva del cultivo, cuando las demás estrategias de control previamente determinados fueran realizadas (Bueno et al., 2013; Pazzini et al., 2015). Uno de los grupos químicos utilizados en el control de la plaga es el de los organofosforados, los cuales actúan en el sistema nervioso del insecto, inhibiendo la acción de la enzima acetilnesterase, cuya función es catalizar la hidrólisis de la acetilcolina (Ach) en ácido acético y colina, este neurotransmisor cuando está presente, promueve la propagación del impulso nervioso, provocando la abertura de los canales de sodio en las células póst- sináptica; cuando la acetilcolinesterase es inhibida, acurre la parálisis y muerte del insecto (Gallo et al., 2002).
Los productos con ingrediente activo acefato, poseen como sitio de acción la acetilcolinesterase. Cuya principal función es la de degradar la acetilcolina, lo cual con la exposición del insecto al principio activo no ocurre, ocasionándole la muerte (Agrofit, 2018). Considerando que el manejo químico es una de las estrategias a ser empleadas dentro de un programa de manejo integrado de plagas, en las áreas con cultivo de soya, este trabajo tuvo como objetivo evaluar la susceptibilidad de adultos de E. heros a dos organofosforados, Clorpirefos y Acefato através de bioensayos en laboratorio.
2. Materiales y métodos
Los bioensayos fueron realizados con adultos de E. heros provenientes de una población del insecto criada en dieta natural, mantenida en laboratorio, con máximo 72 horas de edad. Se evaluaron dos insecticidas por medio de bioensayos en condiciones de laboratorio: clorpirifos (PYRINEX ® 480 EC - 480 g/L; 720 g/ha i.a.); acefato (ACEFATO NORTOX® - 750 g/kg; 750 g/ha i.a), ambos registrados para el control de este insecto en el cultivo de soya.
La exposición de los insectos fue mediante inmersión en las caldas insecticidas de los tratamientos con ayuda de un cedazo fino, además de los tratamientos con los insecticidas, para cada bioensayo fue utilizado un tratamiento testigo (agua destilada). Después de la aplicación, los insectos fueron mantenidos en sala de cría, con clima controlado (T: 25°C; H.R.: 60% y Fotoperíodo de 14 horas).
2.1. Concentración Letal 50 (CLso) de clorpirifos y acefato
Siete concentraciones diferentes de clorpirifos y acefato fueron utilizadas para determinar la CLso de estos productos. Para el efecto, fue preparada una solución stock en la concentración de 960 y 750 ppm (partes por millón) de clorpirifos y acefato, respectivamente. A partir de esta solución diluciones en serie fueron realizadas con la finalidad de obtener la solución de trabajo en la concentración deseada (Tabla 1). Después de la aplicación de los tratamientos los insectos fueron colocados en recipientes de plástico de 300 ml conteniendo vainas de soya y mani como alimento, eppendorf del,5 ml con agua, y cubiertos con tejido tipo voal. Cada tratamiento contó con 4 repeticiones y 5 insectos por repetición, totalizando 20 insectos por tratamiento, el bioensayo fue conducido en el delineamiento experimental enteramente casualizado. Las repeticiones de cada insecticida constaron de los recipientes de plástico conteniendo 20 insectos cada una, totalizando 32 parcelas. Las evaluaciones de mortalidad fueron realizadas 48 horas después de la aplicación de los tratamientos. Para determinar la CL50 los datos obtenidos se sometieron al análisis de Probite.
2.2. Efecto de la CL50 en el tiempo sobre la mortalidad de adultos de E. heros
Una vez definida la CL50 de clorpirifós y acefato (Tabla 1), fueron evaluados el efecto en la mortalidad de E. heros a lo largo del tiempo. El experimento fue conducido de manera semejante a la del ensayo de CL50, fueron evaluados dos insecticidas en 4 tratamientos con 4 repeticiones. Los tiempos de evaluación fueron 24, 48, 72 y 96 horas después de la aplicación de los tratamientos.
2.3. Análisis estadístico
Los datos fueron comprobados en cuanto a normalidad y homocedasticidad, utilizando la extensión Action Stat de Excel. La CLso de los insecticidas fue calculada por el análisis de Probit. Las medias de los tratamientos fueron comparadas por la prueba de Tukey (p<0,05). El porcentaje de mortalidad ocasionado por los insecticidas fue calculado por la fórmula de Schneider-Orelli. La eficiencia de los insecticidas en las diferentes horas fue evaluada utilizando el programa Sisvar 5.6. (Ferreira, 2011).
Fuente: Los autores
3. Resultados y discusión
En el caso en estudio se pudo observar que la CL50 de clorpirefó para E. herosfue de180,495 ppm con una variación de (142.500 -204.299 ppm) y con un intervalo de confianza de 95%. El acefato presentó una CL 50 de 159.504 ppm variando entre (124.812 -198.663 ppm) con un intervalo de confianza de 95% (Tabla 2). Los insectos se mostraron más susceptibles a la acción del acefato en relación alclorpirifos.
En cuanto a la relación tiempo-mortalidad no se encontró interacción, esto quiere decir, que la eficiencia de los dos insecticidas no está correlacionada con el tiempo de exposición del insecto
al producto. Tomando en cuenta estos factores, se tiene que clorpirifos es más eficiente bajo esta situación.
De esta manera el factor tiempo no tuvo influencia en la mortalidad de los insectos, siendo entonces el producto el único elemento que ocasionó la mortalidad de los individuos expuestos. Se puede observar una mortalidad acumulada de 66,6 % para clorpirifós, cuando es comparado con acefato, que consiguió matar 75% de la población del insecto. Siendo, por lo tanto, el acefato más eficiente. Por su parte, el testigo mantuvo una baja mortalidad durante todo el estudio (Tabla 3).
¹ (%) M -Mortalidad corregida por Schneider-Orelli (1947);²Médias seguidas de la misma letra minúscula en la línea(Tiempo después de la aplicación) y misma letra mayúscula en la columna (Clorpirifós e Acefato), no difieren entre sí, por el test de Tukey (p<0,05).
Considerando los resultados obtenidos con el acefato, estos datos concuerdan con los señalados por Goelser et al., (2017), en trabajos comparando eficiencia de insecticidas, se logró demostrar que el insecticida acefato (Orthene®) presenta un buen control de los chinches, además de tener efecto residual similares. Teniendo en cuenta que el acefato fue eficiente en el control de Anticarsia gemmatalis (Lepidoptera: Noctuidae) hasta el séptimo día después de la aplicación (Martinset al., 2009).
La estrategia principal para el manejo de E. heros, es el control químico. Sin embargo, los productos acefato e clopirifos, pertenecen al grupo de los organofosforados, con un único sitio de acción. Por lo tanto,se recomienda los estudios empleando diferentes moléculas con diferentes mecanismos de acción, de esta forma potencializando el control de este insecto-plaga.
Antes de emplear cualquier método de control, se debe realizar una correcta identificación y monitoreo de las poblaciones de la plaga en el cultivo y al alcanzar el nivel de daño, se deba implementar las estrategias de control que menor efecto negativo generen(Ribeiro et al., 2016; Corrêa-Ferreira &Sosa-Gómez, 2017; Sosa-Gómez et al., 2014).
Es recomendable que las poblaciones de este insecto en la fase final del cultivo de soya (R6-R7) sean reducidas, lo cual significa una disminución del número de vainas atacadas, aumentando de esta manera la calidad y cantidad de los granos íntegros, mejorando de esta forma la producción (Engel et al., 2018).